Partida Rol por web

-Bah, Ophara, estás siendo negativo. Si somos muy negativos seguro que se nos ocurre algo mucho peor. Como tecnología imperial en zona imperial pirateada por gente para-imperial, tipo señores del crimen, o algo así. No sé, hoy no estoy muy inspirado, pero fijo que he acertado al menos un poquito... -dice el ex-pandillero sin darle demasiada importancia al asunto.

Si bueno, ser negativo tiene sus ventajas: solo te llevas sorpresas agradables. contestó

Agg, odio trabajar en zona imperial, espero que esto acabe pronto

Y se sentó tranquilamente.

Abandonando su cónsola, Seldon se giró al capitán.

Cómo mola no estar al mando...

Así, qué vamos a hacer, capitán? Permitimos que nos conduzcan a donde ellos quieran tal y como estábamos dispuestos a hacer antes, o lo mandamos todo a hacer puñetas y tratamos de escabullirnos del imperio galáctico?

En mi opinión, deberíamos seguir con el plan. Ahora sabemos dónde nos llevan, y no sé yo si eso nos puede servir de algo... Alguien tiene algún conocido por aquella zona?

Sicks observaba de brazos cruzados la ventana que daba al exterior. El polvo azul Hiperespacial se esparcía por el visor, reflejandose en sus ojos. El imperio. De nuevo. Su rostro estaba serio, muy serio.

-Solo es una trampa si no sabes que lo es...-

Se levantó con brio. Y se sentó en el asiento de pilotaje.

-Ophara, borra cualquier rastro de que descubrimos la treta. Syrus, Seldon, recoged todas las armas ilegales que tenemos en la nave y ponerlas a buen recaudo. Mira si tienes algunos blasters reglamentarios para sustituirlos por los nuestros. Examinarlo todo con ojo imperial, si vamos a ponernos en sus garras, hasta nuestra ropa interior tiene que ser reglamentaria. Quizá algunos cambios de registro en el ordenador, simulando una avería podría simular la falta de datos. Yo pondré algunos de los viejos registros de transportes legales en el computador y prepararé la nave para que este al 120% al entrar en la atmosfera... solo por si acaso. Si se os ocurre algo mas... ¡a por ello!-

Y le entregó su blaster pesado modifica e ilegal en todos los sistemas...

-¿¡Todas!? Bufffff -suspiró el ex-pandillero- justo lo que necesitaba, como si no me bastara tener un capitán estirado, ahora registros imperiales -dijo entre dientes, rezongando.

Como siempre, pese a su conducta externa, se esmeró en hacer bien su cometido: todo tenía que estar perfectamente escondido, pero no tan bien como para que fuera perfecto. Los imperiales nunca se suelen tragar eso. Tiene que haber un defectillo, alguna tontería, algo que les haga sentir superiores y que les permita ser condescendientes... a cambio de un pequeño pago, favor o similar. Nada que te pueda meter en problemas de verdad, claro, pero algo que desvíe su mirada...

El ex-pandillero centró su atención en el bláster pesado del capitán -naaaaaah, eso sería demasiado, incluso para un capullo como él- Una pequeña sonrisa asomó por la comisura de los labios -bueno, manos a la obra.

El "Viento Solar" era un crisol de mecanismos, sistemas, hidráulicos, pasillos, fuselaje, armamento, motores y, entre todos ellos, huecos entre los que podían introducirse materiales de todo tipo. No era la primera vez que lo hacían. Los registros imperiales eran concienzudos, y el grupo había tenido que hacer ya varios acercamientos a zonas bajo el control del Resto Imperial.

Pocos minutos después, el interior de la nave tenía el mismo aspecto para el ojo inocente, y sin embargo, mucho había cambiado de lugar. Parte del truco consistía en que diera la impresión de que ahí no había nada de valor que valiera la pena un registro. En ese sentido, el "Viento Solar" era magnífico.

Unas horas después, incluso estaban descansados. Ophara había tenido tiempo de sobra para borrar las huellas del rastreo, algo sencillo, ya que esos sistemas estaban diseñados específicamente para ser modificados una y otra vez.

Finalmente, los cuatro se reunieron en la cabina, iluminados con la luz continua del hiperespacio, atentos al temporizador que indicaba que el salto terminaba....

ahora!!!!

La imagen de un destructor estelar de clase Victoria irrumpe en el subespacio, ocupando el campo visual de la nave e impidiendo al menos de momento, por la sorpresa, que ninguno de los tripulantes sea consciente de otra cosa, excepto de lo evidente. Es sin duda lo más cerca que han estado nunca de un objeto sólido al abandonar el hiperespacio. Como si fuera un rostro ansioso, el destructor apunta la proa directamente hacia el "Viento Solar".

Controlando los mandos con rapidez pero sin ser agresivo. Sicks desvió la nave de la trayectoria de impacto con el destructor estelar.

-Estad preparados... ¡hagamonos los sorprendidos!-

Conectó el comunicador.

-¡Hola!, aqui la "Viento Solar". Hemos tenido un pequeño fallo en nuestro ordenador de navegación. Y el salto ha sido erroneo.-

Desconecto el comunicador.

 -¿Sería estúpido que me fuera a uno de los láseres, verdad? -dijo Syrus con tono algo irónico.

¿Estúpido? Creo que la palabra estúpido está fuera de contexto cuando tenemos ESO delante. Ve cerca de la torre, si el asunto se pone feo, te avisaremos. Comentó Ophara, aún con sus gónadas a la altura de su garganta.

-Ponerse en el lugar del artillero no creo que cambie mucho las cosas. Pero si nos persiguen sus cazas puede marcar la diferencia. Que Seldon también vaya, por favor. Ophara será mi copiloto.-

Y espero tenso, la respuesta del destructor.

Con cara de circunstancias, sin dormirse pero sin demasiada prisa, Syrus se dirige hacia uno de los láseres, por si acaso sirviera de algo.

Seldon siempre había querido morir enfrentándose a un destructor clase Victoria blandiendo unos lásers que ni siquiera le abollarían los escudos a aquella mole de metal y muerte en movimiento.

No, espera. Seldon NUNCA había querido morir enfrentándose a un destructor. Se planteó seriamente la opción de decirle a su capitán que nanay del peluquín, pero, bien pensado... ¿Acaso preferiría Seldon estar a los mandos de la nave que tiene que enfrentarse a un destructor?

Bien mirado, la torreta tampoco tenía tan mala pinta. Antes de dirigirse hacia allí, se dirigió a sus compañeros.

- Menuda mierda, ni siquiera nos hemos hecho ricos...

-Nadie dice que esto sea el final, muchachos...- Terminó  con una sonrisa sesgada.

El pitido inconfundible, acompañado de la luz intermitente, señalaba una solicitud de comunicación en las frecuencias habituales. El destructor de clase Victoria no se había movido del punto en que fue avistado tras la hiperdeceleración. Sin embargo, estaba tan cerca que podía verse cómo las torretas exteriores se alineaban y era muy probable que en ese mismo instante estuvieran levantando escudos. Sin embargo, no llegó más lectura a la pantalla que un objetivo enorme, el destructor. Los sensores de momento no avisaban de ninguna señal de arma localizadora, ni torpedo, ni más enemigo que ese, como si fuera poco.

La señal de comunicación seguía parpadeando, mientras Syrus iba lánguidamente a la torreta y se sentaba en ella, sintiéndose como un insecto que tuviera intención de matar a un humano a picotazos.

Desde su posición, directos en la proa, no se podía apreciar su casi kilómetro de longitud, pero sí los más de 500 metros de ancho, y el inmenso lugar que ocupaba en el vacío hacía empequeñecer al "Viento Solar" como si no fuera más que un pedazo perdido de chatarra sin rumbo ni futuro.

Sicks activó los sistemas de defensa de la nave, por la amenaza de las armas imperiales. Aunque no cargo las armas. Sabía que hacerlo era muy rapido, y podía hacerlo Ophara mientras salían a toda pastilla.

-Ophara, si tenemos que salir de aqui. Me tienes que dar toda la potencia de los sistemas auxiliares a al motor. ¿ok?.-

Y activó la comunicación.

-Aqui la Viento Solar. Estamos a la escucha.-

La emisión llegó clara tras un zumbido de sincronización.

- Destructor imperial Veredicto a carguero YT-2000. Ha salido de la velocidad luz demasiado cerca del perímetro de vigilancia. Prepárense para una inspección rutinaria.

Otro zumbido dio paso a la posible réplica de los tripulantes de la Viento Solar.

 Bueno, bueno, ahora comprobaremos una vez más qué tal se nos da eso de ser contrabandistas... -pensó para sí el ex-pandillero/guerrillero urbano.

Ohhh, genial genial genial!- Se lamentó Ophara para sus adrentros

-Por supuesto, Veredicto, siempre somos respetuosos con la leyes. Hacemos vuelo de aproximación.- Luego conectó el comunicador con el resto de la nave. -Empieza la función señores, mostrar vuestra mejor sonrisa...-

Cita:

¿Cómo era capaz Sicks de soltar aquello sin que se le escapara la risa?

Seldon se quitó sus cascos y abandonó su puesto en la torreta láser para dirigirse a la sala de controles. Al llegar, carraspeó ligeramente y se dirigió al Capitán.

Y bien, señor? Qué va a ser esta vez? Un desajuste debido a una tormenta electromagnética de alta intensidad? Un saboteo de la competen... No, espera, esta ya la usamos la última vez; quizás... un desajuste en la última reparación del programa de astronavegación? O nos aseguramos el tiro y nos autosaboteamos nosotros mismos, arrancando algunos cables aquí y allá? Es la opción más segura.

Ophara, no me mires con esta cara, por favor...

Y suelta esta termollave inglesa: no le haremos nada a la Viento Solar que no se pueda reparar, tranquilo.

Seldon esperó, a ver qué sarta de asquerosas y ruines mentiras debería soltarle a la cara del oficial imperial en cuanto abordara la nave.