Tras realizarle las pruebas preliminares le relaté brevemente su estado - Bien, de momento no presenta ninguna patología visible - dije mientras entregaba el material médico a la enfermera - le aplicaré un tratamiento preventivo - solicité a la enfermera que me trajera el antibiótico para estos casos. Al los dos minutos la enfermera ya me había traído la inyección y unos guantes.
Me puse los guantes y tras esterelizar la parte del hombro donde debía pinchar pinché la aguja con la precisión de un relojero - notará que le quemará por dentro, pero solo le durará unos segundos. Trate de pensar en cosas bonitas. - el antibiótico pasó a través de la sangre del paciente, el cual trataba de aguantar estóicamente el dolor del antibiótico. Tras la inyección ordené que se vistiera. Devolví la inyección a la enfermera y mientras el paciente se vestía le dije - con apenas 24 horas es difícil que el virus haya pasado a su sangre y más si no ha estado expuesto a Cherub mucho tiempo. Sin embargo le haremos alguna otra prueba más, espere aquí, iré a solicitar sus pruebas.
-¿como se encuentra?- mirando hacia Seraph, Rave al ver a su compañera allí tendido no podía sentir otra cosa que tristeza,
-¡¿Qué piense en cosas bonita?!... ¡¡Mientras te acercas a mí con ese "puñal"!!- pensaba Efraín, mientras contemplaba como el matasanos se acercaba con una aguja más larga de lo que verdaderamente hubiera deseado. Sin tiempo siquiera para quejarse, notó como su bisel metálico le atravesaba la epidermis, y comenzaba a desperdigar un fluido que abrasaba al entrar en contacto con el tejido subcutáneo y muscular.
- ¡¿Por qué tiene que doler?!- pensó nuevamente Oso, rememorando el antídoto enzimático que anteriormente se había inyectado para anular los efectos del alcohol.
Tras esto escuchó con atención las palabras del Dr. Hai. Según él todavía se hallaba en el periodo ventana de una posible incubación. Todavía era pronto para saber si se hallaba infectado. Con aire impasible marchó a pedir nuevos exámenes. Oso rezaba para que dichas pruebas no fueran demasiado... desagradables, por decirlo de alguna forma.
- Bien Doc. De aquí no me moveré.- dijo aguantando el tipo lo mejor que pudo. Los médicos, no eran santo de su devoción...
- Bueno, según los informes todo apunta a que está vivo. No obstante será llevado de vuelta a la arcología. Estamos esperando que venga el convoi para transportarlo junto al otro Seraph.
¿sabe donde esta la Dra. Riddle?necesito hablar con ella urgentemente.Rave sabia que si se llevaban a Seraph a la arcologia, a el tambien se lo llevarian y tendria que dejar a su unidad al mando de otra persona,y esto lo dejo aun mas preocupado.
Tras varias pruebas los resultados salieron satisfactoriamente para Efraín - Aquí tiene, una copia de las pruebas que se le han realizado, por suerte, nada apunta a que haya podido contraer la infección. No obstante deberá usted volver pasadas 24 horas para un segundo diagnóstico - le extendí el manojo de hojas del diagnóstico, tras darle los resultados tuve que informarle de la mala noticia - Referente a su Cherub. Deberá dejarlo en el hangar de la enfermería. Lo trasladaremos a la arcología, seguramente le asignen un Mecha nuevo. En cuanto termine dirijase al Guardamarina, es un consejo - me despedí de Efraín y volví a mis quehaceres.
- Su jornada ya ha terminado. Supongo que estará descansando en los barracones destinados al personal de infermería o en la cantina.
El diagnóstico del Dr Hai tranquilizó a Oso, pero no pudo mas que sentirse algo abatido, cuando el médico explicó el protocolo a seguir con Cherub. Tras esto se levantó, volvió a cubrir su torso con la camiseta y marchó hasta la zona donde su Engel reposaba.
Ya allí, miró a Cherub - Bueno muchacho... Creo que te has ganado una cortas vacaciones...- hablaba Efraín manteniendo el tipo. Para el soldado, aquel simbionte era algo importante, pues muchos eran los momentos que ambos habían vivido juntos - Volveremos a vernos colega... ¡¡No tengas ninguna duda!!
Tras esto, dio media vuelta y marchó para reunirse con el guardamarina y recibir órdenes.
Había pasado algo más de una hora cuando el veterano soldado se entrevistó conmigo en el cuartel provisional. Revisé su historial médico, aún podía hacer servicio en el frente, por lo que no podía devolverlo a la arcología, nos faltaban efectivos, sin embargo no había lugar donde pudiera encajar. La nueva situación me hizo dedicarme a una tarea poco habitual para mí, revisar las capacidades de aquel soldado, era como leer un currículum militar, estaba lleno de conmemoraciones honorificas, pero carecía de capacidades destacables, cuanto menos se me antojaba como el "Robin Hood" de la milicia. Aparté la vista en busca del informe sobre las reservas que poseía el frente, tras cogerlo y revisarlo minuciosamente constaté lo que ya temía. No teníamos ningún Mecha operativo de repuesto, salvo los exoesqueletos de combate civil. Repiqueteé reiterada e involuntáriamente el malva portafolios, pensativo. Finalmente cerré aquel fino dosier y con una inusitada calma me dirigí al nuevo sub-oficial - Bien. Lamento decirte que no tenemos ningún puesto para reubicarte. Sin Engel no eres demasiado útil. Pero tampoco puedo ponerte a limpiar letrinas - observé la cara del veterano soldado durante unos instantes - Generalmente cuando suceden este tipo de cosas es el oficial jefe, o en su defecto el teniente, el que se ocupa de estas tareas, sin embargo, dado que solo hay un oficial jefe y no tenemos teniente me ha tocado a mí. Y como comprenderás, yo tengo demasiados asuntos aquí como para perder mi tiempo reubicándote. Será mejor que te des una vuelta por el frente hasta que te asignemos un mecha de repuesto, es posible que requieran de algún soldado más para alguna patrulla, pero tendrá que ser de infantería - realicé una pausa antes de proseguir - otra cosa más, dado que no posees Mecha ni Engel, por el momento no podrás ejercer como sub-oficial, no obstante - saqué una cajita de uno de mis cajones y se la extendí al veterano soldado - tenga, su condecoración como sub-oficial, enhorabuena.
Oso mantuvo la mirada perdida hacia el horizonte con marcialidad. Efraín, era un soldado de primera a pesar de sus poco ortodoxas formas, y no perdería el decoro delante de un superior ni aunque una lluvia de napalm cayera sobre sus hombros. Rune, hojeaba su expediente una y otra vez como si en él se encontrara la solución que no era capaz de hallar. La espera se hacía demasiado larga...
Por fin "Myrmidon" tomó una decisión. No tenía ni puta idea de dónde coño ubicarlo. No había mechas ni Engels... ¡¡Vaya puta mierda!!
Por unos segundos, mientras el oficial hablaba, Efraín no guardó ni la más mínima atención. Por su mente pasó fugazmente una idea tan descabellada como irreal. Durante unos segundos, el soldado se imaginó tumbado en una playa paradisíaca junto a Nguy... Había que decir que en sus sueños, la nazzadi no estaba nada mal...
- Tenga, su condecoración como sub-oficial, enhorabuena.- Oso volvió de sopetón a la realidad. Allí estaba Rune con su jodida condecoración... Como le hubiera gustado metérsela por el culo... Pero no podía perder la compostura. Sonrió saludó a su superior y salió de la tienda dispuesto a buscar alguna ocupación en aquel lugar. Quizás sería conveniente que pasara por la armería y obtuviera algún arma reglametaria de infantería. Lo que le venía por delante, tenía pinta de ser duro...
Oso encendió un de los cigarros a medio fumar que llevaba en uno de los bolsillo y comenzó a caminar. En el suelo, semienterrada entre el fango quedaba la condecoración que acababa de ganar...
Rave se dirigió hacia la cantina en busca de la dra. Riddle, para poder disculparse por lo ocurrido y para que le explicara ahora que estaba mas calmado su situación y la de su engel.