John pasó la mano por los objetos, y de los tres notó en el collar de huesos una extraña energía. Lo agarró, cerró los ojos y se concentró. Empezó a percibir cómo se le vaciaba el pensamiento y se le dibujaba una imagen: un sacerdote arrodillado ofreciéndole el collar a una bestia con cuernos y patas de carnero.
Johana no entendía demasiado lo que aquel hombre intentaba explicarle, pero no había tocado eso que había escudriñado en el cajón porque precisamente sentía que eso no tenía nada bueno consigo y que no debía tocarlo, o le afectaría de algún modo -Eso no es bueno...- le susurra a John mientras este se encuentra concentrado al tomar el objeto, pero ella no espera a que termine y se aventura hacia la puerta abierta que tenía a un costado, preocupada por el pequeño y su suerte, la cual sabía no había sido para nada favorable.
Eso parece una película xD
Una mirada oscura le observa mientras esta agachado con el objeto entre las manos, pero sabe que no es él, sino un supuesto hombres santo. El hombre levanta su mirada y Castor observa a través de sus ojos como un demonio enfrente de él le observa. La imagen es demasiado fuerte y de golpe John abre los ojos de par en par a la realidad y necesita apoyarse en la cajonera que tiene enfrene para no caer.
Fiiiu... - silba el exorcista llevándose la mano a la sudada frente para reponerse - No te creerías lo que acabo de ver, esto cada vez se pone más... - pero la frase queda incompleta mientras John observa como Johana la camarera no esta en la sala.
Se gira de repente mirando la puerta entreabierta, mira hacia el manuscrito el cual quería ojear pero sabe que la muchacha sola tal vez corra peligro- Mierda - dice mientras se guarda el collar de huesos en la gabardina - Todo esto, y yo con la boca seca. Finalmente va tras Johana.
Al abrir la puerta John y Johana se encontraron ante un oscuro y largo pasillo:
Había varias entradas a los lados, y en el fondo se divisaba la silueta de un varón vestido con toga. Éste se aseguró de que lo captabais para introducirse tranquilamente por la entrada del final a la izquierda.
Parece que quiere que le sigamos- acota la mujer una vez que ve a ese extraño hombre de toga mirarlos por un momento. Al ver que se adentraba en una de lo que aparentaba ser una habitación, no duda en seguirlo, a la vez que le hace señas con la mano a John para que le mantuviera el paso -Vamos que se va!- y, con un suave trote, se dirige hacia la última puerta claramente sin darse cuenta que podría estar en un gran peligro; ese niño la llamaba de algún modo y Johana sentía que debía responderle.
John intentaba relacionar la cara de aquel capellán del pasillo con la que había visto en sus visiones, pero estas fueron algo borrosas debido a la fuerza de los sentimientos que residía en el objeto. Además, su memoria no era gran cosa.
Espera Johana! - Le dijo a la mujer cuando vio que esta se abalanzaba ya hacia la puerta por la que había desaparecido el capellán - Esto me huele muy mal. Deberíamos volver a la sala anterior a seguir inspeccionando. Por lo que sé si ese chico esta muerto y si estas cosas llevan pasando desde hace tanto tiempo, volveremos a verle.
Acercándose a la mujer intento convencerla - Mejor reunamos más pistas y veamos que han averiguado los demás. Yo no haría caso de ningún capellán, en mis visiones, he visto a uno de ellos haciendo tratos con el inframundo...
Las inteciones de la pareja se enfrentaron: Johana se armó de valor para continuar adelante en la aventura, a John no le sugería buen augurio esto y proponía buscar pistas para reconstruir el misterio.
Johana continua sola entonces?
A, vale. Bueno, si queres John puedes acompañarla.
John se encoje de hombros mirando como Johana desaparece detrás del capellán. Al exorcista no le hacía ninguna gracia seguir ese camino después de lo que había visto en sus visiones, pero al contrario de lo que pudiera parecer por fuera, Castor se sentiría muy culpable si le pasara algo a su compañera.
Espero que el trabajo merezca la pena- dice John en voz alta pero casi para sí mismo y se echa a andar tras Johana.
Me vas a llevar a la perdición ^^
Master, ahora esperaré tu post.
John, es esa pequeña necesidad de los seres humanos de perseguir un algo...Y sí, capaz que te lleve a la perdición xD
Siguieron el camino del eclesiástico, atravesando la puerta encontraron otro largo pasillo en cuyo fondo se divisaba un antiguo armario con las puertas abiertas que introducía a lo que parecía un pasadizo.
Se escuchó un sonido desde la entrada de donde John y Johana habían llegado hasta el armario. Al girarse ambos advirtieron de nuevo al niño, pero esta vez su rostro era mórbido y sangrante: cuidado, es una trampa!
El niño desapareció súbitamente.
"Shit"
John coge a Johana del brazo y de un tirón intenta salir de la sala a toda prisa hacia el niño.
Ya me dirás si tengo que tirar algo en cualquier momento master.
No!! Déjame ir!!- gritaba Johana en un estado de desesperación -No importa si es una trampa, hay que salvarlo!- continuaba mientras intentaba zafarse de John, ciega por creer que de verdad podría salvar al niño. No había modo que ella tuviera la posibilidad de hacer algo por él y aun así intentaba rescatarlo de su condenado destino. Lentamente empieza a sollozar a la vez que seguía intentando zafarse y termina resignándose al darse cuenta que el pequeño ya estaba muerto, por lo que decide dejarse llevar de vuelta por su compañero, en silencio.
Se asomaron por la parte del pasillo por donde habían llegado hasta allí pero el niño no había dejado ni rastro. Sin embargo se escuchó el eco de su voz, como si se comunicase desde la otra esfera:
Tenéis que ayudarnos. No queremos sentir la muerte todos los días, cada día duele más. Teneis que pararlos, si continúan así abrirán las puertas del Averno y nos llevarán con ellos.
Y cómo haremos eso? Dínos algo más, por favor!- contesta Johana, desesperada por la impotencia de no poder hacer algo más por ese pobre niño que había sufrido una muerte tan dolorosa. Malditos, malditos son los que le han hecho esto. Haré lo que sea por ayudar
John simplemente niega con la cabeza al escuchar las palabras del niño "Parece que la cosa necesitará mucho trabajo..." Pero esa era la especialidad de Castor, hablar con los difuntos, encontrar su problema, y al eliminar ese problema los eliminaba también a ellos y el sufrimiento que causaban a su alrededor.
John apoya sus manos en los hombros de Johana para calmarla un poco - Tranquila Johana, le ayudaremos, vayamos a hablar con el resto del grupo, parece que hemos encontrado la raíz el problema.
Vamos - John empezó ha andar con Johana por donde habían venido - Diría que iban a la biblioteca.
Espera...- se dirige a John, volteándose para ver mejor su cara -Ellos deberían darnos alguna pista al menos- y mira hacia abajo, como buscando una respuesta a algo tan complicado como ayudar a los muertos -No entiendo mucho de esto, pero deberíamos esperar a tener alguna otra pista aquí y entonces encontrarnos con el resto- y vuelve su mirada a John, esperando su aprobación.
El pequeño infante apareció por la entrada oculta del armario que dirigía al pasadizo: ahora podéis ir, yo les distraeré, pero tenéis que ir rápido, no sé cuanto tiempo podré retenerles.
Dicho esto se esfumó de forma imperceptible.