Partida Rol por web

   Altdorf, Año 2522 del Calendario Imperial.

   Tributes, a las primeras horas de la tarde.

  Jekil y Larymian se alejaron del puerto rumbo a la casa de Hacket, dejando a sus compañeros vigilar los movimientos de los trabajadores del puerto y junto a ellos, los de Leonard, a quien ahora tenían localizado para interrogarle sobre el ídolo.

  La mañana había avanzado, dejando paso al mediodía y a las primeras horas de la tarde. El sol seguía iluminando las calles, pero su fuerza había ido menguando, avasallada por las nubes que una vez más comenzaban a encapotar el cielo, asegurando una lluvia que tarde o temprano acabaría mojando las calles una vez más, tal y como había venido ocurriendo a lo largo de toda la semana.

  El leve oscurecimiento del cielo, también había provocado que la ciudad se volviera más fría y poco a poco, las temperaturas volvían a descender. Joss, Ruy y Gustav no se habían mantenido ajenos a ello durante su paseo por la ciudad, y ahora, vigilando expectantes a cualquier cosa que llamara su atención mientras hacían tiempo para poder hablar con Leonard, sentían el peso de la humedad en el ambiente que precede a una tormenta.

  Y mientras vigilaban y esperaban, los trabajadores se afanaban en terminar con su trabajo, ya que por lo que podían ver, Berthold, había hablado con sinceridad. Mientras el resto de muelles terminaban con sus trabajos, en el muelle 7 todos seguían ajetreados debido al retraso que llevaban.

El grupo de compañeros se encontraba tan absorto en su vigilancia, que apenas reparó en el mendigo que se les acercó por detrás de ellos cojeando y ayudándose de un palo a modo de bastón, sobresaltando a Ruy con su repentina aparición a su lado, al hablarle a este con una voz cascada por los años y la vida en las calles.

-Gentil caballero...coff coff tosió mientras le mostraba un sombrero raído y sucio, ¿Será usted tan amable de ayudar a este viejo enfermo con algunas monedas? Coff, Coff Volvió a toser con la mano que no sujetaba el sombrero tapando la boca, sus tosidos eran tan graves y estridentes, y su lastimera figura tan raquítica y consumida, que daba la impresión de que el anciano se partiría en dos en el siguiente ataque de tos.

Mientras pongo mi mano en la empuñadura de mi espada me giro dando un paso atras y mirandole de arriba a bajo digo: si quieres una limosna tendras que ganartela.... Gustav tu crees que nos puede ser util?, y tu que dices mendigo crees que nos puedes ser de utilidad?

 acercó su mano a la empuñadura de Ruy y con un gesto tranquilizador obligó a que éste bajara la guardia.

No estés tan alterrado joven amigo, este miserrable solo quierre algo de vino y pan, no nuestrra desgrracia.

Luego se acercó al pedigüeño y alzando su mano y con tono enfurecido le gritó

Anda y vete a pedirr porr ahí sarrrapastrroso inmundo, que no estamos parra aguantarr tu olorr ni tus desgrracias.

Mientras sus compañeros trataban con el mendigo, Gustav atisbó por el rabillo del ojo a un hombre que los vigilaba alejado de ellos desde la esquina de una calle.

Su ropa y porte no delataban nada sospechoso, ni resultaban incongruentes en aquellas calles, pero su actitud llamó la atención de Gustav, ya que lo descubrió mirándolos directamente, y en cuanto su vista se cruzó con la de Gustav, se giró y se adentró en la calle que estaba tras él para quitarse de la vista de Gustav con rapidez.

El anciano hizo un gesto de lamentación, retrocedió dos pasos, y se cubrió rápidamente con el sombrero y sus manos la cara, intentando protegerse de un golpe de Joss que el enano no llegó a darle. Tras una fracción de segundo en la que no se movió esperando recibir el golpe, bajó las manos y se alejó cogeando mientras murmuraba:

-Malditos enanos... coff, coff... no se que hacen por nuestra ciudad...grmmñf... Cuando estuvo a una distancia prudencial, se giró y alzando el puño de manera desafiante les grito ¡Ojalá sufras en tus carnes mi maldición para que tengas una lección de humildad! Tras lo cual siguió alejándose de ellos en busca de más gente por el puerto a la que pedir monedas.

 su maldición, je. ¿que sabrá ese miserable de estar maldito?

Joss agarró un guijarro del suelo y se lo arrojó sin intención directa de darle, pero con fuerza, solo quería ahuyentarlo.

Vete saco de pulgas

Johannsen trató de recordar el callejón por el que él tipo había desaparecido, luego se metió entre sus compañeros y les hizo un gesto para que se acercaran hacia él, ya que se disponía a susurrarles algo:

-Creo que nos estan vigilando caballeros...un fisgón se acaba de esconder en ese callejón - y señaló con la cabeza, con un gesto que intentó fuese discreto - vamos a por él, o dejamos que nos siga husmenado y tratamos de cazarlo en otro momento?

 dió un pequeño tirón al abrigo de Gustav dandole a entender que se acercara a su boca. Después le susurró

Tal vez debierramos rrodearrlo y atrraparrlo ya, yo harré de señuelo con Rruy y tu... Zas en toda la boca

dicho esto Joss se acercó a Ruy con un sobreactuado disimulo y, no sin antes guiñarle un ojo, empezó a insultale y arremetió con el a empujones

Maldito seas humano, me debes 15 Corronas y de esta noche no pasa que te rrompa los brrazos si no me pagas, bastarrdoooooo

Mientras arremetia contra Ruy, el enfurecido enano intentó guiñarle su ojo todas las veces que pudo, aunque la mueca de sorpresa que reflejaba el picaro era total.

La actuación de Joss llamó la atención de la gente que andaba cerca del grupo, que aunque siguieron a lo suyo, no les quitaron de encima el ojo, ante la perspectiva de una buena pelea, esperando expectantes la reacción del hidalgo estaliano.

Sin embargo, alertados ahora por Gustav, los tres pudieron observar lo que este les había sañalado. Estaban siendo vigilados y no por un hombre sólamente. Contaron hasta un total de tres: dos se encontraban juntos al lado de una taberna con vasos en las manos y el tercero separado algo más allá de ellos. Destacaban por que la distancia era demasiado grande para haberse dado cuenta de la actuación de Joss tan rápido, que solo había llamado la atención de los más cercanos a ellos ¿O quizás solo había sido casualidad que aquellos tres hombres los estuvieran mirando?.

De pronto el aire se cargó de sospechas para el grupo, pero para la gente del muelle, allí lo único que había era la expectativa de un buen espectáculo en forma de pelea.

Reaccionando con disimulo al comentario de Joss y mesandome el bigote asiento levemente cuando Gustav empieza la pantomima,Pero que dices rufian de pacotilla, esas 15 Coronas te las gane de forma limpia a las cartas, si quieres dinero de mi lo trendras que arrebatar de mis frias manos ¡¡¡SI ES QUE TIENES AGALLAS PARA ELLO!!!!!!!.........despues con un gesto exagerado cogo un guante y abofeteo sonoramente su tez y en susurro,perdona Gustav,tras este acto me voy dirigiendo hacia nuestros observadores como buscando un buen sitio para batirme.

Cuando paso junto a Joss le susurro, preparate Enano y da un rodeo a esos tres...................

Jefe necesito saber si la ficha de ruy tiene alguna mejora sobre la basica que hay en su inicio y que equipo lleva, si quieres me lo puedes mandar a d.arriaza@live.com

 grrrr

asintió. Después hizo el rodeo formando un triangulo en el que los posibles agresores quedaban atrapados por Gustav frente a ellos y Ruy y Joss uno por cada lado (o al menos era la intención)

Gustav exclamó quizás con demasiada actuación:

- Agallas sobran, matasietes!! Veremos si no falta el acero!!

Y se encaminó tras Ruy en actitud belicosa sin apartar la vista ni un segundo de los tres presuntos espias.

Dando un giro exagerado para que mi capa hondeara en torno a mi y asi de paso posicionar a los tres rufianes termino sacando mi espada....Acero no me falta tuercebotas y a vos en breve os va ha sobrar!!!!! JE JE JE JE JE............

Los tres compañeros comenzaron a moverse en dirección a los hombres que habían localizado, y en su movimiento, fueron llamando la atención de la gente a la que se acercaban. Cada vez más personas del muelle estaban enteradas del teatrillo que estaban montando, aunque a nadie parecía pasársele por la cabeza que fuera algo como eso y algunos hombres empezaron a acercarse al grupo, haciendo comentarios sobre el resultado de la pelea.

Poco a poco, se solocaron en la posición que buscaban, pero entre los tres no podían abarcar a los tres hombres, tan solo a la pareja que bebía sin quitarles el ojo de encima y que ahora se empezaba a mover alarmados para alejarse de ellos, como ocurría con los que estaban a su lado, que se movían dejando espacio para la pelea. Desde donde estaban, podían ver ahora más claramente las facciones rudas de aquellos dos hombres, endurecidos por una vida violenta, sin ningún tipo de duda.

Varios pájaros del puerto alzaron el vuelo ante el estruendo que había dado comienzo en el muelle, y ya se empezaban a escuchar los vítores de algunos de los observadores de la posible pelea, que sin duda alguna ya habían hecho sus apuestas.

El joven Johannsen apartó un extremo del largo abrigo con un teatral movimiento, dejando al descubierto su maza. Con la mano contraria realizó el tantas veces estudiado gesto que desenganchaba el arma de su cinto, y en un segundo, el cerrado puño que remataba la maza amenazaba hacia el estaliano.

- Aquí no valdrán tus tretas, marrullero! A ver que as te sacas de esas roñosas mangas!

Luego fue avanzando lateralmente, como estudiando a su "contrario", situandose poco a poco en direccion a uno de los dos tipos que estaban bebiendo y que hacían el gesto de alejarse, dejando que Ruy quedase encarado hacia el otro que estaba a su lado. Quedaba el más alejado, aunque confiaba en el ímpetu del enano para resolver aquella distancia.

 El enano obvió al 3er sujeto y se situó rodeando a los dos más cercanos tomando así el flanco de estos

Maldito piernas largas, vas a ver lo que es bueno

Entonces salto hacia Ruy arroyando a su paso a los "espias"

Los dos hombres intentaban alejarse de la pelea, pero el amontonamiento de gente que se había ido congregando alrededor de la pantomima no les permitió encontrar un hueco lo suficientemente rápido, por lo que cuando Joss se lanzó contra uno de ellos, este vió cerrada su retirada por los hombres que al igual que él intentaban mantener las distancias.

El hombre gritó de dolor cuando el matagigantes impactó de lleno contra él, golpeándole con toda su fuerza combinada con el peso de su enorme musculatura. Joss embistió con tal energía, que ambos atropellaron a los cuatro hombres situados tras el arremetido por Joss cuando la pareja siguió en la dirección del placaje del enano.

Los cuatro hombres se recuperaron de la sacudida con cierta facilidad, apartándose entre gritos, maldiciones y juramentos, pero no así el atacado por Joss, que seguía trabado con el enano preguntándose que caballo lo acababa de arrollar.