Partida Rol por web

El guardián de mi hermano [+18]

01. - Una noche en el Merryweather

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11/01/2021, 16:12
Narrador

En Capítulos anteriores...

@ Santana

-Queridos amigos, es un placer para mí presentarles a…

El profesor hizo una discreta seña a uno de sus ayudantes y este retiró el velo que cubría el rostro del retrato del cuadro.

-…Camille-.

Y entonces llegó ella.

Camille.

Una mujer triste, de rostro sereno y piel azulada, sentada sobre un hito de piedra cubierta de musgo, en la orilla de un lago en calma. En el horizonte se atisba una grandiosa ciudad amurallada de la que brota una cálida luz. Se intuye un castillo de proporciones descomunales coronando el bastión. Y en el cielo, dos lunas se yerguen sobre el lienzo otorgando a la imagen un matiz onírico.

Incluso… alienígena.

Aunque el rostro y el cabello de la joven retratada -¿o quizás soñada?- por D’Alembert es casi fotorrealista por su nivel de detalle, los pliegues de su sencilla túnica, el tono de su piel y lo difuminado del entorno contribuyen a dotar la obra de una estética vaporosa y espectral. Y luego está el detalle más inquietante de la imagen: el cuervo. Uno que parecía formarse a partir de la melena negra como la brea de la protagonista del cuadro.

Santana mencionaba entonces la sempiterna obsesión del artista por la locura, que según el profesor quedaba reflejada en la pintura con la presencia del cuervo emergiendo del cráneo de la joven Camille, dispuesto a echar a volar.

Pero lo cierto es… que nadie le prestó demasiada atención a sus palabras.

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11/01/2021, 16:13
Narrador

Por un instante, sabes que algo va mal.

Camille no es Camille.

Es alguien que te resulta vagamente familiar.

Un recuerdo borroso.

¿...Aileen?

Reprimes un escalofrío.

Camille abre los ojos.

Dos negros e insondables vacíos donde debieran estar dos preciosos ojos negros.

Su rostro se deforma en una escalofriante mueca al gritar.

No hace ningún ruido.

Es un grito mudo.

Camille hace aspavientos propios de alguien que teme ser asesinado por una presencia cercana. Y así resulta, pues a su espalda hay una siniestra figura que no habías visto en el cuadro a primera vista. Una figura encapuchada, alta y espigada, que desciende con parsimonia unas escaleras de piedra que bajan hasta el lago.

Sientes una opresión en tu pecho al entender que Camille no tiene escapatoria. Quieres ayudarla con todas tus fuerzas, pero no puedes.

Debes seguir mirando.

El encapuchado avanza implacable hacia Camille, que no encuentra otra alternativa que adentrarse en el lago para escapar.

Ella nada y nada. Pero el agua, de alguna forma que no alcanzas a entender, está tan fría que te pone la carne de gallina y te hace expulsar una vaharada de vapor.

¿Qué te está pasando?

Sientes el helor del lago en tu propia piel.

Y, al igual que Camille, notas entumecidos tus brazos y piernas.

Cada brazada cae con pesadez sobre el agua y te cuesta respirar.

Tu corazón late desbocado.

Las sienes palpitan fuera de control, como si en el interior de tu cabeza cien tambores sonasen al unísono en una danza tribal.

El lago será tu perdición. Ahora lo sabes.

Te debates por tomar aire y mantenerte a flote, pero algo en el fondo del agua te llama en silencio. Puedes percibirlo en el límite de tu umbral auditivo.

Giras el rostro por acto reflejo, para comprobar dónde se encuentra tu asesino.

Entonces te percatas de que Él camina sobre las aguas.

Todo lo que has hecho, todo lo que has luchado hasta ahora, no ha servido de nada.

Horrorizada, sientes la presión de sus garras estrecharse sobre tu cuello y apretar con fuerza mientras te sumerge la cabeza bajo el agua.

Es el fin.

Y es entonces cuando comprendes que, de alguna manera, los ojos que te observan desde el fondo del lago no son otros que los tuyos.

Eh, Mal”.

Despiertas.

E.B. te mira con gesto de incredulidad.

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11/01/2021, 16:18
Narrador

Por un instante, sabes que algo va mal.

Camille abre los ojos.

Dos negros e insondables vacíos donde debieran estar dos preciosos ojos.

Su rostro se deforma en una escalofriante mueca al gritar.

No hace ningún ruido.

Es un grito mudo.

Camille hace aspavientos propios de alguien que teme ser asesinado por una presencia cercana. Y así resulta, pues a su espalda hay una siniestra figura que no habías visto en el cuadro a primera vista. Una figura encapuchada, alta y espigada, que desciende con parsimonia unas escaleras de piedra que bajan hasta el lago.

Sientes una opresión en tu pecho al entender que Camille no tiene escapatoria. Quieres ayudarla con todas tus fuerzas, pero no puedes.

Debes seguir mirando.

El encapuchado avanza implacable hacia Camille, que no encuentra otra alternativa que adentrarse en el lago para escapar.

Ella nada y nada. Pero el agua, de alguna forma que no alcanzas a entender, está tan fría que te pone la carne de gallina y te hace expulsar una vaharada de vapor.

¿Qué te está pasando?

Sientes el helor del lago en tu propia piel.

Y, al igual que Camille, notas entumecidos tus brazos y piernas.

Cada brazada cae con pesadez sobre el agua y te cuesta respirar.

Tu corazón late desbocado.

Las sienes palpitan fuera de control, como si en el interior de tu cabeza cien tambores sonasen al unísono en una danza tribal.

El lago será tu perdición. Ahora lo sabes.

Te debates por tomar aire y mantenerte a flote, pero algo en el fondo del agua te llama en silencio. Puedes percibirlo en el límite de tu umbral auditivo.

Giras el rostro por acto reflejo, para comprobar dónde se encuentra tu asesino.

Entonces te percatas de que él camina sobre las aguas.

Todo lo que has hecho, todo lo que has luchado, no ha servido de nada.

Horrorizada, sientes la presión de sus garras estrecharse sobre tu cuello y apretar con fuerza mientras te sumerge la cabeza bajo el agua.

Es el fin.

Y es entonces cuando comprendes que, de alguna manera, los ojos que te observan desde el fondo del lago no son otros que los tuyos.

Eh, tía. ¿Todo bien?”.

Despiertas de tu ensoñación.

El rastafari te observa con incredulidad.

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11/01/2021, 16:20
Narrador

Por si el maldito muñeco no te ha puesto lo suficientemente nervioso, resulta que mientras observas algo distraído el cuadro que tanta emoción ha desatado entre los presentes, captas un detalle que te genera un profundo desasosiego.

Esa mujer.

Camille.

Tú ya la has visto antes.

Palideces.

No puede ser.

Observas el cuadro con los ojos como platos sin percatarte de que, en tu impresión, te has puesto de pie al igual que otros en el auditorio.

Es imposible, te dices.

Objetiva y completamente imposible, razonas intentando calmarte.

Pero el corazón te late a mil pulsaciones por hora por un motivo que tratas inútilmente de negarte con todas tus fuerzas.

Solamente hay una persona en la sala de convenciones que conozca a la perfección el rostro de la mujer que da su imagen al cuadro. Que lo haya palpado con sus manos.

Y esa persona eres tú.

Camille no es Camille.

Camille es…

Camille es…

¿Lachard…?

La pregunta que se sucede como un mantra en tu mente no te dejará dormir en toda la noche.

¿Cómo puede haberla retratado D’Alembert?

- Tiradas (1)

Notas de juego

Sientes una opresión sofocante en el pecho. Necesitas aire. Necesitas salir de allí. Y lo necesitas YA.

Están pasando demasiadas cosas esta noche que te están alterando rápidamente. Recuerdas que saliendo de la sala, a mano izquierda, un pasillo conduce hasta el aseo de la primera planta del Merryweather. Es el lugar perfecto para encontrar algo de soledad y refrescarte mientras te alejas de ese cuadro.

Has perdido la friolera de 15 puntos de Cordura en total. Como se te avecina un momento difícil, en lugar de que pases más tiradas de Cordura, te voy a asignar un trastorno mental al concluir el Prólogo ;D

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11/01/2021, 16:29
Santana

Santana, micro en mano, señala a una persona entre el auditorio y asiente.

-¡200.000 dólares para la señorita Van Weyden! ¿Alguien se atreve a elevar la puja por Camille, damas y caballeros?-.

La subasta se acerca a su final y la puja por Camille se intensifica entre la marchante de arte de ojos felinos y varios postores que os resultan de todo punto desconocidos.

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11/01/2021, 17:43
Mallory Grimes

La mandíbula de Mallory cayó desencajada ante la exclamación de su querida Nora pujando por aquel engendro del mal. Aquel muñeco de mirada maléfica y aviesas intenciones. Porque sí, Mallory estaba convencida de que el muñeco tenía algún tipo de intención, probablemente homicida. - ¡NOOOO! No, no, no... ¡Loxy! ¡Ese muñeco nos asesinará mientras dormimos! ¿¡Es que nunca leíste a R.L. Stine!? E.B. quiero que me prometas una cosa. Si un día desaparecemos o la Policía encuentra nuestros cadáveres desmembrados y putrefactos prométeme que te vengarás y quemarás ese muñeco... - bromeó la pelirroja, aunque a pesar de su tono jocoso un escalofrío muy intenso había recorrido por completo su espalda ante la sola idea de que aquel trozo de madera pudiera cobrar vida en mitad de la noche. Ni en sueños iba Nora a meter aquello en su casa. Por ahí sí que no... 

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11/01/2021, 18:05
Mallory Grimes

Si había algo que fascinaba a Mallory era el agua. Porque Mallory descubrió siendo muy joven algo que la mayoría de las personas ignoraban. El agua hunde sus raíces en las profundidades y a través de ella fluye una oscuridad insondable. En los días despejados, la claridad penetra y forja la ilusión de haberla disipado. Pero en los días de tormenta la oscuridad, siempre latente, se permite llegar a la superficie y en su interior alberga horrores. Mallory percibió esos horrores el día que perdió a sus padres en mitad de un mar atribulado. Por eso quiso gritarle con todas sus fuerzas a aquella chica que no fuera hacia el agua, pero su garganta no emitió sonido alguno. La boca se le había secado y sus manos aferraban con fuerza los brazos de su silla. Porque a pesar de su miedo cerval a aquella masa oscura, su terror se fundía con el deseo de aquella chica de escapar. De repente, Mallory sintió como si aquel cuadro fuera una corriente que la arrastraba con violencia, que se introducía en sus ojos, en su boca y en sus oídos, llenándola y fundiéndose con ella, formando parte de su ser. 

- Aileen... - Su nombre volvió a cruzar raudo por su mente mientras sentía que se hundía en las profundidades. Era la segunda vez aquel día que pensaba en su antigua amiga. De repente, Mallory tuvo la certeza de que si ocurría una tercera vez acabaría por invocarla. Como un espíritu emergiendo de las sombras de su pasado para destrozar todo a su paso. 

Cuando Mallory Grimes abrió los ojos, una fina capa de sudor cubría su frente y un ligero temblor sacudía su cuerpo. Miró a su alrededor conmocionada y trató de disimular una sonrisa un tanto insegura para su bienintencionado abogado. Con la mirada turbia sus ojos se encontraron con los de Camille y supo lo que debía hacer. 

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11/01/2021, 18:30
Mallory Grimes

- 210.000 dólares - Mallory volvió a colocarse sus gafas y sin alzar la voz, pero con una seguridad aplastante manifestó su oferta. Ni Emily van Weyden, ni el señor Santana, ni siquiera su mejor amiga Loxy tenían cabida en aquel momento en su cabeza. Todo su pensamiento estaba colmado por aquella chica de ojos negros como la noche que la observaba impasible desde el cuadro.

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11/01/2021, 19:29
Bertrand Dotter

- ¡Psssht! - Le chistó Bertrand a Mallorie. - El fuego no quemará a esa cosa. - Sonrió. - Es un trozo de madera muy traicionero. Ya lo verán ya... - Miró entonces a E.B. - Y usted cuide bien su espalda, amigo. Estoy convencido de que al muñeco usted no le va a gustar ni un pelo...

Bertrand las creía más inteligentes. Mallorie había aceptado si consejo de muy bien gusto, pero la otra tipa, Nora... Tenía un cuerpo de escándalo y Bertrand se dejaría hacer por ella lo que ella quisiera, pero de cabeza no iba tan bien. ¿A qué clase de persona se le ocurría comprar un muñeco diabólico? Bertrand no lo sabía, pero quería comprobarlo. Ahora sí que necesitaba conocer a la señorita Loxley. 

220.000 - Levantó la mano para pujar por el cuadro y luego miró con prepotencia a Mallorie. 

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11/01/2021, 19:35
Bertrand Dotter

Notas de juego

A ver si está noche posteo con Bert. La conversación con Louie no ha acabado!

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11/01/2021, 19:53
Director

Notas de juego

¡Recuerda que Bert empieza a sufrir un jamacuco al observar el cuadro! ¡Es muuuuuuuuy importante que lo plasmes en tu entrada! ¡TRASCENDENTAL!

Supondré que has pujado sin mirarlo siquiera. Solo por fastidiar a Mallory ;P

Lo cual es muy de Bertie, por cierto xDDDDDDDDD

Y por supuesto que sé que el toma y daca entre Bert y Louie no ha terminado... ¡JAJAJAJA!

Relee las notas que te he dejado en el último mensaje privado ;D

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11/01/2021, 20:34
Bertrand Dotter

Notas de juego

Si... Ha sido un post rápido, sin pensar mucho. Un post de pista ansia jajaja y como dices, para fastidiar a Mallorie!!! XD

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11/01/2021, 20:39
Director

Notas de juego

El ansia siempre es buena señal ;D

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12/01/2021, 00:27
Bertrand Dotter

Bert tenía los huevos por corbata. Sabía de lo que era capaz ese maldito trozo de madera y indestructible. Era imposible librarse de él. Podías lanzarlo al mar, enterrarlo bien profundo o encerrarlo en una caja fuerte con tres cadenas. Siempre volvía.

Le costó mucho librarse de ese malvado demonio. Tuvo que pactar con él y eso acabó por costarle caro a la pequeña Margot y su familia. Louie quería almas, almas cándidas y por eso Bert le regaló el muñeco a esa preciosa niña de tirabuzones dorados y ojos verdes. Con tan sólo seis años mató a toda su familia y acabó en un psiquiátrico. Margot tendría ahora unos treinta años, casi cuarenta. Una lastima de vida perdida. 

Cuando Santana le dijo de recuperar un objeto de la caja fuerte de un conocido psiquiatra, no relacionó los hechos. Louie regresó a Bert,  psiquiatra estuvo feliz al descubrir que se había librado de aquel engendro y Bert, tras el sobresalto inicial, se tranquilizó. Él no sería el dueño del muñeco. El muñeco era para Santana, él sería su dueño y todo el mundo sabe que un muñeco diabólico arremete principalmente contra su dueño y ahora su dueña, por desgracia era la mujer por la que Bert bebía los vientos en ese momento. Por suerte en momentos próximos, probablemente bebería los vientos por cualquier otra mujer que se le cruzase en el camino. 

Louie... - Alzó las cejas mirando fijamente a esos ojos de madera. - ...tu dueña es la señorita Loxley. Se bueno con ella. ¿Vale?

- No creas, Bert, que estás a salvo. - Abrió la boca de para en par. - ¡Jijijijjijiajiajuasjuas! - Rió como un depravado. - Tu presente, quieras o no, está ligado a Nora Loxley. ¡Te voy a tener cerca, canalla!

¡Mira tú, que miedo me das! - Meneó las manos simulando un temblor. 

Pero si, estaba aterrado. Había tenido muchos archienemigos en su vida. No podía contar las veces que alguien había intentado matarle ni con los dedos de las manos y los pues juntos, ni juntando los de Nora o Mallorie, pero nunca había pasado tanto miedo como con ese maldito muñeco de madera. Era listo, cruel, ingenioso y lo peor de todo, ¡INDESTRUCTIBLE!

¡Ya temblarás, ya! - Cerró la boca y le miró con ojos de asesino. - ¡Ya me lo contarás! ¡Jijijijjijiajiajuasjuas!

Y entonces llegó el plato fuerte des subasta, el cuadro. Bert y Louie dejaron sus diferencias a un lado, al menos por un rato y se centraron en las pujas. Bert hizo la primera sin haber visto tan siquiera el cuadro. Sólo por fastidiar a Mallorie.

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12/01/2021, 00:47
Bertrand Dotter

Notas de juego

Aún me quedan dos posts. Uno decreto e íntimo entre Bert y el cuadro y otro abierto, donde el Bertrand más física lo reaccionará por fin al ver el cuadro!

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12/01/2021, 10:14
Director

Notas de juego

A eso lo llamo yo IMPLICASIÓ XDDDDD

No te preocupes. Te espero ;)

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12/01/2021, 11:59
Bertrand Dotter

Y cuando vio el cuadro, tuvo que fijarse bien en éste. Ese rostro era el de... ¿Lachard? Bert se levantó de golpe haciendo chirriar la silla contra el suelo y haciendo que volcara hacia atrás cayendo sobre las piernas de uno de los postores. Bert miró a un lado y a otro y finalmente centró su mirada en Tyris. Pues ya no había duda de que aquella zorra de ojos verdes era la asesina interdimensional que cada cierto tiempo regresaba para matarle y que él mismo había matado infinidad de veces, aunque por desgracia, todavía no había logrado destruir.

- Lachard... - Resonó el nombre en su mente.

Aquella mujer le había hecho perder la cabeza. De no ser porque apareció en su vida sembrándola de caos y muerte, haría eones de tiempo y espacio que estaría muerto siendo un hombre respetable y no un demente viajero interdimensional. Sin embargo, no habría podido vivir todas las extrañas experiencias que había vivido en su vida o más bien en sus vidas. Porque vidas había vivido muchas y sus decisiones y acciones, habían influido bastante en la historia de aquel lugar llamado Tierra. 

¿Qué puñetas haces aquí, Lachard? - Se preguntó tembloroso. Ahora sudaba. Sudaba a mares. Y temblaba. - ¿Por qué has regresado de nuevo a trurbar mi mente y a hacer que me replantee  mi existencia? - Arrugó la nariz y frunció el ceño. - ¡Es imposible vivir tranquilo!

¿Qué se suponía que debía hacer? Su primer impulso fue salir de ahí. Tras el numerito, lo mejor era dejarse ver poco en la sala de pujas. Ya tenía el libro sobre los mundos oníricos, la última frontera que deseaba explorar. Quizás en el mundo de los sueños, resolviera algunas de las incógnitas que le atormentaban en el mundo material. Ir al baño, limpiarse la cara, regresar, coger el manuscrito y salir por patas de ahí.

Pero no... ¿Cómo iba Bert a tomar una buena decisión? ¡Si no sabía! No... Bert se quedó en la sala. Pujaría por aquel cuadro y luego ya averiguaría de que diantre iba todo eso. Si no lograba hacerse con el tan ansiado cuadro, lo robaría. No sería la primera vez que se colaba en algún sitio para robar, ni sería la última. 

¡Vamos a por ello Bretrie! - Se dio ánimos a si mismo. Pujaría hasta su último centavo de dollar. 

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12/01/2021, 12:22
Bertrand Dotter

De pronto Bertrand pareció sobresaltarse al mirar al cuadro. Se levantó de golpe haciendo chirriar la silla contra el suelo y haciendo que volcara hacia atrás cayendo sobre las piernas de uno de los postores. Bertrand miró a un lado y a otro y finalmente centró su mirada en Emily Van Weyden y se la quedó mirando un reto fijamente mientras gesticulaba de forma un tanto desagradable.

Bertrand se mostraba tembloroso y sudaba. Sudaba a mares. Y temblaba, temblaba bastante. Arrugó la nariz y frunció el ceño. Parecía pensativo, inmerso en su mente y en el cuadro que tenía delante. Lo estaba mirando con interés y casi parecía que hablara con éste. Sus labios se movían al menos, pero no emitía sonido alguno y tampoco podían leerse, si es que realmente estaba hablando con el cuadro.

Di... disculpen... - Dijo y se sentó de nuevo en su silla para seguir con la puja.

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12/01/2021, 12:28
Bertrand Dotter

Notas de juego

Creo que ahora si, ya está!  Me ha costado sacar tiempo! Bert requiere mucho ajajaja.

Como ya habrás notado, en los posts en los que mi personaje interactúa con el mundo, siempre me refiero a él como Bertrand. En los que interactúa con su mundo, es Bert.

Y algo que has hecho muy bien es que Louie le llame Bertie, los objetos y seres extraños con los que mantiene conversaciones suelen llamarle Bertrie, casi lo clavas de no ser por la r que falta jajaja.

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12/01/2021, 16:26
Director

Notas de juego

Tanto jugar juntos me está haciendo desarrollar telepatía... ¡EMPIEZO A PREOCUPARME! XDDDDDDDDDDDDDDDD