Partida Rol por web

No consigues distingir nada entre la multitud. De repente, oyes un grito pidiendo ayuda, y al mirar en su dirección, puedes ver que Valeria está siendo conducida por un hombre hacia un coche de color oscuro. La chica no grita ni se resisten; deben estar amenazándola con un arma. En cuanto intentas dirigirte hacia el coche, las prisas hacen que tropieces con la gente y caigas al suelo. Cuando te levantas, el coche ya se ha puesto en marcha y no te ha dado tiempo ni a fijarte en su matrícula

- ¡Maldita sea! gruñó la joven asiática cuando se levantaba del suelo, qué momento tan inoportuno para tropezar, estaba tan pendiente de la joven que no pudo evitar tropezar.

Ni siquiera pudo ver algo que le fuera ahora de utilidad, así que tuvo que preguntar a la gente que estaba en los alrededores a ver si alguien había visto algo, sobretodo la marca y la matrícula del coche.

La gente no parece haberse tomado en serio la escena; un secuestro, a plena luz del día, y una chica asiática con una katana preguntando por la matrícula del vehículo... Parecen creer que es una performance organizada por el casino para dar un poco de espectáculo.

La joven gruñe de nuevo, más fuerte, tratando de pensar objetivamente.

Mira hacia arriba, las cámaras, al menos habrán captado el coche.

Se marcha corriendo hasta la zona de seguridad del hotel y solicita hablar con el encargado y visionar las cámaras de seguridad.

El guardia de seguridad parece dudar unos instantes, pero parece que le gustas y finalmente te deja acceder a la sala de vigilancia. En el video puedes ver claramente el momento en el que se llevan a Valeria y la meten a la fuerza en un coche. Consigues detener la imagen en el preciso instante que el coche empieza a moverse, obteniendo una imagen clara de la matrícula.

Cuando detuvo la imagen y consiguió ver la matrícula del coche, la joven sonrió satisfecha y anotó los datos que necesitaba. Agradeció al joven su ayuda, pero antes de irse, se dio la vuelta y le preguntó acerca de lo que había visto en las escenas, por si pudiera reconocer a alguien.

El guardia niega con la cabeza

- No, no se quien es esa gente; no la había visto antes

La joven se marchó algo satisfecha, pero no del todo. Tenía la matrícula del coche, y aunque podía averiguar muchas cosas sobre él, no podía saber dónde estaba.

- Ah... buuf... resopló tocándose el pelo para relajarse. Entonces fue cuando sintió el peso de la pulsera... El Dragón...

La joven miró la pulsera y la puso junto a su boca, susurrando:

Mōningugurīndoragon, ryū ga mezameru...

Anata wa mitsukeru tame ni on'nanoko o sagasanakute wa narimasen

To ibasho shō...

Ryu... Ryu... Susurró hasta que la pulsera se movió, y el Dragón despertó. A continuación, la joven le indicó el nombre de la chica que debía seguir y alargó la mano para que su nuevo amigo saliera volando de ella.

La joven sonrió y pensó: Buen regalo padre, muy oportuno.

El dragón permanece inmóvil en tu mano; parece que no sabe exactamente que buscar

El dragoncito se quedó posado en la mano de Dai y la miró con sus ojos negros, la joven se sorprendió, pues pensaba que con decir el nombre de la mujer que buscaba, Fabrizzo, sería suficiente para que el mágico ser la encontrase. Al parecer no comprendía todavía el poder de su nuevo obsequio.

- Ryu, no tengo tiempo de explicarte mucho, la joven Fabrizzo está en peligro, es la hija de Zeus, pero no lo sabe y debemos protegerla. Le miró profundamente como tratando de contactar con él telepáticamente, estaba asistiendo a un congreso de accionistas de diversas compañías eléctricas en este salón de actos, se giró, estamos en el casino Flamingo. Ella es la hija de Giacomo Fabrizzo, director de una compañía eléctrica italiana llamada Solaris, de la que ella es además accionista y posiblemente heredera. La han secuestrado y debemos encontrarla para protegerla, puede que la hayan secuestrado simples humanos, pero esto podría ser mucho más y estar organizado por Titanes, nuestra misión es protegerla y para eso necesito por favor que la encuentres. Sé que podrás hacerlo, ha estado aquí en esta sala, ella es hija de un dios, uno poderoso, estoy segura que notas su espíritu, su alma, mucho más fuerte y especial que la de otro humano corriente. ¿Puedes sentirla?

No estaba segura si el dragón la estaba entendiento, seguía en la misma postura, mirándola profundamente con sus ojos negros y sus escamas de jade brillando, frías, ajenas a su corazón, que latía rápidamente, no podía fallar a su padre y la habían secuestrado delante de sus ojos, sin que pudiera hacer nada... no podía deshonrar su panteón, su familia... tenía que encontrarla como fuera.

Entonces añadió indicando el tipo de coche y el número de la matrícula que tenía anotados así como la descripción de la chica, pues la recordaba de cuando la salvaron. Esperando que eso ayudara al Dragón a identificarla.

El dragón parece captar al fin lo que le quieres decir, y alza el vuelo. Al instante, puedes sentir el hilo que te conecta a él y ver a través de sus ojos.

El dragón zigzaguea rápidamente entre el tráfico, buscando el coche que le has mencionado. Lo alcanza en un semáforo en rojo, y mira al interior para dejarte ver a Valeria, tumbada inconsciente en el asiento trasero del coche. El dragón se queda pegado al coche, a la espera de que vayas a por el.

Un poco atontada por la sensación de ver dos imágenes a la vez, Dai se concentra en lo que el dragón le muestra.

Una vez se ubica, sale corriendo y se dirige al semáforo donde está parado el coche. Sabe que es complicado que llegue a tiempo, así que trata de acortar por el camino más corto.