Partida Rol por web

El viaje había sido largo y aburrido, por suerte se podía dormir mucho, o leer, todo aquello que no consumiera energía en la pequeña nave de transporte hacia la estación lunar. Un módulo automátizado que se acoplaba y alunizaba para ahorrarse pilotos.

Los tres chicos que iban a bordo se preguntaron porque tardaban tanto en abrirles la escotilla, y a uno que le dió por asomarse le pareció ver que en el compartimiento estanco contiguo, donde tenían que abrirles había una pareja que estaban fornicando ajenos a todo, como si les importara bien poco que ellos estuvieran ahí atrapados esperando.

Saori sonrió cuando se asomó por la ventana, aquellos parecían no tener otro fin en la vida más que el de darse el uno al otro, miró hacia atrás a sus compañeros y les dijo:

-Pues parece que vamos a tener que hacer tiempo hasta que esos dos terminen lo que empezaron.

Volvió a su sitio, no podía hacer mucho más que presentarse.

-Soy Saori, de Japón ¿y ustedes?

Los dos chicos le parecían cuando menos interesantes.

Ya no hacen las gargantas como las de antes.

Extraigo mi falo de la garganta de Josie y la “invito” a incorporarse sujetándola del pelo y llevándola hasta tener la boca justo al lado de los labios de la rubia.

Ahí quieta- le ordeno, justo antes de entrar directamente en las entrañas de esta.

Empiezo a entrar y salir de ella y a cada rato aprovecho para hacer un par de entradas de nuevo en la boca de su compañera.

¡No, asì no! Mierda, debí imaginar que esto no era normal.

Me debato. agarrada por los tentáculos. Mis músculos se tensan a más no poder, parece que fueran a explotar, mientras esa cosa se acerca más y más a mí. Y esos tentáculos en mis pechos... la sensación no es del todo desagradable, pero no quiero esto, no así.

Se la había pasado la mayor parte del tiempo moviendo una fina barra de carboncillo sobre su bloc, por lo que no había alzado mucho la vista a ver a los presentes; hasta cierto punto se le hacía indiferente el pasar tiempo ahí, pues estaba terminando de dar las sombras a su pequeña obra de arte, cuando escucha por fin una voz que lo saca de su concentración.

Alza la cabeza y acomoda su vista a quienes estaban con él en aquel compartimiento, ve a una simpática chica que le llamaba la atención, de donde provenía la femenina voz y entonces ladeó su cabeza pues no entendió a que se refería ella. Sin embargo, luego de sus palabras ambiguas se presentó y ese era un lenguaje universal para la gente de la tierra, entonces a Abioye se le ocurrió responder -Abioye, soy de Uganda...- ya sabía que su país era bastante desconocido por muchos -...del sur de África...- agregaba en un tono más bajo de voz, mientras miraba a quien más estaba ahí: Alto, joven, cabellos largos y gran porte; entonces Abioye supo que como tantas otras veces en su vida sería relegado por su aspecto así como cuando sus hermanos estaban cerca.

Baja la vista y mira su dibujo, se siente un poco mal pues ya se da cuenta de lo que estaba dibujando y que formaban bien las curvas; suspira y finge no estar afectado por sus memorias, espera la presentación del otro joven presente.

Ken no podía apartar la mirada de la ventanilla por la que se veía a aquella pareja tan desinhibida.

-Que fuerte, ¿No? Yanagame, Ken, también vengo de Japón. Parece que este es un lugar repleto de amor  -dijo entre risas.

Aquellos dos parecían gente decente pero no podía mirar a la chica en aquella situación o se pondría muy rojo, así que siguió mirando por la ventana para no tener que hacerlo.

Saori sonrió, eso no era precisamente amor pero estaba bien llamarlo así para no decir algo más fuerte. Al parecer el chico prefería mirar y ella tuvo que hacer lo mismo, aunque no precisamente miraba a la pareja.

-Soy mala en geografía pero creo quw lo vi en el mapa.

Se sentía como ansiosa.

-¿Creen que tardaremos mucho?

No quería molestarlos pero se estaba aburriendo.

Lo que realmente Abioye se preguntaba era si tal espera era protocolar o se trataba de un incidente. Pero la palabras de Ken le hicieron intrigarse, además de las constantes miradas de Saori y lo mismo que el chico no quitaba la vista; por lo que intentando no parecer grosero o antisocial fue dejando su cuaderno y carboncillo a un lado para ponerse de pie.

-La verdad es que no creo... estuve leyendo el man--- su voz se cortó y de inmediato ya sentía como la sangre golpeaba con violencia sus mejillas y otras partes de su cuerpo, al ver lo que pasaba tras la ventana que sus compañeros andaban mirando. -oh por dios...- se cubre la boca intentando que no se le salga el aliento y se queda paralizado unos segundos mirando.

Ha sido genial y me quedo un momento tumbado disfrutando de la satisfacción tras el sexo, al menos hasta que dice que prefiere quedarse sola, entonces me levanto como un resorte

-claro, es normal- me visto de forma rápida y precipitada y me marcho rápidamente, aunque antes de salir aun me giro hacia ella y le sonrio con cierto nerviosismo

-será mejor que mantengamos esto en secreto, entre nosotros- dudo si añadir algo mas y finalmente me marcho -ya hablaremos-

Cierro y voy rapidamente a mi habitación a darme una ducha bien fria

Ken sintió que la chica lo miraba y comenzó a sudar. Lo que se veía tras la ventana tampoco es que ayudara a calmarlo.

Me temo que un rato. ¿Qué clase de sitio es este en el que lo primero que vemos es algo asi? Yo pensaba que todo iba a ser más... profesional, ¿No? -dijo en voz alta para desviar la atención de la chica. 

Ken había estado observándola de reojo todo el viaje. Y estaba seguro que el africano también. Había que estar muerto para no hacerlo.

Saori sonrió al ver las caras de sus compañeros y es que, bueno ciertamente no era la manera de darles un recibimiento pero podría ser peor.

-Vamos, chicos, no seamos tan duros, igual somos los primeros en verlos y por eso no han venido por ellos.

Dudaba mucho que el Instituto diera el permiso para hacer esas cosas donde fuera, además,le quitaría lo emocionante al tema. Los miró a ambos, parecían contrariados, así que trató de aligerar la tensión en la cabina.

-Cambiemos de tema. ¿Qué los trajo aquí, chicos?

Quizás atrayendo la atención hacia ella consiguiera hacerlos olvidar lo que sucedía afuera.

El chico habló y llamó su atención, entonces veía como la mirada fija de Saori estaba en Ken en su mente iba armando un escenario similar entre los tórtolos del otro lado y comenzó a sentirse sobrecogido por una desagradable sensación de no pertenencia, estaba de más o era una mala adherencia.

Dio un paso atrás, de paso que se quitaba de su campo de visión a los tórtolos de la otra cabina, su mente al volver a ver a sus compañeros iba argumentando fantasías y aunque estuviera excluido de ellas, seguían haciendo que su sangre se disparase en varias direcciones dentro suyo; temblando volvió a su sitio, claramente turbado... como para darles espacio a sus compañeros de conocerse mejor.

Abioye toma su cuadernillo una vez más y comienza a dibujar, aunque su mano tiembla demasiado y no parece poder controlarse. Saori entonces pregunta algo, el moreno alza la vista y poco un gesto de incertidumbre no quería estorbarles así que decidió responder por no ser descortés, así como Saori intentaba ser amable y preguntar las cosas a ambos... ya le había pasado que otras chicas que iban a por sus hermanos simplemente lo ignoraban y ya.

-Venía a estudiar anatomía¡No! eso no... es...- el chico se confundió pensando en cuerpos juntos frotándose y se puso aún más rojo, ya bajó la vista nervioso -...a estudiar... aunque aún no decido mi carrera... esperaba ver mis opciones ya dentro de los cursos generales...- eventualmente suspiraría, volvería a tomar su bloc e intentaría seguir dibujando.

De un momento a otro lo que había empezado como un sueño para mi y que estaba llegando a volverse una fantasía hecha realidad al encontrarme en semejante situación, todo se vio completamente torcido de un momento a otro. La oficial sin previo signo de que algo raro le ocurriese, al menos fisicamente, comenzo una especie de mutación en su cuerpo; largos tentaculos emergieron desde su espalda que no repararon ni un segundo en enroscarse en los cuerpos de Andrea y el mio, separandonos de golpe e interrumpiendo nuestro coito.

No podía sentirme mas aterrado pues mi mente no lograba encontrar una explicación cientifica a lo que le había ocurrido a la oficial, y el terror a que nos pudiese lastimar estaba aflorando en el constante temblor de mi cuerpo. -No!! sueltela, sueltenos...no lo haga!- Clavaba mi mirada en aquella mujer a la que hace unos pocos minutos me le había declarado, aunque ella fuese quien primero lo hiciera, en su cuerpo que era oprimido por esa constricción que quizas podría haber encontrado como algo erotico en un ambiente mas controlado, pero aqui y ahora como se estaba dando me aterraba la idea. Y al centrarme tanto en ello fue que no note que yo tambien tenía mis propios embrollos, y solo los notaría cuando aquel tentaculo engullese mi miembro con tanta velocidad y profundidad que, aun dudo si fue por la sorpresa o por que realmente se había sentido bien, termino por hacerme acabar dentro de esa rara ventosa, disparando una carga tras otra de mi semen sin reparo alguno de si pudiese contener todo eso o no.

Cuando me percate de eso solo pude gemir con culpa por lo bien que se sentía pero sabiendo que eso no estaba bien, atormentado y con mi rosto completamente en rojo solo pude quedar anonado ante eso y que mi miembro seguía tan duro como una roca dentro de esa ventosa, no podía entender por que eso me había gustado solo así era.

Ken, cada vez más nervioso, decidió levantarse del asiento y caminar un poco por el pasillo pero, al hacerlo, no pudo evitar fijarse de nuevo en la chica. No solo era hermosa, sino que, desde arriba, sus atributos destacaban aún más y Ken s epuso un poco rojo. Apartó la vista y se dirigió al pasillo.

-Voy al lavabo -djo, innecesariamente.

Ken se puso en pie y Saori no pudo evitar fijarse en ese cuerpo lleno de músculos que parecía tomar mucho tiempo, sin embargo, él parecía incómodo, tal vez ella lo incomodaba porque no siquiera respondió a su pregunta o tal vez sólo tenía una urgencia.

-Bueno, aquí estaremos, parece que no podemos ir a ningún lado.

La muchacha sentía un calor que trató de quitarse pero era un poco difícil.

-Anatomía vendría bien, ¿no? Yo tampoco lo he decidido, tal vez tengamos clases juntos, Abi. ¿Puedo llamarte Abi? ¿Qué dibujas?

Miraba por el pasillo para no mirar a la pareja pero de vez en cuando echaba un ojo a lo que estaba haciendo la pareja, se imagino por unos instantes en algo parecido pero rápidamente volvió la vista al pasillo y cruzó las piernas.

El movimiento del enorme asiático era un evento que no podía pasar de ser percibido por todos ahí, en realidad en ningún lado pasaría de ser percibido; sin embargo las razones por las cuales ambos le siguieron con la vista hasta los servicios, eran distintos. Abioye vio los gestos y reacciones de Saori, ya había visto tantas veces eso pasar, se limita a suspirar y bajar la cabeza.

Ella le hablaba y Abioye se sentía bien, pero él imaginaba que una parte de la chica quería ir tras el chico Ken a los servicios, así que se sentía transgresor al seguir la conversación ¡pero no podía y tampoco quería ser descortés! Pero Saori irrumpió en sus pensamientos y complejos conflictos emocionales con su última pregunta, esa fue una alarma para Abioye quien saltó casi entrando en pánico.

Muy apenado cubre su dibujo con su pecho, como si Saori se fuera a acercar y asomar, negó con la cabeza -Na-nada nada!- claramente estaba sobre actuando por una pequeñez pero eso dejaba notar cuan apenado estaba por lo que fuera que estuviera ene se sketch. Pasó de página de inmediato y se puso a dibujar otra cosa.

No sabía si le gustaba que le dijeran "Abi" así le decían las amigas que lo tomaban como una amiga más, en varios casos a las cuales él deseaba como algo más, pero por que Saori le descubrió con la guardia baja asiente con la cabeza y habla de ello solo para cambiar de tema. Alza la cabeza -ah sí claro que me puedes llamar Abi- sonríe nervioso mientras el rubor de sus mejillas va bajando.

Vuelve a bajar la cabeza "uff...." mientras hace unos trazos rápidos y suaves va hablando...

-dime, Saori, ¿cómo es de donde vienes? ... sé algunas cosas de Japón, pero cada región y ambiente siempre es distinto...- Obviamente intentaba no hablar de los tortolos del otro lado, pero hasta creía que se podía imaginar sus gemidos y jadeos mientras lo hacían.

Saori se sintió una metomentodo cuando Abioye no quiso mostrarle lo que dibujaba, en realidad todo contaba, incluso la ida de Ken al baño porque el parecer su presencia molestaba ambos de una u otra manera. Trató de no pensar en ello, tenía un carácter desinhibido así que como tal respondió su compañero.

-Si, es distinto en todas partes, yo vivo en una gran ciudad, asi que todos somos un poco desconocidos aunque vivamos uno al lado del otro.

Se reacomodó en su asiento sin mirar a la otra cabina y sin mirar a su interlocutor más tiempo del necesario.

-Si te gusta la vida con mucha gente, tal vez te gustaría.