Partida Rol por web

El hambre de la guardia goblin, segunda parte.

Introducción

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03/11/2021, 10:59
Narrador

El condado de Morris

Bienvenidos al condado de Morris, antaño próspero y rico, pero hoy en día un poco venido a menos. Y os preguntaréis porque, y la razón es muy sencilla, por la buena vida que se está pegando el joven conde Morris, en los 4 años que lleva en el cargo. Su padre era un hombre muy competente y preocupado por el bienestar de su pueblo, siempre estaba atento a cualquier cosa que perjudicase a sus gentes, y fueron muchos los combates que libro, no solo por mantener, sino también por ampliar sus tierras. Aunque también era un juerguista que sabía premiar no solo a sus señores, sino también a sus hombres. Murió repentinamente, muchos dicen que, como consecuencia de una extraña dolencia, otros que de los disgustos que le daba su heredero.

Sea como fuere, el joven conde Morris heredo el cargo y todos sus señores le juraron ser fieles. Pero con el cargo no heredo el cerebro y buen hacer de su difunto padre, más si su afición por las mujeres, la buena comida y bebida, y unas ganas insaciables de fiestas interminables. Los dos primeros años el condado se mantuvo por inercia, pero luego comenzaron los problemas y la zozobra en la que se encuentra en la actualidad. Sin guerras que le afecten, ni poderosos enemigos, la dejadez y la ambición de algunos señores, están provocando hambrunas y la ruina por muchos de los rincones de este amplio condado.

El condado forma parte del Gran Ducado, bajo la batuta del poderoso y temido, Gran Duque Anatol, o el Gran Hijoputa, o el Hijo de la Gran Puta, diversidad de nombres cariñosos con los que casi todo el mundo nombra al querido Anatol, por supuesto cuando piensan que no hay problema en quienes lo van a escuchar. Pero esta, es una de las principales causas de mortalidad prematura en el Gran Ducado. Una vez al año, a finales del verano, tras la recogida de las cosechas, todos los Condes del Ducado tienen que acudir al palacio de Anatol, a rendir cuentas y pagar los impuestos. Hace dos años la mala gestión de Morris, le supuso una reprimenda del Gran Hijoputa, pero al continuar menguando los impuestos, el pasado año fue bochornoso, Anatol separo a Morris del resto de la nobleza, y le hizo comer apartado del resto. Tras acercarse con cara de pocos amigos y decirle en tono seco y frio: “Has heredado unas tierras ricas y prósperas, pero al parecer no sabes cómo gobernarlas. No toleraré más esta total incompetencia que estas mostrando. Tienes un año para demostrarme que puedes hacerte cargo del condado y dejar de hundirlo. O buscaré a otro para que ocupe tu lugar”.

Ni que decir tiene que el pobre conde casi se cagó encima, y estuvo varios días que ni dormía, ni vivía. El Gran Hijoputa le quería picar el billete, si de eso se trataba, le dejarían colgando como una ristra de chorizos delante del palacio ducal, para escarmiento público. Pero luego pensó que tenía mucho tiempo y ya se ocuparía el del condado, pero primero, tras regresar del duro viaje, se tomaría unos días para descansar y correrse alguna juerga.

Si amigos si, ha pasado casi un año, y las cosas tan solo han empeorado. La cabeza del conde está en serio peligro, y el conde está poniéndose algo nervioso.

Una buena parte de los ingresos del reino aún no han llegado, y ya son varias las caravanas que han desaparecido y no tiene pinta de que vayan a lograr reunir una suma suficiente, como para evitar que un nuevo conde, se ocupe al final del verano de estas tierras.

Y vosotros os preguntaréis, y esto que cojones me importa. Pues bastante mis queridos reclutas, porque de todos es sabido que cuando caen los poderosos, estos cabrones suelen llevarse a otros por delante. Y son muchas las cabezas que van a ser cortadas como el Conde Morris, no encuentre donde ostias están las caravanas con su pasta.

Notas de juego

Se trata de la introducción a la primera parte, que sirve también para esta. Así queda claro lo que estáis buscando y lo que esta en juego.

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03/11/2021, 19:20
Narrador

Durante la primera parte de la aventura, seis valientes componentes de la guardia de la ciudad de Fuenterrubiales, fueron seleccionados por el amable sargento Berracus para buscar las dos carretas con los impuestos. Y hasta les dejo un burro con provisiones y les deseo suerte en la misión. Comenzaron siguiendo el recorrido de la caravana, ya que además de las dos carretas con los impuestos iban otras dos carretas con suministros, cada una con dos conductores armados y un comandante de la guardia de Fuenterrubiales, Cardeno Carolis con 6 soldados. Las carretas irían de posta en posta, hasta la capital, pero en alguna le habría ocurrido algo, ya que nunca llegó. Las postas están formadas por varios edificios que incluyen un edificio principal con comedor y dormitorios, un almacén y unos establos, todos están protegidos por soldados. Así llegaron hasta el pueblo de Valdecillo de cuya posta salió, pero que no llegó hasta la siguiente. 

Esa noche se dio una alarma, los ladrones que estaban asolando la región y poniendo en serio riesgo de desaparecer el pueblo, estaban atacando una de las granjas de las afueras. Los aventureros siguieron y mataron a varios ladrones, llegando hasta su campamento, justo cuando estaban siendo atacados por los goblins. Estos se llevaron una buena parte del oro, así como numerosos prisioneros. Sabéis que en una montaña cercana al campamento de los ladrones se encuentra la guarida de los goblins, donde estarán el resto de los impuestos y los prisioneros. Al llegar tras el ataque de los goblins, los guardias lograron la mitad del oro que había escondido el jefe de la banda de ladrones, aunque para ello tuvieron que permitir escapar a los pocos ladrones supervivientes.

Habéis regresado hasta la posta de Valdecillo con una carreta en la que están alrededor de la mitad de los impuestos. Tras informar a Tomasu el comandante al frente de la posta, descansar, curar vuestras heridas y asearos un poco. Cenáis en el salón común comentando vuestras peripecias para lograr encontrar la mitad de los impuestos. Un correo ha sido enviado a Fuenterrubiales para informar a Ernesto (señor de la ciudad y de estas tierras) de lo acontecido. Es muy probable que envíen refuerzos para proteger los impuestos, y llevárselos al conde Morris. 

Y aquí comienza la aventura, estáis cenando en el salón del edificio principal de la posta de Valdecillo, junto al comandante de la posta Tomasu. Ya tenéis habitaciones preparadas para que podáis descansar tras cenar y la posterior charla.

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07/11/2021, 17:32
Narrador

Ha sido un día muy largo y ya lleváis un par de días en los que tan solo habéis podido dormir unas pocas horas. Tras asearos y cuidar un poco de vuestras heridas, habéis bajado al comedor de la posta. Y en esta ocasión tras una abundante cena habéis podido beber más de lo habitual en estos lugares. Abundante cerveza e hidromiel, y también alguna botella de buen vino ha circulado por las mesas. Excepto los que están de guardia el resto de la guarnición se encuentran en el salón, y vosotros estáis sentados en la mesa principal con Tomasu, el comandante de esta posta.

!8 de Julio cerca de la media noche. 

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07/11/2021, 17:38
Tomasu

Tomasu esta celebrando la situación por todo lo alto, últimamente no abundan las buenas noticias y las vuestras han sido doblemente buenas. Por un lado habéis matado a varios ladrones de la banda que estaba asolando la región, y habéis visto como eran diezmados por los goblins. Terminando al menos de momento con la amenaza de Kukol y sus ladrones. Y por otro habéis localizado los impuestos que fueron robados, y recuperado la mitad. Aunque la otra mitad y numerosos prisioneros están en poder de los goblins.

-Como ya hos he dicho esta tarde, tras vuestra llegada envié un correo a Fuenterrubiales. Mañana habrán enviado refuerzos para llevar los impuestos hasta el Conde. Ya que a finales de este mes el conde tendrá que partir a ver el Duque. Así que aunque os encontréis cansados, no vais a poder demorar mucho vuestra partida, es necesario recuperar el resto de los impuestos.-El oficial a penas había bebido nada, tan solo un par de vasos de vino, y aprovechó para echar un trago antes de continuar.-El comandante Cardeno Carolis y algunos de sus hombres, así como algunos vecinos de Valdecillo están en poder de esos malditos goblins. Aunque vuestra misión es recuperar los impuestos, si podéis hacer algo por los prisioneros seguro que el señor Ernesto os sabría recompensar de forma adecuada.-Por el tono de sus palabras os queda claro que aprecia al comandante cautivo, y que además se siente culpable de no haber podido defender adecuadamente a los habitantes de Valdecillo. Pero con pocos soldados, no podía dejar desprotegida la posta, y poco o nada podía haber hecho.

-¿Habéis pensado en como os enfrentaréis a los goblins? ¿Tenéis idea de cuantos pueden ser y donde se encuentran?. No quiero molestaros demasiado, estáis cansados y aun os queda una dura tarea por realizar. ¿Tenéis algún plan? Del que podáis contarme algo.-

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07/11/2021, 19:29
Finn Lenguadeplata

Parecía evidente para Finn Lenguadeplata que aquella situación tenía que resolverse con sumo cuidado, no solo para evitar que la cabeza cortada del conde terminara por cortársela a él o a la de su mentor, sino por miedo a las represalias que podían tener los del pueblo aquel en caso de no conseguir traer con vida al resto de los secuestrados por goblins.

-Nuestra principal prioridad será recuperar lo que ha sido sustraído, -añadió Finn a la conversación- esto es, tanto el otro carromato como las personas que han sido secuestradas.  Por lo que esperamos que todo salga relativamente bien si todos trabajan conjuntamente como deberían, no tendría porque haber ningún problema.

Eran palabras melosas, quizás demasiado optimistas para la situación en la que estaban, pero si alguien se lamenta antes de tiempo se lamenta una vez de más. Con esta semilla optimista plantada, Finn prosiguió con su charla.

-Entre las ideas que llevábamos en mente era traer con nosotros armas de sobra para poder armar a los rehenes y que estos pudieran defenderse ellos mismos. Si no me equivoco hay algún versado con la espada entre los atrapados. ¿Cierto?. Siempre es más seguro que cada uno tenga un arma con la que poder defenderse y ayudar que estar relegados a que nosotros les defendamos en todo momento, y sinceramente, un luchador más nunca nos vendría mal. No sabemos cuántos goblins hay... -Con esto dicho, de forma más directa, habló con Tomasu- ¿Hay armas que podamos tomar prestadas?.

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07/11/2021, 20:58
Alaia Garagardo

Alaia señaló a Tomasu con la jarra de cerveza antes de darle un gran trago.

Aquella mujer bebía como 5 hombres… como 5 hombres bebedores, o 2.5 enanos, si mas o menos al canje.

 -Como dice nuestro querido compañero, recuperar el dinero es nuestra prioridad, pero no podemos  hacer la vista gorda si hay gente inocente secuestrada, debemos de rescatarlos a toda costa. Aunque… - Golpeo la jarra contra la mesa, haciendo que algo de cerveza salpicase sobre esta- …acabar con esas sucias criaturas debería ser nuestro objetivo principal, tanto para evitar futuros sucesos como para hacer caer el peso de la justicia sobre aquellos que se han atrevido a robarle y a secuestrar a buena gente.

Miro a sus compañeros.

-Supongo que son buena gente.

Dijo susurrando mientras se encogía de hombros.

-Ademas, acabando con ellos salvaríamos a los aldeanos y recuperaríamos el dinero de forma intrin… intrinsequa… intrínseca.

Comenzaba a trabársele un poco la lengua.

-Sea como fuere, creo que si podemos llevarnos armas de más para armar a aquellos que sean hábiles, nos facilitaría la tarea, siempre teniendo cuidado de que no caigan heridos… al menos mortalmente.

La clérigo se puso la mano en la barbilla en gesto pensativo, y dio otro largo trago a la jarra, apurándola.

-Servidme un poco más por favor, aún sigo seca.

Dijo con amabilidad a una de las sirvientas.

-También deberíamos de preparar el terreno, para en caso de que intenten escapar queden atrapados por algunas trampas, además nos facilitaría una fuga en caso de que las cosas se torciesen y no pudiésemos acabar con todas las criaturas del lugar.

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07/11/2021, 22:18
Buri Pielderoca

Buuuuurrp!!!! Eructó Buri de manera sonora tras dar un largo trago a su cerveza, tan largo que se la acabó entera. Miró a Alaia y soltó un:

-Humana, no veas como me cuesta seguirte el ritmo- dijo mientras golpeaba con rabia la jarra en la mesa - Camarera!!! Ya que te pones, rellena ésta también, y deja por aquí cerca el odre.

​​​​​​​Tras este lapsus, Buri dirigió la mirada a Tomasu,y sin más, soltó toda la rabia que llevaba contenida dentro:

-Comandante... mi preferencia en la vida ya sabes que es matar pielesverdes, y si voy a perder cabeza goblin, por tener que estar pendiente de unos rehenes, créeme que vas listo.- Gruñó masticando las palabras, mientras seguía bebiendo - Eso sí, eso de hacer trampas en los alrededores me gusta... no pienso salir por patas, si no, lo que pienso es matar a todos los que pueda- en estos instantes se le estaban empezando a hinchar las venas de los brazos... estaba empezando a entrar en una primera fase de furia involuntaria - y hacer huir a otros para capturarlos después!!! Y a los que coja con vida- se subió encima de la mesa, tirando su propio vaso y otros utensilios que estaban encima de esta - los voy a agarrar de esas orejas picudas que tienen y sin más miramiento voy a cortarles la cabeza poco a poco para que sufran... como hicieron sufrir a mi familia!!!!

En éste momento agarró el odre semilleno y comenzó a beber de él poco a poco, cada vez más rápido hasta que acabó con él vertical y tirándose toda la cerveza por encima. Acto seguido, sacó una de las dagas que llevaba escondidas en tan escasas vestimentas que llevaba, que seguramente alguno se preguntase de donde habría sacado dicho arma.

Ahora sí, con los ojos inyectados en sangre y comenzando a hiperventilar... de repente... entró en el estado de furia.

-AAAAARRRRGGGGHHH!!!!!!!!!!​​​​​​​

Daga en mano empuñada como un puñal, se tiró en plancha sobre la mesa clavando la daga hasta su guarda en la gruesa mesa de madera. 

-Esto es lo que le voy ha hacer al que intente huir...- Acto seguido, y mucho más calmado, bajó de la mesa no sin antes recuperar su daga y se dispuso a pedir otra cerveza - Camareraaa!! Aquí vuelan las cervezas!! Igual una barrica nos vendría mejor.- Y mirando a Alaia dijo - Vamos Alaia... te me estás quedando atrás.... ¿Así es como pretendes estar fresca para mañana?

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08/11/2021, 09:19
Dalfrid Cabellosdorados

Escuchaba a mis compañeros, bebiendo un vaso de hidromiel. Esa noche no tenía ganas de tocar el laúd, pues estaba cansada y aún tenía en la mente todos los sucesos por los que habíamos pasado (y aún debíamos pasar) penurias y peligros...

Contra esos goblins, Alaia, preparar el terreno no será cosa fácil... -le respondí-. Debemos llevar la carreta con el burro para traer de vuelta el resto del oro, sin contar que se estropeen sus ruedas de nuevo, y ello nos procurará una lentitud que no nos viene bien; por no decir que esas criaturas se internan en la tierra, hasta lo más profundo, por cualquier resquicio...

Después miré a Tomasu, que allí nos acompañaba.

Señor Tomasu, ¿que nos puede contar de Cardeno Carolis y sus hombres cuando estuvieron aquí? -le pregunté-.

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08/11/2021, 09:34
Brent del Olmo

Brent exhaló un largo suspiro tras apurar su única jarra de cerveza de la noche. Se supone que esta es mi última misión antes de la jubilación. ¿No podría haber sido algo más sencillo? Puto niñato...

Niega con la cabeza para apartar esos pensamientos y sonríe al observar a sus compañeros trasegar las cervezas. ¡Qué buenos tiempos cuando podía beber como un bellaco y al día siguiente estar preparado para una buena aventura!

Efectivamente, Dalfrid, no podemos trampear el camino ya que deberíamos intentar volver bastante cargados... Tras reflexionar unos segundos, se dirige a Tomasu. No sabemos nada de nuestro enemigo. Nuestra mejor opción es recopilar toda la información que podamos antes de lanzarnos a ciegas. Preguntaremos, si por el camino encontramos a alguien que conozca algo de ellos. Si no, no queda otra que explorar el campamento sigilosamente para saber a qué nos enfrentamos. En cuanto al rescate de los demás, a pesar de no ser nuestra misión, va por descontado. 

​​​​

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08/11/2021, 19:27
Alaia Garagardo

La joven Alaia, por lo general era una chica de carácter alegre, y divertida, pero también muy correcta, puedes beber, puedes beber hasta emborracharte, pero eso no implica que también puedas, ensuciar y romper cosas porque estuvieses de fiesta o celebración, golpeo de nuevo la jarra con la mesa, y borro su sonrisa natural del rostro, los que la conocían más, sabían porque era, sobre todo los que conocían algo del pasado de la muchacha.

Se acercó al enano con los brazos en jarra y lo cogió de la oreja, cualquiera pensaría que coger a un enano Berseker de la oreja era lo más parecido a querer terminar pronto con su vida, pero a Alaia esas cosas no le importaban, tenía un fuerte voto y al igual que un paladín no se echa atrás si ve un pueblo en llamas y gente sufriendo en su interior, (o eso se supone de uno), la joven Alaia no lo iba a hacer porque su objetivo pudiera partirle el cuello como si fuese una ramita.

-Buri Pielderoca, que te tengo dicho de comportarte así con la bebida, eso es toda una falta de respeto, a nuestro anfitrión, sus sirvientes y a aquellos que se han esforzado día y noche por producir tan preciado elixir.

La chica, evidentemente enojada parecía haber perdido todo síntoma de embriaguez ante el comportamiento de su compañero.

-Sera mejor que te comportes y te disculpes, la mesa no puedo hacer que la repares, bien sé que si lo hiciera la dejarías mucho peor, pero más te vale limpiar el charco que has derramado sobre la mesa, las sirvientas de nuestro anfitrión no tienen por qué partirse el lomo por que a ti te apetezca hacer el bruto y hacer una demostración de testosterona a los cuatro vientos, entiendo que estés contento por que vayamos a matar unos pieles verdes, pero por favor, eso lo puedes demostrar, bailando, cantando, riendo y bebiendo, destruir y dar más trabajo a las sirvientas está de más.

Tras el sonado rapapolvo se acercó a las sirvientas y comenzó a hablarles con su habitual dulce voz.

-Lamento el comportamiento de mi compañero, por favor, traed unos trapos para que pueda limpiar el estropicio que ha armado.

Cerró el puño, como si contuviese su ira en él.

-Le haría limpiarlo con la barba, pero creo que sería peor.

Dijo entre dientes furiosa mientras lo miraba.

La joven cogió otro odre y sirvió dos jarras más de cerveza con gran habilidad, se puso una para ella y la otra la dejo a su lado.

-Cuando limpies ese desastre podrás seguir bebiendo, y será mejor que te des prisa, porque si no te ganare, y no creo que quieras perder bebiendo contra una humana flacucha como yo.

Dijo recuperando su habitual buen humor.

Alaia era experta en dar una de cal y una de arena, sabía que su compañero no hacia aquello con mala intención, solo era demasiado efusivo, pero si no cortaba aquel comportamiento se podría convertir en un “héroe”, pero en uno como el que destruyo su hogar y su comercio, y entonces tendrían un gran problema.

-Si lo de trampear no os parece bien por mi sin problemas, solo era una idea por si las cosas salían mal o alguno intentaba escapar, pero bueno, podemos simplemente acabar con todos antes de que escapen.

Dijo encogiéndose de hombros mientras volvía a recuperar su actitud habitual.

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09/11/2021, 12:13
Karel Drûm III

Volví de tomarme unas cuantas cervezas de la taberna, solo, ya que los demás habían partido hacia Fuenterrubiales o se habían quedado en la posta con los soldados que allí había vigilando el oro del conde. Cuál fue mi sorpresa al abrir la puerta, que me encontré a Finn y a Brent, junto a Dalfrid, mirando cómo un enano matador y una clériga se bebían toda la bebida del local. ¡Pero si aquí no me dejaban beber ni una pinta! Entré y guardé silencio, escuchando las conversaciones. Tomasu preguntaba por nuestros planes y los demás daban ideas al respecto. ¿De verdad ya teníamos un plan? Lo que me sorprendió fue encontrar al loco de Buri aquí, hacía tiempo que no lo veía. Lógicamente, entre enanos nos conocíamos todos, ya que no éramos tantos en la guardia de la ciudad. Me acerqué a los compañeros y al ver que servían cerveza, decidí seguir tomándola aquí, junto a los otros. La paladina del bien me sorprendió, dado que era muy opuesta a la valiente Eneris. Ésta bebía como un enano, mientras que la otra no probaba ni una gota de alcohol. La verdad, prefería ésta, que podía brindar conmigo.

-"Yo opino que debemos de ir ligeros, ya que el tiempo apremia. No queda mucho tiempo para el conde... ni para nosotros. Además, si es verdad lo que nos contó ese bandido, las hordas goblins están a punto de salir de sus oscuros agujeros y arrasar toda la zona. Tenemos que llegar cuanto antes y rescatar el oro, lo primero, para seguidamente liberar a los prisioneros... si siguen vivos. Si hay algún valiente entre los vecinos de la aldea, pueden ir detrás nuestra, más retrasados, con alguna carreta y algún arma, como bien comenta Finn." Dije apareciendo entre todos.

Me acerqué a Buri y le palmeé la espalda.

-"Hola viejo amigo, veo que tu cresta sigue tiesa como siempre, y esa barriga tuya ya alcanza proporciones inmensas. ¿Te has comido a la mula o qué? Jajajajaja." Reí.

Cogí una jarra y me acerqué a la barra para que me pusieran una cerveza.

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09/11/2021, 17:16
Narrador

Tomasu veía que algunos estaban bebiendo más de la cuenta y que actuaban de forma impropia para un soldado. Estaba claro que las normas de no proporcionar bebidas a los soldados, no eran por fastidiar a estos, sino para evitar males mayores. Pero había que celebrar que hubiesen encontrado al menos la mitad de los impuestos, estaban muy faltos de alegrías y la moral de los hombres no estaba en su mejor momento. Pero ya había sido suficiente, se levanto y puso fin a la reunión.

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09/11/2021, 17:20
Tomasu

El comandante se levanta y pide silencio con un gesto, en un momento un profundo silencio se apodera del salón. Nadie esta tan loco como para no hacer caso al que esta al mando, ni aun estando borracho, y hay más de un caso.-Mañana llegarán refuerzos desde Fuenterrubiales. Vuestra compañera Eneris Expósito recibió un correo en el que se requería su presencia en la ciudad, y Panomenix prefirió acompañarla, antes que volver a las montañas, dijo que eso se lo dejaba a los más jóvenes, el ya no está para esos trotes. Así que he pensado que dos de mis guardias, Alaia y Buri vayan con vosotros en busca de los impuestos robados. No hay tiempo que perder, y es mucho lo que está en juego. Me gustaría poder ofreceros más ayuda, pero me es imposible. Hace algún tiempo que se escuchan rumores de esos diablos verdes, pero no tengo información de cuantos puedan ser ni de su guarida, así que en eso tampoco os puedo ser de ayuda. Para mañana tendréis listo a vuestro burro, con unas espadas, arcos y flechas, además de algo de agua y unas raciones de viaje. Y ahora nos vamos a descansar, los que no tenemos guardia, que mañana comenzaremos temprano.-

Tras lo cual todos, menos la guardia nocturna se van a dormir, incluidos vosotros. 

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09/11/2021, 17:35
Narrador

La mañana llega pronto, demasiado para más de uno y una, que han bebido en exceso la noche anterior. Y antes de que amanezca os ponéis en camino. Salís de la posta, pasáis por el pueblo, que tiene pinta de abandonado, y sabéis que no es tan solo cosa de la temprana hora, y a través de los campos os dirigís hacia el bosque y las colinas. Tras ellas se ve la cadena montañosa, allí en algún lugar están los malditos goblins.

En el camino el barro, que ya comienza a endurecerse, permite ver con claridad los profundos surcos que las ruedas de la carreta con los impuestos dejaron en el suelo el día anterior. Estas huellas harían muy fácil encontrar el campamento de los ladrones, y una vez en el podríais orientaros hacía la montaña a la que fueron los goblins.

19 de julio, sobre las 7 de la mañana.

La mañana es soleada y no hay rastro de nubes en el cielo, tras los pasados días de lluvia parece que os espera un caluroso día de verano.

Vuestro turno.

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09/11/2021, 17:57
Karel Drûm III

Me levanté con algo de resaca, como de de ser. Me preparé el equipo y me vestí. Al bajar al comedor me apreté un kilo de beicon frito y un par de cervezas para llenar el buche. Era el primero, cosa rara, pero la sola idea de partir hacia las montañas para cortar cabezas de goblin, era un aliciente muy poderoso. Después de desayunar todos, nos pusimos en marcha. Seguimos el camino del día anterior y llegaríamos hasta el campamento de los bandidos en unas pocas horas. El día era bueno, sin nubes que nos descargaran una intensa lluvia, así que fuimos más o menos deprisa.

-"Bien compañeros, yo digo de volver al campamento de los bandidos y desde allí seguir los rastros de los goblins hasta su guarida. Una vez allí habrá que ser sigiloso e idear un plan. Hay que encontrar el oro y ver si los rehenes están con vida." Dije a los demás.

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09/11/2021, 21:34
Alaia Garagardo

Alaia se levantó con la cabeza algo resacosa, algo habitual tras cada celebración, pero aquello no era más que la respuesta de la diosa, un recordatorio para que no olvidase quien era y en quien no debía convertirse.

Tras asearse un poco se puso sus viejas ropas, estaban algo ajadas, pero aun servían, ella no era una bonita dama que tuviese que lucir sus encantos, ella no era más que una tabernera a la que le habían entregado una misión sagrada, así que su dinero estaba destinado a cosas mejores que comprarse un bonito vestido.

Desayuno ligero, sinceramente, el estómago no le daba para mucho más, esta vez la diosa le quería enviar un anuncio bien gordo, tal vez por permitir que Buri se desmadrase hasta aquel punto.

El sol de la mañana le deslumbro al salir al exterior, golpeándole como un puñetazo, pero ella simplemente lo aguanto y sonrió, maravillándose por aquel regalo que era un nuevo día y aquel bonito paisaje trasformado después de las lluvias.

-Me parece una buena idea Karel.

Dijo con una radiante sonrisa, que para nada reflejaba las ganas que tenia de que hubiese un eclipse total.

-Ya has oído Burí, hay que ser sigilosos, nada de repetir el fiasco de un par de meses, donde entraste cargando en aquella cueva, salió bien al final, pero me pase varios días teniendo que curar tus malditas heridas y créeme, algunas de ellas no fue nada agradable tratarlas.

Le dijo a su compañero enano intentando no perder la compostura al recordar aquella misión y los días de después.

-Si solo están heridos puedo ocuparme de ellos, aunque en ese caso tendremos que ir con cuidado de que no nos hagan demasiado daño. –Volvió a mirar a Burí- Pero en todo caso, esperemos que estén bien.

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09/11/2021, 22:49
Dalfrid Cabellosdorados

Al día siguiente me había levantado con las energías recargadas. Apenas había bebido hidromiel ni tampoco había dedicado ningúna canción a los borrachos de la taberna. Ya habría tiempo para el viaje.

Por eso, a la mañana, siguiente, tras desayunar y ponernos en marcha, tomé el laud mientras caminábamos hacia las montañas de los goblins que ya se veían en el frente. Rasgué con los dedos las cuerdas, y comencé a recitar.

Ahora ya se esconden,
verdes alimañas,
y el oro del Conde,
por allí lo guardan... 
...en esas montañas...
-miré los picos que sobresalían en el horizonte-. Lo mejor sería cantar algo ahora, y no después, ya metidos en faena.

Ahora ya se esconden,
¡ese es nuestro oro!
bueno...
..el oro del Conde...
-cada vez que a mi mente venía la idea de estar jugándonos la vida por el conde Morris me cabreaba conmigo misma-.

Y así estuve un rato, canturreando bajo para el regocijo de mis compañeros antes de comenzar con todo tipo de sorpresas (las cual una ya no quería presenciar, pero así parecía augurarse).

La verdad es que ese campamento es el hilo principal del que tirar. Tal vez, ahora en la mañana, podamos recabar más datos de esos goblins... ¿Cómo se llamaba aquel bandido que vimos y dejamos escapar? -pregunté en alto-.

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09/11/2021, 23:02
Finn Lenguadeplata

El era un hombre de libros, no de caminatas, por lo que al cabo de unas cuantas millas este se podía ver visiblemente cansado, aún con todo, su orgullo impedía que se rindiera o pidiera un momento a sus compañeros por parar a descansar. El iba a continuar aquel viaje y dar la asistencia necesaria.

-E...Eso no rima... -Añadió ante la pregunta de Dalfrid mientras recuperaba el aliento- Pues... supongo que estamos cerca... ¿Qué importa el nombre de los bandidos?. Ya habrán huído... y no es como si tuvieran su nombre escrito en las ropas para saber como se llamaban... son bandidos... no seguidores de alguna Deidad especialmente insistentes en escuchar su palabra o las ventajas que conlleva seguir a dicha Deidad... Tampoco es que se presentaran todos ellos... mucho menos para reconocer a los que escaparon... y... uff...

La conversación para él ya hubo terminado, principalmente porque se tuvo que apoyar en su bastón para poder recuperar el aliento de forma algo más que exagerada, realmente aquella caminata después de aquella noche le había sentado de todo menos bien, y ya venía cansado y herido del previo confrontamiento contra los bandidos, mucho más no se le podía pedir.

-Y estoy de acuerdo con el Maese Karel, ahora el objetivo es ir al campamento bandido siguiendo las huellas y luego buscar algún rastro de los goblins ladrones para hallar su escondrijo... probablemente sea una cueva, es un lugar natural y facilmente defendible y fortificable, y al no saber cómo esta está desarrollada puede tener varias salidas en las que emboscarnos si bloqueamos si entrada principal... hay que andar con mil ojos... y despacio... principalmente despacio...

Quizás esto último no fuera por los Goblins.

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09/11/2021, 23:24
Buri Pielderoca

Era temprano, un rayo de luz que entraba por alguna de las ventanas le daba directamente en la cara a Buri... parecía como que lo hubieran calculado a la perfección y justo hubiese dejado alguien esa ventana abierta para molestar.

En efecto, menuda juerga que se pegó anoche el enano... recordaba poco de lo sucedido, esa Alaia lo había conseguido de nuevo, lo había emborrachado como a un cochino y seguro que había hecho algo de lo que se arrepintiese...

Abrió los ojos, no reconocía apenas nada de lo que tenía al rededor... no veía su catre, ni nada que le recordase a una cama.. ¿Dónde estaba? En ese momento se fue a levantar, pero tan pronto como se fue a incorporar, recibió un contundente golpe en la cabeza. Se haya a bajo una mesa. En ese momento, se fijó de nuevo... y vio que se haya a bajo una mesa, en la parte principal de la posta y comenzó a recordar parte de lo que ocurrió tras su... lo que él consideraba, fantástica actuación y demostración de fiereza.

 

- Yo, yooo, estooo lo siento, es hablar de estas cosas y bueno, no sé que me pasa, que me enciendo y me sale mi lado salvaje. - dijo mirando a Alaia. Después miro a Tomasu a los ojos y le dijo con total sinceridad - Lo siento, prometo que arreglaré el estropicio...

En ese momento lo saludó Karel, al cuál en cuanto reconoció se giró para saludarlo de forma abierta y amigable.

-¡Karel! Viejo canalla - masculló intentando coger algún vaso que hubiera quedado vivo encima de la mesa después de su hazaña - ¿Cómo va todo? - Intentó decir disimulando un poco la liada que había detrás suyo para evitar que Karel se diese cuenta de que había sido culpa suya - Sí, estoooo la cresta sigue en su siti, ya sabes, decaerá cuando me llegue la hora. Y a panzas me dices, creo que tú no te has visto de perfil eh!!! Viejo amigo...

 

Tras esto, poco más recuerda de que quizás el comandante recapacitado sobre su disculpa, que debió de sonar de lo más convincente, o porque realmente lo necesitaba para la misión, pero no lo encerró por todo aquello. Sin embargo no recordaba porque se haya a durmiendo bajo una mesa, y ahora que se fijaba, rodeado de un montón de trapos sucios, y otros más preparados para ser ensuciados.

A duras penas Buri salió de debajo de la mesa, y cuando se quiso dar cuenta, ya recordó porque estaba ahí. El comandante, como castigo apoyado de manera contundente por Alaia, le impuso que tenía que limpiar y recoger todo antes de irse al catre, si no, iría a la cárcel y no participaría en la misión.

Buri se asomó a la ventana, vio que todavía era pronto, el gallo no había cantado a si que... tendría como una hora antes de cantase el gallo para que se levantase el resto, o matar al gallo para que no se levantasen antes y acabar de recoger tranquilamente. Al final optó por limpiar todo como un enano buenamente puede y quitarse me meterse en más líos. Para cuando quiso acabar, eran casi las 7 y había sudado todo el alcohol, se le había pasado toda la resaca y estaba listo para tomarse un buen desayuno.

Antes de esto, salió fuera, para tomar unas buenas vistas del amanecer, estirarse tras dicha paliza de recoger, pues parecía que ahí dentro se habían celebrado tres fiestas seguidas. Revisó su equipo, que estuviera al completo, afiló sus hachas y se dispuso ya a entrar a desayunar.

- Buenos días Karel, que madrugador... ¿Se te está pegando mi costumbre? - fanfarroneó un poco con él - Otros nos levantamos pronto ha hacer un poco de ejercicio... - dijo mientras abría los brazos y dando una vuelta sobre sí mismo y con una sonrisa burlona suelta un: - ¿O a caso no se nota? Y respondo a lo que dices, me parece correcto, me he tomado ya la libertad de revisar un poco el cargamento y mi equipaje y parece todo correcto, a si que cuanto antes partamos, menos tiempo vivirán esos pielesverdes.

Acto seguido, se giró mirando a Alaia..

-Ves... mujer de mucha fé, he recogido todo ehhhh, tal y como me pediste y yo recuerdo: “Buri, haz el favor de recoger todo, que el resto de personas no tienen a culpa de sufrir tus ataques de ira” - dijo de una manera un poco burlona - He cumplido, a si que no quiero un viaje como el de la última vez de: “ No ataques a lo loco, que si no te pasan cosas como estas, que acabas mal herido” JAJAJA y lo que nos divertimos qué!!!

Un poco después, cuando estuvieron todos les dijo en petit comité:

- No os prometo la supervivencia de los humanos apresados, lo que sí que garantizó es que haré lo posible por conseguir la recaudación, y para ello, si Alaia me pide que sea sigiloso.... aunque lo sea poco por mi naturaleza, prometo que lo intentaré y solo si me animáis a un combate frenético, juro intentar reprimir mi sed de venganza lo máximo posible para prevenir al grupo, ya que entiendo que no es sólo mi vida la que está en juego, si no también la de todos nosotros. Quizás nos metemos en la boca del lobo, pero lo que el lobo no sabe es ¡¡¡!ue la carne de un enano es dura como una piedra!!!! -antes de acabar su monólogo, se dirigió a Finn y dijo -Efectivamente, los bandido ya dan igual, ahora lo realmente importante son los goblins y esa idea de encerrarlos como a ratas, para que ninguno escape.... me gusta.

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11/11/2021, 15:20
Brent del Olmo

Brent fue el primero de sus compañeros en acostarse y, a la mañana siguiente, estaba bastante despejado. Se levantó de la cama con un crujido que hace unos años no hacía y desayunó rápidamente para unirse a los demás y partir a su misión.

Cuando llegó, observó sorprendido que, pese a cómo corrían las cervezas la noche anterior, él era el último en aparecer, incluso cuando aún llegaba en hora. Todos ellos estaban enfrascados en discernir cuál sería su siguiente paso.

En efecto, estoy de acuerdo en que el primer paso debe ser regresar al campamento de los bandidos y tratar de encontrar el rastro de los goblins, así como cualquier pista que podamos hallar. 

Como todos parecen estar de acuerdo, Brent se agacha para observar las roderas del carro y comienza a caminar en dirección al campamento de los bandidos. Es por aquí. ¿Vamos?

Notas de juego

No sé si es necesario tirar algo para ver el camino hacia el campamento. Si es así, me dices y realizo la prueba.