Partida Rol por web

El emisario (Leyenda Élfica)

Escena Lauralanthalasa Kanan

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19/01/2022, 23:19
Narrador

Las primeras luces del alba atraviesan la cúpula arbórea como lanzas doradas. Montada sobre tu caballo, llegas junto a la base del Gran Árbol y te presentas ante tu padre. Vistes tus ropas de explorador; los pantalones de cuero, botas altas y tu vieja capa verde. La guardia que te acompañará en tu misión espera a un lado, sin poder evitar intercambiar nerviosas miradas entre ellos. Uno de los sirvientes te ofrece una alforja con algunas provisiones para el viaje. Llevas de las riendas a tu corcel, un noble animal de pelaje blanco y fuerte constitución, hasta detenerte ante el Rey. Tras inclinarte en una leve reverencia, escuchas las últimas instrucciones de tu padre mientras acaricias la sedosa y nevada crin de tu caballo.

-Debes entregar el mensaje al rey Edoar y volver cuanto antes. Te recuerda el Rey. Tu misión es simple y concreta, no te desvíes ni busques problemas. Los elfos rara vez son vistos fuera de Shalanest, así que no esperes encontrar ningún aliado. Hace una pausa y mira hacia el oeste antes de seguir hablando. El reino de Stumlad está lejos, a muchos días de viaje. Debes ir en dirección noroeste, pero evita el bosque de Shalanest Occidental, el antiguo reino de nuestros hermanos, ya que el mal habita ahora entre sus árboles. Así que rodéalo para seguir luego a través de las Llanuras Grises. Desde allí viaja directo hacia Stumlad, y en menos de una luna podrás llegar a su frontera. Antes de acabar, tu padre te mira detenidamente. Nuestras esperanzas están contigo, hija. No falles a tu pueblo.

Te despides del Rey con una nueva reverencia. A continuación, haces dar la vuelta a tu caballo y sales de la ciudad a suave trote seguido por tu escolta de cinco guerreros. Al ir a dejar el claro, descubres a tu hermana Gishal de pie en una de las terrazas del Gran Árbol. La muchacha levanta una mano y te despide con una dulce sonrisa. Devuelves el saludo antes de continuar por la senda en pos de tus compañeros.

Notas de juego

Apunta 2 Raciones de comida en tu Equipo. Cada una ocupa un lugar en tu Mochila.

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19/01/2022, 23:20
Narrador

Tras dos días de marcha por los sinuosos caminos, por fin abandonáis la espesura del bosque y dejáis atrás Shalanest.

-A partir de aquí estamos solos. Dice Heienor, un veterano elfo de oscuro cabello, echando una mirada atrás y despidiéndose en silencio del hogar.

Sin hacer caso de sus torvas palabras, guías al grupo hacia la olvidada carretera de piedra, la vía que une los dos bosques de Shalanest y que apenas es transitada desde la destrucción de Dalannast a manos de los caballeros de Stumlad.

Durante una larga y monótona jornada de viaje, recapacitas sobre lo que tu misión significa: elfos y humanos han estado enemistados durante casi dos siglos, desde la caída del Rey Dios, cuando ambas razas se enfrentaron en los mismos salones del nigromante, disputándose las riquezas y artefactos que se amontonaban en la fortaleza. Aquella lucha terminó con la muerte de los dos monarcas, lo que germinó un odio que se transmitió de generación en generación hasta que, hace apenas un siglo, ambos pueblos firmaron un tratado de paz, o más bien de no agresión. Desde entonces, el desprecio entre las dos razas se ha ido acrecentando y entiendes lo difícil que habrá sido para tu padre redactar un mensaje en el que pide ayuda a los humanos. También comprendes que muy desesperada debe ser la situación para tomar semejante medida.

En ese momento, uno de tus guardias se dirige a ti, sacándote de tus cavilaciones:

-Mi señora, alguien se acerca. Dice y señala la empedrada vía que se extiende ante vosotros. A unos quinientos metros de distancia, apoyado sobre un retorcido bastón, distingues la forma de un harapiento caminante que avanza encorvado hacia vosotros. No esperabas encontrar a ningún viajero en la antigua calzada, por lo que la presencia de un vagabundo tan lejos de los pueblos humanos te hace sospechar.

Notas de juego

Sección 1

Si interrogas al extraño al llegar a su lado, pasa a la sección 123.
Si decides pasar de largo sin dirigirte a él, pasa a la sección 15.

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24/06/2022, 17:40
Lauralanthalasa Kanan

Los tonos verdes y dorados del bosque rodeaban aquel lugar, nunca me cansaba de aquellos paisajes, incluso en los momentos más tensos se convertían en un cálido refugio, del cual ningún ser con un mínimo de lucidez querría salir.
Allí estaba el gran árbol, imponente y protector, y a sus pies, se encontraba padre, esperaba nuestra llegada rodeado de gran parte de sus guardas personales.  Seguí adelante junto a mi montura blanca, su suave pelaje me relajaba, así que no podía evitar acariciarlo.
Escucho atenta las palabras de padre, la presión de esa última frase me hace dudar por unos instantes, pero no me lo puedo permitir, debía sacar coraje de donde fuera. Levanté la mirada hasta encontrar la de mi padre.
-No le fallaré a nadie, puede estar tranquilo padre, ¡eso no entra en mis planes!
Despido a padre y les hago una señal a los guardias para dirigirnos directos a la misión. Más arriba pude distinguir la dulce sonrisa de Gishal, sentí como los miedos desaparecieron en aquel instante, levanté mi mano para despedirla y devolverle la sonrisa. –Te prometo que la próxima vez que nos veamos estaremos un día entero juntas. –Pensé, como si tuviera poderes mentales y ella me pudiera escuchar.
Seguimos el camino dos días más, momento en el que salimos de los bosques.
Heienor hizo un gesto para despedirse de nuestras tierras, no sin antes desmotivar a todo el equipo, era mejor no escuchar aquellas palabras; así pues, seguí adelante.
- No entiendo por qué padre no confía estas cosas tan importantes conmigo, me molesta que cargue todo sobre sus hombros y no pida ayuda a nadie, ya no sé que más hacer para demostrarle que soy digna de su confianza, haré lo que haga falta para que este día llegue.
-Mi s… -Dijo una voz externa.
-Mi señora, alguien se acerca. –Esa voz era uno de mis compañeros de viaje, me había ausentado un rato. Moví la cabeza y miré en aquella dirección.
-Que extraño… un vagabundo tan lejos… Acerquémonos sin parecer amenazadores, no queremos nada extraño nada más empezar la misión. -Ordené a mis guerreros.
Al estar cerca dirigí mi mirada hacia esa figura. –Buenos días, caminante, ¿qué hace en un sitio tan alejado? ¿Está usted bien?

Notas de juego

Interrogo al anciano, sobre todo para saber si está bien

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27/06/2022, 23:54
Narrador

A medida que os acercáis al viajero, reconoces que es una vieja mujer humana, de pelo canoso y rostro inundado de arrugas. Le preguntas, pero no parece hacerte caso, aunque enseguida empieza a hablar.

-"¡Los dragones, vienen los dragones!" Grita la mujer al pasar a vuestro lado. "Los dragones vuelan por encima de las murallas y destruyen ciudades. Teshaner arde... todos mueren quemados."

-"¿Teshaner?" Al oír el nombre de la ciudad, tu interés despierta. "¿Es eso cierto, mujer? ¿De verdad vienes de la ciudad del norte?" Le preguntas, pensando en los rumores que oíste acerca de la caída de la urbe humana.

-"Sí, todos muertos, todos muertos." Dice la mujer, sus ojos ocultos bajo las arrugas, mientras muestra su dentadura mellada en una demencial sonrisa. "Los dragones incendiaron la ciudad. La noche se volvió día. La hacienda de los Señores convertida en una hoguera. ¡Todos murieron!" Chilla y estalla en una carcajada. "Pero lo peor estaba aún por llegar. Después de los dragones, apareció el Dios Cabra, envuelto en oscuridad y humo. Desde mi casa en ruinas, le vi destripar al Padre Arsman y esparcir los restos del buen religioso por la plaza."

La mujer habla y habla sin ninguna coherencia. Supones que se trata de una superviviente de la ciudad, a la que la destrucción ha afectado profundamente, arrojándola a las redes de la locura. Sin querer demorarte más, le indicas a la vieja que no abandone el camino y siga hasta el bosque, donde las patrullas elfas la ayudarán.

-"¡El Dios Cabra! ¡Todos muertos!" Sigue gritando la anciana mientras se aleja y suelta una reseca carcajada.

Espoleas suavemente tu caballo y continuáis en dirección oeste, hacia la encrucijada en la que debéis girar al norte para evitar el bosque de Shalanest oeste.

-"¿El Dios Cabra?" Te pregunta Heienor. "¿A qué se referiría con esas palabras?"

-"No lo sé, quizás sólo fuesen las divagaciones de una loca." Dices, pero tus palabras suenan falsas y sin convicción.

En silencio, seguís cabalgando por la calzada.

Notas de juego

Excelente post.


Sección 123

Pasa a la sección 164.

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27/06/2022, 23:57
Narrador

Con la llegada de la noche, decidís hacer un alto para dar descanso a los caballos. Os encontráis a pocos kilómetros de la encrucijada y supones que una vez toméis el camino en dirección norte los encuentros con bandas de nómadas humanos serán más frecuentes. Sentado junto al fuego del campamento, observas la frondosa forma de Shalanest oeste que aparece en el horizonte. Al ver la silueta de sus árboles, tu pensamiento divaga y recuerdas la triste historia del reino élfico.

Antiguamente, el bosque occidental era un paraíso para los elfos y la ciudad de Dalannast considerada una joya por su belleza. Construida con grandes columnas de granito, los hábiles diseñadores dieron forma a un jardín de arcos y terrazas. Al contrario que las casas colgantes de Litdanast, los habitantes del nuevo bosque edificaron sus viviendas tanto en la superficie como bajo tierra, excavando y creando estancias y pasadizos bajo la hierba. La ciudad era el orgullo de sus pobladores, que con el paso de los siglos formaron su propio reino. Por desgracia, todo acabó el día en que los caballeros de Stumlad irrumpieron por el oeste. Llevando máquinas de guerra y protegidos por sus pesadas corazas, los humanos invadieron Dalannast como venganza por la muerte de su monarca Miznuhor en la batalla ante el templo del Rey Dios. Los elfos fueron masacrados sin piedad y la ciudad reducida a escombros. Tras arrasar el bosque occidental, los caballeros de Stumlad fueron tan ambiciosos como para seguir su orgía de sangre y destrucción hacia Litdanast, donde toparon con las tropas del Rey, que rechazaron a los invasores. Sin embargo, el bosque occidental fue abandonado y ningún elfo volvió a pisarlo jamás. Sólo la muerte habita allí, habías oído decir a tus mayores cuando hablaban sobre la antigua ciudad élfica, antes de cambiar rápidamente de tema.

Ahora, con la luz de la luna y las estrellas brillando en la oscuridad, el bosque parece un lugar encantado. Sacudes la cabeza y decides no darle más vueltas. Al fin y al cabo, tu camino se desvía hacia el norte, por lo que no tendrás que pasar por el bosque. Cansado tras el duro día de viaje, te echas sobre el jergón y no tardas en conciliar el sueño.

Con la llegada del amanecer, ensilláis vuestros caballos y partís de nuevo. Es un día gris y nublado, el mismo tiempo desapacible de las últimas jornadas. Poco antes del mediodía, alcanzáis la encrucijada, donde la calzada élfica se encuentra con la polvorienta carretera que va de norte a sur. Abandonáis el camino de piedra y seguís en dirección norte por la vía humana, que no es más que un camino horadado por el paso de los años y los viajeros. El paisaje se transforma gradualmente y los árboles desaparecen en el árido secarral, con arbustos y piedras salpicando inmensos campos de hierbajos.

El atardecer se cierne sobre vosotros, cuando divisáis en medio del camino una carreta volcada. Tirado junto al accidentado vehículo, descubres la figura de un hombre. Os acercáis hacia el carromato con precaución, sin dejar de vigilar el rocoso paraje que os rodea.

Notas de juego

Sección 164

Si desmontas y examinas el cuerpo del suelo, pasa a la sección 196.
Si prefieres investigar qué transporta el carro, pasa a la sección 222.
Si optas por pasar de largo sin detenerte, pasa a la sección 49.

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27/06/2022, 23:58
Narrador

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01/07/2022, 19:19
Lauralanthalasa Kanan

En mi cabeza seguían rondando las palabras de esa mujer, “El Dios Cabra” y los dragones… ¿Qué estaba pasando? La cosa iba peor de lo que cualquiera pudiera imaginar…
Aún con todo debíamos seguir adelante, solo esperaba que esa mujer llegara donde le había indicado, no estaba muy lejos, pero aun así no parecía estar en sus cabales, comprensible teniendo en cuenta lo que afirma haber visto.

El sol se ponía en el horizonte y los tonos naranjas teñían esta vez el lugar, pero la oscuridad ya acechaba, tocaría acampar y ese claramente era un buen lugar y momento para ello.

-Chicos, va siendo hora de descansar, el camino se complicará más adelante e ir cansados y sin luz no sería de las mejores ideas, montemos el campamento aquí. -Dije mientras me bajaba del caballo y lo ataba a un árbol próximo.

Delante del fuego no pude evitar mirar hacia el bosque, cerveza en mano para intentar relajarme un poco, pero mi cabeza no cumplía órdenes, como de costumbre

-Shalanest… En la oscuridad parecía más triste, incluso diría algo tenebrosa… Me pregunto cómo sería antaño…

No era una persona que guardara rencor, conocía a humanos y sabía de primera mano que no todos eran esos malvados asesinos que nos querían hacer creer los ancianos, al igual que no toda nuestra gente eran santos, pero esos que masacraron nuestro pueblo no merecían ningún tipo de simpatía o perdón… Apuré la copa de golpe y me levanté, necesitaba moverme un poco, así que di una vuelta por el campamento antes de dormir, pero no tardé mucho en rendirme a Sarriel y quedarme dormida.

Al día siguiente montamos a nuestros caballos dispuestos a seguir con nuestra misión.

-Adelante muchachos, toca seguir el camino, espero que estéis bien descansados, porque será duro lo que viene a partir de ahora.

El día acompañaba con los ánimos, estábamos todos preocupados y a la vez sentíamos todos algo de nostalgia pensando en otros tiempos más tranquilos y sencillos, aun con ello, seguimos adelante, en silencio.
Finalmente, llegamos a la encrucijada donde se junta lo élfico con lo humano, algo que últimamente parecía difícil, se podía ver la diferencia entre ambas culturas, una calzada cuidadosamente preparada para facilitar el camino de los viajeros frente a un camino creado de forma natural por aquellos que andaban por esa parte del sendero y por si fuera poco el paisaje también cambiaba de forma considerada a algo menos majestuoso.

De nuevo caía el sol hacía acto de presencia, al fondo vimos algo que la falta de luz nos costó distinguir bien hasta que estubimos más cerca, una carreta volcada junto con un cadáver.

-Necesito que vigiléis por si esto es una trampa, voy a acercarme al cadáver para ver que ha pasado aquí, puede ser un accidente… o que lo hayan asaltado, si fuera el caso, sería bueno saberlo para ir preparados. ¡Atentos todos!

Así pues, me acerqué al hombre muerto para buscar información sobre su fallecimiento.

Notas de juego

He puesto un nombre de dios del sueño élfico (espero que no te moleste el detalle)

Desmonto y examino el cuerpo del suelo para poder investigar si ha sido asesinado y saber si nos espera algo cerca

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03/07/2022, 21:57
Narrador

Detienes tu caballo junto al carro volcado y desmontas para descubrir qué le ha sucedido al hombre del suelo. Tus soldados, entretanto, forman un círculo alrededor y vigilan el entorno. Con sumo cuidado, agarras el cuerpo y le das la vuelta. Contienes el aliento al descubrir una flecha clavada en la garganta de un humano, un varón de mediana edad con aspecto de comerciante. Pero lo que te deja sin respiración es la forma de la flecha: alargada y delgada, con un ramillete de plumas blancas. Es una flecha élfica.

Te dispones a decírselo a tus hombres, cuando se oye un leve crujido. Te vuelves para encontrarte a Heienor con una flecha incrustada en la espalda. Su caballo se encabrita con un relincho y el veterano explorador cae muerto al suelo. Se oyen más chasquidos y otro de tus guardias recibe una flecha mortal en el pecho. El resto trata de dominar sus monturas mientras las saetas llueven desde las rocas que bordean el camino.

Notas de juego

He puesto un nombre de dios del sueño élfico (espero que no te moleste el detalle)

¡Para nada! Todo lo que narres está perfecto. Date cuenta que si te gusta escribir, este librojuego es perfecto para ello, siempre que no te salgas mucho del guion establecido por el autor.


Sección 196

Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 124.
Si montas sobre tu caballo y escapas de la emboscada, pasa a la sección 86.
Si te echas al suelo y buscas refugio tras el carromato, pasa a la sección 165.

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07/07/2022, 20:46
Lauralanthalasa Kanan

No podía estar segura de si eso sería o no una trampa, un cadáver tan evidente, tantos sitios para esconderse... 
El hombre yacía en el suelo con los ojos vidriosos y la piel fría, me agaché a su lado, delante del cuerpo no había nada que me dijera que había pasado en ese lugar, así pues, me dispuse a darle la vuelta y en ese instante lo entendí todo, elfos, si eso era una trampa estaríamos muertos en un suspiro.
De un salto me incorporé para avisar… pero ya era tarde.
-Crack.
Heienor abatido.
-Crack. Crack.
Más flechas y otro de mis hombres muertos.

-Maldita sea… Debo hacer algo, no puedo permitir que maten a nadie más.
En cuestión de segundos, miro alrededor en búsqueda de una buena escapatoria o escondrijos. La escapatoria puede ser peligrosa, no sabemos dónde pueden esconderse nuestros enemigos y como nos ataquen desde sus escondites, morimos seguro.
De repente me vino a la cabeza que había algún sitio para esconderse. 
Claro… El carromato. ¡Chicos, bajad de vuestros caballos, agachaos y buscad un sitio para cubriros, que no puedan daros, OS QUIERO VIVOS, ES UNA ORDEN!

Notas de juego

Mercii, si la verdad es que me gusta escribir pero tengo que aprender mucho, y la verdad que este librojuego me va genial!
Lástima que puedo postear menos de lo que pensaba en un momento, aún así, voy a esforzarme :D:D
 


Opción 3. Me escondo para intentar salvar las máximas vidas posibles.

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07/07/2022, 21:47
Narrador

Corres agazapado a cubrirte tras el carro volcado. Otro de tus hombres suelta un estertor de muerte y se derrumba sobre su caballo con dos flechas clavadas en la nuca. No es difícil saber que os enfrentáis a habilidosos arqueros. Examinas a tu alrededor, buscando a los atacantes, cuando una flecha se hunde en la madera del carro a escasos centímetros de tu rostro. En ese preciso instante, uno de tus soldados desmonta y corre a ayudarte, pero un proyectil encuentra su espalda y el joven elfo cae muerto mientras su caballo sale a la carrera por el camino.

Notas de juego

Personalmente creo que escribes muy bien. ¡Mi enhorabuena!


Sección 165

Si aprovechas la ocasión y saltas sobre el caballo, pasa a la sección 87.
Si tienes un arco y devuelves el ataque, pasa a la sección 254.
Si sales de la protección del carro y cargas con tu espada hacia las rocas, pasa a la sección 142.

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11/07/2022, 17:59
Lauralanthalasa Kanan

Ya estaba bajo la protección del carro, pero mis soldados no corrían la misma suerte. Antes siquiera que uno de ellos pudiera cubrirse ya estaba en el suelo muerto.
-Maldita sea, son demasiado buenos…  -Dije apretando los dientes. -Pero apenas puedo siquiera verlos, esto no puede seg…

Una flecha atravesó la madera mientras reflexionaba que hacer, poco más y me dan de lleno, ¿pero quiénes son exactamente? Mientras esto pasaba vi que uno de los soldados, preocupado, salía de su cobertura para acercarse a mí.
-NO, te matarán al m… -Tarde, cuarto hombre abatido.
-¡Jooder! –La cosa no podía seguir así. Tenía que reaccionar rápida, sin pensarlo más saqué el arco y me dispuse a defender a mis hombres…  o lo que quedara de ellos.

Notas de juego

Mil gracias!! Eso me anima la verdad!! :):)


Opción 2. Pillo arco y disparo, a ver que pasa.

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11/07/2022, 23:02
Narrador

Hincas una rodilla en el suelo, apuntando con tu arco al entorno de rocas y matorrales que bordea el camino. Examinas el paisaje en busca de un enemigo.

Notas de juego

Sección 254

Haz una prueba de Agilidad/13. Si tienes la habilidad de Rastreo, suma 3 a tu tirada.

Si tienes éxito, pasa a la sección 50.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 198.

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12/07/2022, 18:10
Lauralanthalasa Kanan

-Si no los puedo ni siquiera ver, estamos muertos... Debería concentrarme más.

Así pues, respiré hondo para poder buscar a nuestros enemigos entre las rocas,  a ver si esta vez se giraban las tornas y caía alguno de ellos, con un poco de suerte conseguiremos que se rindan o al menos que nos podamos ir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Creo que está correcto, si es así es un éxito.

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14/07/2022, 22:42
Narrador

Tu flecha vuela hasta la zarza y un grito entrecortado te indica que has acabado con uno de tus enemigos. Te vuelves con rapidez y detectas a otro de los atacantes refugiado tras una roca, su cabeza apenas asomando por el borde. Sacas otra flecha y disparas contra él.

Notas de juego

Correctísimo.


Sección 50

Haz una prueba de Agilidad/13. Resta una flecha de tu equipo.

Si tienes éxito, pasa a la sección 149.
Si no tienes éxito, pasa a la sección 17.

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22/07/2022, 16:39
Lauralanthalasa Kanan

La primera flecha dio en el objetivo, no me sentía bien matando, pero no quedaba otra opción, debía reaccionar.
Tras el primer disparo, saqué otra flecha del carcaj, poco a poco sin sacar la vista de la zarza donde se escondía nuestro enemigo.
Apunté… respiré profundo para calmar mi pulso y así evitar fallar… tensión del arco y… Soltar la flecha.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Éxito.

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22/07/2022, 19:45
Narrador

Otro disparo certero y el asesino cae con tu flecha incrustada en el rostro. Refugiado junto al carro, observas las rocas, buscando más enemigos. Pasan los minutos sin que nadie te ataque, momento en que te arriesgas a salir de tu cobertura. Miras alrededor pero no ves a nadie, por lo que supones que tus enemigos han huido. Tras comprobar que los cinco soldados de tu guardia están muertos, te acercas hacia la roca tras la que se escondía el segundo asesino que abatiste. Hallas el cuerpo tendido con los brazos abiertos y la flecha clavada entre los ojos. Se trata de un hombre completamente vestido de negro, que oculta el rostro bajo una máscara del mismo color. Lo primero que te llama la atención es el arco que aún sostiene en la mano; un ligero ejemplar de madera de abeto, adornado con todo tipo de filigranas en forma de enredaderas. Las flechas y el carcaj también han sido elaboradas con mimo, desde las plumas blancas hasta el delicado adorno del carcaj. Te agachas para quitarle la máscara y tus sospechas se confirman: a pesar de la brutal herida de tu flecha, reconoces sus rasgos como los de un elfo, uno de Litdanast más concretamente.

Sin comprender nada de lo que está pasando, regresas junto al carro y montas sobre tu caballo. Debes huir cuanto antes, ya que los asesinos pueden regresar en cualquier momento. Tras susurrar una breve oración a Rael por los cinco guardias caídos, espoleas tu caballo hacia el norte.

Notas de juego

Sección 149

Resta una flecha de tu equipo. Apunta la palabra ANTIFAZ en tu lista de palabras. Puedes quedarte con 5 flechas del asesino, apúntalas en tu equipo.

Pasa a la sección 224.

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22/07/2022, 19:46
Narrador

Cabalgas hacia el norte a toda velocidad, tratando de poner tierra de por medio con los asesinos que acabaron con tu guardia. Te echas la capucha sobre el rostro para protegerte del viento y obligas a tu caballo a acelerar el paso. Las desiertas tierras de las Llanuras Grises se extienden ante ti, mientras que la compacta frondosidad de Shalanest Oeste se mantiene a tu izquierda.

Avanzas sin descanso hasta bien entrada la noche, momento en que llegas a un pequeño poblado de humanos. Oculto el rostro bajo tu capucha para no levantar sospechas, ya que los elfos rara vez son vistos fuera de los bosques, diriges tu caballo por la calle principal, pasando entre las cochambrosas casas de madera y tejados de paja. Las ventanas están cerradas, aunque el fulgor de las chimeneas se adivina en su interior. Recorres la enfangada vía hasta que encuentras una posada. Se trata de un edificio de piedra en cuya puerta cuelga un destartalado letrero, tan viejo que el nombre ha sido borrado por el tiempo. Puedes pasar aquí la noche, ya que el frío viento amenaza tormenta, o quizás prefieras abandonar el pueblo y dormir en algún apartado lugar a la intemperie. Deseas refugiarte de la desapacible noche, aunque tampoco tienes ganas de pernoctar en una posada llena de humanos.

Notas de juego

Sección 224

Si entras en la posada, pasa a la sección 125.
Si prefieres dejar el pueblo y dormir al raso, pasa a la sección 89.

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02/08/2022, 14:24
Lauralanthalasa Kanan

Otro menos, parecía que no quedaba nadie más, pero no estaba del todo segura, así que decidí esperar. Poco a poco salí de la cobertura, aún en el suelo para evitar ser blanco fácil, un vistazo alrededor me permitió ver que ya no quedaba nadie, literalmente, me había quedado sola.
-Maldita sea… Si al menos hubiera podido salvar a uno…
Me agaché delante del cuerpo de uno de los asesinos para investigar, ropajes negros y una máscara.  –Sin duda esta gente está preparada, imagino que no esperaban una derrota… sinceramente tampoco yo esperaba salir de esta. Y este arco… -Mi mirada se desvió hacia el arma y sus flechas, el detalle era hermoso y sencillo, no solo el arco lo tenía, también las flechas y el carcaj. –Encajan con las del cuerpo que encontramos antes… Así pues, este hombre será… -Efectivamente, al retirarle el antifaz, este ocultaba un rostro élfico, de Litdanast.
Quería saber más sobre todo lo que estaba sucediendo allí, pero no era el momento, aún podían llegar más, así pues, subí a mi caballo, pero antes de salir de allí, me quedaba algo pendiente. Miré hacia mis compañeros caídos, me acerqué a ellos.
-Rael, por favor, vigílalos mientras se inclinan ante ti y procura que consigan aquello que se han ganado en vida.
Esperé un minuto reflexionando y salí de allí lo más rápida que pude.

El frío viento azotaba mi cara, pero no podía ir más despacio, no sabía si me seguían o no, pero no podía arriesgarme. Delante, las Llanuras Grises, a mi izquierda, Shalanest Oeste, esos dos paisajes tan distintos juntos, daban una extraña sensación.

Pasé horas cabalgando, la noche ya había vencido al día hacía bastante, cuando al fin, encontré un poblado, paré el caballo y me bajé de él, tomé las riendas y me oculté bien bajo mi capucha para que nadie me viera. –Será mejor pasar desapercibida, no creo que se tomen muy bien ver a un elfo rondando por uno de sus poblados.
Seguí andando aunque el fango me enlentecía, el sitio parecía muy pobre y desierto, suponía que era por las horas a las que había llegado. Y allí enfrente, una vieja posada sin nombre… ¿Una vieja posada llena de humanos o una tormenta casi segura en plena noche y al aire libre? Difícil decisión, me parecía igual de peligrosas ambas situaciones. Miré la posada y suspiré. -¿Qué narices? Después de lo que ha pasado, necesito un trago y una cama caliente.
-Así que, di un par de pasos hacia la puerta y entré en ella.

Notas de juego

Opción 1. Entro en la posada con la capucha puesta (Antes ato al caballo) 


Disculpa, a partir de esta semana ya voy más tranquila de lunes a viernes hasta septiembre.

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03/08/2022, 21:21
Narrador

Abres la puerta y entras en la posada. El calor dentro del salón es sofocador, con un gran fuego en su centro, alrededor del cual hay una veintena de lugareños que cenan entre estruendosas conversaciones. Alguna mirada se dirige hacia ti, aunque no pareces despertar mucho interés, de modo que ocupas una de las mesas sin mayores problemas. Mientras esperas a que la muchacha venga a atenderte, un viejo borracho se acerca a tu mesa.

-"Puedo sentarme aquí, ¿verdad?" Pregunta con voz ebria, sosteniendo una jarra de cerveza.

No le haces caso y pides algo de comer. Aprovechas para inquirir a la chica por una habitación para pasar la noche.

-"Tenemos alguna libre, creo." Dice, dudando.

Es una mujer rechoncha y de estúpidos ojos bovinos. No estás acostumbrado a ver humanos, y la primera impresión que te llevas de los habitantes de este pueblo no es muy buena.

-"¿De dónde vienes, forastero?" Te pregunta entonces el borracho con el que compartes mesa.

Notas de juego

Ok, no te preocupes. Pero si vas a faltar, por favor, avisa. Un saludo


Sección 125

Si no le respondes y te limitas a tomar tu cena, pasa a la sección 116.
Si le dices que vienes de Teshaner, pasa a la sección 291.
Si le dices que no es asunto suyo, pasa a la sección 25.

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07/08/2022, 19:36
Lauralanthalasa Kanan

Una vieja taberna de madera llena de humanos no era precisamente lo que más me apeteciera en ese momento… pero era eso o pasar la noche tormentosa en la intemperie, así que no me podía quejar. Miré a mi alrededor, todos parecían pasárselo en grande, eran escandalosos, pero gracias a eso no se paraban a fijarse en quien entraba por la puerta, punto de suerte al fin. Cerca había una mesa vacía, algo apartada, sería perfecto para estar tranquila.  Las sillas no eran muy cómodas, y el calor allí era agobiante, no entendía como esa gente podía estar tan tranquila sin siquiera sudar.
No pasaron ni diez minutos de paz que un borracho pareció querer hacer amistad conmigo.

-Maldita sea… - Pensé para mis adentros. No quería que se sentara allí, pero cuando me disponía a contestar ya se había sentado, suerte que iba tan borracho que no creía que se enterara de nada.

La chica de la posada se acercó a tomar nota.

-Sí, querría la sopa de cebolla y el pollo horno con guarnición, y una jarra de cerveza. ¿Por cierto, tenéis alguna habitación para pasar esta noche y resguardarme de la tormenta? Solo estoy de paso y mañana me gustaría reemprender mi viaje.

-La mujer contestó como si solo fuera relleno para que el mundo tenga más seres vivos, daba la sensación que sus días eran una repetición uno detrás de otro. La verdad era que los humanos me intrigaban, no parecían tener muchas luces en general, a decir verdad parecían simple ganado, pero aun así, conseguían muchas cosas que querían, la estrategia y la guerra no es algo que se les dé mal, pero… me parecen algo… ¿Cómo diría? ¿Simplones? Si, quizá esa era la palabra que los describía.

-"¿De dónde vienes, forastero?"

-Me sobresalté, no recordaba al humano borracho de mi mesa. Me quedé mirándolo un momento, ¿qué dirá si le digo la verdad? La curiosidad era superior, el hombre había bebido tanto que nadie le creería, si es que conseguía recordar algo. Así pues, sin apartar la mirada, ya que quería ver cada detalle de su expresión, le contesté con calma y sin levantar demasiado la voz.

-Soy de Teshaner, humano.

-Dije sonriendo para parecer más cercana. Ahora tocaba ver su reacción.

Notas de juego

Perfect, si, intentaré postear los dos dias a la semana, si veo que no puedo te aviso por off
 


 

Sacio mi curiosidad de como reaccionará el borracho diciendo de donde soy.