Partida Rol por web

El Faro de Leng [+18]

Preludio: Estación de lluvia

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09/06/2017, 22:39
Narrador

No está muerto lo que puede yacer eternamente, y con los evos extraños incluso la muerte puede morir.

Tormenta. Es el primer sonido que escuchan tus oídos. Después un ferroso sabor en los labios que te impregna la boca, el cuerpo, acompañado de una desagradable sensación de desasosiego absoluta. El piso de zarandea demasiado, no te encuentras en un lugar fijo, cuando empiezas a despertar, con la sensación de haber pasado toda una eternidad durmiendo, descubres con horror la escena.

Te encuentras en medio de ninguna parte, rodeada de niebla y lluvia, en un bote con remos y, lo peor, empapada de sangre. El instinto te lleva a comprobar si estás herida, pero no hayas ninguna en tu cuerpo, esa sangre no es tuya y no hay nadie más en el bote. Tratas de hacer memoria, pero lo último que recuerdas es estar en tu casa tomando un café y preparando tu próximo viaje a Le Mans, decidida a participar en la carrera de resistencia de veinticuatro horas a pesar de aquellos que miraban las mujeres con desdén. Girabas la página del periódico y, de repente, te encontrabas en esa nada nublada totalmente desorientada. Lo único que recuerdas con claridad, justo antes de perder la noción del tiempo era la fecha que figuraba en la parte superior del noticiario: 4 de octubre de 1932.

Notas de juego

Haz una tirada de Cordura. Si la superas tirada 1d4, si fallas 1d8.

Si intentas esforzarte por recordar, haz una tirada de PODx3, eso es.. 51.

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10/06/2017, 08:51
Adama Mengel

Me siento como buenamente puedo en la barca mientras aun me abrazo a mi misma por el frio y el malestar que siento. Miro alrededor e intento pensar en que ha pasado y porqué estoy ahí...sin ningún tipo de respuesta. No logro recordar nada y eso solo hace que me ponga más nerviosa "¿donde estoy? ¿y esta sangre?¿de quien demonios es?!"

Desesperada grito al viento como si este fuese capaz de transmitir mi voz por su superficie- HOLA?! ALGUIEN?! AYUDA!!

- Tiradas (3)

Motivo: Cordura

Tirada: 1d100

Dificultad: 85-

Resultado: 25 (Exito)

Motivo: perdida

Tirada: 1d4

Resultado: 1

Motivo: Recordar

Tirada: 1d100

Dificultad: 51-

Resultado: 92 (Fracaso)

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10/06/2017, 11:56
Narrador

El silencio en forma de la lluvia chocar contra el agua y el bote, acompañado por el oleaje marino, fue lo único que recibiste en respuesta. Aquella niebla que te rodeaba era del todo desoladora, realmente como si te encontraras en medio de la nada sin una ruta clara a la que pudieras aferrarte. A pesar de la impresión inicial de aquel inquietante despertar pudiste sobreponerte con facilidad, tener el control de la situación, aunque era francamente angustiosa.

Mientras hacías esfuerzos por recordar algo sin éxito, algo cambió en el matiz de la densa red blanca que te rodeaba. A tu diestra pudiste apreciar un brillo fantasmal que atravesaba la niebla y luego desaparecía, a los pocos segundos regresaba solo para volver a ser engullido por la niebla. Poco a poco pudiste perfilar la ciclópea silueta de un faro a lo lejos, erguido en medio de la nada, pero era la única referencia que poseías en aquel momento.

Porque donde hay un faro hay tierra, ¿verdad?

Notas de juego

Pierdes 1 punto de Cordura, ya te lo desconté.

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10/06/2017, 14:11
Adama Mengel

"Una luz. "Me quedé quieta como un ciervo en medio de una carretera en la oscuridad de la noche siendo alumbrado por el faro de un vehículo. Una sonrisa nerviosa apareció en primer lugar y en cuanto me quise dar cuenta estaba cogiendo los remos del bote para intentar llegar a tierra. Estaba cerca, tenía que estarlo. 

Mis ropas, mis manos y seguramente parte de mi rostro estaban manchados de sangre, pero no eran lo principal, de hecho, no lo recordaba actualmente. Solo pensaba en una cosa, llegar hasta el faro.

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10/06/2017, 16:05
Narrador

Con la ayuda de los remos empezaste a pelear contra el suave oleaje que chocaba contra el bote, la lluvia iba limpiando tu ropa y cuerpo de la sangre que te empapaba, y la niebla parecía irse abriendo como un sendero hacia la luz del faro. No fuiste consciente de cuánto tiempo estuviste remando, quizá una eternidad, pero al final de esa eternidad la luz del faro se apagó delante de ti. Una desazón mayor empezó a hacer presa de ti, ¿habían apagado la luz? ¿había sido una alucinación? ¡Pero si estaba ahí! Y ahora, de nuevo, en medio de la nada.

Con la lluvia abofeteándote el rostro, volvías a sentir ese abandono en medio de la nada y el agua. Pero no quiso que esa sensación se prolongara, una sacudida  inesperada hizo que temblaras sobre la embarcación, habías tocado tierra. Una suerte de playa de tierra negra que te anunciaba que habías llegado a alguna parte. La niebla se fue abriendo poco a poco, descubriendo para ti que, efectivamente, aquello no era un terruño en medio del océano, sino tierra firme, tierra firme de verdad.

Mientras la lluvia seguía cerrando el cielo, pudiste apreciar que poco después de la tierra negra se extendía una alfombra de hierba verde. El detalle final lo trajo un relámpago, su cuchillada luminosa te descubrió que a unos trescientos metros hacia el interior había una especie de estructura baja a la que no llegaste a definir ninguna forma definida.

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11/06/2017, 15:26
Narrador
[Adama Mengel] Al principio la congoja era tal al ver que había desaparecido esa luz que casi se echaba a llorar desconsoladamente. Solo fue cuando empezó a sollozar cuando notó que había tocado tierra. Sin pensárselo en exceso saltó de la barca, para pisar tierra, aunque por los nervios mas bien cayó de rodillas, magullándoselas. au... se quejó mientras oteaba el horizonte en busca de algo que le resultase familiar. En ese momento fue cuando vio a contraluz la edificación, levantándose para ir hacia ella
 
 
[Narrador] aquel trozo de tierra permanecía indolente a tu padecimiento, la luz del faro había desaparecido como si nunca hubiera estado ahí, la lluvia seguía cayendo con fuerza sobre ti, pero parecía que la niebla empezaba a amainar. Al menos, la que cubría tierra firme, poco a poco la silueta del edificio fue volviéndose más nítida. Se trataba de varios edificios bajos, te daba la sensación que podía ser una especie de construcción vieja de piedra, pero deberías acercarte más para verlo con claridad
 
[Adama Mengel] se acercaba aumentando el paso, estaba muerta de frío y asustada. A los pocos metros, ya estaba corriendo hasta llegar a ver mejor esos edificios. Con suerte habría luces, alguien, quien sea.
[Narrador] a medida que te acercabas ibas apreciando más detalles de aquel lugar. Como sospechabas era una suerte de vieja construcción de piedra, un monasterio, con un par de viejos edificios de piedra auxiliares. Llegando la bienvenida te la dio una enorme cruz celta cristiana, de una altura que como mínimo triplicaba tu altura, pero a pesar de la impresión de aquella ciclópea imagen en medio de esa oscuridad lluviosa, apreciaste algo mucho más apacible. Había luz en aquel lugar, sin duda había alguien allí.
 
[Adama Mengel] abrió los ojos, emocionada por completo al ver la luz. Sin pensarselo demasiado fue directa a la puerta que daría a la luz, al edificio, tocando de forma insistente- por favor! ayuda! 
[Narrador al principio hubo un silencio sepulcral, la lluvia parecía encargarse de acallar tus gritos de ayuda. Tras un interminable minuto que parecía que nadie iba a atender tu llamada, la puerta se abrió..
[Hermana_Cynthia¿Sí? ¿Quién es? ¡Dios bendito! detrás apareció una monja que se santiguó al verte en ese lamentable estado. ¿Qué sucede, chiquilla?
[Narrador] la monja indicó en el interior que alguien avisara a la Hermana Claire, y acto seguido te hizo pasar con muestras de preocupación por ti. La sangre que te cubría había desaparecido por completo por la lluvia, pero aquella mujer no parecía preocuparse por otra cosa que por ti. 
 
[Adama Mengel] atravesó el umbral en cuanto la dejaron o al menos lo intentó, cualquier cosa con tal de estar en un sitio cerrado- no lo se...e..me he despertado en una barcaza, no me acuerdo- musita frotándose los brazos- donde estoy? - le pregunté a la hermana, con los ojos clavados en ella. 
 
[Hermana_Cynthia] -Tranquila, chiquilla. Ahora estás a salvo- trataba de reconfortante frotando tus brazos, poco a poco empezaste a sentir el frío intenso por haber estado tanto tiempo bajo la lluvia. Un fugaz vistazo al lugar podías ver que se trataba del interior de una pequeña iglesia de piedra, muy antigua -. Estás en la isla de Iona, en Escocia, en su convento
 
[Adama Mengel] en..en Escocia? - entrecierro los ojos- no se que hago aquí...quizás fui en barco y naufragamos, hay alguna radio? algún teléfono? - la cogí de los hombros, rogando mas que preguntando 
[Hermana_Cynthia] La mujer te miró compungida, algo chocada por cómo estabas reaccionando. Pero antes de que dijera nada, apareció una nueva voz.
[Hermana_Claire] - El único teléfono de la isla está en el pueblo, niña- una mujer de aspecto severo y mirada inquisidora. Se volvió hacia otras dos monjas que habían llegado junto a ella. -Hermanas, llevadla al comedor. Soy la hermana Claire, tranquilizate y escúchame, ¿cómo te llamas? 
[Adama Mengel] se sosegó un poco al recibir la información, tambien sea de paso, la voz de esa mujer le hizo entrar un poco en razón- hay...hay un pueblo? habría que avisar, y si hay más gente?- dijo bajito sin atreverse a alzar mucho el tono de voz. -mi nombre es Adama, Adama Mengel 
[Narrador] las monjas te llevaron hasta el comedor, pudiste contar hasta siete de ellas contando las dos con las que habías hablado. Se trataba de un edificio de aspecto bastante antiguo, reformado, pero tanto el claustro por el que cruzasteis y el comedor al que entrasteis eran, desde luego, muy añejos.
[Hermana_Claire] -¿Un naufragio?- arrugó la nariz, preocupada. Dirigió una mirada seria a una de las hermanas, dio instrucciones para que fuera al pueblo a avisar y esta, con presteza, desapareció por la puerta. Claire volvió su atención en ti -Señorita Mengel, lo principal ahora es asegurarse que no enferma. Alice, niña, prepara ropa y paños calientes para nuestra invitada. Algo de comer también, por merced
[Adama Mengel] muchas gracias...- ahora miraba alrededor, sin saber donde podría sentarse- lo estoy poniendo todo perdido...lo lamento mucho- miró a las hermanas con cara de perro apaleado. Sabía que se había comportado como una chiquilla asustada y que eso a veces solo era peor.
[Narrador] Mientras la monja llamada Alice atendía tus necesidades, Claire negó suavemente con la cabeza. Era curioso ver como a pesar de la dureza con la que hablaba, a la par, se mostraba tan abnegada por tu bienestar.
[Hermana_Claire] No debéis disculpar nada, señorita Mengel. Habéis sufrido una desgracia, loor al Todopoderoso que os haya permitido llegar hasta nosotras para poder asistirla. Gracias Alice -asintió a la joven monja que te ofreció un tazón de sopa caliente-. ¿Qué ha sucedido? ¿Podéis hablar de ello?
[Adama Mengel] coge la taza con las dos manos, por miedo a que se le caiga- sois muy amables...no se que podría haber pasado si no llego a ver el faro...estaba tan perdida- musita entre susurros, mirando fijamente a una esquina. Le da un sorbo a la sopa, con cuidado, tras haber soplado ligeramente por encima- no lo recuerdo, me desperté en la barca, sola, tenía algo de sangre, pero creo que no tengo heridas.
[Hermana_Claire] ¿Faro? -te miró extrañada-. En Iona no hay ningún faro, el más cercano es el de Sunipol, en la isla de Mull, a cincuenta kilómetros de aquí-. No pareció querer darle mayor importancia, pues parecía creerte cansada y asintió a tu breve narración-. Debe haber sido una experiencia traumática para ti, necesitarás descanso. Termina la sopa, cuando termines la hermana Alice te llevará a una celda para que descanses y puedas cambiarte. Es cuánto podemos ofrecerte ahora.
[Adama Mengel] asintió dandole otro sorbo a la sopa- igual era...no lo se, igual perdí el norte, estuve mucho tiempo remando- miró a Alice con media sonrisa- muchas gracias, os lo agradezco mucho- se terminó la sopa de un tirón, dejando la taza en la mesa del comedor.
[Narrador] tras terminar la sopa, la hermana Claire se despidió de ti esperando verte a la mañana siguiente. Te acompañó Alice que, silenciosa, te guió hasta una celda desde la que se accedía desde el claustro. La lluvia arreciaba, no parecía tener intención de parar.
[Adama Mengel] Alice...¿no? - le preguntó bajito, intentando no romper el silencio de aquellos muros- ¿llevas mucho aquí? - sus pasos intentaban ser cortos, como si no quisiese manchar aun mas con el agua que e deslizaba por su cuerpo

[Hermana_Alice] La joven monja no te respondió, como si estuviera muda, te sonrió levemente en respuesta, pero parecía sumida en un profundo silencio que la creíste muda. Te acompañó hasta tu celda, abrió y te ofreció entrar primera.

 
[Adama Mengel] le devolvió la sonrisa, pero no dijo nada mas. Cuando le abrió la puerta entró en la "habitación" mientras la observaba.
[Narrador] La celda era como uno podía esperar, con una pequeña ventana que daba al exterior lluvioso, con mantas y ropa seca para que pudieras cambiarte. Alice te miró y sonrió muy levemente, asintió esperando que todo estuviera a tu gusto.
[Adama Mengel] miró la habitacion, no era nada comparado con la suya, pero ahora mismo, aquello la perecía el cielo. Pestañeó un par de veces, y se metió las manos en los bolsillos buscando si tenía algún objeto o papel. - gracias.
[Narrador] Mientras Alice se despedía con un asentimiento, tu búsqueda en los bolsillos fue una decisión acertada. En los pliegues de uno de los bolsillos, húmedo por la lluvia, pero afortunadamente entero pudiste encontrar un trozo de papel con una anotación: Catach San Columba; 56.334768,-6.391910
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12/06/2017, 20:25
Narrador

[Narrador] Cuando tuviste en tus manos aquel papel con las anotaciones volviste a esforzarte en recordar, lo intentaste con toda intensidad, pero lo que tu mente amnésica te reveló no tenía nada que ver con aquello..
[Narrador] *
[Narrador] Fragmentos mezclados, una película tan rápida que tus ojos no podían definir ningún detalle apreciable. Todo sucediendo en apenas dos segundos y una jaqueca que te dejó tumbada sobre la cama. Habías recordado algo, estabas segura, pero no sabías el qué.. de lo único que estuviste segura en una fracción de segundo, es que al mirar tus manos viste que no eran las tuyas. Ni siquiera tenías manos..*
[Narrador] *..eran dos pinzas enormes, porque tú eras "otra cosa".
[Narrador] Y tal como vino, volviste a la realidad de la celda.
[Historia] Reconoces lo que es el Catach de San Columba. Es un salterio, una copia del Libro de los Salmos, copiado por San Columba, patrón de Escocia e Irlanda.
[Conocimientos] Las numeraciones son extrañas, pero las reconoces como coordenadas. Pero no sabes dónde marcan.
[Adama Mengel] se frota el ceño, como quien acaba de despertarse de una pesadilla con una ligera borrachera aun. Murmura por lo bajo las numeraciones, repitiendolas una y otra vez ¿que había sido eso?
[Narrador] No hubo ningún efecto más, ni secuela. El esfuerzo que habías hecho por recordar te había dejado desangelada, con una inquietud que llenaba tu cuerpo de dudas. Seguías empapada sobre la cama, afortunadamente no habías mojado ni la ropa ni las mantas que las monjas te habían facilitado.
[Adama Mengel] se levanta presurosa, dejando a un lado o intentandolo al menos lo que acababa de ver. Se quitó la ropa rapido, y se secó como pudo para ponerse la ropa que le habían dejado
[Adama Mengel] estiró la ropa y la colgó donde buenamente pudo, a ver si se secaba, miró de bajo de la cama por si había un orinal y revisó por encima con la mirada la habitacion. Aun en su mente la visión extraña se volvió a mirar las manos, para despues caer en la cuenta de la sangre. Con paciencia, se desvistió y revisó antes de ir a dormir
[Narrador] Los restos de sangre se habían borrado en su práctica totalidad por la lluvia, como sentías, no había ninguna herida en tu cuerpo. Indudablemente esa sangre no era la tuya. Al revisar viste que, efectivamente, había un orinal bajo la cama, pero no encontraste nada más de utilidad o de interés.
[Adama Mengel] suspira tras vestirse y meterse en la cama. Esa noche era mejor descansar, ¿o era casi de día? No tenía ni idea. Se arropó como cuando era niña y cerró los ojos
[Narrador] El sueño te envolvió rápidamente, pero con él no llegó el descanso. Tu mente estresada te envió retorcidos sueños en los que paseabas por una inmensa metrópolis subterránea de piedra, de grandes avenidas y ciclópeos edificios. No veías a nadie, pero en los rincones más sombríos adivinabas que algo, o alguien, se movía por los confines de tu mirada.*
[Narrador] Pero la cosa no terminó ahí, en alguna de las horas de la noche te despertó el gruñido, los ladridos, atenuados de un perro. Parecía venir del fuera, de la tormenta, este sonido se perdió y regresó hasta un par de veces. Pero finalmente aquel perro pareció alejarse, pues pudiste, finalmente, descansar.
[Narrador] Te despertó alguien llamando a la puerta, seguía lloviendo, pero el ambiente estaba algo más claro.
[Adama Mengel] abrió los ojos alterada, con el cuerpo medio dormido aun. Miró alrededor primero, como asegurándose de donde estaba. - Un segundo- dijo con voz ronca, levantandose como podía y acercándose a la puerta para abrirla
[Hermana_Cynthia] Al otro lado de la puerta apareció la hermana que te abrió la puerta la noche anterior -. Buenos días, señorita Mengel, espero que hayáis podido dormir bien. Me llamo Cynthia, anoche apenas tuvimos tiempo de presentarnos -. se presentó con una sonrisa leve -. La Hermana Claire quiere ofrecerle desayunar con nosotras, si así lo desea y se ve con fuerzas.
[Adama Mengel] oh..claro- sonrío al reconocerla- iré de inmediato, am...tienen baños donde poder lavarme la cara?- le pregunto algo avergonzada, la verdad es que no tenía ganas de orinar en ..en eso
[Hermana_Cynthia] La mujer te miró un poco circunspecta, pero finalmente asintió conminando que la acompañaras. Te llevó unos baños adheridos a la estructura principal -. Espero que esto le sirva -sonrió. Se trataba de unos baños bastante viejos, pero funcionales al menos.
[Adama Mengel] oh si, muchas gracias, solo será un minuto- se metió en ellos y cerró la puerta tras de si. Tras hacer lo que tenía que hacer se lavó la cara y miró al espejo, aun no se había mirado al espejo desde...desde que estaba en su casa antes de esa pesadilla*
[Adama Mengel] sale del baño y sigue a la hermana con tranquilidad- han avisado ya al pueblo? saben ya algo?- pregunta con cierta insistencia
[Hermana_Cynthia] Negó con la cabeza lentamente -. Avisamos al pueblo, los pescadores han explorado la costa de la isla, pero no hemos encontrado a nadie más. El tiempo es malo, plena estación de lluvias, rezo al Todopoderoso que otros hayan tenido la misma suerte y hayan llegado a Mull -. se puso a andar contigo hacia el comedor.
[Adama Mengel] asintió mientras su semblante se oscurecía con el pesar y la confusión de lo sucedido- muchas gracias de nuevo, ¿cuanto se tarda en ir al pueblo? me gustaría ir para poder llamar a alguien

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12/06/2017, 20:31
Hermana Cynthia

El camino al comedor no fue muy largo, simplemente se trataba de rodear el claustro al otro lado, pero la hermana Cynthia se tomaba con calma aquella ruta.

No demasiado, a unos diez minutos por el camino. explicó con tranquilidad. Iona no es grande, pero la lluvia entorpece un poco el ir de aquí a allí. Creo que el único teléfono que hay lo tiene el señor O'Connel, regenta la pensión del pueblo. 

Pronto llegasteis al comedor, allí pudiste ver todas las hermanas sentadas. También a la hermana Claire acariciando la mejilla de Alice con actitud maternal, no te pasó por alto que la preocupación se reflejaba en la mirada de la que parecía ser la madre superiora del convento. Al entrar cambió de tercio la mirada, se dirigió a ti con su gesto adusto, por su lado Alice marchó en silencio a sentarse a la mesa.

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12/06/2017, 20:32
Hermana Claire

La monja te miró con atención antes de hablarte, sin perder contacto ocular contigo.

Señorita Mengel, confío que hayáis podido descansar, ¿ha sido así? preguntó con genuino interés por tu estado.

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12/06/2017, 21:00
Adama Mengel

¿Creen que podré ir a lo largo de hoy?- pregunta a la hermana mientras caminan- no quiero ser irrespetuosa, me han ayudado mucho, pero estoy preocupada por mi hermano* que aunque lo dudo mucho, puede que hubiese estado conmigo o igual esté preocupado...am..a que día estamos? - pregunta justo cuando entran en el comedor y Claire le habla

Si, muchas gracias hermana...- mira a las demás- estoy muy agradecida al señor de que me haya dado una bendición de encontrarlas en mitad de la niebla y la sombría noche.

Notas de juego

*Te tengo que terminar la historia, pero tiene un hermano mayor que ella. Casado y todo, que vive en Misisipi. 

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12/06/2017, 21:03
Hermana Claire

La monja asintió sin asomo de duda.

Claro, tras el desayuno la hermana Alice te acompañara al pueblo, descuida. respondió mientras te invitaba a sentarte a la mesa con ellas. Estoy segura que las noticias de vuestro bienestar reconfortarán a vuestro hermano.

¿Hoy? Cinco de octubre, día de San Simón, señorita Mengel. respondió beata mientras pronunciaba el nombre del santo con respeto. Una monja fue sirviendo a las demás, empezasteis a desayunar y a juzgar por la actitud general solía hacerse en silencio. Al terminar, la hermana Claire pareció retomar el hilo de la conversación.

Loado sea, señorita Mengel. Pues los bienaventurados siempre gozan de Su favor. sonrió besando el rosario. Un trueno se escuchó atenuado a través de la piedra. Sigue lloviendo, va a tener que mojarse me temo.

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12/06/2017, 21:46
Adama Mengel

Cinco de Octubre..-en su mente, una fecha ronda. ¿no era 4 de Octubre el día que ella recuerda como último? Pero no tenía mucho sentido, estaba bastante lejos de casa. Observó en silencio la esquina del comedor, como quien ve pero no ve nada durante unos segundos. 

Ah si...no me importa, pero- alza la mirada a la mujer mientras toma asiento para desayunar- no quiero incomodar a ninguna de sis hermanas. Podría ir yo sola si está tan cerca

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13/06/2017, 20:33
Hermana Claire

La hermana Claire te miró como si aquello fuera algo personal para ella, por un momento temiste una reacción visceral por parte de la monja, pero nada más lejos de la realidad.

No será molestia, señorita Mengel. respondió la mujer. Además la hermana Alice aprovechará el viaje para traer algunos artículos necesarios en el convento, el señor O'Connel es un buen amigo y se preocupa por nosotras. asintió con una sonrisa leve.

Pero por ahora, coma tranquila, ¿recordáis algo más de lo sucedido? ¿Queréis hablar de ello? Ruego al Todopoderoso que podáis recomponeros, habéis tenido una experiencia terrible. suspiró compungida, sintiendo cierta desazón por tu suerte, y se santiguó.

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14/06/2017, 09:24
Adama Mengel

Aun no había tocado la comida (en el caso de que la hubiese) por mero respeto, aunque ella no era especialmente creyente, sabía que iba a ser de muy mala educación no rezar y agradecer los alimentos. - así podré ayudarla a traer las cosas, claro- respondió rapidamente. La verdad es que tener que tratar con desconocidos de esa manera le estaba trayendo mas dolores de cabeza que otra cosa. 

No..yo..-bajó la mirada a sus manos- nada realmente, nada que me sirva. Solo he tenido algunas pesadillas supongo que por lo ocurrido.- alza la mirada, algo turbia, hacia Claire. Estaba perdida, total y absolutamente perdida. - ¿conocen ustedes algo de San Columba? 

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14/06/2017, 21:53
Hermana Claire

Tu pregunta sobre el santo recibió una mirada intrigada de la hermana Claire y, por extensión, del resto de las monjas. No era una mirada desaprobadora, mas bien de extrañeza.

San Columba de Iona, sí, claro. Fundó originariamente esta abadía, no sabría decirte que año, pero estas paredes tienen más de mil años. explicó con afán didáctico. Cuenta la leyenda.. que San Columba copió el Libro de los Salmos, el Catach, de una Biblia en latín de San Finnian en Irlanda, que este exigió a Columba que devolviera esa copia, pero se negó a hacerlo. unió las manos recordando la historia. Eso provocó una batalla entre los partidarios de uno y de otro, y tal fue la mortandad que San Columba, horrorizado, se exilió de Irlanda a la vieja Escocia jurando convertir a la Fe de Cristo a tantas almas como habían perecido en ese lugar.

La narración era seguida con atención por el resto de monjas, aunque podías sospechar que todas ellas se la conocían.

San Columba llegó a Iona con sus partidarios, y aquí fundó su abadía. A partir de ese momento evangelizó los pueblos paganos que vivieron aquí llevando la luz de Cristo a sus almas. Es por ello que hoy es el patrón de Escocia e Irlanda, por obra en convertir a los paganos. sonrió levemente, satisfecha. Sus restos fueron enterrados en el cementerio de la abadía, aun hoy hay gente que peregrina aquí, pero Iona no es muy visitada.

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14/06/2017, 22:05
Adama Mengel

Adama escuchaba la historia con verdadero interés, de hecho, intentaba cruzar las piezas que podía encajar. Asiente mientras piensa, ¿y si tal vez ella haya ido allí a mirar eso?

Es que creo que pude venir por algo de eso, he encontrado en mi chaqueta unas coordenadas apuntadas y recuerdo algo sobre el Catach- se muerde el labio inferior pensativa- soy escritora, tal vez vine para escribir algo en su memoria. 

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14/06/2017, 22:12
Hermana Claire

La mujer te miró manteniendo la extrañeza, se encogió de hombros sin saber qué decir exactamente.

Podría ser, pero es preocupante que no recordéis nada, señorita Mengel. apuntó Claire mirándote con atención. Sinceramente.. no sabría cómo ayudaros respecto a esas coordenadas, pero supongo que sobre el Catach sí.

Hizo una pausa mientras se acomodaba sobre el banco.

El salterio sé que se conserva en Dublin, en un museo, pero no sabría decir más sobre él salvo lo que ya le he dicho. dijo algo compungida.

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14/06/2017, 22:18
Adama Mengel

Oh, ¿quizás haya alguien en el pueblo al que se le den bien las coordenadas?- pregunto esperanzada- ya me ha dicho mucho, y es cierto que es extraño que no recuerde nada más, pero es posible que me diese un golpe bastante fuerte anoche. Ya sabe que ese tipo de golpes en la cabeza a veces traen perdida de memoria.

 

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14/06/2017, 22:20
Hermana Claire

Claire asintió pensativo, aunque finalmente tampoco quiso asegurar nada.

Puede que sí, son gente del mar, pescadores. Puede que alguno tenga mapas, pero no os lo puedo asegurar. respondió mientras un trueno lejano se escuchaba. Rezaré para que podáis recuperar la memoria pronto, y podáis volver a vuestro hogar. Cuando queráis, la hermana Alice os acompañara.

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14/06/2017, 22:24
Hermana Alice

La lluvia en el exterior no era tan densa como la noche anterior, pero esta seguía cayendo ininterrumpidamente. La hermana Alice se había ceñido la cofia y a ti te habían prestado una para no mojarte la cabeza, la verdad es que la visibilidad era bastante mala y avanzar sola por aquel paraje bien podría haberte llevado a perderte.

Como anoche, la hermana Alice no hablaba. Se mostraba agradable, con algunas sonrisas livianas en los labios. Caminaba a ritmo ligero, pero sin apretar para que pudieras seguir el ritmo, el suelo embarrado dificultaba un poco el avance, pero no era impracticable.

Al poco tiempo empezasteis a ver las primeras casas, de madera y sencillas, la imagen de un pueblo de pescadores.

Notas de juego

Tirada de Psicología.