Partida Rol por web

Casi sonrío cuando veo el chiminaje que ha pagado Will. En otras circunstancias hasta habría pensado en un par de bromas para gastarle ("Si quieres el agua caliente, pídemelo por favor", o "¿Hay alguien en la ducha? ¡Voy a fregar!"), pero no tenemos tiempo de divertirnos. En fin. Siguen valorando opciones sobre nuestra refugiada particular. Se están empezando a plantear en serio lo de Albretch. No, maldita sea, no podemos regalar una pieza de ajedrez a nadie sin saber quién la quiere y quién no. Es una maldita persona y es acreedora de la protección de esta manada sin Tótem. Larissa es nuestra única opción.

Como pizza con piña tranquilamente. No es mi favorita, claro, pero estoy acostumbrada. Lo cierto es que me parece una abominación; no lo arregles si no está roto, ¿Qué pasa con una pizza normal, con su queso y su tomate? ¿Que tiene de malo? En fin.

- Albretch es tu rey - digo sonriendo a Tyler -. Es el Colmillo Plateado que gobierna tu casa, y tiene...buena fama

Mejor que la mitad de mi Casa junta, sólo la Reina de la Medialuna es comparable a él dicen. Pero bueno, ¿Es que sólo atiendo yo cuando se explican las cosas en este Clan? ¿Acaso la biblioteca sólo la uso yo? Las Musas tienen que tener mucha manía a mi manada...¡Espera! Quizá por lo tarugos que son no nos ha acogido ningún Tótem. Igual las Musas se han enfadado...no, no tendría mucho sentido, si no, no habría manadas de Fenrir y Furias, y las hay. "No busques lejos, Jane, es culpa tuya", me repito, atacándome incluso por algo que he pensado medio en broma.

Pienso en María, ¿es mi reina, entonces? Supongo que sí, soy británica. ¿Tiene poder sobre mí? ¿Puede ordenarme cosas? ¿Puede Tvarivich, la única rival verdadera de Albretch, ordenar a Will y a Amber? Oh, joder, empiezo a ver que nuestra manada puede convertirse en una bonita partida de poker, si alguna de sus majestades se entera de que existimos. Como nos acepte un Tótem, vamos a ser oficialmente una manada en la que están representadas las cuatro Casas más poderosas de las Siete. Hasta yo, con lo que desprecio la política, puedo ver nuestro potencial nuclear. Joder, vamos a ser el maldito sinsajo.

- Pero es un rey, y las Casas nos dividen más que nos unen - sentencio -. Es triste pero es verdad, mi Casa es el ejemplo perfecto de ello. No llevaría a una rehén potencial ante nadie que pueda usarla, y eso incluye a todos nuestros reyes, no sabemos quién la quiere, pero sabemos qué quieren ellos - poder, gloria, honores y reverencias, y ya han demostrado muchas veces que les da igual hacer un trato con los demonios de Erebus para conseguirlo -. Aunque Albretch no esté interesado necesariamente en ella, si alguien le ofrece algo que no pueda rechazar, como favores, secretos, cargos y alianzas, la usará como moneda de cambio, y nadie le culparía por ello

Ni siquiera yo, creo. La corona pesa mucho para quien la lleva con sabiduría, y el nieto de Morningkill, el Morningkill del que he leído, sin duda es sabio.

Apenas empieza a exponer Jane la situación, mi semblante va cambiando poco a poco, la sonrisa que mostrara hace apenas un instante desaparece. Qué cojones esta diciendo, joder Jane... tienes suerte de que no pueda hablar. Dejo la pizza en la mesa, para rodear con un brazo a Helen. Siento como todo mi cuerpo se tensa, y una oleada de Rabia.

No puedo dejar de mirar a Jane, profundamente cabreado por lo que está haciendo, tengo ganas de gritarle, de reprocharle, maldita cría de los cojones... yo también puedo jugar a esto, quieres que nos peleemos... sin problemas mocosa. Como te atreves a hablar así de Helen... Mi cabeza sabe que está tratando de ayudar al comentar que aunque nosotros vemos a Helen como una persona, para otros es tan solo una moneda de cambio, pero el corazón no atiende a razones, y aquellos contra quienes debería volcar mi ira, se encuentra gracias a GAia, aún lejos. Les pueden dar mucho por culo a Albretch y a los putos lobos del norte...y si siguen así a toda la jodida Nación.

Tengo que hacer un gran esfuerzo para no quebrar mi promesa.

¿Teniamos que hablarlo ahora?, esta aquí sentada joder, comiendo con nosotros, y es mi novia. Tienes mucha suerte de que no pueda hablar, de que no sea un Arhoun.

A pesar de no decir nada, sin duda alguna los demás pueden leer en mis gestos facilidad como me siento.

Nadie parece tener idea de ese rey, hasta que Jane toma la palabra de ese modo tan categórico que le caracteriza. Mi rey. ¿Es que le pertenezco? ¿En base a qué? Ningún miembro de casa alguna ha venido a hablar conmigo, nadie me ha llamado para unirme a ninguna. Y si es un tema hereditario, no se quienes eran mis padres ni a que Casa podía pertenecer el de los dos que fuera Garou. Ni siquiera Jason me habló de ello, y me pregunto por qué. Puede que estuviera resentido con su Casa, o que temiera vernos en ella. Desde luego, nadie en la tribu se portó bien con él...

Me fijo, mientras Jane sigue exponiendo su siempre negativa visión del asunto, en Will. No le debe hacer gracia que tratemos este asunto ahora mismo, o quizás sea lo que se dice concretamente. Pero va a tener que acostumbrarse, lo que le espera no va a ser un camino de rosas.

Will... -Llamo su atención, dejando caer el trozo de pizza en el plato y cruzandome de brazos sobre la mesa- Vas a tener que acostumbrarte a oír cosas no muy agradables, amigo. Y Helen también, por desgracia. -Miro a su novia también, comprensivo- No es un tema baladí. Nos jugamos su vida, y apostamos las nuestras en el proceso. Hay que valorar todas las opciones hasta que logremos dar con una solución. Nada de lo que digamos será con mala intención JAMÁS. -Recalco la última palabra, mirando a todos antes de decirla con los ojos clavados en la pareja.

Mierda, esto no se puede comer. -Echo el trozo de pizza de mi plato al de Amber- Todo tuyo. -Luego pillaré unas barritas energéticas de la despensa, con eso puedo aguantar hasta la cena.

Nadie va a entregar a nadie ante nadie, ¿eso lo tenemos claro? Pero la opción de Larissa es un parche. Ya habéis oído a Ben, los espíritus exigen que Helen vaya al norte. Y aunque no vaya, ellos vendrán. Limitarnos a esconderla en el túmulo de Madre Larissa sólo provocará una guerra. Ya sabemos cómo es nuestra tribu cuando se llega a esos extremos, ¿alguien aquí cree que renunciarán a lo que quieren por estar en manos de los Roehuesos? -Será una maldita carnicería, gane quien gane, algo con lo que alguna joven cachorra tendrá pesadillas el día de mañana. Jane, tienes que darte cuenta de eso- No, tarde o temprano Helen deberá estar ante esa gente del norte. Lo que tenemos que lograr es presentarnos con algo que juegue a nuestro favor. Una estrategia, una carta bajo la manga, algo. Y eso significa que necesitaremos aliados... -Incluso aunque no nos guste la idea, aunque no podamos confiar al máximo en ellos, aunque debamos tenerlos tan vigilados como a nuestros enemigos- Sólo digo que ese Albretch podría ser una vía. Y no podemos descartarlo sin saber un poco más antes. No soy un necio, no creo que vaya a jugársela por nosotros por simple honor. Pero puede que haya un precio que negociar por su ayuda...

- Parece ser que se ha vuelto a largar... Sencillamente genial...

Suspiro y me agencio uno de los últimos trozos de pizza tibia. Los animos parecen haberse serenado y la perplejidad por el desconocimiento de quien es ese denominado Rey han servido para unirnos a todos.

- Albretch... Albretch... ¿Ese no es el anciano Wendigo encarnado en un adolescente hombre blanco? No... Ese es otro...

Uno a uno, de una manera u otra, todos vamos negando saber algo de ese Garou ni de su situación política, o su rango dentro de la Nación.

Por fortuna, Jane no tarda en iluminarnos y en ponernos al dia. La salva de apertura contra Tyler hace que me atragante con el refresco y la pizza.

- Argh... Glub... Sob... Ay, que me da...-

Sin embargo, la temperatura de la cocina empieza a descender a medida que Jane nos explica algo de los entresijos de la politica Garou y que William reaccionaba a toda aquella información.

"Oh, mierda..."- Noto un cosquilleo en la nuca, mientras contemplo la lividez en los labios de nuestro Theurge y el tono cereza de sus orejas.- "Se esta encabronando a base de bien..."

Pero no puedo dejar de pensar en lo acertado de la mayoria de las conclusiones de Jane. "Vale... Tienes razón... Pero, chica, que es nuestra responsabilidad..."

- Whoouuow... Tranquilidad... Tranquilos todos, ¿vale?- Trato de apaciguar a mis compañeros y, en especial, a un Will tenso como la cuerda de un violin.- Caaalma, tios... Y tias, claro...- Hago un gesto a las damas presentes y maldigo para mis adentros por no tener la capacidad de calmar a las fieras con el poder de mi voz... Me coloco con la espalda recta y las manos sobre las mesas.

- Con permiso, Tyler... Antes de que William se deje llevar por una más que comprensible furia, tenemos que dejar una serie de cosas claras.- Miro fijamente a Will un instante, antes de posar la vista en Helen... Y, haciendo una "o" con los labios, sacarle la lengua en un gesto infantil.

Repongo mi cara rápidamente, bufando.

- A ver... Como ha dicho Tyler, estamos en un lio muy gordo... Y estamos dando palos de ciego, inventando y teorizando como si esto fuese Cé Ese I, Nueva York... Lo único que estamos haciendo es asustarnos, cabrearnos y volver a cabrearnos... Asi que... Vamos a terminar de cenar. Vamos a recoger la cocina. Vamos a preparar unas mochilas y nos vamos a ir a pasar la noche en la biblioteca, porque no estamos seguros de que el repartidor no halla reconocido a Helen de las noticias y porque necesitamos ampliar la poca información que tenemos, ¿vale?

Trinco el último trozo de pizza y lo blando, amenazador... Todo lo amenazador que puede resultar un trozo de pizza fria.

Oigo que alguien pronuncia mi nombre, pero tardo unos segundos en reaccionar, y cuando lo hago me giro bruscamente, para encontrarme con el rostro de Ty. Pienso que voy a escucharle hablar en los mismo términos, pero no es así, y mi respiración aun alterada, se va volviendo mas sosegada, ¿cómo diablos consiguen contenerse ellos...? 

Agacho la cabeza avergonzado, tiene razón, Jane solo dice lo que hay, no es culpa suya.

Suelto un momento a Helen para tomar la libreta

Lo siento Jane, perdóname, estoy muy nervioso con todo esto, y cuando hablaste así...

Ty prosigue mientras voy tratando de dilucidar alguna salida, ¡los espíritus!, seguro que ellos pueden ayudarme, hasta ahora nunca me han fallado. Ellos me llevaron a ella, no puede haber sido para...

Siento la congoja subir desde el estómago hasta mi pecho. No dejo de pensar, de darle vueltas hasta casi llegar a sentir mareo, tiene que haber algo, ¿qué puedo ofrecer?, no tengo nada... solo a mi mismo. Necesito pensar con claridad pero no soy capaz de hacerlo en este momento.

Levanto la cabeza de nuevo, mirándoles. Ellos están dando la cara por nosotros, no se han planteado siquiera el no hacerlo, y yo les pago así, de nuevo la vergüenza me obliga a agachar la cabeza , tengo que empezar a comportarme como debo, por Helen, por ellos, y por mi.

Alex interviene serenando aún mas, si cabe, mi ánimo. Y entonces... ¿Helen en las noticias?. Puede verse lo sorprendido que me encuentro en este momento, y miro a todos buscando una explicación, Santa Gaia, ya la están buscando.

Según termino de hablar, Alex toma la palabra inmediatamente tratando también él de apaciguar los ánimos, y tratando de que dejemos el tema para otro momento.

Estoy de acuerdo. -Digo separando mis brazos y dando una palmada sobre la mesa- Subid y coged algo de ropa, yo recogeré todo esto. -Trazo unos círculos sobre la mesa, donde descansan las sobras de la comida, platos y vasos vacíos y sucios y algún trozo de comida aún sin devorar- Helen, si necesitas algo de ropa habla con Jane y Amber, ¿vale? -Le dedico una sonrisa amigable a la novia de Will, tratando de aplacar un poco la incomodidad que seguramente estará sintiendo, antes de dedicarles una mirada cómplice a mis amigas. No espero sino lo mejor de ellas, pues las conozco bien- Consultaremos todo lo que haya que consultar a su debido tiempo, en la biblioteca y con Ben e Isaac. Alex, cuando estemos con Isaac quiero consultar una cosa con vosotros dos. Cosas de Philodox. -Le guiño un ojo.

Me pongo en pie con solemnidad, mirando a cada uno en un barrido de la mesa, antes de abrir los brazos fingiendo sorpresa.

¡Vamos! ¡He visto manadas de caracoles más rápidas! ¡Go, go, go! -Les apremio a moverse cuanto antes, comenzando a recoger los platos.

No he dado muestras de enfado con el gesto ni los escritos de Will. Primero porque se supone que voy por la vida de guerrera zen, y eso incluye tragarme la Rabia incluso cuando me pinchan, y segundo porque he conseguido razonar perfectamente con mi instinto la reacción de Will, así que el Lobo no ha conseguido ni gruñir. La Rabia entre hermanos no va a ninguna parte.

- Estoy de acuerdo en que Larissa en una opción parche - asiento -. Pero es la única que tenemos. Puedo hablar con Aitutaki, allí no hay Colmillos, pero no creo que Will quiera tener a su chica prisionera en una isla como está mi madre

Estoy siendo injusta, mamá está bajo protección constante, que es más de lo que se puede decir de casi cualquier Pariente...incluida Helen. oh ironía, mi ironía.

- Ty - le empiezo a decir -. Si quieres os lo explico con más calma en otro momento, pero para entendernos: es el rey. Puede plantarse aquí y pedirte que entregues a Helen y cuando te negaras - no "si te negaras", los dos sabemos lo bien que llevas que algún jefazo pomposo te ordene nada, especialmente algo así - acabarías como Ronin, con suerte

Tomo aire con cuidado.

- Sinceramente, el Renombre o el reconocimiento de la Nación son lágrimas en la lluvia para mí - vi el otro día la peli y no he podido evitarlo -, pero si queremos defender a Helen, como es el caso, no podemos enfrentarnos a un rey y que nos convierta en Ronin, porque entonces no tendremos ciudadanía, podrá pasar por encima de nosotros, literalmente. Si queremos preparar un caso, tiene que ser como buenos súbditos, leales y honorables. Tenemos que buscar información en nuestras Casas, aliados, incluso, a ser posible, tenemos que averiguar quién busca a Helen y por qué, y entonces sabremos a quién podemos pedir ayuda, a qué parte de la Letanía podemos recurrir y qué rey puede ser nuestro valedor

Niego con la cabeza levemente cuando Will escribe una disculpa.

- No hay nada que disculpar, Will, prueba a razonar conmigo cuando piense que mi madre está en peligro - menos mal que hay otro Ahroun en la manada...

¡Oh, a la biblioteca! ¡Estupendo! ¡Nos mudamos al Edén!

- ¡Como el viento!

Escucho a Jane mientras me voy comiendo mi pizza y la de los que no quieran la suya. El trasfondo que hay en sus palabras, que habrá quien considere a esa hermosa muchacha una moneda de cambio enciende mi sangre. No conozco a Helen de nada, pero no es justo que nadie sea tratado así. Mis dedos aprietan la pizza con más fuerza de la debida y la crujiente masa se rompe, manchando mis dedos con el queso fundido más templado que caliente a estas alturas. Mis ojos centellean al mismo tiempo que los de Will, aunque los míos no lo hacen mirando a Jane, sino clavados en la pizza y dirigidos hacia el rey ese, esté donde esté. - Siempre igual, los nobles se creen que pueden decidir sobre la vida de otros -pienso con amargura mientras en mi mente la imagen de ese rey desconocido se superpone con los rostros de mis padres-.

Las palabras de Tyler y Alex me llegan de lejos, atravesando lentamente la nube roja que se había extendido por mi mente, densa y espesa. Pero terminan llegando y la rabia se va transformando poco a poco en determinación. - Nadie va a usar a nadie como moneda de cambio -afirmo con fiereza, casi coreando a Tyler. Poco a poco voy relajando la crispación de mis músculos y mis labios se estiran en esa sonrisa rebelde y desafiante que mi madre tanto odia-. Que se atrevan a intentarlo. - Escucho las explicaciones de Jane y cada vez le voy teniendo más manía a ese maldito rey. Aunque soy capaz de ver la esperanza en sus palabras. Buscar información, aliados, hacernos fuertes. Si tiene que ser así, que sea. Encontraremos algo que ofrecerle. 

Me meto el último trozo de pizza en la boca mientras los chicos van organizando el traslado al túmulo y con las últimas palabras de Tyler me limpio los dedos antes de terminar mi refresco de un trago y ponerme en pie. - Estaremos listas en un momento.

Recojo la ropa que me dejé en la cocina al pasar a la Umbra y antes de subir me giro hacia Helen. - Ven, te dejaré ropa y lo que necesites. Seguro que tengo algo que te guste. Mi madre me envió un vestido en Navidad que creo que hace un juego perfecto con tus ojos. Y no me lo he puesto nunca. - Bajo un poco la voz y miro de reojo a Will. - Le volverás loco con él. 

Empiezo a caminar hacia la escalera para subir a mi cuarto. Yo tampoco necesitaré mucho. Una muda de ropa y la guitarra. También cogeré alguna toalla y mantas para todos, puede que en el Túmulo la noche sea fresca.

Helen se encuentra masticando la pizza que generosamente le han servido, apartando cualquier pedazo de piña que encontrara. Las palabras de todos iban y venían, sus pupilas se dilataron cuando hablaron sobre un rey, hizo un gesto de extrañeza y prosiguió comiendo.

Naturalmente para una chica americana y normal como ella, hablar de monarquías era algo que solo veía en libros de historia. Dejó de comer en el mismo momento en que la conversación sobre ella fluía sobre la mesa sin que pudiese intervenir, todos hablaban como si no estuviera presente, de pronto se sintió tan ajena y volvieron todos aquellos incómodos momentos que también tuvo en casa. Empezaba a recordar porque se había marchado... tenían la costumbre de hablar de ellas como si no fueran más que dos posesiones que el milagro de un nacimiento les había dado.

Marion ya había pagado lo suficiente no ¿no?

Sensible siente la rabia de William arremolinarse a su lado, pero no tiene miedo ya de él. Ahora más que nunca después de todo lo que han vivido juntos en tan corto tiempo, confía ciegamente en él.

Me lo ha prometido

- No, no tengo que acostumbrarme a oír cosas desagradables en ningún momento y ustedes no tienen derecho de hablar sobre mí como si yo no estuviera aquí presente. Es muy grosero e hiriente. -se oye responder pero no se lo cree- No seré rehén de nadie. Y no importa que crean ustedes que es lo mejor para mí, cumpliré la promesa de mi hermana, de cualquier manera posible. Puede que sea una perfecta ignorante del mundo en el que viven, pero del mundo que los rodea si que tengo conocimiento. Y por mi, por mi hermana, mi familia y por Will, que los usaré para defenderme. -si hay dolor y miedo en su corazón, en estos precisos momentos han de estar bien escondidos allí dentro. Porque todo lo que se aprecia en su mirada, es decepción y enojo.

La intervención de Lex-talionis la calma un poco.

- Siento mucho ser una carga para ustedes. Pero no se sientan obligados a nada, si me llevan a una estación de policía podré llamar al buffet de abogados que trabajaba para mi padre. Solo tendrían que indicarme en dónde están los lobos del norte... -advirtió sintiendo que el corazón estaba por salirsele del pecho, quizás además de las lágrimas que de pronto se asomaron y que asesinó apenas se hubo dado cuenta.

Se quedó en silencio cuando se reveló que había salido en las noticias, ya había pensado antes que no tardarían en buscarla, seguro habrían encontrado el auto en la carretera.

La nueva intervención de Jane volvió a causar que sus mejillas ganaran color - ¡No soy una posesión! -protestó de nuevo ¿entregarla a un rey? ¿reyes de quiénes? - y yo no tengo Rey, tengo un presidente y tengo derechos. No soy una don nadie. Y ahora... después de la muerte de todos... -no siguió, pero ahora, ahora tenía otras responsabilidades. Hacerse cargo de todo lo que su padre hacía- Estoy muy agradecida por su gentileza y amabilidad, pero esto es demasiado...

Se puso de pie, pálida, asintió a lo que le dijo Tyler, pero era obvio que todavía estaba afectada por todo. Miró a Will - Iré a donde me digas que vaya William y no dejaré que nadie me separe de ti. -se volvió a ver por la ventana, el bosque, el fin del día, el ocaso de una parte de su vida posiblemente.

Temblaba de miedo, de tristeza pero también de frustración, de lo rápido que cambiaba todo, lo mucho que tenía que hacer y lo poco que sabía de todo esto.

Reaccionó a la voz gentil de Amber, la miró a los ojos y su rostro se suavizó, era la única que no había tocado el tema tan fríamente y que se mostraba amistosa y gallarda. Dejo ver una pequeña sombra de sonrisa... ahí ha de estar el parecido a Will.

Bajo la cabeza con pesadumbre. Otra inocente que simplemente por nacer se ve envuelta en nuestra guerra. Otra chica sin culpa, sin ninguna gana de morir por Gaia ni luchar contra ningún Wyrm, convertida en carne de cañón. Por todos los espíritus de la Teluria que eso me indigna. Cada noche lo veo. Cada maldita noche veo morir a gente como Helen, mato a gente como Helen, muero siendo gente como Helen.

Me levanto lentamente, con parsimonia, y me desvisto despacio, de forma casi teatral. Supongo que se quedará lo bastante pasmada como para quedarse mirando. Aprieto una sonrisa mirando a Will. Lo siento, hermano, creo que esto es para bien. Dejo que la Rabia que siento por la injusticia de Helen me invada. Imagino que estoy frente a quienes le han hecho esto. Mi forma se diluye en la esencia de mi espíritu. Crezco. Me convierto en el arma que soy.

La miro fijamente con mis ojos. Ella es Pariente. Ella no está velada. Puede verme. Puede ver detrás del Velo, detrás del Delirio. Puede ver que somos los que provocamos el Impergium, la matanza, y que somos el terror primordial que hace que los humanos teman al bosque y cuenten cuentos sobre lobos feroces. Si, Helen, soy lo que acecha al otro lado de mis ojos.

- Somos Garou - digo, usando toda mi habilidad para hablar en esta forma -. Tú eres Garou. La fuerza es derecho

Miro fijamente a Lex, a Amber, a Tyler y a William por turnos, esperando que cualquiera de ellos traduzca mi Elevado, porque en forma Crinos es imposible elaborar demasiadas palabras.

- Tus derechos acaban cuando empieza el Velo - le digo secamente -. Hay muchos que te consideran carne, y nada más, y no les importan ni tus derechos ni tu presidente. Tienes la suerte de que nosotros no somos así

Al final del día, sólo queda una pregunta para los Garou. Una que llevo escuchando en sueños desde los seis años: ¿Luchas por ellos, o contra ellos?

- A este lado no tenemos presidente ni tenemos derechos. Ningún rey te va a preguntar si reconoces su derecho a secuestrarte y a venderte a un lobo que te convierta en su fábrica de niños soldado. Si puedes defenderlo, puedes reclamarlo, así que da gracias porque podamos defenderte

Luego, usando los últimos resquicios del poder espiritual que he empleado para hablar pronuncio:

- Noblesse obligue

Me sorprende escuchar hablar a Helen con tanta vehemencia, no lo esperaba. Tanta determinación a pesar de lo que ha pasado, de lo que está pasando...

Tomo la libreta pensando comenzar a escribirle, pero finalmente decido que será mejor hablarlo en nuestro cuarto, mas tranquilamente.

Veo como se levanta, sin saber si saldrá decidida por la puerta. Ya me veo siguiéndola por el bosque. Pero se vuelve a mi y las palabras que pronuncia, no hacen mas que aumentar mi resolución, te va a necesitar muchacho.

Me levanto entonces para rodearla entre mis brazos, tranquila Helen, yo estoy contigo, ahora y siempre. Cuando me separo de ella dispuesto a subir, Amber se acerca ofreciendole ropa, me separo para beber un poco de agua, y veo como le susurra algo que no alcanzo a escuchar.

Le ofrezco mi mano a Helen haciéndole un gesto para que me acompañe arriba.

Noto la mirada de Jane antes de subir, sin llegar a comprender, entonces veo como empieza a cambiar y aunque siento el impulso de hacerlo yo también, me interpongo entre Helen y Jane, no para protegerla, pues se que nuestra hermana no le haría ningún daño, pero necesito que sepa que estoy a su lado, y que nada puede pasarle. Joder Jane, te falta tacto. Busco a mi espalda la mano de Helen, tomándola tratando de infundirle parte de mi fuerza con este sencillo acto. Mientras siento una oleada de Rabia, mis mandíbulas se tensan, y estoy a un paso de romper mi promesa mi respiración poco a poco se va volviendo mas violenta.

Jane, te estas pasando, tu y yo vamos a tener un problema.

Mi mano libre se cierra con fuerza.

El arranque de Helen me descoloca totalmente. Ya estaba entregado a la tarea de recoger los platos, pensando en que un poco de actividad, de cambio de aires, nos vendrá bien a todos. Y la chica de repente empieza a negar todo y a todos. Miro a Will, y la vuelvo a mirar a ella, con tres platos amontonados en la mano izquierda y los restos de dos trozos de pizza sobre el superior.

¿No había dicho que sabía lo referente a nosotros? ¿Es que Will no le ha explicado...? No, tonto de mí, no ha tenido tiempo, y menos teniendo que escribirlo todo... Y ahora esta chica sigue creyendo en las leyes humanas, en la política humana, en la policía humana... En todas esas cosas que emplea el Enemigo contra nosotros.

Peligroso, muy peligroso...

Estoy a punto de tomar la palabra, mientras Amber calma los ánimos de Helen con un simple gesto. Tengo que hablar con Will, hacer que hable -escriba- con ella y la haga entrar en razón. Pero en ese instante veo a Jane comenzar a quitarse ropa, y no creyendo lo que se que va a suceder, voy bajando la mano hasta depositar los platos en la mesa.

Luego todo sucede en un suspiro, como el inicio de los más brutales y rabiosos combates. Jane cambia a su forma crinos, Will se adelanta situándose ante su novia, protegiéndola... Y yo doy dos rápidas zancadas hasta situarme en medio, de costado. Un brazo en cada dirección, pegados a mi cuerpo pero prestos a actuar de ser necesario. La mirada al frente, sin posicionarse a favor ni en contra de ninguno de ambos.

No habrá enfrentamiento entre hermanos. Mientras yo esté aquí, no.

Unas escasas palabras son regurgitadas por la garganta bestial de Jane, un auténtico esfuerzo en esa forma. Deja claro con ello que sólo pretende enseñarle, pero... Joder, Jane, hay formas mejores. Acto seguido continúa hablando en Elevado, y a mi pesar veo necesario traducir esas palabras para que Helen las comprenda. Lo hago con un tono suave, comprensivo, dulcificando en la medida de lo posible cada argumento, a pesar de la dureza de los mismos. Finalmente, logra pronunciar dos palabras que Helen comprenderá, aunque las repito igualmente en voz baja. No tiene tanta importancia para mí como para ella, pero forma parte del ideal de la tribu. Debería ser el más importante para todos, aunque en mi caso hay otro que está por delante.

Lanzo a Jane una mirada comprensiva. Se que lo ha hecho con la mejor intención. Pero es hora de darle la espalda y hablar con Helen.

Helen... -Lanzó a Will una mirada de súplica, una petición para que se aparte y me deje hablar con ella. Nadie comprende mejor que yo lo que es el instinto de protección, pero en esta ocasión no va a ser necesario- Si te he parecido grosero e hiriente, si te lo ha parecido cualquiera de nosotros... -Mis ojos se clavan en los suyos, mostrando la honestidad de mis palabras- ...te pido perdón. Igual que si te hemos hecho sentir un mero objeto. -Me llevo una mano al pecho- Te juro que no era nuestra intención. -Por eso he dicho que tenía que oírlo, pensé que dejaba claro que esperaba su participación, que fuera una más y diera su opinión. Está claro que me equivoqué- Pero tienes que darte cuenta de lo que dices... ¿Eres consciente de que sólo nosotros cinco podríamos asaltar una comisaría de policía entera? -Y sólo somos Cliath- Estás metida en un mundo que va mucho más lejos de lo que unos abogados o policías, suponiendo en el mejor de los casos que no trabajen para el otro bando, puedan solucionar. -Inspiro, necesitado de un suspiro que suena cansado, pero tras el cual lleno de determinación mis palabras- No soy quién para detenerte. No me perteneces, a ninguno de nosotros, eres una mujer libre. Pero he jurado protegerte. Y aunque me dispenses de esa promesa, Will irá contigo, porque te ama, y yo también me lanzaría al mismo infierno por la mujer que amase. -Si es que eso llega a pasar algún día- Y nosotros iremos con él. Somos una manada, no abandonamos a los nuestros. -Trato de sonreír, comprendiendo en la medida de lo posible por lo que está pasando. Ha perdido a su familia, pasado un infierno, y está bajo amenaza escudada en la protección que le ofrecen unos desconocidos con poco tacto. Yo ya habría desgarrado a alguien hace rato- No eres una posesión. Estás aquí, ahora, y nuestros destinos están en tus manos. Decide lo que quieres hacer y en quién vas a confiar. -Dejo pasar un instante, antes de concluir- Nosotros seguiremos aquí. Para ti. -Me giro y pongo una mano sobre el hombro de Will, con gesto serio- Para vosotros.

Me sosiego ante la exposición dulcificadora de Tyler. Creo que ya he hecho mi demostración. Y Will se está enfadando. Mierda, Will, tiene que saber a qué se enfrenta, tiene que saber dónde se ha metido. Manteniendola en la ignorancia no le haces ningún puto favor. La mirada de Ty me alcanza. Está bien, tipo duro, probaremos por las buenas. 

Encojo de nuevo. Vuelvo a mi cuerpo Glabro y, después, al Homínido. Momento en el cual comienzo a vestirme.

- Es tu decisión, Helen, pero ten presente que estoy dispuesta a que me maten para proteger a Will, y por tanto, a tí, quieras o no. Es tu decisión, pero vas a cargar con mi muerte igual, mejor nos llevamos bien

Digo esto jocosamente, mirando de soslayo a Alex. Haz un chiste, por Dios.

- Jo-der. Me vais a matar de un susto...

Es lo único que se me ocurre despues de todo lo que ha pasado en estos últimos minutos.

- Vaaaaaleeee... Todos tranquilos y bien, ¿verdad?- Hago lo posible por evitar mirar a Jane. Que esta sea la segunda vez que la veo desnudarse no cambia el hecho de que tengo que pensar con claridad mi siguiente frase. Trago saliva con dificultad. No me hace mucha falta mirar a los demás para darme cuenta de que estamos de nuevo al borde del abismo.

"Helen a punto de romper a llorar, no se si asustada, enfadada o dolida... William, mudo por una promesa, dispuesto a encajar lo que haga falta por su chica... Amber... Puedo notar desde aqui la tensión de sus musculos, lista para saltar... Tyler desatando todo lo que tiene dentro, todo lo que le convierte en un lider... Y Jane... Como no... Ejemplificando todo lo que significa pertenecer a este mundo de locos... Ser dioses entre gusanos... Reyes entre reyes..."

- Antes de que tenga que llamar a los putos Vengadores, me vais a hacer el favor de tranquilizaros todos... Porque, si no, voy a tener que emplear mi arma secreta...- Lentamente bajo la cabeza y sonrios siniestramente, mientras les miro a todos por debajo del flequillo, mientras me agacho hasta tocar el suelo de madera con mis nudillos.- Voy a amarraros a un sofa y os voy a obligar a ver, del tirón, la peor pelicula de la historia del cine...

Hago una pausa dramática, sonriendo torvamente... Hasta que suelto una carcajada y me paso las manos por la cara, resoplando mientras lo hago. Suelto un largo suspiro una vez más, para despejarme y librarme del olor de la Rabia, el miedo y la ira que flota pesadamente en el ambiente.

- A ver... Helen tiene razón en una cosa. No le hemos preguntado que quiere hacer ella... Si quiere que la ayudemos... Si tiene alguna idea... Y tampoco le hemos expuesto muy a las claras lo que pasa.

Me acerco a ella, colandome entre los titanes que son Jane, Tyler y el enamorado guardaespaldas que es William, hasta cogerle la mano con delicadeza.

- Helen... Me gustaria tener más tiempo para explicarte que somos, que es lo que pasa y que significan algunas de las cosas que hemos dicho.- La miro a los ojos, esos ojos preciosos que estan a punto de romper a llorar. Sonrio al descubrir una inusitada determinación en sus labios apretados y en su tenso mentón. Por el rabillo del ojo veo a William, todavia en ademan protector y sonrio para mi... "Amigo mio... Si esto sale bien, vas a flipar... Te va a tener atado en corto..."- Sales en las noticias... Y eso son malas noticias... Somos algo más que amigos de William... Lo que nos convierte, automaticamente, en algo más que en amigos tuyos. Queremos ayudarte... y, por eso, te quiero preguntar... ¿Que es lo que quieres hacer? Yo creo, y creo que William tambien lo cree, asi como Amber, Tyler, Jane y los demás, que irnos de aqui es la mejor solución de momento.

Trago de nuevo, consciente de lo oscuro que se esta haciendo y de lo que eso significa. "Se nos acaba el tiempo."

- Helen... Siento no poder ser más claro, ni más especifico... Se trata de una cuestión de fé y de confianza, lo siento...- Suelto su mano y abro los brazos en un amplio abanico, para incluirlos a todos.- Todos lo sentimos. Pero, si decides venir, tendras que confiar en nosotros... En todos... Solo puedo daros quince minutos, ¿de acuerdo?

La sonrio e inclino la cabeza, antes de girarla hacia nuestro silencioso Theurge y hacerle el mismo gesto.

Con las mismas, me vuelvo y mirando alternativamente a nuestros Ahroun no puedo por menos que añadir, con la cabeza ladeada y una sonrisa perversa en los labios.

- ¿Tengo que daros unos azotes o podemos recoger, par de abusones? Hale, todo el mundo fuera, que Romeo y Julieta tienen que hacer la escena del balcón... ¡¡Hale!!

Bato palmas para ponerlos a todos en marcha y espero a ser el último en abandonar la cocina, rumbo a mi cuarto.

Bedigo en silencio la intervención de Ty y de Alex, pues de no hacerlo, no se si habria sido capaz de controlarme, aún sabiendo que tengo todas las de perder en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con Jane.

A pesar de no escuchar exactamente todo lo que dice, el tono de Ty, la intervención de Alex, van calmando lentamente mi ánimo, y confio en que también el de Helen.

No consigo apartar la mirada de Jane, ni siquiera cuando regresa a su forma de nacimiento, sigo sus pasos con la mirada.

Al escucharle hablar de como daría la vida por mi, recuerdo efectivamente como ha señalado Ty antes, que somos una manada, y somos uno con la manada.

Pero sus siguientes palabras me causan estupor, ¿en serio estas culpandola por tu decisión?, precisamente tú, que los espiritus te castigan en sueños por las decisiones de otros. No hay justicia ni honor en eso, somos responsables de nuestras decisiones y nuestros actos, no podemos culpar a otros por ello.Ya no hay ira en mis pensamientos, tan solo incomprensión.

Me vuelvo confundido para tomar de nuevo la mano de Helen, y hacerle después un ademan, indicandole que será mejor subir arriba.

Helen parpadea sin moverse, naturalmente el cambio de forma de Jane no le afecta, como a los humanos normales. Prueba de nuevo, de que efectivamente la muchacha es un pariente, por si quedaba alguna duda. No se movió, quizás porque no era la primera vez que veía una forma así.

En casa cuando había visitas, a las que ella no prestaba mucha atención por andar jugando en el estudio de su padre; al esposo de su hermana... recordar eso si le afectó.

Mantuvo la mirada de Jane, su respiración se aceleró un poco, se esforzaba por no recordar aquello que le había arrebatado a toda su familia, gracias a Tyler entendió lo que aquella criatura gruñía.

- Es cierto que mis padres querían obligarnos, pero siempre hablaron con admiración de ustedes, no con esa forma fatal que dices tú; cuando conocí a Will pensé lo mismo, que... son dignos de admirar... pero todo lo que escucho son cosas malas aquí. Me enoja que insinúes que mis padres muertos vendieron a mi hermana como si fuera una mercancía. No la vendieron ¡¿qué padre haría eso?! Hicieron lo que creían era mejor para ella, ellos creían en algo y que el esposo de mi hermana no era más que un... no puedo ni decirlo ¿que la usaba? no lo conocí, no sé los detalles ¿con qué derecho? ¿lo conocías? yo lo vi defenderla, yo lo vi llorar a mi hermana... es que ¿Cómo puedes hablar asi..?

Se tensó detrás de Will, quizás por eso podía hablar pero ver a Jane, le encogía el corazón, por el miedo y el recuerdo a partes iguales- Me casaré con quien yo elija -ya lo dijo en tono bajo.

Agachó la mirada y apenas casi de casualidad conectó con la de Tyler, apretó un poco la mano de Will

- Necesito entregar el objeto, cumplir mi palabra y volver con la policía y los abogados...enterrar a mi familia y... tomar posesión de los bienes, ponerme al frente. Estoy sola ahora y a cargo, ya no puedo volver a lo que hacía... Will me lo ha dicho. -confesó con tristeza.

Pero se sorprende y los colores se le suben al rostro cuando Tyler le dice que Will la ama ¿la amaba? ¿es amor? Si, eso que había sentido cuando se tocaron...

Las palabras de Tyler hicieron que finalmente Helen volviera a llorar, había demasiados estímulos en ella, tantas cosas, tanta información, tantas malas noticias pero el amigo de Will, le dio esperanza...

Soltó a Will y abrazó a Tyler, mientras se echaba a llorar desconsolada. Ya era todo demasiado grande para ella.

Se quedo así algunos momentos, descargando otra vez todo el dolor que sentía, hasta que finalmente sintió que alguien le tomaba de la mano, miró con sus ojos llorosos a Alex, se dejo atraer por él y escuchó aquellas amables palabras que finalmente lograron robarle una sonrisa - Si, deseo saber algunas cosas, tengo preguntas. Pero antes, iré con ustedes a ese lugar que dijeron en donde pasaríamos la noche -se agachó y le dio un beso a Lex-talionis.

Se dejo tomar por Will y lo acompañó hasta el segundo piso.

Sonrio ampliamente, como un melón y me ruborizo como sin duda se sonroja William cuando esta cerca de ella. Les veo subir, cogidos de la mano y les envidio con toda fuerza de mi alma. Meneo la cabeza, preocupado por lo que el futuro pueda depararnos.

"Sin embargo... No estamos solos en la oscuridad... No... Cargados de pesadillas... Perseguidos por miedos... Estamos unidos..."

Sin decir nada más, ayudo a Tyler a terminar de recoger la cocina y me pongo a la tarea de lavar platos, cubiertos, cristaleria y cacharros para dejarlo todo en perfecto estado. "Al fin y al cabo, esto es temporal... unas noches... una semana tal vez..."

Froto con saña las sartenes hasta dejarlas relucientes y limpias, dejandolo todo lo más limpio posible. Soy consciente de que el tiempo que les he pedido es poco, pero es lo que hay. Con un chasqueo de desaprobación, termino de fregar el suelo de la cocina, dejando un fresco olor a pino y limón.

Los demás recogen lo que pueden y en menos de diez minutos ya tenemos preparadas unas cuantas bolsas con basura orgánica, envases y papel, perfectamente separados y listos para reciclar. Soy consciente de que todo lo que necesito es ir a mi cuarto, coger la bolsa para emergencias y cerrarlo todo.

Me doy una palmada en la frente y agarro un par de paquetes de kilo de granos de café y el molinillo, guardandolo con cuidado en una bandolera que lleva tiempo ejerciendo esa función como bolsa de transporte. Cruzada al hombro, echo a correr hacia la habitación, saco la bolsa de deporte negra donde guardo todo lo que necesito para una huida rápida y cargo con ella hasta la puerta de entrada.

-  ¡¡Quedan cinco minutos!!

Detengo mis pasos cuando ya estaba a punto de subir por la escalera para contemplar desde allí cómo continúa una situación que pensaba que ya habíamos superado. Mi ceño se frunce con la transformación de Jane y la postura defensiva de Will. Todo mi cuerpo se tensa y la oleada de Rabia que sacude el lugar hace que mi mirada centellee de nuevo y mi respiración se agite levemente. 

Sin embargo, Tyler vuelve a demostrar una vez más por qué es el mejor líder que podríamos imaginar. Entre él y Alex traen la calma, esa que tanta falta nos hace en un día tan revuelto y de nuevo mi cuerpo se va relajando. 

Cuando Will y Helen se acercan a las escaleras, retomo mi camino hacia arriba y me dirijo a mi habitación, haciéndole un gesto amistoso a la chica. - Vente a verme cuando termines. 

Preparo una mochila verde de deporte para mí con un par de mudas limpias y tras dudar un momento, cojo también un pijama. El neceser con útiles de aseo. La guitarra en su funda. Después preparo una mochila para Helen, aunque esta no es de deporte, es de lona gris y morada. Mientras espero a que venga voy escogiendo algo de ropa y zapatos para ella. Incluido el vestido que le prometí antes y añado algo de ropa interior mona, con encajes y eso. No suelo usarla a diario, pero algo tengo para ocasiones especiales como sospecho que será esta noche para ellos dos. En el bolsillo de la mochila le meto un par de condones sin decir nada, por si acaso. También jabón, champú, crema hidratante... Preparo un neceser extra para ella con una bolsita de tela en la que suelo guardar maquillaje. 

Escucho el grito de Alex cuando ya estoy terminando y tras dudar un instante termino por coger también los apuntes para el examen que tengo la semana que viene y los meto en la mochila. Dejo las dos bolsas sobre la cama y en lo que viene Helen busco también el segundo casco de la moto. Probablemente alguien tenga que venir conmigo.

Agradezco en silencio las atenciones de mis hermanos.

Tras subir a la habitación cierro la puerta con cuidado.

Dejo la libreta sobre la cama y la abrazo unos instantes. No necesito escribir nada ahora, tan solo hacerle saber que no esta sola, que yo estoy con ella. No hay prisa en mi abrazo, necesitamos tiempo, sobre todo ella.

Cuando siento que está mas tranquila, le doy un beso en la mejilla, y me retiro para recuperar la libreta, indicándole que nos sentemos los dos en la cama, de modo que pueda leer mientras me explico.

Helen preguntame todo lo que quieras, yo te contestaré lo mejor que pueda. Se que es todo tan distinto...

Yo estoy contigo Helen, y no voy a separarme de ti. te acompañaré donde quieras ir. Todo va a salir bien. Y tu podrás llevar la vida que quieras, con quien quieras. Yo te ayudaré y estaré a tu lado para que así sea.

Siento tantisimo no poder hablar contigo, necesito decirte tantas cosas...

Hoy será mejor descansar en el Túmulo, alli estaremos a salvo.

Se que quieres recuperar cosas de casa, no creo que sea muy prudente, pero si quieres que vayamos iré.

Le dedico una mirada cariñosa antes de continuar.

No estas sola, me tienes a mi.

Ahora será mejor que recojamos algunas cosas, tengo una mochila y una bolsa de viaje, podremos meter alli lo que nos haga falta o puedes usar alguna mochila de Amber, como prefieras.

Ahora te diré cual es la habitación de Amber, ella te dejará algunas cosas, y si necesitas algo de la mia, coge lo que quieras.

Me quito el colgante que llevo y hago ademan de ponerselo en el cuello. Aprovechando la cercanía, le doy un cariñoso beso.

Entonces me levanto haciendole un gesto con la cabeza, vamos, te llevo al cuarto de Amber.

Más calmada ya, esperó a que terminaras de escribir nuevamente sobre el papel - Te lo preguntaré cuando puedas hablar de nuevo, te cansarás si tienes que escribir tanto en papel. Si iré a casa, pero lo haré luego cuando sepa bien qué está pasando -te observa de aquí para allá llevando ropa de un lugar a otro, alistándote para la noche en el túmulo.

Tras las indicaciones, empieza a caminar hacia el cuarto de Amber, pero se detiene cuando pareces querer entregarle algo, ella sonríe al ver el colgante e inmediatamente inclina la cabeza para permitir que se lo pongas - Gracias Will, yo... no tengo nada que darte ahora, pero también me gustaría darte algo para que lo lleves... -se acerca y te da un beso sobre los labios delicadamente.

- Y tu me tienes a mi Will

Sonriendo sale fuera de la habitación.