Partida Rol por web

El foso del diablo

Escena 11. En las Tripas

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23/12/2020, 12:42
Juliette Moreau

No había por donde salir así que tenía que esconderme, y así lo hice, lo mejor que pude, pero estaba segura de que ese hombre iba a encontrarme, así que me armé con la primera piedra que encontré en el suelo, si osaba tocarme haría lo que pudiese para frenarle. 

- Tiradas (1)

Motivo: Ocultar

Tirada: 1d100

Resultado: 84(-10)=74 [84]

Notas de juego

Calla calla que leí mal xD

Da igual saqué una caca de tirada.

*Si tuviese el abrecartas de mi equipo atacaría con él si viene el tipo.

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23/12/2020, 16:41
Catherine Baker
Sólo para el director

Catherine se revuelve tratando de zafarse de sus ataduras cuando ve cómo se llevan a Eleanor pero se detiene,totalmente paraliza al cer que otro hombre se acerca a Annemarie y de una patada la lanza al vacío 

-"¡¡¡¡NOOOO!!!"-grita al ver a su amiga caer mientras gruesas lágrimas corren por su rostro mientras su cuerpo se convulsiona presa del llanto y el terror

- Tiradas (1)

Motivo: Descubrir

Tirada: 1d100

Dificultad: 40-

Resultado: 45 (Fracaso) [45]

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07/01/2021, 13:56
Eleanor Harris
Sólo para el director

Le resultaba tan extraño estar delante de la persona con la que una vez compartió mesa que era casi poético el hecho de haber rechazado su invitación la segunda vez, no sabiendo en ese momento qué se escondía tras la máscara del atractivo y simpático hombre. Sin embargo no estaba en su mejor momento para una “cita”: El vestido que llevaba estaba arrugado y con algunas manchas de suciedad, pareciendo que llevara días sin cambiarse. Su rostro estaba cubierto de lágrimas, dejando que parte del maquillaje, aunque fuera leve, se escurriera por las mejillas. Aparte el cabello estaba revuelto por el continuado movimiento y sus manos todavía temblaban… parecía que había salido de una experiencia terrorífica, que en realidad no era mentira.

Llegamos a un barco buscando un Foso que ni sabemos con exactitud qué es o qué tiene que ver con Edward.- Su lengua iba más rápida que su mente, empezando a estar cansada de dar vueltas. Por una vez desde que esto comenzó creyó que era el momento de desahogarse con alguien “conocido”.- Nos atacaron… no sé qué eran.- Su mirada perdida viaja por la habitación, aunque no era para buscar algo dentro sino al no poder estar quieta en un mismo punto.- Creí que habíamos perdido a dos de los nuestros. Estábamos destrozados.- De nuevo las lágrimas asomaban por sus ojos mientras negaba con la cabeza.- Nos secuestraron. Tu gente nos secuestró.- Por fin se atrevió a mirarle a él directamente a los ojos, aunque había cierto toque de enfado en sus palabras.- Le dieron una paliza a Alfred, a mí me arrastraron por una cueva, me golpearon… nadie decía nada, no los entendía.- Se desvió hacia la puerta aunque no tuviera intención de marcharse.- Me esposan al filo de una fosa, traen a quien pensaba que estaba muerta y ahora te encuentro a ti. ¿Por dónde quieres que empiece Walter? – Se dio cuenta de que alzó la voz más de lo debido, dejando que la rabia, frustración y miedo se apoderaran en su discurso, aunque no fue hasta que terminó de preguntar cuando tomó aire, dejando unos segundos de respuesta.- Sólo quiero saber qué está pasando.

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08/01/2021, 22:32
Narrador

Juliette corre sin rumbo por los pasillos de la laberíntica caverna, adentrándose cada vez más en la implacable oscuridad. Sin poder evitarlo, su mente se traslada a la noche pasada, cuando, hostigada por los hombres de Puerto Llano, no tuvo más remedio que huir descalza por las calles del barrio industrial de Aberdeen. El recuerdo la hace estremecer de tal manera que, en el momento que decide esconderse en un recodo del corredor, los nervios le hacen tumbar un pequeño montículo de rocas, delatando así su posición.

— ¡Así que aquí estás, rata!

Durante unos segundos, el silencio se hace en la caverna. Únicamente el desenfrenado corazón de Juliette resuena en el vacío de roca. Atemorizada, pero con la firme intención de luchar por su vida hasta el último segundo, la cantante agarra con fuerza una roca, decidida a estamparla en la cabeza de su perseguidor. De repente, una mano áspera y húmeda la aferra del cuello.

Notas de juego

A falta de una habilidad de Armas Improvisadas, necesito que hagas una tirada de Puñetazo. No recibes malus por estar a oscuras, pero tampoco un bonus al pillar desprevenido al tipo. Malus y bonus se contrarrestan. Si la consigues, tira 1d6 para calcular el daño.

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08/01/2021, 22:33
Narrador

El agua reactiva de inmediato el cuerpo de Annemarie que, pese a estar enajenada y malherida, hace lo posible por evitar hundirse. Para alivio de una acongojada Catherine que presencia la escena impotente, la buena forma física de la trotamundos junto a su instinto de supervivencia consiguen mantenerla a flote. Tras sacar la cabeza a la superficie, entre chapoteos y jadeos, son necesarias un par de brazadas para que la mujer consiga aproximarse a una de las paredes de la poza.

La tenue luz de las velas no alcanza a iluminar por completo el interior de la poza. La penumbra envuelve a Annemarie, cosa que hace que Catherine únicamente pueda intuir los movimientos de su amiga. Es en el momento en que la trotamundos intenta asir un saliente de la pared con la clara intención de mantenerse a flote cuando los ojos de la anticuaria perciben algo fuera de lo normal en la turbulenta superficie del agua. Algo parecido a una mancha de alquitrán, más densa que el agua y de tonalidad más oscura, se aproxima a su desprevenida compañera desde un extremo de la poza. Catherine baraja la posibilidad de que se trate de algún tipo de planta acuática desprendida de las rocas por el repentino movimiento del agua, pero, cuando la extraña sustancia empieza a expandir su superficie y se adhiere a la roca, la investigadora comprende que la peculiar mancha es algo más que un simple vegetal.

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08/01/2021, 22:33
Juliette Moreau

Intento lanzar un puñetazo directo a su cuerpo para que deje de asfixiarme pero la oscuridad me juega una mala pasada y no consigo darle, empieza a costarme respirar. 

¿De verdad mi vida iba a acabar así? ¿Ahogada por las manos de un sucio hombre desconocido?

Tenía que seguir intentando hacer algo, morderle, volver a pegarle o algo, cualquier cosa, tenía que luchar por mi vida.

- Tiradas (1)

Motivo: Puñeta

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 82 (Fracaso) [82]

Notas de juego

Fuck

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09/01/2021, 15:58
El Hierofante

La ira desesperada de Eleanor contrasta con el aire calmado, incluso petulante, que demuestra Walter que, con suma relajación, alza una pierna y la cruza sobre la otra antes de empezar a hablar.

— Por favor, querida, mantén las formas. Comprendo que tengas los nervios algo crispados, pero créeme si te digo que no debes temer. A mi lado estás a salvo.

El atractivo hombre da un profundo respiro y una luz se enciende en sus bonitos ojos rasgados.

— Debo confesarte, querida Eleanor, que leer tus relatos ha supuesto para mi un antes y un después. Incluso me atrevería a decir que conocer tu obra me ha hecho recuperar la fe en la vida. Puede ser que pienses que te he estado engañando durante todo este tiempo y que, por ello, no puedes evitar sentirte defraudada. Si es así, lo siento, pero ten por seguro que todos los halagos que pronuncié en nuestra cita en el The Silver Darling fueron ciertos. Algo más grande que la simple admiración late en mi corazón y eso es tan verdad como la vida y la muerte.

Los dedos de sus grandes manos enfundadas en seda negra se entrecruzan antes de continuar con su relato.

— Los mundos que tu mente es capaz de crear y la habilidad que demuestras al poblarlo de interesantes seres provisto de personalidades poliédricas con aristas tan agudas que... — la emoción recorre el discurso de Walter — que hieren es fascinante a la par que estimulante. Cualquiera sería capaz de verlo y quién piense lo contrario — importunado, la voz del hombre se torna algo más grave — es un necio que no merece el privilegio de saborear tu obra.

Walter da un pequeño tosido para recobrar la compostura.

— Como ya te he dicho, tu obra me hizo recobrar la fe en la vida. Entiéndeme. No es que me queje de la que me tocó vivir. De hecho, muchos desearían haber vivido como yo hasta ahora. Tuve una familia que me aseguró tanto una buena posición social y económica como un trabajo que me permite vivir cómodamente — el hombre sonríe divertido —. Y, salvo algún que otro resfriado ocasional, jamás he tenido que preocuparme demasiado por mi estado de salud.

El rictus del hombre se torna serio.

 — Pero debo confesar que, pese a todo, jamás logré alcanzar la felicidad plena. Algo en mi corazón me decía que mi sitio y mi gente no estaban aquí. Ese anhelo por hallar el camino a ese rincón escondido siempre me hizo refugiarme en la literatura y fue así como te descubrí. Y doy gracias a El que mora en el Foso que así fuera.

De nuevo, la luz regresa a los ojos de Walter y, como un niño emocionado la mañana de Navidad, se levanta de su asiento y se coloca ante Eleanor con las manos extendidas.

— ¿Qué me dirías, mi Eleanor, si te dijera que esos mundos fantásticos existen? Está claro que no me refiero a ninguno de los que aparecen en tus cuentos. Hablo de un universo concreto muy próximo a nosotros que, al igual que los de tu creación, escapa de la tediosa realidad que nos rodea. De la crueldad del sistema en el que vivimos, de la avaricia, el odio y la insidia que hace mover a las gentes que se hacen llamar nuestros amigos, familiares y vecinos.

El hombre recoge las manos temblorosas de la escritora y las aprieta con emoción.

— En el llamado Foso del Diablo existe un rincón, a miles de metros bajo el mar, dónde unas gentes viven en comunidad desde hace milenios, ajenas a la infamia que enraíza en tierra firme. Su cultura da importancia a lo esencial y eso la hace inconmensurablemente rica, ya que la desprovee de lo superfluo que, generalmente, siempre acaba originando desequilibrio y lastre. Lo importante para estos seres es la familia, la sangre. El bien propio se unifica en el bien común — Walter alza ligeramente la voz que toma una cadencia semejante a la de un mantra—. Si los tuyos están bien, tú también lo estás. Todo en esa sociedad es concordia y harmonía.

Ante una estupefacta Eleanor, el hombre regresa a su asiento y se acomoda en él.

— Es tal la bondad que mueve a estas gentes que hace siglos que intentan trasladar su fe a tierra firme. Mediante lazos de sangre, las personas del mar se han unido a nosotros, para así acercarnos la verdad, la certeza de que un mundo mejor es posible. Esa es la forma con la que El que mora en el Foso pretende expandir un nuevo orden en el que todos lo veneremos y tengamos como único objetivo alcanzar la plenitud.

De repente, un grito procedente de la sala de ceremonias sobresalta a la escritora. No obstante, Walter parece no inmutarse.

— Imagínate, mi querida Eleanor, cuando me fue revelada toda esta información de boca de mi propia madre que resultó ser una descendiente de uno de esos maravillosos seres. Está claro que mi primera reacción fue de desconcierto, pero, tras dejar atrás los titubeos, comprendí la mentira que había estado viviendo hasta el momento y me abrí sin dudarlo a la gracia del mar.

El hombre vuelve a cruzarse de piernas y apoya su cabeza contra el respaldo del trono. Se nota que disfruta recreándose en los hechos que relata.

— Mi madre logró regresar al lecho marino después de largos años de transición, escondida de la cruel sociedad que nos rodea. Mi padre, no obstante, era ajeno a la herencia y, por ello, incapaz de asumir que su esposa y su hijo pertenecían a un mundo diferente. Por ello, a riesgo de que la existencia de nuestra estirpe fuera delatada, tuvimos que silenciar su testimonio — la cara de Walter se compunge ligeramente antes de seguir hablando —. Sólo puedo decir que el bien de la familia valió la dura decisión que tuvimos que tomar.

Walter se inclina ligeramente en dirección a la mujer antes de continuar. Arquea las cejas y afloja los labios, tratando de transmitir comprensión.

— Sé que, hasta el momento, mi respuesta puede parecer algo vanidosa — el hombre ríe fingiendo modestia—. Y es que, desde que has entrado a mi cámara personal, no he parado de hablar sobre mi. Lo siento, pero creo que si conoces algo sobre mi vida te será más fácil comprender qué está ocurriendo y que os ha llevado aquí a tus amigos y a ti. En todo caso, sé que quizás todo esto te abrume. Tranquila, la verdad no es fácil de asumir. Antes de continuar con mi relato, ¿sientes la necesidad de hacer alguna pregunta?

Notas de juego

Disculpa por contestar un día más tarde, pero necesitaba un poco más de tiempo para el post.

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11/01/2021, 18:15
Narrador

Desesperada, Juliette grita, patalea, contorsiona su cuerpo y lanza puñetazos al aire con la intención de escapar de las tentativas de aquel individuo en someterla. El olor a pescado podrido que emana de los ropajes de su atacante y el mero roce con su áspera piel provoca en la cantante una profunda repulsión, que acentúa sus ansias por escapar. Es tal la energía invertida en conseguir la libertad, que la mujer logra redirigir las embestidas del hombre y puede esquivar su control.

Privada del sentido de la vista debido a la profunda oscuridad en la que se encuentra, Juliette aprovecha la libertad de movimientos para rodar sobre sí misma y alejarse del tipo, sin tener la certeza de saber a dónde se desplaza.

- Tiradas (1)

Motivo: El tipo intenta una presa sobre Juliette

Tirada: 1d100

Dificultad: 25-

Resultado: 86 (Fracaso) [86]

Notas de juego

El tipo ha intentado una presa para inmovilizarte, pero no lo ha conseguido. Es tu turno. Puedes intentar otro ataque, huir a ciegas o lo que se te ocurra. ¡Suerte!

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12/01/2021, 11:35
Eleanor Harris
Sólo para el director

A medida que le escuchaba hablar, más asustada se sentía.

Había escuchado en las noticias sobre fans que idolatraban demasiado a sus ídolos, desde actores, cantantes o escritores, maniáticos que creían identificarse con lo que creaban hasta el punto de volverse obsesivo. Vio ese entusiasmo en la comida pero lo achacó a la ilusión de conocer a un escritor que te gustaba y, reconocía, subía la moral que alguien pudiera valorar su obra de la misma manera que ella lo hacía, pero no hasta ese punto.

Tuvo que morderse la lengua varias veces por temor a la respuesta, esperando a que terminara su relato. Podía haber tenido episodios de valentía momentánea pero, al igual que su esperanza de salir de allí, se habían esfumado como la niebla sobre las oleas del mar. Ni siquiera cuando se acercó y cogía sus manos tuvo la fuerza de apartarse.

Los cuentos de fantasía son solo eso, fantasía, ficción.- Era cierto que había visto y vivido algunos sucesos inexplicables, que había saboreado el amargo néctar de la locura transitoria, pero su razón luchaba para sobreponerse por encima de aquellas invenciones. No creía en mundos de hadas o seres extraordinarios, tampoco en magia primigenia, sólo en el mundo terrenal que le había tocado vivir, uno desolado y triste donde había que sobrevivir.- No puedo creer en un lugar dominaba por el amor y la tranquilidad.- Negó con la cabeza, reafirmando su posición mientras unas lágrimas asomaban por sus ojos pero, en esta ocasión, no era de miedo sino al recordar hechos pasados de heridas que nunca iban a cicatrizar por mucho que intentara curarlas.- El mundo es cruel Walter. Es déspota, oscuro y vacío, pero no por ello debemos buscar salidas imaginarias para no enfrentarnos a la verdad. Aun así, no te culpo.- Pensaba en su pequeña Emily, la luz que había iluminado su camino durante los días que estuvo viva y la consiguiente caída a la realidad. Ella había aceptado el mundo tal y como era y, sin su hija, no iba a creer en la existencia de otro. Sin embargo fue justamente la confesión de Walter la que hizo que Eleanor ya no estuviera tan asustada, al menos no sobre su persona, sintiendo una oleada de comprensión que era difícil de explicar.

Sí, tengo una pregunta.- Volteó el rostro hacia la puerta, donde había escuchado anteriormente el grito.- ¿Qué va a ocurrirnos? – Ya no lo preguntaba por ella misma, sino por sus compañeros cuyo destino desconocía.

Notas de juego

Sin problema, yo también me he tirado lo mío para poder responder al ser mucha información :)

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12/01/2021, 13:51
Narrador

Catherine, incapaz de reaccionar a la blasfemia que está presenciando, siente un profundo escalofrío cuando la extraña sustancia se lanza sobre el cuerpo tembloroso de Annemarie y la cubre con su superficie oscura y burbujeante. Un grito de terror surge de la garganta de la trotamundos cuando el sobresalto la hace soltarse del saliente en la pared y vuelve a caer al agua.

Notas de juego

Necesito que hagas una tirada de Idea.

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12/01/2021, 13:52
El Hierofante

Tras la pregunta de la escritora, el rictus de Walter se torna serio, severo.

— Al igual que ocurrió con mi padre, todo aquel ajeno al culto que sepa de su existencia debe morir. La sociedad humana todavía no está preparada para aceptarnos y todos sabemos de qué manera trata el sistema establecido a lo diferente. Nuestra seguridad y la de nuestros familiares bien lo merece — de repente, una sonrisa cálida que sobresalta a la escritora por su demencial intensidad ilumina el rostro del hombre—. No obstante, mi querida Eleanor, tú no tienes de qué preocuparte. Comprendo tu escepticismo, pero sé que puedes comprender. Sólo tienes que aceptar la fe en El que mora en el Foso y abrirte a la verdad del mar. Para ti todavía hay salvación.

El hombre baja la mirada y vuelve a alzarse de su asiento. Toma en sus manos la máscara que hasta hace poco llevaba puesta y, mientras se dirige a Eleanor, la mira con nostalgia.

— Entiendo que tu curiosidad respecto a lo sucedido todavía no esté colmada. Así que continuaré con mi relato y, a riesgo de seguir pareciendo un ególatra, hablaré de mi vida un poco más.

Walter habla mientras pasea por la cámara y mira al oscuro techo de estalactitas.

— De mano de mi madre fui presentado a mi verdadera familia. A mis primos terrestres, por decirlo de algún modo, ya los conoces — el hombre señala en dirección a la caverna contigua desde donde hace rato se percibe un canturreo blasfemo — y a los de mar adentro, por lo que cuentas, también. Fueron ellos los que, después de caer al agua en vuestra expedición al Foso del Diablo junto a nuestro querido hermano, el capitán Baird, me trajeron a tus dos amigas. Catherine y Juliette eran sus nombres, ¿verdad?

Sin esperar una respuesta, Walter prosigue.

 — Recuerdo como poco a poco, desde el momento en qué entré en esta comunidad, las piezas empezaron a encajar. Al fin comprendí cuál era mi cometido en esta vida y, sobre todo, quién era yo. Me abrumó el amor con el que fui recibido por mis verdaderos congéneres y eso me hizo querer contribuir a la causa. Por entonces, la congregación era un grupo desestructurado de hombres y mujeres que, salvo el linaje, poco tenían que ver. Aunque el amor entre ellos era intenso, las disputas internas eran habituales y en ocasiones erosionaban la convivencia. Por ello, decidí serviles de nexo y, por ello, me ofrecí a tomar el relevo del antiguo Hierofante. Y ahora lidero a esta parte de la familia.

La seriedad regresa a la cara del hombre.

— Uno de los principales problemas que tenemos en la comunidad viene originado por la ignorancia en la que viven algunos de nuestros congéneres. Una gran cantidad de ellos crecen alejados del lecho del mar, ajenos a su sangre. Sin nadie que pueda guiar sus pasos en los duros momentos de transición, la mayoría no pueden evitar acabar sus días internos en un sanatorio mental o sumidos en la más pura mendicidad, incapaces de racionalizar lo que ocurre en sus cuerpos y en sus mentes. Tristemente, el suicidio es el final de muchos.

La mirada del galán, ahora ligeramente entristecida, se pierde en la oscuridad del techo, claramente imbuido por el recuerdo de sus familiares desaparecidos. Tras unos segundos de pausa, prosigue con su explicación.

— Desde mi nombramiento como Hierofante, pretendí que ese terrible drama cesara y, por ello, en la comunidad prestamos especial atención a nuestros hermanos descarriados e intentamos reconducir sus vidas hacia la verdad del mar — Walter mira fijamente a Eleanor y esboza una media sonrisa —. Y eso nos lleva, por fin, a hablar sobre su amigo Edward Drake.

Walter se dispone a proseguir cuando, de repente, levanta las cejas y mira divertido a la escritora.

— Se me acaba de ocurrir una cosa. Querida Eleanor, me gustaría interrumpir aquí mi relato para dar paso a tu palabra. ¿Crees que podrías concluir mi explicación ayudándote de toda la información que, hasta el momento, has podido recabar? Por favor, deléitame con la capacidad deductiva de todo un portento en la creación de historias. Soy todo oídos.

Con su habitual sonrisa, el hombre toma asiento y atiende a lo que pueda decir la escritora.

Notas de juego

Tocho 2.0

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12/01/2021, 19:27
Catherine Baker

Catherine sólo puede jadear de terror ante lo que sus ojos presencian,incapaz de gritar o moverse sabiendo que su muerte está próxima. Grandes lágrimas siguen rodando por sus mejillas mientras ve cómo aquella cosa negra engulle a Annemarie

- Tiradas (1)

Motivo: Idea

Tirada: 1d100

Dificultad: 70-

Resultado: 29 (Exito) [29]

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13/01/2021, 12:38
Juliette Moreau

No me creía capaz de huir en esas condiciones, así que intenté propinarle un puñetazo, lo cual no fue buena idea, ¿por qué lo había hecho? Seguro que hubiese tenido más probabilidades corriendo lejos de allí, aunque quizás me hubiese tropezado y hubiese salido peor parada...

- Tiradas (1)

Motivo: Puñetazo

Tirada: 1d100

Dificultad: 50-

Resultado: 91 (Fracaso) [91]

Notas de juego

...

Estoy tonta, iba a huir y mi cabeza decidió tirar xD

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14/01/2021, 18:06
Narrador

Juliette intenta golpear otra vez a su agresor con una roca, pero el impacto no consigue provocar daño alguno y sí delatar su posición, cosa que es aprovechada por el tipo para probar de nuevo a agarrarla y reducirla. Con horror, la mujer nota como los brazos del hombre se aferran a su torso y lo aprietan con tal fuerza que sus pulmones se estremecen.

De repente, el grito de una voz masculina procedente de algún punto de la caverna situado en dirección opuesta al lugar donde los gañanes pretendían llevar a Catherine, Annemarie y Juliette sorprende a víctima y atacante, que expectantes interrumpen sus movimientos. Acto seguido, el hombre, claramente alarmado por el sonido que acaban de percibir, coloca su antebrazo sobre el pecho de la cantante y le susurra al oído.

— Como no t' estés quieta y te calle', te reviento la cabesa aquí mi'mo. ¡Ya lo sabe'!

- Tiradas (1)

Motivo: El tipo intentan una nueva presa sobre Juliette

Tirada: 1d100

Dificultad: 25-

Resultado: 8 (Exito) [8]

Notas de juego

Eso es que, ante todo, eres una guerrera :)

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15/01/2021, 18:30
Narrador

Hace rato, mientras Walter desarrolla su monólogo, procedente de la cámara de ceremonias se puede percibir el cántico blasfemo que entona la congregación de encapuchados. Algo debe haber provocando la pronunciación de su fervor porque la intensidad de sus voces es cada vez más alta.

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15/01/2021, 18:31
Narrador

La congregación de encapuchado entonan cánticos blasfemos alrededor de la poza, mientras Catherine contempla con impotencia como la substancia negra impregna el cuerpo de Annemarie y lo arrastra al agua. No obstante, la horrorosa escena no es lo suficientemente sobrecogedora para que la trotamundos no intente luchar por su vida y, con inesperada determinación, se revuelca y patalea a fin de alejar a su tétrico atacante.

Pese a los intentos de plantar cara, Annemarie pierde terreno a cada esquiva. Sus chapoteos consiguen dispersar parte de la superficie del extraño ser, pero es tal su magnitud que cada vez más materia oscura se agolpa sobre la temblorosa piel de la mujer. Una mueca de dolor indescriptible se dibuja en el rostro de la trotamundos cuando, al fin, el ente logra arrancarla de la pared y sumergirla en el agua.

Cuando esto ocurre, la corriente provocada por la pelea parece haber dispersado el cieno asesino por toda la superficie de la poza. Toda salvo, curiosamente, la que se encuentra bañada por la luz de una de las antorchas que iluminan la cámara.

De repente, la mano del verdugo de Annemarie se posa con firmeza sobre el hombro de la anticuaria.

— Ahora la infiel yace en el mar. Su alma servirá de ofrenda a El que mora en el Foso para glorificar nuestra fe en él y en nuestros hermanos, aquellos que viven en las profundidades — la mano agarra el cuello de la blusa de la mujer y tira de él para que esta se levante —. Prepárate. Tú eres la siguiente. Antes, ¿deseas decir algo?

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17/01/2021, 15:51
Catherine Baker
Sólo para el director

Catherine mueve la cabeza a un lado y a otro negando la evidencia de lo que sus ojos ven: Annemarie ha muerto.Con sobresalto mira al hombre que se dirige hacia ella y sus ojos vuelan a ese espacio de luz que la mancha no ha tocado

-"P-por fa-favor"-tartamudea-"Os ayudaré a encontrar a Drake,enseñarme a mi también, quiero ser de los vuestros, ¡quiero vivir!"- solloza mirando al hombre 

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18/01/2021, 11:32
Eleanor Harris
Sólo para el director

Y venía la pregunta clave, ¿qué es lo que sabía ella y podía intuir? Tenía un cúmulo de información en su cabeza que, debido a la confusión que sentía, le costaba unir con claridad. Había datos que no le resultaban conexos, teorías que fallaban en puntos o simplemente alguna intuición que bien podría resultar estar totalmente fallida.

Drake no quería estar con vosotros.- Eso era lo único que tenía seguro. Ya no sólo era la carta que recibieron y el motivo que les hizo trasladarse a la ciudad para ayudarle, sino el hecho de estar todavía en paradero desconocido, incluso para los que consideraba “familia”.- Realmente no sé dónde está, pero entiendo que haya querido esconderse.- ¿Dónde se encontraba? ¿Estaba siquiera vivo? Eran preguntas que la escritora se hacía en ese momento.- Si mal no recuerdo parte de su familia, todos varones, desaparecieron o murieron. Supongo que ahora entiendo qué ocurrió con ellos.- Sólo tenía que recordar lo que acababa de decirle, teniendo en cuenta que el suicidio era una opción que había barajado. Eso o estaban bajo la marea.- Creo que de alguna manera quería visitar el Foso.- Recordó el caso de MacKendrick, el interés que mostraba el hombre según su mujer y cómo desapareció también sin dejar rastro.

Se quedó pensativa unos momentos mientras volvía a mirar la puerta, escuchando las voces de los cánticos mientras una alocada idea surgía en su mente. Habían estado siempre un paso detrás de Edward, tan cerca y a la vez tan lejos que sentía que estaba dejándole migas de pan a seguir sin saber qué pretendía al final. Lo último que sabemos es que desapareció en el Foso y, de alguna forma, no quería formar parte.

Creo que Edward está aquí.- Sentenció, todavía centrada mirando a la puerta. Había visto a la gente encapuchada ocultando sus rostros, incluso él mismo llevaba máscara.

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18/01/2021, 12:35
Juliette Moreau
Sólo para el director

Notas de juego

Ahora mismo, ¿puedo pegarle o morderle o algo parecido?

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18/01/2021, 18:15
Narrador

Notas de juego

Te ha hecho una presa y te tiene completamente inmovilizada. Lo único que puedes hacer es hablar... o gritar.