Partida Rol por web

-Levantaos mi querido amigo, y gracias por permitirme formar parte de este concilio. Lo que hacemos hoy aquí es muy importante para Fallcrest y para el Valle, por ello he considerado importante pasar por aquí y haceros participes del augurio- El sumo sacerdote paseo la mirada comprobando que todos le prestaban atención, muchos notaron que nixmor no parecía especialmente complacido, mientras que los otros simplemente prestaban a tención sin mayor interes, que el de saber que era lo que tenía que decir. Todos salvo Faren, quien parecía estar especialmente conmocionado por la visita de Rasimmel.

-El pozo de la luna ha hablado con la palida luz de las estrellas como su celestial coro. Hemos visto el viaje que estaís planeando y hemos visto la necesidad de él. El templo a escogído a su abanderado en esta empresa y os la presentamos- dijo extendiendo la mano hacia la muchacha que casi parecía esconderse tras él.

-Su fuerte conexión con los espíritus de la tierra guiará el camino de esta compañía. Así al menos el pozo ha hablado, para aquellos que tienen ojos capaces de ver los intrincados tramados de la luna el espejo del agua- hizo una breve pausa -¿escucharéis vosotros ahora a su mensajero?

-Es una pena que no hayaís visto la solución a la duda que ahora nos embarga en vuest...- empezó a decir el mago, pero fue interrumpido rápidamente por Markelhay.

-Ahora no Nixmor, hablaremos de eso enseguida. Pero primero escuchemos a la chica- dijo el regente de fallcrest en un tono que no dejaba objeción. -Decidme chica, ¿quien soís? ¿y que sabéis de lo que aquí hablamos?... y algo mas importante ¿que relación teneís con...- se detuvo a si mismo y miro a Rasimmel.

-¿Que relación teneís con "esta empresa"?-

Finalmente después de recorrer los pasillos del inmenso edificio llegaron hasta el salón en donde se estaba el punto de reunión. Miraba con atención a los presentes, algunas razas jamás las había visto y eso despertaba cierta curiosidad en ella, incluso Rassimel había dado un par de pasos más antes de que ella se parara dejándola un poco atrás, siempre agradecía ese gesto de “protección”, aunque lo nuevo le fascinara siempre se mantenía en tensión, sabía que no iba a pasar nada pero nunca se sabe como reaccionaría la gente frente a una “salvaje”.

Rassimel extendió la mano hacia ella, asintió con la cabeza y dio un par de pasos al frente hasta colocarse a la altura de Rassimel, sus ojos ambarinos se clavaron en el regente cuando este comenzó a hablar de nuevo. – Como ha dicho maese Rassimel sigo el camino de los espíritus, intentáis hacer una incursión a Thunderspire para investigar sobre los secuestros, señor. – Aunque tuviera un aspecto salvaje, la mayoría de ellos no se comportan como tales, aunque claro la primera impresión ya marca a la tribu de por vida. – Mi hermana desapareció hace días en las tierras en las que vivimos, sus pasos me han llevado hasta aquí. – No quería dar más información de la necesaria.

Markelhay miró inquisitivamente a Arturo y este le devolvió la mirada. Observó con mayor detenimiento a la muchacha y asintió.

-Si. La reconozco. Es una salvaje de los bosques del norte... mmmmm bueno, en realidad su tribu es nómada. Su hermana desapareció en una incursión cerca de nuestras tierras, pero no tenemos un registro oficial del número ni de las identidades de aquél incidente. Es difícil tener a los salvajes controlados-

-Eso es suficiente para mí- replico Markelhay ante el comentario de su consejero. -Mucho más si el sumo sacerdote lo considera oportuno, los dioses saben que nunca me he arrepentido de seguir vuestros consejos su santidad.

Nixmor se movió irritado en su asiento, su mirada vidriosa demostraba que aquello no le gustaba nada. Mucho menos desde que el sacerdote del Templo de la Luna hizo su aparición. 

-Pero señor, aunque nuestros augurios apunten a la montaña no podemos rendirnos ante la evidencia- intervino y su voz lo traicionó, mostrándolo mas alterado de lo que hubiese querido -Los kobolds del bosque de la capa pueden ser los causantes de todo esto, quizá enviarles a la montaña sea una perdida de tiempo. 

-Ya os he dicho mago que el bosque de la capa esta controlado. Aunque sean muchos los Kobolds sucumbirán ante la fuerza de hombres de armas organizados- Ahora era Arturo el que parecía irritado -Limpiaremos esas cuevas y comprobaremos si es así. En el peor de los casos un mensaje les alcanzará en el salón de los siete pilares indicándoles que ya todo ha sido solucionado. Pero si le damos uno o dos días mas de diferencia aquello puede significar una docena mas de desapariciones... 

-¿Y vosotros? ¿que opináis vosotros?- dijo Faren mirando a lado y lado hacia todos los que estaban allí reunidos. -Os estamos pidiendo que os metáis en las entrañas de la montaña y descifréis cual es el motivo de todo esto, que lo encontréis y que lo detengáis. Lo mínimo que os merecéis es tener palabra en ello-

Bolthur había seguido toda la charla con atención pero en silencio. Allí había mucha gente para hablar y el enano solo solía abrir la boca en este tipo de situaciones cuando era preguntado directamente. Parecía que todos los aventureros reunidos allí tenían una razón u otra para entrar en Thunderspire. El no tenía otra que ayudar a Cowell a encontrar a su sobrino, pero echar una mano a uno de los suyos era una poderosa razón. Cuando Faren al fin preguntó sobre su opinión se adelanto un paso, dispuesto a contestar. Estáis pidiendo a dos enanos que nos adentremos en las entrañas de una peligrosa montaña. - A pesar de la situación no pudo evitar sonreír levemente - Si no tuviésemos razón para ir, ya nos parecería buena idea. Añadido a que lo más probable es que el sobrino de maese Cowell se encuentre allí, nosotros iremos de cabeza, aunque sea solos. Podéis contar con nuestros escudos al frente del grupo. Dio un paso atrás para ponerse a la altura de su compañero, dándole a entender con una fuerte mirada que le apoyaría en la búsqueda de su familiar hasta el final.

Apoya la mano en el hombro de su compañero y asiente a sus palabras dedicándole una sonrisa. Aunque es posible que muchos no pudieran entenderlo, los de su raza compartían esa determinación. Sabía que podía contar con Bolthur, y que estaría a su lado hasta que encontrasen a su sobrino, vivo o muerto.

- No puedo añadir más a lo dicho por mi camarada - aprieta un poco el hombro de Bolthur al nombrarle - Nosotros iremos, pero no os engañéis. Lo hago para encontrar al hijo de mi hermana, aunque por supuesto sé trabajar en equipo - mira a los demás a los ojos, con gesto serio - Me comprometo a ayudaros en vuestras respectivas búsquedas, hasta que todos consigamos nuestros objetivos - respira hondo y centra su mirada en la mujer recién llegada - sobre todo a ti - le dice con firmeza - comparto tu dolor y sufrimiento por la desaparición de un familiar. Será un honor estar a tu lado cuando encontremos a tu hermana

Después de escuchar las palabras de los enanos, doy un paso al frente.- Yo iré, me parece una empresa honorable y a fin de cuentas de momento sigo bajo las "ordenes" de la ciudad.- Aunque no fueran todas las motivaciónes me parecieron las necesarías para ir.- Además ya estuve en aquella montaña, supongo que puedo ayudar en ese aspecto.- A continuación inclino la cabeza levemente hacia los enanos haciendo referencia a que les ayudare y después un poco más marcada hacia Faren Markelhay, dando un paso atrás al final.

Arturo miró con sorpresa al batidor que se adelantaba para ofrecer su ayuda en el cometido y luego cambio su mirada a algo parecido a la suspicacia mientras le decía

-Vaya coincidencia, precisamente esta mañana el Capitán Murgledin de la Guardia de la ciudad os ha mencionado, recomendándonos vuestros servicios para este viaje. Creo que sus palabras fueron "niñera que quiero sacarme de encima"-

Todos sonrieron ligeramente, bueno algunos sonrieron mas que otros. Murgledin era sin duda una persona peculiar en esta ciudad. 

Skullblaka miro a todos los presentes y viendo lo que se iba diciendo, tomo la palabra.

- Perdonad. Por mi parte seguiré la dirección hacia la Espiral. Por ahora la persona a por la que vamos esta por esa zona y no soy de los que se rinde. No puedo hablar por mis compañeros, pero yo iré.

A pesar de todo no sabia que harían sus compañeros, Arjhan tenía algo entre manos y tanto Grim como Hadarai aun no habian dicho nada. A pesar de ello espero que más decían.

-Yo señor, lo siento- el guerrero enfundado en la armadura con simbología de Bahamut se adelantó y parecía muy apenado -Lo siento de verdad, pero mis antiguos votos me impiden seguir en este momento con mis antiguos compañeros- 

El hombre bajo la mirada realmente compungido, parecía enfrentarse a un difícil decisión. La vergüenza se reflejaba en su rostro, la vergüenza y una profunda tristeza. 

-Mi pueblo me necesita, debo partir cuanto antes-

-Mañana dos caminantes amigos míos partirán hacia los puertos, embarcándose en una misión hacia las tierras del Norte- intervino Rasimmel reconfortando a Arjhan con su voz -A mi vino la funesta noticia y me siento en deuda con el joven humano, mis amigos le llevarán donde los suyos, pues le necesitan-

-Yo también he de renunziar- dijo el pequeño Goblin, aunque en contraste con Arjhan era acusiante. El pequeño rufían se mostraba molesto e incluso un poco desafiante, era como si creyese que los que estaban allí presentes le acusasen de algo por adelantado. 

-La hiztoria ezta con Rendil noz ha traído por mal camino. He comprobado que no quiero zeguir, por que no tengo una verdadera motivazion- pareció mirar con cierto desdén a los que eran sus compañeros de viaje, como si tuyviese algo que reprocharles. -Me quedaré con Hadarai mientraz ezté convaleziente y luego me marcharé.

En cierta forma Grimz tenía razón en pensar que los que allí estaban le juzgaban de alguna forma peusto que loas miradas de los consejeros y de Markelhay no fueron precisamente comprensivas ni amistosas. Miraban precavidos, incluso inquietos, salvo Nixmor que miraba con algo que podría traducirse en asco. Grimz notó esto y continuó con cierta ironía dando dos pasos adelante,  quitándose el sombrero y haciendo una larga reverencia. 

-Zi zu majeztad azí lo dezea-

-Conten tu lengua peq...- empezó a decir Arturo, pero fue cortado de inmediato por Faren. 

-Muy bien, cada uno de vosotros tiene sus motivos para continuar en esto o para dejarlo. Pero creo que lo mas conveniente en una situación como esta es que todos los integrantes tengan una razón para seguir adelante. A los demás os agradezco vuestro tiempo y espero lo mejor en vuestros caminos- y mirando al pequeño goblin dijo con algo de duda -Teneís mi venía para ir y venir en esta ciudad hasta que vuestros asuntos os lleven fuera, ahora por favor dejadnos solos con quienes tienen delante este peligroso viaje, debemos ultimar los detalles.-

La despedida no fue precisamente alentadora, Arjhan estaba deprimido y las palabras de Grimz no dejaron mucho margen para palabras alentadoras. Después de aquello solo quedaron en la sala el regente de Fallcrest y sus consejeros, Rasimmel acompañado de la chaman salvaje, los dos enanos, el guerrero eladrin y el batidor llamado Ugarth, de las tribus del norte. 

Cuando estuvieron solos Faren mandó a traer bebida para cada uno de ellos. Para entonces el concilio se había alargado hasta casi media mañana.

-He visto sabiduría en las palabras de Arturo, los Kobolds no encajan con nuestras indagaciones y en el peor de los casos un mensaje os alcanzaría en El Salón de los Siete Pilares si ya todo ha sido resuelto- dijo el regente  retomando la reunión -Pero si miramos atrás en la historia no queda duda que todas las penurias del valle han sido fruto de la maldita montaña. No sería nada extraño que esto fuera una mas de sus fechorías. 

-Para fallcrest este asunto es de suma importancia, hemos sido nosotros quienes mas hemos sufrido este problema. Las rutas comerciales empiezan a resentirse y algunos ciudadanos han empezado a considerar la posibilidad de marcharse a otro lugar. Por ello yo mismo pienso patrocinar este viaje. Hemos decidido concederos pertrechos, un carro con caballos de tiro y provisiones para dos semanas. Ugarth podrá guiar el carro a las entrañas de la montaña hasta el salón.

-También hemos decido daros una bolsa con 50 monedas de oro a cada uno en previsión de los gastos que pueda acarrearos el viaje. Además de la promesa de una bolsa de monedas mas jugosa a vuestro regreso, suponiendo que vuestras andanzas os lleven a resolver esto y creedme si os digo que agradeceremos que nos devolváis a cualquiera de los nuestros que aún siga con vida.

- Esos son los términos ¿alguna opinión?

Bolthur observo como tres de los personajes renunciaron y dejaban la sala de reunión. No le importó mucho, es más, agradeció que el goblin no se uniese a la expedición, nunca se podía confiar en ellos, estarían mejor sin su fea presencia.

Las condiciones que proponía Faren eran buenas. Aunque jugarse el cuello nunca estaba bien pagado. Pero el enano hubiese ido igual aunque no hubiese beneficios, estaba allí para ayudar a Cowell.

Se adelantó y con su voz roca y gutural habló - Su generosidad es más que apreciada. Soy enano de pocas palabras y por mí podemos partir cuando queráis. Retrasarnos más puede ser de gravedad para los cautivos.

Miró de reojo a los que serian sus nuevos compañeros en aquella incursión. Se preguntó si estarían a la altura. Tendría tiempo de conocerlos y comprobarlo en el camino hasta la montaña.