Partida Rol por web

A Edgtho nunca le había importado ser el que menos enemigos matara en las batallas y es que el estaba entrenado para ser un rastreador no un guerrero nato, y tenía un carácter más refinado que el resto de los de su clase.

Pero que no hubiese matado a ningún wendol, eso si que no iba a consentirlo aunque fuera algo diferente que sus hermanos, no quería decir que no disfrutara igual que ellos en combate, que demonios también era un Vikingo. Acaba con su reina y no te preocupes, seguro que disfrutaremos!

Desenfundó su espada con la mano derecha y con su izquierda se armó con el hacha de mano dispuesto a frenar a cualquiera que intentase detener a Buliwyf. Venid malditos, venid... esta vez no voy a quedarme atrás jajajaja! el eco de su aguda voz retumbaba por toda la cueva.

Hermanos no dejemos avanzar a esos bastardos... Tras decir esto se adelantó rápidamente,hundiendo su espada en el pecho del primer wendol.

Ahrrrrggg! Grita mientras saca el arma del cuerpo muerto. Las valquirias ya han decidido quien va a ganar esta batalla... Yo! Riendo como un loco, aguarda en posición de combate que otra bestia se acerque.

Edghto se abalanzó contra la horda de enemigos que intentaban acabar con ellos, asestó un golpe al aire con su espada y pivotó sobre su pié derecho para girarse y volver a golpear con sy hacha de mano como era costumbre en el. Pero algo falló calculó mal su arriesgada maniobra y cuatro wendols le rodearon.

Logró aguantar la primera avanzada de golpes que le asestaron los enemigos, pero un fortuito garrotazo le sorprendió e impactó en su pecho lanzándolo hacia atrás varios metros y dejándolo un tanto aturdido. Arggg Maldición, parece que los dioses hoy no están conmigo!. Se apresuró a levantarse y ponerse en posición defensiva.

 La temeraria acción anterior hace que Herguer deje su costado derecho al descubierto, algo que toma a su favor uno de los wendols para clavar una daga, que por su tamaño sería más bien una espada larga, que corta al vikingo, y profundiza dolorosamente en la carne de Herguer.

Malditas criaturas, maldita su estampa, yo os mato, ¡¡A TODOS!!

El humano agarra el filo de la espada, y lo extrae ligeramente por la herida, cogiendo la espada por el mango para devolverle al wendol su ofensa, en cuanto encontrara un hueco donde clavar.

Es un viaje únicamente de ida...

Pensaba Ibn mientras se colocaba en una posición defensiva. Ahora primaba el que no pasaran de ahí, no el matar como loco, aunque sabía que sus hermanos no podían contenerse lo suficiente como para no divertirse haciendo esto.

Las bestias cargaron hacia la entrada y como un animal salvaje consiguieron herir a Edgtho y Herger. El árabe sabía que sus hermanos resistirían el golpe, pero no podía permitir que ningún wendol entrara en las estancias de la madre.

Cuando una de las bestias levantó su maza para aplastar el cráneo del guerrero, este giró sobre sí mismo, colocando su espalda con la del enemigo, en un rápido movimiento, su cimitarra bajó y laceró el cuerpo de la bestia, a la vez que Ibn aprovechaba el impulso para terminar su vuelta y colocarse de nuevo en posición.

Tras haber herido a dos de sus compañeros la cosa no pintaba tan bien... Pero tenia claro que el objetivo no era salir vivo,solo tenia que llevarse unos cuantos con él.

Agarranado su arma con las dos manos cargó contra uno de los wendols que había rodeado a Edgtho. El wendol cayó al suelo y Halga aprovecho para rematarle sesgando su cuello.Tenemos que aguantar un poco mas.

 Herguer, con el espíritu de sus ancestros y el poder de sus antepasados a sus espaldas, consigue extraer la espada de su costado, y apartarla a un lado, dejando espacio libre a su puño para golpear en el gaznate del wendol. El golpe hace que el wendol se quede sin respiración, preparado para un segundo golpe en la entrepierna, con la bota derecha del vikingo. el wendol se encoje hacia delante con dolor, para llevarse un rodillazo con la rodilla izquierda en plena testa. 

La combinación de golpes propinados por el humano deja al wendol inconsciente, hundiéndose en el agua, sin poder respirar, en poco tiempo habrá muerto. 

Herguer se agacha a sacar su hacha del cuerpo de un wendol muerto, pasa su mano enguantada por el filo manchado de sangre para limpiarla, y se prepara para el siguiente ataque.

Con una oración a su dios en los labios, Ibn se coloca en la línea con sus hermanos, dos wendol le atacan y las espadas chocan tres, cuatro, y cinco veces, antes de que el guerrero arabe rebane el pie de uno de los dos, y mientras el otro se entretiene con Herguer, que le propina una cantidad inusitada de golpes, el wendol que chilla en el suelo es atravesado por una cimitarra a la altura del pecho.

Edgtho seguía inmóvil aferrado a sus armas, movía la cabeza de lado a lado buscando al Wendol que le había golpeado. Cerca estaba Halga atacando a un grupo de ellos, rápido comprendió que era allí donde debía estar ese ser del demonio.

Con la mirada perdida avanzó como una fiera salvaje por la espalda de Halga aprovechando su corpulencia para ocultarse y pillar por sorpresa a sus enemigos. La estrategia funcionó como el Vikingo había pensado, saltó y se abalanzó contra uno de los Wendols ensartando su espada en el pecho de la bestia y degollándolo después con su hacha, para acabar mirando a su hermano de armas y con una faz llena de rabia contestarle.

Pero que dices, si es ahora cuando empieza la diversión!!

El enorme vikingo agradeció a su manera la ayuda de su compañero, pues les habian vuelto a rodear.

Si te crees que me los vas a quitar,estás muy equivocado. Sin perder más tiempo, agarró a uno de los wendols por el cuello,hasta levantar sus pies del suelo y le propino un cabezazo.
Entonces cuando iba a clavarle la espada en sus tripas,dos wendols le flanquearon para asestarle varias estocadas mortales en el costado...

El dolor recorrió rápidamente su cuerpo, sus ojos se abrieron de par en par y comenzo a respirar con dificultad. Poco a poco sus fuerzas fueron disminuyendo,solto el cuello del wendol y cayó al suelo junto a su espada.

Os veré... en el valhalla...

El pequeño hermano vió como dos wendols acuchillaban a su compañero Halga, mientras este intentaba aplastar a una de esas bestias.

Un nudo se formó en la garganta de Ibn y con un grito ahogado se arrojó sobre ambos, intentando ayudar a su hermano. Empujó a uno y rebanó la cabeza de otro con todas las fuerzas que la rabia le otorgaba, sabía que no habría vuelta, pero era muy duro ver caer a uno de los suyos.

Edgtho seguía manteniendo a raya a los Wendols que intentaban ir a socorrer a su reina. El Vikingo luchaba espalda con espalda con su hermano de armas Halga, evitando así ataques por sorpresa por la retaguardia.

Parecía una estrategia perfecta y lo hubiese sido si no fuera porque los enemigos eran mucho más numerosos y solo era cuestión de tiempo que uno de esos demonios lograran abatir a uno de los dos, y así fue.

Cita:

Edgtho cerró los ojos al escuchar lo que seguramente serían las ultimas palabras de su compañero. Lentamente y sin importarle lo que le pasara se giró para quedarse cara a cara con Halga el cual permanecía inmóvil en el suelo ensartado por varias lanzas. Noooooooooooooooooooooo!!

Su potente voz volvió a resonar por toda la cueva y por un segundo parecía como su los enemigos se hubieran detenido. En ese momento el pequeño hermano salió de la nada para arremeter contra los Wendols que habían matado a su compañero. Sin dudarlo se lanzó contra la multitud y con toda su rabia le rebanó el cuello al primer enemigo que vio sin arma. POR HALGA, QUE NOS ESPERA EN EL VALHALLA!!!

 Al ver a Halga caer, el hacha de Herguer siente el impulso de seguir matando wendols hasta que no queden más, y luego seguir matando. El filo del hacha, recién limpiado de sangre descendió velozmente hasta la pierna de una de esas criaturas que habían causado la muerte de dos de sus aliados ya. La arteria femoral, recién segada  esparció la sangre en un arco bastante amplio, regando de sangre el agua y a sus compañeros. Un golpe lateral a la altura del cuello acabó definitivamente con el wendol, ya maltrecho.

Hasta ahora Halga,  dentro de un rato nos vemos allí, guárdanos un sitio en el Valhalla.- dice al cuerpo ya sin vida de su compañero, mientras la cabeza se otro wendol rodaba por el suelo de la caverna.

Las cabezas Wendol rodaban sobre el suelo para caer al agua más tarde, y otra arremetida de bestias venía a socorrer a su anciana madre.

Los salvajes corrían y saltaban para cargar, el árabe esquivó la espada de uno y paro 2 estocadas más, en el fragor del combate, vió como uno de los Wendol se disponía a clavar su acero en la espalda de uno de sus compañeros, Ibn no pudo permitirlo y desvió la hoja con su espada, pero el wendol con el que combatía aprovechó la situación y lanzó un tajo contra su espalda.

Un dolor lacerante recorrió la espalda y el cuello de Ibn, en frío se mezcló con el calor. El sudor y la sangre se revolvían por toda la estancia y ahora también corría la sangre del árabe, no podría aguantar mucho más.

 Con toda la fuerza de su brazo derecho, Herguer lanzó su hacha hacia la posición de Ibn, dirigida hacia el wendol que le acababa de atravesar, impidiendo que ese mismo monstruo pudiera herir a otro de sus amigos, por muy lejos que estuviera su hogar. El hacha voló en el aire hasta quedar incrustada en la testa de otro de esos asesinos de buenas gentes. 

De las manos rígidas de uno de los Wendols extrajo una espada para seguir combatiendo, los que conocían al vikingo sabían que no le gustaba matar a muchos enemigos con el mismo arma, pues se corre el riesgo de caer en la rutina.

No te nos mueras tu ahora Ibn, ¡aún te quedan muchos monstruos que matar!

Edgtho seguía aguantando la envestida de los Wendos y es que lo más importante ahora mismo era darle el mayor tiempo posible a Buliwyf para acabar con la madre de aquellas bestias.

Tenemos que seguir aguantando, ahora no podemos decaer. Y ya de paso tenemos la oportunidad de vengar la muerte de todos nuestros hermanos caídos en combate. Así que retrocedáis pase lo que pase. Las palabras del guerrero eran más por la ira que sentía en su interior que por raciocinio, ya que estaba claro que no tenían ninguna oportunidad contra los cientos de Wendols que le asaltaban.

Aún así seguía con fuerzas para blandir sus armas y contraatacar cuando se acercaban demasiado. Un par de aquellas bestias intentaron rebasarlo mientras era atacado por un tercer Wendol pero Edgtho esquivó el golpe saltando hacia atrás y estiró sus brazos atacando a los dos enemigos que se acercaban al unisono. Uno de ellos cayó de bruces al suelo mientras el otro solo se llevó un pequeño corte pero lo suficiente como para hacerle retroceder.

No pasaréis de aquí. Sonríe. No mientras yo esté vivo!.

Una vez eliminado el último guerrero, te posicionas enfrente de la Madre Wendol. Te sorprende su juventud y aunque te mira desafiante, no te dejas intimidar por la serpiente enroscada a su cuello.

La chica se levanta y moja una garra afilada en un líquido tan negro como la oscuridad. Te grita enseñándote los dientes mientras prepara su ataque.

 Buliwyf no se lo piensa y se abalanza contra la madre Wendol. No quiere perder más tiempo en el combate, puesto que tarde o temprano el enemigo les superaría el número.  A pesar de su movimiento la zorra Wendol se mueve con soltura y esquiva sus dos primeros golpes... es más, contraataca con furia, algo que no se esperaba el bárbaro.

La madre Wendol golpea una y otra vez con su "garra", logrando finalmente darle un ligero corte en la cara... pero ese fue su error. Su golpe le había dejado las defensas abiertas, algo que un guerrero experimentado como Buliwyf sabía aprovechar. Un movimiento certero y su espada atravesó el pecho de la wendol... muriendo esta en el acto.

Acabada la misión, el jefe de los bárbaros sale de la caverna, sin saber que él ya se encontraba muerto por el veneno.