Partida Rol por web

- Pobre niño, ya nunca disfrutara de su infancia con Spectrum ZX... - Dicho eso, Clive abre su maletín y saca un flamante Spectrum +2A que conecta a la televisión y comienza a preparar un programa en BASIC que le ayude a calcular las probabilidades y esclarecer los hechos.

"Oh, Santocielo mi querida señora Provolone. Siento enormemente su pérdida absolutamente irreparable. Los niños ¿es que nadie repara nunca en los niños? Las primeras víctimas en este tipo de enfrentamientos. Me pongo a su entera disposición querida Lola."

La señorita Francis se abraza a la pobre madre desconsolada para tratar de calmarla. A la vez comienza a mirar al rededor buscando la culpabilidad en los ojos del resto de refugiados. Tres traidores lagartos están dispuestos a hacer que este núcleo de la resistencia humana sobreviva.

"Malditos sean."

Estaba practicando una bachata cuando unos gritos me interrumpieron y al llegar a la habitacion veo los restos de Carlitos,   E´to no se puede tolerar chico! Tenemos que encontrar a los lagarto y hacerno unas botas! les digo luego de escuchar a Spider-Juan.

Mirada en techo y porro en mano. El momento de las reflexiones trascendentales llega a la mente del Zurdo.

-Primero pensaba yo que era la gorda, porque ahí dentro un par de lagartos bien gordos caben. Luego he pensao que era Willie Englund, que ma mirao raro cuando le he vendio la yerba al chaval...-

-Pero...-

-¡Me cago en mis muertos! ¡Si ej que está claro! Al chiquillo ese lo ha matao el calborota. Si tú. Tú eres el calborota. No te me vayas a hacer ahora el despistao.- El Zurdo se dirigía a Antonio Resines.

-Tu has matao al chiquillo. Que te he pillaooo. ¿Tú como sabias que habían unas lagartas sueltas? eh, listillo. Anda que... todo el rollo ese de voy de incógnito, voy de incógnito. Si es que te voy a dar yo... Ni uno ni dos ni tres. Si no, tres. Tres votos, te voy a dar.-

Aun seguía durmiendo, soñando con lo que mas amaba

El Zurdo acusaba a unos y otros, sin demasiados argumentos. La droga afecta al cerebro, pero lo que menos necesitan ellos es tener acusaciones infundadas que hagan cundir el pánico.

-Perdona, puede que tengas razones para sospechar de ellos. Si es así, ¿podrías compartirlas con el resto?

Me muero ayudadme....

¡Coño, este muerto está mediovivo! - HdA pega un salto de sorpresa - ¡Un médico! ¡Rápido, dinos quién te hizo eso!

Oigo a alguien gritar llamando a un médico. Mi primer impulso es hacer como que no lo he oído y volverme a mi despacho, a ver lo último que había dejado bajando, pero entonces un escalofrío recorrió mi espalda al pensar en que esos lagartos podrían estar en cualquier parte y más valía estar con los demás, no vaya a ser que aprovecharan mi retiro onanístico para dejar mis vísceras al aire... y yo con las vísceras al aire pierdo bastante glamour.

- En fin, por lo menos algo de trabajo me distraerá - Pienso mientras me abro paso hasta donde está lo que todos creíamos un cadáver - Soy médico. Dejadme ver. Apártense y traigan un paquete de cleenex y una botella de güisqui. A poder ser, de más de cinco años. - Me arremango y me agacho al lado del chaval, dejando el bastón en el suelo. Observo los despojos del chico. No parece que pueda estar vivo aun, pero compruebo los signos vitales, por si a acaso, mientras espero que alguien me traiga lo que he pedido.

Aunque el abrazo de la tal Francis era reconfortante, el olor a naftalina hizo que se le saltaran más las lágrimas. En esas estaba cuando escucha la voz del niño y pega un grito de alegría.

- ¡Está vivo! ¡Está vivo! - grita agitando sus rechonchos brazos - ¡Cúrele o tendrá que vérselas con mi abogado, doctor! Ehm... ¿por favor? - añade casi por obligación - ¡Rápido, queridín, dínos quién te ha hecho esto!

-De beber solo he encontrado ésto- dijo tendiéndole una botella de pacharán- respecto a los clinex he encontrado antes unos tirados en el suelo en apariencia usados. No me atreví a cogerlos.

A saber donde habían estado.

-Aaaay, es que no sabes nada hombre. Pobrecito Zurdo. Claro, toda la juventud metiéndote basurillas de esas en el cuerpo y te han afectado al hipotálamos.-

-Que te lo digo yo, que es eso,  que tiene el hipotálamos como una esponja señor "de Vendetta", como una esponja- gesticuló Resines señalando al zurdo. -Pero no se lo tengas en cuenta al chaval. Que el pobre es polidrogadicto, de vivir en la marginalidad.-

Después me acerco a la madre de la victima -La acompaño en el sentimiento señora. Era un chaval mu majete. No se preocupe que a sus asesinos los vamos a descalabrar. A descalabrar, que si, que se lo digo yo. Eso déjelo de mi cuenta. ¡coño, que el muerto ha hablado!-

Los asesinos son.....los asesinos......son.....

- Esto servirá - Le digo al de la máscara mientras agarro la botella de pacharán. Saco de mi bolsillo un bote de pastillas de codeína y me echo un par al buche. Uso el pacharán para hacerlas bajar gaznate abajo. Le meto un buen trago para rematar y le devuelvo la botella al tal V - ¡Ahyvalahostia! - Exclamo como un exabrupto inesperado.

- Bueno, vamos a ver qué pasa aquí. - Compruebo el estado del muchacho, pero está destrozado, es imposible que esté vivo. Registro sus bolsillos y saco un móvil que va diciendo: Me muero ayudadme.... Los asesinos son.....los asesinos......son.....

- Desde luego, el chaval, no podía haber elegido un tono de llamada más oportuno.

Le lanzo el móvil ensangrentado a su gorda madre.

- El niño está fiambre.

Me despierto toda alborotada. Se oyen griteríos por doquier. Tras la cena de la noche anterior que ha sido un éxito, me he ido a la cama satisfecha y orgullosa de mis dotes de cocinera. Quien dice que las mujeres de hoy en día no saben cocinar, es alguien que no ha probado mis deliciosas comidas caseras.

Voy siguiendo los gritos hasta llegar al un sitio donde se amontonan unos cuantos de la resistencia en torno al niño regordete que se ha servido dos veces de mi rico estofado y hasta le ha pasado la lengua al plato para dejarlo limpio. Parece que el chaval está muerto... o no... o sí... no puedo saberlo, solo soy una simple ama de casa.

El tipo del bastón, ese que se cree no se quién dice que el chico ha pasado a mejor vida. Pobrecillo.

-¿Alguien me puede contar qué está ocurriendo aquí? ¿Qué le ha pasado al niño que se ve en tal mal estado?

Parece que el muerto no está tan muerto, por suerte está moribundo, tal vez el señor Vuelva ud mañana, que parece médico, pueda hacer algo por él. Encima el niño parece que intenta señalar a los atacantes... interesante... debo escuchar con toda la atención posible para añadir esos datos a mi programa.

Me levanto maldiciendo el puto arroz ese que me ha dejado estreñío, para encontrarme con que alguien se ha jalao al niño ese que había perdido a su mamá y que se había encontrado una gorda a cambio.

Escucho lo que nos dice el pringao del traje de negro: esos invasores venidos de fuera han conseguido infiltrarse entre nosotros y rápidamente saco conclusiones. Suerte tienen estos de tener un ufólogo profesional entre sus filas, joder.

- Pues esto está como bastante clarito, clarito  -digo después de presentarme como es debido- Aquí los invasores, uséase, los que vienen de más allá de la Tierra y, en con-se-cuen-cia, más allá de España, vamos, hablando en plata, los extranjeros que vienen de más allá del extranjero, uséase, extranjeros al fin y al cabo, se nos han metío hasta la cocina.

Y digo yo, si son extranjeros ... tendrán nombre extranjero ¿eh? ¿u no?

Contento por el deber cumplido de haberles orientado un poco, repaso la lista de los reunidos.

Joder.... si aquí la mitad tienen nombres raros...

- Bueno, pues es igual. Aquí, si hay que sanear, se sanea.

Me levanto del suelo con mala cara, encima todo el mundo ha pasado de mi para mirar al crio

-estoy bien, estoy bien tranquilos. Estaba buscando huellas-

Viendo que Daiana acaba de llegar me dirijo a ella abriendo los brazos para que me abrace

-tranquila pequeña yo te protegeré, puedes llorar entre mis fuertes brazos-

-Así que todo este lío era solo un tono de llamada de móvil- dijo V cuando el Doctor encontró el aparato electrónico. Tenía más sentido eso que que el niño estuviera vivo, pues según Spider-Juan se lo habían comido y apenas quedaban restos del pequeño- Claro que podía haber dejado el nombre de sus asesinos en vez de quedarse justo en lo mejor, dando falsas esperanzas.

Para que luego digan que la vida real no era como en las películas... quizá el niño había grabado el mensaje cuando se vio en peligro pero su mensaje se corta justo cuando iba a revelar el nombre de sus agresores. Pues también era mala pata. O eso, o el niño era "especial" y tenía siempre ese mensaje como tono de llamada. Y viendo como era el niño de rarito, tampoco sería raro.

-Quita esas manos de ahí, degenerado!- No lo puedo creer. Un tío que usa un cinto de Batman pretende que yo lo abrace. ¿Acaso la humanidad no tenía a más nadie para salvar? No importa, lo hago a un lado y me acerco más para ver que ha ocurrido.

De los balbuceos de los allí presentes deduzco que los alienígenas que nos obligaron a refugiarnos allí han logrado infiltrarse entre nosotros. No sé quién es ese Spider Juan pero parece haber sido el artífice de que sepamos lo que ocurre. ¿Será el un infiltrado? Lamentablemente se ha ido como para averiguarlo, así que solo queda ver quienes entre nosotros prefieren comer humanos en vez de mis riquísimos platos.

-A ver, vayamos organizándonos. Tapen ese cuerpo por favor, que así, con ese espectáculo nadie podrá desayunar. Yo me encargo del café, las tostadas, los pancakes, el tocino y los huevos. Hey, tú, el de las manos largas!-le digo a Wolovitz- Exprime el jugo de naranja. Ya veremos quienes toman un desayuno en toda regla y quienes están satisfechos por el entremés que se han clavado en la madrugada.