Partida Rol por web

El laberinto del bufón

IV - Mucho más que un secreto

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16/09/2017, 18:46
Aldar
- Tiradas (1)
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16/09/2017, 18:58
Balakar
- Tiradas (1)

Notas de juego

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16/09/2017, 19:44
Freya

Mi natural impulsividad hizo que me dirigiera hacia aquel árbol sin pensar, pero fue esta también la que impidió que me metiera en un atolladero del que difícilmente podría salir si nos atacaban. Había actuado sin pensar, sin prepararme, y no había logrado ascender por aquel árbol que más era una trampa mortal que un ente de la naturaleza. El repentino aviso de Zafira de la presencia de aquellas criaturas me hizo desistir, pues se trataba de un riesgo demasiado alto el comenzar a trepar sin saber cuántas bestias había en aquel lugar. De tratarse de una sola mis compañeros podrían haberse encargado ellos mismos mientras yo subía, pero sin saber a qué nos enfrentábamos pensé que sería mejor acabar con ellas antes. Si conseguíamos disminuir la amenaza me aventuraría nuevamente tronco arriba.

La elfa nos instó a taparnos los oídos, sin conocer el motivo de ello, aunque mi dura mollera me dio para pensar que se trataría de un consejo relacionado con aquellas criaturas; aunque la mujer acostumbraba a actuar sin mucha coherencia. Pero algo debía reconocerle, sus conocimientos sobre el mundo mágico y natural eran mayores que los míos. Tiré de la ropa que llevaba bajo mi armadura y rasgué la tela con los dientes en dos ocasiones, obteniendo dos trozos que me introduje en las orejas tras hacer sendos gurullos con ellos.

Mis compañeros comenzaban a posicionarse, pareciendo que Avlin no tenía recursos con los cuales colaborar, lo que me corroboraba que había hecho bien en no continuar con el ascenso. Cogí el arco de mi espalda y coloqué una flecha en este, apuntando en la dirección que Zafira nos había indicado a viva voz. Sólo esperaba dos cosas en aquel momento: Que aquellas bestias se mostraran cuanto antes y el ver entonces cómo uno de los proyectiles de Aldar cruzaba el cielo, pues aquello significaría que se encontraba bien.

- Tiradas (1)

Notas de juego

He puesto mal el modificador por error, es un +2, con lo que la iniciativa se queda en 19.

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17/09/2017, 21:30
Harpías Jóvenes

La voz de alerta de Zafira fue seguida por estruendosos crujidos y chasquidos de madera que en un primer momento parecieron ser el preludio de un peligroso enemigo de colosales dimensiones. No obstante, el sobresalto pronto quedó en un suspiro de alivio por parte de los aventureros al comprender que aquel hecho extraordinario obraba en el beneficio de todos ellos.

A pocos pies del olmo maldito, uno de los leñocasos que se hasta entonces había aparecido imperturbable y ajeno al devenir de los acontecimientos pareció cobrar vida bajo el expreso deseo de la druida. Sus ramas, rectas y tupidas como era característico en los de su especie, comenzaron a retorcerse y agitarse de manera violenta e impredecible. La quietud de la arboleda fue eliminada de un plumazo cuando de entre el estrépito surgieron una especie de agudos chillidos que confirmaban que las suposiciones de algunos miembros de la compañía eran acertados. A través del follaje de la parte superior del árbol pudieron vislumbrarse por unos instantes las alas parduscas de una criatura que luchaba enconadamente contra el poderoso abrazo de la naturaleza. La harpía, oculta a excepción de su ala derecha por el grueso tronco, gritaba con todas sus fuerzas presa del pánico y la incredulidad, a la vez que se veía atraída hacia la gruesa corteza del tronco.

Para entonces, Avlin, que alertado por un movimiento captado por sus ojos había desplazado su atención hacia el mismo lugar instantes antes de que Zafira elevase la voz, dejó la búsqueda de los ratones por un acto que sin duda le reportaría menos satisfacciones pero mejores resultados: correr a toda velocidad en dirección a Balakar tapándose los oídos con sus rechonchos dedos.

Semejante desencadenante favoreció la reacción de Freya, que no dudó un instante en seguir el consejo de su compañera y comenzar a rasgar a toda prisa tiras de sus escasos ropajes a fin de elaborar unos improvisados tapones para sus oídos.

La misma velocidad de reacción tuvo Balakar, que comprendió pese a no haber visto nunca una harpía lo apetecible y desprotegido que podía llegar a ser una presa de pequeñas dimensiones como un gnomo para uno de aquellos seres. Sus pasos en dirección a su compañero llegaron en el mismo momento en que una maléfica algarabía de grotescas risas se elevaba por encima de los chillidos de la harpía atrapada y el crujir de la madera.

Como si ya hubiese sabido lo que iba a suceder, Aldar ya había terminado con la poco deliciosa labor de mezclar tierra con saliva y taponarse su segundo oído con una mezcla suficientemente consistente como para que su fino sentido de la audición quedase atenuado en parte antes de que las harpías comenzasen con sus hipnóticos cantos y ya estaba con su arco en mano escrutando las alturas.

Pero aquel temor no llegó a materializarse, al menos no de momento, pues puede que debido a los gritos de horror de una de sus hermanas el resto de harpías se apresuraron a abandonar sus escondites para lanzarse a la caza de los aventureros. Así, para cuando Freya terminaba de taponarse los oídos y echaba mano del arco, las primeras criaturas aladas ya habían remontado el vuelo y se encontraban sobre sus cabezas.

La amenaza consistía en al menos tres harpías más, todas ellas de cuerpos esbeltos y fibrosos cubiertos en parte de un plumaje que iba del pardo al verde oscuro y con unas largas y afiladas garras en las extremidades inferiores semejantes a las de un águila. Sus dimensiones no eran mucho mayores que las de Avlin, por lo que Zafira inmediatamente las identificó como ejemplares jóvenes, algo que desde un determinado punto de vista podía ser una ventaja por ser éstas más pequeñas que los ejemplares adultos pero que no descartaba en absoluto la posibilidad de que sus progenitores no estuviesen por los alrededores. 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Estados: 

Aldar (Arco en mano) - Oídos taponados con mezcla de barro (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Freya (Arco en mano) - Oídos taponados con tela (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Avlin (Corriendo) - Oídos tapados con los dedos (+4 a TS contra efectos enajenadores). / -5 a escuchar. Incapaz de conjurar hechizos con componente somático.

Balakar (Corriendo) - Hacha y escudo.

Zafira (Manos desnudas).


Avlin - Tira Saber Arcano para poder conocer algo más sobre las aptitudes de las harpías. Descuenta el uso de hablar con los animales.

Zafira - Descuenta el uso del hechizo de enmarañar.


Tabla de estados e iniciativas

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 16/16 Oculto  
19 15 25/25    
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11 Enmarañar Hasta turno 10
10 Casilda 17 23/23    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 [color=#FF0000]Herida[/color] Volando (30' de altura)  
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Volando (30' de altura)  
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Volando (30' de altura)  
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17/09/2017, 23:43
Freya

Mientras terminaba de taponarme los oídos escuché unos desgarradores gritos, presenciando casi de inmediato cómo unas criaturas aladas salían de entre la vegetación. Mi mirada se desvió rauda al lugar de dónde provenía aquel grito, comprobando que Zafira había conseguido retener a una, pero otras tres acechaban aquel nido y a nosotros. Parecían fuertes, y su capacidad de volar les daba una clara ventaja, pero lo más temible en estas eran sus garras inferiores. A pesar del tamaño de las criaturas, estaba convencida de que con aquellas largas y afiladas garras podrían hacer mucho daño.

Dudé un segundo, tan sólo uno, pues debía decidir hacia dónde disparar con tanto objetivo sobrevolándonos; pero aún con la esperanza de rescatar a quien se encontrara en aquel nido, finalmente decidí dirigir mi arco hacia la criatura más cercana a este. Estiré mi brazo hacia atrás, tensando la cuerda del arco largo que me había cedido Aldar, y cuando tuve a tiro aquel ser de afiladas garras solté la flecha.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Disparo a la harpía que se encuentra a la derecha del nido en el mapa.

Crítico: -6 pg (2pg x3)

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18/09/2017, 00:27
Balakar

- Mierda.

Apreté el paso para llegar hasta Avlin, que corría con los dedos metidos en las orejas a todo lo que daban sus piernas. La imagen, que en otro momento hubiese hecho que soltase espuma de cerveza por la nariz, no tenía nada de gracioso.

- ¡Ven aquí, maldita sea!- Ladré mientras rezaba porque aquellas criaturas no se precipitasen sobre el gnomo como si fuese un conejo asustado antes de que pudiese cubrirle con mi escudo.

El claro, antes silencioso, estalló en un caos de sonidos. Por una lado, las ramas de leñocaso crujieron al cobrar vida y retorcerse como serpientes para atrapar a una de aquellas criaturas voladoras. Una lluvia de cortezas, plumas y otras cosas cayeron del cielo mientras bestia se retorcía y chillaba, furiosa.

Mientras llegaba hasta mi pequeño compañero, pude ver como Freya descartaba el ascenso y preparaba el arco de Aldar para abatir a una de aquellas arpias. El arco gimió por la tensión que la musculatura de la muchacha ejerció sobre el y aullo al relajarse subitamente. La flecha silbó cortando el viento para golpear como una centella a una de las criaturas que se cernian sobre nosotros.

Recé porque la hubiese ensartado como un pollo mientras esperaba que alguna cometiese la estupidez de ponerse al alcance del feroz mordisco de mi hacha.

- Tengo que conseguir una maldita ballesta...- Barboté entre dientes mientras seguia avanzando.

Notas de juego

Pues eso, correr hasta cubrir a Avlin y responder a cualquier ataque.

Movimiento y preparar acción contra aproximación.

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18/09/2017, 04:54
Aldar

Mientras me afanaba en taponar mis oídos, me dio tiempo a oír gritar a Zafira, con la discreción que la caracterizaba. Un último empujón de aquella masa compacta con mis dedos no impidió que mirase en su dirección, comprobando hacia dónde señalaba. Incluso con aquellos rudimentarios tapones pude oír el chillido estremecedor de aquellos seres, justo cuando tomaba nuevamente mi arco y me ponía en pie. Agarré la flecha y la arranqué del seno de la tierra, pasando su punta por la tela de mi pernera para eliminar cuanta tierra adherida mejor.

Joder...

No era una, ni dos. Podía ver hasta cuatro de aquellas bestias, y por su tamaño existía la posibilidad de que fueran únicamente las crías. Fruncí el ceño, pues una idea peregrina cruzó mi cabeza. ¿Podía ser que la voz que habíamos oído, el grito y el llanto que nos habían atraído, fueron en realidad aquellos seres haciendo uso de artimañas para llevarnos a una trampa?

Aquello daba igual, estábamos separados y algunos de los nuestros no estaban precisamente preparados para lo que se nos venía encima. Vi a Avlin tapándose los oídos con las manos, y a Balakar enfrentando el peligro sin esa posibilidad siquiera.

¡Agrupaos! -Grité surgiendo de la floresta súbitamente, a la carrera, para plantarme en medio del camino- ¡Manteneos cerca unos de otros! ¡Qué nadie quede expuesto!

Aquello era lo que buscaban, reducir a sus presas con sus trucos enajenadores, dejarlos a merced de sus garras. Nadie debía quedar así sin un apoyo cercano. Tensé mi arco y disparé a la harpía más cercana, dispuesto a reunirme con mis compañeros tras aquel disparo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Acción de movimiento: Me desplazo 3 casillas hacia abajo y 2 en diagonal abajo-izquierda.

Acción estándar: disparo con arco (juas)

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18/09/2017, 07:23
Zafira 'Ithildin

¡Ataca Tzotz!, dijo Zafira a su compañero animal que revoloteaba sobre la zona.  Este se lanzó presuroso sobre la arpía que tenía más cercana, pero a pesar de la fuerza de su vuelo no pudo traspasar la correosa piel de aquellos seres con su primera mordida.  De todas formas, si aquel volador monstruo insistía en atacar a su druida o sus compañeros, tendría una segunda oportunidad de morder al tener que pasar junto a él.

Zafira se hizo unos pasos hacia atrás, para colocarse entre el gnomo y la bárbara y desde ahí volvió a hacer sus gestos rituales, con élficas manos subiendo y bajando armoniosamente en forma de garras y espolones.  Estaba invocando un águila, un águila harpía.

Tal para cual, como en homeopatía. 

Tardaría en aparecer, pero la haría aparecer justo arriba de ellas, para que pudiera atacarlas de caída en picada.  No la alcanzarían ni a ver.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Zafira se mueve al oeste 4 cuadros. 

¿Puedes marcar el área enmarañada?  Su radio es de 40' pies centrada en la arpía que atrapó.

Totz iría por la más cercana no-enmarañada.  Si se puede elegir sería la que fue ya herida; la sangre lo atrae. 

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18/09/2017, 10:39
Avlin Tuercegris
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Espero a que me des la info para decidir qué hacer.

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18/09/2017, 21:39
Harpías Jóvenes

El recordar tantas historias y de haber leído tantos libros a lo largo de su vida algo bueno tenía que tener, y esto quedó demostrado en el mismo instante en que al mencionar su compañera el nombre de las harpías su mente hiciese acopio de todas y cada una de las veces que había escuchado hablar sobre ellas. Por otro lado no era de extrañar pues, sintiéndose como un conejo bajo la sombra de un águila, lo más normal era que el subconsciente del pequeño gnomo tratase de hacer lo posible para ver otro amanecer con la recompensa no sólo de haber salido vivo de un episodio del que pocos pueden presumir, sino también de contar con una increíble historia que no se cansaría de repetir. 

Con el poco tiempo del que disponía para ponerse a salvo y con los latidos de su corazón retumbando en su cerebro por la intensidad de la carrera a la que sometía a su cuerpo, lo primero que recordó sobre ellas fue lo que más temían los viajeros que se internaban en sus tierras: su voz. Aquellas estridentes risas que ahora resonaban frente al olmo maldito eran también capaces de entonar los más bellos cantos o las más sugerentes palabras. Sí, no eran sus garras lo que había que temer, o al menos no si se disponía de una distancia prudencial que te separase de ellas; no, era su portentosa capacidad para embelesar y atraer a los desgraciados que sucumbían a sus cantos hasta sus mismas garras. 

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20/09/2017, 12:27
Avlin Tuercegris

Avlin continuó a la carrera. Observó a Balakar acercarse a su posición con la cabeza descubierta y le hizo gestos para que tapase sus oídos mientras le gritaba.

- ¡Tapa tus oídos insensato!¡Busquemos cobertura! A campo abierto estamos vendidos.

Si conseguía no convertirse en el blanco predilecto de aquellos miserables seres, al menos tendría una oportunidad para desenfundar su ballesta o tal vez utilizar algún hechizo aunque no acababa de encontrar ninguno que pudiera servirle en la situación actual.

 

Notas de juego

Avlin retrocede hacia el bosque lo más rápido que pueda, tratando de ocultarse entre la vegetación y manteniendo sus oídos tapados.

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20/09/2017, 20:10
Harpías Jóvenes

En un abrir y cerrar de ojos la emboscada quedó anulada. La rápida reacción de todos y cada uno de los miembros del grupo había permitido no sólo prepararse para plantar cara antes de la aparición de las criaturas aladas, sino también dar una dura bienvenida a las harpías antes de que éstas tuviesen la oportunidad de atacar.

Instantes después de que Avlin se internase entre la vegetación para ponerse a salvo de los ataques en picado de las harpías, Aldar salió de estos con la firme intención de unirse a Freya, Zafira y Balakar frente del olmo maldito para formar un núcleo compacto de combatientes con el que poder resistir los envites de las harpías en caso de que éstas decidiesen descender para atacar. Pero aquel rápido movimiento fue captado por una de las malignas criaturas desde las alturas antes de que el explorador lograse alcanzar a sus compañeros, lo que le convirtió en el primer objetivo de una de ellas. Con un descenso vertiginoso, la harpía se abalanzó con las garras completamente extendidas por delante de su cuerpo en dirección al explorador. La harpía esperaba que aquel rápido movimiento pillase desprevenido al humano, sin embargo, un error de cálculo y una enorme falta de experiencia hicieron que esta se anticipase demasiado en su caída y que su ala izquierda golpease una de las ramas del olmo. Con la trayectoria completamente perdida y la fuerza del impulso atenuada, el ataque llegó tarde y mal, dando tiempo de sobra a Aldar para hacerse a un lado y evitar por mucho las afiladas garras de su atacante.

Quien no tuvo tanta suerte fue Totz, que había quedado expuesto frente a una de las harpías después de su ataque. El murciélago se había visto atraído hasta la parte oriental de la zona de combate por la enorme cantidad de sangre negra que manaba del pecho desnudo de una de ellas. Una flecha, hundida en la correosa carne de la criatura hasta atravesar de lado a lado el cuerpo de ésta era el recibimiento con el que Freya había respondido al precipitado inicio de la emboscada.

La criatura daba pesados y lentos alazos tratando de mantenerse en vuelo, buscando con los ojos desorbitados un lugar donde posarse para tratar de extraer el proyectil, pero con la presencia de Totz revoloteando frente a su cara aquello no era posible. Fue por ello que ésta decidió hacer uso de las pocas fuerzas que le quedaban para tratar destrozar al pequeño murciélago a base de garras y dientes antes de que se repitiese otro de aquellos demoledores disparos. Una rápida sucesión de garrazos le permitió clavar una de las uñas en las alas de Totz, rasgándola y provocando que el pequeño compañero animal chillase de dolor y cayese un par de metros hacia abajo, lo que lejos de ser una desventaja acabó por librarle, al menos de momento, de más ataques. 

Desde el otro lado del olmo seguían llegando los mismos gritos desesperados amortiguados por el crujir de las ramas y el silbar de las hojas en movimiento. La harpía que había sido atrapada en un primer momento junto al tronco prácticamente se había convertido en una masa informe de plumas en la que era imposible distinguir la cabeza de las patas por la cantidad de hojas que la rodeaban. No podía moverse lo más mínimo pese a intentar con todas sus fuerzas tratar de liberarse, hecho que no hacía más que aumentar su pánico y ansiedad. Pero no quedaría sola en su amargo destino. Una de sus hermanas, desconocedora del influjo de la conjuración de Zafira, acabó siendo aferrada en una de sus patas otra de las muchas ramas que se movían de forma aleatoria en la copa del árbol. Sin posibilidad de resistirse al brusco tirón de la naturaleza, la harpía fue arrastrada de forma inexorable hacía donde peleaba inútilmente su hermana.

La situación, aunque no controlada del todo, sí que habría quedado prácticamente resuelta en favor de los aventureros si no hubiese sido por una agria sorpresa. Desde el mismo nido del que hasta hacía breves instantes sólo habían provenido quejidos y sollozos, un canto sobrenatural comenzó a tomar forma, elevándose por encima del ruido circundante y atrayendo la atención de todos los aventureros. En ningún momento parecía ser amenazador, de hecho era todo lo contrario, pues invitaba a la calma y al sosiego por ser éste tan limpio, puro y melodioso que lo único en lo que uno podía pensar era en encaramarse al árbol para alcanzar el tan ansiado origen de la canción…

- Tiradas (8)

Notas de juego

Harpía enmarañada - Fallo prueba de FUE. Sigue atrapada.

Harpía herida - Asalto completo a Tzotz (2 garrazos y 1 mordisco) - 1 garrazo con éxito. (-2 pg)

Harpía carga en picado contra Aldar - Fallo automático.

Harpía carga en picado contra Balakar - Éxito (-2 pg) (Sólo en caso de que sobreviva a la acción preparada de Balakar) Atrapada por enmarañar.

Madre Harpía - Canción cautivadora (TS Voluntad CD12)

Cautivado:

Todo aquel que falle la tirada de Voluntad queda cautivado por la canción y se dirigirá hacia el origen de la misma de la forma más inmediata. No podrá realizar acciones que no sean defenderse de los ataques de los enemigos que les rodean, no así del que canta.

En caso de sufrir daño el personaje afectado tiene derecho a una segunda tirada de salvación para salir del trance.


Estados: 

Aldar (Arco en mano) - Oídos taponados con mezcla de barro (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Freya (Arco en mano) - Oídos taponados con tela (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Avlin (Corriendo) - Oídos tapados con los dedos (+4 a TS contra efectos enajenadores). / -5 a escuchar. Incapaz de conjurar hechizos con componente somático.

Balakar - Preparando acción. Puede cancelarlo en cualquier momento.

Zafira - Manos desnudas.


 

Tabla de estados e iniciativas

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 16/16    
19 15 25/25    
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11
Tzotz (9/11)
Enmarañar Hasta turno 10
10 Casilda 17 23/23    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 [color=#FF0000]Herida[/color] Volando (25' de altura)  
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15
(13 por carga)
Ilesa Junto a Aldar. -2 a la CA por carga.
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21/09/2017, 00:20
Balakar

Avlin siguió corriendo como un poseso, con los dedos en las orejas y farfullando advertencias sobre nuestros oidos e instandonos a buscar refugio en el bosque. Solté un reniego al detenerme para tomar conciencia de la situación. Apreté los dientes para recibir el ataque de una de esas criaturas que, sin embargo decidió atacar a Aldar, que habia aparecido como un fantasma desde la espesura.

Por suerte, el hombre de los bosques consiguió evitar el embate de la criatura, que se habia dado un topetazo contra una de las ramas bajas al precipitarse en picado contra Aldar y se alejaba tambaleante luchando por cobrar altura.

Otra de las arpias tambien luchaba por mantenerse en el aire, con una flecha clavada de parte a parte como si fuese un espetón. Por desgracia, la criatura seguia siendo una bestia feroz y consguió herir al murcielago que servia de mascota a Zafira.

- ¡Zafira!- Mascullé, buscandola con la vista. Por suerte estaba cerca y no me costaria llevarla a un lugar seguro. Alcé la vista. Dos de aquellas infectas bestezuelas parecian estar atrapadas por las ramas del olmo, al parecer gracias a algún tipo de magia natural obra de la druida.- ¡¡Zafira!! ¡Vamos! ¡Al bosque!

Empezaba a retroceder, con el escudo y el hacha lista para repeler algún ataque, cuando oí una canción. Venía de lo alto, del nido, del lugar donde estaba la rehén. Era tranquilizadora. Cálida. Me recordaba a una nana o similar. Evocaba sentimientos de placidez, de paz...

- Pero... ¿Pero que narices...?- Parpadeé con rápidez. Me pasé el dorso de la mano para impiar el hilillo de baba que empezaba a correr por mis barbas.- Mierda... ¡Arriba! ¡¡En el nido!! ¡¡¡Esta cantando!!! ¡¡¡¡ES UNA TRAMPA!!!!

Me giré hacia Zafira para ver si la cancioncilla tambien lo habia notado.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Balakar retrocederá con Zafira y mantendrá preparada su acción para reaccionar... Hasta el momento en que se dé cuenta de si la semielfa esta bien o no.
 

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21/09/2017, 08:28
Freya

Mis compañeros trataban de dar lo mejor de sí mismos ante el inminente ataque de aquellas criaturas, volviendo a encontrarse la compañía al completo cuando Aldar emergió de entre la floresta. Nos instó a agruparnos, y me disponía a ello cuando vi cómo una de esas cosas aladas trataba de atacarle. Apreté los dientes, furiosa, aunque gracias a Obad Hai mi amado había salido ileso. Aun así, no pensaba dejar que aquella cosa le dañara a él o a cualquiera de mis compañeros.

Estaba más que dispuesta a reunirme con los demás y lanzar un nuevo ataque, sin embargo, un melodioso canto copó mis sentidos. Una sensación de calma me embargó, al mismo tiempo que el deseo de seguir ese canto se hacía más y más fuerte. Las voces de mis compañeros no eran más que un distorsionado susurro que no alcanza a entender, ni me importaba, sólo quería escuchar aquel armonioso sonido hasta el fin de mis días.

Avancé la breve distancia que me separaba del espinoso olmo y tomé la cuerda que llevaba conmigo. Serena, pero sin pausa, hice uso de ella para trepar por aquel árbol y llegar hasta el nido cuanto antes. Debía alcanzar la fuente de aquella hermosa canción.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Avanzo 5' en diagonal (abajo-derecha) para alcanzar el árbol y trepo por él.

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21/09/2017, 10:39
Avlin Tuercegris

Avlin alcanzó la seguridad de las hojas y se sintió aliviado. Ahí fuera era un blanco fácil y su trabajo no estaba en el combate cuerpo a cuerpo. Sorprendido, el gnomo vio como Aldar, en cambio, decidía abandonar la seguridad de su escondite para unirse a la refriega en campo abierto. Avlin habría jurado que un explorador como Aldar preferiría asetear a las harpías desde el anonimato de la floresta pero no le dio muchas vueltas, el hombre había demostrado en más de una ocasión que sabía perfectamente cuidarse sólo.

Fue entonces cuando le pareció oir un murmullo, como el ulular del viento que canta alegre entre las copas de los árboles. Al principio pensó que era hermoso, incluso tuvo la tentación de acercarse un poco más, de abandonar su posición que tanto esfuerzo le había llevado conseguir, con tal de oir un poco mejor tan bella melodía.

¡La canción maldita!- pensó- otra harpía.

El gnomo apretó con fuerza las manos contra las orejas y consiguió evitar el influjo maldito hasta que sintió que el canto cesaba. Había pasado lo peor y lo había superado, era el momento de ayudar a sus compañeros.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Modificadores a la tirada: +4 por los oídos tapados, +3 por salvación voluntad

Corro cuatro casillas en línea recta y tres hacia la posición de Aldar hasta colocarme en posición cercana al combate pero todavía al abrigo de las ramas para un ataque en picado.

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21/09/2017, 11:21
Aldar

Apreté los dientes, molesto por el fallo. Disparar con el arco era lo único que se me daba realmente bien, por lo que cada flecha que no daba en el blanco se me clavaba en el pecho. Arrojé una maldición, pero no tuve más tiempo para dedicar a esos pensamientos. Estábamos en medio de una escaramuza, y los errores se pagaban. Una de las harpías trató de alcanzarme con sus peligrosas garras, pero su movimiento fue torpe y lento, y eso me facilitó la tarea de evitar el peligro.

Y entonces, lo oí.

Cómo me jode llevar razón en ésto... -Mascullé, alzando la voz hacia lo alto del nido, de donde surgía aquel canto que, aún amortiguado por los tapones en mis oídos, alcanzaba a oír. Una canción de calma, de paz y descanso. Una canción que invitaba a... ¡Caer en una maldita trampa! Podía sentir el modo en que me llamaba a acudir a lo alto del nido, a buscar la fuente de aquella voz. Eso era lo que sucedía allí, aquella voz llamaba a los incautos, y éstos ascendían por aquella trampa mortal para caer o ser derribados sobre las estacas, y así poder ser devorados fácilmente por las harpías- ¡¡No puedo darle!! ¡¡No tengo un tiro limpio, ni siquiera la veo desde aquí!! -Grité, informando a los demás, mientras tensaba de nuevo mi arco para tratar de disparar a la harpía más cercana en un intento de no trabarme cuerpo a cuerpo- ¡¡Hay que hacer que deje de cantar!! ¡¡Zafira, ¿puedes pedirle a tu murciélago que la entretenga?!!

 

- Tiradas (4)

Notas de juego

¡TIRADACA de TS! O_o

Acción de asalto completo, mediante la dote Disparo Rápido (-2 a las tiradas): 2 disparos a la harpía que tengo al lado. Doy un paso de 5 hacia la izquierda del mapa. El daño del disparo que acierta sería 8 (no 7) por el +1 de la Dote Disparo a Bocajarro.

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21/09/2017, 15:44
Zafira 'Ithildin

 

¡Bien, gracias al olmo tenemos dos enmarañadas! -dijo en voz alta para que ni Aldar ni Balakar se les olvidara que una vez acabadas con las libres tendrían que 

-ohh esa música, que dulce

Sacudió la cabeza, con su lacio pelo y punta de las orejas élficas moviéndose un poco al hacerlo.  Inspiró, exhaló, se centró en su interior más en calma, como le habían enseñado los druidas de su círculo, como le había enseñado aquel árbol despertado que le hablaba en sueños.  Inspiro, exhalo.  

Con esa calma de mente que da la meditación, pudo resistir el hechizo de la arpía, apenas.  

¿Pero porqué no están las otras cantando?   ¿Cazan en grupo, como lobos?  

Siempre algo nuevo para anotarse en conocimientos, como es su deber de druida.

Ante la sugerencia del montaraz sonrió, tenía algo mejor.  Desde arriba, justo donde aparecía invocada, el águila arpía que era su aliada druídica ¡ cayó en picada sobre aquella arpía que cantaba!   

¡Iarrk! -gritó para indicarle al águila donde atacar, esperaba que al menos la distrajera de seguir con su canto.

Parecía que todos han resistido, pero aún falta la bárbara y no podemos permitir que ella siga subiendo y luego la tiren. 

En eso siguió Tzotz, ágilmente volando desde donde había caído, evitando el lugar donde la arpía flechada aun trataba de sacarse el proyectil.  Subió rápidamente la cría de murciélago también a atosigar a la arpía cantora, flanqueando con el águila.  Mordió el pobre una ramita más bien (la luz lo distraía, defendería la maternal Zafira), pero aún así, su presencia era extraordinariamente distrayente*, casi sobrenaturalmente que lo era.

Zafira tomó su arco, puso una flecha, estiró sus ágiles y tatuados brazos, y soltó un flechazo buscando acabar con aquella arpía que había herido a Tzotz. 

 

- Tiradas (6)

Notas de juego

*Distraction (Ex):Any living creature that begins its turn flanked by a dire bat youngling must succeed on a DC 12 Fortitude save or be dazed for 1 round. The save DC is Constitution-based. 

** El águila aparece al inicio del turno y atacará este y otro más antes de desaparecer de nuevo.  Zafira tiene movimiento (sacar arco) y acción, disparar.

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23/09/2017, 01:41
Harpías Jóvenes

En efecto, como algunos habían intuido antes de que aquella lucha por la supervivencia comenzase, todo había sido parte de una artera estratagema para atraer a los aventureros hasta el árbol maldito. Sólo los dioses conocían las nefastas consecuencias que aquella trampa podría haber tenido en caso de haber sido ejecutada en el momento preciso. Ahora que todos eran conscientes de la existencia de la que probablemente fuese la madre de aquellos engendros resultaba fácil imaginar el papel que había desempeñado el olmo, y concretamente sus espinas, en la muerte de aquellos incautos que habían tenido la mala fortuna de llegar hasta el nido. Un simple empujón hubiese bastado para que cualquier infeliz, hombre o animal, cayese desde las alturas y se rompiese la crisma contra el suelo, o, en el peor de los casos, quedase empalado por las espinas que se retorcían por debajo del nido. Era una táctica sencilla, sin demasiados riesgos ni posibilidades de quedar trabado en combate a no ser que la posible presa no muriese por la caída, en cuyo caso tampoco debía entrañar mucha dificultad despachar a la aturdida víctima para unos progenitores rodeados por hambrientas y peligrosas crías. La fortuna, el buen tino, y por encima de todo la experiencia y desconfianza de los compañeros, habían evitado un mal mayor, sin embargo, aquel duro trago estaba lejos de concluir.

A pesar de lo ruidoso que pudiese resultar el hecho de que dos de las crías de harpía continuasen debatiéndose sin éxito por su liberación entre la maraña de ramas del leñocaso, la atención de los aventureros no recaía especialmente en ellas, sobre todo desde el momento en que los gritos de ambas quedaron relegados al rango de mera molestia por el canto sobrenatural de su madre. Tan bella como mortal, aquella melodía para la cual los idiomas no eran barrera alguna había golpeado con fuerza las cabezas de todos los compañeros, enturbiando su raciocinio por un breve lapso de tiempo y haciendo que bajasen su guardia mientras tanto. Al menos, según parecía a primera vista, todos habían escapado del influjo de la harpía echando mano de fuerza de voluntad o gracias a protecciones físicas contra el sonido.

El combate continuaba y se había trasladado hasta la calzada. Allí, Aldar acababa de hacer gala de su puntería hundiendo un proyectil en la misma garganta de la harpía que luchaba contra él.  Los gorgoteos y reflujos producidos por la sangre que entraba en la tráquea de la criatura eran la constatación de que ésta se hallaba a un paso de la tumba. Se había visto obligada a aterrizar frente al explorador, abatida y tambaleante, pero aun conservaba fuerzas suficientes como para ser una amenaza, como acabaría demostrándose al ser capaz de agarrar una pierna del explorador y abrir en ella una importante herida que recorría medio muslo. Aquella oportunidad de tener al humano medianamente retenido sirvió a otra harpía para envalentonarse y acercarse volando hasta él. Ésta, que había sido incapaz de extraer la flecha que Freya le incrustara en el pecho y libre ahora de la molestia del murciélago, llegaba en las mismas condiciones lamentables que su hermana, pero aún con ganas de plantar batalla. Por un momento sus profundos ojos negros parecieron fijarse en los arbustos, a no mucha distancia de donde el gnomo se movía, pero acto seguido inició una serie de golpes erráticos y carentes de fuerza que por desgracia acabaron acertando en el blanco. Con dos enemigos a los que vigilar, las posibilidades de ser herido aumentaban considerablemente y de nuevo Aldar notó el agudo dolor de su piel al ser rajada por las afiladas garras, esta vez en su brazo.

Aunque la situación podía parecer desesperada para el explorador, lo cierto era que tenía a su lado a Balakar, Zafira y a Freya. La mujer pelirroja acabaría con ambas de un solo movimiento en cuanto viese que su amado se encontraba en apuros. Pero, inexplicablemente, la mujer no llegó a girarse a pesar de que el sonido de la lucha era lo suficientemente elevado como para ser escuchado incluso llevando aquellas tiras de tela en sus oídos. Contra todo lo esperable, Freya comenzó a trepar en dirección al nido, puede que con la firme intención de acabar con el origen de aquella canción enajenadora.

No obstante, no llevaría ascendido la mujer más de la mitad del trecho que la separaba de la harpía adulta cuando la canción cesó por completo para alivio de todos. Tal y como habían esperado, la irrupción del águila harpía y de Tzotz en el nido habían obligado a que la harpía cesase de cantar y plantase cara a ambos.

Era imposible saber lo que sucedía en lo alto del árbol, pues aparte de las gruesas ramas, los ojos de los que elevaban la vista en aquella dirección se topaban con la base del nido. Aparentemente, según la posición que ocupaba el murciélago y el águila, la harpía debía estar escondida en algún hueco en el tronco del árbol, alejada de la vista de los que caminaban por las inmediaciones. Plumas, hojas y ramas se elevaban desde el nido, lo que era una buena señal, pues quería decir que con la harpía entretenida los aventureros disponían de más tiempo para encargarse de las crías antes de tener que enfrentarse a ella. Pero, para consternación de Balakar, Avlin y Zafira, que eran los que miraban en ese momento, el papel del águila en el combate quedó rápidamente descartado. Como una mochila llena de piedras, el cuerpo sin vida del ave cayó desde las alturas para acabar estrellándose contra el suelo. Arriba, lejos de finalizar la lucha, los chillidos de Tzotz se hacían cada vez más angustiosos.

- Tiradas (13)

Notas de juego

Harpías enmarañadas continúan atrapadas.

Harpía gravemente herida ataca a Aldar: (5' y asalto completo) éxito -3pg.

Harpía herida se mueve hasta Aldar y ataca con una garra: éxito - 1pg.

Madre Harpía: Ataque completo - 2 garrazos a Águila harpía - 1 crítico 5+6= -11pg (Muerta). Mordisco a Tzotz: Éxito automático (crítico no confirmado) -5pg

Canto detenido.

 


Zafira: El águila puede moverse hasta el nido y atacar a la harpía, pero no cargar contra ella por estar las ramas del árbol y estar la harpía metida en el hueco del tronco, de ahí que no la haya puesto en el mapa.

El murciélago tendría que emplear el turno completo para escapar de la harpía con la que luchaba, con lo que no podría atacar. Lo dejaremos así, pues al fin y al cabo ha fallado. No hay flanqueo.

 


Estados: 

Aldar (Arco en mano) - Oídos taponados con mezcla de barro (+1 a TS contra efectos enajenadores).

Freya (Manos desnudas) - Trepando.

Avlin (Oculto) - Oídos tapados con los dedos (+4 a TS contra efectos enajenadores). / -5 a escuchar. 

Balakar - Preparando acción. Puede cancelarlo en cualquier momento.

Zafira - Arco.


 

Tabla de estados e iniciativas

Ini. Pers. CA Pg. Estados/
Efectos
Duración
23 Ghael 17 [color=#FE9A2E]12/16[/color]    
19 15 25/25 Cautivada
Trepando
Cautivada 2 asaltos.
19 Galatea 13 12/12

 

 
14 Zafira \'Ithildin 14 11/11
[color=#FF0000]Tzotz (4/11)[/color]
Enmarañar Hasta turno 10
10 Casilda 17 23/23    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15 [color=#FF0000]Muerta[/color]    
2 Harpías Jóvenes 15 Ilesa Enmarañada Prueba FUE CD20 
para liberarse
2 Harpías Jóvenes 15
(13 por carga)
[color=#FF0000]Muerta.[/color]

 

 
- Resultado de imagen de D^D harpy 13 Levemente herida    
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23/09/2017, 06:45
Aldar

Maldije para mis adentros, sin tiempo ni fuerza que perder en convertir en palabras mis nefastos pensamientos. Aquella bestia insistía en convertirme en su presa, y a pesar de haber acertado uno de mis proyectiles en su garganta, seguía habiendo vida de sobra en su cuerpo como para plantar batalla con sus, como en su tiempo me desvelara mi maestro, afiladas y peligrosas garras. Buena cuenta pudo dar de ello mi muslo, cuya carne fue desgarrada con pasmosa facilidad, con gran dolor. Peor aún, una de las hermanas de la bestia decidió unirse en el empeño de convertirme en objetivo único de la bandada. ¿Habían llegado a la conclusión de que era la presa más fácil, el cachorro, el enfermo, el aislado? Probablemente lo último, al estar a mayor distancia del resto de mis compañeros.

No tuve tiempo de plantearme la esperanza de que ellos pudieran acudir en mi ayuda. Todo auxilio sería bien recibido, pero no debía actuar en base a tal necesidad. Una nueva herida, está vez en mi brazo, me acuciaba a seguir combatiendo, más aún al correr el riesgo de verme rodeado. Me eché hacia atrás, casi trastabillando por la necesidad de coger algo de distancia, y me dispuse a disparar de nuevo. Necesitaba reducir el número de adversarios cuanto antes, y para ello me centré en la harpía que estaba en tierra, la más cercana.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Paso de 5 hacia la parte superior del mapa.

Acción: 2 disparos mediante Disparo Rápido (-2), daño +1 por Disparo a Bocajarro. A la harpía de la derecha.

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23/09/2017, 12:41
Zafira 'Ithildin

Canto cesando.

Zafira le indicó con un gesto al gnomo que podía dejar de cubrirse los oídos.  Lo más seguro es que las arpías juveniles aún no habían desarrollado su habilidad de canto, y, habiendo resistido ya el mago al canto de la madre, sería inmune por el resto del día a este.  Y con eso sería suficiente.  Lo que más convenía ahora era que el mago hiciera algún artilugio arcano para distraer a la cantora, pues, aunque la bárbara saldría de su influjo gracias a la interrupción del canto, todavía podría volver a caer en él si este se retomaba.

Tzotz y el águila habían hecho su parte, habían detenido el cantar para dar una nueva oportunidad de escapar a todos del melódico influjo mortal de haberlo necesitado.  El corazón de agradecimiento de Zafira hacia el águila que caía la hizo renovar su juramento de proteger a la Naturaleza, en este intercambio que siempre hacían los druidas cuando convocaban aliados naturales.  Algún druida, en algún lado, en algún tiempo, había probablemente salvado el nido de esta águila; ella había correspondido, y ahora caía.  Unos siempre por los otros, dispuestos a todo, incluyendo morir.  

Y siempre, en ciclos, nos renovamos.

El murciélago intentó volver a atacar a la arpía madre pero de nuevo se topó con que sólo mordió madera.  Sus heridas lo obligaron a retirarse estratégicamente del combate, por lo pronto.  Y cuando vio Zafira que Aldar hacía lo mismo para mejor disparar a bocajarro, vio su oportunidad; volvió a tensar su arco, levantándolo, madera crujiente, cuerda firme contra el costado de su armoniosa cara, brazos con esa deliciosa tensión, músculos esternocleidomastoideos guardando la fuerza, y antes de que el enano se moviera a atacar a la arpía, la elfa decidió liberar su flecha al aire, para que volara certera, buscando clavarse en aquella arpía que segundos antes había estado enfrente de Aldar viciosamente hundiéndole sus uñas en la carne.    

No lo hará más. 

- Tiradas (3)