Partida Rol por web

La pluma es más poderosa que la espada, dicen. Pero más poderosa que la pluma es la cerveza. Suelta la lengua y elimina las inhibiciones. Una cálida sonrisa y una mano en el hombro hacen el resto. Hay quien sólo en situaciones así es capaz de soltar alguna que otra lagrimilla. Si has llegado hasta aquí en busca de DRAMA, has venido al sitio correcto.

En esta sección sentiros libres de entablar conversación con cualquiera de los PJs o PNJs con los que os topéis a lo largo de la aventura. Quién sabe, puede que alguno de estos últimos inicie algún debate de manera espontánea. Aquellas intervenciones que sirvan para profundizar en la relación de vuestros personajes con los demás irán en este hilo.

-¿Decís entonces que os confundían con Oswald?- Lorenzo se dirigió hacia Roger ajustándose el monóculo al ojo, y alternó confuso la mirada entre este y el mulato.- Bueno, cosas más raras se han visto. Pero es extraño, aun así. ¿Y qué os pedían exactamente? Primero los cofrades, y luego las cruces, contádnoslo todo sobre vuestro secuestro...-

-También tenemos una cita pendiente entre nuestro patrón, el profesor Edmund, y vos. ¿Dónde le decimos que habréis de encontraros? Según el emérito tenía usted algo que decirle sobre la ubicación de cierta reliquia atlante por la que anda interesado.- 

Roger asintió con la cabeza.

—Si, yo creo que deben haberme confundido. Oswald es muy parecido a su madre, pero William Goldsworth es bretón— explicó y sostuvo un mechón de su cabello a modo de muestra—supongo que esperarían que el exgobernador tuviera un hijo más parecido... o quizás me han reconocido como más guapo y mejor vestido, y por eso han decidido que si alguno parecía ser hijo del dinero, era yo— dijo con una media sonrisa y dándole un codazo amistoso a Oswald—Eh, Ossie ¿Tú qué opinas? Te dije que el rojo no te favorece.

Roger se pensó un momento la pregunta, es cierto que pasar por el good ol' jenkins era como mínimo imprudente, y obviamente no quería arrastrar nada de todo ese asunto a su casa.

—Podría ser aquí mismo— dijo alzando los hombros sin muchas ideas. Se refería al Manso Cabrío— pero si él tiene algún otro lugar privado, tampoco tengo problemas de encontrarme allí.

—Y respecto del secuestro... poco puedo contar. Ossie y yo salimos de una bonita tasca que me recomendó un amigo cuyos gustos voy a cuestionar seriamente, un grupo de hombres encapuchados nos emboscaron en un callejón y perdí el conocimiento tras recibir un golpe en la cabeza. Para cuando me desperté estaba atado en una silla junto a Oswald, que estaba en las mismas— explica, haciendo la mímica de estar maniatado.— Unos rátidos nos separan para, supongo, interrogarnos sin que supiéramos lo que el otro dijo y comienzan a hacerme preguntas sobre el tesoro de Goldsworth. Que dónde está el oro de "mi padre", que dónde está el mapa, que cuál es la llave, ese tipo de cosas. La verdad es que de todo eso, no se más que lo que sepa cualquiera que siguiera los tabloides de esas semanas tras que se destapó el escándalo.

—Mis respuestas no les gustaron, naturalmente. Y tras una eternidad de andarme pinchando con cosas filosas, abajo hubo una trifulca, esa orca que estaba en el barco subió la escalera llevándose por delante a todos los rátidos que trataron de frenarla, rompió la silla y me sacó a las corridas de allí. Estuvimos un rato en un aguantadero, y luego me cubrió la cabeza con una bolsa y me llevó hasta el barco. Allí el atlante con cara de serpiente ni siquiera intentó interrogarme. Dijo algo como "No gastessss saliva en palabrassss mentirosasss, lassss verdadesss se llevan en la sssangre" y el muy sádico comenzó a... trabajar, en la pobre chica, y a hacer alguna especie de ritual o algo. Ni idea de quién era la pobre... Un tanto después de que comenzó mi turno de sufrir, aparecieron ustedes. Y eso es todo.

– En el Manso Cabrío, sea. Se lo diremos al profesor. –

Lorenzo se había quedado meditando, sobre Roger. Aunque las dudas iniciales sobre él se habían disipado en su mayor parte -el pésimo estado físico en que había quedado después de todo, invitaba a creer su versión- todavía no tenía muy claro si podía fiarse de él. Los tipos de su perfil podían ser traicioneros. Lorenzo lo sabía muy bien, aunque de momento se había ganado su voto de confianza.

– Está claro que algo hay cocinándose entre bastidores, aunque todavía no sabemos muy bien qué, no parece nada inofensivo… Y La relación entre el tesoro de Goldsworth y los rituales demoniacos, siguen siendo un misterio... – 

Lorenzo se guardó el monóculo en el bolsillo con la expresión neutra de un jugador de cartas, dirigiéndose al resto del equipo. Roger había dicho algunas cosas de su interés, aunque nada demasiado revelador, sí le habían ayudado a poner el foco sobre ciertas cosas que se le habían pasado por alto, o no le había dado la debida importancia, durante el frenético asalto a la Imbatible.

– Conocer la identidad de esa otra mujer torturada en galeras quizás nos ayudara a resolver este macabro misterio. Creo que todos hemos visto demasiado de este asunto repugnante como para dejarlo estar, simplemente. Tendremos que estar atentos a lo que se cuenta en los mentideros locales, a ver si alguien echa de menos a una persona del perfil de la dama. ¿Crees que podrías hacerle un retrato de ella de memoria, maese Corfias? Si es una persona de “sangre”, como apunta nuestro amigo sobre lo que dijese Ragmaw, pudiera ser que fuera una persona de linaje…. O no. –

Se podían escuchar los engranajes de su cerebro discurriendo, mientras el hispano se mesaba la barba de chivo.

– Sobre el ídolo que busca nuestro profesor, sólo él parece estar buscándolo. Por lo que dices, hemos de entender que todo ha sido un cúmulo desafortunado de coincidencias, que poco o nada tiene que ver con lo demás. Aun así, admito que es un tema interesante, como aficionado a los temas de la historia me interesa…–

Se giró de nuevo hacia Roger, ya en el Manso Cabrío, ayudándole a desvestirse y a limpiarse las heridas.

–¿Cómo es que alguien como vos –sin intención de ofender- llegase a tener algo de información sobre este tema tan tan específico?–

—¿Del ídolo? Bueno, es cierto que hubo un tiempo en que me asocié al gremio de aventureros y ello me ayudó a formarme, pero digamos que lo que sé ha sido más por pura suerte de estar en el lugar correcto en el momento correcto. Pero no voy a dar detalles hasta que Edmund aparezca, sin ofender. Él es quien me paga por la información y no puedo andar dándola así sin su consentimiento.