Partida Rol por web

Harto de escuchar tantas tonterías de Vlad me acerco Resha, a pesar de tener dos cosas que no me gustan nada, ser humana y además mujer, la prefiero a los elfos, después de todo es Kislevita y por lo tanto vecina al igual que yo de las tierras del caos y por lo tanto es una persona digna de respeto, dura, y honorable como todos los norteños. Está con un humano de Bretonia, los odio, hablan del honor pero se creen superiores a los demás y los campesinos a los que estos caballeros deberían proteger viven casi esclavizados por ellos y sin más derechos que trabajar por su señor y participar en sus estúpidas guerras contra otros nobles vecinos. Asi que le pondré las cosas claras empujandolo para alejarlo de ella no sea que tenga en mente cosas que no debiera.

Apártate de ella jovencito, Resha no necesita tu ayuda para mover una silla ni para matar a una docena de pieles verde!!!!

Tras eso cojo una jarra de cerveza y la bebo de un trago, eructo fuertemente y después de limpiarme la barba de espuma le contesto a su pregunta.

Mientras tu estabas en tu castillo con docenas de sirvientes a tu alrededor Resha, Aenalor, Bum, Arienne, el gran Vlad el idiota, y yo, formábamos parte del Escuadrón de la Llama Súbita, el hijo de este noble se nos unió para lo que parecía una misión rutinaria en el Pico Sangriento, pero ahí nos encontramos algo más que una simple rebelión de campesinos, nosotros sobrevivimos de milagro y si no me equivoco nuestro anfitrión tiene pensado enviarnos allí de nuevo.

Espero que no salgas huyendo en tu caballo como Vlad cuando surjan problemas, o yo te convertiré en mi montura!!!

Vuelvo a poner los ojos en blanco tras toda la habladuría insulsa de Gurnik. No solo por hablar de manera precipitada, meterme en una expedición en la que no participé y gritar como si fuese la hija de un carretero frente a unos bandidos enuna historia humana, porque una hija de carretero real no gritaría así, y no solo por tratar al humano de ojos morados como si fuese un despojo inservible, después de todos los humanos con los que luchamos codo con codo. No, lo peor de todo es que, el muy bobo, lo único que se le ha ocurrido es decir mi nombre de entonces, y no el que estoy usando ahora y que con tanto ahínco he especificado, para que ningún cabeza de chorlito se equivocase. Pero parece que olvidaba cómo de gran cabeza de chorlito era, y cómo son los enanos cuando les dejas. Además, el humano ha sido lo suficientemente decente como para hacer un gesto equivocado, pero aceptable, para mostrar agradecimiento. Inclino ligeramente la cabeza hacia un lado, siguiendo ese razonamiento en mi cabeza. Aceptable, porque una inclinación de cabeza es mejor que nada. Equivocado, porque una inclinación de cabeza en el Bosque puede traerte muchas cosas, pero una de ellas es el capirotazo de una rama en la nuca. Y después de pensar todo eso en un instante, hablo, abriendo las manos mientras apunto a Gurnik.

-Eso sí es charlatanería. -Cierro la mano del arco, echándolo de menos. -¿Cómo lo vas a convertir en una montura si ya ha huido y no tienes montura para perseguirlo? -Y luego sonrío, y tiendo una mano a la mesa para coger una pieza de fruta. No me convence la idea de no haber hecho nada para ganarme la comida, pero cuando no pruebas nada en la mesa de un humano se sienten tremendamente molestos, así que le doy un pequeño mordisquito, masticando con calma.

Ja! Como se nota que los elfos no saben como somos los enanos.

Buscandolo hasta encontrarlo para darle después una paliza y convertirlo en el burro que me llevará de vuelta a Norsca!!! Aunque tu también serías una buena montura, tus orejas me servirían de riendas para guiarte mujer!!! Jajajajaja, además seguro que encuentro a alguien que quiera pagar por ti en un burdel de Mariemburgo cuando me canse de aguantarte.

Resha había devuelto la mirada a Aria con un suave encogimiento de hombros. No había sido fácil la integración en el grupo, todo enanos y elfos... y sin embargo se acabó imponiendo la ley del vive y deja vivir en la mayor parte de los casos, intimando quizá algo más con Aria, tan curiosa, unidas por un sentimiento común, probablemente ese que une a cualquier mujer sea de donde sea. No era la más adecuada para discriminar a nadie asíque procuraba guardar ciertas distancias diplomáticas con todos, si bien socializar era algo relativamente aislado, se había ido normalizando con el tiempo y la compañía. 

Gurnik quería pelea, tanta territorialidad derrochada en un momento... le faltaba sacarse el pene y mear para dejarle claro al bretón cual era su lugar. Resha no pudo evitar sonreír ante la imagen de un enano pelirrojo, buscagrescas, sacandose el pito y meando alrededor de la mesa a la voz de "aquí no vas a pasar".

-No dejes que el agua hable por ti antes que tu hacha, Gurnik-comentó distraída pelando una manzana haciendo referencia a la cerveza. Cualquier cosa que no fuera kvas era agua para ella, daba igual el color que tuviera. Entonces Aria, la dulce, la arquera, la que no contenía su lengua a sabiendas de que acabaría escaldada en la conversación habló y el enano tuvo un nuevo comentario dedicado a ella. 

Un comentario especialmente desagradable para una mujer. Resha tomó el báculo y lo golpeó contra el suelo a modo de resignada llamada de atención ante la brusquedad de Gurnik-Demasiado pasional-musitó cortando la manzana en trozos sobre el plato, y tenía razón, el enano se calentaba con facilidad. Era parte de su encanto, pero aun así provocaba situaciones un tanto fuera de lugar. Así solo daban una imagen  fracturada y dispersa del grupo...nada bueno teniendo en cuenta que estaban ahí para trabajar.

El señor humano querrá que hagamos algo que él no puede, o no quiere, hacer.

Esa era la razón por la que les había llamado. No había otra explicación para tamaña hospitalidad, pensaba Angran mientras seguía devorando comida. Quién sabía cuándo tendría oportunidad de volver a comer así. Angran no se dio por aludido cuando un enano le llamó elfo, algo totalmente esperado.

No, él seguiría dejando que los demás hablasen y se insultasen entre ellos. Algo le decía que debía conocerlos. Un incómodo escalofrío le recorrió el cuerpo cuando la posibilidad de tener que viajar con ellos se le cruzó por la mente. Un desafortunado asunto sería ese. Siguió escuchando, aquel enano hablaba demasiado.

Si todos sobrevivistéis "de milagro" no debía ser una misión tan peligrosa. Apuesto a que alguna criatura tonta y fea os espantó con su palo grande.

El colmó fue el comentario obsceno del enano sobre el uso de las orejas d e los elfos en el acto sexual.

Discúlpate de inmediato, enano -habló al fin-. Ese comentario ha estado fuera de lugar, ofendes a toda una raza que ha hecho mucho por este mundo; además de ofender al señor de la casa, usando ese lenguaje vulgar propio de matones y gente de deshonrosa vida en su casa.

Vaya, aquello sí que fue algo completamente inesperado. Que el enano matador se pusiera entre el bretoniano y una de las mujeres, como defendiéndola, y además se metiera con él por las buenas. Si Gerard se sintió ofendido, no dió muestras de ello. Se limitó a sonreír al enano, diciendo:

- Me preocupaba mucho de entrenar con la espada de niño, más bien, y lamento no haber salido a los caminos años antes. Pero claro, que le voy a explicar a un enano, cuya raza es famosa por luchar siempre valientemente, incluso lanzándose contra los peores enemigos sin ninguna esperanza.

Como ya estaban sentadas las mujeres, el joven hizo lo mismo un pelín aparte de estas, para evitar que el pelirrojo con cresta se le envalentonara de nuevo. Era, desde luego, soez, y estuvo considerando si decirle algo cuando le hizo ese comentario grosero, pero vió que ya lo hacía la kislevita y que, siendo un grupo que se conocían ya, estarían acostumbrados.

Lo que no imaginaba era que, por fin, el desconocido restante (y harapiento) hablara para exigirle disculpas a Gurnik. Arriesgado, como poco... Sin embargo...

- Creo que tiene razón, mesié Gurnik. Tal vez deberías conteneros un poco al hablar así, más con señoritas a las que conoceís tiempo ha.

No basta con aguantar a una señorita bretoniana*, ahora esa basura elfa que apesta más que yo se atreve a pedirme disculpas...

Gurnik se bebe otra jarra de cerveza de un trago, tras lo cual hace crujir sus nudillos y se acerca al elfo poniendole uno de sus grandes puños a la altura de la cara.

Quieres mis disculpas???? Pues ganatelas!!!! No pediré disculpas a una mierdecilla como tu.

Gurnik sonríe mostrando su dentadura a la que le faltan varias piezas debido a las peleas, escupe a los pies del mendigo elfo y comienza a darse la vuelta, pero de repente se detiene y antes de marcharse a por otra cerveza vuelve a gruñir y a amenazar a Angran con su puño para después volver a la mesa riendose a carcajadas

Por Grinmir si hasta mis zurullos son mas amenazantes que el!!!!. Jajajajajajajaja, elfos!!!!, se les va la fuerza por la boca.

Cita:

Ante estas palabras los nudillos del enano se clavaron en el cogote de Grunik tan solo un toque de atención que no sirvió de nada -Ten un poco mas de respeto por la niña -al parecer el enano era el mas viejo de todos los presente con sus 74 años, todavía joven.

La fiesta ya estaba montada aquel maldito elfo había sentenciado su futuro le iba a ser difícil salir de la situación, ahora tenia dos enanos en su contra -Que has dicho maldito elfo, lo único que habéis echo es plantar flores y perder una guerra contra los enanos -rió con ansia -ante ti no se disculpara -lo señalo con el hacha, el resto de cosas le preocupaban menos solo aquel elfo que no conocía, situado al otro lado del elfo no tenia escapatoria un puño a su derecha y un hacha a su izquierda

Nadie ha dicho que os disculpéis ante mí, enanos, sino ante vuestra compañera. Si no sabéis apreciar las sutilezas del lenguaje tal vez deberías recurrir a los eructos y gruñidos. Ése es un idioma que habláis tan bien como los orcos.

Angran bebió algo más antes de proseguir.

Siempre había oído algo en favor de los enanos: sólo hablan cuando hay algo importante que decir. Claro que no todos tenemos el mismo criterio sobre qué es importante.

-Lo que importa es la razón por la que estas aquí y quien te ha invitado -acerco el hacha al cuello del elfo -lo único que se es que no eres de fiar no te conozco, así que da explicaciones

Inesperado. Angran arrastró la silla impulsado por sus piernas, la madera chirrió contra el suelo de piedra, s einclinó sobre las patas traseras hasta hacerla caer al suelo. Un único golpe seco.

Aparta eso de mí, ¡salvaje!

Retrocedió de un salto al tiempo que enarbolaba como única arma el cuchillo que había usado para comer, frente al hacha del enano.

¡Estáis locos!

Alzando las manos, con las palmas al frente

Ya está bien. Calmaros todos un poquito y dejar de mancillar el nombre de otras razas, sobre todo tú, Gurnik. Creo que olvidas que somos mayoría, y nadie ha insultado ni a tu raza ni a tí, así que bebe, come y lucha con quien tienes que luchar, que no es contra nosotros.

Ya conocía al enano, y sabía que podía llegar a ser bastante maleducado, y lo peor de todo, llegar a ponerse violento, y no quería que esto se fuera de las manos.

Esperad a que baje nuestro anfitrión y de las consabidas explicaciones, pues creo que ninguna sabemos a ciencia cierta el qué se espera realmente de nosotros. hago un gesto a Angran para que se siente nuevamente. Por favor, toma asiento y respiremos unas cuantas veces antes de volver a hablar.

Resha se pellizcó el puente de la nariz e inspiró hondo. Aria había tenido razón con esa mirada tan expresiva que le había dedicado anteriormente.

Oh por todos los dioses...

Lanzó una mirada a Aenalor más que elocuente que decía claramente: "podría tomarme como una amenaza eso de ser mayoría" pues era obvio que hasta el momento, había sido la única humana del extravagante grupo. Por otra parte, Vlad estaba extrañamente silencioso ante la oportunidad de encararse tanto con Aenalor como con los enanos, asíque su atención se vio desviada hacia él, entornando los ojos claros intentando discernir en qué pensaba. 

Miró la jarra de vino tibio y se sirvió ella misma. Otro fallo de educación. 

Veía venir la represalia física de los enanos asíque arrastró hacia atrás la silla sin soltar la copa broncínea con el vino y se incorporó dejando sobre la silla la gruesa capa de pieles, avanzando con el báculo hasta una zona menos expuesta a posibles salpicaduras y golpes varios. Sería lo más sensato.

Ah, si tuviese aquí mi arco... y menos mal que me lo he dejado en el cuarto. Pienso para mí, ante las tonterías que suelta mi excompañero. A un lado y a otro salen más palabras, cruces y cómo no, amenazas. Sin una figura fuerte y capaz como Dorn, me hubiese sorprendido que la Llama se manteniese unida. Y sin él aquí, no es difícil darse cuenta de por qué.

-Gurnik, has hablado por las dos, así que seré breve. Disculpate por tus palabras, o cuando salgamos de aquí tendrás tres -alzo el índice, el corazón y el anular de la mano izquierda- flechas reservadas para ti. La primera -bajo el índice- irá a una rodilla, que duele e impide huir. La segunda -bajo el corazón- irá al estómago, desangramiento y muerte dolorosa. La tercera -bajo el anular, léntamente- irá a la boca y la cabeza, que hablan y no piensan lo que dicen. Así que más te vale convencerme de que tus disculpas son sinceras.

Dicho eso, me inclino hacia delante en la mesa y me sirvo un poco del mismo tinto que Resha, dándole un trago antes de añadir.

-Además, si tratas de venderme a un burdel de Marienburgo, no habría nadie con el suficiente cambio como para compensar el trueque. ¿O es que acaso piensas que valgo tan poco y quieres ganarte una cuarta flecha? -Y me rio, alcanzando un tono agudo y cantarín, de esos que no dejan claro si un elfo se está riendo amablemente o piensa partirte en dos pedazos y dejarte para los animales del bosque.

Elfa metomentodo!!! en ningún momento hablé de ella hasta que no abrió su apestosa boca para decir tonterías acerca de como alcanzar al bretoniano salvo cuando expliqué que había sido miembro del escuadrón. Tal vez... si... tal vez... deba de darle también a ella una lección.

No hablé de las dos, para tener las orejas tan grandes no oyes nada!!!! tu no me interesas, y yo no hablé de ti más que para decir que fuiste miembro del escuadrón,así que mejor te guardas tus flechitas, no creo que quieras ver como te las meto por la nariz.

La situación se estaba poniendo tensa, mucho incluso. Los enanos se encaraban con el vagabundo e incluso ya había un hacha desenfundada. Las cosas no iban camino de calmarse fácilmente. Sin embargo, y visto que ninguna de las mujeres tenía la apariencia de que aquello les preocupara (y que se trataba de un pordiosero, claro), Gerard no hizo ademán de intervenir más. Total, acababa de conocerlos a todos y ahí ya había un grupo formado.

Afortunadamente, el otro elfo intervino, al ya conocer a los dos enanos, para tratar de apaciguar los ánimos. Alguien, desde luego, con la cabeza fría... Lo malo era que ahora parecían enzarzarse el matatrolls y la elfa.

Uno se empezaba a preguntar cómo funcionaba un grupo así...

Vlad miraba a todos de forma atenta mientras pescaba algo más de comida de los diversos platillos que había sobre la mesa. Su anfitrión no se presentaba aun y si las cosas continuaban así no tendría caso que llegara. Mirando a su alrededor noto una amplia ventana desde la que podía escapar en caso de ser necesario, aunque probablemente no lo seria.
Aplaudiendo Vlad llamo la atención de todos –Excelso, sin duda alguna excelso, todos son los mismos de siempre. Locos están si!- Afirmó a Angran extendiendo sus manos en señal de burla mientras salpicaba grasa de un guisado en su mano a sus alrededores.
-Están tan locos que están montando un escándalo aquí, la casa de un conde del imperio mientras sus hombres nos esperan a fuera. Si ese hombre ha decidido matarnos, mejor excusa no podrá tener para justificar sus actos- Exclamó mirando de nuevo la ventana, ahora con mas seriedad.

Miro a Vlad mientras niego con la cabeza

¿Nos están esperando fuera? si pensaba que nosotros teníamos que estar esperando aquí dentro. O uno u otros estamos esperando para nada. digo moviendo la mano para quitar importancia.

Luego, volviendo de nuevo la atención a Arianne y Gurnik Y vosotros dos, por favor, sentaros de una vez y comportaos como personas civilizadas, y dejáos de amenazas banas. Hemos sido invitados y debemos de ser educados con la gente que está en la mesa de nuestro anfitrión, al menos mientras permacezcamos en su casa.

Un segundo de cordura entro en la mente del enano -Sin Dorn no somos mas que un grupo desorganizado -reculo unos segundos -!Que nos ha pasado¡ -apenado por los tres años que habían pasado -en el pasado eramos amigos y !auténticos guerreros¡ ahora no somos ni una sombra de nuestro esplendor -guardo su hacha en el cinto -grandes guerreros liderados por Dorn, hubo un tiempo en que la raza no nos importaba -bajo en tono -aveces -para volver a subirlo -un maldito elfo orejas picudas me salvo la vida -miro a Aenalor -una elfa cotilla me visitaba cada noche para charlar y curiosear mis inventos -Arianne se dio por aludida con esas palabras, paso por delante del Gurnik con un golpe en el hombre intento tranquilizarlo los enanos se respetaban mutua mente -la cerveza corría y las peleas en las tabernas nos hacían sonreír -dio un fuerte golpe sobre la mesa -!!!MALDITA SEA¡¡¡ !he venido a limpiar el nombre de nuestro amigo y líder Dorn¡ -tomo una de las sillas que preparadas para los enanos y la coloco presidiendo la mesa -quien quiera limpiar su nombre que se siente a la mesa -apelo al sentido del honor de todos los presentes -el que no quiera el que no quiera lo atravesare son mi hacha por traidor -pero seguía siendo un enano respiro hondo y tomo una jarra de cerveza para beber y tranquilizarse

Sonriendo asiento a Grii.

Por fin parece que ha recordado lo que éramos en otros tiempos y que muchos parecen haber olvidado. Con un leve asentimiento de cabeza, le hago saber mi aprobación, aunque lo cierto es que yo ya estaba sentado, al igual que el resto, salvo Arianne que se había levantado por culpa del cerebro de alcornoque de Gurnik, y el mismo Gurnik.

Parece que por fin alguien lo ha recordado. Empezaba a temer que no fuérais los compañeros que dejé hace unos años y con los que luché y me jugué la vida en innumerables ocasiones.

Por fin, me giro para mirar directamente a Arianne Gurnik, haz el favor de sentarte, guardar tu hacha y tomarte una cerveza. le digo al enano sin apartar la vista de la elfa, haciendo un gesto con la cabeza para que tomara asiento.