Partida Rol por web

Thardus se encara al mediano y se acerca a él con el espadón apoyado en el hombro.

- ¿Unas serpientes minúsculas te atacan y ya estás lloriqueando? -sonríe torvamente- Quizá deberíamos matarte ahora antes de que te conviertas en un lastre...

Si me matais ahora como vosotros decias me da a mi que en el caso de que existan trampas en esta cueva acabareis en ellas y morireis, asi que yo os necesito para que mateis y vosotros me necesitais para que no os maten.

-Creo que podemos lidiar con unas trampillas... ya esquivamos una, no?+mira a Thardus, sonrriendo perversamente, recordando la flecha en la puerta...+ O que dices... seguimos los 3 con el pequeñajo por delante?... Digamos, para que "no nos maten"... y nos proteja...jajaja

Su mano esta sobre la empuñadura del espadon, descansando placidamente... por ahora.

Thardus sonríe perversamente...

-No me fío de sus intenciones... y podremos saquear sus pertenencias... -murmura... ¡y ataca!

Argot cae desplomado al suelo por el golpe de Thardus quedando inconsciente. Parece que esta a punto de morir.

Desenfunda su espadon, con un solo movimiento... Hasta el momento habia pensado en solo bromear, pero la actitud del ladronzuelo no le habia gustado en lo mas minimo. Por ende, aunque no aprobaba completamente lo hecho por Thardus, tampoco le reprobaba como para oponerse... El otro se lo habia buscado.

Viendo entonces que ya no queda casi nada que hacer, como acto de piedad, da el golpe final al indefenso Argot, separando la cabeza de los hombros....

Thardus observa satisfecho como la cabeza de Argot sale despedida unos metros hasta caer rondando a una esquina.

Empieza a reír estruendosamente.

-JAJAJAJAJA ¡BUEN GOLPE HERMANO SEMIORCO! -toma aire y lo expulsa, ya más calmado- Y yo que pensaba que quizá te tomarías a mal que matase al niñato ese... -sonríe, mostrando sus colmillos y dientes torcidos- Sin duda las intenciones de ese mequetrefe no eran buenas... nos miraba raro. Y además, desde que llegó no paró se creerse superior a nosotros. Tsk. Más le hubiera valido suplicar por su vida cuando tuvo la oportunidad... quizá le hubiera perdonado la vida... pero era un ser débil, destinado a morir, si no hubiéramos sido nosotros, cualquier otro lo hubiese hecho. -se agacha y rebusca en los bolsillos del cuerpo de Argot, en busca de las monedas- ¡Pero de este modo, quienes se quedan con el botín somos nosotros! -lanza una bolsa tintineante a Oboldo.

De repente, Thardus se pone serio.

-Dime, hermano de sangre... ¿qué filosofía de vida sigues?

-Matar al que se mete conmigo o mi familia...+contesto parcamente, agarrando la bolsita con la mano libre y guardandola en el cinto. Con un gesto rapido, a continuacion, envaino el espadon,...+ Debemos seguir , aunque... El enano tenia razon, puede haber otras trampas, más peligrosas que la flecha. Y no creo que ni tu ni yo tengamos ganas de caer en una de ellas...

Mira el cadaver, ahora es un estropajo. Habra que hacer algo con el cuerpo, enterrarlo o quemarlo... No pueden dejarlo simplemente aqui, si alguien lo ve sabra que no fue una "muerte accidental"... y habra problemas. Hay que llevarselo y deshacerse de el en otro lado. Oboldo piensa como proceder, pero no puede evitar dedicarle unos instantes a la consideracion moral:

*Debio pensar en ser mejor peleador. Su unica habilidad era usar los dedos y los ojos para tocar las cosas, buscando los peligros, pero no supo lidiar con ellos cuando los encontro... De que le sirve ese empuje ahora que esta muerto? Aunque...

-Oye... tienes un palo largo? Un baston o lanza? +pregunta... Se le ha ocurrido como llevar el cuerpo, y ademas que sea util...

El muerto al final tenia lo que necesitaba... Toma la pertiga de 10' y la cuerda, pasando a atar el cuerpo del mediano al extremo de la misma, mientras Thardus continua examinando el resto de sus pertenencias ... Ahora podremos llevarlo por delante, tanteando el camino, y si hallamos algun problema, el lo recibira.

No puede evitar una ligera sonrrisa mientras trabaja... el pequeñajo sera igual de util vivo que muerto, literalmente.

Tras las palabras de Oboldo y su enigmática pregunta sobre la lanza, Thardus comienza a sospechar algo. Pero cuando ve el trabajo de Oboldo terminado no puede evitar una carcajada.

-¡Me encanta tu estilo Oboldo! ¡Deliciosamente ingenioso! JOJOJOJO

Thardus sigue rebuscando y decide quedarse con la ballesta ligera, el espejo de acero pulido, las raciones de comida, el silbato de señales (no sabe para qué sirve, pero le pareció gracioso) y las tizas (lo mismo que el silbato).

Lanza a Oboldo la poción de curar heridas leves.

-¡Toma Oboldo! Antes de divertirnos con el mediano guárdate eso, terminaste con algunas heridas.

Con una mano sostengo la pertiga que lleva el cadaver en la punta, probandola, asi que con la otra cojo la pocion y me la guardo.

-Bah, mordisquitos... pero por si algo serio despues...

Viendo lo que Thardus ha dejado, deja a un lado el "detectatrampas", toma el saco del muerto y pone en el algunas cosas que pueden servir para continuar explorando la cueva...  El pico de minero, por si hay que romper algo y no mellar el espadon, el garfio de escalada para ayudarse a trepar, el odre (que nunca falte agua) y la pinta de aceite. El resto es basura, que envuelve en la manta para dejarlas aqui, en cualquier caso buscarlas despues... Lo cual le recuerda.

-Eu... No viste esa cabeza donde fue? No hay que dejar rastros... tan evidentes..

-Pues... -comienza a mirar por el suelo hasta dar con la cabeza. La golpea con un pie, lanzandola a Oboldo- ¡Atrápala! JOJOJOJOJOJO

Ataja la cabeza, la cual mete en la ropa de cuerpo muerto para llevarla junto a este, sin mayores molestias... Ahora si, asegura el saco en su espalda, y sostiene en una mano la pertiga con el cadaver, para llevarle por delante. Mira a Thardus... Ciertamente, ahora comparten algo, algo curioso....

*compañeros?..

Pero no le da mas vueltas. Hay que seguir adelante. La otra puerta y lo que halla mas hondo en este lugar les espera.

-Vamos?+gruñe, aprestandose a irse de una vez de la sala donde ajusticiaran al molesto pequeñajo...

-¡Vamos! -exclama Thardus realmente animado por los recientes acontecimientos- Y oye Oboldo, tu filosofía es sencilla y concisa. Me encanta. -se frota las manos nervioso- ¡Y ahora vayamos a ver qué encontramos! -recoge su espadón y se lo vuelve a cargar al hombro.

Van de nuevo a la puerta cerrada. Esta vez, ya saben más o menos que esperar. Hace un gesto a Thardus, de que tome del saco el pico de minero de mediano... Evidentemente quiere que lo use en la puerta y asi lo dice

-No hace falta mellar la espada con la puerta si hay herramientas...+masculla+. Usa el pico, te cedo los honores...

Thardus sonríe y toma el pico.

-Bien... ¡al turrón! -como la trampa ya se accionó antes, se limita a golpear la puerta sin ningún temor.