Sale al patio el empresario llamado HOYGAN. Primo-hermano del difunto El maligno HOYGAN, perecido con honores en un intento de escolarización. El empresario HOYGAN siempre quiso montar un negocio próspero para colaborar a levantar su país en tiempos de crisis, pero por algún extraño motivo sus intentos no daban fruto. Estos no son mas que unos ejemplos de sus intentos fallidos:
Siendo consciente de que tenía un pequeño problema de ortografía y de dicción, trató de convertir su punto débil en su arma. Probó con eslóganes atrevidos e imaginativos.
Pero tampoco tuvo éxito.
No hace mucho, escuchó hablar acerca de los negocios 2.0, la idea le interesó y ahora trata de ponerla en práctica. Aprovechando la tirada del famoso juego WoW ha abierto un blog y una tienda online para tratar el tema. No obstante, en el blog no quieren ni anunciarse los productos falsos de viagras, los casinos, ni las furcias y en la tienda no ha vendido nada.
Hasta sus orejas ha llegado la información de que en el S.A.C.O. por las noches se va a empezar a jugar al WoW en vivo y ha considerado que puede ser una buena oportunidad para vender algo y extraer ideas para su blog.
Se ha vestido para la ocasión y está listo para lo que haga falta.
-Ola!-
- Un momento, ¡Tu lo que quieres es esconderte detrás de mis bíceps, solo te interesan mis musculos! Pero yo prefiero que Nº 11000 me aceite un rato. -
Tras unos momentos regreso con los pedios.
-Señor, le presento esta marmita ultra moderna, procede de los albores del imperio nibelungo, esta hecha de hierro meteorico, made in Numenor.
Señor trespéo, no creo que supere a ninguno de nuestros traductores, pero si es así me gustaría que por favor radujese lo que dice a la señorita, aunque... creo me encargare mejor personalmetne de ello, tengo... "don de lenguas"...
y hablando de eso, estos modelos son para usted señorita.
Este sitio de locos empieza a erizarme. Tengo miedo por este monton de maniáticos del Wow... yo porque no sé que es eso, pero me parece interesante lo que ha creado entre ellos aquella frase. Evito hacer mis comentarios y los miro mientras sonrio para evitar problemas - ...
¿Alguien dijo aceitarse? Se preguntaba nº11000 mientras Conan o lo que parecía Conan parloteaba. Como no estaba seguro y aun estaba tapando su decreciente erección presa del frote con la pija, se limito a alzar su mano contra Chuachenaguer y mancharlo al grito de:
-WOW! WOW!! toca aceitarse
El señor ardilla asomó su hociquito pro el hueco del arbol que muchas veces le servía de refugio. Tanto ruido en el patio del S.A.C.O. lo había sacado de su siesta y no entendía nada.
Miró para todos lados y caminó por la rama hasta llegar a la punta buscando a alguien. Su amigo Jack. El único que lo entendía y le regalaba nueces cuando tenía hambre.
Miró y miró y no pudo encontrarlo. ¿Donde estaría aquel amante de la naturaleza que tan bien lo había tratado antaño? Por ahí escuchó que alguien lo mencionaba. Jack! ahí voy viejo amigo! ya quiero mis nueces... y que me regales unas rascadas de lomo.
A la máxima velocidad que le permitían sus patitas, cruzó el patio, pasando por entre las piernas de Arnold y esquivando el aceite de 11000, hasta que llegó a donde se encontraba Simpático Jack. Extrañado lo miró de arriba abajo. Su rostro... su rostro no era el que recordaba, sin embargo todos le decían Jack esto, Jack lo otro, así que debía ser él.
Tímidamente trepó por su pierna y luego por su torso y se posó en su hombro. -¿Squirk?*- preguntó intrigado. -¿Squirk squirk squirk?*
*¿Jack? ¿eres tu amigo?
Pasándose la legua por los labios en lo que podría interpretarse como un gesto de concentración por la forma de su máscara de plastilina Kletus reconstruye su mano/hacha. Cuando se reincorpora se percata de la ligera brisa a su espalda, la palpa y se da cuenta de que ha perdido un cacho del de traje.
- Maldita sea, con lo que me cuesta tenerlo siempre en condiciones.
Un vendedor ambulante, la solución de muchos problemas y la razón de más.
- Oye, amigo, ¿no tendrás de casualidad 10 kilos de plastilina roja y negra? Quiero decir, de simbiontes.
MACHO MAN con mayusculas seguia con sus manos apoyadas en el muro norte, su ligero movimiento rítmico de rodilla se turnaba ahora de pierna en pierna. De repente el prieto y encuerado mastondonte se giro de golpe hacia todo el patio alzando la mirada hacia todos los internos, su cabeza comenzó a moverse de lado a lado mientras sus manazas chasqueaban los dedos ritmicamente.
Al dar un paso al frente este miró al psicologo y al ver un gesto de negación por parte de este, MACHO MAN mostro en su rostro una profunda frustación y penuria ( la cara bobo de siempre ), entonces apesadumbrado se giró volviendo a estar otra vez cara al muro.
La figura delicada aparecio al fondo, con sus piecesitos encorvados y su delicada batica blanca, la joven muc'hacha levantó un poco la mirada a ver a quienes la rodeaban.
Sus ojos almendrados y grandes eran de un verde gricaseo, aunque siempre parecia ocultos por su cabello negro... quizas por timidez. Estaba descalza, y parecia tan fragil que un viento suave hubiera podido levantarla en vilo; y quizas hubiera pasado, de no ser porque estaba "anclada" a la tierra por una pesada hacha que arrastraba tras de si.
Con una voz dulce preguntó con timidez:
-"¿Alguien perdio su muñeca?"- mientras levantaba una mano ensangrentada y chorreante, cortada por la muñeca.
Cuando estaba a punto de tener la pipa preparada, el joven Hobbit la vio estropeada por uno de los que merodeaba por el lugar, Jaime Guerra Guerra. Entrecerró los ojos al ver cómo su tabaco quedó completamente empapado y levantó la mirada para encararle.
- ¡¿Y usted me llama loco a mi?! ¡Acaba de estropear uno de los mejores tabacos que se puede hallar en toda La Comarca! ¿Volverá usted hasta allí y me traerá más? Porque he recorrido un gran trecho para llegar hasta aquí, y permitame dudar que pueda encontrar algo ni tan siquiera parecido en este lugar... ¡Ni tan siquiera los Elfos pudieron darme algo que se asemejara! ¡Ni los Elfos, señor!
Iba a seguir refunfuñando cuando escuchó hablar a El Loco Lope, cuando de forma casi automática señaló a Jaime Guerra Guerra.
- Este señor acaba de malgastar el agua que podía haber sido utilizada para su maceta, señor, al igual que podría haber sido usada para muchas otras cosas de mayor utilidad que la de estropearme el tabaco... Como por ejemplo, para regar una plantación de papas. -Vuelve a mirar a Jaime de forma acusatoria y sigue con su verborrea- Últimamente la cosecha no va demasiado bien, señor, y usted va malgastando agua como quien no quiere la cosa... Creo que debería ser a usted a quien se le cayese la cara de vergüenza.
-jijijiji-
El simpatico Jack sigue su paseo sin rumbo acercandose a los internos de vez en cuando cuando el Sr.Ardilla le sube por la pierna hasta el hombro, haciendole cosquillas
-¿quieres comida o reirte?-
le pregunta con su sonrisa tonta y se pone a buscar en sus bolsillos hasta que encuentra los restos del pan de la cena y se los ofrece a la ardilla
-siempre llevo provisiones, por si me quedo aislado en la nieve o algo así-
Despierto con el sonido de otras voces. ¿Por qué no me habían despertado los enfermeros? Ya sé que uno es viejo y tiene que dormir más para luego aguantar por la noche y jugar con el resto de internos, pero es bueno socializar con los jóvenes de día.
-Buenas a todos, ¿me he perdido algo?
Decido dar un paseo para ver el resto de caras y una en particular me llamó la atención. Aunque no fue su cara lo que me interesó, sino las cosas que vendía.
-Saludos, simpático vendedor- digo a Ash Williams - ¿Tiene por ahí un despertador o algo? Es que aquí ningún loquero piensa en nosotros y no es bueno dormir tanto, que a quien no madruga Dios no ayuda.
-Ay-dios-mío. Por todos los santos y la bata de guatiné de Christian Lacroix, ya esto es lo último de lo last que me faltaba para el duro de pelar, duro de pelar, tú siempre fuiste. La tercera edad ha llegado por estos lares y llega con más fuerza que las hombreras en los ochenta. Y ahora yo, que hago? Porque tengo más paciencia que una Santa Rita Rita, que si no yo de aquí me iba más rápido que el rayo que no cesa porque no tengo ninguna necesidad y si el tema hacha me repugna, el rollo salidorros me repatea y la ignorancia supina que me subyuga al machomán este con polainas de peluchín me toca el coño, lo que ya no soporto es el olor a viejuno tachuno moruno perruno. No hija, no. Que la naftalina es una cosa que no casa con el chanel. Y para casa la de Cristiano Ronaldo, que me he enterado yo que tiene piano, como todas, aunque no toca. Como éste, que no me toca y el otro que no para y toca toca y toco toco.
-Que no se me acerque, válgame. Vaaaaalgaaaaaameeeee ven nadando a mí.
Sonriendo regreso a la bodega con lo solicitado.
Aqui tienen, en S-mart la compra inetligente nos preocupamos por nuestros clientes sin importar la edad. Y hablnado de ello... niña, yo he estado buscnado una muñeca, y creo que la he encontrado...
Una vez más el prieto y encuerado mastondonte se giro de golpe hacia todo el patio alzando la mirada hacia todos los internos, su cabeza comenzó a moverse de lado a lado nuevamente mientras sus manazas chasquearon los dedos ritmica y aceleradamente.
Al dar un par de pasos el psicologo le pego un grito - EH TU! - Macho man ipso facto giró su cabeza hacia él y con mirada suplicante comenzo a hablar - Pe pepe pe pe pepe pero yooo yo yoyoyo qui qui QUIEQUIERO!- al ver nuevamente el gesto de negación del psicologo este agacho la cabeza y cruzo los brazos enfadado - jjj jjjj jj jjjjjjjj JO! - dijo mientras se daba la vuelta y volvia cara al muro con los brazos en jarra.
El vendedor vino con la mercancía, y me dio el reloj que le pedí. No parecía caro, en otras palabras, parecía ser de esos malos que venden ahora los conquistadores del nuevo mundo, los chinos. Hasta se podía apreciar su procedencia asiática sin mucho esfuerzo, dada la forma del reloj.
-Gacias- supongo- es justo lo que quería, al menos da la hora y tiene alarma.
Ese tintineo electrónico de ese reloj me vuelve loco. El sonido que me afecta en mi cabeza. Gritaría pero no les voy a dar la razón de decir que estoy loco... ¿O será que los otros están locos al creerme alguien vivo? No se que decir... No se que hacer... solo puedo callar... - ...
Observa al hombre que dice trabajar en S-mart. -Este tipo sabe. Tendre que fijarme en lo que hace para aprender de el.-
Saca un portátil de la nada y empieza a añadir mercancía a su tienda online, basándose en lo que ha visto hasta el momento. -Uhm... a todos les gustan las hachas...-
-... i dicen algo de aceitarse... seguro que comprarán esto...-
Se acerca al tipo que había pedido la plastilina. -Tengo esta plastelina si quieres. Pero no es de la marca simbiontes. Eso si, sale muyyy bien de precio.-
Un hombre sonriente le hablo a la muc'hacha, diciendole que él buscaba una muñeca. Alzó la mano para entregarsela, sin levantar la vista del suelo.
-"La he encontrado por ahi"- dijo sin señalar ningun lugar. Puso ambas manos tras su espalda y se quedo en silencio. Caminó con pasos corticos, como arrastrando sus pies desnudos. Con la curiosidad propia de su edad se acerco al reloj, temerosa lo toco con mano temblorosa... sus dedos delgados y blancos alcanzarón el pequeño muñeco.
Un segundo despues retrocedio horrorizada, incredula. El muñeco habia sido decapitado y la cabeza empalada en el pequeño baston amarillo. Una mueca siniestra aparecio en la comisura de sus labios.