Partida Rol por web

La conversación gira ahora sobre temas anodinos durante un rato. Parece que los compañeros no quisieran acabar de revelarle algo horrible a Alice... o quizá simplemente no hay nada que revelar.

Vaya aun queda mucho para que venga. Creo que ire a que me de un poco el aire estoy algo mareada desde esta mañana cuando me levante

- Me gustaría descansar un poco y me temo que mi comida se ha enfriado. ¿Por que no os vais a comer a la cafetería y nos vemos después?

Si, la verdad es que tengo un poco de hambre me levanto y me aliso un poco la ropa Nick si me acompañas comemos algo y luego volvemos. Te traeremos algo caliente si quieres Alice

Nick y Melisa se marchan a una cafetería cercana (en el hospital no hay) y piden un almuerzo ligero. Terminan pronto y, para cuando vuelven, convergen simultaneamente con el señor Van Laaden a la entrada de la habitación de Alice. Tras un breve saludo efusivo y antes de entrar en ningún tema de interés, los tres entran en la habitación de Alice.

-¡Mi querida señorita Taglioni! ¿Cómo se encuentra hoy? ¿De mejor ánimo?-

Alice se incorpora del sillón donde estaba dormitando al escuchar ruidos detrás de la puerta. Al observar a maurice y a sus compañeros sonríe a la vez que dice en voz alta.
- ¡Hola! Señor Van Laaden, le pedí a mis compañeros que se esperaran a que usted viniera para despedirme. Supuse que tal vez ellos quisieran hablar con usted para hablar de los avances en la investigación...

Tal vez eso tendria que hablarlo con Howard, aunque si esta interesado puedo comentarle algunos pormenores de todo lo que hemos descubierto miro a uno y luego al otro pero desde luego no te voy a decir que he visto un fantasma y lo que hemos echo con la tumba de ese desconocido

-Oh, entonces, ¿no es neecsario que la acerque a la casa? Bien.- volviéndose hacia Melisa, continúa -Bueno, ¿cuál es entonces el resumen de lo descubierto hasta ahora?-

Absorbido en mis propios pensamientos parezco algo desplazado de la conversación. Fantasmas, magia, demasiado para mí al menos en este momento, sin embargo la voz del señor Van Laaden me despierta de mi letargo y...

-Aparte de un socabón, lo de...

Callo inmediatamente y disimulo mientras busco el tabaco en mis bolsillos.

Bueno pues por el momento hemos encontrado varios diarios de su familia, unas cartas. Una habitacion tapiadadigo mientras las voy enumerando poco a poco pensativa. Miro a Nick ante su intento de frase, respirando aliviada al notar que se calla antes de terminarla un monton de esqueletos en su sotano encadenados y emparedados...

El rostro de Maurice pasa de rosado a lechoso en menos de un segundo, para empezar a tornarse luego gris poco a poco.

-¡Qué! ¡Cadáveres! ¡¿Qué?! Yo... yo no... oh, dios mío.-

Acto seguido, busca a tientas la silla que hay a su espalda y se sienta de golpe, desplomando los hombros y poniéndose una mano en el pecho mientras respira agitadamente.

-Pero... ¿cómo? ¿Un montón dice? ¿De dónde pueden haber salido?-

Alice sigue con los ojos abiertos cuando maurice se sienta en la silla pero consigue reaccionar para cerrar la boca y mirar hacía otro lado.
Dios mío, ¿Donde me estoy metiendo?

- Melisa, esos cadáveres llevaban mucho tiempo allí abajo, ¿Verdad?

Creo que desde la guerra civil americana o un poco despues no estoy segura digo mirando de reojo al señor Van Laaden, su reaccion tranquilicese, pero no sabemos si sufrieron o no, solo que tenian cadenas, posiblemente eran esclavos

-¿Cadáveres de esclavos? ¿Encadenados? Sin duda debieron sufrir mucho.- Maurice se frota las manos de preocupación, enrojeciéndolas. Se levanta y se vuelve a sentar.

-Dios mío, va a haber que exhumar todos esos cadáveres y va a ser imposible hacerlo sin publicdad, ¿verdad? No venderé jamás la casa...-

Pues la verdad es que como se enteren los periodistas sera una autentica carniceria me encojo de hombros y miro al suelo, luego de reojo a mi interlocutor Aunque claro si lo hiciera de noche pagando bien a los que lo hicieran puede que no hablaran pero de todas maneras la gente es muy... le miro a los ojos friamente si, sufrieron y mucho la culpa la tuvo el.

- ¿Él? ¿Quien? - murmuro extrañada alice

-¿Carnicería?- añade Maurice a la pregunta de Alice, palideciendo aún más.

Perdon, hable en voz alta? digo un poco asombrada y carraspeo El es uno de sus antepasados, veamos si lo recuerdo... me quedo pensativa largo rato...

Maurice observa y espera, sin sugerir nombre alguno, aparentemente del todo desorientado.