Partida Rol por web

El cetro de la Ola de Frío I (La muerte de Haldir)

E1.2.- La torre y el duque

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23/05/2014, 05:16
Director

La torre del duque Domenor ubicada a las afueras de la antigua ciudad de Bechafen, capital de Ostermark, era un lugar sin duda alguna, solitario y frío, habitado por unos pocos sirvientes que no solían hacer mucho ruido, quizá por miedo a que el duque les azotara o quizá simplemente por que les faltaba esa chispa de vida que hacía la diferencia entre un aventurero y un mero labrador del campo.

Hasta ahora la torre había permanecido probablemente sumida en el completo olvido tras los incidentes del joven hijo del duque años atrás, años en que la mayoría de los ahora huéspedes de la torre habían permanecido en el exilio, pues tanto su interior como su exterior no tenían un buen aspecto. Allí, a la espera de que el duque los atendiera, la pregunta del porque de su presencia se acrecentaba, y mas aun si se consideraba la ayuda y/o pago que el duque les ofrecía en los mensajes que les había enviado tiempo atrás. ¿Acaso, se preguntaba Seiger, había olvidado ya lo ocurrido con su hijo en la oscuridad de las cuevas bajo el pico sangriento?, sin duda no se trataba de eso, sobre todo por que según entendía, no era el único al que se le había llamado, varios de sus otros excompañeros habían estado allí antes que él, muchos días atrás.

Habían llegado algunas horas atrás a las inmediaciones al hogar del duque Domenor, su actual anfitrión; la mayoría antes de la caída del sol de aquel día del año 2531. A su llegada, escoltados por hombres del duque se habían topado con una torre poco vistosa y claramente vieja y descuidada. Con sus cinco niveles y una muralla de no más de dos metros que protegía sus alrededores, aparentaba ser más bien algún antiguo monasterio que la torre de un duque.
Nada mas entrar en la torre, habían sido dirigidos directamente a unas habitaciones que habían sido preparadas con anterioridad para ellos. Aunque muy austeras para lo que se imaginaban, eran sin duda mas cómodas y mucho mejores que el frío suelo del exterior.

Si serían atendidos por el duque esa misma noche, no lo sabían, los sirvientes habían rehusado hablar con ellos argumentando que se les haría llamar pronto e indicándoles que el duque solicitaba que permanecieran en sus habitaciones.
Cada uno de los dos recién llegados no había visto aun al otro en aquel lugar, sin embargo cada uno sabía que no era el único pues habían visto los corceles y a otros escoltas a las afueras. Si el duque les estaba reuniendo allí era sin duda por que necesitaba pedirles algo. ¿Qué era eso que necesitaba de ellos?, era la real pregunta a resolver aquella noche.

La espera se había hecho eterna y sin embargo el llamado no era del todo el que esperaban; del duque aun no sabían nada y el sirviente que había ido a buscar a cada uno solo les había indicado que la cena estaba servida y que los escoltaría hasta allí. La verdad es que la torre no era tan grande y con el olor a la comida hubiera sido fácil dar con el comedor, sin embargo esa no era esa su casa por lo que los aventureros se dejaron hacer caminando por los fríos pasajes de aquel lugar.

El primero de los dos reunidos allí vestía una tunica, su nombre era Seiger Kantor, iniciado en el culto a Sigmar y exantiguo miembro del escuadrón de llama súbita. El otro de los allí presentes era un enano, que por su nutrido orgullo en si mismo, probablemente pertenecía a los reinos enanos, sus ropajes no eran muy apropiados y parecía haber viajado por mucho tiempo pues no estaba nada cómodo en los nobles asientos de aquel comedor; su nombre era Sargón y no pertenecía al escuadrón de la llama súbita. Y eso hacia que a Seiger le surgieran aun mas dudas acerca del motivo de su estancia en aquel enigmático lugar.

En cuanto ambos ocuparon la mesa la comida fue servida y con ella las esperanzas de que su anfitrión apareciese pronto se iban difuminando a medida que los platos se iban vaciando y el tiempo iba avanzando.

Notas de juego

Ambos: Pensaba avanzar mas la trama de inicio pero creo que esta intro les servirá para pulir los toques finales de sus personajes en cuanto a su trasfondo, a la par de que servirá para que vayan soltándose interpretativamente. Consideren que sus personajes no se conocen entre si, solo saben que varios fueron llamados pero llegaron muchos días atrás, por ello será bueno que interactúen entre ambos.
Ambos: Sargón no sabe que es el escuadrón de la llama súbita pero durante el viaje en el que fue escoltado y en su corta estancia en aquel lugar, ha escuchado el rumor acerca de la existencia de dicho escuadrón. El entiende que la mayoría de los que han sido llamados hasta ahora pertenecían a dicho grupo y que al parecer tenían una deuda de sangre con el duque.
Ambos: Iremos algo lento en el ritmo, quizá un post cada 3-4 días. Esto más que nada por que necesito ajustarlos al tiempo en que regresarán los otros a la torre; por ello no les he puesto fecha.

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23/05/2014, 06:51
Sargón

La aceptación que di a la invitación del Duque Domenor me hace recorrer una gran distancia escoltado por sus guardias hasta llegar a su torre a las afueras de Bechafen. El lugar parece haber conocido tiempo mejores pero aún así es un lugar mucho más imponente que las típicas construcciones a las que estoy acostumbrado, sobre todo el hecho de que su mayor extensión es hacia arriba y no hacia abajo.

¿Un huésped? ¿Un invitado? ¿Un jodido prisionero es lo que soy? Encerrado en mi cómoda habitación no hago más que reposar pero la verdad es que la impaciencia me está comiendo. No sé para qué he sido convocado pero más de un rumor ha llegado a mis oídos en este tiempo, cosas acerca de un escuadrón que le debe algo al Duque y cuyos miembros estuvieron aquí antes que yo. Esas palabras pueden dar varias interpretaciones, pero la mía es clara:

 - "El maldito idiota escuchó de mí y piensa que me irá mejor que a todos los palurdos que llamó antes y que ya están muertos."

Pero mis comentarios son ahora como han sido siempre: Solo míos. No me gusta mucho ir por ahí diciendo todo pues donde me crié las cosas no se hablaban mucho. Ahora estoy en un mundo distinto pero las malas costumbres son las últimas que se quitan.

Finalmente un mensajero llega a mi habitación y de un salto me pongo de pie, esperando ver a algún estirado noble humano haciéndose llamar noble para así poder saber para qué he sido llamado. Lamentablemente solo es un tipo para guiarme al comedor. Me podría haber quejado pero con el hambre que tengo es una noticia que me cae de maravillas.

Al llegar al comedor veo a un humano sentado a la mesa. Me acerco a la mesa y le saludo con un gesto de respeto y unas palabras:

 - "Mi nombre es Sargón. ¿Cual es tu nombre?"

Me siento en la mesa y veo como comienza a llegar el alimento, el cual no pierdo ni un segundo antes de probar. Como a gran velocidad sin preocuparme demasiado por mis modales pues mis cuentas no han estado todo lo azules que podrían. Aun así he podido vivir y lo seguiré haciendo pues un poco de hambre no me mata. Solo me queda esperar a que aparezca el verdadero noble mientras engordo un poco y lo hago un poco más pobre vaciando sus despensas.

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23/05/2014, 11:27
Seiger Kantor

Y allí estaba él, después de todo lo ocurrido. Muchos años habían transcurrido desde la muerte del hijo de aquel noble. Años largos y amargos, en los que se había encontrado lejos de su tierra, de las que consideraba sus obligaciones, y de prácticamente cualquier rostro conocido. Desde luego, había podido hacer algún bien en Kislev... Pero no era lo mismo. Las gentes de aquellas tierras eran más salvajes que las del Imperio, y no compartían (y muchas veces tampoco respetaban) su fe. 

Pero esos años parecían haber llegado a su fin, con la invitación del duque Domenor, y la promesa de levantar el exilio que pesaba sobre ellos. Acudió raudo a la llamada, lamentando no poder desviarse para echar un vistazo a su Ostland natal. Pero aún pesaba aquella condena sobre él, y el resto del escuadrón, así que no era posible. Finalmente, el viaje llegó a su fin y contempló la torre. 

"Éste sitio es una ruina..." pensó el sacerdote, aunque sus ceñudas cejas no se movieron de su posición en el rostro. Desde luego, el estado de la torre había ido a peor desde la última vez que estuvo allí, y aquello desagradó a Seiger en cierto modo. Con unas construcciones en un estado tan ruinoso, ¿cómo iban a poder frenar a los Poderes Ruinosos si decidían volver? Aquello era una falta de responsabilidad y de orgullo, pero el sigmarita tuvo cuidado de guardar para sí esos pensamientos. 

Esa impresión se vio acrecentada al ver el estado interior del lugar, y las demoras continuas. Parecía que aquello iba a llevar un tiempo, hasta la noche no sería atendido, o eso le habían comunicado. No se esperaba unas habitaciones mejores, y de hecho era el tipo de dormitorio que tuvo en su infancia y su iniciación, pero aquí y allí veía rastros de deterioro. En la soledad de su habitación, permitió que una ligera mueca de desagrado asomara a su rostro.

"Parece que al duque no le importa mantener en buen estado sus posesiones... Pero seguro que los impuestos no han bajado lo más mínimo..."

Tras unos segundos, el sigmarita apartó esos pensamientos de su cabeza. No sería bueno decir algo así sin darse cuenta en la cena. Y se esperaría de él una actitud sumisa y de agradecimiento por aquella oportunidad. Debía recurrir a la templanza y la paciencia, y procurar ser diplomático con el duque. Con intención de cumplir con sus deberes, y también de encontrar algo de tranquilidad mental, se arrodilló y empezó con una larga retahíla de oraciones al dios patrón del Imperio, a la espera de ser llamado para cenar. 

Tras unas cuantas horas de oración, llegó el momento de la cena. Parecía haber otro invitado, aunque no pertenecía al escuadrón. El humano correspondió al saludo del enano, aunque su rostro parecía seguir siendo una máscara ceñuda, sus palabras no fueron duras.

-Salve, Sargón. Mi nombre es Seiger Kantor, iniciado sigmarita. Es bueno contar con la presencia de un hijo de Grugni.

Al ver que el otro invitado tomaba asiento, él hizo lo mismo, aunque comió con más moderación que la mostrada por el enano. 

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24/05/2014, 05:52
Sargón

Escucho las palabras del hombre, a las que asiento sin saber del todo bien a qué se refería con eso de "iniciado sigmarita". Le miro de vez en cuando mientras mastico para analizar su imagen y entender un poco más de lo que dice:

"Supongo que debe ser algún rango que alguna cosa. No veo otro motivo por el que un hombre diría eso en su presentación. Quizás tiene que ver con su falta de cabello y barba."

La verdad es que no había visto humanos hasta el momento en que dejé mi hogar, por lo que no entiendo por qué es que hay humanos de la misma edad con barba y otros sin barba. No creo que se deshonren tanto como para cortarse la barba tanto.

Luego me queda dando vuelta eso de "hijo de Grugnir" por lo que respondo:

 - "¿Grungni? ¿Grungni? Ahh, el Dios. Si, pero siempre me gustaron más las historias de Grimnir."

Entiendo finalmente que debe ser alguna clase de religioso. No he tenido mucho contacto con fieles de ese tipo pero yo no soy nada religioso. Si recuerdo los nombres y algunas historias es porque mi abuela era devota y me lo inculcó cuanto pudo, lo que no fue mucho al fin y al cabo.

Continúo comiendo mientras comparto con mi acompañante, quien parece un buen y honrado hombre, a la espera de que nuestro anfitrión aparezca.

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25/05/2014, 21:26
Seiger Kantor

-Un guerrero, por lo que veo. Bien.-se limitó a decir en respuesta a los comentarios del enano. No parecía conocer demasiado sus ritos, pero el propio Seiger tampoco los conocía, así que sería mejor guardar silencio para no hacer ninguna ofensa indebida o caer en algún error. Además, ignoraba cual era el papel de Sargón en esto...  De hecho, también ignoraba qué hacia él aquí. El duque se estaba tomando su tiempo, pero no le quedaba otra que esperar a que el noble decidiera hacer su aparición y explicar para que había sido convocado. 

Pronto, el iniciado dejó de tocar la comida, no permitiéndose caer en el exceso o la gula. De hecho, parecía haber comido lo justo y necesario, sin predilección por ninguna clase de plato o lujo. Aquello en cierto modo era malo para él, pues ahora tendría que seguir su espera sin el "entretenimiento" que suponía dar cuenta de una buena comida. Y la sala no invitaba tampoco a perder la mirada en su decoración, así que simplemente usó ese tiempo para meditar. 

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27/05/2014, 08:32
Director

-Caballeros…- Exclamo una voz que interrumpió la poca conversación que había en la mesa.
-Mi señor los atenderá ahora, si gustan acompañarme, los llevare a la sala de recepciones.- El sirviente probablemente había estado allí desde hacia mucho tiempo pues justo cuando ambos ya no tocaban casi la comida al estar lo suficientemente satisfechos, es que había aparecido.

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27/05/2014, 08:32
Director

El sirviente llevo a los 2 aventureros por los adentros de la torre, caminando por corredizos y subiendo por escaleras el grupo tubo la ligera impresión de que la torre era más grande de lo que parecía desde fuera. Se encontraban ahora en la tercera planta de la torre, el sirviente del conde los había llevado hasta lo que parecía ser una amplia sala que probablemente era donde el atendía a sus súbditos. El lugar tenía al fondo una gran silla que más bien parecía ser un trono de madera pues marcaba una clara desigualdad con el resto de los asientos en la sala, los cuales se ubicaban en los extremos de la pared a los costados y probablemente eran ocupados por otras autoridades y no por los visitantes en turno.

Una peculiar y bella mujer se encontraba en la habitación en aquel momento, sentada en el asiento que debería ocupar su anfitrión, daba la imagen de ser alguien importante o de estar tan familiarizada con el lugar como para darse el lujo de cometer tal atrevimiento. Dicha mujer vestía una tunica blanca muy escotada  de tela algo delgada tal que se tornaba un tanto transparente para el curioso que agudizaba la vista, a la par llevaba encima una amplia capa blanca con fondo rojo con la que parecía jugar en aquel momento sin prestar atención al sirviente que anunciaba la llegada de los aventureros.

No fue hasta que el sirviente pidió a ambos aventureros que entraran en la habitación indicándoles que el conde llegaría en unos momentos, que aquella mujer súbitamente fijó su mirada en ellos pero con una naturalidad que dejaba en claro que para nada había estado distraída e incluso quizá esperaba a que ellos entraran.

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27/05/2014, 08:32
Ajah

Observándolos con detenimiento uno por uno y sin prestar atención alguna a lo que ellos llegasen a decir o hacer, aquella mujer se levantó de su asiento caminando en torno a los allí presentes como quien examina una mercancía que está por comprar.

Dirigiéndose entonces hacia la puerta de la amplia sala, aquella mujer pasó a recargarse contra el marco. Y aún con su mirada fija en ellos les dirigió la palabra por primera vez.

-Con ustedes, el grupo se torna muy interesante sin duda, versátil y capaz; pero, ¿será eso suficiente para enfrentar lo que el destino les tiene preparados? Ante eso solo puede decirles lo mismo que les dije a sus futuros compañeros; cuando el momento llegue, sólo la unión entre ustedes podrá permitirles seguir adelante-.

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28/05/2014, 03:11
Sargón

Sigo al sirviente sin mostrar sorpresa por su repentina aparición. La verdad es que me importa una mierda si me miraba el mismo Duque mientras como, pues la comida no puede esperar con el hambre que traía. Ahora más satisfecho, tomo más interés en el resto de la escena.

Al llegar a la sala donde la mujer está sentada, la miro mientras ella nos observa y me siento un poco incómodo de saberme "tasado" por los ojos de la humana. La veo levantarme y escucho sus palabras, a las que respondo con mi tono frío y ceñudo de siempre:

 - "Aceptaría gustoso el consejo pero no escucho a extraños y, ya que no tuvo la decencia de presentarse como la gente lo hace, supongo que lo mejor es ignorar sus palabras."

Luego de eso me fijo en el resto de la sala: Posibles peligros, posibles caminos de huida, criaturas vivientes en la sala. Solo cuando estoy convencido de no estar en peligro y de como debería reaccionar en caso de presentarse una situación riesgosa, espero con más calma a que aparezca nuestro anfitrión o responda la extraña y poco educada mujer.

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28/05/2014, 13:02
Seiger Kantor

Finalmente fueron conducidos a una sala, pero el conde aún no había aparecido, y aún deberían esperar un poco más. Desde luego, se estaba tomando su tiempo, quizás con intención de humillarlos y recordarles lo poco que importaban en comparación con él. Además, claro, estaba la presencia de aquella mujer que les examinaba con tanto descaro. Vestía de manera desenfadada, quizás incluso con falta de decoro, lo que hizo que el sacerdote desconfiara en su fuero interno. Pero no estaba en posición de cuestionar los modos de vestir de aquella mujer. Sin embargo, sus palabras le hicieron fruncir aún más el ceño.

-¿Futuros compañeros? ¿Quién ha estado antes aquí? Y más importante aún, habláis de destino... ¿Sois acaso una bruja?

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30/05/2014, 03:45
Ajah

-¿Una bruja? preguntó al vacío aquella mujer al tiempo que miraba con cierta curiosidad al humano y se acercaba a él. –Por Sigmar!, no, esas viles creaturas no tienen nada que ver conmigo- clamo la mujer con una sonrisa un tanto burlona y coqueta para luego caminar en torno a ambos y detenerse finalmente frente a Sargón. -El destino tiene que ver en todo señor Kantor, como hilos de tiempo que manipulan el danzar de una llama cual marioneta. Y esos hilos pueden pasar fácilmente de una pequeña flama controlada hasta un devastador infierno de fuego lleno de caos. La tenacidad es una clave importante en todo esto y en ti recaerá esa responsabilidad Sargón, por que tuya es la esencia d…-

-Ajah- Clamó la fuerte voz de un hombre que se escuchó tras la puerta, al parecer reprendiendo a la bella mujer, la cual parecía responder al nombre Ajah. Y acompañando de aquella voz un hombre surgió tras la puerta vestido de forma elegante; no parecía ser joven pues su rostro estaba impregnado de grandeza y sabiduría. No cabían dudas de que era un noble y muy posiblemente uno poderoso, puesto que el hombre vestía una larga túnica bellamente confeccionada y adornada con realces dorados y joyas de oro; y a menos que aquella torre silenciosa y fría estuviera plagada de nobles, el hombre que ahora les dirigía la palabra debería ser el mismísimo duque.

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30/05/2014, 03:46
Duque Domenor

-Deberán disculpar a Ajah, es algo traviesa e imaginativa, no hagan caso de sus palabras, le gusta mostrarse misteriosa con los desconocidos. Pero permítanme que me presente, soy el señor noble de esta casa, o torre si lo quieren ver así- formuló aquel hombre mostrando una amplia sonrisa, -Soy el duque Domenor, quizá el señor Kantor recuerde mi nombre de años atrás,  yo he sido quien los ha mandado a llamar.-

El humano se había presentado con suma cordialidad y a pesar de que su rostro entrañaba gestos de dureza y cierta frialdad adquiridos probablemente con la edad, su expresión hasta ahora había sido claramente de amistad y confianza hacia ellos. Si aquel hombre tenia planeada algún tipo de venganza contra Sergei lo escondía muy bien pues no trasmitía la más mínima sensación de rencor u odio.

-Me disculpo por haberlos hecho esperar tanto, los deberes de un noble en el imperio pueden llegar a ser demasiado molestos y engorrosos; disculpen también que les haya hecho viajar a prisa, consideré que la situación lo ameritaba y que estarían dispuesto a acudir pronto; había intentado dar con ustedes antes pero no logre contactarlos hasta ahora. Pero antes de entrar en detalles permítanme que relajemos esta tensión acumulada con un poco de buen vino.-

Tras sus palabras el duque hizo llamar a un sirviente quien esperando tras la puerta probablemente desde que el duque llegara, entró ahora con una bella jarra de extraña confección, sin duda digna de los nobles del imperio. Y mientras el sirviente servia vino proveniente de aquella jarra a cada uno de los aventureros en unas bellamente ornamentadas copas de plata, Domenor hablaba en susurros con Ajah quien se había recostado en su hombro izquierdo y jugueteaba con su túnica al tiempo que el duque le acariciaba lentamente el denso cabello.

Y conforme las copas acababan de llenarse, todos empezaron a notar que Ajah severamente enojada discutía en susurros con el duque quien al parecer le exigía se marchara de la sala. –No puedes estar aquí, ya te lo dije la otra vez, así lo hemos acordado- se escuchó decir al duque entre susurros.

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30/05/2014, 04:47
Sargón

Miro de reojo a la mujer mientras nos rodea pues no quiero demostrarle en lo más mínimo que sus palabras me tienen completamente intrigado. Intento disimular mi interés pero la verdad es que cuando me dice que mi esencia no sé qué mierda, se abren mis ojos de golpe para saber qué es lo que ella cree conocer de mí, cuando un hombre la detiene y me deja con la duda.

Mis ojos se entrecierran de rabia por ello, pero escucho con atención y respeto al Duque que se presenta y nos habla. También nos ofrece vino, con lo que se gana todo mi respeto y amistad. Tomo la elegante copa que me brinda su siervo y me bebo su contenido de un solo golpe mientras me chorrea un poco de vino por las comisuras de la barba.

Luego me seco con la manga izquierda y le devuelvo la copa al sirviente antes de hablar:

 - "Disculpe que interrumpa y gracias por el vino por cierto pero... ¿Que hago yo acá? Sé que al caballero acá a mi lado lo conozca de esos rumores que he oído acerca de dicho escuadrón, pero eso no tiene nada que ver conmigo. No sé qué hago acá ni que hacen ustedes para mantenerme acá, las dos dudas que me asaltan en este momento."

Miro de reojo a la mujer con quien discute el noble, pero me importa una mierda los problemas amorosos del Duque. Yo lo que quiero es una misión que me brinde gloria y recompensas. Soy un enano joven y aún tengo muchos enemigos por matar y mucha cerveza que beber, objetivos que no lograré viendo como un noble discute con su novia.

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31/05/2014, 13:41
Seiger Kantor

La mujer dijo que no era una bruja, pero claro, qué iba a decir. Aquellos vendidos a los Poderes Oscuros nunca admitían serlo, al menos por lo que él sabía. Sin embargo, su discurso sobre el destino era intrigante, y a punto estuvo de decir algo sobre su acompañante, cuando se vio interrumpida por la llegada del duque. Al fin hacía acto de presencia aquel hombre, y el iniciado le recibió con una reverencia cortés, como se esperaría en aquella situación. Sin embargo, el gesto estoico y ceñudo de su cara no varió ni un ápice.

-Por supuesto que le recuerdo, mi señor. 

Había muchas preguntas, pero tendrían que esperar un poco, ante el ofrecimiento del señor de aquella torre. Lo cierto es que el sigmarita no acostumbraba a degustar tanta comida y bebida, pero aceptó el ofrecimiento del anfitrión, aunque no bebió demasiado. El vino era bueno, sin duda, pero aquello era más una cuestión de templanza que de la calidad (o falta de ella) del bebedizo. Además, gustaba de tener la cabeza despejada, para atender aquellos asuntos que lo requirieran con diligencia y claridad.

Y quien sabe, si hubiera estado ocupado bebiendo, quizás no habría captado aquel susurro, y la discusión que parecían estar llevando a cabo en voz baja su anfitrión y aquella mujer llamada Ajah. El enano, que no había tenido los mismos reparos con la bebida que había demostrado el hombre, formuló algunas preguntas, una de las cuales era especialmente importante para él.

-Suscribo lo dicho por Sargón... ¿Para qué he sido llamado, mi señor?

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07/06/2014, 02:28
Duque Domenor

-Sargon, no es así?- preguntó el noble pero sin esperar respuesta y con la certeza de que conocía la respuesta. -Me habría costado identificarte con facilidad de no ser por tu tono de voz y por que ante este hombre a mi lado que debe ser Sergei, no habría otra posibilidad. Muy astuto de mi parte- sonrió el duque como si se burlara por si mismo.

-El motivo, ¿es que siempre debe haber un motivo para todo?- preguntó el duque y sin esperar respuesta continuo –y sin embargo lo hay y creo será de tu agrado, pero antes déjame exponerles algunos antecedentes-. Mientras el duque se desprendía de Ajah de forma tajante obligándola a salir del lugar, se aproximó hasta el vino  y mirando con cierto gesto de curiosidad al humano, se sirvió de nuevo.
Y así, levantando la copa en alto y dando un sorbo inmediato empezó a exponer el motivo de la singular reunión que acontecía aquella noche.
-Ha llegado el momento de hablar de negocios, se que no desean que le de muchas vueltas al asunto.- Recalco el Hombre al tiempo que  bebía mas vino en espera quizá a ser secundado.

-Quizá jamás hayan escuchado del guardián del templo eterno, probablemente no pues es una historia poco conocida, muy antigua y que en general es considerada un mito; según dicho mito esta supuesta persona, el guardián de aquel lugar,  es un elfo que cuida de un viejo templo en lo mas profundo del bosque de Altern, en la asamblea. Resulta que dicha historia es cierta, he incluso el guardián es persona real que uno puede tocar y ver, o al menos podía. Lo conocí hace ya muchos años y nos hicimos grandes amigos. Hace unos cuantos días apareció su cadáver a las afueras del templo que el mismo cuidaba, en una aldea de elfos que esta junto a un río, discúlpenme que no tenga mas indicaciones al respecto, nunca he estado allí y la información es muy reciente y vaga, de hecho espero obtener mas información muy pronto.- El Hombre calló por unos instantes pensativo, algo parecía perturbarle la mente; incluso por breves instantes sus facciones se habían endurecido de sobre manera.

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07/06/2014, 02:32
Duque Domenor

-He enviado a un primer grupo al que deseo ustedes se unan, a buscar el cadáver de mi amigo para traerlo a esta ciudad lo mas rápido posible; sus compañeros han aceptado, sobre todo por la generosa recompensa. Espero entiendan que no podía mandar a cualquier persona a ese lugar; se dice que las mismas criaturas del bosque protegen su cadáver, además con la noticia de su muerte me ha llegado el rumor de que a sido asesinado por alguna oscura fuerza. Así, si bien es probable que su viaje hasta allí haya sido tranquilo, a la vez existe cierta posibilidad de que hayan encontrado serios inconvenientes, y no soy de las personas que deje las cosas al azar; no he de correr riesgos, por lo cual he buscado a lo mejor que pude encontrar, sus compañeros y ustedes mismos.- el Hombre les señalaba girando su brazo extendido entorno a todos los presentes.

-Claro, no he dicho a quienes envíe antes. Sergei reconocerá sus nombres, el enano Grii, el alto elfo Aenalor, la elfa del bosque Arriane entre otros. Es decir, otros antiguos miembros del escuadrón de la llama súbita. A su vez, ante la seriedad del problema he convocado a gente de la he escuchado cosas interesantes y cuyas capacidades podrían beneficiar al grupo-.

-Y si, he de ser sincero al reconocer que la deuda que ustedes, los miembros de la llama súbita- dijo señalando a Sergei vagamente -tienen con el imperio me pareció el perfecto motivo para confiar en que cumplirán con mis sencillas peticiones al pie de la letra. Cosa que no hubiera sido posible encargándosela a un grupo de mercenarios, los mejores me habrían rechazado y los peores no hubieran sido dignos de confianza.- Finalizó el duque esperando no sobreponer demasiada información en sus invitados, invitándolos con ello a reflexionar sus recientes palabras.

Notas de juego

Kantor: Realmente no le recuerdas, el duque estuvo en el juicio pero solo pocos de ustedes estuvieron allí. Y aun cuando estuvieras dentro, el nunca habló y se mantuvo alejado, solo a la espera de la sentencia. Ubicarlo de nombre personal o rostro te debe ser casi imposible.

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07/06/2014, 03:46
Sargón

Escucho con atención las palabras del Duque, sin estar realmente seguro si debo tomarme ciertos matices de su habla como halago u ofensa. Ante la duda, prefiero guardar silencio y dejar que mi atención se vaya a lo que me ofrece. La frase "generosa recompensa" me resuena en los oídos y hace que todo el resto de lo que menciona sea irrelevante.

Luego pongo atención cuando comienza a hablar de la misión que espera realicemos. Nos habla del grupo que nos precede y de como son miembros del escuadrón de la Llama Súbita, aunque solo algunos de ellos. Eso me parece bien pues en realidad no me gustaría ser el único extraño entre puros tipos que se conocen.

Finalmente dudo nuevamente si sentirme ofendido o no con su apreciación de los mercenarios pues pienso que no me considera uno de los mejores mercenarios pero tampoco uno indigno de confianza. No sé si realmente eso es bueno o malo, pero el hecho es que me dará beneficios si participo. Eso es lo que me importa en este momento.

Guardo silencio y miro de reojo al hombre a mi lado. Se nota que sobro ahora, que estoy de más, pero si realmente hay una recompensa y sobre todo si es generosa como han dicho, puedo hacerme el ánimo de estorbar un poco más.

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08/06/2014, 12:44
Seiger Kantor

Lo cierto es que las últimas palabras pronunciadas por el duque no dejaban mucho lugar a réplica. El escuadrón tenía una deuda con él y el Imperio, y pensaba hacérsela pagar, así de simple. Por supuesto, el sigmarita tenía sus propias teorías respecto a esa "deuda" y hasta que punto podían ser manejados por cualquiera, pero decidió que era mejor guardárselas para sí mismo. También le sugería algunos interrogantes el por qué quería el cuerpo de aquel elfo, pero mucho se temía que él tampoco estaba en posición de preguntar nada. 

Sin embargo, si se permitió asentir levemente.

-Muy bien, así se hará mi señor. Será buena cosa reunirme con algunos de mis antiguos compañeros...

Notas de juego

Aún así, es una cuestión tanto de orgullo demostrando que recuerdo todo, como de dorar la píldora al noble, afirmando que es una persona notable y que no puede ser olvidada. 

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12/06/2014, 23:01
Duque Domenor

 

-Por su silencio, considero que no tienen preguntas al respecto. Sus futuros y pasados compañeros deberán llegar aquí mañana al anochecer salvo que sufran retrasos. Para asegurar su bienestar es que he enviado a uno de mis hombres de mayor confianza para que les ayude con el traslado del cadáver-.Indicó el noble mientras seguía bebiendo de aquel vino; de la mujer que había estado con ellos antes ya no había señales, probablemente se había retirado a sus aposentos o algún otro lugar de aquella torre.

-Mientras esperas, serán huéspedes especiales en mi torre y podrán disponer del lugar como mejor les parezca, tendré un sirviente siempre cerca para atenderles según ustedes consideren apropiado. Ahora, salvo que tengan alguna duda o necesiten algo, será mejor que descansen pues su viaje a sido largo-.

Notas de juego

Todos: Disculpen el retraso. Si desean preguntar algo, este su único chance.

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13/06/2014, 03:36
Sargón

La conversación parecía haberse terminado finalmente y las imágenes de las generosas recompensas aún nublan mis ojos y oídos mientras el Duque sigue hablando. Entiendo que esperaremos a que lleguen los compañeros con el cuerpo, que serán interceptados por alguien al servicio del noble y que tendremos todos los lujos que deseamos mientras llega el grupo.

Es entonces que saco la cuenta de un detalle que no me ha quedado claro, quizás porque soy bruto o porque no he puesto la atención necesaria:

 - "A mí me queda una duda: Si ya vienen con el cuerpo de vuestro amigo. ¿Para qué nos contrató? ¿Cuál será nuestro trabajo si la misión ya está cumplida?"

Recuerdo que nos dijo que nuestra misión era ir por el guardián muerto y todo eso, pero al parecer los otros ya hicieron todo el trabajo, entonces no sé para qué puede querernos. Dijo que ellos podían tener problemas e inconvenientes, pero si nos quedaremos a esperarlos, dudo que seamos quienes nos aseguraremos de que lleguen bien. Por lo tanto, no entiendo para qué me requieren acá.