Partida Rol por web

Avanzamos por el pasillo, lentamente y con cuidado, pero eso no evita que Johannes se tropiece con una cadena. No tan dotados como nosotros, los humanos no pueden evitar ser patosos. Igualmente, me podría haber pasado a mi.

Los accidentes pasan.

Escucho las voces detrás de la puerta, al acercarme a la misma para palpar el simbolo de la higuera, mismo símbolo que estaba en las tarjetas. Valantina, deben ser. No entiendo lo que dicen, aunque los escucho bastante claramente.

Me acerco a Johannes, y me inclino sobre el (un poco mas bajo que yo), para apoyar mi mano en su hombro, y acercar mis labios a su oído.

-Podríamos intentar abrir la puerta, y visualizar que hay ahí adentro, para tener una idea de qué cantidad de humanos hay allí. Yo no entiendo lo que dicen, no se tu.-le susurro levemente.

- No se si sería prudente, por lo pronto he podido distinguir al menos 3 voces diferentes. Puede que 4. Aunque no puedo asegurar que no haya más. - respondo al elfo - Yo tampoco les entiendo, imagino que estarán hablando en tileano, idioma que no conozco. En cualquier caso, entrar por aquí a la fuerza va a ser dificil,  - señalo el tunel que lleva a las cloacas - puede que en las cloacas encontremos otra entrada, como la entrada secreta que había en la base de los Sachtzenheimer ¿recuerdas? Aunque antes de tomar cualquier decision mejor consultarlo con los demás.

Asiento en respuesta a las palabras de Johannes, temeroso de hacer emitir otro sonido y ser escuchado. Su concejo parece acertado, y me plirgo a él, ya que en este lugar el sabe mas que yo. En el bosque...pero no estamos afuera, rodeados de árboles: es una casa en la ciudad, un laberinto de piedra artificialmente creado.

Comienzo a regresar hacia donde están los demas, intentando nuevamente no hacer ruidos. Un eslabón que no había visto, sin embargo, frustra mi intento al tintineantemente huir de uno de mis pies. El corazón comienza a galoparme, y giro mi cabeza, mi mirada suplicante y aterrorizada fija en el rostro de Johannes. Sólo resta esperar no haber sido escuchado.

Asiento y me quito el trapo de la boca, depués digo- Oh, ¡por fin puedo vocalizar correctamente! ¡Demos gracias por ello!. Bueno, así que dices que tienes que matar un lobo. Vaya, que interesante. ¿Cómo le tienes que matar?. Quiero decir, que qué arma tienes que usar, una daga, un puñal, una maza, un arco, un cañón enano... Bueno, no creo que importe mucho, seguro que lo importante es que quede bien muerto. Y luego te tienes que fabricar una capa... ¡Una capa de auténtica y genuina piel de lobo! ¿Sabes si abriga? Seguro que si, con todo ese pelaje y tal. Por cierto, si alguien llega a Middenheim, y matase un lobo... ¿Qué pasaría? ¿También le harían un clérigo de Ulric?... Bueno, a ver si Johannes y Elarendil terminan pronto y nos dicen que han descubierto. ¡Me muero de impaciencia!

¡Ja! Cierto que ahora te entenderemos mejor. Yo ... aprendi a hablar con trapos en la boca... fue muy duro, pero tuvimos que recoger los cadaveres de la ciudad... se extendio una enfermedad mortal y no podiamos permitirnos errores. Seis iniciados y dos sacerdotes murieron al contraer la enfermedad... casi susurra sombrio...

Respecto al lobo dice mas animado Rainer no hay normas sobre el equipo que debes llevar. Piensa que los lobos de Middenheim son como tres o cuatro veces un lobo normal... ¡son brutales! Sus pieles estan muy valoradas fuera por su grosor y capacidad para albergar calor. Ademas por supuesto como defensa adicional ante ataques, jejeje. Si cazases un lobo de Middenheim probablemente te apresaran porque estan protegidos por el Conde Elector... o al menos asi era la ultima vez que estuve por alli. Solo los sacerdotes e iniciados de Ulric pueden acceder a ellos. ¡De ahi que haya cazadores furtivos! ¡Malditos! señala enojado mientras escupe al suelo.

Si que estan tardando nuestros compañeros en la exploración, espero que no les haya pasado nada... comenta negando con la cabeza...

Vuestros compañeros han inspeccionado la zona y regresan en silencio, pero la suerte no está hoy de su parte pues Eldarendil arrastra la misma cadena que Johannes haciendo un ruido parecido.

¡Por las Barbas de Ulric! ¿Qué es eso que arrastrais? ¿Qué habeis visto ahi delante? ¡Venga venga! Nos morimos de impaciencia... dice Rainer extasiado.

No se si tendre mas cosas que decirle al hablador Wolfgang...o si tendre la paciencia piensa horrorizado sacando maza y rodela.

Menudos exploradores silenciosos que somos... - pienso cuando de nuevo armamos ruido de vuelta por el pasillo -  Menos mal que los tileanos están de celebración. Con suerte no se percatarán de nuestra presencia.

A nuestra llegada Rainer nos saluda con una avalancha de preguntas. Esá realmente inquieto, se nota que es un hombre que lo pasa mal cuando le toca esperar. Además, seguro que ha sido bombardeado por las historias de Wolfgang.

- Estamos seguros de que la puerta de ahi delante es la entrada a la base de los Valantina. Tiene el símbolo de la higuera grabado y tras ella se escuchaban varias voces y risas, tres o cuatro no estoy muy seguro, en un idioma extranjero. Supongo que tileano, pero ni Eldarendil ni yo somos capaces de comprenderlo. - respondo - También hay un pasillo que lleva a un sistema de cloacas, que aun no hemos explorado. No he encontrado trampas en nuestro camino, aunque la puerta no he querido examinarla hasta que decidamos nuestro siguiente movimiento.

La tensión y el ambiente de peligro empiezan a hacer mella en mí. Noto mis músculos agarrotados y decido sentarme un poco para descansar. Desde una posición relajada, y con la espalda apoyada contra la pared continuo:

- Ahora tenemos que decidir qué hacer. Entrar a la fuerza por esa puerta no lo veo factible, suponiendo que no les llegasen refuerzos, cosa que dudo, seríamos cuatro contra cuatro y en una posición que pueden defender facilmente. Para usar esa entrada como mínimo deberíamos idear algo con lo que hacer que salgan y pillarlos por sorpresa.

Coloco mi ballesta en el suelo cerca de mí, aun tensada pero sin el virote, que sostengo en mis manos, no vaya a ser que se dispare por error y tengamos una desgracia.

- Por otro lado, podemos echar un vistazo a las cloacas. No puedo asegurarlo, pero por la dirección que tiene el pasillo quizás pasen paralelas a la base Valantina o por debajo. No me extrañaría que hubiese una entrada oculta, como la que encontró Wolfgang en la base de los Sachtzenheimer.

Termino de dar mi informe con un suspiro de cansancio y dejo que mis compañeros piensen en ello, mientras jugueteo con el virote en mis manos.

¡¿Cuatro contra cuatro?! ¡QUE GRAN COMBATE! ¡Vamos a por ellos! y justo cuando parece que va a salir corriendo a por ellos se detiene.

Aun no habeis explicado que es eso que teneis entre las piertas... ¿un cepo? ¿cadenas tiradas para atrapar incautos? Buscar en las Cloacas no me da buena espina... ¡asalto frontal! Siempre es lo mejor cuando no hay flancos que defender, jaja. Aunque claro, no sabemos el total que habra dentro... ¿y si prendemos la puerta? No, eso solo haria que se escondiesen mas...

Voto por entrar y usar nuestra sorpresa para que no puedan reaccionar... ¿que pensais los demas? calla Rainer al darse cuenta que tras pasar un rato con Wolfgang algo se le ha pegado ...

Parpadeo extrañado y algo ofuscado por la vehemencia del ulrita. La sed de sangre del mismo parece incluso opacar el sentido común que debería tener.

¿Cuatro contra cuatro una lucha pareja, siendo que ellos conocen el terreno y nosotros no?

Escucho el resumen de Johannes, y asiento quedamente, como para mi mismo. El resumen que ha hecho es impecable, y presenta las opciones de manera adecuada...aunque Rainer se aboca precisamente a la más arriesgada.

Observo mis pies, ante la observación de Rainer, y veo que el eslabón de cadena sigue enganchado. Me agacho y lo saco del lugar en donde se había quedado prendido, y lo observo curioso. Restos de una cadena, vaya a saber para que se utilizaba. Lo  guardo en el bolsillo, ya que puede servir como pedernal, y no deseo hacer mas ruido tirandolo por el piso.

Pareciera casi embrujado por sus propiedades de detectar intrusos.-pienso algo risueño.

Me levanto de coger el eslabón, y observo al resto. Pareciera que están esperando alguna respuesta, asi que con dudas aún por no estar en mi elemento, contesto.

-Creo que la exploración de las cloacasno sería demasiado buena: no conocemos el lugar, y fácilmente podríamos perdernos. Recuerden que tenemos un plazo horario, ya que estos maleantes seguramente se llevarán la gema o buscarán algún comprador. Cada momento que pase, será menos probable encontrarla.-digo, pensativo, mientras me acaricio la mandíbula, en busca de inspiración.

-Si yo tuviera que cazar una presa que se encuentra en su madriguera, hay dos maneras de hacerlo: una es llenando la madriguera de humo o de agua, cosa que aquí no podemos hacer. Otra, es buscando que salga. Estos son humanos violentos, que seguramente reaccionarán si escuchan ruidos de un ataque. Quizás podríamos dividirnos, y hacer suficiente ruido un grupo como para que salgan los bandidos, mientras otros atacan por la espalda.-agrego, como idea, para a contiunuación, arrepentirme.

-Bueno, no es muy buena idea que digamos. Olvídenlo.-finalizo mi alocución con mis manos haciendo un gesto tajante, para luego caer como cansadas a los costados de mi cuerpo, y comenzar a juguetear nerviosamente con la capa raída que llevaba puesta.

No se nada de esto...debería estar en otro lado...¿que estoy haciendo aqui? Todos perdidos...

Tras unas milesimas de segundo de silencio y reflexión, evalúo posibilidades, y digo- Está bien, por lo que veo, tenemos más bien pocas opciones, y ninguna de ellas nos es valida. Vale, no pasa nada, seguro que se nos oscurre un brillante plan para poder entrar sin que los bandidos que hay ahí adentro se den cuenta de nuestra presencia. Podemos intentar el plan de Rainer, el de entrar a saco, por las malas y dejando a todo el mundo decapitado con el problema de que nos esperen y tenga alguna trampa preparada; o por otro lado, podemos simular ruidos de lucha y salir. Yo me inclino más por la sutileza del plan de engañarles. Con hacer chocar nuestras armas con las rodelas, será suficiente para que crean que estamos luchando de forma aguerrida.  Pienso que lo primero a probar es este segundo plan. Si no funcionase, ya si que deberíamos plantearnos el tirar la puerta abajo y matar a todo lo que nos encontremos cuando pasemos. Así que, vamos a la puerta, para ser bien audibles, hagamos como que peleamos. Si este plan fallase, siempre nos quedará el método Rainer...

Bien, vamos para allá. Otra cosa, procurad no llevaros la cadena del suelo enganchada, aunque si no os han oido ya, es o porque no hay nadie o porque están muy duros de oido. Bueno, caballleros... Cuando gusten, comenzamos el combate.

Estoy en silencio durante la conversación. Más que nada por la vergüenza que siento cada vez que mis compañeros me recuerdan el ruido que hemos armado con la cadena.

Tras escuchar sus opiniones y ver que se deciden por un asalto frontal me decido a hablar.

- Si vamos a atacar de frente, desde luego debemos pillarles por sorpresa. - digo - La idea de Eldarendil y Wolfgang me parece acertada, aunque no se cómo nos apañeremos una vez dentro.

Suponiendo que no nos maten antes de entrar.

Suelto el virote con el que estaba jugando y lo dejo reposar en el suelo junto a la ballesta. A continuación me levanto y llevando mi mano hacia mi bota izquierda, saco la daga que tengo oculta ahi.

- Tenemos dos armas a distancia. - expongo la situación. Me vuelvo hacia la pared, y con la punta de mi daga la araño dibujando un simple esquema del lugar - Un poco más adelante, el tunel se divide. Una de las bifurcaciones no tiene salida, es poco más que un hueco en la pared. La otra como ya he dicho lleva a las cloacas. Propongo que Eldarendil y yo nos pongamos a cierta distancia de la puerta, - hago dos marcas en la parte inferior del tunel - la suficiente para poder apuntar y disparar con comodidad a los enemigos que salgan. Vosotros dos - señalo a Rainer y Wolfgang - llamad la atención de los guardias y colocaos aquí. - hago otras dos marcas, esta vez en la parte superior - Con suerte los guardias se dirigiran hacia vosotros y Eldarendil y yo podremos dispararles por la espalda. Usad las bifurcaciones del tunel para apartaros de la linea de fuego, no vaya a ser que os demos a vosotros por error. No creo que podamos realizar muchos tiros antes de que se nos echen encima, y más yo que tengo una ballesta. Pero si los dioses nos sonrien eliminaremos un par de guardias, antes de que se den cuenta.

Termino de exponer mi idea. Mientras mis compañeros piensan sobre lo que he dicho, guardo la daga en la bota de nuevo, recojo la ballesta y la cargo con uno de los virotes.

¿Se os ocurre algo mejor?

Me preparo para el combate y hago lo que digan mis compañeros.

¿Porque me siento como un adolescente en estos momentos? ¿Porque han tomado en consideración mis ideas? Quizás sea eso...me estoy sintiendo a gusto con ellos, y ha comenzado a importarme lo que ellos piensan de mi, de lo que hago.

-Me parece adecuado el plan. Intentémoslo.-digo, sonrojado y algo tartamudeante por el nerviosismo de ver cómo saldrá adelante mi idea.

Por enésima vez, verifico la cuerda del arco y las flechas, que los astiles no estén desviados o que las plumas estén bien colocadas.

Me parece un buen plan... solo espero que no huyan y alerten a los demas... por Ulric... dice mientras va a hacer la señal para que "acudan" los malhechores y vuelve a su posicion para prepararse.

Viendo que mis compañeros dan el visto bueno al plan, me coloco en mi posición.

- Vayamos pues. - digo por el camino - Acordaos de parapetarse en las bifurcaciones, para no estar en la linea de fuego y ser acertado por error.

Una vez en mi puesto, compruebo que la ballesta esta bien cargada y me preparo para disparar rápidamente en cuanto salga un guardia.

Me posiciono silenciosamente en el lugar acordado, al lado de Zimmerman. Tan tenso yo como la cuerda de mi arco, permanezco a la espera, callado.

Por unos momentos, olvido el lugar en donde me encuentro, y en que situación estamos, y comienzo a percibir nuevamente la ansiedad calmada de la caza, la espera antes de asestar el golpe mortal.

Pero cazamos presas mas peligrosas.