Partida Rol por web

Henry salió de la iglesia feliz con su botella vacía debajo del brazo y buscó con la mirada a su esposa Muirry, o a su amigo Dompi, el tabernero, para ver si finalmente decidia abrir la posada.

Pero al que vio fue al vicesecretario Lucius - Anda, "el licenciao", ya ha debido volver - Intentó darse la vuelta pero la puerta de la parroquia estaba cerrada - No hay salida... - Por suerte el padre Dave se adelantó y entabló conversación con él - Esta es la mía - se pegó a la pared y avanzó pegado a ella cual lagartija, intentando disimular para no llamar la atención - Pues al final se ha quedado buen día, eh - dijo mirando al cielo.

Cuando avanzó unos pocos metros vislumbró a su esposa entre el gentío - Allí está Muirry.

- Adoro las visitas, sobre todo cuando son sin avisar. Le dió un pellizco en el mentón a Lucius cuando hacia mención a ver a esa heredera.

- Si, a dejar caer unas monedas padre, pero a mi saca que ando tisecilla con tanta crisis en el campo. Puso sus manos a ambos lados de las caderas y le dedicó una sonrisa al emisario del dios.

- ¿Un plan?. Esas cosas me hacen que me duela la chola... Puso cara de una niña a la que le hubieran prometido unos dulces pues a pesar de ello la idea de confabular le encantaba....pero me apunto!

- Las ovejas siguen al pastor padre, en calidad de representante de...pos del pueblo sus gentes. Ladeó su rostro y elevó su hombro como queriendo decir...¿porqué no?. Le llevaré una tarta de arándanos que hace mamma. Pensó en voz alta sin darse cuenta que se había acercado Henry

Vió a Henry esquivarles descaradamente, pero se le pasó ante el pellizco de Miranda, el contacto con la gitana le erizó el vello de la nuca.
- Si hagamos una visita, y Miranda, acabo de recordar que tienes que abrirme..los chacras, mañana si te viene bien...

"Que inseperado aliado acabo de encontrar, jejejeje. Que pequeño es el mundo." - pienso mientras abandono la sacristía con el padre.

Cuente conmigo. - le digo en voz baja antes de abandonar la estancia.

Mientras sigo al padre y a su rebaño hacia la taberna observo con calma el pintoresco pueblo y a su gente, esperando poder conocerlos mejor por obra y gracia del alcohol.

Sólo espero que la comida del establecimiento sea mejor que la de anoche, de lo contrario debo palntearme la idea de empezar a cocinar, aunque no sé que comida me intoxicará antes, si la del tabernero o la propia.

¡Yo!! Levanto la mano dando saltitos entre la gente

- Milandra serénate y no botes tanto que se te va a salir un ...chacra. Yo no es que quiera ir, es que es mi obligación y responsabilidad con el Principado

Henry seguía intentando pasar desapercibido, pero cuando escuchó las palabras "ir al castillo" cambió súbitamente de idea. Esa era su oportunidad de ir a  gorronear hacer una visita a ese lugar.

Así que se dirigió a los vecinos presentes - Amigos, me ofrezco voluntario para visitar el castillo, iré en representación del Gremio de Herreros de Bran - (Del que como único herrero de la aldea era presidente y único miembro)

- ¡Freo que yo me apuntaré! Naturalmente ¡Qué fojones!

El cinado Crankenstein era uno de mis grandes amigos y si hay que dar la bienvenida a la zagala, yo debo ser el más adefuado además de ser una de las cuerzas vivas de la fiudad! -dijo el Coronel con esa forma tan característica suya de decir las cosas-.

Orden, orden ciudadanos, no generen turba, que ya saben que al difunto doctor no le gustaban nada las aglomeraciones en la puerta de su castillo, bien . Todo el que quiera venir que se una, pero déjenme hablar a mí, no lleven horcas ni antorchas, por favor.

Tanto escándalo le va a dar una terrible jaqueca, y el Padre les ha echado de la Iglesia con cajas destempladas... Habrase visto semejante desfachatez, con una mujer tan piadosa como ella dentro...

No hay más remedio que seguir al rebaño de pecadores. Y como no puede ser, encima intenta sacar más tajada el Padre, ¡sí, hombre! Debería dejar la Iglesia abierta, tal como le gustaría al Señor, para poder recibir visitas cuando a él le placiese y no cuando el Padre Dave decide ponerse en marcha por las mañanas.

Bueno, no se hable más, habrá que seguir a los vecinos al nuevo emplazamiento. Y cotillear en el castillo hay que reconocer que es un planazo. ¡Hay que ir sí o sí! Se junto con el resto del rebaño, buscando sitio. 

-Yo voy, ¿eh? No me vayan ustede a dejá fuera a una mujé mayo como yo, ¡un respeto!

"Vaya jaleo por un poco de piedras apiladas. En fin aprovecharé para dar un vistazo." - pienso mientras decido acompañar a los manifestantes en silencio.

Al escuchar lo de las horcas y antorchas sólo me pregunto qué pasa con esta gente. ¿Acaso están locos?

¡Hagan faso al Sr. Lufius!: No-mas-turbas-Se entienden?

- ¡Hacen bien, cuantos más seamos, mejor rato pasamos!

- ¿Cómo?, ¿Sin horcas ni antorchas?, ¿Ni siquiera palos? Estos eventos ya no son lo que eran - dijo torciendo el gesto - Está bien, pero espero que al menos sirvan alcohol - Henry recordaba las correrías con su padre durante su niñez. Un fin de semana robaban ganado en los pueblos vecinos, al siguiente iban en busca de herejes para alimentar la hoguera de las fiestas de la aldea, etc... Sin duda Henry tuvo una infancia feliz - Los buenos viejos tiempos - pensaba con nostalgia.

Bueno Henry en principio vamos a parlamentar con esa supuesta heredera, claro está que si descubrimos impostores e indeseables en nuestro querido castillo, del Doctor quiero decir, el castillo del Doctor, pues habría que echarles, y una buena turba como en los viejos tiempos sería lo apropiado
Se quedó mirando al joven con una expresión excesivamente pícara para un heterosexual hablándole a otro. Sin duda la idea de la turba le excitaba.