Partida Rol por web

Al ver que se despierta, me levanto de la silla y me voy acercando a el, despacio, sin prisa, escucho su proposición, la verdad es que algo de cama no me vendría mal... después de todo, he estado cuidandolo unas cuantas horas y me duele todo... deberia relajarme un rato.
Por alguna extraña razón, el monje me mira a los ojos, como si intentara ver a través de ellos, mirandolo percibo sus dudas, su miedo, el sonido de su voz es temblorosa y su silencio revelador, sigo acercandome con suavidad.
mientras me acerco, pienso

Spoiler (marca el texto para leerlo):

Acto seguido, coloco la puntera del pie bajo su espalda, la muevo hacia arriba, indicandole que se levante y señalo la puerta de la habitación con un dedo para que se vaya y me deje dormir en paz, espero a que haya salido, atranco la puerta y me acuesto.

Sorprendido por las formas de la elfa Loy-yang sale de la habitacion "con el rabo entre las piernas"

al llegar al umbral de la puerta se despide con un leve movimiento de su cabeza

-que descanses y perdon por ocupar tu habitacion lo siento de veras.

Vaya Loy-yang parece que las gentes de fuera del monasterio son muy agresivas, sera mejor ir a dormir al raso

Al llegar a la planta baja, te encuentras con Narta, quien te dice que las habitaciones 6, 7 y 8, las tiene libres y asignadas para vosotros durante esta noche.

Gar sale de la taberna, cerrando la puerta tras de sí. Los grandullones ahora roncan sobre la madera y hay jarras tiradas alrededor de la mesa. Menthor se encuentra apoyado en la barra. Íliris ha lanzado su propuesta y por el momento permanece en la misma mesa.

Me voy a dormir

- Menthor terminando de dar el ultimo trago de su cerveza, asiente con la cabeza y disimula el eructo que de su garganta amenaza por irrumpir en el salón cual trueno - Me parece que lo has hecho muy bien y que la idea de que ese Gar nos procure la protección entra dentro de nuestras necesidades, no conozco ha nadie aquí y preferiría no arriesgarme contratando personas de poco confianza.

Ha pasado ya una hora y mientras aclaráis los últimos puntos de la negociación entre Gar y vuestras opciones, Rumgro (el dueño y cocinero de la posada) se acerca a vuestra mesa:

- Buenas noches caballeros. Gar me ha pedido que os deje esta nota. Así mismo quiero aprovechar para comunicarles que mi hija Narta se retira del servicio ya que es muy tarde y que yo estaré de guardia en la cocina por si algun espíritu malvado y hambriento os visita esta noche. - Tras decir eso, cae en la cuenta de que probablemente le toméis en serio y añade: - Pero tranquilos, los huéspedes que han comido bien no reciben visitas de esa índole. - Se rasca la cabeza y vuelve a la cocina, algo desorientado.

NOTA DE GAR:

Señores, tengo la caravana e incluso la protección. Les veré al alba para ir a recoger la mercancía y partiremos hacia Mylton, (ciudad de paso hacia la fortaleza de Farar) en cuanto esté todo en su sitio. Les recomiendo que duerman todo lo que puedan, pues prometen ser 3 días (hasta Mylton) moviditos.

Gar.

P.D. He hablado con Narta y con Rumgro y hemos llegado a la conclusión de que la mujer que os acompaña tiene madera de exploradora. Así que voy a obviar la búsqueda de un explorador, cerrando el círculo de búsqueda a hombres de armas.

El cielo anaranjado, es el primer paisaje que véis al despertaros. El día parece acompañaros, en lo que a clima y ambiente se refiere. Rumgro os ha preparado un maravilloso desayuno. Al sentaros a la mesa ( si es que no queréis hacer alguna cosa antes) os pregunta: - ... y qué? Piensan pasar mucho tiempo en Ánubel? Nuestras habitaciones como han podido comprobar son muy cómodas y... - Narta asoma por detrás de su padre, con cara de sueño y aún despeinada. - Papá... - Dirigiéndose a Rumgro mientras le pasa sus brazos por debajo de las áxilas, como arropándole, poniendo su barbilla sobre el hombro derecho de su progenitor y añadiendo: - Estas personas vinieron ayer, buscando cobijo para una noche y gracias al renombre de TU taberna, a buscar un carruaje y algo de comida. Hoy se marcharán junto a Gar... - Lo último que le dice no lo oís, pues mientras le habla, lo va acompañando como en un baile hacia la cocina. Segundos más tarde, vuelve a aparecer. - Os pido disculpas. Ya es algo mayor y se le olvidan las cosas. Espero que disfrutéis del desayuno. Podéis dejar el dinero sobre la mesa. Tenemos mucho trabajo y comida por hacer, así que os deseo lo mejor y espero volver a veros por aquí algún día. - Deja un plato sobre la mesa, en el que hay un papel con la cantidad a pagar, por la cena, las habitaciones y el desayuno. (5po en total)