Está claro, la clave es el elemento. y sonrrío.
Cierto pero ¿Que elemento? murmuro negando y suspiro tal vez podamos encontrar algo interesante en la tumba si decidimos levantarla
Entre acertijos, mover muebles, averiguaciones, etc., la tarde ha ido pasando. El sol se está poniendo, pero os queda aún hora y media de luz.
- Si pero, ¿a que hace referencia ese acertijo? ¿A algo necesario para realizar alguna acción, a una llave, a un rito...? tal vez nos ayude saber eso, ¿no creéis?
Vermont se hiergue, estira los brazos y la espalda y añade:
- Aún queda algo de luz, podríamos intentar levantar la tumba.
voy a por la pala y lanzo el cigarrillo al suelo lejos de mí, sin ir a apagarlo. Y voy a por la pala.
Estoy más que curioso por saber que hay en esa tumba, los acompañaré a inspeccionarla aunque no creo que pueda ayudarlos con la excavacion ya que mi cintura me está matando. - agarrandome la parte baja de la espalda y haciendo unos pequeños quejidos.
Armados con las palas y el ánimo necesario para profanar una tumba, os acercáis a la parte trasera de la casa, no sin antes observar que Karl no os esté viendo en tan sospechosa actitud.
Cuando llegáis, podéis ver todos, inclusive quienes no habíais estado antes, cómo es el cementerio.
Una pequeña verja de metal rodea todo el terreno dentro del terreno que es este lugar para el reposo de las almas (si es que reposan). Desde la entrada, podéis ver dos filas de tumbas en el centro, alrededor de una tumba principal y de señorial aspecto, la única con lápida y cubierta de mármol y que además tiene delante un curioso obelisco.
Hay dos tumbas que han sido colocadas lejos de las de los demás, una al fondo y otra cerca de la entrada. Es fácil ver que esa disposición no es azarosa; hay espacio de sobra para haberlas puesto junto a las otras... de haber querido quienes les enterraron.
- Nick, ¿sabemos a que tumba vamos? - Vermont dice esto según se va acercando pausadamente al obelisco, a inspeccionarlo y ver si en él puede leer algo.
Pero avanza como haciendo tiempo, esperando que l digan que tumba tiene que abrir.
Howard señala la primera de las tumbas, la más cercana. Es, con mucha diferencia, la más sencilla de todas. Ni siquiera tiene lápida, sino una cruz de madera en la que reza:
"Un extraño.
- 1853"
Indica sólo el año de su muerte, no de su nacimiento.
En cuanto al obelisco, Howard comprueba que está dedicado a la memoria del fundador de la familia, Erik Van Laaden.
Yo comienzo a replantearme eso de profanar la tumba y camino entre las lapidas buscando algo. Leo los nombres de las tumbas y las fechas de defuncion...
Con algún esfuerzo, retirando hierbas y polvo, lees todos los nombres y fechas de los que están enterrados aquí. En el centro reposa Erich Van Laaden (1762-1848). A su derecha está Brandon (1807-1847); más a la derecha Henry (1802-1863); Priscila (1804-1859) y Elisabeth (1832-1852). Al pie de las tumbas de Henry y Priscila están las de Aarón (1827-1866) y Beatrice (1832-1863).
A la izquierda de Erich están enterrados Jonathan (1787-1842) y David (1803-1853).
En el rincón noreste, enterrado lejos de la familia Van Laaden está Allen (1832-1863).
- Excepto el abuelo, la longevidad de esta gentes es... limitada, ¿no? - Vermont hace este comentario sin interés cómico, simplemente haciéndolo notar.
Se dirige a la tumba del "extraño" y comienza a examinar la tumba.
- Bien, ¿comenzamos? - y empieza a retirar tierra con cierto cuidado. Al percatarse de la carita de Melisa, le comenta:
-Melisa, ¿te ocurre algo?, no tienes muy buena cara cielo.
...esas confianzas Veeermont... Aunque, bueno, si no te lo recrimina...
Solo estoy pensando, nada mas niego mirando la lapida de la tumba sin nombre ¿Y si no es lo correcto?
- No estamos profanando una tumba, estamos aclarando un misterio. Por eso voy con cuidado. ¿Quizá quieras volver a casa y esperarnos allí, no tienes que participar directamente en esto.
La cara de Vermont mostraba a partes iguales preocupación por Melisa, y determinación por aclarar algo las cosas. Por si acaso, se pone un pañuelo en la cara... no fue una muerte muy... normal.
No, me quedo me aparto dejando espacio para que trabajen y me tapo la cara con uno de mis pañuelos alguien tiene que vigilar si viene Karls
- Perfecto. ¿Vamos Nick? - y tras una leve sonrisa bajo el pañuelo, continúa sacando tierra con cuidado, por si el cuerpo no estuviera en un ataúd.
Junto a Melisa, me mantengo alejado del grupo que excava la tumba... pero tambien atento a la casa donde habita Karls por si llega a salir por el tema de la cena.
Excavar una tumba no es el proceso más rápido ni menos costoso del mundo. Sin embargo, esta tumba en concreto no parece haber sido hecha con demasiado esfuerzo. No hay lápida que quitar y la tierra acumulada sobre el ataúd no es mucha. En apenas media hora de excavación tocáis por fin la madera del ataud y en media hora más habéis liberado todo el espacio de la tapa superior y estáis listos para abrirlo. Es un ataud sencillo, pobre, incluso su tapa aparece algo hundida en uno de los laterales. Algo de tierra debe haber entrado.
Esto ya está. La caja está medio rota pero no me huele mal. Quizás el doctor sabrá decir mejor, pero a mi me parece que ya no queda nada del cuerpo. digo secandome el sudor de la frente, y dejando la pala en el suelo, junto al agujero.
Con cuidado, os disponéis a apartar el tablón delantero; al hacerlo, descubrís, como esperábais, un cuerpo. En realidad, poco más que los huesoso. Ni siquiera hay restos de carno, sólo algunas manchas oscuras dejando constancia de dónde se terminaron de pudrir los más pertinaces.
POdéis tirar Antropología, Historia Natural o Medicina.