Partida Rol por web

Jekil no podía quitarse de la cabeza la reacción tan sospechosa que había tenido Leonard. Antes de que hubiera abierto la boca, su compañera ya le había hecho una pregunta y el tema de conversación se había desviado.

Hmmm que esconderá este tipo. Está claro que hay algo que le ha asustado pero, ¿Qué habrá sido? Una cosa es segura, no está soltando prenda tan fácilmente. Quizás sea la falta de alcohol o simplemente nos hemos equivocado en pensar que es un bocazas. Por si acaso le apretaré un poco más.- Mientras el beodo contestaba a Lari, pudo observar como un borracho se había acercado a Ruy.- ¿Te habrán reconocido, Ruy? Bueno tú lo has querido, por el momento aún no tengo intención de abandonar el local. Así que apáñatelas como puedas.

-Leonard, me vas a perdonar la indiscreción pero… ¿Hay algún problema con nuestra mercancía? Tu reacción ha sido… ¿Cómo decirlo?, Más extraña de lo habitual. Y teniendo en cuenta que hemos tenido problemas con la guardia de otras ciudades por comerciar con este tipo de mercancías, me resulta muy sospechoso. – El cazarrecompensas estaba creando una tensión, que aunque fingida por su parte era bastante real, con la intención de presionar aún más a Leonard- Responde.

Intentando mantenerse en pie tras la bocanada de alcohol del borracho y viendo que este le iba a causar problemas tomo una rapida decisión, HOMBRE VIEJO AMIGO, DEJAME QUE TE AYUDE.... SI ES QUE NO TE PUEDO PERDER DE VISTA EH??, YA ESTAS MAS BORRACHO QUE YO.... Cogiendole del brazo y sin darle tiempo ha reaccionar me encamino con el a la salida de la taberna. Pobrecillo voy a llevarlo fuera que le de un poco el aire, si se lo dejo asi a su mujer en casa, a él lo apalea y a mi me mata, je je; Si intenta hablar le obligo a dar un trago a su jarra de cerveza diciendo Venga anda el ultimo sorbo antes de ir a dormirla. Y sin más dilación lo saco de la taberna.

-¿Eeeuh? Oh, nono, no es eso... respondió el hombre, es solo que he recordado algo que intentaba olvidar.

Leonard parecía mpezar a ponerse nervioso y mirando a Jekil con lo que parecía miedo dijo mientras se levantaba de la mesa:

-Creo... creo que ya es hora de que me retire a mi casa, mañana también es día de trabajo y con todo el jaleo que hemos tenido hoy en el puerto por culpa de los retrasos de las barcazas, hemos salido muy tarde de trabajar y estoy cansado. Seguro que mañana también habrá problemas y no quiero tener problemas de sueño. Muchas gracias por la invitación y... esto... la charla.

Y diciendo aquello hizo ademán de marcharse de allí.

Por otro lado, quién si que se estaba marchando de allí era Ruy, a quién Jekil y Larymian habían visto seguirle el juego de camaradería al borracho que se le había acercado, y cogiéndole del brazo, se lo llevaba hacia la calle con evidente intención de sacarlo de allí y alejarlo de la multitud.

-¿Eeeuu? Pserhoou...asdfghglobglobgrmññf... Rápido de reflejos, Ruy sujetó al borracho agarrándolo del brazo y obligándolo a beber de su jarra de cerveza mientras lo llevaba a la calle, recibiendo algunas sonrisas de complicidad de los parroquianos por el camino, ante la mención de la mujer del hombre y el enfado que se llevaría. Por culpa de la nueva situación, no pudo seguir la evolución del interrogatorio de Leonard al salir a la calle sujetando al hombre.

A Ruy no le costó nada sacarlo fuera, pero una vez se alejaron unos metros de la entrada, el hombre consiguió zafarse de un tirón y cayó de culo al suelo, al perder la orientación y estabilidad a causa de su embriaguez, soltando su jarra y dejándola en la mano del estaliano. Para cualquier observador casual, la escena podía resultar de lo más cómica, pero por suerte para Ruy, no había ningún observador casual que pudiera oir lo que el borracho dijo a continuación, intentando mantener el equilibrio aún sentado en el suelo.

-¡Eeeey! ¡Sfiisi...! ¡Yafse quién efres! ¡Tu erfes uno de loshh que la han liadfo esta tardfe en el fuerto... HIC dijo con total convicción.

Larymian miró a Jekil fijamente con sus ojos desconcertantes en cuanto impuso la presión. Lari, en cuanto Leonard hizo ademán de irse, se levantó a la par se dirigió a él:

- Oh, señor, perdone las palabras de mi compañero... -dijo Lari con ojos de corderito degollado- Hace poco nos robaron una pieza importante de la mercancía, pero no encontramos a los ladrones. Siempre acaba sospechando del prójimo. Hasta sospechó de mi... No se preocupe, que yo estoy segura de que usted no ha hecho nada malo, parece usted un tipo honrado. Acompáñenos un poco más en esta noche tan fría, por favor, es mucho más agradable conversar con gente como vos que con otra gente. -palabras tras lo cual le susurró al oído- Como por ejemplo mi compañero. -tras lo cual le guiñó el ojo.

Después, Larymian esperó a que Leonard volviera a sentarse en la mesa para volver a sentarse junto a él, lanzándole una mirada a Jekil que podía llegar al simbolismo de "no metas la pata".

Maldita sea, Jekil, no vuelvas a meter la pata. Podemos ir pacientemente, no tenemos especial prisa... ¡Ruy...! ¿¡Qué estás haciendo...!? Se marcha... ¿habrá la guardia por aquí...?

Deajando la jarra en el suelo, recojo al borracho y cuidandome de ojos indiscretos lo llevo hacia el callejon más cercano y comprobando una vez más que no mira nadie, agarro el pescuezo del susodicho y arremeto su cabeza contra la pared lo suficientemente fuerte para que pierda el conocimiento, pero no tanto como para matarloDulces sueños, borrachin.....

Despues lo dejo tendido en un rincon del callejon y utilizando alguna tela de toldos o cortinas lo tapo, de no haber nada de eso uso su capa ó su camisa si fuera necesario, antes de irme le registro y si tiene algo interesante ó de valor me lo quedo

Dejor pasar algo de tiempo como unos 7 a 10 min. antes de volver a entrar en la taberna, esta vez busco una mesa vacia y cercana a la de Jekil, Lary y Leonard

El borracho seguía desorientado por la caida y apenas opuso resistencia cuando Ruy se lo llevó a un callejón a parte, lejos de miradas, para deshacerse de él.

Un porrazo bien dado y el hombre quedó tendido en el suelo cuan largo era, inmóvil. Al verlo en aquel estado el estaliano casi sintió pena por tener que hacerle aquello a un hombre que no tenía nada que ver con el asunto, pero calmó su conciencia pensando en que quizás le había hecho un favor al hombre, evitando que siguiera ingiriendo alcohol, al menos por esa noche.

Ruy no encontró nada con lo que ocultar el cuerpo, de modo que lo colocó lo más escondido posible y despues de rastrear sus bolsillos y encontrar cuatro miserables chelines que se guardó, decidió esperar un poco en la calle antes de volver a entrar a la taberna.

Leonard puso una cara mezcla de disgusto, miedo y sospecha, miró hacia la puerta de la taberna y respondió a la joven Larymian.

-No... yo, lo siento, pero me he retrasado demasiado y ya va siendo hora de marcharme, ha sido agradable hablar con vosotros, pero tengo que irme ya...

Leonard se giró violentamente y casi empujó a Amara, que en aquel momento pasaba por allí cercca llevando una bandeja llena de jarras de cerveza y que por suerte, sus reflejos la apartaron rápidamente del camino del hombre. La chica emitió una exclamación de queja pero no se detuvo y continuó su camino a la mesa más cercana.

Leonard dejó su vaso medio vacio en la barra al pasar cerca de la misma y se movió con tanta velocidad que ni a Jekil, ni a Larymian les dió tiempo de reaccionar hasta que este estuvo ya cerca de la puerta de salida.

-Parece que al final este tipo no tenía la lengua tan larga como pensábamos. Lo que sí tengo claro es que oculta algo, su miedo lo delata. Ahora ya sólo nos queda una forma para hacer que cante. – Le dijo a su compañera mientras se incorporaba y guiñándole un ojo en la última frase.

Tan rápido como pudo se levantó y se dirigió hacia la puerta de salida. No echó a correr para no llamar la atención de los parroquianos de la taberna, pero si intentó llegar a la puerta en el menor tiempo posible. Ahora les tocaría perseguir a Leonard  por las calles y cada segundo era importante.

Larymian cogió a jekil del brazo cuando este empezó a caminar hacia Leonard de nuevo. Le miró, bajó la cabeza y negó con ella, tras lo cual le dijo:

- Jekil, has hecho bastante por hoy. Ocúpate de Ruy y yo iré con Leonard. Nos veremos en el punto de reunión. Solo puedo confiar en ti, compañero. -le dijo Lari, tras lo cual lo besó en la mejilla y se adelantó hacia Leonard.

- ¡Espere, señor Leonard! ¡Por favor, espéreme! -dijo Lari levantando la mano en medio de la multitud intentando llamar la atencion a Leonard.

Deacuerdo jefe, tu diras cuando estimas que ha pasdo el tiempo adecuado para entrar otra vez y ya me diras algo.

Justo cuando más concentrado estaba y se disponía a realizar una persecución en toda regla por las calles de Altdorf, sintió como algo lo agarraba del brazo. Larymian permanecía ahí en la mesa, mirándolo.

¿Cómo que he hecho bastante por hoy? Y lo que es mejor aún, ¿Desde cuándo una niña decide sobre lo que debo o no debo hacer?- Mientras la joven hablaba, Jekil hervía por dentro al tiempo que mostraba una sonrisilla incrédula.

El cazarrecompensas, sumido en sus pensamientos, hubiera esperado cualquier cosa menos un beso en la mejilla. Cuando vio que la joven se acercaba cada vez más a su rostro, se quedó petrificado y sin saber qué hacer. No es que el beso significara nada para él, sino que no estaba acostumbrado a ese tipo de cosas y ni mucho menos se lo esperaba.
Todo en lo que estaba pensando, las cosas que pensaba decirle a la muchacha parecieron quedarse congeladas en su mente.

Aún perplejo por lo sucedido, observó cómo Lari se marchaba al encuentro de Leonard sin poder haberle dicho ni una palabra más.

¿Pero….? Pues menos mal que nos conocemos de un par de días apenas, si no… Mejor será que salga afuera, a ver que nos encontramos. Si pudiera seguirlos, aunque también está por ver lo que se trae entre manos Ruy.

Jekil, ahora sin que nada pudiese impedírselo, se dirigió hacia la salida de la taberna.

Leonard se detuvo un momento, dudando, cuando escuchó a Larymian llamarlo, pero salió pronto de la duda y en una fracción de segundo ya se volvió a encaminar a la puerta de salida sin esperar, esta vez con más prisa que antes.

En el camino, empujó nerviósamente a un parroquiano que le cortó el paso, y sin más demora, salió del lugar con la joven Larymian, que había descolocado a Jekil con aquel repentino arrebato del beso en la mejilla, tras sus pasos intentando no perderlo.

Larymian alcanzó a Leonard nada más cruzar el marco de la puerta y salir a la calle, ya que el hombre se detuvo en seco al toparse de frente con Ruy, quién en ese momento volvía de regreso a El Unicornio, y al igual que Leonard, se llevó una sorpresa al chocar lévemente con el otro hombre.

Leonard, que mirando hacia atrás para observar mientras se alejaba a las dos personas con las que había compartido mesa, no se había percatado de la aparición del estaliano en su camino cuando abandonaba la taberna, se lo quedó mirando extrañado y algo confuso por aquel choque y fue a pedir perdón, pero las palabras murieron en su boca despues de pronunciar las primeras sílabas... justo en el momento en el que ponía cara de estar pensando o recordando algo al ver el rostro de Ruy.

Jekil, todavía en shock por la actuación de Larymian, observó lo que ocurría desde su posición cerca de la mesa, cuando la puerta de la taberna se abrió, viendo desde el poco ángulo de visión del que disponía por la gente y la distancia, el encontronazo de Leonard con Ruy.

¡Mierda, mierda, mierda...!

Larymian se acercó a Leonard y le cogió por la cintura, empujando hacia fuera de la taberna, como si no hubiera visto a Ruy, y dirigiéndose a él, mirandole a los ojos.

- Al menos déjeme, sir Leonard, que le acompañe a su hogar. Me agrada su presencia a parte de que deseo acompañarle por mero gusto.

E intentó seguir andando fuera de la taberna, alejándose así de Ruy.

Intentando recomponerme tras el atropello mutuo y la sorpresa de descubrir que era Leonard con quien habia tropezado.

Ante la rapida respuesta de Lary, me hice ha un lado y haciendo una ligera inclinación -Disculpe caballero. Me interno en la taberna, para inmediatamente salir de nuevo refunfuñando-Maldita sea esta tampoco es la taberna que busco...... Me alejo hasta perderme en la oscuridad, desde donde puedad seguir observandolos sin ser vistos.

Leonard fue arrastrado por Larymian cuando esta lo agarró por la cintura para alejarlo de Ruy. El hombre, ante la sorpresa del encontronazo y su esfuerzo por recordar en la niebla de alcóhol que nublaba sus recuerdos, donde había visto antes esa cara no opuso resistencia alguna y sin darse cuenta, fue guiado por la chica lejos de la taberna y del estaliano.

Entre tanto, Jekil pudo ver la acción que transcurría fuera de la taberna desde su posición gracias al abrir y cerrar de la puerta.

-Yo... esto... como quieras chica... pero... la miró volviéndo a centrar su atención en Larymian y olvidándose de Ruy no se que pretendes con esto, pero no encuentro este trato muy habitual. ¿Qué quieres de mí? No esperarás que te pague por un... por tus... servicios ¿Verdad? No estoy de humor para ese tipo de cosas.

La cara de Leonard había pasado de la alarma, a la mera sospecha. Su rostro ya no reflejaba un atisbo de miedo, si no de leve enfado ante la posibilidad de lo que estaba imaginándose que ocurría con Larymian y Jekil.

Larymian, tras las palabras de Leonard, le quitó la mano de la cintura y le miró fijamente a los ojos.

- Sir Leonard, no pretendo ni por asomo llevarle a la cama. Sencillamente deseaba disculpar la grosería de mi compañero, puesto no encontraba necesarias las sospechas que tuvo sobre usted. -siguieron andando un rato, momento durante el cual Lari intentó fijarse en posibles carteles de Se Busca por la calle, y una vez estuvieron alejados de la taberna- Aunque si no quiere que le acompañe, me lo dice y me voy.

Larymian, durante todo el camino, intenta observar si hay carteles de Se Busca sobre sus compañeros por la calle, aunque cuando habla con Leonard, le mira a los ojos.

Leonard sacudió la cabeza confundido ante la cantidad de acontecimientos que habían sucedido en tan poco tiempo y trató de disculparse.

-Lo siento, no era mi intención insultarte llamándote lo que no eres, le dijo, es que... he tenido una temporada muy mala, ya de antes de llegar a la ciudad y aquí las cosas no me han ido muy bien que digamos. Si no te importa, lo único que quiero es marcharme ya a casa a descansar, ya que mañana también será un día de trabajo duro. Ha sido un placer compartir mesa contigo y con tu amigo, pero no es necesario que me acompañes a casa.

Las palabras y el estado de ánimo de Leonard demostraban que el hombre ya había tenido suficientes emociones por un día y que se encontraba cansado, Larymian, mientras lo escuchaba y acompañaba, siguió atenta a las calles, por si encontraba algún indicio de lo ocurrido con sus compañeros en forma de carteles de busca y captura, pero encontró nada de aquello que esperaba ver.

Cuando estaba acercándose a la salida de la taberna pudo ver el encuentro entre Leonard y Ruy. Así como la expresión del, ahora, estibador.

Parece que alguien reconoce la cara de alguien, ¿No Ruy? Eso te pasa por querer tenernos controlados, cuando lo que deberías hacer es esconderte.

Jekil se paró al ver como Ruy entraba de nuevo en la taberna. Estaba casi en la salida por lo que pudo ver de cerca al estaliano. También pudo observar, algo extrañado, como éste volvía a salir de la taberna otra vez.

Gracias al abrir y cerrar de puertas, Jekil pudo observar, aún desde el interior de la taberna, como Ruy se alejaba de la entrada. Sabía que su propósito no era otro que seguir a Leonard y Lari, que ahora se alejaban del unicornio.

Me jode que las cosas hayan salido de esta manera, pero es lo que tiene trabajar con desconocidos ¿Quién se ha creído que es esta niñata para apartarme cuando le dé la gana?, sé muy bien lo que me hago.-  Resopló y estiró su cuello de un lado a otro, intentando relajarse para tomar una decisión - Debería imitar al estaliano y darle una oportunidad a Lari….Bueno veamos que puede sacarle, de todas formas  siempre estoy a tiempo de hacerle hablar a mi manera.

El cazarrecompensas salió de la taberna cuando supo que le había dejado un margen de tiempo considerable para poder seguirlos sin levantar sospechas. Mientras los seguía y observaba continuaba cavilando.

Ten por seguro niñita que si en algún momento veo algo raro, creo que no te ha dado suficiente información o veo como la situación se te escapa; no dudaré en meterme por medio y hacer que este perro hable. Que hable por las buenas o por las malas, pero hablará.

En todo momento se mantuvo alerta, quizás no era el único que estaba siguiendo a alguien.