Partida Rol por web

Keira comenzó a apretar el cuelo de Eve, comprimiendo la traquea sin llegar a romperla. Al principio, Eve no se movió. Permaneció en la misma posición, aguantando la respiración. Pero cuando el aire empezó a faltarle y su cuerpo hizo por respirar, todos sus músculos se tensaron y comenzó a moverse espasmódicamente de un lado a otro. Claire sujetaba con fuerza su mano, y después el brazo y todo el cuerpo, pero cada vez era más complicado retenerla.

Sus ojos se abrieron más y más, sus pupilas se dilataron y su boca pareció querer pedir auxilio aun sin emitir un solo sonido, hasta que finalmente, tras unos angustiosos segundos, expiró.

Roan demostró que había hecho esa intervención antes. A pesar de las heridas en su rostro, aunque tuvo que retirarse en varias ocasiones el sudo y algo de sangre, actuó con bastante eficiencia. 

Claire, cuando le de la descarga... insuflas aire, ok?

Cogió las palas, avisó cuando estuvieron cargadas, para que Claire y Keira se apartaran, y las colocó sobre el pecho de Eve.

-Vamos, despierta pequeña, no te me mueras tu también 

Nada más decirlo, el pecho de Eve se hinchó y tomó una enorme bocada de aire. Después, tosió angustiosamente. Intentó decir algo... pero no podía. Normal. La tráquea debía estar hinchada y así continuaría durante algún tiempo. 

El teniente se pone chulo al hablar Lary sobre quién estaba al mando, y la verdad es que lo demuestra, en parte, al acabar con Nkola... y con Hera. Al oír los dos disparos salto ligeramente, pero la verdad es que no tengo ninguna duda de que es lo que hay que hacer.

Después, miro a nuestro alrededor. Es un jodido desastre.

-Creo que deberíamos salir de aquí. La recepción era mucho más acogedora y estará más limpia, ¿no os parece? O eso, o buscar otra sala sin tanto muerto.

Staci parece de nuevo haberse retraído y Tess está como en una nube, a medio camino entre salir corriendo o gritar. No me extraña. Estoy seguro de que todos nos sentimos más o menos igual.

Comencé a presionar poco a poco, notando como mis músculos se hundían más alrededor de su cuello hasta que se fue quedando sin respiración. Con la ayuda de sus amigos logramos contenerla y no tardó en perder las fuerzas y quedar como los cadáveres que habíamos dejado atrás. Esperaba que Roan tuviese razón y no fuera más que un bocazas sin remedio, o aquello le saldría caro. Por lo que en cuanto la chica estuvo sobre aquella camilla me aparté y me quedé a un lado, sin mirar qué es lo que estaba haciendo en su cuerpo.

Cerré los ojos unos segundos, notando entonces lo agotada que me encontraba después del largo viaje, después de habernos tenido que enfrentar a los caminantes y ahora esto. Solo quería que el día se acabara, que todo terminara de una jodida vez. Cuando de pronto sentí como mis ojos se humedecían y me llevé la mano a los mismos, tratando de ocultarlo, mientras los médicos trabajaban.

Me quedé allí apartada, de lado, sin querer mirar a la pobre chica muerta sobre la camilla. Escuchando como Roan colocaba las palas sobre su pecho para intentar reanimarla. Entonces escuché el sonido, y al poco las toses de la joven que había recuperado lo perdido. Me giré entonces y la vi, respirando, angustiada y me acerqué a ella notando como una sonrisa se dibujaba en mi rostro. Pero no quería hacer nada, ni siquiera tocarla.

- Sigues con nosotros, no te ibas a ir de este jodido infierno tan fácilmente – comenté en forma de broma, mirando a Roan, sin saber ahora qué pensar de él.

Ver como esa Keira asfixiaba a Eve fue, con diferencia, lo más difícil que había hecho en toda mi vida. Su vida se escapaba por segundos, mientra su cuerpo intentaba desesperadamente recuperar la vida, aun cuando su mente le estuviese diciendo que no lo hiciese.

Sentí como sus uñas se clavaban en la palma de mi mano y cuando agarré su cuerpo para intentar retenerla, las convulsiones previas a su muerte se sintieron como si me estuviese golpeando el corazón. Casi me pareció que el mío se detenía también. 

Y después, una intervención rapidísima y una nueva batalla. Revivirla fue sencillo, pero esperar a ver si lo conseguía... me pareció una eternidad. Sin darme cuenta, sostuve con una mano a Eve pero con la otra, me agarré al brazo de Keira y lo presioné con desesperación, hasta que finalmente, el pecho de mi amiga volvió a moverse.

-¡Eve! ¡EVE! ¡Estás viva, tranquila! Sssshhhhh ya ha pasado todo. Respira despacio.

Miré a Roan silenciando la pregunta. ¿Había servido de algo? La infección... habría sido contenida. Por el momento, me limité a mascullar un "gracias", primero a él y después a Keira, que tampoco lo había tenido nada fácil, pero ignorar si aquel sufrimiento había servido para algo resultaba casi insoportable. Después miré a Keira. Ahora que Eve estaba medianamente a salvo, decidí contribuir con algo de mi propia cosecha.

-Es tu turno. Creo que tienes el tobillo hinchado -le dije -. Si te sientas y te quitas la bota, te lo vendaré en un abrir y cerrar de ojos.

Roan se apartó tras ver a Eve rediviva ...se sentía mal emocionalmente y no quería que lo vieran en ese estado. Se quitó el "mono" de cirujano que había encontrado y se dispuso a ver las heridas que tenía. En algunos sitios habían perforado la ropa y tenía algunos mordiscos menores por todo el cuerpo, todo sea dicho, un cuerpo bonito. Se resignó y cuando comprobó que ninguna sangraba se volvió a poner el traje y los guantes y se acercó a los demás para ver como Claire había pasado de las heridas de Roan para mirar el tobillo de princesita de Keira...no dijo nada, ya se curaría él si ella no decía nada.

-Hay que esperar -dijo mientras miraba el brazo de Eve y lo tocaba con los guantes- ¿Lo sientes? Incluso aunque lo sientas y todo parezca ir bien tenemos que esperar otros treinta minutos por si das síntomas, y aunque los dieras, no temas, todavía podríamos hacer algo-dijo para calmarla..Roan era un gilipollas cuando se lo proponía, cosa que hacía a menudo, pero también sabía tranquilizar a la gente.

Coloqué mi mano sobre la frente de la chica, pasándola con delicadeza por su cabello mientras veía como respiraba y su pecho se hinchaba una y otra vez. Aún no estaba segura de que estuviese a salvo, que no fuese a convertirse en una de esas cosas después de lo que Roan había sacado de su cuerpo. Pero una parte de mí se sentía aliviada, incluso tratándose de una desconocida. Siempre había carecido de cierta empatía con las personas, sin importarme qué les ocurriera si no les conocía personalmente, pero verla de nuevo respirar consiguió que me alegrara. 

Me fijé entonces en que la chica, Claire, había tomado mi brazo y se agarraba con fuerza, ahora emocionada por ver de nuevo a su amiga con vida. La miré durante varios segundos, fijándome en sus rasgos, en sus ojos azules y en sus labios. De una forma que cuando de nuevo guió su mirada hacia mí, sentí cierta necesidad de apartar la mía, dando un paso atrás a la vez que me aclaraba la garganta.

- Estoy bien, puedo aguantar hasta que encontremos un sitio para pasar la noche - le respondí, mirándola ahora con el ceño fruncido intentado aparentar dureza ante ella, antes de volver la vista hacia Roan y el chico que nos acompañaba - Aunque haya que esperar para ver los resultados deberíamos regresar con los demás, mantenernos unidos y buscar un lugar seguros en el que poder parapetarnos por si alguien intenta asaltarnos durante la noche. Cojamos todo lo necesario y ya nos encargaremos de los problemas cuando vengan, si es que vienen.

Lo cierto es que el tobillo me dolía horrores, una sensación que había ido aumentado a lo largo del día cuanto más abusaba de él. No quería ni mirar cómo debía tenerlo ahora mismo, pues seguramente estaría hinchado y hasta morado. Sin contar la capa de suciedad y sudor que envolvía la ropa y mi cuerpo. Pero ya casi estábamos listos, solo debíamos regresar y buscar un lugar seguro, intentar descansar un poco y mañana... sería otro día, donde otros morirían y el resto seguirían hacia delante. 

- ¿Y tú, cómo estás, doc? - pregunté mirando sus heridas, acercándome un poco a él para examinarle la cara. No tenía mala pinta, pero era cierto que aquellos bichos podían tener algo - ¿No tienes alguna antirrábica en tu mochila? quizá debiéramos buscar una por si acaso, podrían haberte pegado alguna mierda.

 Los grupos se habían dividido y el pánico había cedido. Los dos grupos parecieron empezar a congeniar de una mejor manera, aunque ciertas rivalidades y disputas todavía estaban presentes. No todo iba a ser perfecto. Por lo menos, entre los recién llegados se encontraba Jack, que parecía ser una persona amable y atenta. Y que se encargaría de las partes feas de toda esa situación, como acabar con Nikola y Hera.

 Una vez pasado ese mal trago (que Staci decidió ignorar por el bien de su sanidad), la chica prodigio se agachó a buscar su cuchillo, preguntando al teniente si podía agarrarlo. No creía que fuera a haber mayor problema, pero asegurarse la confianza de los militares sería lo mejor.

- Ehm... ¿puedo... volver a tomar el cuchillo? Es solo para defensa, si vamos a ir a explorar los pasillos... y concuerdo con Zach. Podríamos tener a la recepción del hospital como un puno de encuentro más espaciado y menos... menos lleno de muertos...

Llegados a este punto, todo parecía ir mucho mejor. Eve respiraba; estaba asustada y dolorida, pero viva. Aún no sabía si la infección persistiría, pero debía agarrarse a su única oportunidad. Roan estaba herido, pero no parecía ser algo de gravedad, solo unos pocos rasguños. El pie de Keira parecía el de un elefante, pero estaba acostumbrada al dolor y no pensaba quejarse más de lo necesario.

Y mientras tanto, todo el hospital estaba en silencio... pero no durante mucho tiempo.

Si, puedes cogerlo ehh, Staci. 

Con el puñetero bote resguardado en una de las cámaras frigoríficas de la morgue y los cadáveres de los dos muchachos reducidos, ya solo nos quedaba explorar la planta en busca de suministros que nos resultaran útiles. Tenía hambre, mucha sed y me sentía sucio hasta el extremo. Todavía no me había parado a pensarlo detenidamente, pero me preocupaba la falta de agua y comida. Para colmo, el agua rancia que me quedaba en la cantimplora decidí gastarla hace un rato en limpiarme los restos de sangre y sesos que me empaparon la cara cuando Keira le reventó la cabeza al zombi con el que forcejeaba en el suelo. 

Por si fueran pocos problemas, ya no le quedaban balas a mi pistola, y en el rifle apenas me quedarían unas pocas. 

Bueno, ya que hemos terminado más rápido de lo que esperaba algunas tareas vamos todos juntos a explorar la planta. Y cuando acabemos iremos a la recepción para acampar allí, si creéis que es el lugar más seguro que habéis visto. En marcha. 

El grupo sale de la Morgue, armado y decidido, y se coloca en mitad del pasillo. Algunas habitaciones están abiertas y otras cerradas. En las abiertas, Jack va entrando y descubriendo más bien nada. Pero aún quedan muchas sin explorar.

Staci está armada ahora con su cuchillo, mientras Tess esgrime su arco. Zach y Larry llevan sus escopetas, pero el primero, sin balas, en realidad la usa para golpear, así que la agarra del cañón.

Keira no quería que nos quedásemos más tiempo allí, solos, y lo entendía. Yo opinaba lo mismo, y se veía que era una chica dura, así que mejor que mejor. Ayudé a Eve a ponerse en pie; estaba mareada y le costó hacerlo, pero sin prisas, lo conseguirían.

Cuando aquel rugido resonó por todo el lugar, nos miramos en silencio, asustados.

-¿Qué coño eso eso? ¿Y ahora qué ocurre? ¿Un león? ¿Veinte tigres? ¿QUÉ COÑO VAS A LANZARNOS, EH? -le grité al puto mundo, sin poder contenerme.

Sabía que lo que había hecho era una tontería, pero ya no podía más. Era una batalla continua, y ahora, con Eve agarrada a mí, y sin armas, éramos un blanco fácil.

El doctor estaba mirándole las heridas cuando Keira le habló. Salvo unos arañazos profundos en la frente los demás ya no sangraba apenas, se los tapó y se limpió con desinfectante de nuevo con una mueca de dolor y contestó a Keira:

-Ah, bueno..estoy bien.. gracias por preguntar- en los ojos del joven doctor se asomaba un abismo de desasosiego y pena; se habría echado a llorar horas en los hombros de Keira pero le retiró la mirada y comenzó a ordenar y desinfectar material. En otras circunstancias habría tirado mucho más material, pero el equipamiento médico se había vuelto un bien escaso y crítico.

Miró su reloj y pensó mientras le picaban los arañazos para acabar diciendo:

-Tenemos que ir a urgencias o a la zona de farmacia..aquí no hay vacunas antirrábicas y Donnie y yo las necesitamos -el joven le había informado que un lobo le había mordido- en cinco minutos hemos quedado con Jack-curiosamente evitaba llamarlo teniente-, el Sargento y los demás en las escaleras...lo normal sería pasar la noche en la zona de farmacia que estará en esta planta o la siguiente y estar alli atrincherados hasta que...

El rugido interrumpió el plan del teniente que se quedó en silencio. Miró a Keira y a los demás mientras miró a su uniforme militar y su arma que estaban colgadas en el pequeño vestidor del quirófano. Así que fue a ponerse el uniforme y a recoger su arma sin decir nada salvo:

-¿No tenías un walkie-talkie de esos?-dijo mientras se vestía- llama a los otros a ver si lo han escuchado...

El walkie. 

Se me había olvidado completamente. Por suerte, Roan parecía estar en todo y recordó lo que yo misma había dicho. No era un arma, pero al menos nos serviría para obtener información. 

Saqué el walkie, lo encendí, pulsé el botón y me giré hacia Roan mientras hablaba.

-¡Larry! ¡LARRY! ¡Soy Claire! ¡Eve está bien, pero hemos oído un rugido o algo así por aquí cerca! ¿Vosotros habéis visto u oído algo?

El walkie emitió un molesto ruido en el cinturón de Larry y la voz de Claire resonó por todas partes.

¡Larry! ¡LARRY! ¡Soy Claire! ¡Eve está bien, pero hemos oído un rugido o algo así por aquí cerca! ¿Vosotros habéis visto u oído algo?

Por fin parece que nos ponemos en marcha. El soldadito ha hecho su trabajo, y aunque me burle, la verdad es que se necesitaba valor para eso, y ordena que empecemos a buscar por todas partes. Yo me acerco a Larry y me voy con él. Me siento más segura que estando con ese sargento arisco y el soldadito de plomo.

Me agarro a su brazo mientras caminamos, con miedo, sigilosos.

-Pufff, ya sé que hemos estado aquí antes, pero ahora me parece peor que cuando vinimos -le digo.

Entonces, un chasquido me hace saltar.

Es el walkie que lleva Larry en el cinturón y de él sale la voz de Claire. Cuando termina de hablar, miro a Larry, preocupada.

-Están en problemas. ¡Tenemos que subir!

La noticia de que la señal de evacuación era falsa impactó a Donnie como si de un baldazo de agua fría se tratara. Se sumió en un silencio meditabundo mientras llegaban al quirófano. Roan comenzó a dar cátedra sobre la infección, lo cual daba a sospechar que podría estar ocultando muuchas cosas más de las esperadas. La lógica vuela por la ventana cuando un montón de murciélagos vuelan por el lugar. Apenas atina a agitar las manos para quitarse cualquier ratón volador que decidiera morderlo. 

Cuando ese ataque surreal pasa, es hora de hacer el tratamiento a Eve. Agradece mucho la sonrisa tranquila de la chica antes de recibir el choque eléctrico. Agradece mucho más cuando la chica recupera el aliento. Parecía que no iban a tener que perder a nadie más por ahora. Con suavidad, ayuda a la chica a estar cómoda mientras se recupere.

-Me agrada la idea de buscar una vacuna antirrábica. Lamento admitir que no lo había pensado, con todo el jaleo..

Entonces un rugido resuena por los pasillos del hospital. 

-¿Acaso nos metimos en un hospital veterinario sin saberlo? -comenta ofuscado. 

Al realizar mi discurso, me salgo al pasillo y empiezo a investigar las otras habitaciones en busca de algo que nos sirva.

Veo cómo Roan, Keira y alguno de los adolescentes suben por las escaleras para ser atendidos en la planta de arriba.

-No entiendo por qué se los sube arriba en vez de atenderlos aquí. Esta planta es más segura. La de arriba tiene más entradas y no la exploramos con detalle. ¡Puto gilipollas! No piensa con claridad...

Oigo dos disparos del arma de Jack y un pequeño revuelo. Me acerco enseguida a la morgue y veo que el teniente ha disparado a lo que quedaba del chaval mediodevorado, que al parecer había vuelto a la vida, y a la chica.

-"¡Joder teniente! Utilice el cuchillo, no debemos malgastar munición."

Me vuelvo al pasillo medio mosqueado y sigo con la búsqueda de cosas y mirando habitación en habitación. Jack hace lo mismo. Al cabo de un rato escucho una voz metálica... parece un walkie-talky. Me acerco corriendo hacia Larry.

-"¡Responde muchacho o sino dame ese maldito cacharro! Dile que aquí no hemos oído nada. ¡Que bajen de inmediato!"

Llamo a Jack para que venga. Me separo un poco y le hablo al oído.

-"Al entrar en el hospital cerré las puertas de entrada con el pestillo, pero puede que los lobos u otras cosas las hallan atravesado. Seguramente halla otras entradas por el edificio. Deberíamos hacernos fuertes en una zona y descansar hasta que se haga de día. ¿Qué opina, teniente?"

Cuando escuché aquel sonido animal me quedé totalmente congelada, petrificada intentado entender qué era lo que había sonado. Era imposible que allí hubiera un león, un tigre, o lo que coño hubiera sonido. ¡Pero lo había oído! Si pensaba que el día no podía ir a peor después de lo que habían vivido, quizá lo malo aún estuviera por llegar.

Me agaché y recogí mi equipo colocándomelo con rapidez, mientras me acercaba a los chicos que habían levantado a su compañera para llevársela. No parecía que fueran a ser de mucha ayuda, pero si ahí fuera había un gran felino, una bala en el cráneo terminaría con su vida igual que con la de cualquiera de nosotros. Así que eché mano a mi cinto y tomé la 9mm que llevaba, tendiéndosela a cualquiera de ellos que quisiera cogerla.

–  ¿Sabéis cómo se usa, verdad? Tiene el seguro puesto, así que aseguraos de quitárselo antes de disparar si veis que no os queda otra – les comenté con la voz baja, intentado hacer ahora el menor ruido posible.

Tras ello tomé mi escopeta de nuevo entre mis manos y agachada comencé a caminar hacia la puerta del quirófano para ver si conseguía ver algo.

– Cúbreme Doc, voy a ver si hay algo en el pasillo o podemos salir de aquí. Estaremos seguros si conseguimos llegar a las escaleras – le comenté, antes de intentar sacar un poco la cabeza por el marco de la puerta para ver qué había al otro lado.

El teniente estaba preocupado porque el otro grupo tardaba en contestar y temía que se quedaran encerrados en el quirófano con una herida. Se vistió lo más rápido que pudo y recogió el equipo como pudo cuando Keira le pidió que le cubriera. Asentí y me preparé para cubrirla...iba a salir a investigar silenciosamente tras darle su 9mm a los niñatos (como el) cuando la cabo tropezó con un carrito de material que estaba en la puerta...hizo tal ruido que el teniente bufó burlón y sonriente:

-Espero que del circo del que te has escapado te enseñaran a domar leones o tigres o lo que sea eso-dijo mofándose de la cabo mientras apuntaba desde la puerta.

Nos asomamos al pasillo con miedo, pero dejamos que fuese Keira quien saliese en primer lugar y comprobase si había alguien esperándonos allí.

Cuando nos ofreció el arma, la cogí sin dudarlo. Quité el seguro y coloqué mi dedo índice preparado para disparar, sin soltar a Eve, que todavía tenía dificultades para caminar.

-Sé como se usa. Solo necesito un blanco -le dije, mostrándome más segura de mí misma de lo que solía ser. En realidad, yo no era así, pero no me gustaba esperar a los demás y no estaba dispuesta a dejar mi seguridad en manos de otros, si podía evitarlo.

Keira salió al pasillo y chocó con carrito que ninguno había visto.

-Espero que del circo del que te has escapado te enseñaran a domar leones o tigres o lo que sea eso-

León no sé, pero al decir aquello, menos mal que no me vio la cara de perro que le puse. No me pareció el mejor momento para ello. Con Eve al lado, Roan vigilando la puerta y Donnie a nuestra espalda, solo esperábamos la confirmación de Keira para proseguir.