Partida Rol por web

Un buen dia caminaban tres amigos juntos en busca de aventuras. Darin, un guerrero enano de buen caracter y su viejo amigo Mythrail, Halthir, un guerrero de buen corazón libre y sin ataduras y Einarr, el druida del buen criterio y el buen juicio. Nuestra historia comienza el dia en que estos tres amigos decidieron pasar por una lúgubre taberna a medio camino de su destino final, la norteña ciudad de Luskan.

Algo disgustado por la caminata, reclamo a mis compañeros. ¡Hmpf! No puede ser que sigamos marchando por tanto tiempo. Busquemos un lugar en donde descansar, o vamos a terminar como un puñado de elfos. Miro a mis alrededores tratando de buscar un lugar en donde descansar. Tiro por Avistar.

Mientras recorría junto a sus compañeros los pardos caminos tapizados de hojas, por el sendero que discurría através del bosque, no podíaevitar lamentarse en c ierta forma por el vuelco que había dado su destino.

Hacía unas cuantas lunas era un joven con el futuro en sus manos. Él, descendiente de los Spaki, cuya sangre corría por sus venas. Sangre que había dado a los más grandes guerreros, los sabios más ilustres y heroes que están en boca de todo el mundo.

Cuando Einarr empezó el ritual de iniciación de las pruebas de capacitación, estaba lleno de esperanza, era el primer paso para ser admitido en el círculo interno de los druidas, pero cuando después de pasar las duras pruebas de iniciación Eisenhand le lanzó las runas y leyó el futuro en ellas, le conminó  a que volviera cuando el destino hubiera acabado con lo que le tenía preparado. Einarr no tuvo más remedio que aceptar la decisión.

No fué cponsciente de su cansancio hasta que Mythrail hizo patente el suyo. - Si, necesitamos descansar

La noche poco a poco se va abriendo camino en la boveda celestial. La luz del sol va cayendo en el oeste y la noche va cubriendo todo cuanto os rodea.

Buscais algo de cobijo para descansar esta noche.

La noche está cayendo, será mejor que busquemos cobijo en algún lugar. Pensó Darin mirando al cielo, en el cual empezaban a vislumbrarse las estrellas poco a poco.

Camaradas, será mejor que busquemos un sitio donde pasar la noche.

las últimas luces del dia se iban apagando, y el azul dejaba paso a los tonos rojizos de las últimas horas del  atardecer. 

Se habían mantenido por el serpeante camino de tonos pardos, si bien el había insistido en un par de ocasiones de coger un par de atajos para ganar algo de tiempo, sus compañeros habían sido reticentes a ello.  Ahora Einarr observando el cielo y las alargadas sobras que se dibujaban en el suelo del bosque.

echemos un vistazo por los alrededores, Buscaré un sitio donde pasar la noche. - Einarr se alejo unos metros del camino para asi comprobar la zona

El druida se aleja unos pasos reconociendo la zona, mientras que Darin ve un roble donde a su vera se podria hacer una fogata sin que dañe al gran arbol. Pero no tiene ningun tipo de cobertura en caso de que sufran un ataque a manos de alguna bestia hambrienta.

Miro entre los árboles, pero el bosque se ha cerrado para mi. Quizá sea el cansancio de la jornada... o que no prestó atención a las lecciones de su maestro.

Sí, va a ser eso último. Definitvamente.

Mientras sonríe ante sus pensamientos, sigue a sus compañeros, que parecen haber elegido un lugar para pasar la noche.

De acuerdo chicos, acomodémonos aunque no parece que vaya a ser una noche demsiado fría. ¿Os parece si hago yo la primera guardia? Ya sabéis que no tengo el sueño ligero, así que ni la luz del alba ni los lindos pajarillos consiguen despertarme.

Sigo sonriendo, mientras busco un lugaar desde el que controlar todo el campamento lo mejor posible.

Por mí no hay problema, me vendría bien un descanso.

Aflojo un poco la correa de mi mochila y me recuesto a un lado. Saco mi pedernal y acero dispuesto a encender el fuego con algún montón de hojas y ramas secas que levanto del camino. Esto seguramente nos dará un buen fuego. Tres o cuatro horas, quizás. ¡Einarr, trae unas cuantas ramas para el fuego! - grito al verle alejarse.

 Mientras intento que salte una chispa, canturreo una vieja canciòn de mis tierras.

Einarr escucho la petición de su amigo, asi que mientras buscaba un buen sitio donde pasar la noche, fué recogiendo las pequeñas ramas que encontraba por el suelo, y cuando tenía unas cuantas las ataba en forma de fardo, y asi iba creandololos uno tras otro, asi mismo buscó ramas algo más grandes que hubieran estuvieran en el lecho del bosque, y que se hubieran caido por una causa u otra.

Einarr se sentía lleno de vida entre la madre naturaleza ¿ Acaso se puede enocontrar una maravilla mejor en algun lado ?

En un momento estabais todos dando cuenta de vuestras provisiones para al dia siguiente continuar. La noche se va cerrando y parece que no hara un frio excesivo. La hoguera poco a poco se consume y las sombras se van cerrando sobre vosotros. Pronto el sueño se va a apoderando poco a poco. Bajo el cobijo de una pared rocosa os habeis establecido y con la hoguera estais calientes.

 Suelto un bostezo que sacude mis barbas. Bueno, creo que es momento de tomar un descanso. Háblame para hacer la siguiente guardia, Halthir.

 Le doy un apresurado mordisco a mis raciones de viaje, bebo gran cantidad de agua y me recuesto sobre mi petate.

Descuida, yo te aviso. Interntad descasnar.

Arropado en las manos de la madre naturaleza, y con las suaves caricias de la hoguera que les acompañaba, Einarr cayó presa del sueño.

¡Al fin, algo de descanso! Darin se tumba cómodamente mientras el sueño y el cansancio acumulados por el viaje le sumen en un profundo y placentero sueño.