Partida Rol por web

El festival de la empanada

El reducto del héroe

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13/04/2010, 09:47
Director

Ya podeis comenzar a crear los personajes. Empezando por el nombre claro.

Luego os crearé una escena privada para cada uno.

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13/04/2010, 13:38
Gorin Puño de Hierro

El nombre lo tengo claro : Garin Puño de Hierro

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23/04/2010, 19:14
Eöl Cúthalion

No se si es aquí donde debemos colgar las historias. Si no es así ya me dirás algo DJ XDDDDDD

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23/04/2010, 19:15
Eöl Cúthalion

 

El festival de la empanada
 
Eöl se encontraba en al puerta del castillo, un cazador de brujas les había contratado para que encontraran el culpable de la intoxicación de empanadas que hizo que aquellos pobres medianos se transformaran en bestias del kaos
Se había quedado rezagado para no llamar la atención y escabullirse. Quería registrar el castillo mientras sus compañeros, un mago, dos medianos, dos enanos y un Lord con su criado, hablaban con el señor.
 
Los hicieron pasar y un pequeño mediano, secretario del señor, los recibió y los acompañó hasta el edificio principal.
Entraron en el recibidor. Eöl echó un vistazo rápido, dos puertas a la derecha, tres a la izquierda y unas escaleras que comunicaban este piso con el inferior y el superior.
El secretario indicó que esperaran en el comedor y se fue hacia la cocina.
Eöl aprovecho el momento y se escabulló por las escaleras hacia el piso inferior. Bajó las escaleras de caracol y se encontró con una puerta cerrada, estaba pensando en forzarla cuando oyó ruidos. Escuchó y oyó una conversación y pasos que se acercaban.
-La empanada de atún era mucho mejor que la de carne…
No lo podía creer, eran los dos medianos. No solo le habían seguido sino que discutían sobre cual era la mejor empanada de la fiesta.
- Silencio!!! ¿Se puede saber que estáis haciendo?
- Hemos venido a acompañarte para que no estés solo- Dijeron los dos a la vez mientras sonreían.Que bien, ahora tendría que cargar con ellos.
 
Eöl intento forzar la cerradura pero no pudo, uno de los medianos también lo intentó pero no lo consiguió.
Desistieron y regresaron al piso de arriba. No había nadie. Eöl se giró y les dijo a los medianos:-Miremos que hay en las habitaciones... No había terminado la frase y los dos medianos ya se habían dirigido a las puertas que les quedaban a la derecha. Eöl se encogió de hombros y se dirigió a la puerta que le quedaba a la izquierda, la que estaba junto al comedor. La abrió, vio que no había nadie y entró.
 
La habitación parecía una sala de estar. Había una chimenea encendida dos butacones, una mesa de té entre ellos y, pegado a la pared, enfrente de él, un escritorio con una silla.
Cerró la puerta tras de si y se dirigió al escritorio. Era de madera, robusto y con dos cajones, uno a cada lado. Sacó la daga e hizo palanca para abrir uno de los cajones, la cerradura cedió sin hacer demasiado ruido. El cajón estaba lleno de papeles, registro entre los papeles y encontró una pequilla caja de metal, la abrió. En el interior había una especie de joya que emitía un fulgor verde. Eöl cerró la caja y la dejo otra vez en el cajón, no sin antes sentir un escalofrío por todo su cuerpo, esa piedra era muy extraña.
-¿Has encontrado algo?- Ha Eöl casi se le sale el corazón por la boca. A su lado se encontraba uno de los medianos, no había oído como entraba ni como abría o cerraba la puerta. Mientras se recuperaba del susto el mediano dijo que la puerta de la otra habitación estaba cerrada, luego miró hacia la chimenea y se fue hacia ella.
Eöl repitió la misma operación con el otro cajón del escritorio, pero esta vez no salió bien. Aplicó demasiada fuerza esta vez, la cerradura cedió y el cajón cayó al suelo haciendo mucho ruido.
Vio algunos papeles y un extraño libro dentro del cajón, cuando iba a ojearlo oyó ruidos de pasos que se acercaban hacia la habitación.
 
Maldición, el ruido había alertado a alguien. Con toda la premura que pudo colocó el cajón en su sitio y se escondió detrás de una de las butacas que había en la chimenea.
Hizo una señal al mediano para que se escondiera y no hiciera ruido. Se quedó estupefacto cuando vio que la mediana también estaba con él. Mordisqueaba un trozo de embutido que llevaba en la mano. Estaba claro que para ella había encontrado el tesoro del castillo tras la puerta que había abierto, la despensa.
Eöl pensaba en como había entrado en la habitación sin que la oyera cuando alguien abrió la puerta. Hizo una señal a los medianos para que no hicieran ruido y se hundió en la butaca. El mediano le hizo una señal de aprobación y sonrió, la mediana mordió el embutido con una total despreocupación. ¿Había algo que alterara la tranquilidad de los medianos?. Estaba claro que esta gente tenia leche en lugar de sangre corriendo por las venas.
 
Se quedaron totalmente en silencio y oyeron unos pasos que se acercaban al escritorio. Eöl no podía verlo pero noto como unos ojos escudriñaban la penumbra de la habitación.
Le pareció que había pasado una eternidad cuando oyó que los pasos se alejaban. Quien quisiera que fuera el que había entrado se marcho por donde había venido, pero no sin antes cerrar con llave.
Menos mal, no les habían descubierto, pero ahora, se encontraban encerrados en la habitación.
 
Se dirigió de nuevo al escritorio, abrió el cajón y examino aquel extraño libro. No sabía muy bien que era pero las litografías que habían en él mostraban a los dioses y bestias del kaos. Cogió el libro y lo guardo en su mochila mientras veía como la mediana registraba el otro cajón. No le dio importancia y se dirigió a la chimenea, el mediano había echo antes una observación sobre que había mucha corriente de aire.
Examino la chimenea y sonrió. En la pared vio una trampilla, quizás pudieran escapar por ahí.
En ese preciso momento sonó un disparo de pistola de pólvora en la habitación contigua. Estaba claro que los enanos no sabían lo que era la sutileza y habían optado por la solución fácil, la fuerza.
Eöl se afano en apagar el fuego de la chimenea mientras el ruido y los gritos se sucedían en la otra habitación. Había apagado el fuego y estaba a punto de abrir la trampilla cuando alguien tiró la puerta abajo.
Respiro aliviado cuando vio que era uno de los enanos. Dijo algo que no llego a entender y se fue.
Los medianos parecían algo confundidos, uno de ellos le apremió para que fueran a ayudar a sus compañeros. Eöl se giró y con una voz calmada les dijo:-Queridos medianos, si dos enanos, un mago y un Lord y su criado no pueden con ellos, dudo mucho que nosotros podamos- acto seguido se giró y alargó la mano para abrir la trampilla.
Retiró de inmediato la mano y aulló de dolor. La trampilla era de metal y estaba ardiendo. Maldición, que estúpido había sido. Eöl soplaba a su mano para aliviar el dolor cuando se dio cuenta que el ruido de batalla había cesado. Golpeó la trampilla con su botas de cuero y se adentró en el túnel. Escucho como el resto del grupo entraba en la habitación y el mediano les decía que habían encontrado una salida mientras entraba tras él.
¿Una salida? Eöl dudaba mucho que eso fuera una salida…
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26/04/2010, 10:45
Director

BRAVO !!!!!  100 CHIQUIPUNTOS PARA EL COMEFLORES !!!!

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26/04/2010, 10:27
Hugo Puentemojado

Querido diario. Hoy ha sido un día muy movidito. Después de cobrar mi última recompensa en Averheim, decidí tomarme un descanso de mis arduas tareas y me dirigí hacía la Asamblea a visitar a mi tía Clothilda. Casualmente cuando llegué se estaba celebrando una de las fiestas grandes del pueblo de mi tía, El festival de la Empanada. Tras tan magnifica coincidencia no pude si no pararme a disfrutar del festival. Hice un ligero tentempié en algunas paradas de empanadas y cerveza antes de apuntar a una rifa que tenía muy buena pinta. Por tan solo una moneda de cobre daban la posibilidad de conseguir una preciosa varita mágica, evidentemente me compré un boleto, claro está que solo uno, como bien me habían enseñado mis padres derrochar no era de inteligentes.

Y efectivamente, sin gastar más dinero del preciso la suerte estuvo de mi parte y gané la preciada varita mágica. Lamentablemente se me rompió, seguramente por algún gesto raro que haría o debido a su gran poder. Intenté que un mago me arreglase la varita, yo sabía que era un mago aunque se empeñase en disimularlo ya que llevaba unos artilugios muy bonitos que estuve tentado de coger prestados para reparar mi varita, pero el mago se negó en rotundo, estos magos son unos antipáticos, seguro que no le costaba nada enseñarme como manejar mi varita.

Durante el concurso de tartas pasó algo superdivertido, de repente los jueces se empezaron a cambiar de colores y empezaron a salpicar a la gente que estaba mirando, era un espectáculo digno de ver, seguro que el mago tenía algo que ver, pero luego se hizo el tonto porque el truco le salió mal o algo así.

Un señor alto y con gorro, que tenía unas pistolas la mar de chulas, nos dijo que nos pagaría si adivinábamos quien era el culpable del truco de magia, así que nos pusimos a buscar pistas. Bueno, en el grupo iban unos Enanos que solo pensaban en beber cerveza y un humano que tenía un sirviente que le iba haciendo todos los recados, vamos que seguro que era un ricachón, aunque después de mirarle los bolsillos solo tenía una joya bastante mediocre y unas cuentas monedas de oro, así que se las dejé de nuevo en el bolsillo. También estaba en el grupo una Halfling muy guapa que parecía ser del pueblo y el mago que había conocido antes y un elfo que parecía necesitar mi ayuda todo el rato ya que no se despegaba de mi. La medida de devolverle las monedas al humano estuvo bien porque luego me dio una para que invitase a la guapa Halfling y a un primo que acababa de conocer a comer.

Después de comer nos repartimos las monedas que nos sobraron y fuimos al encuentro de nuestros amigos que se habían metido en otro lío al no estar nosotros para cuidarlos y ahora querían impedir que algo no saliera del granero. Así que cuando las puertas se abrieron empezaron a salir unas cosas pequeñas y viscosas que atacaban a la gente. Saqué mi ballesta y comencé a dispararles y creo que maté a un par de ellas, evitando que me tocarán, no como uno de los Enanos que sufrió un mordisco o el miedoso humano que estuvo a punto de quedarse sin brazo. El elfo pareció tener un buen día ya que mató a unas pocas de las criaturas sin mi ayuda.

Luego nos mandaron al castillo del pueblo, una casa muy bonita y con las puertas cerradas cosa extraña entre los Halflings, el señor elfo estaba muy nervioso y parecía quedarse atrás todo el rato, seguramente por vergüenza así que nosotros los Halflings decidimos hacerle compañía para que no se sintiese solo.

Se puso a abrir puertas y nosotros le ayudamos. Mi compañera Halfling consiguió encontrar lo que buscabamos, la despensa, y corrimos a decirselo al señor elfo que estaba más interesado en un libro. Así que mientras el elfo leía me dirigí a la chimenea a mirar el fuego mientras me sentaba en la butaca. Cuando me iba a encender la pipa y comenzar a fumar, vino el elfo corriendo a sentarse a mi lado, si es que me echaría de menos sin duda. Alguien entró en la habitación y el señor elfo reprimió mi impulso de ir a saludar al desconocido e invitarle a sentarse con nosotros y compartir la longaniza.

Cuando el desconocido se fue el señor elfo parecía aliviado, sin duda no sabía nada de modales este elfo, y oímos un ruido que venía del comedor y luego muchas voces, sin duda se lo estaban pasando en grande y había una gran fiesta, pero el señor elfo se negaba a ir, tenía sin duda un grave problema de sociabilidad, menos mal que estábamos los Halflings allí con él.

El señor elfo se puso a apagar el fuego, seguramente tendría calor, pero ni siquiera preguntó a los demás, y uno de los Enanos abrió la puerta con su hacha, seguramente porque no sabía usar el picaporte y le dijimos que viniesen todos a esta sala que el señor elfo había encontrado un sitio interesante para salir de la habitación.

Seguramente al otro lado del túnel estarían los tesoros mejor guardados del castillo, los buenos jamones de cerdo curado, como me gusta compartir, pues les metí prisa a los demás para pasar por el agujero ya que el señor elfo nos llevaba ventaja y seguro que no le gusta compartir nada, es tan solitario el pobre.....

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26/04/2010, 11:49
Director

HOY NO PARO TU... LOS VENDO BARATOS !!!!

100 CHIQUIPUNTOS MÁS PARA EL PUENTE HÚMEDO.

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27/04/2010, 18:31
Gorin Puño de Hierro

Las cosas no andaban demasiado bien en Karaz-a-Karak, y las continuos envites a los que se veían sometidos de forma continua por skavens y orcos había hecho menguar de forma alarmante la renombrada Bugman XXXXXX. Después de una dura jornada de trabajo no había nada mejor que una buena cerveza, quizás por eso el viejo barbagris había promovido una reunión con el fin de mandar una caravana para comprar la renombrada Bugman XXXXXX y otras provisiones que ya empezaban a escasear. Era una misión importante, y por eso debían reunir un grupo bien preparado para que la protegieran, pero había enanos de los que no se podía prescindir, asi que tras mucho deliberar Gorin puño de hierro fue elegido como uno de los que protegerían la caravana.

 

El viaje fue largo, monótono, y si no fuera por algunos de los contratiempos a los que tuvieron que hacer frente, de bien seguro que más de uno de ellos se hubiera comido su propia barba como acto de desesperación.

Habían comprado mucha más cerveza de la que sabían que podían llevar, pero eso formaba parte del plan ya que a la vuelta habían planeado pasar por la Asamblea donde se iba celebrar el festival de la empanada, y allí esperaban hacer un negocio redondo vendiendo parte de ella.

Montamos la parada en el centro, pero nada de lo que habían visto hasta entonces les había preparado para esa insufrible plaga en medio de la cual habían ido a parar, esas endiabladas criaturas que no solo eran insufribles y no callaban ni amordazadas, si no que además tuvieron que lidiar para que no se les llevaran su preciada cerveza, finalmente y tras algún esfuerzo consiguieron mantenerlas a ralla sin tener que matar a ninguna, cosa que no hubiera gustado a nadie y hubieran perdido la oportunidad de hacer negocio, pero no por que no se lo merecieran.

Cuando empezaron los concursos la gente en las paradas disminuyó, lo que permitió que algunos de los enanos, entre ellos Gorin pudieran ir a echar un vistazo. Las voces de un pregonero de esa pequeña raza de ladrones prodigaba a los cuatro vientos que había una suculenta recompensa a quien ganara el concurso de pulsos, tras estudiarlo un momento el y otro de sus compañeros se apuntaron al mismo. Gorin no tuvo dificultad para llegar a la final, pero esas malditas y tramposas criaturas le habían envenenado sin duda alguna y al final para su desgracia y vergüenza perdió ante uno de ellos.

De mal humor y maldiciendo a toda esa maldita raza se fue de ahí, pero algo pronto le alegró sus oídos una rifa en la que por tan solo una moneda de cobre daban la posibilidad de conseguir algunos premios bastante interesantes. Gorin se acercó hasta allí y tras echar un vistazo vio que uno de los premios era un barril de Bugman XXXXXX, asi que sin pensárselo compro dos boletos para esa rifa. La suerte le acompañó y le toco si no bien el barril de cerveza, le toco una espada aunque la misma resultó ser estafa y cuando se dio cuenta la tienda ya la habían desmontado y no había ni rastro de esos ladrones, estaba claro que las razas inferiores eran todos unos ladrones y que no te podías fiar de ellos.

Gorin y uno de sus compañeros volvieron al carromato a beber cerveza que era por lo visto lo mejor que se podía hacer en este lugar. Era eso justamente lo que estaban haciendo cuando un creciente murmullo de voces que parecían horrorizadas les llamó la atención. Gorin se dirigió hacia alli y cuando estuvo lo suficiente cerca se dio cuenta de que donde habían estado realizando el concurso de tartas la gente había cambiado de color, alguien las había envenenado. Un cazador de brujas se hizo cargo del asunto y ofreció bastante dinero a quien le ayudase a atrapar al culpable.

  • Dinero.- Pensó Gorin, y casi por instinto levantó la mano.

Ahora mismo no tenía nada que hacer hasta que su caravana no abandonara el pueblo, asi que no se lo pensó dos veces.

Buscar al culpable de todo este desastre es mejor que estar rodeado de esta ...estos ladrones...- Pensó mientras se acercaba al cazador de brujas.

  • Yo le ayudaré a encontrar al culpable. Por cierto cual es la recompensa ?- Preguntó

Tras negociar un precio justo por su trabajo se dio cuenta de que el grupo escogido con el que tendría que trabajar estaba compuesto por dos de aquellas endiabladas criaturas, un asqueroso elfo, un humano y por suerte para el, ya que al menos habría alguien con quien podría entenderse, otro enano.

 

Tras las primeras pistas todo parecía indicar que el herbolario del pueblo estaba implicado, por eso el cazador de brujas le mando encarcelar y dijo que sería ejecutado al alba. Después de investigar un poco todo pareció indicar que el herbolario no era el culpable, ya que todas las pistas apuntaban hacia el castillo. Habíamos encontrado marcas de corrupción en algunas casas de los hombres de confianza del señor del castillo de este lugar.

Gorin fue a hablar con el cazador de brujas para contarle lo que habían descubierto y para que retrasase la ejecución del herbolario. El cazador de brujas les dio una carta a través de la cual podrían entrar en el castillo y esclarecer todo el asunto, si era necesario les había dado permiso para usar la fuerza

El grupo se acercó hasta el castillo. El castillo era una enorme construcción de piedra. Gorin observó la construcción del mismo, al tiempo que se acercaban a la puerta custodiada por dos guardias. Tras enseñarles las cartas les dejaron pasar al interior del mismo.

Les hicieron pasar al comedor mientras los dos halflins y el elfo fueron a echar un vistazo y a ver si encontraban pruebas que inculparan al señor del castillo.

El secretario les dijo que el señor del castillo estaba ocupado y que mientras venía podían sentarse y gozar de la hospitalidad del mismo. En un momento dado, mientras estaban sentados esperando se escuchó un ruido procedente de la habitación continua, como si algo se hubiera caído, justo en ese momento entró el secretario de nuevo.

Durgon pensó que era mejor pasar a la acción y saco la pistola al grito de – QUIETOS.

Voy a buscar al resto.- Dijo Gorin al ver que los acontecimientos avanzaban deprisa. Se quedó quieto, sin saber bien por donde empezar a buscar a sus compañeros, y tras un instante cogió el hacha y se dirigió a la puerta donde se había oído el ruido. Mientras se dirigía hacia allí escuchó un disparo.

- Mierda - Gruño

Gorin descargó un hachazo contra la puerta. El tiempo apremiaba y no era momento de formalidades. A través del agujero que había practicado en la puerta pudo ver a uno de los Halflins cerca de la chimenea.

  • Esto es una salida .- Dijo el Halflin

Gorinb se dirigió a la otra habitación en busca de sus compañeros

 

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27/04/2010, 18:32
Gorin Puño de Hierro

La habitación estaba a oscuras, iluminada solamente por las tililantes llamas de las velas que habían en la misma. Gorin siguió al resto del grupo que se había metido por el túnel que había detrás de la chimenea.

Gorin acarreaba con Whilhem que estaba herido por los Halflings mutados por el caos que los habían atacado en el comedor. Los gorgojeos de Whilhem que no paraba de quejarse era el único ruido que se oía.

  • tu hombre no creo que aguante el viaje hasta el pueblo – dijo el enano empapado de la sangre de Whilhem.

Dejó a Whilhem en el suelo y lo intentó, consiguiendo estabilizarlo.

  • Esto solo permitirá que aguante hasta el pueblo, será mejor que nos demos prisa. - dijo volviendo a cargar con Whilhem y adentrándose en el suelo.

  • Gracias – dijo amablemente Ludwig agradeciendo a Gorin el haberle salvado la vida a Whilhem.

En eso que un grito de advertencia por parte de unos de los halflings que había en la casa

  • Señoooorr.....señoooor – gritaba .

Durgon parecía cabreado, por habérsele escapado el sirviente halfling. Durgon sacó su pistola y apuntando hacia el sirviente que corría le disparó. El disparo le dio en el hombro, la herida parecía grave haciendo que se desplomara en el suelo malherido.

  • por que no lo rematas – le indico Ludwig a Gorin.

Gorin estaba enfadado por semejante insulto por parte del humano.- Por quién me has tomado – escupió Gorin y se dirigió a ayudar al humano a apuntalar la puerta.

 

Gorin era el último. Una voz como de alguien invocando llamo la atención del Gorin el cual giro su cabeza para ver dos tentáculos enormes que estaban entrando en el túnel, en ese momento un ojo enorme en medio de los tentáculos. La enorme criatura intentaba entrar en el túnel, y dado su enorme tamaño provocó el derrumbe del túnel que había a sus espaldas.

  • Corred insensatos – gritó Gorin.

Imprimiendo velocidad a sus piernas provocando que al final al haber una especie desagüe enorme de agua sucia y mierda, en la cual sus compañeros habían caído en ella, impregnándose de mierda. Menos los enanos.

Después de ese lamentable incidente que provocó la risa de ambos enanos ante el desastroso aspecto que presentaba el elfo.

  • Su compañero enano le dijo – Gorin pasa tu primero.

  • Esta bien, dejadme pasar, ya iré yo primeo, pero que alguien lleve a Whilhem.

En el túnel que se abría delante de ellos se oían unos tambores.

 

  • Dejad que yo me adelante a ver que es eso que hay ahí delante. - dijo el elfo adelantándose por el túnel .

No tardó en volver .

  • Que has visto .- Preguntó Uther al elfo.

  • he visto una manifestación del caos.- dijo el elfo

  • Una manifestación del caos ¿ Que has visto exactamente ? - le preguntaron todos. - tras informar de lo que había visto, de su ubicación y del número que eran , tras estas explicaciones.

Poco a poco se fueron adentrando por el túnel.

  • Seguidme - dijo Eol - y no hagáis ruido.

    - Yo conozco las tácticas imperiales, al menos en teoría .- dijo el noble

  • Gorin no pudo por más que reírse del noble.

 

  • Los enanos no sabéis defender vuestras ciudades .- dijo el asqueroso noble a Gorin, el cual ante semejante afrenta se adelantó con idea de partirle la cara a aquel miserable humano que se atrevía a decir tales mentiras. Si no hubiera sido por el resto de compañeros que se adelantaron para proteger a aquella sabandija

  • Si vuelves a amenazar a uno del grupo te mato- dijo Uther

Aquellas palabras solo enojaron más a Gorin.- Esta sabandija me las pagará- pensó

Gorin sabía que no era el momento para peleas, si querían salir vivos iban a cooperar todos.

 

A los pocos metros llegaron a una colector de cloacas, peor que tenían las otras entradas cerradas, y ante ellos habían una especie de furúnculo parlante con dieciséis ayudantes.

 

Uther pronunció unas palabras tras las cuales unos sonidos como de pistolas cargándose y unos disparos procedentes de detrás de aquel ser informe.

  • Es el momento .- pensó Gorin y lanzó sus hachas.

Todos los impactos acertaron y el engendro cayó al suelo, muerto.

 

  • El ritual se ha descontrolado .- grito Uther

En medio de la sala había una especie de orbe brillante que lanzaba una especie de rayos. Cuando uno de esos rayos impactaba con alguno de los acólitos se transformaba en un amasijo informe de carne .

 

Mientras Uther intentaba hacerse cargo de la esfera brillante, Eol se adelantó para protegerle, los enanos retrocedieron para intentar detener a las criaturas que habían atacado por la retaguardia al noble.

La sucia y asquerosa rata cobarde salto por encima de los enanos dejándoles tirados, unos insultos salieron de la boca Gorin maldiciendo a todos los antepasados del mismo y lamentando que no hubieran sido estériles, de esa forma no hubiera nacido esa lamentable forma de vida llamada Ludwig

 

  • Tiene un escudo, y la única forma de hacerle frente es cuerpo a cuerpo- Grito Uther

Había que hacer frente a esas coas, así que Gorin descendió los cinco metros que separaban el túnel en el que estaban de la sala donde estaban los acólitos. Gorin descendió sin problemas, dispuesto a hacerles frente.

El noble se dedicaba a rematar a aquellos enemigos que ya habían sido atacados por el resto y solo había que rematar.

 

Gorin al grito de – Por KARAZ- KAKARA – Cargó contra el enorme engendro que había tenido la mala suerte de estar en el mismo sitio que dos enanos, su tiempo llegaba a su fin. Los disparos pasaban por encima de sus cabezas, solo Gorin estaba frente por frente con la criatura.

 

  • Vas a morir – Gritó el enano.

Eol se había acercado a Gorin para combatir juntos contra esa manifestación del caos.

La criatura había atrapado a Gorin con uno de sus tentáculos acercándoselo a su enorme boca .

 

  • Pagarás por esto inmundicia – grito Gorin mientras luchaba por liberarse del tentáculo que le iba acercándose poco a poco a su mandíbula llena de dientes. Al grito de - KARAZ- KAKARA – Y haciendo un esfuerzo sobrehumano consiguió liberarse.

La criatura atacaba sin cesar con sus múltiples tentáculos , atrapando al elfo con uno de ellos y acercándoselo a la boca.

Durgon ataco a la criatura para intentar liberarlo de la criatura. La lucha estaba resultando encarnizada, y a pesar de que la superaban en número la criatura estaba consiguiendo mantenerles a raya a todos.

A pesar del duro castigo a la que le estaba sometiendo Gorin, la criatura no soltaba al elfo. La criatura ya se le estaba haciendo la boca agua ante la imagen de que se iba comer al elfo.

Gorin seguía golpeando sin cesar a la criatura, pero su piel era dura como el acero, y parecía que se resistía morir. El halfling saltó hacia el ojo de la criatura apuñalándola y provocándole la muerte.

 

El combate no había terminado, sin saber de donde habían salido, Gorin atacó a los Nurlins, provocando la muerte entre ellos por donde el pasaba. Mientras daba cuenta de ellos notó como uno de ellos le mordía, y sabiendo los efectos que habían provocado en su compañero, se preocupó.

Después de acabar con el Nurlin que le había mordido le pisó haciendo que la criatura estallase bajo el peso de sus botas. Otro maldito Nurlin volvió a morder a Gorin

  • Esto ya es el colmo. Malditas criaturas – Maldijo entre dientes, acabando con el de un hachazo.

Finalmente habían acabado con todos. Se acercaron al cuerpo de la criatura tentacular que habían matado, viendo que se trataba de un objeto de forma oscura y cubierto de runas mágicas.

 

Uther cogió el objeto y lo guardó en una bolsa.

 

Siguiendo uno de los túneles encontraron una escalera que subía hacia la superficie. Una vez allí hicieron avisar al cazador de brujas al cual después de explicarle todo lo que habían encontrado les insto a que le acompañaran a limpiar el castillo.

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28/04/2010, 11:53
Director

Bravoooooooooo 100 chiquipuntos más para el nene.

Y por cierto.... COMO ME GUSTAN LOS NURGLINS. jejejejejeje XD

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02/05/2010, 21:28
Eöl Cúthalion

 

Encuentro no esperado
 
Eöl tensó su arco y apunó a la infesta criatura…
 
Era extraño como el devenir de los acontecimientos nos había llevado hasta ahí.
Hacía escasos minutos nos encontrábamos huyendo de la mansión por un estrecho e infesto túnel. La huida se había precipitado, algo que intentaba atraparnos había provocado el derrumbe del túnel y el consiguiente caos en el grupo.
 
El túnel terminaba en las alcantarillas y, la acelerada huída, provocó que varios de nosotros acabáramos en sus infestas aguas, incluido yo.
No había pasado por alto el jocoso comentario del enano sobre mi caída, pero, no era momento de pelearse, ya lo solucionaría mas adelante
 
No habíamos avanzado demasiado cuando, un extraño e hipnótico canto atrajo nuestra atención. Parecía que provenía de una bifurcación a escasos metros de donde nos encontrábamos.
Nadie dijo nada pero todo el mundo noto como aquella extraña salmodia le erizaba el vello de la nuca. Ludwig profirió un grito ahogado y nos instó a abandonar las cloacas a toda velocidad. Su comportamiento había sido extraño desde que nos adentramos en ellas, parecía como si viera fantasmas en todos los rincones y se sobresaltaba por el mas mínimo ruido.
 
Me adelanté a inspeccionar.
Volví con el rostro pálido y explique a mis compañeros el dantesco espectáculo que había presenciado.
 
El túnel por el que había girado terminaba en una estancia redonda y abovedada. De ella nacían varios túneles como en el que me encontraba, pero estos, estaban tapiados.
En el centro de la sala había un altar. Los extraños signos me revelaron que se trataba de un altar erigido a los dioses del caos.
Detrás de el se encontraba el obeso mediano al que habíamos ido a interrogar en la mansión, o mejor dicho, la extraña criatura. El mediano tenía los ojos en blanco y se encontraba en una especie de trance. De su inmensa barriga, como adherido a él, surgía una criatura de pesadilla. Tenía múltiples apéndices en forma de tentáculos y una inmensa boca con varias hileras de afilados dientes.
Recitaba extraños versos en un idioma desconocido y arrastraba hasta mi una voz cruel y retorcida.
Delante del altar, y con una perfecta sincronización, se encontraban varios acólitos. Eran ellos los que entonaban ese extraño cántico que nos había llamado la atención.
Durante el tiempo que había estado observando, el cántico, parecía mas acelerado, como si llegara a su fin.
Eso me alarmó y, rápidamente y en silencio, deshice mis pasos y me reencontré   con el grupo.
 
 
Eöl expulso todo el aire de sus pulmones y contuvo la respiración, sabia que si respiraba mientras soltaba la flecha esta erraría el tiro…
 
No había sido nada fácil convencerlos para impedir el ritual y menos ponernos de acuerdo como hacerlo. Incluso un desairado comentario de Ludwig hacia Gorin había provocando su ira e intentó golpearle, sin demasiada suerte, gracias a los dioses.
Al final nos habíamos decidido. Nos acercaríamos sigilosamente hacia la sala, Uther distraería a nuestros enemigos con un hechizo, mientras Hugo, Fanatikish , Durgon y yo acribillábamos al impío sacerdote. Acto seguido, los dos enanos cargarían mientras nosotros los protegíamos.
 
Sí, ya lo se, no era un gran plan, pero no teníamos tiempo y no éramos un grupo de mercenarios experimentados.
 
La escena que había presenciado había variado ligeramente. El canto era mucho mas frenético y en el altar había aparecido una especie de fulgor verde en forma de esfera. Brillaba con una tímida palidez y parecía aumentar por momentos.
Uther conjuró y al otro extremo de la habitación se oyeron ruidos de escaramuza, varios de los acólitos miraron en esa dirección extrañados, mientras nuestros proyectiles impactaban en la repugnante criatura.
 Ningún tiro falló, ni siquiera el de Durgon. Su pistola de pólvora humeaba y una sonrisa de satisfacción se dibujaba en su cara. Yo no era muy partidario de esos artefactos, había visto como eran capaz de tumbar a un lobo en plena carrera, pero, también sabia que podían amputarte la mano, o incluso matarte, si te estallaban en la cara… y estallaban con demasiada frecuencia para mi gusto, además, eran muy ruidosas.
 
 
Eöl, lanzó un rápido golpe con su estoque al acólito y le atravesó el corazón. El pobre desgraciado le miró atónito mientras su último suspiro de aire abandonaba su cuerpo…
 
Los acontecimientos no habían salido exactamente como nosotros esperábamos.
La criatura había sido abatida, pero, el hechizo se había descontrolado. Unos extraños rayos salían despedidos de la pálida luz verde y cuando impactaban en algún acólito este se transformaba en una masa viscosa y supurante de carne.
Estos, intentaban huir despavoridos por la única salida que había, el túnel en el que nos encontrábamos.
Por si fuera poco, fuimos atacados por la retaguardia por criaturas mutantes que nos habían perseguido desde la mansión, hiriendo gravemente a Ludwig.
Durgon y Gorin fueron en su ayuda mientras Uther intentaba neutralizar el hechizo.
Hugo, Fanatikish y yo manteníamos a raya a los acólitos y, si no hubiera sido por la impresionante puntería de los medianos, no cabe duda, que hubiera estado en grabes apuros.
 
Uther acabó de recitar su contra conjuro y lo lanzó. La extraña bola verde pareció parpadear y, como si jamás hubiera estado ahí, desapareció.
Durgon y Gorin acabaron con los mutantes y se reunieron con nosotros. Ludwing había sobrevivido. Se encontraba sentado, con la espalda apoyada en la pared. Se llevó una mano al costado y pude ver que sangraba por una fea herida producida en el enfrentamiento.
Todo parecía bajo control, los mutantes habían caído, la mitad de los acólitos también y la otra mitad estaban sollozando en el suelo o maldiciendo a sus ancestrales dioses.
 
Pero el caos, nunca descansa, y ataca cuando menos lo esperas.
 
De repente, aquella aberración a la que creíamos muerta, volvió a la vida, como un ser implacable al que matas una y otra vez pero vuelve de su tumba para vengarse.
Extendió sus tentáculos, agarró a dos de sus acólitos y los engulló.
 
Cada vez que recuerdo aquella escena no puedo evitar sentir un escalofrío. No negaré que he pasado miedo muchas veces en mi vida, pero aquella vez, el miedo se convirtió en terror. Noté como recorría cada centímetro de mi cuerpo y hacía añicos mi alma. Vi como Durgon y Gorin cargaban contra la bestia mientras mi cuerpo se paralizaba. Vi como el resto del grupo entraba en la sala y acababa con los pocos acólitos que quedaban, mientras mis palabras se ahogaban en mi garganta. Vi como las masas de carne entallaban y pequeñas criaturas del caos surgían de ellas y saltaban hacia mis compañeros. Vi todo eso… y no pude gritar.
 
Pasaron unos segundo, aunque a mi me pareció una eternidad. La opresión que notaba en el pecho remitió y aspiré una gran bocanada de aire. Mi cuerpo temblaba como una hoja mecida brutalmente por el viento de otoño.
Intente serenarme y vi a Durgon y Gorin. Luchaban encarnizadamente con la bestia, mientras el resto del grupo lo hacía con las pequeñas y repelentes criaturas del caos, salidas de las masas viscosas de carne, que antaño fueron hombres.
 
La ira se apoderó de mí, y aunque normalmente no dejo que lo haga, fluyó libremente por mi cuerpo. Noté como paliaba los efectos del miedo, me erguí, aspiré una gran bocanada de aire y cargué.
 
La lucha era encarnizada. Durgon, Gorin y yo arremetíamos incansables contra la bestia. Sus tentáculos intentaban atraparnos y en alguna ocasión lo habían conseguido. Ellos habían conseguido liberarse pero yo no había tenido tanta suerte, y ahora, me veía arrastrado irremediablemente hacia sus fauces.
Además, el resto de nuestro grupo se veía acosado por esos malditos diablillos del caos. Ludwig había sucumbido al pánico e intentaba, sin ningún tipo de posibilidad, huir por uno de los conductos tapiados. Nuestra posición era delicada.
 
Intente zafarme, no lo conseguí. La bestia me levanto por los aires e intentó engullirme. Le propiné una patada en la cara y la bestia se apartó, pero no conseguí soltarme de su presa. Sabía que no tenia ninguna posibilidad si no me soltaba, pero su presa era demasiado fuerte…. Y entonces, sucedió el milagro.
 
Nunca supe que fue lo que impulsó a Ludwig a saltar, espada en mano, contra la bestia. Su golpe fue torpe y temerario, no le hizo demasiado daño, pero sirvió para que me soltara. Rodé por el suelo y me puse en pié. Los dos enanos me flanquearon y mientras proferían gritos de guerra, sonreí y dije: -Ahora sabrás de lo que es capaz un Elfo de  Laurendor- La bestia profirió un grito aterrador y se irguió utilizando sus tentáculos.
 
Habría sido un espectáculo digno de ver, digno de ser cantado por los mejores bardos del reino, digno de haber sido recordado para siempre… si no hubiera sido porque Fanatikish salió corriendo de detrás de nosotros, se colocó debajo de la apestosa criatura, le asestó un golpe con su diminuta daga… y la mató.
 
Acabamos con el resto de las criaturas y volvimos al pueblo. Informamos al cazador de brujas y Uther le entregó un artefacto que había encontrado, después de que la bestia se disolviera como las sales de baño en una bañera. Pareció muy intrigado y dijo algo de un mapa aunque no presté demasiada atención.
Nos agradeció el trabajo y sacó una bolsa de monedas para pagarnos.
 
Aproveché ese instante para irme y poder disfrutar de un baño caliente.
 
 Oí como el cazador de brujas me llamaba. Me giré y vi como se acercaba: -No habéis cobrado vuestra parte caballero- me dijo mientras sonreía.
-Un elfo de Laurendor no cobra por acabar con las bestias del caos- dije amablemente.
-Entiendo…- dijo mientras se mesaba la barba- …¿Cómo os llamáis?
-Eöl…Eöl Cúthalion- di media vuelta y me dirigí hacia la posada.
El cazador de brujas observó como me alejaba, pero no dijo nada.
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02/05/2010, 22:46
Director

 

Joer que currada !!!! 100 chiquipuntitos

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03/05/2010, 13:10
Hugo Puentemojado

Estaba siguiendo al elfo por un túnel apestoso cuando de repente empezaron a meter prisa los Enanos desde atrás, seguramente querían adelantarnos para llegar antes a los jamones pero bueno. Debido a su carrera empezó a derrumbarse el túnel por lo que todos empezamos a correr sin control.

Al llegar al final del túnel vi como el elfo al ir corriendo agachado no pudo maniobrar bien y se precipitó contra un gran charco de aguas putrefactas. Yo esquivé sin problemas la caída pero no así la guapa Halfling que seguramente fue empujada por el torpe humano que venía detrás. Los Enanos se rieron del elfo por haberse caído pero nadie les dijo nada a ellos porque habían derribado el túnel.

No se porque se ríen del elfo si ellos huelen casi igual sin caer en el agua - pensó Hugo

Después de sacudirse un poco el agua el elfo se adelantó en el túnel y cuando iba a seguirlo para ayudarle un Enano me cogió del cuello de la camisa y no me dejó acompañarle por mucho que le insistí. Después el elfo volvió, seguramente porque me echaba de menos, y contó algo sobre una fiesta que se estaba montando un poco más adelante.

Nos acercamos sigilosamente para darles una sorpresa pero resulta que estaban haciendo magia mala o algo así porque hicimos un plan para acabar con el mago que tenía que estar a punto de tener un hijo o algo parecido.

Según las instrucciones del elfo debíamos pegarle al mago malo y los Enanos nos defenderían si se acercaba alguien a pegarnos a nosotros. El plan parecía muy bueno así que cogí mi ballesta y apunté al mago. A la señal del elfo disparamos y el mago calló evidentemente muerto o gravemente herido, por lo que sus amiguitos se enfadaron bastante y vinieron a pedirnos explicaciones de mala gana. Después de enseñarles como tenían que hacerlo a los demás del grupo, los Enanos se impacientaron e intentaron entrar en la cueva, pero claro, no vieron que había un escalón bastante alto y empujaron al elfo y a ellos mismos hacía abajo. Una vez más mi rápida agilidad me permitió apartarme y no caer.

Cuando ya casi habíamos ganado con facilidad el mago se volvió a levantar y su hijo ahora se había convertido en un pulpo grande que se comió a dos de sus amigos y parecía que no se había quedado satisfecho porque miraba a los Enanos con tentáculos cariñosos.

El elfo se quedó de piedra, parecía que había visto a mi tía Clothilda salir de la ducha, y estuvo así un rato mientras nosotros los Halflings haciamos la tarea sucia de acabar con los malos que quedaban. Los Enanos por su parte estaban jugando con el pulpo al pilla pilla, ya que el pulpo los cogía y ellos se soltaban todo el rato en el último momento.

El humano estaba corriendo por ahí para que no le pegaran y el mago hacía lucecitas bastante efectivas.

Que divertidos son esta gente, creo que les acompañaré cuando acabe esta misión.

Por fin el señor elfo reaccionó y se fue a ayudar a los Enanos, y el pulpo dejó a los Enanos y se puso a jugar con el elfo. Esto tuvo que enfadar a los Enanos porque empezaron a pegarle al pulpo con saña para que soltase al elfo.

Que bien se llevan esos tres sin duda.

Al final hasta el humano cobarde se animó y se unió a la fiesta con el pulpo e hizo que el pulpo ya no cogiese a nadie más.

Por mi parte cuando acabamos con los Halflings malos salieron otra vez cosas verdes pequeñas de esas y entre el mago y yo las tuvimos que matar a todas porque la Halfling guapa me abandonó para irse a jugar con el elfo y los Enanos. Al final cuando llegó la Halfling parece que les estropeó el juego a todos porque se quedaron con cara de tontos, sobretodo el elfo que estaba gritando algo justo cuando la Halfling llegó.

Al final fui a buscar al señor del gorro ancho y nos dio 10co a cada uno. Nosotros a cambio le dimos una caja con una piedra brillante, que tenía que ser más valiosa que las diez monedas que nos dio, y un objeto que seguramente se había comido el pulpo y que vomitó al morirse.

El único que no quiso las monedas fue el elfo, así que me decidí a seguirle, seguramente tendría hambre y sin dinero no le iban a dar de comer. Y además no podía irse sin probar la Empanada de Carne.