Partida Rol por web

Se incorpora tras la cura mágica que ha realizado Bastien. Ya se veía venir que ese ser es alguien que busca venganza y ahora todo está más claro. Las heridas todavía duelen y le cuesta ponerse en pie. A pesar de ser bastante inteligente, el dolor seguramente ofusca su raciocino, pero puede estar segura que si el jinete ha creado esa distracción, es para que no le siguieran los pasos. Así que esconderse tan cerca, en el pinar, no es lo bastante inteligente.

-No estará en el pinar.

Cuando caminaba hacia el pinar se detiene

- ¿ En qué quedamos entonces ? ¿ vamos al pinar o a el cauce? yo iré donde decida la mayoría, ni por asomo me quedaría yo sólo por aquí.

Lentamente, Lorine abandona su posición de reposo y se alista para partir. Una grog, y más aún una recluta, no opina: obedece. Se para junto al gigante y espera la decisión final.

Pero aquel acre sabor de saberse solos no ceja. Brevemente desvía la vista hacia el cuerpo caido de la maga y suspira.

Dos muertos, dos heridos...

Remigius se pellizcó el puente de la nariz. Cuando cayese el sol, le dolería todo el cuerpo, y las heridas se le abrirían de nuevo. Esperaba que el tratamiento que se había dado fuese suficiente.- Mientras os ponéis de acuerdo, iré atendiendo a otro de nuestros compañeros.

Lorine vuelve la vista hacia Phoe. Ella se encuentra en peor estado y es justo que sea ella quien reciba la ayuda de aquel hombre. Pero ante el mutismo de la maga, Lorine avanza unos pasos y con cierto recelo pregunta. ¿Puedes hacer algo por mí? La magia es algo que no comprende y, como todo lo desconocido, provoca su desconfianza.

Remigius se remangó de nuevo.- Muy bien. Estate quieta.

Remigius intenta curar las heridas de Lorine, pero al curar las suyas había usado gran parte de su fuerza, necesitaba descansar antes de poder curar a alguien más.

Por mayoría, aunque había quienes no estaban de acuerdo, os dirigis al pinar, era mejor ponerse en marcha que esperar alli, el tiempo no estaba con ellos como para seguir perdiendo el tiempo.

Entre los pinos sigue lloviendo, pero la lluvia es cálida y agradable y el aroma de los verdes pinos impregna el aire. En medio del pinar hay un claro con un pequeño altar de piedra en el centro, rodeado de rosales. Construido toscamente con las rocas de la montaña apiladas una sobre otra, el altar posee la singular belleza de lo simple y natural. Una cruz de madera se alza sobre él y tres rosas rojas descansan sobre su base

na extraña sensación te inunda, es como si supieras que Santa Fabia se encuentra cerca, sientes que puedes hablar con ella, que se te puede aparecer, pero el modo se te escapa

Despues de una pequeña pausa en la expedición, decidimos retomar el ritmo y por mayoria tomamos el camino hacia el Pinar. Antes de adentrarnos en el solo parecia una arboleada como muchas que hay en estos parajes. Pero luego de ya haber ingresado entre su extención comenzo a sentirse una sensación placentera, la lluvia, los olores. Todo parecia acogedor. Hasta encontrar aquella tumba en un claro, rodeada por flores.

-Este lugar me da escalosfrios- exclamo serio sin querer manifestar mi bien estar.

Intento prestar atención por si existiera alguna inscripción en la tumba.

No les bastaba con la lápida y la inscripcion, los cristianos sentían la necesidad de añadir cruces por todas partes, le dijo a Remi su ascendencia morisca. Sin embargo, no era momento de preocuparse por ello; había circunstancias más apremiantes que atender. No estaba satisfecho con la atención que había dado a Lorine, pero en el campo sin su material más especializado no podía haber hecho mucho más.

Leyó el entorno del pinar. Su ojo, entrenado en la magia, intentó determinar si aquel lugar presentaba algún tipo de resonancia mágica o feérica.

- ¡ Mirad la cruz ! - dice señalando en esa dirección - ¿es la tumba del jinete?

¡Quizá sea la tumba de Santa Fabia! - exclama Tomás. 

Digo yo que si realizó algún milagro en vida, como cuentan... Debió morir en algún momento. ¡Quizá esa sea su tumba!

No sé, siento una sensación extraña. Y no sé porque... pero me recuerda a ella.

¡Quizá sea la tumba de Santa Fabia! - exclama Tomás.

Digo yo que si realizó algún milagro en vida, como cuentan... Debió morir en algún momento. ¡Quizá esa sea su tumba!

Siento una sensación extraña. Y no sé porque... pero me recuerda a ella.

Lorine sacude la cabeza y un escalofrio le recorre el cuerpo. Observa detalladamente el altar, es similar al que habia observado antes, cuando aquella anciana le habló.

Permanece en silencio atisbando los alrededores, arco y flecha en mano.

Las heridas le duelen y la hacen estar fatigada. No sabe como acabará si el Jinete ataca de nuevo... quizá no tenga fuerzas para hacerle frente. Pero deja de pensar en eso cuando entran el pinar y se van acercando al centro del lugar... parece que hay una magia extraña en el lugar pues, a pesar de la lluvia, no parece como si lloviese... todo es más amable y calmado.

Mira hacia la tumba rústica y espera a que los demás hagan algo.

Mirando la tumba de la que estas seguro que es Santa Fabia, experimentas una rara sensación que ya habías sentido anteriormente, era la sensación que te inundaba antes de tener una visión.

De repente te sientes arrebatado de tu cuerpo y te sientes en otro tiempo y lugar. Es un día cálido y hermoso. Sientes el templado brillo del sol sobre tu piel, pero estás triste y solo. Mientras vagas por una pradera llegas hasta donde está una hermosa doncella sentada bajo un pequeño roble. Sostiene a un corderillo en su regazo mientras cinco ovejas pastan a su alrededor. Su belleza te aturde tanto que estas demasiado cohibido para hablarle. Durante un rato la observas en secreto. Finalmente, reúnes el valor para acercarte más a ella y decirle palabras de amor. Al principio se sobresalta, pero poco a poco va sonriendo y pronto estás hablando con ella de cosas triviales. Es agradable, amable y muy hermosa

Tomás permanece inmóvil, en trance. De repente sufre una convulsión y vuelve en sí.

¡Eee...eeraa su enamorada! El jinete amaba a Santa fabia pero...- ufff se tambalea- ....aaaaah  -entonces vuelve a quedarse en trance y minutos más tarde sufre otra convulsión.

Mmmm...-dice con voz entrecortada. Él la  a...amaba. Pero porque siente ese odio, quizá un amor no correspondido? unido a su odio hacia la familia podria ser la causa de su dolor? No. No puede ser. Eran felices, ella también parecía que lo amaba. No sé , estoy confuso. Amoris vulnus idem sanas qui facit!

Tomás había tenido una de sus extrañas visiones, demasiado extraña para que la entendiese otra persona que no fuera el propio Tomás. En cada visión, ¿entendia mejor los motivos del Jinete? ¿Se convertia en el Jinete? ¿El Jinete había amado a Santa Fabia? ¿habia sido rechazado o había sido correspondido? Muchas preguntas y ninguna respuesta, solo suposiciones.

Allí, frente a la tumba de la que podría ser Santa Fabia os encontrais, pero nada podéis hacer alli, asi que seguis vuestro camino. Continuáis ladera arriba sin demasiados problemas. Tras otra media hora de camino, llegáis al pie de la colina donde la tormenta aún perdura. Allí culmanareis vuestro viaje. Al mirar hacia la colina, veis relámpagos hendir el cielo desde la tierra. Le habéis encontrado; proto os enfrentaréis cara a cara