Partida Rol por web

Al entrar en el sanatorio, lo primero que os recibe es un inmenso hall de entrada, con el suelo de mármol blanco y el techo de piedra con revestimiento y vigas transversales de madera que lo cruzan a modo de los arcos abovedados góticos.

Camináis detrás del celador Cole, cuando de frente a vosotros aparece a lo lejos ( del otro extremo del pasillo que muere en el hall) un hombre pequeñito, escuchimizado, con gafitas que reconocéis como el Doctor Gauss. Además , lleva una bata blanca y en el bolsillo izquierdo lleva varias plumas de poco valor. Según se acerca os dáis cuenta de que el hombre tiene aspecto de sucio y descuidado. Seguramente, es la típica persona que vive por y para la ciencia, y que olvida el resto del mundo.

con un tic nervioso en el que guiña los ojos, mueve la nariz y se coloca las gafas, - Por Bohr! cuánto han tardado!, - Os mira de arriba a abajo - Deduzco que se han encontrado con una gran ventisca. - Os saluda con la cabeza y añade - Soy el Doctor Gauss.-

Andree caminamuy atento por donde pasan, asombrado del lujo de la edificación en la que se encuentran. Cuando a lolejos distigue al doctor Gauss, una ligera sonrisa se marcaen su cara que inmediatamente se borra.

Al llegar a su lado, el autor escudriña de arriba a abajo al Doctor y descubre que él hacelo porpio con ellos. Luego escucha algo que, cuando menos, le sorprende: "Por Bohr", Así que nuestro doctor es afín a la ciencia, bien,bien. Piensa Andree.

Luego terminado su anfitrión,sepresenta.- Yo soy Andree Lacroise. Autor literario... aunque creo que eso ya lo sabe.- Dice sonriente Andree, mientras ofrece la mano al doctor.- Y que lo diga, nocreía que fuera a ser tan virulenta.-Comenta sobre la tormenta.- De todas formas lo buenoes que ya estamos aquí, sanos y salvos.- Dice sonriente

Frank camino con los demás algo retrasado, por su mente deambulaban una infinidad de pensamientos: porque los habían traído allí, porque tan peculiar grupo, que querían de un profesor en ciencias, cuantas paradojas sucederían si daba la vuelta y se marchaba, pero mas interesante aun, que estaría haciendo ahora su exesposa.

El celador los llevo por el sanatorio hasta un largo pasillo donde finalmente al fondo se observa a un hombre pequeño y de aspecto descuidado; para Frank es obvio que trabaja en algo grande, ya ha visto a muchos de sus colegas con aspecto similar, y sobre todo a sus estudiantes en épocas de examen. Frank se acerco y saludo a aquel hombre.

-Doctor Frank Dirak, es un placer...- Frank dudo un segundo, quizá estaba obrando mal en preguntar, quizá las implicaciones de su pregunta desencadenaría una serie de eventos indeterminados. Pero tenia que saber, era física a fin de cuentas. -Ha mencionado a Bohr, puedo saber a que Bohr se refiere?, y mas importante aun, sea quien sea, por que lo ha mencionado de for...- Frank callo por un instante estaba preguntándole algo súbito a una persona desconocida, probablemente esa no era la forma común de entablar una conversación; sin embargo aquel hombre daba la apariencia de ser hombre ciencias, quizá entendería su curiosidad.

Al escuchar a Frank el hombre se sonríe... - La familia de mi padre proviene de Islandia, un tanto lejos de aquí pensarán...- hace una pausa para ver si alguno dice algo, ante vuestro silencio continúa- Böhr era un herrero de la aldea de Keta, en el Norte de la Isla, se dice que el tal Böhr tenía una amante y....- queda pensativo y al darse cuenta de que está divagando parece volver al mundo real- Quizás les cuente la historia en otro momento, ahora si hacen el favor de seguirme señores les enseñaré nuestra querida residencia.- Os hace un gesto con la mano para que le sigáis.

Andree, miraba al dorctor mientras escribía disimuladamente en su libreta todo lo que escuchaba y que, para él, tenía relevancia. Esta virtud de escribir y mirar a otro sitio, la aprendió a lo lardo de los años para parecer interesado en lo que su interlocutor le decía y no parecer un simple "recogedor de información".

Al levantarse el Doctor, el autor se levantó con él. Plegó su libreta, dejando el boli en medio, por si tenía que apuntar algo, así poder encontrar la hoja por la que iba escribiendo fácilmente.

Russell, encantado con el doctor y con lo que sus ojos percibían a su alrededor, asintió con la cabeza y sin pensarlo mucho empezó a caminar junto al grupo, tomando nota mental de todo lo que veía. Sus ojos paseaban por cada mueble, pintura o ventana, como si nunca en su vida hubiera visto una, diciéndose encantado que aquél lugar era más de lo que se había imaginado. ¡Con aquel hospital su libro sería un espectáculo entre todos los espectáculos del mundo, el best seller que tanto ansiaba poseer!

¡Este lugar es maravilloso! - dijo, más para sí mismo que para sus compañeros. - De todos los sanatorios que he conocido, éste se lleva el premio mayor; y seguramente debe tener lo mejor de lo mejor - tanto el tecnología como en métodos de curación - que existe para recuperar la cordura de los pobres infelices.

-Estare encantado con ello- respondio Frank. Frank meditaba seriamente la situación, había algo peculiar en este lugar y en este hombre, algo que llamaba su atención. Se mantuvo por lo pronto en silencio y avanzo con sus compañeros siguiendo al Doctor.

El autor seguía al doctor Gauss, pero no perdía un ápice de lo que decían sus compañeros. No deseaba perderse nada de lo que cualquiera dijese.

El Doctor Gauss os hace una "tourné" por el sanatorio, os enseña el amplio comedor con largas mesas y bancos blancos de madera, la habitación común de los pacientes con sillones mesitas pequeñas de madera y una gran radio que se ocupa de amenizar las veladas de los internos, la habitación de observación, la habitación/sala de estar de los celadores...

Cuando habéis terminado el recorrido el Doctor os pregunta:

Con actitud solemne, - Caballeros, ¿ Les gustaría conocer a nuestros ilustres internos ? ,tenemos una población de 20 internos normalmente, pero ya que no nos da tiempo a verlos a todos , si ustedes acceden les presentaría a nuestros tres internos más... digamos... interesantes.- Hace una pausa esperando contestación.

La libreta de Andree hechaba humo. No había parado de escribir, escuetamente, el amplio recorrido que su anfitrión, el doctor Gauss les había ofrecido. pero quedaba la guinda. Todo lo que había observabo y vivido hasta ahora dentro del psiquiátrico era el propio psiquiatrico. Necesitaba situar a los que le daban a aquella intitución o que su nombre intuía. Faltaban encontrarse con los internos.

Los ojos del autor brillaron de una manera especial. Necesitaba de los internos.- Sí, veamos a esos internos "especiales" para ver el trabajoq ue ustedes desarrollan.- dijo abreindo la libreta nevamente y sonriendo.

Por su silencio señores entiendo que también están deseosos de conocer a nuestros pacientes.- Dice refiriéndose a los demás- Adelante por favor, síganme si son tan amables.- El hombre conduce al grupo a través de escaleras y varios pasillos que zig-zagean constantemente, os enseña la sala de celadores, la sala de de observación, la sala común de los pacientes y después  os conduce a un pasillo con puertas a ambos lados pintadas de color verde. Todas ellas están abiertas y en el interior de cada una de ellas véis un paciente.

Se detiene en una y carraspea - Señor Humphrey, si es tan amable, salga un momento.-

Como un niño que no cabe en su emoción, Russell se mecía atrás y adelante, con las manos detrás de la espalda. ¿Cómo sería aquel señor Humphrey? ¿Cuál de todas las interesantes enfermedades mentales aquejaría a aquel sujeto?

Knighton estaba plagado de emoción esperando ver al primer paciente que el doctor Gauss tenía para mostrarle a él a sus compañeros, como si aquel hombre fuera más un fenómeno de circo o un ser sin sentimientos al que se podría molestar a gusto.

Un pobre chico bastante joven , con un mono de color azul cielo abierto hasta el ombligo con una camiseta blanca ceñida al cuerpo debajo, aparece en el dintel de la puerta. El Chico no contará con más de veinte años, moreno pelo muy rizado y amplia nariz, por su aspecto diríais que es o italo-americano o Judío.

el chico parece bastante nervioso y ni siquiera repara en vuestra presencia.

- Doctor Gauss!! ¿ por qué me han traído aquí otra vez ? , tengo que terminar mi trabajo de Literatura!!!

Literatura. A Andree le sorprendió que aquel tipo, con esas pintas y a su edad, fuese un literato. Cosas más raras había visto. Además, estaba en un centro psiquiátrico, con lo que se podía esperar cualquier cosa de cualquier persona.

Sin dejar de escribir en su librata (discretamente), Andree observó tanto el individuo como la habitación en la que se encontraba.

Hace un ademán con la mano, - Eh... sí claro el trabajo. Luego más tarde lo terminaremos muchacho, éstos son mis invitados. Han venido a conocer el sanatorio. ¿ No vas a saludarles ?- haciendo un gesto con la cabeza hacia vosotros.

Frank estaba un tanto incomodo, no estaba seguro de que es lo quería en si mostrarles aquel hombre, sabia que no debía desesperarse, pero la búsqueda del conocimiento era algo que estaba muy en sus adentros.
Y en sus adentros dudaba, en varios momentos estuvo a punto de formular un comentario pero se detuvo, no por que dudara, o al menos no del todo, sino por que alguien mas tomaba la palabra y el se sentía ciertamente desplazado; quizá su comentario carecía de lógica, quizá no estaba bien articulado, quizá en el fondo no estaban allí por ningún motivo en especifico..., quizá debería decir algo al respecto o simplemente hablar, estaba quedándose muy callado y solo tartamudeaba en susurros.

El chico se encoge de hombros mientras se gira hacia vosotros y os mira sin veros, os da la sensación de que su mirada os traspasa pues el chico no ahce ningún ademán, es como si no viese a nadie.

Finalmente y tras varios instantes, el chico se vuelve al DR y añade

- Tengo frío... - y diciendo esto vuelve al interior de su "suite"