Partida Rol por web

¡Ahí está!

Harry detiene el coche muy despacio e intentando hacer el mínimo ruido posible sale del coche y coge la carabina que lleva en el asiento del copiloto por lo que pueda pasar, además lleva la pistola enfundada en su cartuchera con munición por si acaso falla la carabina.

Se acerca despacio al garaje y contempla el edificio en busca de puertas, ventanas, etc... dando un rodeo si es necesario y todos los sentidos aguzados para que no le pillen por sorpresa.

Tras constatar que tenía pocas opciones, abre la puerta lentamente e intentando no hacer ruido y echa un rápido vistazo pasando de un lado al otro del umbral de la puerta, como sabía que se estaba empezando a hacer en la policía, de manera que si alguien le disparaba, fallase el tiro.

En el interior del garaje hay dos enormes camiones a la espera de ser descargados de las cajas de licor ilegal que contienen. Al fondo del edificio hay una amplia habitación que ha sido remodelada y convertida en una especie de oficina y sitio de reunión. De allí te llegan las voces de algunos hombres...

Muy despacio y con la carabina preparada, camino pegado a una de las paredes ocultándome detrás de uno de los camiones y escondiéndome tras las sombras, me acerco todo lo que puedo a la habitación para escuchar mejor las voces que provienen del interior del cuarto.

Desde donde estás, escondido cerca de uno de los camiones, puedes ver que la puerta de la oficina está abierta. Turner está allí, atado a una silla con las manos y los brazos libres. Hay otros cuatro hombres de pie. Reconoces a uno de ellos como el tirador que mató al hombre en el club y que desencadenó toda esta locura. El jefe de todos es un hombre grande, en mangas de camisa, que da chupadas a un gigantesco habano.

-¿Este es el muchacho, Joey? -pregunta el hombre del puro.

Joey, el tirador del club, responde afirmativamente. Su jefe le pide que le cuente de nuevo lo que vio. Este describe el funeral, contando como el muerto se levantó del ataúd y caminó.

-...mi novia, señor Bonato, dice que se trata de vudú. Ya sabe como son esas negras. La banda puede sacar provecho de esto, señor Bonato.

Bonato canturrea levemente mientras piensa.

-¿Estás completamente seguro de esto, Joey?

-Totalmente, señor Bonato.

-Joey, no vuelvas a joderla, como hiciste con Manusco.

-De ninguna manera, jefe -responde este.

-Aquello fue una cagada de trabajito, Joey. Tener cerrado el Cielo Azul me está costando mucha pasta. Todo lo que tenías que hacer era darle un susto, Joey. Ahora tendré que contratar a un nuevo contable.

Bonato canturrea un poco más y cruza una mirada con uno de los otros pistoleros que pasa desapercibida para Joey.

-De acuerdo, Joey. Me fiaré de lo que dices... Quiero que te pegues un tiro...

La habitación se queda en silencio. Joey se pone nervioso, pero no se mueve en absoluto...

Parece que no ha habido suerte y es imposible contactar con Armstrong. Tal vez Harry tenga más suerte cuando vuelva pero claro, a todas estas ¿Dónde ha ido Harry? Decía que iba a seguir a Leroy pero de eso ya hace más de una hora.

Muy despacio desenfundo mi pistola del .32 con la mano libre y la empuño comprobando que esté cargada y lista para disparar. Contiene el aliento mientras espera para ver si el hombre se dispara o no se dispara, a fin de cuentas, a él sólo le interesa el trompetista, los de la banda como si se matan.

El plan de Harry es esperar al disparo del hombre para aprovechando la confusión entrar en la oficina y rescatar al trompetista amenzando con disparar a los presentes si no le sueltan.

Tranquilo Doc, seguir a una persona lleva tiempo y una hora no es nada- sobre todo porque nos trajimos el auto- pienso sonriendo. -Supongo que debemos volver a la mansión y seguir pensando allá, tal vez se nos ocurra algo, o incluso puede que Harry ya este allí. Por cierto Doc, teniendo en cuenta el caso de Rupert Merriweather*, no tendrá algún otro conocido en la universidad que sepa sobre ciencias ocultas? tal vez alguien que pueda decirnos algo sobre los símbolos?

Creo que estamos en un callejón sin salida. ¿Dónde podemos encontrar más información? Dice claramente frustrado el periodista, no se le ocurría nada. Si Harry no encuentra alguna pista de la que tirar este caso se va a pique.

Peso unos minutos con las manos puestas en la barbilla. Y si, preguntamos a sus compañeros de banda, puede que recuerden algo de cuando Amstrong le dio la trompeta, cualquier cosa seria mejor que nada.

-Escucha Joey, aquí el muchacho puede hacer que vuelvas a vivir, como tú mismo dices ¿Cual es el problema? Pégate un tiro -insiste Bonato.

El tipo continúa inmóvil, relamiéndose los labios. Hasta que Bonato se impacienta y se dirige hacia otro de los pistoleros.

-Little Jimmy... hazlo tú.

Entonces todo ocurre muy deprisa. Joey advierte el peligro demasiado tarde e intenta desenfundar su .45 de cañón largo, pero Bonato es más rápido y logra disparar antes que él con facilidad. Para asegurarse, se acerca al caído y le mete un segundo disparo en el corazón.

-Joey, siempre te dije que esa pipa era demasiado grande para poder sacarla rápido -entonces girándose hacia Leroy añade- .Venga músico, toca algo.

Turner toma una bocanada de aire y entonces empieza a interpretar una melodía. Pasan sólo unos segundos antes de que Joey empiece a sacudirse de nuevo. A continuación se levanta lentamente sangrando todavía de sus heridas mortales. Todos sueltan alguna blasfemia, incluido Leroy, pero Bonato le dice que siga tocando...

Abre los ojos al oir aquello, no puede ser, ¡Ha resucitado!

Sea como fuera, ya habrá tiempo después para preguntarle al chico qué demonios ha sido eso. Ahora lo importante era sacarle de allí...

Harry se levanta y desde la puerta se lía a tiros, dispara con su .32 a Bonato , al hombre del puro y al tercero de los pistoleros - el que no es Joey- cuando ha terminado de disparar se echa a un lado de la puerta para que no puedan dispararle.

Bonato observaba como el zombi Joey se acercaba a él pidiendo sangre. Little Jimmy sacó una Thompson de la gabardina y empezó a disparar a Joey. Podías ver como el cuerpo se llenaba de agujeros sangrantes pero no paraba de avanzar. El otro ganster parecía incapaz de moverse.

Entonces haces acto de presencia con tu .32 escupiendo balas. Tu primer balazo roza de refilón a Bonato y le deja un rastro sangrante en el brazo. El segundo impacta en Little en el costado provocando que la Thompson baje el ángulo de tiro. Las balas destrozan los tobillos y los zapatos de Joey que se desploma de bruces. La tercera bala hiere levemente al tercer matón.

-¡Joder, de dónde ha salido este! -grita el ganster anónimo ocultándose tras una mesa.

-¡Matad a ese hijo puta! -ordena Bonato señalándote y cubriéndose tras un mueble.

Y en medio de todo el tiroteo, Leroy sigue tocando atado a la silla mientras ríe histéricamente.

Harry se cubre con el marco de la puerta moviéndose hacia la izquierda para volver a asomarse y disparar en cuanto pueda.