Partida Rol por web

Era la primera vez que veia un hombre desnudo, no esperaba que me impresionara tanto su anatomia y me atrayera de ese modo.

Garraspee la garganta cuando se cubrio.- Si... claro, por supuesto... vamos.

Subi a la cama y abri la ventana saliendo a la parte trasera, que no estaba vigilada.

Kitiam carraspea cuando me cubro, y la miro con cierta pícardia, se va a la ventana, y voy tras ella, poso mi mano, suavemente, en su espalda baja, pero sin llegar a donde pierde el nombre, y la ayudo, para luego salir yo y seguirla.

-Sabes dónde vamos, no?-

Pregunto por si de todo lo que la dije hay en éste pueblo, y a dónde ir primero....

- Claro, me has dicho que querias ver los viejos documentos... tenemos libros viejos guardados en una sala especial. En el edificio de piedra, en el sotano. Esta cerca pero tendremos que entrar por la parte trasera para que no nos vean. Esta prohibido entrar alli.

-Vale, esque como no me has dicho dónde ibamos...- Me justifico con una sonrisa, pero a medida que habla me pongo más serio, asintiendo.

-Entonces es el sitio perfecto, vamos.- La aconsejo posando mi mano en su cintura, posando, no rodeandola, pues lo que quiero es no perder el contacto con su piel y poder seguirla a la perfección, como si fueramos uno...

Me mantengo alerta, con todos mis sentidos preparados por si alguien nos descubre... La adrenalina recorre mis venas, y el corazón me late de forma azorada.

Dentro del edificio de piedra solo se guardan unos pocos libros en una estanteria cochambrosa. Son registros de nacimientos y defunciones y algunos archivos sobre cosas curiosas, sequias o epidemias. Los libros estan polvorientos y mugrosos, hace decadas que nadie les hace caso.

Llegamos a la biblioteca, y veo un montón de libros ajados, me pierdo entre paginas con olor a pergamino y en la mirada de Kitiam, y en lo preciosa que esta con ésta luz tenue y con la situación...

Me apoyo ligeramente en la estanteria para leer mejor y lanzar miradas furtivas sobre kitiam....

BelfaR lee algunos parrafos al azar sin encontrar nada mas curioso que el hecho de que esos libros esten escritos en la misma letra y simbolos que los que a usado su gente por generaciones.

-Mmmmm... Curioso... Están escritos en mi lengua....- La comento sin encontrar aparentemente nada más... Desgraciadamente.

-Quizás haya un pasadizo secreto o algo, no creés?- Añado mirando la estanteria, buscando algún tipo de mecanismo o algo fuera de lugar...

Recorriste el pueblo, todas iban y venian buscando pero solo tu encontraste un rastro fiable. No habia escapado del pueblo, parecia que se habia refugiado en una vieja construccion de piedra. Un edificio levantado en otra epoca, cuando los hombres tenian vuestra sangre.

Al entrar como un gato, sin hacer ruido, descubrirste al hombre leyendo uno de vuestros sagrados libros. Una joven guerrera estaba a su lado, de espaldas a la puerta.

Arrugué el jesto al ver aquel hombre con el libro que tenía entre las manos y ver así a mi compañera, no era precisamente algo que ayudara a que tuviera que controlarme para no matarlo por la espalda, aunque estaba segura de que se lo tendría merecido.

Con la espada en la mano caminé silenciosa hasta colocarme a su espalda y con un rápido movimiento, coloqué el filo de esta sobre su cuello, para darle un aviso antes de ejecutarle según estaba.

- Suelta lo que tienes en las manos y no hagas ningún gesto brusco o tendrán que pegarte la cabeza al cuello de nuevo!

En mi voz se podía averiguar que no había nada que le insinuara que no estaba dispuesta a cumplir mi amenaza.

Noto el filo de una espada en mi cuello, y las palabras de una mujer amenazandome, inmediatamente miro a kitiam, mientras con cuidado separo el libro de mi y lo dejo en la estanteria....

-Esta bien, mujer, tranquila...-

- No es lo que parece... El puede leer los tomos sagrados, comprende esos simbolos igual que nuestra sacerdotisa o mejor. Pense que tal vez pudiera descubrir algo sobre la enfermedad que mato a nuestros hombres.

-Es cierto, estan escritos en Atlante, lengua de mi tierra, la Atlantida... Puedo ofrecer luz a vuestra vida...-

Añado tragando saliva, mi nuez acaricia el frio acero afilado, pero mis palabras son ciertas...

Miré unos instantes a la mujer, sin poder salir de mi asombro, pero ella no me mentiría así que con cuidado de no cumplir sin querer mi amenzaba, separé el arma de su cuello.

- Os están buscando todos. - Me apresuré a decir sin pedir perdón por mi comportamiento. - Se cree que te ha secuestrado para valerse de ti y salir de aquí... Además como le vean tocar esos libros puede que no sea el único que lo pase mal.

En mi cabeza no podía formarme la idea de por qué un hombre podia leer aquellos libros, pero tampoco iba a ponerme a discutir ahora mismo, no había tiempo.

- Piensa que podria ayudarnos a saber porque murieron nuestros varones. ¿Imaginas que descubriera la razon? Volveriamos a parir niños y no necesitariamos exclavos nunca mas. Nuestro linaje resurgiria...- digo esperanzada, tal vez demasiado.

- Se que es un pecado que este aqui pero tuve que llevarmelo a escondidas, de otro modo nunca hubiera podido traerlo.. Siento mucho que os preocuparais pero él no es como el resto de hombres, es bueno y dulce. Es una buena persona.

- No tienes que darme explicaciones a mí, no diré nada... Yo... no os he visto aquí... - No sabía por qué les estaba encubriendo. - Lo que me parece es que a nuestra líder no le va a gustar tanto que un hombre pueda quitarla el puesto, así que tened cuidado.

Sonreí negando con la cabeza cuando me di cuenta de que a Kitiam aquel hombre la gustaba, quizás fuera algo así como amor a primera vista.

- A mí me ha tocado ir a hablar con un simio... - Mi cara reflejó frustración.

Suspiré y luego me encogí de hombros.

- Os dejo, pero negaré haber estado aquí y negaré haberos visto...

Era todo lo que podía hacer por ellos.

- Iré a buscar a los dos hombres que están intentando escapar.

- No han intentando escapar.- Confese en respuesta a su indulgencia conmigo.- Leina los saco para hacerles correr, queria cazarlos ella. Les hizo creer que podian escapar pero la salida del tunel viejo solo da al claro sur, cerca del rio. Ella les estaba esperando alli para probarlos... pero aun asi es peligroso. Trate de decirselo pero ella no escucha, ya sabes como es.

- Iré hacia allí sin llamar la atención.

Y con aquella escueta respuesta salí de allí, no queriendo saber absolutamente nada de lo que hacían, pues eso tan sólo nos iba a acarrear problemas y yo, por mi parte, ya estaba haciendo algo que no debía por mi compañera, tan sólo esperaba que eso no pusiera a todas las guerreras en una mala situación.

Salí de allí con todo el sigilo con el que había llegado, buscando los lugares no concurridos para ir hacia el lugar donde estaba Leina.