Partida Rol por web

El día había llegado.

Aquellos que aceptaron la invitación del correo electrónico de Alyssa Itzanmá dejaron atrás su rutina para hacer un viaje hasta el distinto residencial donde se celebraría el encuentro.

Poco a poco los miembros de aquel exótico apellido iban llegando al patio exterior, aparcaron sus coches en la entrada o pagaron al taxtista que les dejó justo en la puerta. En la entrada se encontraba Alyssa, la anfitriona que con sonrisa bondadosa comenzó a invitar a pasar uno a uno a los invitados.

Apenas hubo una hora de diferencia entre la llegada del primer y el último de los invitados. La anfitriona, haciendo alarde de su cortesía invitó a todos al salón, donde bebida en mano os reunisteis y os mirasteis a la cara por primera vez.

3 hombres y 3 mujeres de distintas edades y clases sociales por lo que se podía observar a primera vista. ¿Qué es lo que ocurrirá ahora?

Quizás la anfitriona debe ser quien rompa el hielo, a fin de cuentas tiene mucho que agradecer a todos los visitantes por hacer el esfuerzo.

Alyssa abrió la puerta al primer invitado y le ofreció algo de bebida. No tardo ni un instante en ir a buscar lo que le habían pedido para traérselo. Después lo acompañó hasta el salón donde rápidamente le ofreció algo de asiento. Según iban llegando ella se iba presentando como Alyssa Itzanmá, propietaria de la casa y anfitriona de la reunión o fiesta, eso ya dependía del carácter que quisieran darle los invitados.

Una vez hubieron llegados todos los invitados y todos estaban bebidos, se acercó de nuevo a la cocina y sacó unas pastas para que tuvieran algo que llevarse a la boca. Después observó a todos los presentes y mientras con una mano frotaba su prominente barriga, con la otraa to sujetaba la limonada que se estaba tomando.

Mi nombre es Alyssa. Les dijo a todos. Alyssa Itzanmá, y como podéis ver estoy embaraza. Dijo volviéndose a frotar la panza. Voy a dar a luz a un nuevo Itzanmá, George Itzanmá se llamará, por suerte él sí que conocerá a su madre. En ese momento no pudo evitar un gesto de lástima. Yo no he podido decir lo mismo. Dijo mientras sacaba un pañuelo de uno de los bolsillos que tenía aquel vestido de premamá que llevaba. Se frotó la nariz para limpiársela y continuó hablando. Llevo más de diez años estudiando mi linaje,  después carraspeó, nuestro linaje, y jamás he obtenido ningún dato. Desde que quedé en cinta he insistido mucho más en mis pesquisas, pues no quería que mi hijo se sintiera tan solo como me he sentido yo, y he tratado de buscar cualquier rastro de familia que pudiera tener. Parece que estos últimos meses han dado su resultado y por fin tengo a todos los Itzanmá que debe haber en todo el mundo. Solo somos nosotros seis, siete dentro de poco, se corrigió.

Después de toda aquella parrafada que parecía tenerla más que preparada se quedó en silencio esperando que alguien hiciera alguna pregunta, se presentase o rompiese el hielo. Se estaba empezando a crear unos instantes incómodos y Alyssa no sabía qué hacer, si continuar hablando o esperar a que alguno de los presentes quisiera decir o añadir algo.

Beatriz fue al lugar donde le ponía en el correo electrónico, con un poco de nerviosismos por saber quien era y como nos encontró.Cuando llamo al timbre, me abrió la puerta una chica muy bella que estaba embarazada , a verla le sonríe y mire su barriga con alegría eso me recordó que yo tenia hijos adoptivo. Al entrar por la puerta me presente individualmente a ella.

Luego cuando estábamos todos juntos con nuestras copas en las manos. La anfitriona empezó a hablar y la escuche atentamente observando también a los demás como prestaba atención a lo que decía, a terminar a lo segundos dije:

Ante todo darte la Enhorabuena por la criatura que vas a tener y decirte que me alegra que se haga este encuentro. termine la frase con una sonrisa.

Tras aproximadamente tres cuartos de reloj en coche llegué a la casa. Ya había un par de coches aparcados en la puerta, así que dejé el mio próximo al resto. Por fin estaba allí. Bajé del coche y miré al edificio. Era una casa con encanto, de dos plantas. Nada tenía que ver con el paisaje que yo estaba acostumbrado a ver, lleno de edificios y espacios grises. Esta era una zona tranquila, aunque por alguna razón la casa me transmitía cierta inquietud.

Llegué a la puerta y estaba entreabierta. Me recibió una mujer con el pelo corto y una sonrisa de par en par. ¿Sería nuestra anfitriona? Me invitó a pasar y tras los respectivos saludos me preguntó si deseaba algo para beber.

- Un vaso de agua sería ideal, gracias. - Le sonreí.

A los pocos minutos fueron llegando el resto de invitados y cuando quise darme cuenta ya estabamos todos sentados en el salón de la casa, mirando fijamente a la persona que se hacía llamar Alyssa Itzanmá. Miré al resto de personas y pude ver gente de distintas edades, gente aparentemente sin nada en común que en una situación normal no pensarias verlas tomando algo. Aunque claro, esa no era una situación normal.

Tras el discurso de introducción de Alyssa, la sala quedó en silencio. Probablemente nadie sabía muy bien que decir.

- George Itzanmá... - Pensé. La idea de que estuviera embarazada me dejó algo perplejo. Y probablemente no era el unico. La idea de que ese niño hubiera sido concebido me generaba solo una pregunta: "¿Donde estaría el padre?"

Entonces, una chica que lucía una sonrisa en su rostro rompió el hielo dandole la enhorabuena. Yo, por el momento, decidí limitarme a seguir observando aquella escena tan peculiar.

Estuve conduciendo toda la noche hasta llegar a la casa donde me esperaba la desconocida que me había mandado el correo electrónico. Tenia mis dudas. No sabia si acudir o no, nunca antes había conocido a otra persona con el apellido Itzanmá.
Qué pasaría si me estaba gastando una broma?. Ese y otros pensamientos menos agradables me sacudían por dentro. Es la única oportunidad que tienes de conocer a alguien de tu familia.. Tenia que aprovechar el momento. Carpe Diem, recordé a Robin Williams en el club de los poetas muertos. Estaba decidida a conseguir todas las respuestas que me ayudaran a aclarar cual era mi origen. Antes de llamar a la puerta me quedé unos segundos quieta mirando la fachada de la casa. Me atusé el pelo, cogí bien mi mochila y me quité los guantes para dar la mano a la extraña que me había llevado hasta allí.

Al abrirse la puerta me recibió una mujer muy guapa, con un corte de pelo moderno, fresco y... tremendamente embarazada. Me llamo Claire . Le dije algo nerviosa nada mas verla. Ella me sonrió amablemente, era evidente que esperaba mi visita. Recibí tu invitación, algo misteriosa por cierto. He venido expresamente a conocerte. Bueno a ti y... al bebé . Dije señalando su barriguita. No pude evitar reirme. Le estreché la mano y la saludé cordialmente. Le comenté lo cansada que estaba por el viaje y no tardó en invitarme a pasar y ponerme cómoda.

Entré en el salón que estaba a pocos metros a mano izquierda y allí me encontré con otros invitados de distintas edades, sentados en unos cómodos asientos con una copa de algo en la mano. Saludé con un tímido "hola" sin dirigirme a nadie en concreto y tomé asiento.
Pasados unos minutos allí estaba yo sin saber muy bien que decir después de que Alyssa nos contara su experiencia personal con el apellido Itzanmá. Al parecer ella tampoco había conocido a sus padres. No sabia como romper el hielo, nunca se me había dado bien hablar la primera, de hecho era reacia a llevar la iniciativa en algo. Así que preferí guardar silencio, mientras me bebía una coca cola y escuchaba aquello que los invitados tuvieran que decir antes de intervenir.

Aquella reunión iba a ser curiosa, sin ninguna duda. Desde que había recibido la invitación para acudir a la fiesta Felix estaba intrigado, preguntándose quién había podido enviarla, y cuando la puerta de aquella casa se abrió y Alyssa Itzanmá le abrió la puerta Felix comenzó a observar todo a su alrededor con sumo interés... incluyendo al resto de invitados, por supuesto. Mantuvo en todo momento una actitud cordial con todo el mundo, saludando educadamente con una sonrisa en su cara mientras sostenía en su mano el vaso de bourbon con hielo que le había pedido a la anfitriona.

Poco después Alyssa Itzanmá empezó su explicación sobre cómo y por qué los había reunido en aquel lugar, anunciando que estaba embarazada y que las seis personas de aquella sala eran los únicos Itzanmá que había en el mundo, o eso les dijo ella. Felix arqueó una ceja sonriendo, sin dejar en ningún momento de mirar a los ojos a Alyssa como intentando adivinar lo que escondían sus pensamientos, aunque de vez en cuando también miraba a los otros invitados a los ojos de la misma forma. Cuando Alyssa quedó en silencio y otra chica felicitó a la anfitriona por el embarazo, Felix dijo:

-Exacto, felicidades por tu embarazo. - dijo el chico mientras miraba a la anfitriona. - Siempre es una feliz noticia que un nuevo humano llegue al mundo. - dijo, y tras unos segundos sonrió como si se hubiera acordado de algo y dio un trago a su bourbon.

Observé la escena cómodamente sentado en el sillón mientras me bebía mi Coca-Cola fresquita. Después del largo trayecto en tren, un amable conductor me había dejado a 1 Km más o menos de la casa. Por el momento no tenía muchas ganas de moverme del sillón. Mientras la anfitriona narraba la historia, iba observando con curiosidad las expresiones de los demás, uno por uno. ¿Así que más de diez años de estudio y solo había obtenido unos cuantos nombres? Parecía un poco decepcionante... Pero bueno, ya estoy aquí, y seguro que entre todos podremos obtener algo de información...

- Enhorabuena por el bebé - Esbocé una leve sonrisa. Todos se volvieron hacia mí - Ah, bueno, ehmmm... Esto, hola, soy Daniel, encantado - saludé con la mano - Vengo de Nueva York.

Bueno, a ver si la gente se anima y vamos conociendo los origenes de cada uno. Así podremos sacar alguna pista sobre la historia del linaje...

Volví a concentrarme en la bebida que tenía en las manos, bebiendo pequeños sorbos.

Alyssa sonrió a Beatriz cuando le dio la enhorabuena por su bebé, pero no se le había pasado el detalle de que ella no se había presentado, aunque había sido una buena forma de romper el hielo. Instantes después observó al segundo invitado en llegar, un apuesto hombre muy parecido al padre de su hijo y que tantos recuerdos le traía. Le analizó de arriba a abajo y asintió ante sus escasas palabras... Entendido, otro que no quiere hablar, pensó algo molesta porque nadie quisiera intervenir en profundidad.

Cuando llegó la tercera invitada pudo encontrar a una chica algo más dicharachera, más joven y seguramente con más ganas de intervenir y de organizar algún tipo de conversación interesante para que el resto se animaran y no estuvieran nerviosos. Aunque había que reconocer que ella lo estaba un poco, y Alyssa tampoco comprendía la razón. Luego analizó el contenido que les había mandado en su carta y realmente era cierto, el mensaje que les había enviado era bastante "misterioso", no quería que esa fuera su intención, pensó. Cuando se sentó la pelirroja, se dio cuenta de que se había equivocado con ella, pues tampoc era capaz de intervenir. Alyssa frunció el ceño pero trató de mostrar una sonrisa para que nadie se diese cuenta de ello. Suspiró.

Más tarde llegó el cuarto invitado, su presencia por alguna razón le hizo sentirse incómoda, seguramente fuera porque en el momento en que abrió la puerta, se puso a observar hasta los rincones más íntimos de su casa. Ella llevó la mirada hacia donde él observaba y se asustó, pues no sabía si habría telarañas en las esquinas. ¡No se había dado cuenta de ese detalle y temía que pudiera parecer una mujer que no se fijaba en los pequeños detalles. Suspiró al ver que la casa estaba completamente limpia, había hecho un buen trabajo aquella mañana.

Fue a por el whiskey que le había pedido y se lo sirvió delicadamente mientras también le daba la enhorabuena. Y entonces, según había abierto la boca, sin tan siquiera para felicitarle, algo raro notó en él. ¿Se había referido a su hijo como "humano"? ¿Quién narices era aquel tipo que había invitado a su fiesta?

El que más inadvertido pasó fue el último chico en llegar, aunque fue el primero en decir algo más. Alyssa le dedicó una amplia sonrisa y vio que en él era la única posibilidad que tenía de que alguien terminase de romper el hielo de una vez por todas.

Os veo muy cortados, les dijo a todos, sé que no nos conocemos, pero sería muy divertido que empezarais a hablar de vosotros. Yo ya os he contado algo de mi vida, pero me gustaría saber algo sobre la vuestra. Creo que un gran misterio recorre nuestro apellido, no es normal que ninguno tengamos parientes, y que seamos nosotros los únicos con este apellido tan raro. Por favor, dijo especialmente mirando a Daniel, hablad más sobre vosotros, si no lo hacéis, esta reunión no habrá tenido ningún sentido y yo habré tirado gran cantidad de años de mi vida a la basura.

Giré la muñeca para ver la hora que era. ¿Solo han pasado quince minutos?. Que extraño. Estoy feliz de haber venido, por fin conozco a otros Itzanmá, pero... por qué tanto secretismo?.

Afortunadamente la conversación empezaba a marchar. Observé divertida a Daniel mientras se presentaba. Tenia ganas de saber mas de él. En realidad todos los invitados me daban curiosidad. Alyssa tomó la palabra de nuevo, yo escuché atenta y asentí a su discurso. Tienes razón. No quiero irme con la sensación de no haber aprovechado el viaje. Hice una breve pausa y continué hablando. Bueno... me llamo Claire, llevo desde los 18 años buscando a mis padres. He intentado de todo, búsqueda en registros civiles de mi zona y otros distritos, guías telefónicas, internet... No he encontrado nada sobre ellos. Tampoco sé si tengo algún hermano/a o estoy sola en este mundo. Es muy triste, siempre me he sentido incompleta .

Miré a Alyssa con un sentimiento de pena, pensé que al menos ella cuidaria de su bebé. Lo mismo haría yo si tenia la oportunidad de ser madre algún día. Me crié en un hogar de acogida. Antes de ahí estuve en un orfanato. Se portaban bien, nos daban todo lo que necesitábamos. Sin embargo, no era suficiente para mi. Necesitaba el cariño y la comprensión de una madre. Me estremecí al recordar la soledad de mi infancia. No quería remover el pasado, me había costado muchos disgustos. Ahora que empezaba a tener una vida normal lo último que quería era recordar viejos traumas. Por suerte mi familia de acogida siempre me ha tratado como a una hija. Gracias a ellos tuve algo parecido a un hogar . Suspiré aliviada y terminé de beberme la coca cola. Creo que todos debemos abrirnos, sé que cuesta tener confianza pero este es nuestro momento. Al fin y al cabo compartimos el mismo apellido, no hay porque avergonzarse.

La situación no acababa de rodar, y no era para menos. Todos nosotros teníamos curiosidad pero por algún motivo; entre unos mas que otros, podía notarse cierta tensión. Ví como eso causaba mella en nuestra anfitriona y después de un suspiro, reiteró que no tuviéramos reparo en abrirnos el uno al otro. 

De repente un chico que hacía bailar un vaso de bourbon en su mano habló. "Exacto, felicidades por tu embarazo. Siempre es una feliz noticia que un nuevo humano llegue al mundo." - Dijo mirando a Alyssa cinicamente, o al menos eso me pareció.

La forma de hablar de aquel chico me transmitió la sensación de que ya tenía más respuestas que algunos de la sala. Eso le convertía en alguien a quien vigilar. Aunque algunos no fueran conscientes, esta era una... situación peligrosa. 

Tras él, saludó un chico llamado Daniel, de los más jovenes de la sala. Cuando saludó con la mano le lancé una sonrisa. Sus palabras me parecieron realmente sinceras. 

Entonces, cuando pensábamos que iba a llegar otro momento incomodo sin saber bien que decir, una chica que tenía sentada justo enfrente rompió el silencio. Parecía de la edad de Daniel, quizás más joven. Su mirada era timida pero pese a ello, levantó la vista con fuerza decidida a romper el muro que nos impedía hablar con claridad. Al hacerlo pudimos ver sus bonitos ojos grises.

Nos contó que nunca conoció a sus padres y que no dejó de buscarlos desde que cumplió los 18 años. Entre pequeñas pausas producidas probablelemente por la dificultad de abrirse de tal manera, consiguió hacer que me decidiera a hablar. Me sentía muy identificado con su historia.

"...Creo que todos debemos abrirnos, sé que cuesta tener confianza pero este es nuestro momento. Al fin y al cabo compartimos el mismo apellido, no hay porque avergonzarse." Concluyó. 

Tras una pausa de unos segundos me incorporé en mi silla, poniéndome derecho y me aclaré la garganta. 

- Hola a todos, de nuevo. - Sonreí. - Mi nombre es Eliot. Trabajo en el cuerpo de policia de la ciudad. Y mi trabajo como agente lo es todo para mi. - Miré a Claire. - Al igual que tu, Claire, yo tampoco conocí a mis padres. Podría decirse, por lo que cuentas, que mi pasado es muy parecido al tuyo. Si he llegado a ser lo que soy, fue gracias a las maravillosas personas que me encontré en mi camino, y me ayudaron sin esperar nada a cambio. - Hice una pausa, tras intentar controlar recuerdos que volaban por mi cabeza. - A pesar de todo, sé que es tan posible que tu encuentres a tu familia como yo a la mía. Porque no quiero perder la esperanza, ni tu tampoco debes hacerlo. Lo que si puedo decirte es que las respuestas no serán fáciles. - Me senté adelantandome un poco al borde de la silla - Lo que vengo a decir, es... ¿Has vivido toda tu vida aqui, no? 

Tanteé el terreno, viendo si Claire entendía lo que yo le estaba preguntando. 

A ver que todos se presentaba menos yo... La verdad es que no caí hable solamente para corta el hielo ese momento la situación estaba un poco tensa, después de mi empezaron los demás a hablar a presentarse y contar un poco a lo que se dedicaban.

Perdonar pero son los nervios nunca otra vez he participado en algo parecido ni he ido a una cita a ciega Jajaja
Se echa una risas Beatriz era una chica muy alegre y siempre estaba con una sonrisa. Me llamo Beatriz Encantada, espero pasarlo bien con vosotros aunque echare de menos a mi marido hace un gesto con una de sus manos enseñado su anillo de casada... Le he tenido que engañar un poco para que me dejara venir sola aquí si no, no me dejaba le dije que iba uno de mis viajes como soy catedrática en la Universidad de Oxford y nada en alrebes que tu no espero tener aun ningún hijo ya llegara el momento aun tengo que disfrutar un poco mas de mi juventud.

Termina de hablar, bebiendo un poco de su copa.

Alyssa me dedicó una bonita sonrisa, y me miró con ternura. Ahora que me fijaba, era una mujer muy atractiva. Parecía que me instaba a continuar... Bueno, supongo que es mi turno para abrirme un poco. Iba a decir algo, pero entonces los demás empezaron a hablar.

Escuché atentamente, observando a cada uno de los interlocutores detalladamente. La primera impresión que había tenido de Claire es que era una mujer fría, pero al escuchar su historia no pude evitar sentir compasión por ella. Incluso me dieron ganas de levantarme y de ir a abrazarla. 

Por otro lado, Eliot parecía un tipo majo. Tenía una mirada inteligente, y su sonrisa parecía sincera. Así que un policía, ¿eh? Eso está bien. Ahora me siento más tranquilo respecto a esta pequeña reunión.

De Beatriz no se todavía qué pensar...

- Pues mi pasado no es tan dramático como el vuestro. Yo he tenido una vida tranquila con mis padres en un pueblecito de Atlanta, hasta que he sido mayor de edad. - Miré a los demás con curiosidad durante unos instantes, y proseguí. - Pero cuando alcancé esa edad me contaron que en realidad no eran mis padres verdaderos, yo había sido adoptado cuando era muy pequeño. Siempre he tenido la sensación de que no encajaba, pero puede que sea por razones diferentes a las vuestras.

Me encogí de hombros, y suspiré.

- Y bueno, ahora soy estudiante en Nueva York. Estoy estudiando filología Mexicana, aunque estoy dudando de que sea una carrera con algún futuro.

No pude evitar soltar una risita. A continuación dirigí mi mirada hacia Félix. Era el único que faltaba por contarnos algo. Por ahora me parecía un tipo misterioso y un poco sospechoso.

-¿Me toca? Creo que me toca. - sonrió Felix cuando finalmente todos menos él se hubieron presentado. El chico había permanecido en silencio observando al resto de presentes mientras contaban su historia, atento a las reacciones de todos ante las palabras de los demás y también a las suyas propias. Se diría que se lo estaba pasando bien, a pesar de lo misterioso y sospechoso que pudiera parecerle a algunos.

El joven Felix se inclinó un poco hacia delante en el sillón aún sujetando su vaso de bourbon, al que dio un trago antes de aclararse la garganta y empezar a hablar.

-Veamos, mi nombre es Felix Itzanmá. Tengo 27 años y soy técnico nuclear. La verdad es que no me puedo quejar de la vida que tengo ahora mismo. - dijo el joven mirando al resto. - Igual que Daniel aquí presente, estudié en Nueva York... aunque no nací ahí, nací... en un lugar lejano. - dijo dando otro trago de bourbon. - Y al igual que vosotros, al parecer, nunca había conocido a nadie con mi mismo apellido... hasta hoy.

Con las prisas no me había fijado en el hombre que tenia sentado enfrente. Eliot, así se llamaba. Tenia unos treinta años, aparentemente era el mas mayor de la sala. Vestia bien y tenia un aire sofisticado. No sabia por qué, me daba la impresión de que se movia en otros círculos. Policia?. Me equivoqué, pensaba que lo suyo eran los negocios.

Escuché su historia atentamente sin perder detalle.
Compartíamos el mismo pasado. La historia se repetía como un bucle. Todos cometemos errores porque somos humanos, reconocerlos y afrontarlos es lo que nos hace las personas que somos. Pero dónde están ellos?. Supongo que la esperanza es lo único que me da fuerzas para seguir buscándolos. Eliot me miró como si pudiera ver a través de mi cabeza. Luego me preguntó algo que me dejó descolocada.
Lo que vengo a decir, es... ¿Has vivido toda tu vida aqui, no?
Lo miré fijamente y fruncí el ceño. A que venia esa pregunta?. Siempre he vivido en el norte del país, Seattle. Trabajo en una agencia de seguros. No sé, soy una chica normal. Sonreí.

Beatriz, Daniel y Felix se apresuraron a contarnos mas cosas sobre ellos. Menos mal (pensé) porque el tercero me estaba empezando a dar mala espina.

En un abrir y cerrar de ojos la conversación se fue animando. Cuando le realicé la pregunta a Claire hubo como un pequeño parón en el tiempo, en el que el resto continuaban hablando pero nosotros permanecimos ahí, mirándonos. Pude sentir que la pregunta rebotaba en su cabeza, intentando descifrar su propósito.

Veamos, recapitulemos, Eliot. Tenemos una chica sonriente, llamada Beatriz, que vive con su marido y es catedrática de Oxford, pero todavía no nos había contado nada de su pasado. Después, tenemos al joven Daniel, un simpatico estudiante en Nueva York, el cual también desconocía quienes eran sus padres. Luego, no olvidemos al recién presentado Felix, técnico nuclear, y sin ninguna duda de donde nació... Algo que me inquieta bastante. Y Alyssa, que pese a ser nuestra anfitriona y haberse presentado primero, es la que más misteriosa me parece. Esto es delicado...

Y luego estaba allí, Claire, mirándome y esperando una respuesta. Y yo quería dársela.

"Siempre he vivido en el norte del país, Seattle. Trabajo en una agencia de seguros. No sé, soy una chica normal. - Dijo, algo descolocada.

Fruncí el ceño. Definitivamente teníamos en esta sala gente que no sabía la verdad. Me pareció una situación digna de llevar con delicadez.

Miré a Felix y nuestras miradas chocaron. Sin lugar a dudas él sabía algo, había cierta complicidad. Un segundo después dirigí mi mirada a Alyssa, y creí hacer lo que era mejor para todos. 

Suspiré.

- Señorita Alyssa, disculpe. - Dije arqueando la cabeza. - Hechas las presentaciones, creo que usted es la más adecuada para decirle a estos chicos la verdad. Creo que sabe de que le estoy hablando. ¿O me equivoco?

...No lo crees tu también, ¿Felix?

Felix le devolvió una sonriente pero prudente mirada al joven llamado Eliot, que al parecer o estaba buscando respuestas o sabía más de lo que había dicho a los demás. Incluso le dijo a Alyssa, la anfitriona, que ya era hora de que le contara a todo el mundo "la verdad"... una verdad que a Felix le interesaba bastante. El joven se inclinó de nuevo hacia delante sentado en el sillón, mirando a Eliot cuando le habló.

-... Claro. - dijo Felix respondiendo a la pregunta del otro hombre. - A mí también me parece que nuestra anfitriona debería contarnos la verdad. - dijo con prudencia una vez más, y luego dirigió la mirada hacia la chica embarazada.

Por lo que estaba observando Beatriz Itzanmá, aquellos dos hombres Felix y Eliot sabían el porque esta reunión y el misterio que rodeaba todo esto, Algo oculto tenia Alyssa y ellos lo sabían... Mire a los chicos y a la anfitriona. La verdad es que yo también sospechaba de algo, esto no era normal y esperaba que no fuese por mi pasado, porque si fuese por eso saldría por la puerta que he entrado sin pensarlo dos veces.

¿Puedo saber de que estáis hablando Eliot y Felix Caballeros? Creo que los demás Hice un gesto con la mano indicando hacia los demás invitado siempre con amabilidad. Tenemos derecho de saber de que estáis hablando y perdonar por lo que voy a decir no quiero que anfitriona por su estado se asalte y tengamos un susto con el bebe.Lo único raro que veo es la porque reunirnos Alyssa tan misteriosamente, tal vez estés sensible y eso has echo que nos reuniera a todos... ¿Pero como nos encontraste? Si te digo sinceramente la dirección de correo electrolítico que tengo, solo lo tiene lo mas allegado. No se todo esto es muy misterioso la verdad y aun mas si estos dos caballeros saben el motivo y los demás no. ¿No pensáis lo mismo los demás?

La situación estaba un poco tensa no me gustaba los secretismo me estaba poniendo un poco nerviosa interiormente. Por fuera estaba totalmente tranquila y los demás no lo podía notarlo...

Abrí los ojos sorprendida. Por qué ese reproche?. En qué no estaba siendo sincera nuestra anfitriona?. Miré a los dos hombres con la boca medio abierta, no podía articular palabra. No sabia que pensar...

Los nervios se instalaron en mi estómago pero mantuve la calma. Aunque tenia muchas ganas de levantarme y salir corriendo. Pensaba en mi gato, en lo tranquila que habría estado si me hubiera quedado en casa. Ojalá que esta reunión acabe pronto.

Al cabo de unos segundos, que me parecieron eternos, se manifestó la catedrática para dejar claros sus pensamientos. Se la veía una mujer prudente pero al mismo tiempo con carácter.No puedo estar mas de acuerdo contigo, Bea. Dije en un tono lo mas segura que pude, intentando no herir a nadie.Antes de marcharme me gustaría saber el verdadero motivo por el que estamos aquí . Miré con curiosidad a la mujer a la que todos teníamos entre ceja y ceja. En su estado tampoco era bueno que nadie se alterara y le hiciera perder los nervios. Sentía tristeza y rabia al mismo tiempo. La reunión se estaba volviendo muy pero que muy misteriosa. Y a mi no me gustaba estar en la posición de quien no conoce la verdad y no sabe lo que le espera

Exactamente como se imaginaba Claire fue la primera en romper un poco más el hielo. Era importante que sus invitados se relajasen para que la conversación fluyera con más normalidad y tranquilidad. Si todos dejaban de estar tensos, podrían conocerse mejor. Era absurdo guardarse nada, pues aunque fueran desconocidos, algún tipo de lazo familiar les relacionaba, así que tendrían que comunicarse con la mayor sinceridad posible.

Escuchó antentamente a las palabras de Claire, pero esperó a ver si el resto se animaban a hablar. El siguiente en intervenir fue el atractivo que repitió más o menos la conversación de la chica. También había sido abandonado y no tenía familia. Algo que creía que iba a ser común entre todos los presentes. Después habló la otra muchacha, que no contó nada sobre su pasado, pero sí sobre su presente, aunque hablaba tan rápido que se hacía complicado entenderla. Se notaba que estaba más nerviosa que los demás.

La sorpresa le llegó cuando Daniel contó que sí que había tenido padres y un pasado excepcional, hasta que comprendió que como el resto, sus padres, no eran sus verdaderos padres. Alyssa no pudo evitar interrumpirle y preguntarle: Disculpa, le dijo a Daniel, y tus padres ¿qué apellido tenían? Tus padres adoptivos, aclaró.

Cuando todos terminaron de hablar, Alyssa se llevó un dedo a la comisura de los labios, como si estuviera pensando en algo, y entonces se atrevió a formular la pregunta. Y bien, si todos tenéis orígenes difusos, ¿a ninguno de le ocurrió investigar sobre su pasado? Dijo respondiendo así también a la pregunta de Eliot. Entonces le lanzó una mirada directamente a los ojos, era una mirada de esas que te fulminan al instante. No creo que lo ideal sea soltar las cosas tan de golpe. Le dijo sin poder evitarlo, sabía que así lo único que haría es alimentar la bola que estuvieran gestando cada uno en su cabeza. Pero lo que no le sorprendió es que mencionara también a Félix, pues él era el que había hablado demasiado en las pocas palabras que había dicho.

¿Queréis saber la verdad? Les preguntó a todos. Miró uno a uno esperando escuchar sus contestaciones. Creo que lo suyo es que cada uno empezara diciendo lo que sabe, pues creo que más de uno aquí presente sabe lo que está ocurriendo, y eso implica que habéis averiguado algo de vuestro pasado. Al menos yo he tenido la valentía de reuniros a todos. Dijo poniéndose en pie y hablando en un tono un poco más desafiante. Empezaba a hartarse de que la estuviera poniendo entre las cuerdas en su propia casa. No iba a consentir que la hablaran así si ellos tampoco habían dicho todo lo que sabían. Entonces sintió como el bebé le daba una patada y no pudo evitar inclinarse sobre sí misma, se llevó las manos a la tripa y empezó a frotársela confiando en que así el bebé se relajase. Ponerse en ese estado de nervios no ayudaba en nada al niño que estaba creciendo en sus entrañas. al ver como Beatriz trataba de apaciguar los ánimos la dedicó una sonrisa para darle las gracias.