Partida Rol por web

Los ojos de Crono se movían con rapidez. El ambiente que estaba tomando todo no acababa de gustarle. Aquel anfitrión que guardaba más secretos de los que confesaba le ponía los pelos de punta, algunos de sus compañeros ya habían empezado a gritar y a perder los nervios y las historias que contaba, o que no contaba, Gawain tenían un toque siniestro demasiado obvio. Quizá aquel fin de semana fuera un juego de terror psicológico en aquel castillo perdido. Quizá... pero entonces de alguna manera tendrían que haberlo avisado.

Su piel comenzaba a erizarse y su corazón se aceleraba. No... no era bueno. Tenía que tranquilizarse, a lo mejor todo estaba en su cabeza, a lo mejor Gawain era símplemente excéntrico y la pelirroja... espera ¿todas son pelirrojas? Da igual... la histérica tenga simplemente un problema ella también. Sí... esa era una solución más racional y posible. Si. Tenía que convencerse.

Respiró tranquilamente mientras sentía como su corazón volvía a unas pulsaciones normales. Se llevó una mano al pecho y suspiró profundamente.

-¿Po... por qué has hecho eso? yo... no me asustes así...

Tras unos segundos más recuperando el aliento, Crono miró a Gawain, diciendo en el tono más suave que le salió:

-Sr Gawain... si tenemos que irnos antes de que termine el fin de semana. ¿Con quién tenemos que ponernos en contacto?-La mano de Crono seguía aferrada a su pecho.-Supongo que entiende a qué me refiero...

En estas circunstancias tan confusas donde el caos parece haberse impuesto al entusiasmo inicial, Sir Gawain se levanta para llamaros la atención.

Continúa serio y cuando empieza a hablar no mira a nadie en particular, ignorando las preguntas finales.

-Parece que estais cansados del viaje. ¿Por qué no subís a vuestras respectivas habitaciones antes del momento de reanudar la visita? Será entonces cuando os responda las preguntas que tengais y cuando os contaré la historia que tan ansiosos pareceis que quereis que os cuente. Fuera os acompañarán. El castillo es grande y resulta fácil perderse. Abie e Irina compartiréis habitación; Crono con Nick- parece que se llevan bien. Seguro que Nick puede calmarle- Gabriel, Jennifer y Jessica juntos. Lamento la falta de dormitorios individuales. Los demás no están presentables.

Fuera el mayordomo os está esperando con el fin de guiaros.

La situación cada vez se va poniendo más tensa y nuestro anfitrión nos invita amablemente a que nos vayamos a nuestras habitaciones.

"¿Pero qué se ha creído?" pienso mirándole fijamente, con cierta incredulidad encima.

- Lo lamento mucho, Sir Gawain, pero no me está gustando como está cursando esta visita tan... singular. Si no le importa, esperaré fuera a que me vengan a recoger. No es esto lo que esperaba precisamente -digo con mi semblante de apariencia inexpresiva, aunque por dentro estaba deseando salir corriendo. La más mínima situación tensa me traía malos recuerdos y malas sensaciones. Si éste no iba a ser un fin de semana tranquilo, no me pienso quedar- Aún así, agradezco la molestia de haberme invitado-digo por pura cortesía.

Tras decir esto, me pongo en pie pero sin moverme a ninguna parte, dejando la servilleta sobre la mesa.

- ¿¿¿¡¡¡PERO QUÉ COJONES!!!??? ¿¿¿¿¿Ni siquiera se va a dignar a contestar????? Aprieto los dientes con tanta fuerza que me duelen. Mantengo mi vista fija en el imbécil que se cree señor del siglo XVIII. Me estoy poniendo de tan mala hostia que estoy a punto de perder el control. - ¿¿¿¡¡¡¡Es que nadie es capaz de ver que Gabriel ha estado a punto de comerse un puñado de gusanos vivos!!!!!??? - grito tan histérica como alucinada mientras miro a todos los presentes y señalo los gusanos que Gabriel había tirado sobre la mesa después de recibir el manotazo.

Aún mirando a Jennyfer esperando una explicación a su comportamiento las palabras de Irina me dejaron completamente descolocado. ¿Pero qué cojones está pasando aquí? ¿Me han metido en un castillo con toda la gente inestable que han podido encontrar. 

No comprendía a que venía la actitud extraña de los comensales allí presentes y mi estado de confusión aumentó aún más al escuchar a Jennyfer hablar. -¿Se puede saber qué dices? ¿Qué gusanos ni qué gusanos. -Pese a que me parecía incomprensible, miré hacia la mesa buscando los gusanos a los que la mujer se refería.

Suspira, molesto por el ruido y por la situación que se está dando entre todos.

Siempre pasa esto...

- Por favor, no os marchéis.- parece desesperado tras la advertencia de Irina-Señorita Kazkov, no se vaya tan pronto.- les enfadará- Por favor, suban a sus habitaciones, relájense y bajen de nuevo.- mira de pronto a Jennifer.- No pretendo matarles, señorita Harrison, créame. - parece sincero.

Todo ha sido muy rápido. La chica callada se ha vuelto loca y ha dicho que Gabriel se está comiendo gusanos vivos, cuando solo hay carne en su plato! Habrá sido el largo viaje, necesitará descansar la pobre. Lo que más me extraña es que Irina haya decidido marcharse de pronto. Vale que la situación se haya salido de tono, pero tampoco es culpa de Gawain, se ha mostrado cortes en todo momento! Crono también ha dado ha entender que quiere marcharse. Tengo que decir algo...

-Chicos, tranquilos. Está claro que la pobre chica está cansada y la mente le ha jugado una mala pasada. No hay ningún gusano, creo que lo mejor sería que te relajaras y te dieses una ducha para despejarte.-Digo con tono amable y sin pretender dar ninguna orden a nadie, solo aconsejando.-Estoy seguro de que Gawain no quería ofender a nadie, se está reservando las historias para la visita, para que la disfrutemos más.

No sé si me están haciendo caso pero al menos lo intento. Quiero quedarme en el castillo para poder investigar sobre él. Además, Gawain no me da mala espina para nada, no he detectado nada raro en él, aunque es cierto que a mi se me da mal detectar esas cosas. Sonrío amablemente a todos, levantándome.

-Qué os parece? No creéis que deberíamos darle una segunda oportunidad al lugar?

Estaba siendo una cena muy amena todos los invitados, y el señor Sir Gawain, el quería conocernos como nosotros también queríamos saber cosas de él y del castillo.  Por ahora la noche estaba siendo como yo me lo esperaba cordialmente agradable, me ser vi mas vino ya que me señalaba Gawain si quería… 

Se le veía una persona muy fría o era lo que aparentaba, pero en el fondo se le veía muy agradable pero, tarde o temprano o con el tiempo se dejara conocer por su forma de ser y conoceremos más cosas del él. Porque siempre nos pregunta a nosotros por saber más cosas.

Permanecía un poco callado porque no quería interrumpir las conversaciones que estaban teniendo los demás invitados... pero lo que me sorprendió que nos preguntara si el señor, si teníamos algo amoroso con alguien.  Y me quede pensando, hace tiempo tuve novio y íbamos para boda, pero al final se en frio la cosa por temas del trabajo, porque perdimos toda la atención de cada uno que decidimos cortar por lo sano.  Y aun me acuerdo que hubiera pasado, pero ahora estoy mejor soltera, pero nunca se sabe si encontraras a la persona adecuada. Y asentía a lo que dijo Irina.

Seguí cenado muy tranquilamente cuando de golpe veo de rebote que Jennifer le suelta un manotazo a Gabriel, no sé qué confianza se había cogido, pero me había pensado que eran pareja pero no lo eran, y al ver el manotazo casi me atraganto, bebí un poco de vino para que entrara mejor. ¿Que es lo que pasa? , nos quedamos todos sorprendidos por la actitud de Jennifer, no sabía que mosca le había picado y decía que había visto que eran gusanos... y le dije. – yo no veo nada en el plato, pero vamos a tranquilizarnos un poco, estamos cansado por el viaje. Pero yo no he visto nada raro.

Escuche a lo que decía Gawain que teníamos que compartir habitación, tenía ningún problema por la habitaciones, me parecía bien porque así nos conoceríamos mas, y con los que me toco compartir habitación me agrado, que eran Gabriel y Jennifer. Espero llevarme bien con ellos. Les sonreí. Y escuche que dijo Irina que se quería ir me acerque hacia donde estaba ella y le dije. –Irina acabamos de llegar y ya te quieres ir, que es por lo de compartir habitación, yo no lo veo mala idea. Al revés es buena ida porque así nos podemos conocer más, que data hoy, y si despiertas mañana con la misma opinión no te diremos nada.

Me que de haber si cambiaba de opinión si no me marcharía a mi habitación,  para dejar mi equipaje.
 

De todas las cosas que habían pasado desde que habían llegado al castillo, la única que había logrado darle miedo había sido la reacción de Jennyfer, provocando que se atragantara con la comida. Interesante, otra cosa más que añadir a la lista de rarezas del lugar. Y en el simple intervalo de llevarse la copa a los labios y beber a grandes sorbos, el ambiente se había enrarecido. De hecho, antes ya estaba enrarecido pero ahora la situación resultaba violenta. Todos acusando a Jennyfer, el anfitrión dándoselas de misterioso, Irina amenazando con irse... Quizás le den miedo los gusanos, pensó con escepticismo. Pero la realidad es que había tanta bruma en las palabras de Sir Gawain que la gente estaba muy nerviosa, aún más porque nadie tenía claro cuál era el motivo de su presencia ahí.

- Bueno, cuántos nervios se respiran aquí... - musitó con una voz lo suficientemente alta para que la oyeran todos -. Venga, me da la sensación de que la mayoría de vosotros no creéis en fantasmas ni nada pero por algún motivo ahora todos parecéis crédulos. Las sombras, los gusanos... si aquí no hay nada "paranormal" - alzó los dedos haciendo comillas y rodando los ojos, dando a entender que para ella estaba claro que lo había -, nos estamos poniendo un poco paranoicos por nada. Aunque claro, si creéis que es real - y sin interrumpir la frase, sacó la cámara y fotografió la comida que había lanzado Gabriel - nos queda pensar que comer gusanos no nos va a matar, por lo que tengo entendido son altamente nutritivos.

Y sin perder la sonrisa se comió un espárrago con un ruido falso de succión.

- Ya sabéis, viscoso pero sabroso.

Espero que no sean gusanos o voy a vomitar.

Comida, es tan solo comida. Aprieto los puños con tanta fuerza que no tardo en sentir cómo las uñas se me clavan en la palma de las manos. ¡¡¡ESO ES MENTIRA!!! Ese cabrón está intentando dejarme como una desquiciada. ¿¿¿¿Pero de qué coño va????

Miro con ansiedad a todos los presentes. Sobre todo a Gabriel, que es el que ha recibido toda mi descarga. Parece que nadie quiere sostenerme la mirada más de un segundo. Está claro que ninguno quería tener que ver nada conmigo. Los miro a todos molesta, ¿esto era una cámara oculta? Las palabras de Nick me devuelven a la realidad. - ¿¿Pobre chica?? - pienso mosqueada al escuchar al pijo semi-rubito. - Yo te voy a dar a ti relax - pienso fulminándole con la mirada.

- Si alguno más de los presentes me dice que me calme, le clavo un tenedor en el ojo - concluyo molesta. Por suerte, la intervención de la pelirroja gafapasta consigue desviar un poco la atención de mi persona y me saca una peuqeña carcajada. Eso me permite relajarme un poco y reducir la gran presión que siento en estos momentos en mi cabeza. Me duele tanto que creo que voy a vomitar. Sin decir todavía nada (mejor no arriesgarse, ya la había pifiado lo suficiente), sonrío a la chica agradecida - Definitivamente vas a tener que aprenderte su nombre Jenny. A partir de ahora puede que sea la única persona que te dirija la palabra sin verse obligada a ello.

No comprendía nada y las, cada vez más raras, reacciones de algunos de los presentes no ayudaban en nada. No obstante el comentario tranquilizador del chico que sacaba fotos me hizo suspirar y me forcé a sonreír olvidando lo sucedido. Todo el mundo puede equivocarse, aunque todo esto es muy raro. 

La conversación se quedó en la pelirroja que se quería ir, la tal Irina. -Yo creo que en este punto debo darle la razón a la señorita Abie. Marcharse no será la solución señorita, quizá debería darle una oportunidad al lugar. Todos deberíamos hacerlo. -le guiñé un ojo sonriendo y luego miré al resto. -Pues entonces las habitaciones quedan así salvo que alguno quiera cambiar. Por mi parte no tengo ningún problema* con mis compañeras de habitación. -Aunque no perderé de vista a ninguna de las dos. -Siempre podemos hacer una reunión en alguna de las habitaciones con algo de beber y conocernos mejor. -Tenía intención de divertirme y las bellas mujeres del lugar eran un aliciente más que suficiente para alegrarme el fin de semana.

Sinceramente, nada está resultando como esperaba. Me meten en un lugar con gente que no conozco, que gritan que estamos comiendo gusanos, que encuentran normal que nuestro anfitrión venga de esta guisa y nos trate como si no fuéramos conscientes de que hay algo raro en todo esto... pero ahora estoy recibiendo presión del resto.

"Ahora, lo extraño, es que después de esta locura yo me quiera ir. Claro. Lo demás es de lo más normal. Esto es de locos...", pienso irónicamente pero mi semblante nada revela sobre ello.

Con la mayor calma que puedo reunir, me dirijo hacia el lugar en el que supuestamente nos espera el mayordomo. Quizás he sido una exagerada al quererme ir nada más llegar. Debería de hacerles caso y darle una oportunidad al lugar. En veinte minutos no se tiene tiempo suficiente para juzgarlo. Al llegar al umbral de la puerta no puedo evitar dirigir una última mirada a nuestro anfitrión. Sigo sin verlo claro, pero...

Crono se quedó pensando si realmente le merecía permanecer allí. Al parecer había otros invitados con algunos "problemas mentales" o al menos con ganas de gastar bromas pesadas. Tampoco era el único que se había planteado irse de allí, Irina también había anunciado que no quería permanecer en el castillo más.

El chaval tenía que analizar los pros y los contras de aquella visita. Realmente era muy probable que sus miedo estuvieran sólo en su imaginación así que, ya que él no se caracterizaba por dejar las cosas a medias y abandonar a la primera de cambio sus empresas, dando un fuerte suspiro trató de tranquilizarse.

-Yo... me quedo señor. Pero si en algún momento necesito ayuda de urgencia sí que me gustaría saber a quién tengo que dirigirme.

Miró a Nick, al que le dedicó una sonrisa nerviosa.

-Una segunda oportunidad... o la primera todavía. Aún hay muchas cosas que fotografiar... ¿no?

Espero no haberme equivocado con la decisión.

Gawain termina por esbozar una medio sonrisa de alivio.

Gawain:- Excelente. No se preocupe señor Crono. Tiene un buen compañero de cuarto.

En cuanto salís de nuevo al pasillo os encontrais con el mayordomo que porta una lámpara de vela. Indica que le sigais y comienza a caminar de la misma manera lenta y algo estresante.

Desandais el camino andado, llegais al vestíbulo y os hace subir por la fabulosa escalera principal cogiendo el camino de la derecha aunque si hubierais escogido la izquierda llegaríais al mismo sitio.

Mayordomo:- Las habitaciones son frías pero el fuego está encendido. Mientras éste permanezca encendido no tendreis de qué preocuparos.- os guía por uno de los pasillos principales de la primera planta. Suelos de fría piedra, algún que otro banco de madera pegados a la pared de la que cuelgan velas encendidas y un par de antorchas con el fin de mantener el lugar siempre iluminado. Y, además, separadas cada pocos metros cediendo el centro del pasillo para que vayais pasando, se encuentra más de una veintena de armaduras sosteniendo una espada con el filo hacia abajo, rectas y relucientes, como guardianes del lugar.- Esta será la destinada a lady Bell y lady Kazkov.- para en la primera puerta que aparece en el pasillo a la izquierda. La puerta ya está abierta y se puede ver el interior sin problemas. Una chimenea con fuego encendido calentando el ambiente, una amplia ventana cerrada por la que se puede observar la lluvia caer con intensidad, una cama de dosel vestida y un armario empotrado contra la pared con grabados diversos cerrado. Aparentemente no hay nada más.- Su habitación cuenta con baño incorporado. Me temo que es la única habitación con estas características. Espero que sea de su agrado.- continúa el recorrido, se salta una puerta cerrada y vuelve a parar en la siguiente.- habitación para el señor Anderson y su compañero- Esta habitación cuenta con dos camas separadas, una chimenea siempre encendida, una puerta que da a un balcón, cortinas de un rojo intenso, una mesa pequeña frente a la parte de la chimenea y dos sillones además de un armario cerrado también con grabados.- El baño está al final del pasillo. Es la última puerta.-tras el anuncio pasa a la siguiente habitación. La última y destinada a Gabriel, Jennifer y Jessica. Solo dos camas separadas mínimamente, una ventana cerrada en la que el agua choca con fuerza, la chimenea encendida, un retrato encima de la zona de la chimenea, un espejo de pie, una alfombra roja a juego con las cortinas en la zona de delante del fuego y dos armarios lisos pero bien cerrados.- Ya saben donde está el baño. Descansen. En cuanto sea el momento de la reunión lo sabrán. Les recomendaría que no anduviesen sin permiso por el castillo; Podrían perderse.

Os mira a todo con una mirada algo perdida y deshace el camino andado llevándose consigo la lámpara y el manojo de llaves.

Me quedé mirando la habitación comparándola con las confortables mini suites que había hecho contruír en mi castillo cuando lo reformé. No es que sea un amante del lujo... pero un baño no estaría de más. Al menos había chimeneas, aunque no había reparado en que sólo había dos camas. -Vaya... parece que me va a tocar dormir en el suelo. -musité un poco alicaído mientras entraba en la habitación.

- Vaya mierda de habitación - pienso al entrar. Dos camas para tres personas. ¿Es que estoy destinada a no poder dormir tranquila? Si hubiese sabido antes la mierda de viaje que se me esperaba, las cosas hubiesen sido muy diferentes.

Resoplo cansada y molesta, mirando a mis compañeros. Ellos también se habían percatado. Cuando Sir Gawain se marcha ni siquiera me despido ni el doy las gracias. El muy gilipollas me había hecho quedar fatal delante de todos. - Puedes dormir conmigo - le digo a Gabriel sin reparos. Otra cosa no, pero en directa y clara no me ganaba nadie. Pronto me doy cuenta de que es posible que ese chico tan educado y algo chapado a la antigua podría verse incómodo con mis palabras. - O dormir con ella - añado mirando a Jessica -, lo que no sé es si estará dispuesta a compartir cama - me encojo de hombros. - Si es así, podemos dormir nosotras juntas y quedarte tu en la otra.

Dicho eso me callo. Ya he dejado sobre la mesa todas las opciones, ahora es cosa suya adaptarse a ellas o no.

Finalmente el mayordomo nos lleva a lo que será nuestra habitación durante estos dos días. Me quedo frente a la puerta mientras el anciano mayordomo va guiando al resto a sus respectivas habitaciones. Es todo tan... anacrónico.

"Pero al menos tenemos el baño dentro de la habitación. No me entusiasma la idea de andar de noche por el oscuro pasillo a buscar el baño. He tenido suerte..." pienso tras, finalmente, entrar.

Hecho esto, miro a mi alrededor. La habitación cuenta con una cama, una chimenea, un armario y el baño. Tampoco es que vayamos a precisar de mucho más para dos días y una noche que vamos a pasar aquí. Es entonces cuando miro a mi compañera, Abie.

- ¿Qué te parece? Francamente, cuando me invitaron a pasar un fin de semana en este castillo me esperaba algo con más comodidades, como si fuera un resort con encanto... -comento mientras me acerco al armario, pasando la mano por su superfície grabada.

La habitación no estaba nada mal, o eso hubiera pensado si fuera individual. No es que esperara lujos incluso no le hubiera molestado que no tuviera baño como las demás, pero eso de compartir cama era un tanto extraño, la verdad.

Por lo menos es cómoda, pensó mientras se estiraba y revisaba las instantáneas que había tomado.

- Mmmm... - murmuró algo distraída ante las palabras de su compañera. ¿Tendré tiempo de darme una ducha? -...pues no esperaba nada muy lujoso pero al menos yo sabía el motivo por el que venía, supongo que si no fuera el caso y me encontrara con esto estaría algo molesta. Pero admito que lo de las habitaciones compartidas me ha pillado por sorpresa.

La propuesta de Jennyfer me hace sonreír de medio lado. Una pequeña sonrisa pícara que deja claro que mi mente está pensando en otra cosa, no en dormir precisamente. -Acepto gustoso tu oferta, siempre y cuando no me pegues de nuevo. -bromeo intentando sacarle hierro al asunto. Me gustaba lo directa que era aquella mujer, aunque a veces podría incluso rozar la bordería. -Puedes estar tranquila, no ronco y si tienes frío soy la estufa perfecta para meter en cama ya que siempre estoy caliente. -al momento me percaté de lo mal intencionadas que podrían ser mis palabras. -Eh.. esto.. no quería decir eso. Yo.. uhmm quería decir que como estoy acostumbrado al clima de aquí pues mi cuerpo ya reacciona por instinto elevando mi temperatura corporal. -comenté mientras mis mejillas adquirían un tono rojizo. Bien Gabriel... seguro que aparte de pensar que eres un salido piensa que eres subnormal profundo.

Voy por el pasillo en dirección a las habitaciones.  De tras de los demás invitados cuando do dice el señor Sir Gawain que solo había un habitación que tenia baño, no sé quien fue el que construyo este castillo, pero por mi parte tiene una puntuación de un 0. Porque como mínimo  en cada habitación debería de haber un cuarto de baño. Me anote en el móvil la pega que tenía el castillo, ya iba apareciendo los defectos.

Una vez que llegamos a nuestra habitación con los que compartiría habitación, era bonita pero acostumbrada a habitaciones grandes y con un cuarto de baño, me costaría acostumbrarme a ir al cuarto de baño que esta fuera. Entre que era un poco miedosa ya tenía suficiente.  No tenía ningún reparo en compartir cama con alguno de los dos. Una vez que se fue el señor les dije a los dos con amabilidad y una sonrisa. –Yo no tengo ningún reparo en compartir cama con alguno de los dos.  No hay problema, mientras que haya respecto entre nosotros me parece bien.  Quise corta un poco el hielo tras escuchar lo que dijo Gabriel y dije. Y bien como dormiremos o lo aremos por votación.