Partida Rol por web

El Despertar del Mal - II - La Máscara del Dios Viviente

III - El Templo del Dios Viviente

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28/11/2015, 07:03
Director

La espera hasta la noche siguiente se hizo más larga incluso que el viaje que los había traído a Tamran desde Kassen. La incertidumbre sobre lo que encontrarían en el Lamento del Explorador y de cómo actuarían una vez hubiesen de presentarse allí fue un sentimiento común en los corazones de todos y cada uno de los miembros del grupo. Las reuniones y conversaciones sobre el tema se llevaron la mayor parte del día siguiente a la reunión con el explorador Réginar. Por otra parte, poco más se podía hacer, había vuelto a nevar de forma copiosa durante toda la madrugada y, para cuando los compañeros se levantaron de sus camas, la calle se había convertido en un mar blanco en el que a duras penas podía distinguirse un escalón. Al igual que el grosor de la nieve había subido varios palmos, casi dos pies, las temperaturas habían descendido de tal forma que largos témpanos de hielo habían crecido durante la noche en las repisas de las ventanas así como en los alberos de los tejados.

Volvía a nevar en el momento en que el grupo abandonó entre grandes nubes de vaho el cálido salón de la Última Comida de Gar. Lo que hubiese sido un paseo de media hora hasta las inmediaciones del templo de Razmir, acabó siendo un periplo lleno de resbalones y tropiezos de más de una hora de duración hasta que consiguieron vislumbrar el letrero del Lamento del Explorador, situado en la fachada opuesta a uno de los costados del templo.

Por la gran cantidad de nieve acumulada frente a la puerta del establecimiento, y la ausencia de huellas sobre ella, el grupo pudo deducir que si había alguien en el interior del local, éste debía llevar allí varias horas. Por otra parte, el bullicio propio que se daba en los alrededores de las tabernas llegaba a echarse de menos en aquel lugar de tan silencioso como era. Esto último contrastaba enormemente con otras tabernas que habían dejado atrás, tan sólo a una o dos calles de distancia, las cuales parecían estar repletas de clientes. Desde el exterior, El Lamento del Explorador, daba la sensación de ser un edificio sencillo. Constaba de una sola planta de forma rectangular, en las que se daban cobijo un amplio salón comunal y una cocina pequeña, distinguible por la humeante chimenea. El edificio había sido construido a base de largas y macizas planchas de madera de pino; algo lógico para mantener la temperatura durante el invierno en las sombrías calles de los alrededores del templo, donde era extraño que la luz del sol incidiese sobre un punto más de un par de horas al día. 

Notas de juego

  • Son aproximadamente las diez de la noche cuando llegáis a la esquina desde la que se ve el Lamento del Explorador.
  • Reponed hechizos.
  • Decidme qué lleváis consigo cada uno en las notas de vuestros post.
  • ¿Vais a entrar todos juntos?

 

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30/11/2015, 20:38
Rhylen Carsson

Con el plan a seguir definido, aunque fuera con pinzas, el grupo de aventureros se despidió de Reginar con la promesa de informarle tras unos días una vez las investigaciones diesen sus frutos.

Las siguientes horas hasta el momento de ponerse manos a la obra fueron un auténtico suplicio para Rhylen. El tiempo corría lento y para colmo estaba privado de poder matarlo haciendo aquello que más le gustaba. Con cada jarra de vino que conseguía para amenizar el paso de las horas, el pequeño Togo aparecía como de la nada asegurándose de que el anciano recordara su promesa. Rhylen desesperaba, además el hecho de mantenerse ocupado le hacía olvidar aunque fuese brevemente la necesidad de aclararse el gaznate… pero para su desgracia allí había muy poco que hacer y aún mucho tiempo por delante.

Y por fin llegó el momento de ponerse en marcha. Rhylen, como si se tratase de un niño pequeño deseando salir a jugar, esperaba impaciente a sus compañeros a la salida de la posada a la vez que combatía el frio con cortos y continuos paseos.

A llegar a las puertas del Lamento del Explorador, todos se miraron manteniendo un gesto serio que sin palabras anunciaba que a partir de ahora debían ir con pies de plomo. Por si fuera poco, el sospechoso silencio que gobernaba aquella taberna no era precisamente tranquilizador… - Bueno, chicos… ¡vamos allá!, espetó tras coger aire y disponerse a abrir la puerta… 

Notas de juego

Equipado: Armadura y Cinto + tunica por encima con capucha puesta

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01/12/2015, 00:14
Togo "El Niño" Overhill

A la mañana siguiente Togo no fue de los primeros en despertar. Estuvo aguantando toda la noche disfrutando de una larga velada con los músicos que amenizaban la noche en La última Comida de Gar. Una copiosa nevada se había adueñado de las calles, que fueron recorridas con cuidado durante esa mañana por el mediano, en busca de alguna tienda en la que poder adquirir una mochila de su tamaño, pues pretendía poder llevar al templo su saco de contención del modo más disimulado posible.

La tarde se la pasó vigilando que un inquieto y nervioso sr. Carsson no se desmadrara con el vino. Para eso intentó entretenerlo con alguna historia, cancioncilla recién aprendida o algún juego de manos sencillo pero sorprendente, haciendo aparecer y desaparecer monedas y otros pequeños objetos entre sus pequeños pero ágiles dedos.

Antes de salir hacia el templo, Togo se preparó a conciencia todo lo que llevaba en su saco, haciendo un repaso para recordar las decenas de cosas  más o menos útiles que durante toda su vida había estado recopilando a la espera de su primera aventura, la cual iba a dar comienzo en pocos minutos con la visita a El Lamento del Explorador. Le era difícil contener su emoción, pero a medida que se acercaban a esa taberna, se iba calmando, sabedor de que nada ni nadie tenía que notar que él no era más que el asistente de Alétheia y su anciano padre (o al menos eso pensaba él que debía parecer). Estaban ya a escasos metros del lugar elegido por los monjes para captar a sus fieles y un escalofrío recorrió el cuerpo de Togo por un instante. Era la hora de la verdad, de ser el protagonista de una gran aventura y, aunque por unos segundos la situación parecía atenazar al mediano, las palabras del sr. Carsson para que entraran al local parecieron activar al pequeño que no dudó en ser el primero en entrar al lugar  y servicial, como solo un asistente podía ser, abrió la puerta a su señora Alétheia y la ayudó a entrar, espolvorando la nieve que la rolliza joven llevaba pegada en su calzado. Y acto seguido hizo lo mismo con el señor Carsson.... Pasen y acérquense a la  lumbre. Este frío no es bueno para sus huesos señor....

Notas de juego

Por mí seguimos con la historia del padre e hija....

Yo llevo todo en el saco de contención, salvo alguna cosilla que ahora actualizaré en Estados de Personajes.

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01/12/2015, 09:09
Tanyl Argenthor

Tanyl estaba tranquilo. No le gustaba tener que esperar pero no había otra opción. Él lo tenía todo muy claro, pero parecía que el resto seguía con dudas acerca de como infiltrarse.

Era como en la torre de hechicería donde se había criado. Los magos de la torre se pasaban el tiempo preocupados en los estudios y resultados de sus hechizos en vez de dejar que la propia magia eligíese su camino.
Dedicó pues su tiempo a hablar en élfico a Hostawen. Quería demostrarla que él lo hablaba perfectamente, pese a no haberse criado entre ellos.

Curioso como era, preguntó a la bella exploradora sobre sus hábitos de vida, cómo había conocido a  Alethia y cualquier por menor que ésta quisiera contarle.

No paraba mientras tanto de tirarle un pequeño ovillo de lana a Fuzuli sobre su enorme y peluda panza, que luego recogía de un hilo que había dejado suelto para volverselo a lanzar. No solo lo hacía para incordiar al gato pachón, sino para que se moviese un poco y quemase esas grasas de más que había adquirido después de la castración.

A la mañana siguiente se parapetó con todo su equipo, que no era mucho, y marchó junto al resto por las gélidas calles hasta la posada en cuestión.

Parecía que iban a seguir con el paripé de padre-hija, siervos y mercenarios... Bueno, en estos casos mejor dejarse llevar hasta ver qué encontraban. Cedió el paso a Hostawen y Tanyl fue el último en entrar por la puerta.

Notas de juego

Lleva todas sus pertenencias consigo.

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01/12/2015, 17:20
Alétheia

Alétheia mataba el tiempo como podía. La ansiedad la calmaba a base de comida, para alegría del manco dueño de la posada, o a base de rezar al Débil. Le pedía perdón por anticipado por si acaso tuviera que decir alguna mentirijilla para salvaguardar el objetivo de la gran misión que le había sido encomendada.Sí que le agobiaba un poco el tema del símbolo del Débil. ¿Cómo iba a ocultarlo? Sus pechos, donde solía tenerlo, eran generosos y eso siempre llamaba la atención de la gente. Aunque no le gustara iba a tener que ir menos escotada.

- No me parece bien tener que ocultarlo.- Decía desconsolada sin saber bien si lo decía por el símbolo del Débil o por su canalillo, digno del mejor arquitecto.- Quiero decir...ejem...que la fe al Débil no es para ocultarla sino para llevarla con orgullo.- Qué siiii, que valeeeee, que era una misión secreta. Si Togo volvía recordárselo una vez más le elevaría del suelo con sólo tirarle de una de sus grandes orejas.- Voy a dejar aquí mis armas,  armadura y escudo. Confío en vosotros- Miraba descaradamente al Sr. Carsson.- para protegerme en caso necesario. Me llevaré la honda oculta en la pierna...- De pronto se ruborizó porque parecería una fulana con una liga así que continuó.- Y unas piedras que fácilmente podría transformar en armas mortales con el toque divino del Débil.- Esputos infectos del Viejo. Así llamaban a ese conjuro en el templo entre los acólitos más descarados.- Hostawen querida. ¿Tú podrías hacerme una cachiporra?* Creo que eso pasaría más desapercibido.

El tiempo era cada vez peor y, sin su armadura, le parecía que hacía aún más frío, aunque iba bien tapada para que no le vieran el símbolo oculto en el escote. Iba de mojigata hija de un pobre viejo borracho. Para ello se cubría su pelazo con la capucha y se había hecho una coleta que parecía un pon-pon de lana. Estaba horrenda pero así aplacaría la ira del Débil por irse a meterse en otra congregación religiosa.

Sólo es parte de la misión. Mi fe no se tambaleará jamás.- Sin darse cuenta habían llegado y Togo les habría la puerta servicial.

- Muchas gracias.

Notas de juego

Dejo la armadura, el escudo, las mazas y los dardos. Lo demás creo que podría llevarlo.

*Creo que con una tirada de supervivencia artesanía puede hacerse.

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01/12/2015, 19:40
Director

Notas de juego

Fabricar una cachiporra es una prueba CD 5 de artesanía.

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01/12/2015, 20:06
Rolen Oggersmith

Para sorpresa de Togo, una vez dejó entrar a todo el séquito que lo acompañaba, no había ninguna chimenea calentando el solitario comedor de la taberna. Éste, como se intuía desde fuera, era de construcción vagamente rectangular. Daba cabida en su interior, además de una barra con forma de «L» y una pequeño tarima que levantaba poco más de un pie y que era idéntica a la que utilizaban los músicos en la posada en que se alojaban los compañeros,  a cuatro mesas redondas que  dominaban el centro del salón y a una mesa comunal rodeada de bancos situada en un lateral del mismo.  Tras la barra y colgados en la pared, había gran cantidad de letreros mostrando la amplia variedad de bebidas de que disponía el establecimiento.

Rolen Oggersmith, el fornido propietario de la taberna, dio una cordial bienvenida a todo el grupo a medida que este entraba en el interior. – ¡Bien hallados! ¡Pasen, pasen y tomen asiento donde deseen! – Exclamó  sin incomodidad alguna por encontrarse la taberna completamente vacía -  ¡Vamos, entren, no está el tiempo como para estar en la calle!, ¿no es verdad?

Como un rayo, Rolen abandonó la barra y se dirigió hacia la mesa donde habían tomado asiento los compañeros – Ahora mismo les pondré algo para beber, y para comer, si gustan claro. – Ofreció servicial. ¿Vienen ustedes para ingresar en la orden? – Preguntó, sin tapujos.

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01/12/2015, 21:47
Rhylen Carsson

Para sorpresa del quinteto, la taberna estaba completamente vacía... y era cierto que podría resultar sospechoso después de ver el ambiente del resto de posadas a escasos metros, pero al igual que ello no parecía existir amenaza alguna por el hecho de haber llegado a la taberna sin ningún arma con la que protegerse.

No obstante, Rhylen era muy consciente que se encontraban en territorio enemigo. El edificio desde el exterior era mucho más grande de lo que presentaba aquel salón…sin olvidar que podría existir algún nivel inferior donde podría estar la gran amenaza.

Con ese pensamiento desconfiado, Rhylen tomó asiento en la mesa elegida por sus compañeros. Con paso lento y tranquilo se fue fijando en cada detalle de la taberna, desde algún detalle sospechoso hasta algo que pudiese utilizar como arma si notaba la mínima sensación de peligro.

-Si es tan amable, comida y bebida sería perfecto, gracias. Respondió de forma educada al ofrecimiento del tabernero. – Así es buen señor, respondió a su última pregunta. – Hemos oído la llamada de la orden y estamos dispuestos a obrar en su causa…, comentó calmado. – Dígame, ¿sabe con quién debemos hablar?, preguntó también sin tapujos… 

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01/12/2015, 23:53
Hostawen

La elfa pasó parte de la noche divertida con la actuación del mediano, no pasó mucho tiempo deleitándose con la actuación del grupo hasta que fue a su dormitorio. Rezó a su divinidad al alba y luego deambuló por la habitación hasta que Tanyl la sorprendió hablando en elfo. El rubor inundó su rostro e incluso aceleró su corazón. No tanto por que el semielfo le hablase, si no por hacerlo en su idioma natal. Miles de recuerdos inundaron los ojos de la exploradora, quien tuvo que hacer un esfuerzo para que no rebosase una lágrima (...). Tras una larga conversación con el mago sus compañeros comenzaban a desesperezarse, casi parecía un siglo la conversación que había tenido con el hechicero. La elfa incluso se preguntó si alguno de sus compañeros había entendido algo. El único que parecía haberles entendido la última vez que hablaron en su ancestral idioma natal dormitaba tras una noche loca.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Llevo todo mi equipo.

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02/12/2015, 00:04
Hostawen

(...) Los labios de la elfa se apretaron al escuchar su idioma natal. A punto estuvo de dejar correr la presa que contenían todo el mar de emociones que tenía como prisionero. Las dudas, los miedos, todo parecía que se debilitaba ante su lengua. La sangre. Los recuerdos. Una voz masculina hablando élfico. Sólo la había escuchado de su padre. -M-me dedico a los bosques...- dijo titubeando. Esforzándose en aparentar ser fuerte, pero esta vez no era como las otras veces, esta vez casi parecía un ciervo desvalido. La intervención de Tanyl la había pillado por sorpresa y casi no le dio tiempo a asimilar toda aquella información. Lo mejor sería hablar y hablar. Y así hizo... -No conozco nada aparte de Arnama y el bosque de Fangwood.- parecía que las dudas comenzaban a desaparecer, al igual que su debilidad. -No sé nada de mi vida anterior. Arnama me encontró muy pequeña. Ya entonces, vivía en los bosques, como Rakna. Ella me encontró y me enseñó a defenderme. Me enseñó a cazar, a trepar, a tallar y a sobrevivir...- comenzó diciendo con una sonrisa en la cara -En los bosques encontré mi vida y ahí construí mi casa...- poco más contó la elfa aparte de bellos relatos sobre el bosque al alba y los atardeceres en las copa de los majestuosos árboles.

Contó una anécdota graciosa protagonizada con Arnama, hasta que tras unas risotadas el silenció se apoderó de ambos conversadores. Una nueva pregunta formuló el hechicero y la elfa, más suelta, comenzó a relatar la historia de cómo conoció a Alétheia y Rhylen. -En mi caso fue una imposición, en el caso de Alétheia, los dioses la eligieron. A Rhylen le contrataron.- dijo sin ningún reparo. La elfa contó como los tres, junto a otro compañero, se adentraron en las tumbas sagradas de Kassen. También contó que antes de esa aventura no conocía a nadie más que a Arnama. El viaje estuvo lleno de peligros y la fe de Alétheia en su dios les sacó de más de un lío. Al igual que la destreza de Rhylen con la espada. Casi se sentía menos que sus compañeros, pero no quería que Tanyl se diese cuenta. Finalmente contó cómo salvaron a dos aldeanos de Kassen que se habían perdido al intentar preparar pruebas al grupo y habían caído en una trampa en aquellas catacumbas. Los muertos habían resucitado y gracias a Alétheia no fue a más. Finalmente con una sonrisa contó como había conocido a Rakna. - Eran tres hermanos. Parece que el invierno les había pillado por sorpresa y los movimientos en el templo les hicieron perder varias presas. Famélicos nos atacaron mientras dormíamos. La guardia de Rhylen...- dijo con un leve movimiento de cabeza. A su espalda dormía tras una cogorza, como la noche que hacía guardia. -Rakna fue el único de los tres que no atacó a Alétheia. Los otros dos estaban obsesionados con sus carnes. A uno Rhylen lo asfixió, al otro... bueno, fue horrible. Mejor, dejarlo ahí. Rakna y yo conversamos, sé que es difícil de creer, pero entablamos un vínculo. Me pidió comida y yo se la ofrecí. Agradecido se fue... Cuando salí del bosque, me hizo una reverencia y se ofreció a seguirme. Decía que los bosques estaban en deuda conmigo, había aniquilado el mal que en ellos vivía...- tras decir esto Hostawen se vio obligada a contar sus sueños. Como se repetían cada noche. Un majestuoso pegaso blanco en un descampado en el medio del bosque y como este caballo le hablaba. En el templo sintió como su mano tocaba su cuerno y atravesaba a Assar, un humano muerto que vagaba como esqueleto tras haber sido su tumba profanada. Luego Ekat Kassen el fundador se apareció y agradeció su labor. Sin duda, había sido el bosque quien había dado el don a Hostawen de acabar con Assar, si no hubiese sido imposible. Tras eso, se sintió tan en armonía... Rakna es la prueba de aquel pacto.- 

Notas de juego

Conversación durante la noche anterior.

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02/12/2015, 05:19
Hostawen

Poco antes de ir a la posada, donde supuestamente se reclutaba a los acólitos del templo, Alétheia requirió de los servicios de Hostawen, a quien respondió con un - Por supuesto, querida- cogiendo un trozo de leña del fuego y su hacha, no le fue difícil crear en poco tiempo una cachiporra que le sirviese como arma. Incluso se permitió el lujo de grabar en élfico el nombre de su compañera. - Ya sólo queda bendecirlo.- dijo con un guiño rememorando cuando bautizaron su expedición en el barco del enano. 

Ir hasta el Lamento del Explorador fue toda una agonía para Hostawen, no tanto por el clima, algo a lo que estaba más que acostumbrada, sino porque como una especie de presagio aquel nombre. Entró justo antes que Tanyl y tomó asiento junto a éste una vez se acercaron a la mesa grande. No dijo nada, pues Rhylen parecía controlar la situación a la perfección.

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02/12/2015, 06:22
Tanyl Argenthor

Tanyl se mantuvo en silencio. Al no estar seguro del papel que debía jugar en aquella comedia decició permanecer callado y dejar a los demás hablar.

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02/12/2015, 07:21
Togo "El Niño" Overhill

Togo esperó a que el posadero se presentara mientras observaba la vacía posada. No podía evitar cierta inquietud al ver que eran los únicos clientes del local y tras las palabras del Rhylen pronunció - Así es señor, pero vaya... parecemos los únicos interesados. Después de ver la presencia del culto en las calles y saber de la importancia  que tiene la orden en toda la ciudad, con todas las buenas obras que realizan por el bien de los más necesitados, mis señores han creído conveniente unirse para contribuir  en la realización de ese digno y bondadoso cometido, pero la verdad...no esperábamos ser los únicos... ¿ Acaso hay algún requisito difícil de cumplir o alguna prueba demasiado difícil para ingresar... O no hemos venido en el momento adecuado?

Notas de juego

Edit: Creo que hemos cruzado mensajes. Se supone que el mío es anterior a que se abra la puerta.... 

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02/12/2015, 07:31
Rolen Oggersmith

Rolen asintió satisfecho tras la respuesta de Rhylen mientras tomaba nota de lo que deseaba cada uno. - Pues, a decir verdad no sé cómo se llama con quien tienen que hablar, pues al llevar esas máscaras...ya sabe. - Contestó, para después volver a tomar la palabra intentando quitarle importancia a ese hecho. Pero bueno, eso no es problema. No tardarán en venir los reclutadores y podrán unirse al templo sin problemas. Vamos, digo yo. 

Hizo un amago de volver a la barra pero las preguntas de Togo le hicieron detenerse un segundo. - Oh, no son los únicos muchacho. Raro es el día que no viene alguien a unirse a la fe de Razmir. Pero es verdad, no esperes masificaciones como al principio. Pero estén tranquilos, que yo sepa no hay ningún requisito especial, sólo la fe... y no, no se han equivocado de día. No creo que tarden mucho en llegar, han llegado ustedes un poco pronto, es simplemente eso.

Por la actitud del tabernero hacia la futura entrevista se deducía que a éste no le importaba mucho quién se unía al templo ni los motivos que le llevaban a ello. Rolen se limitó a sonreír cordialmente antes de volver a la barra a preparar las consumiciones. Justo en ese momento la puerta se abrió lentamente y un joven cubierto de nieve entró al salón frotándose las manos.

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02/12/2015, 07:36
Director

Buenas noches. - Saludó el muchacho sin dirigirse a nadie en especial. Acto seguido, se despojó del raído abrigo que cubría sus hombros y cabeza y lo dejó sobre uno de los taburetes junto a la mesa en la que tomó asiento. Se trataba de un varón joven que rondaría la treintena escasa. Poseía amplios hombros, pecho firme y brazos fuertes, además de un rostro dominado por unos amplios pómulos, pelo rubio y ojos azules. Su atractivo era innegable. No podía negar que en sus venas aún corría con fuerza sangre élfica.

Mientras trataba de entrar en calor frotándose manos y piernas, los compañeros que lo veían sin necesidad de girarse distinguieron cómo éste estudiaba a los miembros del grupo mediante miradas fugaces.

Rolen volvió con una bandeja cargada con bebidas pero antes de llegar hasta la mesa pasó por la que ocupaba el joven para preguntar si quería algo. Negó moviendo la cabeza varias veces pero no dejó pasar la oportunidad el muchacho de preguntar al tabernero sobre si era allí donde uno podía unirse a la fe del Dios Viviente. Cuando éste le contestó que sí, el joven respiró aliviado y apoyó ambos codos sobre la mesa y comenzó a tamborilear un ritmillo con los dedos de las manos sobre ésta. No podía ocultar su inquietud.

Notas de juego

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02/12/2015, 11:52
Alétheia

Alejandra comía y comía. No podía evitarlo pues tensa era la espera. Al menos tenía su fe en el Débil, sus dagas y el palitroque que le había hecho Hostawen tan gentilmente y con tanta pericia. Al fin y al cabo una maza, por buena que fuera su factura, no dejaba de ser un palo con el que dar buenas ostias. Puesto que no quería meter la pata tampoco habló mucho. Dejó que el Sr. Carsson , con su buen hacer en las tabernas, tomara la palabra. Al parecer no les quedaba más que esperar a que los reclutadores llegasen. Cuando se abrió la puerta se puso tensa pensando que pudiera ser uno de ellos. Sin embargo era un hombre joven de muy buen ver que quería la misma información que ellos. Alé lanzó una patada por debajo de la mesa a su amiga Hostawen para que mirase. Si Tanyl acababa por no hacerla mucho caso ahí tenía a otro bello ejemplar.

- Ese dentro de unos cuantos años ...ufff...- Le dijo a Togo que estaba sentado a su lado. No era un secreto que Alétheia se sentía atraída por hombres de avanzada edad. En seguida se dio cuenta de su estupidez. El mediano no era como su amiga Hostawen, con quien compartir confidencias sobre chicos. Además se salía de su papel de mojigata loca por convertirse a la fe del Dios Viviente.

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02/12/2015, 14:51
Rhylen Carsson

Togo y Rhylen fueron los que llevaron la voz del grupo en la primera conversación con el tabernero. Era de esperar que Hostawen se mantuviese un tanto retraída como llevaba haciendo desde la llegada la ciudad, así como Tanyl, más por la labor de esperar a ver acontecimientos… o incluso Alétheia puesto que la situación ya de por sí era comprometida para ella. No obstante, y a pesar de los primeros intentos tanto por el mediano como por el viejo guerrero por causar una buena impresión, pronto se dieron cuenta que dialogar con aquel tabernero no les aportaría mucho más que la comida y bebida de la que estaban a punto de disfrutar.

Mientras gozaban de la cena, un nuevo individuo entró en la taberna. El silencio se hizo sobre la mesa pensando que se trataría de algún miembro de la orden de Razmir, aunque pronto despejaron sus sospechas cuando manifestó al tabernero que se encontraba allí por la misma razón que los aventureros. – ¡HUM!, suspiró desconfiado Rhylen al ver como observaba al grupo disimuladamente. Podría ser en efecto alguien interesado por ser reclutado, claro, pero también podría tratarse de algún miembro de la orden con la intención de averiguar más sobre aquellos que pretendían ser reclutados.

-Disculpa joven, dijo alzando la voz para dirigirse al desconocido. – No hemos podido evitar oírte, como verás el alboroto de la taberna brilla por su ausencia, comentó haciendo referencia al resto de mesas vacías. – Mi nombre es Nelyr, y aquí mis amigos y yo también estamos interesados en unirnos a la fe del Dios Viviente, dijo sin tapujos. – Pero ven, ven… siéntate con nosotros, no es necesario que esperes tú ahí sólo hasta que lleguen los miembros de la orden, invitaba haciendo gestos con el brazo… - ¡Tabernero!, sirva a nuestro nuevo amigo lo que guste tomar mientras nos acompaña a la mesa…, finalizó dando por hecho que aceptaba su proposición.

- Tiradas (1)
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02/12/2015, 15:37
Evlar Thilisson

Evlar se hizo el sorprendido, aunque no tenía mucho sentido pues era evidente que el anciano sólo podía dirigirse a él. Incómodo y un tanto reticente al principio, el joven semielfo hizo un amago de negación ante la invitación de compartir mesa pero, viendo que el Nelyr ya había pedido bebida para él, no quiso ser descortés; más si cabe por el hecho de que probablemente iban a ser compañeros de orden.

Así, arrastrando los pies a paso lento, llegó hasta la mesa de los comensales para tomar asiento. Encantado señor Nelyr. Mi nombre es Evlar Thilisson. – Dijo titubeando sobre el lugar dónde sentarse. Al final, tras una mirada recelosa a Rakna, prefirió dar la vuelta a la mesa y sentarse junto a Togo, el cual tenía un aspecto mucho menos amenazante que el enorme cánido.  

Un vistazo más de cerca, permitió a los miembros del grupo percatarse de su incipiente y descuidada barba y su, más que evidente, olor corporal. Por el olor a sudor agrio y avinagrado, y su pelo grasiento, no cabía duda de que llevaba bastante tiempo sin tomar un baño.

Buscó con la mirada de cordero degollado a Nelyr - No tengo dinero para pagarla... –. Susurró un tanto avergonzado nada más depositar Rolen la pinta de cerveza frente a él. 

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02/12/2015, 20:55
Rhylen Carsson

Rhylen celebró con una amplia sonrisa la llegada de Evlar a la mesa. Si realmente se trataba de alguien con intenciones de ingresar en la orden, aquel joven podría serles de gran ayuda a guardar las apariencias. Al menos uno de los comensales sentados a la mesa tendría sinceras intenciones por unirse a la fe del Dios Viviente…y eso, de cara a una más que probable entrevista por los reclutadores, era de agradecer... 

- No te preocupes por eso, chico, respondió al joven Evlar. – Ésta cae de nuestra cuenta, anunció a la vez que bebía de su jarra. – Y dinos, ¿cuál es tu historia? ¿Eres de Tamran o has llegado hace poco a la ciudad?, preguntaba para romper el hielo, y por qué no decirlo, conocer algo más de aquel individuo... - Pero bebe, bebe sin reparo, muchacho… estás entre amigos, tranquilo...

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02/12/2015, 23:31
Hostawen

Hostawen, de espaldas a la barra, no se giró un sólo instante ni para mirar al camarero que regentaba el lugar. Mucho menos tenía pensado mirar cuando entró aquel hombre. Sin embargo Aléhteia la obligaba y si no quería perder la pierna, debía mirar. Y así hizo. Una fugaz mirada hizo enrojecer el rostro de la elfa, el comentario de la pitonisa hizo sacar una risa pícara a Hostawen, que tuvo que esconderla tras su mano, casi se moría de la vergüenza. Una mirada cómplice a la pelirroja le hizo entender que a ella también le había parecido guapo. No pasaría mucho hasta que el destino en forma de Rhylen Carsson hiciese que el apuesto joven se acercase a la mesa. Rakna no le dejó acercarse, no conocía a aquel muchacho y antes se lo comía que cederle espacio junto a su compañera. A Hostawen esto poco le importó, prefería tenerlo enfrente, que sentado junto a ella. Lo mejor sería contemplar la conversación, aunque el olor que desprendía el amigo bien le explicaba porque Rakna lo había espantado. Mejor que se sentase con el mediano, que también olía a rancio, entre ambos podían emular el mejor queso rancio de la villa de Kassen.