Partida Rol por web

El lamento de los Primeros

Capítulo 1 - El artista

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25/11/2019, 22:14
Ekarion

El dragón no tuvo que pensar mucho la respuesta, necesitaba saber cuales eran los planes del artista con respecto a su hermana y averiguar si había forma de impedirlos.  - Desde ya que me interesaría hablar con este artista, si lo que busca son escamas para hacer pigmentos estaría dispuesto a cederlas para que deje de molestar a Alea, si lo que quiere es otra cosa... - se encogió de hombros - digamos que en un principio quiero saber cuales son sus intenciones y quienes son sus contactos. No debería ser fácil para un externo conseguir permiso para tratar a los pacientes de la Torre.

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27/11/2019, 08:06
Narrador

El taller del artista conocido como Angelo Frescobaldi se encontraba en la Plaza Luceros, el barrio de los artistas de Akraleuka. Excepto Tassabra, por su trabajo, ninguno había entrado antes en aquel distrito cuyo esnobismo se respiraba en cada brizna de aire. Los suelos empredrados ya ofrecían un indicio de que el distrito era uno de los más cuidados; sus casas, humildes, estaban mucho más cuidadas y cada fachada estaba decorada con el gusto artístico de quién sabe lo que hace. Artistas, poetas, bailarines y titiriteros estaban ya apostados en sus calles, ofreciendo espectáculos a los viandantes. En aquella zona había establecimientos con mesas en la calle para que los poetas y toda clase de escritores encontraran inspiración en el ajetreo de los ciudadanos mientras tomaban caldos dulces a base de chocolate o café. Predominaba el rojo, el verde y el dorado, la guardia parecía fuera de lugar y patrullaba en un discreto segundo plano, mientras que la música de algunos bardos llegaba desde todas direcciones, algunas con más armonía que otras.

Señor Pinckels llamó la atención de inmediato. Casi nadie estaba asustado por ver a un oso enorme caminando a cuatro patas por aquel distrito, el animal miraba a todos lados con bastante parsimonia. Tassabra no se sentía demasiado cómoda con aquella bestia dentro de la ciudad, pero Ruru ya la había llevado por las calles de Akraleuka y le era indiferente cualquier reacciones. A fin de cuentas, era su osa, mansa y delicada cual florecilla en primavera a pesar de su altura y tamaño. Los niños eran los que más se acercaban, el druida tuvo que advertir un par de veces que se miraba, pero no se tocaba y al final, un bardo bastante molesto los siguió durante un trecho, interesado en componer un soneto sobre la osa.

Cuando llegaron al taller, Tassabra llamó a la puerta, intentando mantener una frialdad que por dentro no sentía en absoluto. Al poco rato, abrió la puerta un joven que portaba unas gafas en la punta de la nariz, un delantal de cuero y un cincel y un martillo en la mano libre. Un polvo blanco que bien podía ser yeso o podía ser harina le cubría el pelo y la frente.

-¿Eh... sí? ¿Qué sucede? Usted es la madre de Martha... -comentó mirando a la Cazadora de arriba abajo. Luego se fijó en algo que había a su espalda-. ¿Eso es un oso?

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27/11/2019, 12:01
Ruru Sauceviejo

 ¡Algunos dicen que no hay osos en Akraleuka,

algunos nunca vieron un oso en absoluto

algunos dicen que los osos andan comiendo bebés crudos,

algunos tienen un oso al otro lado del pasillo!

Aquel apestoso bardo empezaba a tocar las narices de Ruru y quien conocía a Ruru sabía que no era para nada una buena idea tocarle las narices a Ruru. El enano le miraba mal por el rabillo del ojo. De tanto en cuanto echaba la vista atrás tratando de comprobar si aquel molesto hombrecillo seguía a sus espaldas. Era un gesto inútil, pues sabía seguro que allí estaría, Ruru no era sordo, era viejo, pero no sordo todavía y no podía ignorar aquella estúpida canción que sonaba a sus espaldas.

-  ¡Es una osa, merluzo! - Le recriminó. - ¡Y no come niños, pero puede comer bardos si se lo pido!

 ¡El enano dijo que era una osa la que estaba en Akraleuka,

algunos nunca la vieron en absoluto

el enano dice que su osa no anda comiendo bebés crudos,

algunos tienen una osa al otro lado del pasillo!

Ruru resopló y puso la mirada en blanco. Por suerte Señor Pinckels pasaba del tema. A ella no le importaba demasiado lo que aquel cantante itinerante de poca monta pudiera o no cantar. La osa le reglaba su total indiferencia a cambio de aquella cancioncilla, por llamarla de alguna forma, al bardo. Ruru se detuvo finalmente acariciando la cabeza de su compañera. Tras uno segundos se giró enfurruñado hacia el bardo.

- ¿Quieres dejar de seguirnos? - Le preguntó furibundo. - ¡Eres una sabandija insoportable! 

¡Me ofende señor! - Exclamó él con el ceño fruncido. - ¡Me han llamado plomo, me han llamado insoportable, pesado y muchas otras cosas! Pero sabandija insoportable... ¡Nunca! - Dio un taconazo contra el suelo visiblemente ofendido. - ¡Soy un poeta!

- ¡Pues si eres poeta y versos compones tócate los cojones! - Le respondió el enano.

A partir de ese momento el bardo dejó de seguirlos. Avanzaron por las calles hasta llegar al lugar donde vivía quien parecía ser un escultor o un panadero que se había peleado con un saco de harina a cincelazos. Fuera como fuera, le preguntó a Tassabra sobre una supuesta hija. Ruru sabía que aquel hombre se equivocaba de persona, pues Tassabra no podía ser madre. Ningún hombre la soportaría como para tener un hijo con ella. Y luego preguntó algo evidente.

No, es una cabra montesa con sobrepeso... - Le respondió con ironía el enano. Esa mañana ya le habían tocado bien los cojones.

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27/11/2019, 14:23
Tassabra

Tassabra se giró sobre sus talones y miró a Ruru con el ceño fruncido. No sabía si por cabra montesa con sobrepeso se refería a la osa o a ella, pero por si acaso se contuvo de cruzarle la cara de un guantazo y se contentó con dedicarle una mirada aniquiladora. Devolvió su atención al chico que les había abierto la puerta.

—Buenos días —dijo de forma enfática, como si pensara que la conversación acababa de empezar realmente, tras el exabrupto de Ruru—. En efecto, soy la madre de Martha. He venido a hablar con el señor Frescobaldi. ¿Puede recibirnos ahora? Tranquilo, la osa se queda fuera.

Miró hacia atrás, por encima del hombro, en dirección a Ruru.

—Y si tienes algún problema con eso, te puedes quedar tú también fuera.

Al fin y al cabo, aquello atañía, sobre todo, a Ekarion y a ella. Si se iba a poner impertinente con todo el mundo con el que se cruzaran, mejor era que se quedara en la calle. O que volviera a su cueva, directamente.

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27/11/2019, 15:16
Ruru Sauceviejo

Tassabra demostraba por momentos su teoría de que era más fácil pasar una tarde de té en el interior de una jaula de dos por dos junto con un tigre esquizofrénico que no comía hacia dos semanas, que cruzar la calle al lado de aquella insoportable humana ladrona de osos. Por la mirada que acababa de dedicarle parecía como si pensará que su irónica y un tanto arisca respuesta iba dedicada a ella. Era como si pensará que Ruru la consideraba a ella una cabra montesa y no... No iba a insultar a esa raza de preciosos herbívoros. Definitivamente Tassabra era una egocéntrica.

Sera mejor que te quedes fuera Señor Pinckels. - Le dijo a su osa mientras frotaba su cara contra la carrillada del animal de forma ¿cariñosa? - Sólo espero que no venga ninguno de esos indeseables guardias a robarme a mi osa. - Le dedicó una mirada inquisidora a la ex capitana. - Entremos... - Dijo el enano dispuesto a acceder al domicilio.

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27/11/2019, 15:51
Narrador

Ruru entró en el taller, mientras la osa se sentaba junto a la puerta y bostezaba. A decir verdad, la osa tenía hambre, pero había aprendido a ser paciente y a no comerse a las personas de la ciudad, por lo que esperaría. El chico de la puerta vio pasar al enano, confuso, y miró de nuevo a Tassabra, que era la cara conocida. Cuando Ruru entró, se encontró rodeado de estudiantes del taller que estaban en ese momento esculpiendo, con más o menos gracia, grandes bloques de mármol. El sonido de los picos se vio interrumpido. 

-Pues... es que el maestro no se encuentra aquí -contestó el chico-. Y Martha tampoco.

Puesto que la expresión de Tassabra le dijo que quizá comentar eso no había sido buena idea, el muchacho empezó a retroceder hacia el interior del taller, y chocó con el enano.

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27/11/2019, 16:02
Ruru Sauceviejo

Pues al parecer aquel tipo cubierto de polvo de roca no se equivocaba. Esa tal Martha era en efecto la hija de Tassabra. Eso quería decir que alguien había hecho con ella lo que había hecho... Ruru miró a Tassabra de arriba abajo confuso. Ni siquiera era hermosa. Demasiado alta, muy poco bello fácil y pocas carnes. Aunque supuso que para el standart de belleza humana, podía estar bien.

¿No estábamos buscando al artista? - Preguntó el enano. - Al tal Angelo... Y a Alea también... 

Ruru estaba confuso. ¿Es que acaso no sabía dónde tenía a la niña? No parecía una humana vieja, por lo que su hija debía ser una niña. Las niñas debían estar siempre en un lugar donde supiera su madre. Tassabra no parecía muy competente en ese aspecto si no lo sabía. Pero si era buena requisando osos. 

¿Dónde está ese tal Angelo? - Le preguntó al hombre lleno de polvo.

 

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27/11/2019, 16:15
Narrador

El chico desvió la vista de Tassabra y miró a Ruru.

-No lo sé... ¿En su casa? ¿Quieren su dirección?

En realidad, no debería darle la dirección del maestro a nadie, pero era la madre de Martha, una Cazadora del Imperio, seguida de un enano y una osa. Y un tipo de rojo que parecía venir de la Torre, a juzgar por sus pintas. También había un hombre que parecía ser un cazador, ese era el que menos miedo le daba. Pero desde luego que prefería escuchar las quejas de Angelo que enfrentarse a aquellos tres.

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27/11/2019, 18:22
Ekarion

Viendo la reacción de Tass ante la noticia de que su Martha no estaba donde debería, y que el tal Angelo tampoco estaba, Ekarion agradeció que Ruru hubiera intervenido... aunque demostrase que su mente no estaba del todo por la tarea de recordar pequeños detalles. Dado el nivel de desconexión del enano, y de la cercanía de Tass a una de sus explosiones de furia, el dragón decidió intervenir.

- Si eres tan amable de indicarnos como llegar a la casa del maestro te dejaremos tranquilo, y no te preocupes, no le diremos que tu nos has informado. - le dijo al joven con una sonrisa amable en los labios - Por cierto... - añadió mirándolo fijo y ampliando su sonrisa - te sugeriría que te olvides de enviarnos por el camino largo para poser enviarle aviso, si llegamos a su casa y él no está, o si noto que ha sido advertido de que iremos, volveré. - con un gesto y una palabra susurrada en dracónico un soplo de viento envolvió la cara del aprendiz, revolviéndole el pelo y limpiándolo de polvo de mármol. - Ahora, habla - dijo con la misma sonrisa amable del principio mientras la nuve de polvo comenzaba a asentarse a un costado del joven.

Notas de juego

Lanzo presidigitación para formar un soplo de viento que le quite el polvo de mármol de la cara y el pelo. 

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28/11/2019, 07:39
Narrador

El chico había tenido miedo de Tassabra y ese había sido su error, la madre de Martha era una persona civilizada a pesar de lo intimidante que resultaba. Eso pensó cuando la magia le sacudió el polvo de la cara y Ekarion le pidió con la amabilidad de una flor carnívora la dirección del maestro. De repente el color pálido de su cara rivalizaba con el polvo de mármol que le había cubierto la cara.

-Vive en el Distrito Alto, en una mansión en la Avenida Musgo Blanco, la última casa de la colina... solo he estado una vez allí, no sé más...

Si el chico no acabó en el suelo fue porque Ruru estaba muy cerca, volvió a chocar con él y luego retrocedió hasta una mesa, donde casi se dejó caer, como si en lugar de mover un poco de viento sobre su cara le hubiese robado la esencia vital. Un dragón usando magia contra humanos estaba muy mal, incluso aunque solo fuera un pequeño truco, pero Tassabra tenía mejores cosas en las que pensar. Se dio la vuelta para salir de allí inmediatamente, con paso rápido y casi marcial; Ekarion la siguió y Ruru acabó encogiéndose de hombros antes de salir. Los cuatro emprendieron el camino hacia el Distrito Alto, Tassabra no sabía dónde estaba exactamente aquella avenida, pero ya preguntaría una vez allí. Atravesaron dos distritos y a medida que avanzaban, las calles modestas daban paso a mansiones más lujosas. Señor Pinckels seguía llamando demasiado la atención, a pesar de sus movimientos tranquilos. Cogió a Ruru por la parte posterior del cuello de la túnica y lo levantó del suelo, tenía hambre y empezaba a peder la paciencia, se dedicó a incordiar al enano todo el camino.

Tassabra preguntó a los guardias y encontraron la enorme mansión al final de la colina, en lo alto de una calle empinada. Una valla cubierta de vides de jazmín rodeaba la casa, una puertecita se abría paso hacia un camino de piedra flanqueado por macizos de flores, el jardín estaba decorado con fuentes y arbustos esculpidos con caprichosas figuras. El cordón de una campana colgaba a un lado de la puerta, dos columnas custodiaban la entrada, pero nada de eso tenía mayor importancia porque cuando Tassabra alzó el puño para llamar, se dio cuenta de que la puerta estaba abierta. Por la rendija le llegaron sonidos del interior, como si algo se arrastrara por el suelo. Después, escuchó cómo se rompía algo de cristal. Un escalofrío le recorrió la espalda.

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28/11/2019, 09:48
Ruru Sauceviejo

- Señor Pinckels tiene hambre... - Dijo en el momento más inapropiado el bueno de Ruru.

Quien no tenía un oso, no sabía lo costoso que era mantenerlo. También era cierto que un oso no comía todos los días, pero siempre tenía hambre. Podía aguantar bastante tiempo sin llevarse nada a la boca, aunque eso no quería decir que no estuviera picando a la espalda de su dueño demandando alimento casi constantemente. También era verdad que cuando al fin tenía una presa con la que alimentarse, era un verdadero espectáculo ver como la devoraba. Fuera como fuera, ni Ruru tenía ahora nada que darle a su osa, ni era el momento más adecuado.

Quizás luego... - Le dijo a Señor Pinckels mientras le hacía una carantoña y ante las afiladas miradas de sus compañeros que le decían silenciosamente: "ahora no".

Se acercó a Tassabra y le tocó en la espalda mientras recitaba una palabras arcanas.

- Férreo como el acero, dura como la roca, la piel del palpado robliza se tornará. - Y entonces Tassabre notó como toda su piel se endurecía.

Acto seguido Ruru comenzó una extraña transformación. Su cara se fue alargando hasta formar un pico de rapaz, sus ojos se ubicaron a los lados de la cara y brotaron plumas donde antes había pelo y piel. Su cuerpo se fue haciendo más pequeño, sus brazos se transformaron en alas plumadas y sus piernas en garras hasta adoptar la forma de un halcón. Volaría hasta una ventana, quería contemplar lo que en el interior estaba sucediendo sin ser tener que entrar por la puerta.

Notas de juego

Lanzo piel robliza sobre Tassabra, +3 a CA natural.

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28/11/2019, 19:49
Tassabra

Tassabra ahogó un grito pensando que su hijastra podría estar en peligro. Apenas terminó Ruru de lanzar su hechizo, y aún con la hormigueante sensación recorriéndole la piel, Tassabra entró en tromba en la habitación, con la bisarma preparada.

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28/11/2019, 20:12
Ekarion

Ekarion no sabía con que podían encontrarse dentro, pero lo cierto era que la sensación de urgencia que Tassabra le transmitió lo impulsó a actuar. Tan pronto como la capitana entró en la habitación el dragón la siguió, intentando analizar la situación y buscando la mejor forma de ayudar a quien estuviera en peligro.

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29/11/2019, 11:51
Narrador

Ruru no tuvo que ir demasiado lejos, la ventana estaba justo al lado y a ella se asomó. No vio absolutamente nada fuera de normal, salvo dos enormes criaturas que ocupaban más de la mitad de la habitación, su enorme cabeza llegaba al techo y de su base surgían ocho tentáculos gruesos que agitaban en el aire. Su piel era de color violeta, pero no de un color único, sino de varias tonalidades brillantes que cambiaban con el movimiento de su grotescto cuerpo.

Tassabra embistió para entrar, el rellano estaba repleto de sangre, un surco rojo se dirigía hacia la primera primera y cuando la Cazadora se asomó al interior, se encontró con una horrible criatura que ocupaba toda la habitación. Sujetaba el cuerpo sanguinolento, tal vez, del artista Angelo Frescobaldi. Pero no era una sola, detrás había otra del mismo tamaño, un montón de tentáculos unidos a una cabeza. Sus apéndices cerraban en torno a un sofá ensangrentado que comenzaba a crujir.

- Tiradas (3)

Notas de juego

¡Iniciativas! Y movimientos, intentaré resolverlo cuando hayáis actuado. Es el primer combate, un poco de paciencia y comprensión, porfis :)

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29/11/2019, 12:14
Ekarion

Ekarion avanzó un paso ante el grito de Tassabra y lanzó una volea de misiles mágicos contra la misma criatura a la que había atacado la cazadora.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Muevo a A2

Lanzo misil mágico al mismo que atacó Tass. 15 de daño

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29/11/2019, 12:28
Ruru Sauceviejo

¡Vaya! - Pensó Ruru, aunque no pudo decirlo debido a que en su forma salvaje no podía hablar.

Ciertamente aquella era una situación bastante peliaguda. Principalmente porque Ruru se había equivocado y parecía que en efecto Tassabra tenía una hija y esa hija, fuera o no de Tassabra, estaba en peligro. Quien fuera que fuese aquel amasijo de carne agarrado por los tentáculos de aquella bestia octópoda, no iba  poder ayudarle.

No obstante, la ayuda estaba en camino. Ruru tenía claro que en el interior de aquella casa se necesitaban dientes y se necesitaban garras. Señor Pinckels tenía que entrar allí y ganarse su cena y porque, no un cocodrilo gigante invocado desde otro plano, podía también sumarse a la caza de los pulpos.

Ruru puso ver, como la piel de aquellos extraños bichos goteaba y dejaba manchas de color en el suelo. Curioso era un rato, pues parecía que esos seres estaban hechos de pintura y estando en casa de un pintor... Entonces recordó el cuadro que Samuel y él habían encontrado. Todo encajaba. De alguna manera encajaba, aunque no sabía todavía de cual.

- Tiradas (3)

Notas de juego

En mi turno lanzaré el conjuro de convocar aliado natural IV.

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29/11/2019, 12:29
Tassabra

Tassabra contuvo una maldición cuando vio el rellano encharcado de sangre.

—¡Martha! ¡Martha! —la llamó.

Entró como una exhalación en la casa y se detuvo un latido de corazón a contemplar con espanto el cadáver destrozado entre los tentáculos de aquella cosa.

—¡A mi, Cazadores!

La antigua capitana de la guardia embistió a su oponente como un desprendimiento imparable, con toda la furia y el peso de una piedra que se precipitara al vacío.

- Tiradas (5)

Notas de juego

Tassabra activa Maraña de Filos como acción rápida.

Tassaba ataca con Martillo de la montaña como acción estándar, golpe. Daño: 14 que supera la RD y dureza.

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29/11/2019, 17:51
Narrador

Tassabra permaneció en la entrada de aquel lujoso salón repleto de horror y lanzó la bisarma hacia el cuerpo blando de la criatura que sujetaba el cuerpo ensangrentado de Angelo, seccionando uno de sus tentáculos. La sangre de la criatura salpicó en la pared como la pincelada sobre un lienzo. Desde detrás de la Cazadora silbó una flecha que impactó contra la criatura, sin embargo, no le hizo nada, tan solo fue un pinchazo. Seguido de aquella flecha, surgieron unos proyectiles mágicos que impactaron sobre la criatura. Furioso por la intromisión, el cefalópodo proyectó un tentáculo hacia la cabeza de Tassa, pero golpeó contra el marco de la puerta sin hacerle daño.

Al fondo de la habitación, la otra bestia lanzó el sofá por los aires descubriendo a una aterrorizada Martha. Uno de los tentáculos se enroscó alrededor del cuerpo de la joven, pero la muchacha se dio cuenta de que Tassa estaba allí y eso le infudió valor. Retrocedió un paso para evitar caer apresada.

Desde fuera, Ruru comprendio que estaban en inferioridad de condiciones, así que decidió equilibrar la balanza pidiendo ayuda a uno de sus aliados.

- Tiradas (6)

Notas de juego

Iniciativas

Tassabra (20): Ataque 23, daño 14 a pulpo 1
Pulpo 2 (15): destrozar sofá y comerse a Martha. Martha se escabulle
Ruru (15): convocar cocodrilo
Samuel (13): movimiento y ataque a Pulpo 1, ataque 21, daño 7, se queda en 0
Ekarion (14): movimiento y proyectil magico, daño 15 a pulpo 1.
Pulpo 1 (5): ataque a Tass, falla

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29/11/2019, 19:21
Ruru Sauceviejo

El halcón que miraba a través de la puerta pidió ayuda a las fuerzas de la naturaleza y aunque hubiera querido convocar un buen cocodrilo, allí con cabía, por lo que convocó otro oso. Aquella bestia se abalanzó sobre uno de los pulpos lanzando sus garras y arrancando trozos de su gelatinosa piel a zarpazos. Trató entonces de hincarle el diente, pero el pulpo pudo zafarse a tiempo.

Bien, bien. - Pensó Ruru. - Espero que Señor Pinckels pueda ayudar a esa niñita. 

 

- Tiradas (5)

Notas de juego

Convoco oso pardo en DE45 y atacó a púlpito 18, 15 y fallo de mordisco.

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29/11/2019, 19:58
Tassabra

—¡Martha! —gritó Tassabra, engullida por la angustia—. ¡Ponte a cubierto, mi niña! ¡Aléjate de esa cosa!

Obteniendo unas fuerzas que sólo podría obtener una madre viendo como su hija estaba en peligro Tassabra lanzó un tremebundo golpe que partió en dos la cabeza de la criatura.... que de alguna manera aún seguía viva.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Tassaba utiliza Tácticas del cuervo blanco, impacta. Daño: 34-10= 24. Pulpintor de la izquierda está desprevenido hasta mi próximo turno.