Partida Rol por web

El corazón de Caín

[ASESINO 2] Comienzan los latidos

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15/02/2017, 16:28
Director

Javier pagó su café y salió a la calle. La ciudad bullía de actividad igual que lo hacía cualquier otro lunes. La gente iba por las aceras ajena a nada que no tuviera que ver con su propia vida, sin intuir siquiera que su Realidad pudiera ser una pantomima. 

Pero él sabía demasiado. Y la noche anterior había comenzado por fin su labor. ¿Habría dejado algún cabo suelto? En su cabeza había recreado una y otra vez lo sucedido y pensaba que no, que no había manera de llegar hasta él. Por el momento. Con cada nuevo carcelero asesinado la soga se iría cerrando más sobre su cuello y, en algún momento, lo asfixiaría. Y ni siquiera tendría el consuelo de la muerte. Le esperaba una eternidad de sufrimiento. Pero lo tenía asumido. Si todo salía como él esperaba las cadenas se romperían y alguien podría liberarlo en algún momento. Si no... mejor no pensar en eso.

Se internó en la Mentira que los tenía sujetos y decidió que hoy, sólo hoy, se tomaría un breve descanso hasta que las noticias hablasen de Adelaida. 

Notas de juego

Arrancamos.

Me gustaría que me describieses la casa de Javier, su tienda y que cosas suele hacer en un día normal. ¿Quizás algún contacto con proveedores? ¿Algún vecino con el que se encuentra a diario en la calle? ¿Come en casa? ¿Restaurante? Esas pequeñas cosas cotidianas que hacen que todos, incluso los asesinos condenados o los héroes irreductibles, sean seres humanos en el fondo.

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17/02/2017, 01:51
Asesino2

TE paso una primer idea (en Notas) de lo que de puedo llamar rutina. Obviamente tu decides si lo apruebas o no Más allá de definir una rutina (todos los días, incluso domingos, entre las 8:20 y las 9:00) la idea es dejar varias dudas si, en algún momento alguien decide seguirlo. Se lleva el diario sin pedirlo ni pagarlo? Consume su desayuno sin aclarar que quiere? deja el periódico en la mesa después de leerlo. Se retira del Bar sin pagar? Digamos que cada una de las actitudes pueden ser "sospechosas" en si mismas Además eso te dejaría quedarían dos PNJ (o tres si contamos al diariero) que pueden certificar que Javier es una persona más que rutinaria y que no cambia sus actividades desde hace años. Quizás los frascos con, no sé, 3.000 o 4.000 euros sean el mejor de los argumentos para definir cuan rutinario puede ser. El hecho de que la rutina sea solo para el desayuno es algo que ni Miguel ni Julio (ni el diariero) tienen porque saber ;-) Eso tiene su contrapartida, Javier necesita mantener su rutina del desayuno, por lo que en cualquier plan que haga intentará tener libre ese periodo. Si por algún motivo no puede hacerlo, aunque Javier no lo sepa, es seguro que Miguel y Julio sabrán exactamente que día no fue a desayunar. Habrá sido el día que se repartieron un montón de euros por que Javier se apartó de la rutina. --- Respecto a la casa y tienda, como tu mismo defines, la idea es que la casa esté SOBRE la tienda. Probablemente con entradas separadas, pero con posibilidades de conectarse por dentro Respecto a la descripción, es mas difícil, pero las imágenes valen más que mil palabras, te parece algo así:
Esta foto de Mercado de San Telmo es cortesía de TripAdvisor O quizás así:
Esta foto de Mercado de San Telmo es cortesía de TripAdvisor O así:
Esta foto de Mercado de San Telmo es cortesía de TripAdvisor

Notas de juego

Si algo permanecía inalterable en la rutina de Javier era el desayuno. La vida no era tan sencilla como el quisiera. Se había embarcado en una misión que probablemente le costara la vida o algo peor. Debía combatir, incluso, contra sus instintos más arraigados para hacer lo que debía hacer, pero la media hora del desayuno era sagrada. Siempre lo tomaba en un café cerca de la tienda llamado el "Café de los Espíritus" El nombre, probablemente era una broma macabra de su destino, pero había empezado la rutina del desayuno mucho antes de pensar en su misión y no pensaba alterarla. Algo debía permanecer estable. Algo debía funcionar como un cable a tierra para no desesperar ante lo que estaba obligado a hacer. El café no estaba lejos de su tienda. Eran apenas dos cuadras, quizás algo menos, pero la distancia era exactamente la que necesitaba para poder concentrarse en empezar el día. Cada mañana, tras una ducha reparadora, XXX no entendía como alguien podía comenzar su día sin una ducha que le refrescara el cuerpo y la mente, salía de su casa y caminaba hacia el "Café de los Espíritus" con paso descansado. Se detenía a comprar el periódico, o algo similar. Lo cierto es que no hablaba con el vendedor, solo realizaba un seco movimiento de cabeza a modo de saludo mientras esperaba que el vendedor le entregase su periódico. Solo eso, un cabezazo y continuaba caminando hacia su destino con el diario bajo su brazo derecho En el café ya tenía su mesa asignada. Nunca lo había organizado, pero años y años de sentarse en la misma mesa le daban, a su entender, el derecho a que estuviera libre cuando llegaba, alrededor de las 8:30 de la mañana. Y siempre estaba libre. Si alguien intentaba ocupar su mesa antes de su llegada era rápidamente cambiado de lugar por Miguel, el mozo que llevaba tantos años atendiéndolo El no lo sabía pero el dueño del lugar, Julio, y Miguel, el mozo que lo solía atender colocaban, día a día, una moneda de un Euro en un frasco que ya estaba hasta los topes. Era simplemente una forma de ahorro. Habían decidido que el día que llegara más de cinco minutos antes o después de las 8:30, repartirían la pequeña fortuna que se estaba acumulando con los años. Aunque creían que esto no pasaría nunca. De hecho ya estaban completando el tercer frasco de monedas. - Miguel, buen día - ese era todo el dialogo con el mozo. Solo levemente más largo que con el diarero. Si Miguel contestaba era lo mismo que le hablase a una pared: no tenía respuesta por parte de Javier que, apenas sentado, abría el periódico y comenzaba a leer los titulares. Era raro que leyera algún articulo en particular, aunque a veces sucedía. Sin embargo, su rutina matutina incluía la lectura de todos los titulares y los copetes de los mismos Desde hacía unos meses, incluso, había descartado el escueto - Lo de siempre - con que solía acompañar al saludo. Ya no hacía falta. Miguel tenía claro lo que debía traer. Un café con leche en un enorme tazón de campo y tres tostadas, exactamente tres, ni dos ni cuatro, de pan lacteado, junto un platito con dulce de ciruela y un cuchillo para untarlo en las tostadas. Y habían quedado atrás las épocas en que Miguel y Julio habían intentado ofrecerle más tostadas, o distintas variedades de mermelada. Solo habían tenido como respuesta la mirada fija de Javier mientras esperaba que SU desayuno llegara a su mesa. Javier necesitaba de su rutina. La media hora leyendo el periódico, sorbiendo lentamente su café con leche y comiendo las tostadas tras untarlas con el dulce de ciruela Algo antes de las 9:00 se levantaba, dejaba el periódico en la mesa y se retiraba sin pagar, dispuesto a abrir su local exactamente a la hora que correspondía. Ni un minuto antes ni uno después. A las 9:00 en punto Solo los domingos la rutina era distinta. Si bien desayunaba y leía el periódico como todos los días no debía abrir el negocio, por lo que a las 9:00 se acercaba al mostrador y pagaba las consumisiones de toda la semana. Tras el mostrador se observaba un cartel que pretendía ser gracioso "Solo se fía a los mayores de noventa que vengan con sus padres", pero a Javier se lo permitían. Años y años de mantener la rutina le habían dado ese derecho. Los domingos, también, volvía sobre sus pasos y se detenía en el quiosco de diarios, dispuesto a cancelar su deuda semanal. Quizás la vida había cambiado, pero eso no significaba que debiera tener deudas. por lo menos no en esos pequeños placeres que le permitían enfrentar cada día con un mínimo de paz interior... sólo un mínimo.

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22/02/2017, 22:40
Director

Era de noche. Estaba en su casa. A oscuras. Siempre que tenía que pensar en eso estaba a oscuras, en la salita. Como si la oscuridad pudiera ocultarle de ellos. Que absurdo. Ellos vivían en la oscuridad, la alimentaban como si fuera un animal vivo. Pero por algún motivo Javier siempre permanecía a oscuras cuando tenía que repasar su misión. Tenía que ir a por su siguiente víctima y en cuanto lo hiciese las piezas del dominó caerían aceleradas. Cuantas más víctimas más velocidad. Y cuanta más velocidad más riesgo, más errores, menos tiempo. 

Tiempo. No había tiempo para las dudas.

Pensó en su siguiente víctima. Roberto Robledo. El comisario Roberto Robledo. El hombre al que le habían encargado resolver el caso de Adelaida. Era otro de los Guardianes de la Puerta, otro de los Arcontes. Y era especialmente peligroso porque podría averiguar de primera mano lo que estaba pasando. Si Javier quería ganar tiempo debía deshacerse de él antes que nadie. Lo habría hecho antes incluso de ir a por Adelaida, pero en el caso de la vidente la oportunidad se presentó con el tema de la puerta y no pudo desaprovecharla. Ahora era distinto. Tenía que buscar la forma de acabar con Robledo cuanto antes.

Pensó en los detectives que estaban a las órdenes de Robledo. Eran gente normal, humanos, vivían en la Mentira. Seguramente pensarían que el caso era un caso de un demente asesino. No sabían que trabajaban para un Guardián. No sabían nada. Pero por su investigación ellos estarían muy cerca de la Realidad. ¿Y si lograba abrirles los ojos? ¿Y si ellos pudieran ser su legado?

Lo medito brevemente. Si tuviera tiempo...

Notas de juego

¡Por el metodismo del tiempo y las acciones del café me ha recordado un montón a Phineas Fogg! Muy buena intro.

Bien: empezarás tus acciones la mañana del martes. El asesinato fue el domingo, los agentes están jugando su lunes y en breve entrarán en coincidencia de tiempo contigo. Yo jugaré con los tiempos como buenamente pueda para sincronizar ambos grupos (detectives y asesino).

 

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23/02/2017, 04:12
Asesino2

Sentado en su sillón favorito, Javier trataba de pensar como podría tener un par de horas a solas con el comisario. La comisaría estaba descartada. Y su domicilio particular, probablemente, también. Necesitaba hacerlo ir a algún lugar.

Un hotel? No, sería demasiado sencillo reconocerlos, a el y a Robledo.

Quizás alguna vivienda semiabandonada en las afueras. Su trabajo de anticuario lo había llevado a visitar varias de ellas y debería visitar otras tantas los días siguientes.

Si consiguiera un acceso franco... claro que lo verdaderamente complicado sería hacerlo ir allí, pero algo se le ocurriría. Quizás una llamada de alguno de sus secuaces? o mejor aún.. de algún familiar de estos. Si, eso podría funcionar.

Solo faltaba terminar de ajustar el plan, pero parecía prometedor. Incluso, si tenía suerte no descubrirían el cuerpo durante un tiempo y eso le permitiría avanzar con su misión.

Más lo pensaba y más le gustaba la idea. Solo debía ajustar cada uno de los pasos.

1.- Encontrar la vivienda.
2.- Conseguir el acceso a la misma
3.- Conseguir que el comisario fuera solo, engañado, al lugar
4.- Esperarlo, preferentemente disfrazado y sorprenderlo
5.- Eliminarlo según las instrucciones del ritual

Notas de juego

No lo pensé. Pero ahora que lo nombras es cierto. Pasan los años y uno recuerda esos viejos clásicos!

De cualquier manera la idea es que rutinario sea solo para el desayuno. Pera el resto trataré que sea menos predecible. No digo un "Passepartout" (se llamaba así?) pero si algo menos rígido Tu diras que sabemos del resto de los arcontes (y Robledo) para ir pergeñando el plan.

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28/02/2017, 20:17
Director

A la mañana siguiente, tras el ritual del desayuno, Javier se dirigió hasta la comisaría central donde Robledo dirigía la investigación de su propio caso. ¿Habría comprendido ya la significación del ritual? ¿Estaría alerta? Es posible que todavía no... los Arcontes tenían muchos enemigos. Incluso uno de ellos podría haber sido el culpable. Esa era la baza que mantenía las fichas de dominó erguidas todavía. Pero cuando empezaran a atar cabos... En fin. 

Encontró una cafetería con vistas a la entrada de la comisaría. Se sentó junto a la ventana y se dispuso a releer un par de periódicos mientras tomaba un café. No tuvo que esperar demasiado. A las 8:50 el comisario Robledo entró por la puerta principal. Lo reconoció porque había buscado primero algunas fotos en internet, por supuesto. Le sorprendió el hecho de que llegase a pie. ¿Indicaba aquello que vivía cerca? Era un hombre de edad madura pero se conservaba en forma. Vestía un traje negro, impecable, sobre el que llevaba una gabardina de marca. Los policías con los que se cruzaba - delante de la comisaría había mucho trajín - lo saludaban rápidamente. Él devolvía el saludo uno por uno, parándose incluso a hablar con algunos de ellos. Sonrisas, parecía un tipo cordial. Tan humano

Luego entró en la comisaría. Eran las 9:00 en punto. 

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28/02/2017, 23:12
Asesino2

Tras salir del "café de las Ánimas" donde desayunaba religiosamente todos los días, Javier volvió a su hogar, tratando de organizar el día.

Lo que tenía claro es que hoy abriría la tienda más tarde. No resultaba ningún problema. Ser el dueño y unico empleado del negocio lo obligaba a cumplir todos los roles. Incluso el de comprador de antigüedades, por lo que los horarios de la tienda solían ser erráticos.

Sus clientes, por lo menos aquellos que valían la pena lo sabían, por eso se anunciaban previamente por mail. En cuanto a los clientes pasantes... no era importante. Si volvían en otro momento estaría disponible para hacer negocio . En caso contrario no les vendería nada.

En su mente todavía trataba de imaginarse un plan para acabar con Robledo. La idea de utilizar una mansión abandonada le gustaba cada vez más, pero tenía que resolver cual sería el cebo para atraerlo

Sin embargo, antes que nada quería identificar a su próxima víctima por lo que decidió observarlo en su propio ambiente.

El anticuario, sin embargo, prefería actuar anonimamente, por lo que se dirigió al cuarto de huéspedes y sacó de bajo la cama el baúl de los disfraces. Tras una rápida búsqueda encontró lo que buscaba, un rompevientos deportivo pero no por ello menos sobrio y un postizo que le permitía ampliar su barba y disimularla totalmente

Tras probarse su nuevo disfraz buscó donde esperar al comisario y escudriñó, con cuidado, su ingreso a la comisaría "Vaya, caminando. Espero que tenga automóvil, sino no podrá ir donde lo cite" se planteó mientras continuaba mirando y trataba de ir pensando los próximos pasos

Notas de juego

Con un 8 a Disfrazarme supongo que tengo equipo para hacerlo

Como dije necesito los nombres, por lo menos, del resto de las victimas. Después buscaré (Javier buscará) en internet si alguno de ellos tiene familiares como para usarlo de cebo. Además, si lo pienso bien, puedo convertir a alguno de los malos en sospechoso ;-)

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03/03/2017, 02:08
Asesino2

Mientras tomaba un segundo café, esperando a ver si el comisario salía de su oficina, Javier seguía pergeñando su plan.

"Como lo puedo hacer ir a una casa abandonada? Ya se, el Notario" se contestó a si mismo al dar con una posible solución. "Quizás un secretario que le informe que descubrió algo raro en una propiedad de la que que debía registrar su venta. Uhmmm, si. Me gusta. Solo deberé encontrar la propiedad y encontrar la forma de dormirlo en cuanto ingrese a la misma"

"Además si en la comisaría queda registrada la llamada de parte del Notario será una buena manera de obligarlo a reaccionar y quizas, me permita desenmascararlo frente al mundo... ojalá"

Notas de juego

NO se exactamente para que sirve "Infiltración" pero supongo que me servirá para ingresar a una casa abandonada. Cual? Tu dirás si es posible asumir que Javier tiene algunas visitas previstas para comprar antigüedades en algunas propiedades antes de que se vendan.

Si es así la idea sería visitarlas, ver cual se amolda mejor a sus propósitos (por ejemplo por no tener alarma y estar lejos de los vecinos más cercanos) y dejar alguna ventana entreabierta durante la visita para poder volver a la noche a preparar su plan

En cuanto a la forma de dormirlo... puedo asumir que entre las "antigüedades" de su tienda tiene por ejemplo una vieja mascara de gas? Como primer idea (no me termina de convencer, quiero darle un par de vueltas más) estoy pensando en tratar de dejarlo encerrado en algún armario con una garrafa de gas abierta para dormirlo.

O quizás más que una garrafa con un un generador (a gasolina) prendido y sin aireacion