Partida Rol por web

Miro al anciano el cual parece muy feliz pero  no consigo saber cual es la razon, si simplemente se alegra de vernos o si trae buenas noticias.

De momento la situación no ha avanzado mucho, hemos logrado infiltrarnos en el grupo de  los dos detenidos como una pareja de recién casados que viaja por placer-comencé a decir- No hemos visto ningún tipo de señal de que haya una organización detrás de la excursión, de echo la guía parece bastante inútil, por lo demás dentro del grupo en si no me ha quedado muy claro si todos están trabajando para un mismo fin o simplemente es una casualidad que esta gente que se ha visto relacionada con Triquel se haya reunido, cabe destacar que uno de los integrantes el tal Dagomaru  falleció en un incidente bastante poco común, una avalancha humana que curiosamente sucedido después de que una estatua de la ciudad prohibida  reaccionara al contacto de Marina Sorni

Después hizo una pausa esperando algún tipo de respuesta

Belén Stone se había presentado como uno de los enlaces de la embajada inglesa en Japón: parecía joven y eficiente, dominaba varios idiomas y había conseguido, tras unos largos instantes de conversación con los agentes, llegar a un trato para servir como interprete entre los dos grupos, tras llamar a su respectiva embajada y enterarse que uno de los hombres detenidos era ingles había sido extendida, como parte de su trabajo como enlace a ayudar. 

Tras formar parte del interrogatorio que se les había hecho se había enterado del problema que habían pasado y su expresión preocupada los acompaño de camino al hotel. 

Sonrió, educada, cuando todos se despidieron de ella en el hall, observando a Eoric, le extendió una tarjeta. 

-Ha sido un placer, señor  -dijo en voz baja -aunque considero que no serán molestados después de esto, aún estarán un poco vigilados mientras dure la investigación -le extendió una tarjeta de presentación, blanca de bajo relieve y letras azul oscuro tipo odile -Si lo necesita este es mi número de contacto, yo aun me quedare en el hotel -explico, de forma impersonal, aunque mantuvo la mirada del hombre a fin de hacerle notar que si estaba en sus manos, y como parte de su trabajo, haría lo mejor posible por ayudarlos, también asintió ante la mujer que lo acompañaba y el resto, que había fugado a las habitaciones de hotel en cuanto pudieron. 

Cuando aquel clon de Eara me cogió del cuello y me acercó hasta ella pude ver de nuevo aquel verde esmeralda intenso que tanto me enamoró en su día-No...no puedes ser tú...estas..muerta..-mis ojos comenzaron a enrojecerse, no sabía si iba a llorar o qué coño hacer, pero aquella situación era demasiado extraña y eso que había presencia cosas realmente increíbles...

Pero debía de contestar aunque fuera mínimamente-Estaba en el bestíbulo del hotel...nos estábamos preparando para nuestra excursión por la ciudad..yo no he...matado a nadie-musité sin parpadear-¿Que diablos está pasando aquí? ¿quién eres tú? ¿cómo te llamas? dime la verdad ¡quién está detrás de todo ésto dímelo maldita sea!-alcé mi tono de voz durante un instante, mientras llevé ambas manos hasta su muñeca, necesitaba tocarla, saber que estába allí físicamente-¿Eres real? ¿cómo has llegado hasta aquí? ¿Eara? te he echado tanto de menos...-y entonces mi primera lágrima se deslizó por mi mejilla, no sabía qué es lo que estaba pasando, pero creía que me estaba volviendo loco, era demasiado duro lo que estaba viviendo allí mismo y apenas sabía como reaccionar...

Afortunadamente había en el hotel un enlace de la embajada británica que se ofreció a ayudarnos en las gestiones con la policía. Lo de embajada británica debió de funcionar como calmante ya que se suavizo notablemente el trato que recibimos, aunque no pudimos acabar todos de nuevo juntos. Marina y su pareja se quedaron retenidos por la policía y la opción de nuestra guía fue de nuevo hacer como si nada hubiera sucedido y marchar, exactamente como con nuestra anterior compañera desaparecida y la otra habitación ensangrentada. Solución excursión a la Ciudad Prohibida.

Acepto la tarjeta que nos ofrece Bélen. – Muchas gracias por adoptarnos, yo por lo menos no sabía como saldríamos del problema. ¿Sabe alguna cosa de la pareja retenida?

No hemos visto ningún tipo de señal de que haya una organización detrás de la excursión, de echo la guía parece bastante inútil, por lo demás dentro del grupo en si no me ha quedado muy claro si todos están trabajando para un mismo fin o simplemente es una casualidad que esta gente que se ha visto relacionada con Triquel se haya reunido, cabe destacar que uno de los integrantes el tal Dagomaru  falleció en un incidente bastante poco común, una avalancha humana que curiosamente sucedido después de que una estatua de la ciudad prohibida  reaccionara al contacto de Marina Sorni

Eduardo se frotó la barbilla pensativo.

-¿Del 1 al 100 cuántas posibilidades tenéis de que ha sido ella la causante? 

Se quitó la peluca y se echó hacia atrás. Fue entonces, cuando pudiste ver que efectivamente era ella. También se desvistió y, debajo de aquel traje, estaba su ropa. 

-Vamos a ver, esto es así de sencillo. No tengo todo el tiempo del mundo. Sinceramente -se acercó nuevamente y el escaso centímetro de ambos rostros era notable-,  tienes pocos minutos de vidas antes. Tómatelo como un plus. -sonrió

Basandonos en los pocos datos que tenemos ahora mismo arriegaria a un 80%, no me gusta apostarlo todo a la misma carta dado que puede ser que  la avalancha haya sido causada por otra cosa o otras personas  pero que se diera la situación en ese exacto momento es bastante complicado sin ser forzado por un tercero del que no sepamos, ¿no cree?- pregunte pensativo tras analizar la pregunta

Repase en mi mente todo lo ocurrido, desde que nos unimos hasta que nos separamos del grupo, pensaba, rebobinaba los sucesos y volvía a pensar. 

-No puedo decir gran cosa de ellos, la joven no paraba de hablar con uno de los miembros del grupo en un idioma que, para mi pesar, desconozco, aunque dado el tono de la conversación tal vez no fuera importante, tenía un tono distendido y relajado. 

Callé de vuelta y pensé en lo observado. 

-En cuanto a la reacción causa-efecto me atrevo a decir, esperando que mi visión de ella sea adecuada, que no es tan estupida como para provocar deforma consciente un suceso de esas magnitudes, aunque posiblemente si sea capaz de hacerlo de forma inconsciente... si la estatua puede provocar un suceso de esa naturaleza pienso que... tal vez, hubo otro agente provocador aparte de ella, definitivamente se vio afectada por la estatua, por lo que... ta vez deberíamos tomarlo en un 50- 50 por ciento de posibilidades -concluí, seriamente. 

Muchas gracias por adoptarnos, yo por lo menos no sabía como saldríamos del problema. ¿Sabe alguna cosa de la pareja retenida?

-Por ahora no he recibido noticias algunas. En breve llamaré al consulado por si conocen la última hora y, si no hay problemas, los traeré de vueltas. Ir personalmente a la policía tal y como está la situación es ... grave. Así pues, hoy es mejor que nos quedemos por el hotel.  

-Humm... -volvió a ponerse pensativo-, ¿creen entonces que son inocentes? Deben tener en cuenta que los vimos en la escena del crimen y, al parecer, la policía ha encontrado huellas de ellos en la habitación. 

El policía se tocó el mentón pensativo:

-Señorita, la historia que me cuentas es creíble si fuera toda una película proyectada en la gran pantalla. Yo mismo compraría la entrada para verla. Sin embargo, me temo que no es real. Pues en la habitación encontramos huellas vuestras solamente y, además, mechones suyos. -le enseñó una bolsa trasparentes con cabellos ondulados negros-. Como le he dicho, si usted fuera una escritora de género fantasioso... me temo que se volvería rica. ¿Triquel? ¡Por Budas!, no existe nada relacionado en internet acerca de eso que me decís. 

Efectivamente, no había rastro de Triquel por internet. 

-Si no me equivoco, habéis estado en misiones de alto riesgo en busca de reliquias... 

Asiento agradecido a sus palabras, aunque difícilmente me concentrare en descansar después de todo lo sucedido. Me acostare ya que de nada les serviré de apoyo estando agotado mañana.

– Si, tenemos que descansar. Si no cree que fuera perjudicial para ellos, o para usted, la acompañaría para darles apoyo moral si siguieran retenidos.

Al acabar la conversación me pasare por el comedor para tomar alguna cosa ligera, por si mañana se complican las cosas.

El alemán se dedicó a esperar pacientemente... Eso es lo que hubiera dicho que este habría hecho si quisiera mentir y poner la percepción de los lectores al respecto de Heinrich como una persona educada y paciente; por suerte para los que buscan acción y diversión, y por desgracia para Dagomaru 2.0, este no era así.

Cogiendo las maletas de Dagomaru 2.0 que estuvieran en su cuarto, las abrió y revisó su contenido. No porque sospechara de el, sino porque realmente se encontraba terriblemente aburrido, y al menos hacer eso le servía para algo en un futuro cercano; podría recriminarle por su estilo de vestir para nada similar con el de Dagomaru.

Lo del asesinato es otro tema- digo recordando las imágenes que vimos al comienzo de la misión- lo de las huellas es circustancial, de echo fácilmente manipulable y verlos en la escena pues lo mismo, cualquiera puede entrar a esa habitación antes de la grabación que vimos y cometer el crimen pero tampoco podemos afirmar que no lo cometieran, y si lo han echo no sabemos  cual fue la razón de ello ni nada sobre el difunto

Cuando abrió la boca me di cuenta de que o no me había escuchado o era imbécil, suspiré -claro que han encontrado huellas mías, he admitido haber estado allí- dije algo cansada antes de afilar mi mirada y fruncir el ceño por sus siguientes palabras, ahora ya lo tenía claro, ambas cosas eran ciertas -yo nunca he nombrado dicha organización- pronuncié -me temo que acaba de delatarse a usted mismo, sobretodo al no existir información sobre ella, lo que quiere decir que la conoce de primera mano- expresé con una sonrisa, al menos ya sabía del cierto de que bando estaba y aunque era el peor posible quizá acababa de conseguir una oportunidad con ello -todo esto... queda grabado ¿verdad?- pregunté segura de mí misma antes de continuar -si querías información sobre el fruto, lo siento, me temo que acabáis de delataros, podéis dejarme marchas y probar suerte otra vez... o podéis matarme tratando de conseguir algo de información, pero eso sería un desperdicio- 

Cuando se quitó la peluca y la ropa dejando ver su auténtico "yo" parpadeé varias veces de nuevo pensando que era un sueño pero debía de recomponerme mínimamente porque si era verdad lo que decía, si era la mujer que yo recordaba, cuando hablaba de esa manera tan urgente era mejor hacerle caso.

Noté su aliento cálido sobre mí rostro y aquella sonrisa iluminó mi corazón de tal forma que creí que iba a estallar-Está bien, te lo diré, estábamos en el vestíbulo del hotel preparándonos para una excursión pero uno de los compañeros no bajaba así que Marina y yo fuimos a ver qué le ocurría- tragué saliva pensando a toda velocidad ¿Como era posible? Cuando la dejé en casa era una niña....pero, ¿con qué recuerdos se encontraría? ¿Con los de mi hija, los de aquella mujer que había amado con locura, o quizás algo totalmente diferente que no me recordaba en absoluto?.

-Cuando llegamos a su habitación la puerta no estaba cerrada y el hombre estaba muerto...nosotros no fuimos, te lo juro-dije clavando mis ojos en los suyos verdes esmeralda que tanto habían marcado mi corazón.

El policía no comprendía nada de lo que aquella mujer le comentaba.

-Veo que necesitas un chequeo mental. -suspiró agotado al  ver que nada de la conversación le llevaba a ningún lado. Así que, apretó un botón y comunicó que se llevara a la mujer, para que le realizaran unas pruebas.- Debiste de sufrir mucho, lo siento. Tienes aspectos no superados... Cada vez hay más jóvenes que no consiguen desprenderse del duelo... -se entristeció. 

Así que, como ordenó unos agentes se llevaron con suavidad a Marina de la sala, la llevaron a la enfermería  y allí, a parte de anestesiarla un poco por las debidas pruebas, le dieron de comer, la asearon un poco, y la dejaron reposar. Se encontraba vigilada, aunque no podía salir de allí.

Al cabo de los días, la trasladaron al hospital.

-¿Crees que cuadra la parte de la historia? Según tengo entendido sólo estabais ustedes dos y han hallado pruebas que os implican al cien por cien. 

Con un ágil movimiento, Enara sacó un revólver y le apuntó.

-No te preocupes, esto es ya personal. -comunicó otorgándole a él otro revólver-, sé que por tu egoísmo he perdido gran parte de mis recuerdos y... no te preocupes. Dada mis circunstancias... debes comprender que te odio y eres un problema en mi vida.

No mostraba ni la más mota pena, ni lástima, por el acusado. 

-Como no quiero ser egoísta, te concedo un arma. Puedes defenderte. ¿Sabes? Si consigues matarme, eres libre, si lo hago yo... gano. El mejor de tres.