Partida Rol por web

1936! en otro intento de apaciguar a los nazis, se celebran las Olimpiadas en Berlin. Allí Adolf Hitler intenta mostrar su Alemania como un país avanzado, idílico y pacífico. Ello mientras sus ejércitos crecen y su tiranía se endurece...

El día final de las olimpiadas, entre fuegos de artificio y fanfarrias triunfales, el mundo se maravilló de ver un hombre volando por los cielos.

Este hombre, tras sobrevolar el estadio, maravillando a los presentes, se posó en la tribuna presidencial, donde saludó al Fuhrer y las autoridades. Hitler lo presentó entonces como KAMPFLIEGER, héroe del Reich.

Tras hacer varias demostracines impresionantes, Kampflieger desapareció en los cielos.

Mientras los nazis se pavoneaban en Berlin, en Barcelona se ha organizado la OLIMPIADA POPULAR, un evento deportivo en el que participan sobretodo atletas de izquierdas. Entre ellos muchos exiliados de la Alemania nazi y la Italia fascista. Seintenta con ello dar la réplica al evento alemán.

1 de Julio de 1936. La ciudad se está cociendo como un huevo duro, con ese calor. pero por la noche la temperatura es más agradable, y la gente sale para pasear, bailar o charlar con los vecinos sacando las sillas a la calle. Las Olimpiadas han traído a la ciudad 20.000 visitantes (cifra altísima para la época). Así que se ven grupos de extranjeros por todos lados. La gente lamenta que no les dieran los Juegos olímpicos "de verdad" en 1931, pero aun así la olimpiada popular es un éxito. "Volveremos a pedir las olimpiadas" se dicen. Os han invitado a una especie de verbena en el barrio de Horta. Han puesto farolillos en la calle y varias mesas. Un cartel reza "Bienvenidos, atletas".

Por un azar del destino, os han sentado a todos en la misma mesa. Junto con dos atletas. Uno de ellos una exiliada austríaca.

Estaba sentado en una mesa, con gente que apenas conocía. Pero el ambiente era muy bueno, pese a todo lo que estaba pasando. La ciudad estaba completamente llena de gente. Y todos parecían buenas personas.
Me fije en la austriaca.
Pobrecilla pensé mientras la miraba de soslayo. Que horrible tiene que ser tener que huir de tu propio país... agité la cabeza para quitarme esas ideas de la cabeza. No era el momento de pensar en ello, de nuevo...

Hola le dije mirándola ¿Hablas castellano? Dije muy despacio

Al ver cómo alguien de la mesa trata de romper el hielo, creo que lo mejor será esperar a ver cómo resulta.

La chica se llama Anna Renner y habla español bastante correctamente. Dice haber vivido en Sudamérica varios años, y es periodista de El Sol de Buenos Aires. Ha venido por los juegos. Aunque también se ha apostado con su editor que en España habrá un golpe de Estado antes de agosto.

- Espero que ustedes no me hagan perder.

Sin duda, las celebraciones populares tienen mucho de sociológico... Estás meditando sobre el tema entre plato y plato cuando casi te atragantas al ver entre la multitud una cara conocida: ¡el profesor Orlov! Filósofo, biólogo, químico... Una mente preclara. Lo conociste brevemente en Madrid hará cinco años. Pero lo más sorprendente es que está muerto. Murió en un accidente de coche en Istambul.

 - Espero que me disculpe si los que somos de aquí no queremos que eso pase, ¿en que se basa para afirmar eso, por favor?. - Le dije, de manera cortes.

- Porque todo el mundo conspira contra la República. En Navarra el general Mola. En Canarias, Franco. En Ceuta, Yague. Los falangistas y los carlistas se entrenan, pero no para los juegos populares. - da una calada a su cigarrillo con boquilla.-Es solo cuestión de tiempo.

 No eran buenas noticias en absoluto, yo había escuchado algunos rumores, pero no había querido darles crédito. Pero supongo que era mi deber, como uno de los soldados fieles a la república, estar atento a cualquier noticia que llegara a mí respecto a ello...

 - Eso sería una guerra civil... - Murmuré, pensativo, no muy contento por la idea.

Héctor casi se atraganta al ver entre el gentío a un viejo conocido al que creía muerto. De repente su rostro palideció, todo su cuerpo le temblaba. Haciendo un gran esfuerzo por no caerse se levantó del asiento y dijo con voz entrecortada:

-Dis..discúlpenme un momento. Me ha parecido ver a un vie...viejo conocido.

Héctor, como buenamente pudo, encaminó sus pasos hasta donde se encontraba el profesor Orlov, y le dijo:

-¿Es...es realmente usted, profesor?

Bueno, los periodistas siempre andáis buscando de donde sacar una noticia jugosa - dije con un risa un poco forzada.

No era la primera persona que me decía algo así, en el sindicato algunos ya estaban listos a tomar las armas a la mínima vista de rebelión. Algunos incluso tenían planes de fuga. Yo intentaba ser positivo. Ya habíamos pasado muchos momentos malos, y seguro que seríamos capaces de arreglar con el dialogo las futuras situaciones.

Pero si te soy sincero, espero que pierdas. Y estrepitósamente. Supongo que siempre podremos arreglar las cosas con el diálogo. ¿O no?

¿Un golpe de estado es un motivo como para hacer una apuesta? Dijo mientras negaba repetidamente con la cabeza. No podía creerse que la gente en aquella ciudad fueran capaces de decir semejante barbaridad. En el pueblo donde Luis vivían estaban bastante al margen de lo que pasaba en las ciudades importantes, pero no se imaginaba que algo así pudiera pasar.

Además Luis era muy joven como para saber lo que realmente estaba pasando, al menos suficientemente joven como para no haberle dado importancia hasta ahora. Para él, todo aquello que se estaba diciendo en aquel momento era como jarros de agua fría que le estaban sacando de su mundo de paz y felicidad.

Aquello no podía estar pasando...

Pues... la señorita apuesta arriesgadamente... pero no sin sentido. Arriesgadamente... y peligrosamente ya que precisamente usted está aqui. Si ganase, se vería envuelta en una cruenta guerra civil, asi que o cree que va a perder, o es idiota o... le va la marcha.

Lo cierto es que hay que ser muy iluso para no ver lo que sucede alrededor. Yo quiero vivir todos los años que pueda, asi que no quiero formar parte de ningun bando. Por ello me atrevo a decir que... por un lado... sería imperdonable sumir al pais en una guerra que traería muerte y desolación sin acudir a las vias de la diplomacia antes... pero por otro lado... algo así no llegaría a ocurrir si los españoles estuviesemos contentos con las actuaciones de nuestros representantes políticos. Señorita, de corazón espero que pierda.

Los generales Franco y Mola no son todos los españoles, los hay que preferimos esto. Sobre todo teniendo en cuantas las alternativas. le digo al joven de gafas que acaba de hablar. No era un tono de reproche, solo un apunte.

- Yo no estoy en ningún bando, señores. Ni siquiera soy española. Simplemente sigo la noticia. Cherchez la femme... O como dicen ustedes, el que sigue, la consigue.- suelta una calada de humo.-Personalmente prefiero Republica. Pero no todos españoles piensan como yo.

Un tipo mal afeitado pega un golpe en la mesa.

- Habría que colgar a todos los militares, joder. Verdugos del pueblo todos. A la CNT no van a pillarnos en bragas, no señor... Al primer soldado que se ponga chulo lo reviento, redios.- es evidente que va bebido.- ¡Muera el ejército!

Héctor:

Te acercas al hombre, y te diriges a él. Este se sobresalta al verte, e intenta alejarse.

- Creo que se confunde amigo...