Partida Rol por web

El despertar de Moloch

Escena de Juego

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16/06/2020, 20:27
Director

Sevilla, 1931. 21:34 de la noche. Junio.

El restaurante El Juego Mayor estaba a reventar. Se encontraba en el conocido barrio de Triana, no muy lejos del Puente con el mismo nombre. Se trataba de un bodegón de renombre, donde algunos intelectuales pasaban a tomarse sus vinos los domingos (algunos después de acudir a misa), mientras que también servía desayunos, almuerzos y cenas algo más recogidas, en un patio interior a cielo abierto. Era de noche, y a pesar de la hora hacía mucho calor.

La mesa donde estábais estaba cubierta de un mantel color beige con repuntes negros, grandes hilos cosidos a mano. Las sillas de madera de pino eran nuevas (tal vez recién cambiada), los muros interiores del patio estaban compuestos de mamposte. Sin duda era una obra de albañilería importante. Las luces, macetas y un tipo que amenizaba la velada con una guitarra hacía gracia a la veintena de comensales allí reunidos, incluido vosotros.

Vuestro amigo Esteban Ramírez de la Osa os había invitado a cenar en El Juego Mayor antes del evento. Ramirez era un tipo excéntrico, millonario, y dedicado a saberes ocultos como simple pasatiempo (era en realidad alguien a quien le encantaban las emociones sin igual). Conocía por negocios acerca de compraventas de tierras a algunos miembros de la conocida familia sevillana de los Maldonado (y por ende a Tomás, claro, un muchachito con más tiempo libre y dinero tal vez que el propio filántropo). Esteban también conocía a Aram por moverse en los mismos círculos acerca de un tema que ambos les apasionaba: la parapsicología. Aún no habían escrito nada juntos, pero quién sabe si el futuro les deparaba un destino común de algún modo. Además, sabía de la existencia de la joven Catalina, una desde hace poco empresaria textil, quien compartía sesiones de espiritismo al igual que él (una práctica que había arraigado en el país desde hacía más o menos unos cincuenta años, en la zona de Cádiz sobre todo).

El caso es que apareció un joven llamado Marcos Revuelta. Era otro de los invitados de Esteban (un amigo suyo, al igual que vosotros). Lucía un traje de chaqueta nuevo y sobre su rostro un estrambótico peinado con tirabuzones en una punta de mechón apelmazado. Tras presentároslo debidamente, supísteis que Revuelta era un eficaz contable de la ciudad, que llevaba algunos negocios de Esteban. Por lo visto también iba a unirse a la sesión espiritista (motivo de la cita), tras la cena. Era él quien, en realidad, conocía al medium irlandés que la llevaría a cabo.

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16/06/2020, 20:27
Esteban Ramírez de la Osa

Me alegro que hayáis venido, amigos -decía el magnate una vez ya os habían servido un consomé fresquito-. Marcos y yo necesitamos que estéis lo más atentos posible.

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16/06/2020, 20:28
Marcos Revuelta

Así es -respondió el contable-. Se trata de John O'Donnel, no sé si habréis oído hablar de él. Es un medium que recaló aquí hace unos meses, y muchos entendidos "del tema" aquí en Sevilla dicen que es un farsante. Hoy estamos aquí para averiguarlo, ¡Shrrrpp! -sorbió el consomé directamente del cuenco, mientras sonreía eufórico por el gran plan que os esperaba tras la cena del restaurante-.

Notas de juego

Comenzamos. Diálogos en negrita :) Si alguien es de Sevilla o la conoce que sepa que me voy a inventar los nombres de los lugares (excepto elementos conocidos, como el barrio de Triana, por ejemplo).

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16/06/2020, 20:50
Tomás Maldonado

Carraspeó - para eso hemos venido. Yo por lo menos -dice mirando a Catalina guiñándole un ojo -a averiguar si eso del espiritismo es de verdá -mira ahora a Esteban - Esteba. Yo como te dije no, no me creo mucho ese tipo de cosa. Pero todo e verlo- saca de uno de sus bolsillos, de su flamante traje claro, una bonita pitillera de plata, extrae un cigarro y se lo enciende.

Tomás había llegado una hora antes en un flamante Ford T de color verde carruaje con chófer y todo. Recién encerado el coche y y pulcramente uniformado el chófer, que le había abierto la puerta y se había bajado Tomás como si fuese el mismísimo Duque de Medinaceli, con el que por cierto, estaba lejanamente emparentado. Nadie podía dudar de la seguridad del muchacho en sí mismo, de esos andares de dueño del mundo, de esa mirada al frente y la barbilla bien alta.

Ahora le brillaba la frente del calor mientras fumaba y tras los anillos pertinentes añadía ahora -yo la verdá es que soy más de ir a los toro, ya lo sabes tú Esteba, pero me lo has pedio y aquí estoy. ¿Usté si cree en esto verdad señor Vilanova? ¿es usted de Barcelona capital o de la provincia? lo digo por el acento.

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16/06/2020, 21:52
Aram de Vilanova

Es todo un placer, compartir esta hermosa velada con tan buena compañía. El lugar es exquisito, entre bohemio y alegre, distendido y discreto y bajo el manto del cielo estrellado. Vivan los Patios Andaluces!!!

Aram de Vilanova, había acudido a la cita que su buen amigo Ramirez de la Osa le había enviado. Puntual llegó a Sevilla en el dia de ayer, cosa que aprovechó para instalarse y pasear por la bella ciudad, en las horas que el "Lorenzo" lo permite.

Dada su evidente cojera, Aram no conducía, pero para ir al lugar de encuentro, se agenció a un más que solícito, cochero con su carruaje típico de la tierra, para que le llevara, en un precioso paseo vespertino. Conoció al buen hombre en el día de ayer, y ya que necesitaba de un transporte, pues le contrató.

Estoy en una discreta posición ante los eventos que han de llegar esta noche. Soy persona estudiosa de fenómenos, y realmente he de decirles, que hacer alarde de ellos, no suele ser una buena prensa dentro de nuestro ramo... pero antes de pronunciarme, prefiero esperar, presenciar, analizar y decidir.

Esteban sabe que suelo viajar cuanto mi estado me permite, a convenciones y conferencias, y sobre todo a lugares recónditos donde antiguos escritos y leyendas, puedan aportar datos, en muchos casos olvidados...

Bueno exactamente, Sr. Maldonado, nací en Cervera, Ciudad Docta con una de las primeras universidades del País, aunque yo ya me fui a cursar en la de Barcelona, pues allí se trasladó. Para ser exacto en el numero 7 del Carreró de les Bruixes, en una vieja casa familiar, mas llena de libros y trastos que en un almacén... Es famoso por sus fiestas anuales del Aquelarre, una calle con encanto esotérico. Deberían sus mercedes visitarlo. Srta. Catalina, seguro que a usted le encantaría, y además podría combinarlo con un viaje de negocios, pues el textil en Catalunya ya sabe que es importante.

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16/06/2020, 22:18
Catalina Martín

Catalina no podía disimular la emoción ante el próximo evento mientras caminaba con soltura hacia El Juego Mayor, el lugar en el que había quedado con Esteban de la Osa y el resto de asistentes a la sesión de espiritismo con John O'Donnel. Ya que el anochecer estaba prácticamente sobre Sevilla, decidió recurrir a los servicios de un taxista que la dejó en la esquina de la calle en la que se encontraba aquel restaurante para disfrutar de un pequeño paseo. Aferrada a su pequeño bolso entró en el lugar presta a conocer a sus compañeros de mesa. Tras un breve saludo tomó asiento y se dispuso a escuchar, correspondiendo con una abierta sonrisa al guiño de ojo de Tomás antes de prestar atención al apasionante discurso de Aram de Vilanova.

Sin duda me gustaría visitar un sitio así —exclamó irguiendo la espalda ante la emoción de imaginar los lugares que describía Aram —Curiosos compañeros tendremos esta noche, Esteban —añadió entonces mirando a su amigo sin perder la sonrisa, sin poder evitar una mirada ávida de aventuras y emociones —Aquí don Tomás que no cree en el Más Allá y el señor Vilanova que parece ser todo un erudito —siguió hablando y haciendo gala de su claro acento castellano pues el deje sevillano aún no había hecho mella en su habla.

Supongo que estoy en una posición intermedia —afirmó antes de llevarse a los labios una cucharada de consomé medio llena —Yo sí creo en los espíritus pero estoy lejos de ser una experta, al menos desde un punto de vista intelectual, aunque he leído algunos libros y publicaciones —se apresuró a añadir para no parecer crédula o simplemente morbosa.

¿Alguno de ustedes conoce al señor O'Donnel? —inquirió mientras partía un poco de pan con las puntas de los dedos, dando rienda suelta a su curiosidad —Yo he oído hablar de él pero de forma muy tibia, al menos entre mis conocidos.

En realidad, tras ese "mis conocidos" se escondía tan solo su amiga Rosa, despechada porque en una sesión el irlandés no le prestó atención cuando fingió que se desmayaba por la impresión.

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17/06/2020, 11:02
Esteban Ramírez de la Osa

Aquí don Tomás que no cree en el Más Allá y el señor Vilanova que parece ser todo un erudito —siguió hablando y haciendo gala de su claro acento castellano pues el deje sevillano aún no había hecho mella en su habla.

—Supongo que estoy en una posición intermedia 

Por su compañía, claro está -aclaró Esteban con una sonrisa, mirando también a Aram y a Tomás-, y por vuestras diferentes concepciones sobre estos fenómenos es por lo que están aquí. Veremos a ver qué nos depara esta noche. Lo principal es que estén atentos y, saquen las conclusiones que saquen -añadía Ramírez llevándose un aperitivo de pescado a la boca- no interrumpan la sesión: ya me aclararán sus impresiones al final de la misma.

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17/06/2020, 11:03
Marcos Revuelta

—¿Alguno de ustedes conoce al señor O'Donnel?

Yo lo conozco, pero de oídas -intervino Marcos Revuelta, mirando con cierto (y evidente) interés físico a la joven Catalina-. El señor Ramírez insistió en que le viéramos, pero aún no he sido testigo de sus artes -Esteban negó con la cabeza ante la pregunta, sin decir nada, pues tenía la boca aun llena-.

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17/06/2020, 11:04
Director

Tras la cena (que corrió a cargo del millonario Ramírez De la Osa, Esteban os llevó a la calle de los Álamos, cerca del restaurante, por lo que fuísteis andando. Era una calle compuesta por casas bajas, donde en el centro de la misma habia una iglesia (enclavada allí, en mitad de las apretujadas casas del barrio). Encalada de blanco y con fachada muy colorida, entrásteis en un edificio de dos plantas (el único entre las casas bajas). Nada más acceder estábais en un pequeño zaguán-recibidor con zócalo de baldosas decoradas con motivos muy bellos, y una gran lámpara en el techo. Macetas a su lado componían el lugar. El edificio albergaba cuatro viviendas, por lo que subísteis por las blancas escaleras de mármol desgastado hasta el segundo piso.

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17/06/2020, 11:04
Marcos Revuelta

Aquí hace sus sesiones, en su propia casa -detalló el contable-. Hoy ha accedido a realizar una sesión privada, lo cual es un lujo -miró a su amigo Esteban, sabiendo que él había pagado tal privilegio-. Asi que estaremos nosotros cinco.

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17/06/2020, 11:04
Director

Tras subir los escalones llamásteis a la puerta oscura y gruesa. El timbre era estridente y tosco. Una mujer os abrió allí mismo, que debía ser una especie de ama de llaves o algo así, la cual rondaba la cincuentena. El caso es que no dijo nada, pues era como si ya os esperara. Tras haceros pasar, atravesásteis un largo pasillo diáfano y sin decoración hasta llegar a un salón de planta cuadrada. El resto de la vivienda estaba tan oscura que no podíais intuir su disposición.

El comedor tenía tehcos y paredes decorados con finos motivos como geométricos y florares en sus bordes, y las puertas a éste eran de vidrio decorado con octógonos muy coloridos. En el inteior había bastante mobiliario de fina calidad: una mesa cuadrada, una camilla redonda, varias sillas y un gran armario-cómoda en la pared de enfrente. Una lámpara de tulipas invertidas sobresalía del centro del techo y bajaba bastante, casi hasta la cabeza de cualquier habitante del lugar. Unos cuadros y otros motivos de decoración ambientaban el lugar. Eso sí. La única gran ventana tenía sus postigos entreabiertos y las cortinas cerradas. Unas velas encendidas decoraban la estancia en penumbra, así como un suelo geométrico en cuadrados de color invertido a cada unidad. Sin duda un hálito de palpitación emanó de vuestro corazón. No estaba mal eso de ponerse en situación.

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17/06/2020, 11:05
John O'Donnel

Bienvenidos -una figura se levantó de la camilla, como saliendo a vuestro encuentro de manera cordial-. Era un tipo alto, muy alto, con evidentes rasgos de no ser devoto de la Virgen de Gran Poder, ni de ninguna ciudad española fuera de Sevilla. Era visiblemente extranjero: pelo suave, castaño pero a la vez rubio, ojos pequeño y azules y una sonrisa peculiar, muy similar al poco cine que podríais haber visto. Aquel tipo, según dirían muchos, parecía un buen partido-. Mi nombres es John O'Donnel -decía asintiendo y extendiendo la mano hacia las sillas dispuestas alrededo de la camilla-. Siéntense, comenzaremos enseguida -añadió-.

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17/06/2020, 12:28
Tomás Maldonado

Caminaba el primero justo detrás de Esteban,  cuando se dio cuenta de que había una dama y gentilmente le cedió el paso antes de entrar en la casa y se esperó el último, a que todos hubiesen entrado antes de hacer él lo propio. La casa no le supuso ninguna sorpresa, era una casa muy tradicional, muy bonita.

Esa noche se alojaría en el hotel América, le había dicho a su chófer que se marchase. Él siempre tenía una habitación guardada en el América, para sus frecuentes visitas con alguna dama no siempre soltera. Sólo tenía que presentarse en recepción y dar un par de voces a Valentín, el botones o a Don Miguel, que era el recepcionista y gerente.

Se le quedó mirando al irlandés en verdad es inglés inglés tiene pinta de rufián, si es que se aprovechan de los crédulos y de las damitas con dinero - mucho gusto -esperó a que la dama tomase asiento antes de hacer lo propio.

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18/06/2020, 22:25
Catalina Martín

La situación se ponía cada vez más interesante aunque solo fuera por el aura de misterio extra que parecía tener aquella sesión de espiritismo. Cuando acabaron de cenar salieron a la calle y caminaron hasta el lugar en el que se llevaría a cabo la sesión. La noche era fresca y estimulante y Catalina no podía evitar mantener una discreta sonrisa en los labios, segura de sí misma y de lo que se disponía a hacer. Además, por primera vez, no iba acompañada de Rosa ni de ninguno de sus amigos condescendientes.

La casa de John O'Donnel era mucho más vistosa de lo que parecía por fuera y aunque no había demasiada iluminación Catalina no perdió detalle de lo que había allí dentro. La luz de las velas otorgaba un ambiente misterioso a ese salón que seguramente sería mucho más amigable con los rayos del sol entrando en él. A pesar de todo, Catalina estaba encantada pues ya notaba aquella sensación trémula de expectación y de tensión.

Cuando el señor O'Donnel hizo acto de presencia Catalina esbozó una media sonrisa entendiendo por qué Rosa parecía encandilada por él aunque no quería reconocerlo. Ya estaba deseando ir a tomar café con ella para contarle lo de aquella sesión y eso que todavía no había empezado.

Catalina tomó asiento cuidadosamente, dejando el pequeño bolso a su lado y quitándose el coqueto sombrero que ocultaba su espeso cabello negro peinado en suaves ondas hasta su cuello.

Siéntense, caballeros —dijo con una sonrisa pues no quería verse sola en aquella mesa sobre la que seguramente pronto comenzarían a pasar cosas inexplicables —Hay que empezar a relajarse —añadió enarcando las cejas con convicción pues siempre había leído que la relajación y tranquilidad de los asistentes ayudaba a que las energías fluyeran mejor.

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18/06/2020, 22:53
Aram de Vilanova

El paseo desde el Patio Andaluz hasta la casa del tal O'Donnel, fue tranquilo y de charla animada. Aram estaba algo angustiado, pues temía que su cojera relentizara el paso del grupo y llegaran tarde. Se esforzó para mantener el ritmo, y aunque al llegar a la casa de dos plantas, le faltaba un poco el resuello, esperó y entró el último, mientras se recuperaba. Luego más arriba, ya en la puerta, que una servil señora, nos abrió, el joven Tomás Maldonado, me cedió el franqueo del portal, al igual que al resto de invitados, antes de cruzarlo él mismo.

El lugar era, me atrevería a decir meticulosamente diseñado o buscado para el propósito de aquella velada. Diferentes formas geométricas y contrastados colores, se combinaban para dar un ambiente concreto. Naturalmente la Inducción es un método científico, que obviamente ayuda a una predisposición.

Disimuladamente, al pasar cerca de unas velas encendidas, inhalé más profundamente... era algo que ya había comprobado antaño en otras reuniones, incluso en Haití. El uso de aromatizadores que ayudaban al relax, pero que en un estado prolongado pudieran causar distorsiones en la percepción...algo sutil también, pero muchos farsantes, eran verdaderos maestros de manipulación de los sentidos, de sus "invitados"

Era de formación profesional. Yo estaba aquí para valorar si había alguna manifestación paranormal en el transcurso de la velada, y para ello debía descartar cuantas tretas conociera...

Un placer Sr. O'Donnel, gracias por esta oportunidad brindada. Sin duda, hablaré de esta experiencia en el próximo congreso Teosófico.

Le di la mano, e intenté percibir, como la devolvía, con fuerza, lánguida, dominante... Algo que me mostrara un poco mas de su carácter. 

La apreciación de la señorita Martín fue atendida tan rápido como mi pierna me lo permitió.

Teneis toda la razón, sería una descortesía incomodaros. Os importa si me siento a uno de vuestros lados? Dicen que la gente que tiene predisposición para estos "contactos" suelen canalizar flujos espectrales que se concentran cerca de ellos.

Sr. Revuelta, espero que empecemos nosotros cinco, y consigamos ser alguno más antes de acabar la sesión, y no me refiero a la atenta Ama de llaves, jajaja.

Notas de juego

Disculpad que ayer me fue imposible. y hoy es tarde. 

Los miercoles tengo unas clases y me es dificil, hoy aunque tarde aqui esta el post. Ahora voy a cenar jejeje

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18/06/2020, 23:59
Director

O'Donnel se percató de que Tomás le miraba. Había visto esa mirada en muchos otros. La mirada de la desconfianza natural del ser humano, sobre todo si existía dinero de por medio en asuntos de espíritus. Asintió el medium ante Maldonado justo cuando pasó para sentarse (aunque esperó a que Catalina lo hiciera por cortesía). La joven empresaria parecía encantada por lo que estaba viendo, y eso que era una sala en penumbra; más bien por lo que aquello significaba, por el galán que era O'Donnel en realidad y por los posibles chismes que podría compartir con su querida Rosa. Tras sentarse también lo hizo Marcos Revuelta, con una sonrisa en sus labios por estar allí, y también vuestro amigo Esteban, algo más escéptico (tal vez a la par que Tomás en opinión). Los dos últimos en tomar asiento fueron Aram de Vilanova y el propio medium. Éste le estrechó la mano suave, pero firme, y asintió girando su cabeza cuando le dijo lo del congreso.

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19/06/2020, 00:00
John O'Donnel

Bueno, usted aún no ha visto nada, señor Vilanova -decía con una sonrisa en la boca y el marcado acento extranjero-. Por favor -extendió la mano para que se sentara, en señal de invitación-. El último en hacerlo fue el medium, quien hizo una señal a la ama de llaves, allí de pie, en la entrada del comedor, mimetizada con el ambiente lóbrego (pues sus prendas eran también negras). Esta se dio la vuelta y cerró las puertas con motivos geométricos. Finalmente estuvísteis solos.

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19/06/2020, 00:00
Esteban Ramírez de la Osa

Usted nos irá explicando todo, ¿verdad señor O'Donnel? -Esteban se mesó su gran barba enraizada de hacía meses-, dando a entender que estaba atento, muy atento a todo.

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19/06/2020, 00:01
Marcos Revuelta

Así es Aram, a ver qué pasa -dijo al parapsicólogo-. Relájese, Esteban -decía más chisposo y risueño Revuelta, con la actitud de estar allí divirtíendose como si, por ejemplo, hubiérais ido a tomar una copa-. Bueno, no se relaje: no vaya a ser que le den un buen susto, ja ja ja. Entonces sacó un puro de debajo de su chaquetilla, pero el medium lo miró y negó con la cabeza, por lo que Revuelta volvió a guardarlo, algo contrariado (le pareció que aquella sesión le ofrecería lo mismo que un buen baile en un tablado flamenco... pero no).

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19/06/2020, 00:02
John O'Donnel

¡Silencio, por favor! -señaló O'Donnel mientras tomaba unas cerillas del bolsillo y encendía la única vela (un fino cirio) que había sobre la mesa-camilla. Vamos a comenzar. En la camilla donde os sentásteis en círculo, Aram al lado de sus dos compañeros Tomás y Catalina, había un vaso y un tapete con extraños símbolos, entre el vaso y la propia camilla. Todos os veíais las caras, y ahora todos estábais sentados unos frente a otros.

Sí, yo les explicaré todo, no se preocupen -respondió el medium a Esteban-. Primero de todo: cójanse sus manos. No se apuren, esto es normal, esto es una "interacción" -no tardásteis mucho en hacer aquel paripé-. Bien. Ahora, mantengan todos silencio y atención. Voy a tratar de contactar con alguna presencia a través de la canalización de ésta interacción. Todo lo que vean en mí o yo pueda decir tal vez les pueda... asustar. Pero tranquilos: les adelanto que será todo normal. Ahí afuera está Julia, mi ayudante, para que se queden más tranquilos.

El tipo levantó la cabeza, aún con las manos cogidas a la de sus invitados. Luego cerró los ojos con suavidad. Entonces comenzó a llamar a una presencia, preguntando si alguien "estaba ahí". Todos os mirábais los unos a los otros, pero él levantaba el gaznate, haciendo ver bien, a la luz de las tenues velas, su nuez en la garganta. ¿¡QUIÉN ESTÁ AHÍ!? -gritó entonces, y Esteban, que tenía ya unos años más, se sobresaltó por el susto un poco-.

No ocurrió nada. Se hizo un silencio.

¿¡QUIÉN ESTÁ AHÍ!? -volvió a decir, esta vez con más fuerza-. Aram miraba todo con ojo científico, Catalina con grandes expectativas de experiencia y Tomás con suma atención por el placer de desmitificar a cualquiera que no lo mereciese (como parecía pensar del irlandés, a priori).

¡¡¡FZZZZZZZZZZZZZZ!!! entonces todas las velas de la sala quedaron a oscuras, excepto una: la última que había encendido O'Donnel, la que estaba sobre la camilla, delante de vosotros.