Partida Rol por web

El Juego de Nobletierra

De entre los muertos

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10/06/2010, 18:09
Robusto Lafuente Estefanía

Robusto estaba un poco intimidado por la presencia del demonio delante suyo, era feo como... pues eso, era feo como un demonio y la verdad es que no le hacia mucha gracia tenerlo de acompañante. Habia oido historias sobre demonios y ninguna terminaba bien.

- Mi fiel Crakell, muchas gracias por tan magnifico presente. Me siento muy honrado.

Despues se encaró directamente con el demonio haciendo acople de todo su valor y manteniendose a unos 10 metros del dibujo del suelo

- Adelante poderoso señor de los infiernos, dile a tu nuevo amo cual es tu nombre.

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11/06/2010, 02:04
Mitius DeQuycus

Ah, así me gusta, que me empiecen a tratar con el calificativo que me merezco -comento ante la nueva voz, esta vez, no parece la de Crakell, por lo que asumo que lo habré derribado de un manotazo. Mi fuerza al volver de entre los muertos debe de haberse multiplicado por diez mil, y lo habré volatilizado de un manotazo- Por supuesto, no tengo ningún amo, pero eso es algo que arreglaremos más adelante. Al menos, por tu voz, parece que saber reconocer a una criatura de gran poder como soy yo. Mi nombre es Mitius. Y este, aunque no sé exactamente donde está, pero seguro que está; es Quycus. Y ahora...

¿Dónde demonios estoy? ¿Qué lugar es este?. No veo nada. Seguro que si me concentro por última vez, recuperé la visión... -Diciendo esto, intento concentrarme para volver a ver, con parpadeos intermetentes para ver si recupero de una vez por todas la visión.

¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?... Idiota como sigas así, lo único que vas a hacer va a ser provocarte un dolor de párpados que mañana no los podrás mover. ¿Acaso quieres cansarte antes de tiempo?.

¡Haré lo que me venga en gana! ¡Si quiero parpadear, parpadearé y tú no eres nadie para impedirme que lo haga! ¡Seguiré parpadeando aunque se me caigan los ojos en el intento! ¿No has comprobado lo poderoso que soy ahora?... -Tras mi soliloquio, sigo con mi tarea de intentar ver.

¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?. No. ¿Veo?. No...

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20/06/2010, 09:51

Lo que tus abotargados ojos te ofrecen es una cuidada selección de la gama de grises. Te empiezas a ilusionar pensando que has logrado al fin la infravisión que tanto envidiabas a los drow, pero la alegría no te dura mucho, pues aún con tu espongiario raciocinio eres capaz de deducir que vas recuperando la vista poco a poco y que ese borrón de grises pronto se aclarará. Y que tomará color tan pronto salgas a alguna parte con más luz que la catacumba en la que debes de estar ahora mismo.

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20/06/2010, 09:54
Crakell Dúrdagan

Me inclino hacia el joven.

Ya veis, esa es su forma de hablar y nada se puede hacer con ello. Los seres extraplanarios gastan tal ceremonia y fatuidad.

Extiendo uno de mis pequeños dedos índices.

Mas sabe bien cuál es su lugar, y aunque su trato no sea servil, descuidad. Os será tan fiel como las hojas lo son al otoño. Ese torneo es cosa hecha, joven señor.

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20/06/2010, 18:36
Robusto Lafuente Estefanía

- Ya veo ya... ¿Con quien habla? ¿Me has regalado un demonio loco? .- Robusto pregunta a su criado aun un tanto perplejo por los acontecimientos

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20/06/2010, 20:19
Crakell Dúrdagan

Ante todo, pensad que son criaturas del caos. Y no es fácil encerrar el caos en una apariencia mundana... pero no habéis de temer, su excentricidad es inofensiva.

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21/06/2010, 02:51
Robusto Lafuente Estefanía

- Si aprecias conservar tu pellejo espero que sea cierto eso que dices porque si no te entregaré a él como pastas del té de las 5. Y creo que te tiene ganas. - Luego, un poco ya más confiado de si mismo, - Muy bien Mitius, a partir de ahora responderás solamente ante mí, tu señor Robusto Lafuente Estefania. Puedes llamarme Robusto solamente si lo deseas.

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21/06/2010, 13:46
Mitius DeQuycus

¿Cómo? ¿Acaso eres un poderoso ser de otros mundos con poderes desconocidos por el hombre, o un engendro poseedor de una tecnología que escapa a los límites del pensamiento?. No pareces ninguna de las dos cosas... -Digo mientras empiezo a buscar con mi recién adquirida visión en la sala en la que me encuentro- ...No, creo que hoy no me apetece postrarme ante tí. Ahora, si me disculpas, tengo algo que hacer...

Aunque, ya que estás ahí -comento a la voz que está diciendome que le llame Robusto, que aún no he logrado ver- Podrías traerme una túnica. A ser posible, de color verde, con ribetes dorados. Y un par de botas no estaría mal, así como unos colzones... Aunque si me pusiese calzones, ir con túnica perdería toda su gracia... Mejor trae solo la túnica y las botas... Hala hala, ya estás tardando... Ah, y no te olvides de traer un saco de naranjas. Eso es lo más importante. Cuándo lo traigas, descubrirás el porque...

En cuanto me quede solo con el semignomo ese... Me lo cargo, lo despachurro, lo trituro, no dejo de él ni los restos...- ¡No idiota! -No puedes hacer eso. Entonces todo el mundo sabría que has sido tú. Necesitas usar un saco de naranjas. En cuanto lo tengas. podrás golpear a esa criatura con él. Pero mientras, no puedes hacer nada... Aunque pisotearle un poquito de nada las tripas es tentador...

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21/06/2010, 15:28
Robusto Lafuente Estefanía

- Crakell ya has oido la peticion de mi vasallo. Acude presto. - Robusto esperaba que ese demonio se postrase ante él y no cejaria en su intento hasta lograrlo.

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21/06/2010, 22:50

Tu vista se aclara, centra y meridianiza de tal modo que al fin eres capaz de ver dónde demonios ha ido a dar tu alma. Lo primero que miras, como resulta lógico, es que te encuentres en tu antiguo y apolíneo cuerpo. Ignoras cómo ha llegado hasta ahí y por qué está en perfectas condiciones, pero para ti el júbilo nostálgico prima sobre las cuestiones lógicas en un 97% de ocasiones. El otro 3% simplemente te dejas llevar.

Te pones en pie, dando gracias a tus oídos por ayudarte a mantener el equilibrio, y echas una ojeada alrededor.

Parece ser que te encuentras en un sotanillo de lo más corriente. Casi crees oler el raticida en las esquinas y el ancestral olor a arpillera, que no sabes lo que es, pero por alguna razón tu cerebro no sólo conoce la palabra sino que la asocia a un aroma en concreto la mojó en el arroyuelo y cantando la lavó, y tú lo respetas debido al pacto de concordia que mantienes con tus propios órganos vitales.

A tus pies puedes ver una gran mano de seis dedos dibujada con ceniza verde, y no tardas mucho en descubrir que se halla inscrita en un pentáculo trazado con el mismo material, lo cuál trae recuerdos confusos a tu aún embotado cerebro.*

la frotó sobre una piedra, la colgó de un abedul

Al fondo a la derecha hay una escalera que sube y en la que crees ver un señor bajando y que en realidad no está ahí, es sólo la luz, que hace cosas raras.**

Ante ti se yerguen tres figuras. Al jovenzuelo que te ha estado tratando como a un cualquierón (cuyo corte de pelo desafía a las leyes de la cordura que incluso tú, en cierto modo, respetas) y la infausta criaturilla a la que debes tu lapso vital, se suma una criatura alta y flaca envuelta en harapos cual parca de baratillo.

Notas de juego

*Si es que alguna vez no lo ha estado.
**Y que no había foto sin señor.

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21/06/2010, 23:06
Crakell Dúrdagan

Me revuelvo inquieto y, por qué no, bastante furioso.

Sabed, señorito, que vuestro padre no me paga tanto como para justificar ese desdén. Es lo mejor que he podido invocar por setenta piezas de oro, así que si no os gusta no es mi culpa. Yo ya he cumplido, los accesorios y complementos se venden por separado.

A mi silbido, mi flaco sirviente se cuadra como un militar.

Sube y ve recogiendo, aquí ya estamos al postre.

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21/06/2010, 23:13

La silenciosa figura encapuchada sube por las escaleras y desaparece por el rectángulo de luz que lleva al vestíbulo de casa de los Lafuente Estefanía.

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21/06/2010, 23:14
Crakell Dúrdagan

Bien, bien, bien, hijito, ya no quedan más que las advertencias de rigor. Acátalas o no, es cosa tuya, es tu alma la que está en juego. -voy extendiendo los menudos dedos de una mano conforme recito las reglas- Uno: guarda en secreto tu nombre de pila. Dos: sofoca cualquier asomo de rebelión o despotismo con un chorro de agua de madreselvas. Tres: mantenlo alejado de los árboles perennes. Cuatro: ha de ingerir ceniza de esmeraldas cada amanecer. Cinco: desoye sus desvaríos, intentará confundirte con ellos.

Inspiro y exhalo, con la satisfacción del deber cumplido.

Vorzag le ha dado a tu padre todo lo necesario para mantener el vínculo durante cuatro semanas, suficiente para llegar hasta Nobletierra y hacerte con el triunfo. Después es cosa tuya, aunque no creo que lo necesites más. Nada más que decir, salvo que cumplas muchos más y que te sea leve en Nobletierra.

Tras una pomposa reverencia, me desvanezco en una nube verde. Aún se puede oír mi burlona risilla mientras el humo se evapora.

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21/06/2010, 23:28

Un incómodo silencio cae sobre la estancia conforme ambos, Robusto y Mitius, señor y vasallo, quedáis a solas por primera vez.

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22/06/2010, 02:33
Mitius DeQuycus

¡Maldita sea! ¡Lo has dejado escapar! -chillo poniéndome de pie de un brinco- ¡Ese ser vil se ha vuelto a escapar! ¡Ahora no podré darle su merecido por mandarme a aquel condenado lugar con la furcia elfa, el estúpido drow, y el bárbaro escuálido... Maldita sea...

Bien, ahora es el momento, de que me digas quién se supone que eres, que lugar es este, y qué se supone que hago yo aquí. Aunque seguro que me lo puedes contar mientras me vas a buscar una túnica verde con ribetes dorados, unas botas de calidad, y algo que comer. Mejor, tú busca todo eso, mientras yo busco algo de comer. No me fío de cualquier cosa que me puedas dar. Yo soy un excelente cocinero, y mejor gourmet, por lo que yo me prepararé algo.

Tal vez deberías de preguntarte primero que ha sido de Quycus. Quizás pueda serte útil en tus peripecias a partir de ahora...

Sí, tienes toda la razón del mundo -Comento mirando fijamente al crío- ¡No te muevas o podrías pisarlo!. Esperemos que no sea así. a Quycus no le gusta que lo pisen, y tiene muy mala baba para eso. Aunque peor baba tengo yo cuando le pisan... ¡Qué clase de estúpido castigo es este! ¡Quieres ir a buscar la ropa de una maldita vez! ¡El mundo de ahí fuera no va conquistarse solo, por Nerull!.

Ahora, iré a preparar un rico pastel de carne. Quizás unos sesos de mosquitos sería un complemento ideal para el pastel. Aunque será difícil encontrar ese delicado manjar en un lugar como este -Mientras digo esto, toqueteo todo lo que tengo alrededor, pentáculo de polvo, cosas que haya por la bodega, etc.

Bien, vayamos a buscar a ese tipo raro que había aquí. Aunque, claro, no sin antes tomar algo de pastel de carne... -Dicho esto, me aventuro a ver que hay más allá de las escaleras de la bodega.

Bien, parece que mi resurección ha sido satisfactoria. Ahora soy mucho más poderoso de lo que pensaba. Creo que eso ya lo he dicho antes. Bueno, no importa. Ahora solo tengo que buscar a Quycus, al tipo de la escalera, que quizás sepa algo sobre ese ser infecto que me traicionó, preparar un rico pastel de carne, y conquistar el mundo. Cada paso me resulta más sencillo que el anterior, así que empezaré por el segundo. A veces me sorprendo a mí mismo con mi propia genialidad. Bueno, realmente, no. Ya sé que soy absolutamente genial en todo.

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22/06/2010, 22:00
Robusto Lafuente Estefanía

Notas de juego

Puede salir por si solo del circulo de invocacion?

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22/06/2010, 22:49

Notas de juego

Sí, sí, sin ningún problema.

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23/06/2010, 02:06
Robusto Lafuente Estefanía

Robusto observa, no sin cierto temor, que Mitius puede salir y pasearse, lo cual ya es un problema muy serio.

- Bien, antes de nada, ire a por vuestra túnica poderoso ser de los infiernos. Más que nada para que no vayais por ahi como Nerull os trajo al mundo.

Tras subir al piso superior y bajar raudamente con una tunica tal y como él habia solicitado* Robusto vuelve a hablarle

- Y ahora si sois tan amable de acompañarme iremos a por algo de comer.

Notas de juego

*doy por echo que encuentro una tunica como el me dice, si no se puede pues edito el post y arreando.

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23/06/2010, 05:16

Tras mucho buscar (mentira), lo único que Robusto encuentra es algo de ropa vieja de su padre. En realidad toda la ropa de su padre es vieja, pero esta es tan vieja que es inaceptable para que un ciudadano de Lirzun la lleve en público. La ropa consiste en:

Muda de cuerpo entero*
Camisa blanco-amarillenta (renegrida en cuello y puños)
Pantalón marrón con el entremuslo desgastado (la ingle derecha va más fresca debido a un pequeño agujero)
Sandalias marrones desgastadas
Chaleco azul con ribetes amarillos (le faltan 1D12 de ribetes, dos botones y está deshilachado por la parte de los ojales)
Boina amarilla con una estúpida borla dorada colgante que gusta mucho en Lirzun y que a Mitius fascina desde el primer momento en que le pone el ojo encima
Casaca gris perla con filigrana dorada. Esta está impecable, pero al señor Lafuente (robusto caballero, sobre todo en vientre y alrededores) le queda demasiado estrecha. Además las hombreras son un tanto exageradas.

Entregas la ropa cuidadosamente doblada (mentira, la traes hecha un mondongo y bastante tienes con llevarla en un sólo viaje y sin que se te caiga por el suelo) al ser infernal que, obediente, aturdido o ambas cosas, se pasea por tu sótano en pelota picada canturreando algo sobre una tal Esther con la que no querría seguir viviendo.

Notas de juego

*como el pijama de Stewie, con ventanilla en el trasero que se cierra con dos trabillas para poder giñar con comodidad

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23/06/2010, 05:29
Los Ecos de Quycus

Libélulas traigo, largas como dedos de troll y crujientes cual pan recién hecho...

Señoría, mi buche se retuerce de hambre...