Partida Rol por web

Esta partida está en revisión. Si el director no da señales de vida o es aprobada por un cuervo será borrada esta noche

El cuerno de la abundancia

Castillo de Mountblanc

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31/12/2010, 06:07

La tarde había llegado a Mountblanc con cierta melancolía, el fin de año se acercaba y habría una hermosa fiesta en la corte. Los sirvientes corrían de un lado al otro, dando toque a los últimos detalles. A pesar de que la fiesta no sería sin hasta el otro día, lo cierto es que el movimiento en el palacio, podía aturdir a cualquiera. El rey estaba de tan mal humor, que no quería ver ni a sus consejeros, ni a su joven y hermosa esposa.

Helena estaba en sus aposentos, terminando de vestirse el vestido que usaría la noche de la cena. Todos los nobles de los alrededores estaban invitados y eso provocaba un cierto pesar en ella pero aún así, los recibiría con gusto pues ella misma había hecho la invitación a través de su esposo. Uno de los consejeros entró tras ser anunciado, Terence de Bergerd, y se inclinó ante ella esperando que ella le ordenase levantarse.

La joven reina había iniciado su reinado a los pocos días de casarse, tal parecía que su padre sólo había esperado la boda para morir, pues unas semanas después de el enlace, había fallecido mientras dormía. No tomó por sorpresa el poder a Helena, sabía conducirse, arreglárselas para llevar al cabo todo lo que se le había enseñado. Su madre se había ido a vivir a la casa de campo de la familia, una pequeña pero elegante casa que serviría para el retiro y muy de vez en cuando le venía a visitar, seguro estaría presente en la cena, aunque ya debía estar en Mountblanc.

Finalmente puso atención en el consejero. Afuera, el viento se dejaba sentir fuerte y frío, el invierno había empezado y no daría tregua.

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31/12/2010, 11:03
Helena

 

- Mas fuerte - le dije a la doncella que estaba ayudándome a vestir.  

Noté como los cordeles del corset se apretaban mas y el duro tejido de este prácticamente se fundía con mi piel. No importaba respirar un poco menos, importaba estar perfecta.

Estaba terminando de vestirme cuando Terence entró, uno de mis consejeros. En cuanto mi doncella me terminó de apretar el corset, me puse una bata por encima y salí de detrás del biombo mirandole.

 - Terence - dije a modo de saludo - ¿Traes noticias? - le pregunté, esperaba que fuera algo bueno, porque entre que mi esposo estaba de mal humor y el ritmo en palacio era una locura, no tenía ganas de escuchar nada malo.

Le miré impaciente deseando saber de que se trataba, no quería admitirlo pero me encontraba nerviosa por el evento que iba a suceder en palacio a la noche. Aunque las ganas no eran excesivas ... debía hacerlo, mantener un buen contacto con los nobles de los alrrededores era asegurar lealtad y alianza y si bien era cierto que esas fiestas eran muy falsas pues nos nobles siempre eran unos sucios mentirosos e interesados ... mejor que hablaran de una buena fiesta que de una reina que no tenía contacto social con ellos.

 

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02/01/2011, 08:59
Terence De Bergerd

Terence se inclinó ante ella, no hacía más de un año que estaba al servicio de los reyes y de hecho, quién lo había contratado había sido el rey pero él, se había encariñado tanto con ella que siempre la ponía por encima del rey.

-Su alteza el rey quiere verla, su majestad.

Levantó la mirada y clavó los ojos azules en los de la reina, le tenía tanto aprecio porque era una reina justa, quizás por eso nunca nadie había puesto en tela de duda su capacidad para dirigir al reino.

-Ha pedido que nadie le moleste y que le lleven comida, aunque dudo que haya mejorado su humor, os comunico que ya está todo listo para recibir a cada uno de los nobles invitados a la fiesta y lamento informaros también, que se nos viene la tormenta encima aunque creo que esto es para vuestro bien.

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02/01/2011, 14:25
Helena

 Al escuchar que el rey quería verme hice una mueca de cansancio. Hoy estaba de mal humor seguro que estaba desagradable, pero si quería verme ... tendría que ir - Está bien, ¿se encuentra en sus aposentos? - pregunté mirando a Terence.

 Era un hombre tremendamente servicial y yo también me había encariñado con el, pues siempre cuidaba de mi y mas de una vez me había cubierto las espaldas con pequeñas tonterías por las que el rey se habría enfadado.

 - Yo misma le llevaré la comida - le informé cuando me comentó que no quería ver a nadie - que me la preparen en cuanto termine de vestirme se la llevaré al Rey - sonreí con cordialidad, prefería aguantar sus gritos yo que una joven doncella que lo tomara como algo personal.

 - Bien, ¿cuando comenzará a llegar los invitados? espero que me de tiempo a terminar de vestirme, no puedo recibirles así - traté de bromear aunque sentía esa amargura que me reconcomía por dentro - Una tormenta - murmuré chistando la lengua

- Que preparen las doncellas baños calientes, si la gente llega mojada, un baño caliente les reconfortará, que pongan en cada habitación una terma y toallas calidas, quiero que todo salga perfecto - me acerqué a Terence

- Confio en vos para que así sea - sonreí mirandole a los ojos

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02/01/2011, 21:29
Terence De Bergerd

Terence ordenó de inmediato, repitiendo las palabras de la reina, varias sirvientas corrieron a cubrir a Helena de nuevo y a ponerle un vestido apto para ir a ver a su esposo, el consejero se había dado media vuelta para que ella se sintiera más a gusto pero mientras continuaba contestándole; otras doncellas habían corrido a preparar la comida del rey.

-El rey está en su despacho, mi lady. Los invitados comenzarán a llegar esta noche o por lo menos es lo que se espera. ¡Ah! La lluvia empieza a caer.

Se acercó hasta la ventana y miró la lluvia que ya caía con fuerza, sin duda la reina era una excelente anfitriona que ya pensaba en los que podían llegar mojados. Volvió a dirigirse a ella.

-Los salones están listos, mi lady. Los aposentos limpios y dispuestos. Tenemos suficiente comida y ya las doncellas se han puesto a arreglar todo para los baños de los que vayan llegando.

Una ráfaga de frío entró en el recinto pero las doncellas  habían terminado de vestir a Helena. Se volvió hacia ella.

-¿Algo más que desee, Su Alteza?

 

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03/01/2011, 15:53
Helena

 - En su despacho - puse cara de pesar, si estaba de mal humor y en su despacho podía ser peligroso, la ultima vez casi organiza una guerra por unos cuantos metros de tierra - Iré en seguida antes de que le de por jugar a los guerreros - murmuré terminada ya de vestir.

- Esta noche ... bien, eso me da unas horas de margen para calmarme a ver si quiere recibirlos, sería lo suyo, es el rey después de todo - miré a Terence y sonreí - Si no, se que vos no tendréis problema en ayudarme - le dije con cordialidad, sabiendo que el me ayudaría en caso de que el rey se negara.

Acercandome a el puse una de mis manos en su hombro, con confianza - Por el momento está todo, voy a ver como está nuestro señor - sonreí y caminé hacia la puerta - Oh - me giré un segundo - No importa, yo misma lo haré - le sonreí una vez mas y me encaminé por los pasillos hacia el despacho de mi Rey.

Una vez delante llame un par de veces, a el no le gustaba que me entrometiera sin avisar, por si hacía algo importante.

- Mi Lord, soy Helena, ¿puedo pasar? - pregunté con educación

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04/01/2011, 22:01

Terence asintió a la reina y la acompañó hasta los aposentos del rey, dejándola justo unos pasos antes para no molestar a ninguno de los dos.

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04/01/2011, 22:08
Francis Genec, Rey de Francia

Levanté la mirada, esa maldita gala de cada año me tenía vuelto loco y eso que sólo había pasado tres con la que estaba por realizarse. Además, hacía más frío que los otros años y eso me molestaba sobre manera y entonces escuché su voz, las cosas empezaban a mejorar, al menos podía sacar toda mi frustración en la mujer más poderosa del reino. 

-Adelante, Helena...

Me puse en pie para recibirla y vi que venía con una bandeja de comida, quizás no era tan mal momento para pasarlo al lado de mi esposa, las cosas estaban casi listas y sólo quedaban detalles. Le quité la bandeja de las manos y la besé en la frente suavemente. Me acerqué hasta la puerta, la abrí y ordené a los soldados no dejar entrar a nadie. Luego volví hasta donde estaba mi esposa y la tomé por el talle abrazándola y besándola.

-Ya todo está en orden, tanta gente por el castillo me tiene loco. Tienes que tranquilizarme, querida, tienes que hacerlo...

La eché sobre el sillón y por poco derramamos las cosas de la bandeja llena de comida pero no me importaba, al menos no en ese momento que lo único que me importaba era encontrar sus besos en mi boca.

 

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04/01/2011, 23:01
Helena

 No sabía precisamente que iba a encontrarme, Francis era distinto cada vez que se enfadaba y lo mismo le daba por querer arrasar un reino que simplemente gritar y patalear como un niño chico.

 Su voz me infundo tranquilidad, no debía de estar muy molesto porque no tenía el tono alzado. Entre con la bandeja en las manos y estudie sus facciones, tenía el ceño fruncido pero no en exceso, bueno, no era tan malo como esperaba.

 Me quitó la bandeja de las manos y su beso en mi frente me hizo tranquilizarme del todo, me había puesto en lo peor y es que simplemente tenía un mal dia, pero no estaba tan molesto como para gritar o declrar la guerra. Suspire cuando el no me vio pues el peso que me quitaba de encima era enorme.

 En cuanto dijo que nadie nos molestara di un pequeño respingo, solía decir aquello solo para dos cosas, para tratar temas de estado, cosa que dudaba que fuera a querer tratar ahora o ...

 En cuanto me abrazó y me besó lo tube claro, estaba "cariñoso".

 Me pidió que tenía que tranquilizarle, le sonreí y le miré a los ojos - Tranquilo querido, yo me encargaré de los ultimos detalles para que vos simplemente disfrutéis - me sentía bien cuando le complacía porque me sentía util y una mujer en mis tiempos era dificil que se sintiera útil.

- Vos solo dejar la mente en blanco y disfrutar de todas las cosas buenas que teneis - acaricie su rostro. Algunas mujeres decían que Francis ya era viejo, aunque a mi me seguía apreciendo atractivo, aunque ...

 Rapidamente deshice mis pensamientos para no recordar a nadie de mi pasado.

En cuanto mi cuerpo calló sobre el sofá  busqué sus labios, era un hombre experimentado y sabía lo que quería, desde luego, estaba segura de que había aprendido con el mucho mas de lo que podría aprender con cualquier otro hombre, ¿amor? ¿acaso eso existía? yo por Francis sentía respeto y admiración, esa era la base de un buen matrimonio.

- Pensaba que estariais de mal humor - le susurré entre beso y beso. Cuando estaba en sus brazos me sentía ansiada por el y eso no era del todo desagradable - Pero veo que lo que realmente os pasa es que necesitais que vuestra reina calme un poco vuestra sed - sonreí acariciando su cabello - Aquí me tenéis mi señor, ya sabéis que soy vuestra mas fiel servidora, como esposa y como mujer - le dije volviendo a besarle, como sabía que a el le gustaba.

Tras tres años a su lado, había aprendido como manejarle y como darle lo que le gustaba, así como intentar desviar sus intenciones peligrosas de conquistas o calmar su furia.

El papel de esposa era muy importanate después de todo.

Notas de juego

 No se si me excedo en mis post, si hago algo mal avisame porfa :)

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05/01/2011, 00:36
Francis Genec, Rey de Francia

Sin duda ella sabía cómo tranquilizarme, de inmediato comencé a buscar entre sus ropas pero mientras lo hacía iba hablando con ella sobre algunas cosas, puntualmente sobre nosotros.

-Quizás este sea un buen momento para que olvidemos todo lo que se nos viene encima y empecemos a hacer algo por el reino...

Por fin solté su corsé, debían tardar horas en ponerlos y comencé a masajear sus senos, jóvenes, duros, hermosos. Apreté sus pezones y sonreí, buscando entre sus faldas su hermoso tesoro que me había sido entregado varias veces pues eso si, Helena era no sólo una gran reina, sino una gran esposa.

-Ya va siendo hora de que me des un heredero...

Y diciendo esto, clavé mi sexo hasta el fondo en el suyo; no entendía como luego de tres años, no tenía aún un heredero, empezaba a impacientarme. Aquella noche la haría mía una y otra vez, quería a ese hijo y lo quería cuanto antes. Lentamente acomodé sus piernas alrededor de mi cintura y comencé a embestirla una y otra vez sin rudeza pero sin detenerme y sujetándome de sus senos.

Notas de juego

Tranqui, tú escribe. Si algo va mal, lo arreglo o te mato xDDDDD

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05/01/2011, 01:05
Helena

 Francis tenía una habilidad asombrosa para deshacerse de mis ropas en un abrir y cerrar de ojos, nunca me había explicado de donde había sacado tal habilidad y obviamente nunca le iba a preguntar.

 En cuanto me dijo de hacer algo por el reino sonreí, adoraba hacer cosas por nuestro reino, pero como todo, esta vez iba con un doble sentido y sabía lo que quería, un heredero.

 Pese a su edad, Fracis era bastante fogoso y diria que a veces un tanto agresivo, pero ... era así y así debía ser, mejor un marido ansioso que uno que ni si quiera te mirara.

 - No hay cosa que mas deseara que no daros un heredero, si no varios mi lord - jadee cuando de pronto clavo su sexo en mi interior con tanta fuerza y velocidad que no me esperé semejante embestida - Y tras unos cuantos herederos, una heredera que acompañe mis tardes de lectura - sonreí, yo ansiaba tener una niña pero siendo realistas, niños era lo que necesitabamos, asegurar nuestro legado y eso solo podía hacerlo un varón.

Hacía tiempo que el rey trataba de dejarme embarazada pero hasta el momento no había habido suerte, algunos decían que era por mi culpa, algunas, que aún era demasiado joven ... pero eso no quitaba que yo ansiara quedarme en estado para callar habladurías y al fín, satisfacer a la nación y a mi rey.

 Ante las embestidas de mi rey, no muy fuertes pero si firmes, comencé a soltar pequeños jadeos. Siempre me habían dicho que dejar ver cuanto te gustaba era una falta de respeto pero yo sentía que a mi rey le gustaba escucharme y aunque me contenía en la medida de lo posible, dejaba que algún pequeño jadeo se escapara de mis labios porque cuando lo hacía, el embestía con mas fuerza.

 El sexo no estaba echo para disfrutar, si no para dar descendencia ... o eso me habían dicho desde siempre, pero ... algo placentero era y aunque en tres años aún no había alcanzado lo que algunos llamaban "la muerte en vida" no me importaba, siempre y cuando mi rey quedara satisfecho

- Mi lord ... si hoy viniera un pequeño heredero, sería no solo grande y fuerte como vos, sería valiente y decidido - dije arqueando la espalda ante las embestidas que seguían siendo algo mas placenteras que al principio. 

Otra cosa que me habían enseñado de pequeña es que los hijos nacían tal y como el padre los engendraba, según la pasión, fuerza y rudeza, por eso los hombres solían tratar con fuerza a las mujeres para que sus descendientes fueran así, fuertes y rudos, guerreros que no temieran a nada.

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05/01/2011, 01:49
Francis Genec, Rey de Francia

Me detuve un instante tras notar sus jadeos, me gustaban demasiado y seguro estaba de que le habían enseñado que no debía demostrar su placer pero aún no conseguía convencerla de que en verdad me gustaba escucharla jadear y gemir cuando la hacía mía. Me aparté de ella, saliendo muy lentamente como si en ello se me fuera la vida.

-Será una niña hermosa... Pero luego de muchos varones...

Saqué su enorme faldón que me estorbaba terriblemente y observé su cuerpo blanco, fuerte, digno de una reina. Apreté sus muslos y entonces, la levanté por las caderas mientras me sacaba del todo mi pantalón de las piernas. Puse sus piernas en mis hombros y volví a hundirme en ella con suavidad pero sin detenerme, cuando llegué al final, comencé a bombear una y otra vez mientras la miraba a los ojos.

-Esta noche vamos a hacer a mi hijo.

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05/01/2011, 12:27
Helena

 Cada vez mas impresionada por al fogosidad de mi rey, siento algo de verguenza cuando consigue desnudarme al completo, no termino de acostumbrarme a ello.

 - Hermosa - susurré imaginando una preciosa niña de rizos castaños como los mios.

 Sabía que el metodo de engendrar hijos era bastante simple y tradicional pero Francis ... a veces hacía cosas así, como poner mis piernas en sus hombros y eso me daba placer extra - Oh mi rey ... - jadee al notar la primera embestida  tan fuerte y tan profunda.

- Que el cielo os escuche y el primer varón solo será el inicio - jadee cerrando los ojos, cada vez que hacíamos eso me sentía al borde de la locura pero nunca había alcanzado la plenitud, ¿realmente existia el cul sexual?

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05/01/2011, 16:35
Francis Genec, Rey de Francia

Su cuerpo se movía al compás de mis embestidas pero ya no podía más, mi edad ya no daba para tanto, así que pronto sentí el calor de aquella cueva apretada que me hizo reaccionar y comencé a llenarla a ella de lo que podría ser nuestro primer hijo. Mis jadeos eran roncos y fuertes mientras sentía cómo me desvanecía dentro de ella, era posible que mi mujer no sintiera ningún placer pero en ese momento no me interesaba en lo absoluto o quizás nunca lo había hecho.

-Oh... Helena...

Con una última estocada, mi miembro dejó escapar ese último chorro que ya no era tan fuerte como en mi juventud. Me tumbé sobre ella y la abracé, acariciando sus costados, sus senos perfectos, ella era perfecta. No me retiré de ella, quería quedarme allí hasta estar seguro de que era suficiente. 

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05/01/2011, 22:40
Helena

 Justo cuando creía que iba a alcanzar por fin el culmen ... Francis jadeo mi nombre y descargó su simiente en mi interior. Suspiré un poco frustrada, siempre al borde ... pero nunca llegaba a traspasarlo. El se quedó en mi interior unos minutos mientras yo acaricié su cabeza suavemente, bajando mis piernas de sus hombros para rodear su cintura en un abrazo carnal.

 - Seguro que ... esta vez, vuestro hijo ya está cobrando vida - le susurré para darle ánimos y esperaba realmente que así fuera. Ojalá el padre del futuro bebe fuera ... 

 No, no podía pensar en otra persona, debía desear que Francis fuera el padre de todos mis bebes, el y solo el.

-  Imaginar su llanto fuerte al nacer, su risa al jugar con vos y sobre todo, su voz guiando a nuestra nación en un futuro - le susurre dándole un pequeño beso en la frente a mi marido.

Me sentía emocionada ante la ida de poder traer un bebe al mundo, era algo que deseaba pues quería darle todo mi amor a un pequeño retoño de carne y hueso.

 

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05/01/2011, 23:24
Terence De Bergerd

La escuchaba tan contenta, tan decidida a darme un hijo que no podía dudar de ella pero empezaba a pensar que no podía tener hijos, tenía que hacer algo.

-Bueno, esta noche... No falta mucho, después de la cena, volveremos a intentarlo... No pasará de el siguiente año que tengamos a nuestros primer hijo.

Me aparté de ella lentamente y la besé suavemente en los labios.

-Te ayudaré a vestirte...-dije sonriendo y la atraje hacia mí.-Tengo que hablar con los consejeros antes de la cena pero después de ésta, tú y yo en nuestros aposentos.

Le di una palmada en una de sus redondas nalgas y halé su vestido para dárselo y ayudarla a vestirse.

 

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05/01/2011, 23:52
Helena

 Esta noche mas ...

 - Claro, y si deseais, mañana al despertar os esperaré ansiosa - le sonreí, tenía que parecer dispuesta, en realidad, estaba dispuesta aunque prefería no pensar en ello.

Francis, siempre tan atento, me ayudó el mismo a vestirme en vez de avisar a una doncella, eso era algo que me gustaba de el, su atención hacia a mi. Algo que podía hacer el, lo hacía el y no delegaba sus obligaciones en otro, respecto a mi ... y me gustaba, porque me sentía suya gracias a pequeños detalles así.

- Iré a dar un par de instrucciones y estaré en vuestro lecho para cuando vosotros lleguéis - le aseguré  mirandole a los ojos con una sonrisa grande, aunque quizás algo forzada. 

No me sentía triste pero me sentía algo amargada sin saber bien el porqué. ¿Por mis pensamientos reprimidos? ¿mis recuerdos ocultos?

- Esperaré ansiosa vuestro regreso a mi - susurre haciendo una pequeña reverencia y ladeando la cabeza con ternura

Nada mas salir de su despacho apreté la mandíbula, no había pasado nada raro, ¿porque de pronto esa tristeza? tenía ganas de llorar, pero no sbaía el motivo. Ande con pasos decididos hacia ninguna parte en particular, quizás, un sitio desierto donde no cruzarme con nadie.

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06/01/2011, 00:08

Helena caminaba por los pasillos cuando se encontró con Terence que volvía de hacer su ronda. Parecía preocupado por algo pero enseguida y sin poderlo ocultar, esbozó una sonrisa al verlo. Nunca se había atrevido a externarlo pero ella iluminaba su mundo, por eso siempre la cuidada. Quizás era su único motivo para seguir en Mountblanc.

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06/01/2011, 00:15
Terence De Bergerd

-Su Majestad...

Se acercó a ella y le pasó un brazo por la cintura sin darse cuenta de que quizás estaba pasándose pero es que la vio tan triste y decaída.

-¿Se os ofrece algo, mi señora?

Notas de juego

;)