Partida Rol por web

- ¿Que necesitas saber Nathan?- pregunto Elijah, Ingrid te miró con curiosidad

Saqué de nuevo la pluma. Había aprovechado para hacer una lista de preguntas.

-Una pregunta relacionada con la familia Erickson... ¿Son ricos, no lo son? Estoy confuso. ¿De dónde viene su riqueza? Eso podría indicarnos el posible móvil material del asunto.

Me aparto el pelo suelto.

-Han dicho que la niña desapareció. ¿Cómo saben que está muerta? ¿Encontraron su cuerpo? ¿Hay un informe que podamos leer? 

Me acaricio la oreja con la pluma.

-También me sería de utilidad un mapa, y que me indicasen si hay zonas donde por cualquier motivo no se indagó.

El gato también tendría que estar ahí.

-¿Qué pasó con el anterior gato? ¿Y cómo consiguieron este?

Me recliné sobre el sillón.

-Tómense su tiempo para responder, pero respondan a todas las preguntas, por favor.

- Son ricos, siempre han sido una de las familias más ricas- dijo Elijah

- Así, es, son la familia más rica de Rorvick desde hace generaciones, aunque no se a que se dedican...- dijo Ingrid- Pero su fortuna es inmensa. La policia, mi señor y los padres de la niña movilizaron todo Rorvick, nadie la había visto, nadie sabia nada, el acantilado está justo aqui, de noche es facil caminar por donde no se debe y caerse. La policia debe tener algun informe, pero no sé si lo tendrán aún, eso fue hace cuarenta años... Rorvick es pequeña, no necesitará ningun mapa, es imposible que se pierda, y no, no hay sitio por donde no se buscase a la pequeña Erika. ¿Que anterior gato? Este gato lleva años en esta familia... lo raro es que no haya muerto aún... era el pequeño gato de la señorita Erika

- ¿Cómo es posible?- pregunto Elijah

- No lo sé, pero sigue aqui...- contestó Ingrid mirando al gato tuerto

Fruncí el ceño anotando las respuestas. Tendrían que ir al pueblo en busca de más respuestas. 

-¿Ha habido algún otro suceso paranormal como el que acaba de suceder? 

Jack le había dicho que preguntase por ello, y tendría que recordarse a si mismo que era un pez fuera del agua en esos asuntos.

-Imagino que también habría un informe sobre los padres de la niña. También tendremos que buscar eso. -lo añado a la lista de requerimientos. Miro de nuevo la lista de preguntas.- ¿Pueden decirme algo más sobre el incendio? La hora, por ejemplo, o las características, si fue eléctrico, o de algún candil o fuego que se dejase encendido.

Doy un largo suspiro.

-También si les suena el nombre de una periodista... Vino a hacer preguntas. Se llamaba Helga -miré de nuevo el apellido. Era realmente complicado.- Engelbrecht. Estuvo investigando, pero su familia murió en un yate... ¿Saben con quién pudo hablar? 

Me atuso el pelo y sigo mirando.

-También nos informaron de que se pusieron muchas trabas a la investigación. ¿A qué se refieren?

- El incendio se produjo de noche, nunca nos dieron el motivo del porqué del incendio. No se quien es esa mujer, en esa época vinieron muchos periodistas a preguntar, la familia Erickson siempre ha sido noticia y una tragedia como esta mucho más, pero lo raro es que nunca vimos nada publicado- cuando le haces la pregunta sobre el asunto paranormal Ingrid se pone nerviosa- Nunca había pasado algo así, nunca había visto algo como esto en toda mi vida. ¿Trabas? Ciertamente no se nada de eso

Escribo unas breves anotaciones en la libreta.

-¿Hay alguien con el que podamos hablar que tenga más información sobre esto?

Seguí repasando la desaparición de la niña.

-Se supone... Que la niña desapareció por la mañana. -¿Cómo entonces cayó por el barranco?- Cuénteme sobre el día de la desaparición.

- No lo sé, supongo que la policia podría darle más detalles, pero como le digo esto paso hace demasiado años, no sé si el caso seguirá en sus archivos. Descubrimos que la señorita Erika no se encontraba por la mañana, cuando la señora Erickson vino a ver si la pequeña había venido hasta aqui. La señorita Erika solia venia a veces por las noches en busca de su gato, que se escapaba y terminaba en esta casa, no era la primera vez que su madre venía a buscarla por la mañana cuando no la encontraba en su cama. Siempre se sospechó que ese día la pequeña como tantas noches venía aqui y se cayó por el acantilado, era la única explicación de porque la pequeña no aparecia

-¿Algo más que quieran añadir?

De momento, tendría que reservar sus preguntas para cuando marchasen hacia el pueblo.

Ambos negaron, estaba anocheciendo Ingrid fue a ver a su señor que se había quedado dormido, mientras Elijah se fue a su habitación, parecía que nadie iba a cenar esa noche

Le pedí algo de comer a Ingrid para mí y para Jack antes de que se marchase. Un refrigerio frío, nada que tuviese excesiva preparación. Volví a la habitación con la bandeja.

-¿Cómo te encuentras?

Con los ojos entrecerrados y sin haber dormido, simplemente analizado lo que habíamos visto busqué el móvil y miré la hora:

-15 minutos tarde, típico de americanos.

Me incorporé tocando mi abdómen mientras le decía:

-Auummmmm, espero que te divirtieses con los cristales, siento como si me los hubiese comido después de tus curas.

Una vez incorporado busqué algo de mi agrado en la bandeja y me lo metí entero en la boca apretándolo:

-Y fien, guime de gue te haj entegado mientgas dejcanjaba yo.

No pude evitar sonreír. Me tranquilizaba que fuera el mismo de siempre tras un susto así. Saco la libreta con las preguntas y respuestas.

-Veamos... -paso un par de páginas.- Desgraciadamente, nada revelador. Al parecer los Erickson son la familia más rica de Rorvick desde hace generaciones, pero nadie sabe por que... Muy raro. -paso otra página.- La niña tendría a irse por la noche de casa a buscar al gato en casa de su tío, por eso creyeron que había caído al acantilado... Al parecer... Ese gato tuerto que tanto odias era el gato de la niña... Y todo el mundo dice que es raro que no haya muerto... A ver... -paso otra página.- Se la buscó por todo el lugar. No dejaron piedra sin levantar.

Cogí un sandwich y le di un bocado.

-Ingrid dice que nunca había ocurrido un suceso paranormal antes, nunca nada parecido. Nunca se les dijo nada de la causa del incendio, ni conocen a la señora Helga Eder... Helga. Todo demasiado vago, habría que ir al pueblo a recabar más información. Sólo que se produjo durante la noche... Y esto es todo. Además, Johan está catatónico, no he podido hablar con él.

Me acaricio la ceja, pensativo.

-Si te sientes con fuerzas, me gustaría dar una vuelta por la casa. Sobre todo por la zona donde explotó el espejo. Si era un montaje, debía ser excelente.

Comienzo a levantarme apoyando la mano en la cama y haciendo un gesto de dolor. Cojo mas comida de la bandeja y me levanto.

-Yo he sido entrenado para aguantar lo que sea, incluso para ver un partido de baseball si es necesario. Arreando.

Comencé a dirigirme hacia la puerta.

-¿Te ha parecido creíble? seguro que has visto decenas de películas que han pasado todo lo que has visto abajo, y también eran creíbles. Aun mas, si no supieses que era una película y saliese en un programa de estos que lo presentan argentinos psicólogos y vendemotos de todos los tipos te habrías acojonado.

Vais al comedor y mirais el lugar, sigue tal y como lo dejasteis, al parecer Ingrid estaba lo suficientemente asustada como para no volver ahí después de lo sucedido. Registrais todo el lugar, no encontrais nada que explique porque los cristales estallaron hacia afuera, porque la mesa temblo y se rompio, y mucho menos del porque el espejo estalló en mil pedazos

-Bueno... Simplemente me parecía tan irreal que mantuve la sangre fría. Además, ya di bastante el espectáculo ayer, ¿no crees? Pero eso no significa que no me pareciera creíble.

Le veo caminar apoyándose y le agarro del brazo y lo pongo sobre mis hombros. En el lugar, la tensión todavía estaba ahí.

-Deberíamos ir a otra habitación... ¿La biblioteca? Quizá allí haya algún libro con la historia de la familia, o algo.

-Espera, y suéltame que no soy ni un abuelo ni ningún convaleciente.

Levanto una mesita en la que había un jarrón y pongo dos sillas una delante de otra. Busco alguna vela y la enciendo con el zippo en medio de la mesa -Me encanta el olor a gasolina ardiendo- . Destapo un salero de los de la cena y hago un círculo alrededor de las sillas y la mesita.

-Apaga la luz y siéntate delante mio. Sin mariconadas nos daremos las manos e intentaré ver si consigo que nos enteremos de algo extra...

Enarqué una ceja y le di las manos.

-Sí eres un convaleciente. Y además, pareces un convaleciente pirómano, para ser exactos.

Miré a mi alrededor.

-Esto no me parece una buena idea... ¿Seguro que sabes lo que haces?

-Mmmm, nunca se está seguro del todo. Espero que no hayas pisado el círculo de sal y lo hayas roto. Y no dejes armas sobre la mesa. -me levanté las gafas y mis ojos brillaban como los de un gato en la oscuridad, me agacho y le digo- no, no lo has pisado. Intentamos que la niña hable a través de mi, así que por lo que mas quieras, o sea, por tu coche, no sueltes mis manos. Y no le hagas preguntas estúpidas si viene.

Cierro los ojos y comienzo a murmurar:

-Mmmmm,  mmmmm, mmmmmm.

Mi cara debía ser un poema. 

-Sigo diciendo... Que esto no es una buena idea.

Lo de los ojos era realmente inquietante...

Ambos os sentais dentro del circulo, Jack seguro de él mismo, Nathan no tanto. No sabeis cuanto tiempo ha pasado, pero el sonido del reloj os despierta, ¿os habeis quedado dormidos? Eso parece. Miráis el reloj 12:30 de la noche, un trueno ilumina todo, entonces lo véis una silueta fuera de la casa