Partida Rol por web

Salís de la posada y deshacéis el camino andado para volver al lugar donde se realizo la boda, desde fuera podéis ver la carpa que aun sigue en pie aunque se la ve dañada por los cortes de espada y el posterior combate. La seguridad de la mansión esta intranquila y en un primer momento os impiden la entrada, diciendo que nadie ajeno a la familia puede entrar en este momento y os invitan a iros con malos modos, pero antes de que podáis hacer nada otro miembro de la seguridad reconoce a Krys, no le cuesta mucho y se acerca para deciros, que por favor paséis, que justo iban a enviar a buscaros puesto que el señor de la casa quería daros personalmente las gracias por vuestra labor en la fiesta además de que hay otros temas que quiere tratar con vosotros.

Vais pasando por las distintas habitaciones de la mansión que están decoradas con esa extraña mezcla de oriental y occidental que lleváis viendo durante toda vuestra estancia en la ciudad, la decoración es claramente cara pero está decorado con estilo y no resulta cargante.

Finalmente llegáis a una sala donde se encuentra el comerciante, veis que no está solo, otros dos hombres están con él. Uno de ellos va vestido con una sotana negra marcada con la cruz de sangre indicativo inequívoco de que pertenece a la inquisición. El otro más fuerte con vestimenta oriental, pero con símbolos de la inquisición en sus ropajes, se encuentra un poco detrás de las dos hombres, aparentemente parece el guardaespaldas del inquisidor.

Y estos son los hombres que salvaron a los invitados a la boda. - Dice con una amplia sonrisa pero claramente no está contento aunque intente parecerlo. – Les agradezco mucho que se ocuparan de ese… - parece dudar un momento – ser. Es un placer verle a usted aquí también señor Wimguer, tengo entendido que mantuvo la calma y ayudo a la gente a salir.

Permítanme que les presente a los miembros de la sagrada orden de la Inquisición, el inquisidor Samuel Thomas y su guardaespaldas Kumanosuke Kunikida.

Aunque el inquisidor no es físicamente demasiado imponente hay algo en el en su mirada que hace que un escalofrió recorra vuestra espalda al cruzar vuestra ojos con esos profundos ojos que parecen ver en el interior de vuestra misma alma. Es un placer conocerles, casualmente estábamos en la ciudad, nos enteramos del incidente y vinimos para ayudar en lo posible en este caso tan particular. Ustedes se enfrentaron a ese ser ¿Qué pueden contarme al respecto? – El inquisidor habla con una voz calmada y serena que rebosa autoridad y confianza en uno mismo.

El guardaespaldas hace una leve inclinación de cabeza a modo de saludo pero no dice nada.

El gesto de Valeria se torció en una mueca de sorpresa y nerviosismo.Un Inquisidor. No le gustaba nada esa palabra. En Alberia la presencia de la Iglesia no era muy fuerte, pero había oído hablar de ellos y de su siniestra tarea; investigadores y guerreros dotados de increíbles capacidades, con la misión de cazar brujos y monstruos en el nombre de Dios. Valeria era cristiana más por costumbre que por auténtica devoción, y por ello la presencia de la Inquisición le resultaba de lo más intimidatoria.

- Bueno... No sé decirles, su... ¿señoría? ¿Se dice así? Bueno... disculpe... Quiero decir, aquella cosa resultó... ser bastante más débil de lo que aparentaba... Y cuando cayó, se desvaneció... Casi parecía una.... ilusión.

Kris no había visto a muchos inquisidores, y aunque sabía y le habían advertido muy bien sobre ellos, no se había cruzado con ninguno, al menos, cara a cara. Sin embargo, no parecía demasiada cosa, bien, tenía una mirada penetrante, pero no haría mucho con sólo una mirada. Había visto guerreros mucho más imponentes que este inquisidor. Sin embargo, sabía que eran expertos en combate, entrenados para combatir lo extraño y que su fuerza sobrepasaba de por mucho, la experiencia de un soldado entrenado.
-Tal y como dice mi compañera- Kris pone una mano encima de la cabecita de Valeria para tranquilizarla, se la veía claramente nerviosa. - Ese monstruo se deshizo ante nuestros ojos. Ni sabemos cómo ha pasado ni qué o quién lo ha hecho.- Dice contestándole al inquisido y acto seguido se dirije a Toshida.- Señor Yoshida, hemos venido para ver si podíamos hacer algo más por usted. De hecho, un guardia nos ha dicho que andaba buscándonos. Pero teniendo a un Inquisidor en sus filas, de qué modo podríamos ayudarle? No me malentienda, la fama sobre los guerreros de la Inquisición es muy grande.

Aunque Kris no sabía el poder de ese Inquisidor, prefería no subestimarle.

Inclino la cabeza como muestra de respeto ofreciéndole una amable sonrisa a Makoyo Yoshida. La presencia de un inquisidor sin duda alguna no es algo que uno pueda pasar por alto y la mezcla de fascinación y preocupación se vuelve inestable en muchos casos, así que lo mejor era ser precavido y...y habló Kris.

Sin duda alguna las palabras del gradullón no tienen ninguna mala intención, pero fuerzo mi sonrisa al apretar los dientes ya que en presencia del señor Yoshida y del inquisidor, nuestro deber es escuchar y responder a las preguntas que se nos realicen

-Nada de protocolo...vale que a mi no me guste, pero la ocasión merece un poco de precaución y pasos de plomo.

Intentando volver al cauce de las preguntas del inquisidor, me apresuro a responder.

-Yo solo pude ver a esa criatura desde lejos, ya que me encontraba ayudando a la gente para que pudiera escapar  -y vas tu y te poner a hablar de lo natural que fue todo...emm, y ciertamente, jamás había visto nada parecido y temo que no puedo decir mucho más, ya que quienes cortaron y vencieron fueron ellos- digo señalando a mis compañeros-yo apenas llegué para ver como desaparecía...

Kayne esbozó una mueca bajo su máscara. Inquisidores. No le gustaban nada, y no porque hubiera tenido algún encontronazo con ellos (Lo que le extrañaba, esa gente se metía con todo lo que respirase) sino porque su lucha le parecía estúpida.

Se mantuvo en silencio y en un segundo plano mientras sus compañeros respondían a las preguntas de los hombres, ellos eran los que habían estado en la boda. Sin embargo, no bajó la mirada cuando se la devolvieron o mostró miedo o nerviosismo ninguno. Que no tuviera nada que decir no significaba que tuviera que sentirse inferior.

Tranquila hija, no tienes por qué estar nerviosa, no tenéis nada que ocultar ¿verdad? - Dice esto último con una media sonrisa que os hace sentir aun mas incomodo.

Así que se deshizo sin más, interesante, muy bien muy bien, si descubren o saben algo mas compártanlo conmigo. Ahora el señor Yoshida les hablara de su problema que puede que esté relacionado con mi investigación, pero no es prioritario para mi, por eso les necesita a ustedes. - Dice mirando directamente a Kris

Si verán, - Dice claramente nervioso – mi hija ha desaparecido, durante el ataque ella y sus guardaespaldas se fueron según el protocolo de seguridad establecido, pero ya tendrían que haber vuelto, no sé que la puede haber pasado. Por su actuación con ese “ser” creo son perfectos para la misión, por supuesto les pagare adecuadamente por su trabajo si encuentra a mi hija. Así que por favor se lo pido, encuentren a mi hija. - Cuando dice esto último pierde casi toda su compostura y prácticamente empieza a llorar.

Valeria agradeció con una sonrisa el gesto de Kris, pero tan pronto como el Inquisidor habló, su humor cambió

- ¿Pequeña?

El gesto de nerviosismo de Valeria cambió a uno de ligero enfado. Que Kris la llamase "pequeña" tenía un pase; a fin de cuentas, para el gigantón todo el mundo era pequeño. Pero ella no era una mujer precisamente "pequeña"; de hecho solía ser más alta que la media de hombres con los que se topaba, y aquel Inquisidor de ojillos hundidos no era la excepción. Aquella sonrisilla y el "no tenéis nada que ocultar, ¿verdad?" hicieron que el tipo automáticamente le cayera mal.

Sin embargo, cuando el anfitrión habló, dejó a un lado sus pensamientos sobre el Inquisidor y se centró en la nueva oferta de trabajo. Parecía que efectivamente alguien quería crear una distracción con aquel oni, y mientras tanto ir a por lo que le interesaba: la novia. Secuestrada el día de su boda; la coincidencia le hizo esbozar una ligera sonrisa. ¿Había sido realmente secuestrada en contra de su voluntad, o es que simplemente no quería meterse en un matrimonio probablemente de conveniencia, como se estilaba entre nobles y burgueses?

- Humm... suponiendo que aceptemos, ¿por donde deberíamos empezar?

Kris escucha a Decland hablar y poco después al Inquisidor. La pregunta que hace le molesta claramente, su rostro se endurece ante una sencilla pregunta que a su modo de ver, rozaba la amenaza.
Pero no se molesta demasiado por el Inquisidor. Makoyo parecía realmente afectado por la desaparición de su hija. Habían jugado con ellos poniéndoles una suculenta distracción y además ese trabajo les daría una suculenta recompensa.

Tras escuchar a Valeria, responde, mas para sí mismo que para ella.

-El novio. - Tras lo cual se dirige a Makoto - Sr. Yoshida, ha dicho que su hija ha desaparecido. Que hay del novio?

-El novio...- me quedo pensativo durante unos instantes. Que el novio hubiera montado todo esto es una posibilidad aunque no creo que sea la correcta. Habría que ver muy bien todas las partes para averiguar quien se puede beneficiar por la desaparición de su hija.

-Tal vez haya algún enemigo de la familia involucrado en todo esto. Antes que pensar en el novio deberíamos mirar esas opciones -por lo menos de cara al publico...

-De todas formas ¿quién podría crear un ser así? -digo mirando al Inquisidor en busca de respuesta.

- Ohhh no!!! No, no, no. No era mi intención acusar al novio ni mucho menos. Pero si se marcharon juntos, quizá vió algo extraño. Deberíamos hablar con alguien que haya presenciado algo...

Sonríe levemente a Decland y se dirige con su guardaespaldas hacia la puerta. - Hay cosas que es mejor que no sepáis, el flujo de información no es bidireccional, vosotros me decís a mi todo lo que descubrís y ya está. Os dejo con el señor Yoshida yo tengo que trabajar. - Dice mientras abre la puerta, sale y su guardaespaldas la cierra tras de él.

Ahora que el Inquisidor y su guardaespaldas se han ido, parece que Makoyo se relaja un poco. – Perdón por lo del Inquisidor, pero no tenía otra opción, insistió en veros y yo no podía decirle que no. Esa  es otra de las razones por las que quería pedírselo a ustedes, tengo miedo de lo que pueda hacer el inquisidor cuando encuentre a mi hija, puede que piense que sabe demasiado o ha visto demasiado y la mate, se que si quiere matarla ni en mi casa podre protegerla de él, pero es probable que no intente ir a por ella.

El novio está bien, salieron juntos de la carpa, pero luego sus protocolos de seguridad eran distintos, se separaron poco después. Pueden hablar con él si lo desean, pero no creo que esté involucrado.

Para empezar creo que podrían seguir el camino de mi hija con sus guardaespaldas para intentar saber que ha pasado.

Valeria no perdió de vista al Inquisidor y a su gorila mientras salían de la casa. No le gustaba esa actitud; iban a tener problemas, seguro. 

Luego asintió a las palabras de su patrón

- Si, imagino que es la mejor opción. ¿Se sabe algo de los guardaespaldas?

Ese Inquisidor se estaba sobrepasando. Acaso no estaba dando órdenes? La mirada que le hace al Inquisidor deja de manifiesto su agrado ante sus palabras.

- Y ya está.- Sonríe Kris mientras el Inquisidor aún se encuentra en el lugar.

Tras escuchar lo que Makoto y Valeria dicen, Kris asiente.

- Me imagino que no habrán corrido tanta suerte. Los guardaespaldas dudo que algún tuviesen valor. Los habrán despachado rápidamente.- De todas formas, Kris observa a Makoto esperando su respuesta

Kayne suspiró cuando el inquisidor abandonó la estancia y se permitió relajar los músculos. No le gustaban ni un pelo esas personas, cualquier movimiento mal interpretado y zas...sin cabeza. Ni siquiera se dignarían a pestañear.

-La idea de empezar por los guardaespaldas me parece bien. ¿Donde pueden estar? Se supone que se fueron con su hija según el protocolo de seguridad, pero ¿A donde? Quizás encontremos alguna pista.

Mientras hablaba, repasaba la sala con curiosidad, como queriendo recordar cada detalle.

Observo como el inquisidor se marcha y noto como la calma llega a la habitación. Yo me siento más tranquilo desde luego.

La inquisición y sus cuestiones...bueno, por lo menos no nos han hecho demasiadas preguntas ni muy complicadas, pero deberemos actuar con cautela porque estará cerca

Ante las propuestas de mis compañeros asiento. Ciertamente seguir el camino de la novia será la mejor idea para empezar.

-Si la inquisición pretendiera matar a su hija por ver lo que ha visto....-digo algo pensativo-tendría que matar a mucha nobleza de la zona. Si la quisiera matar porque sabe demasiado- giro el bastón apuntándolo hacia arriba- significa que su padre sabe que sabe demasiado, pero ¿demasiado sobre qué?.

Termino con un gesto interrogativo hacia Makoyo. No me importa que haya cosas ocultas detrás de todo esto, pero si un inquisidor anda cerca, por lo menos me gustaría saber que tengo que pasar por alto para no verme afectado.