Partida Rol por web

Estando los 4 sentados a la mesa, disfrutáis (Sirana, Menthor e Íliris) de todo cuanto habéis pedido, mientras observáis al monje frente a vosotros. Recordáis a qué habéis venido y cuales son vuestros cometidos. Al fin y al cabo estáis en una misión. Quizás debáis decidir priorizar entre una y otra cosa.

Recordáis: - Necesitáis una caravana y escolta.

                 - Debéis volver a la fortaleza de Farar a entregar la mercancía.

Narta se acerca a la mesa:

Ha sido de su agrado? Dice mientras recoge los platos, ahora vacíos, de la mesa. Váis a querer alguna cosa más?

Medito sobre todo cuanto ocurre entre el monje y los bandidos, pasando de largo a los brabucones cual si no existieran... Con una mano en la barbilla, tras haber dado cuenta de todo lo pedido observo en silencio (por la ingesta de alimentos sin duda) a la joven Narta...

No respondo al monje aunque el asunto de los pergaminos tanto me interese, pues ha prioridades, y nuestra misión lo es ante todo para mí... Pero, al volver la joven a consultar por nuestro parecer respecto de su comida, agradezco con una reverencia Exquisito susurro. Espero a que se retire para hablar con el grupo, monje incluído, pero en voz baja para que no salga de esa mesa.

Menthor, Sirana, quizá pudieramos pedir a Loy-Yang que nos acompañe hasta la fortaleza... Sería una ayuda importante... Al llegar allí, podría entrevistarse con el sabio Alanos para ver de qué modo afrontar la amenaza que nos menciona. Asimismo, quién mejor que aquél para conseguir el apoyo necesario a la hora de mandar mas tropas al monasterio en cuestión, eh? En resumidas cuentas, mañana mismo partimos de regreso... ¿Qué opinan?

Inclino levemente la cabeza en señal de aprobación mientras espero a la respuesta de nuestros compañeros. Instates despues, miro de reojo a la mesa de los escandalosos mientras espero que hayan dejado de reparar en nuestra presencia y se dediquen a beber, dormir o irse a su casa. Mis armas siguen cautelosamente cerca.

Os ayudare

eso es todo lo que sale de la boca  de loy-yang.

Su cara aun sucia por los dias y dias de largo camino esboza una sonrisa

Por fin parece que encontre ayuda, gracias a los dioses!!!!!

acto seguido se queda k.o encima de la mesa aunque su sonrisa sigue hay...........

-El pobre... estaría agotado por el viaje. pienso mientras lo cojo con ambos brazos. Acto seguido hago una seña con la cabeza a mis compañeros señalando las escaleras que darán a las habitaciones.

Narta se acerca a Sirana y le indica como llegar a la habitación más próxima (y libre) mientras hace ademán de ayudarle pero sin éxito. Sus dudas la hacen patosa y casi resulta molesta. Al darse cuenta de ello, sonríe a modo de disculpa y vuelve a la mesa donde os dice: - En la habitación 4 descansará el monje... Podéis ocupar la 6, 7, y 8, y no os preocupéis ya pasaremos cuentas mañana... Por cierto, en aquella mesa de allí, está Gar... experto en preparar caravanas de transporte y tomar rutas adecuadas. Por un módico precio os puede llevar a destino, sanos y salvos. En cualquier caso, la mayoría de las cosas que pida irán a vuestro cargo... Id y hablad con él, es una recomendación...

La habitación 4 está libre... - Te dice Narta mientras intenta ayudarte sin éxito a cargar con Loy-Yang. - Solo tienes que subir por aquí y girar a la derecha. - Viéndose inútil, añade: - Voy a ver si tús compañeros precisan algo más... - Sonríe a modo de disculpa y se retira hacia la mesa...

Llegas arriba y abres la puerta:

Dejas a Loy-Yang sobre la cama y observas la habitación. Extrañas luces en las paredes te llaman la atención, no parecen contener una llama y aún así iluminan. ¿Magia quizás?

Caes en la cuenta de que las habitaciones son individuales, pero con camas grandes para compartirlas.

- Iliris, te parece que vayamos a hablar con ese experto que nos acaban de recomendar?

- Menthor recoge su cadena de la mesa y se levanta, mientras espera la respuesta de su amigo, observa a ese tal Gar.

Es muy amable Narta, haremos lo propio.

Asiento con gesto serio Ahora sí que avanzamos en nuestra misión pienso al seguir el ejemplo de Menthor.

Te sigo mi buen amigo, igual, estemos atentos a los brabucones... Mal nos veo contra ese montón de guarros...

Sigo con la mirada y con gestos de aprobación cada movimiento de Narta, esperando a que salga. Una vez ha salido, lo acomodo con cuidado en la cama y, mientras vigilo su estado, me siento en una silla a sus pies procurando mantenerlo bien atendido. Alli sentada, espero a que despierte.

Abres tus ojos y te encuentras frente a Sirana, quien, al parecer, te ha subido hasta la habitación y te ha acomodado en la cama.

Gracias Sirana.

Debia encontrar bravos guerreros que nos ayuden pero parece que he encontrado algo mejor........ a vosotros

Los brillantes ojos de Loy-Yang parecen llenos de optimismo y sus palabras son seguras.

Cumplire mi cometido, lo juro!!!!

Al verlo despertar, coloco mi dedo indice sobre mis labios indicandole que no es necesario que me de las gracias, verlo a salvo es suficiente. Tras esto me levanto y paso mi mano sobre su cabeza invitandolo a relajarse y descansar.

Un hombre adulto, con el pelo lleno de canas os observa mientras os acercáis. Sus ojos muestran desaprobación, parece saber a lo que venís...

No me lo digan señores... - dice cuando llegáis. - ...buscan una caravana... Siendo así, si es que lo es... Tomen asiento y les despacharé con rapidez, pues tengo negocios importantes y no parecen tener demasiado que ofrecer... Si mi osadía les sorprende, lo lamento, no pretendo causar mala impresión, pero soy comerciante y antes de hablar observo. Obtengo conclusiones y muestro mis alegatos con tal de agilizar mis faenas y quehaceres. Y bien? Diganme, señores... Destino, hora de salida... Soy todo oidos.

- Ja! Sin duda es la persona idónea, no estas de acuerdo iliris? - Menthor se dirige a su amigo con una sonrisa descarada – Bien, entonces te dejo con este buen hombre, para así poder cerrar el trato lo antes posible ­- Y yo me retiro a un lugar donde no estorbe, pues este tipo parece que se merezca un bálsamo de retorica y no seré yo quien se lo procure, no señor – Menthor ofrece asiento a Iliria y ase retira a la barra con intención de seguir la conversación de manera visual

Me aclaro la garganta antes de soltar la perorata que, evidentemente ha dejado en mis manos el bueno de Menthor Los resultados no serán culpa mía sino suya! pienso preocupado.

Ante todo, dejeme presentarnos, ya que vuestras conclusiones pueden haber sido parcialmente incorrectas a causa sin duda, del fenómeno que los gnomos comerciantes del oro enano llaman, información asimétrica. Mi nombre es Iliris, ese de allí es Menthor, y estaría faltando nuestra silenciosa Sirana, a la cual sin duda habrá observado. Estos dos últimos sirven a las ordenes directas del famoso Capitán Farar, quien rige la fortaleza a la cual hemos de viajar, con su ayuda señor ¿Gar? ¿Verdad? Pues, quizá nuestro aspecto no de con lo que pueda llamarse "clientes de lujo" pero puedo asegurarle que somos tan solventes como Ánaur Digo al tiempo que despliego los documentos que otrora fueran entregados a Menthor por el capitán Es decir, no nosotros mismos, sino por quienes representamos en este acto. Verá usted que el asunto no es tan adverso. Por ello mismo, estimo que en vez de negociar los términos y condiciones de su excelso servicio, quizá debamos apegarnos a los usos y costumbres hayanse implementado eones atrás, o quizá no tanto, quizá hayan sido consolidadas en tiempos del Rey Tyrton II... Pero como usted mismo dice, vamos a lo práctico y no perdamos más tiempo. ¿Acaso ha trabajado ya vía contrato con Farar? De ser así, estimo que ya estaría todo dicho... De no, simplemente comentarle que lo que hemos de transportar son víveres para la temporada invernal... Imaginará que un destacamento de soldados en invierno, pues, como que come más de la cuenta hehe, no lo digo por Menthor, que quizá efectivamente esté algo excedido de peso, sino por sus colegas... En lo que a mi concierne, nunca me excedo, ya sabe, panza llena, corazón contento, pero eso implica también, y de manera univoca, que un alto porcentaje de nuestra sangre se va a la panza! Y ello qué? Pues, que hay menos en la cabeza! y mal puedo captar en su totalidad las enseñanzas de mi actual maestro, el archifamosisimo sabio Alanos, si estoy adormilado por un atracón... En fin... Debemos partir mañana a primera hora, y la Capitana Anaria es quien ha de entregarnos los bienes. No he consultado a su gentilhombria si acaso cuentan sus caravanas con hombres de armas para custodia, que de no, será un servicio anexo que buscar, más tanto mejor si lo proporciona usted mismo que conoce el paño... Ejem...

Me encojo de hombros como quien ha dicho un evidente.  

 Vaya... - Dice Gar al escuchar todo lo que Íliris tenía que decir. - ...no esperaba encontrarme con alguien que pudiera encadenar más de 5 palabras seguidas, pero es obvio que vuestro vocabulario no está falto de léxico. - Hace una pausa para sacar su pipa, rellenarla de tabaco y prenderlo para dar una buena calada. Tras aprovechar ese valioso tiempo para cavilar, prosigue: - Así que Farar... - Echa el humo, que por cierto, al contrario de lo esperado, desprende un aroma exquisito. Qué se podría esperar de un comerciante... - Es sabido que el paso montañoso es bastante peligroso. Si queréis viajar conmigo necesitaremos un explorador. Éste irá a una milla por delante de la carreta, montado a caballo (cedido por mí), para avisar a la carreta rápidamente de cualquier percance en el camino. Por otro lado, necesitaré mercenarios que sepan usar bien sus espadas por si ocurre algún peligro. Éstos flanquearán la carreta protegiéndola en todo momento. Mi tarifa es 1 po/día donde cada uno lleva sus propias raciones de viaje y agua. Queréis partir mañana? Eso os costará 2 piezas de oro extra, por avisar con tan poco tiempo. Además, por lo que decís debéis encontrar a los mercenarios que he mencionado, ¿verdad? Os recomiendo que empecéis cuanto antes pues si os parece, empiezo ahora mismo a preparar el carruaje. Por si no ha quedado claro, me he movido en caravanas con mi carruaje, en varias ocasiones, pero yo sólo poseo mi carruaje... el cual utilizaremos para transportar la mercancía, pero no dispongo de más que éste y 5 caballos, además de mi renombre como comerciante. Si estáis muy apurados en lo que a tiempo u organización se refiere, no me importa conseguir yo mismo a los mercenarios, pero en ese caso no repararé en gastos, ya que el viaje, corre de vuestra cuenta, o de la Farar, como prefiráis. Ahora bien, mañana, quiero mis 2 piezas de oro... No habrá viaje, de no haber oro. ¿Tenemos un acuerdo, señor gnomo?

 Pasan algunas horas y Loy-Yang parece estar bajo un sueño regenerador, quizás se debe a su control sobre la meditación o a que ha visto en Sirana a alguien a quien confiar su seguridad. Íliris y Menthor no han dado señales de vida, quizás hayan preferido tomar un postre o ya hayan ido a sus habitaciones, en cualquier caso, las horas en la silla empiezan a pasar factura y la espalda de Sirana parece empezar a solicitar otra posición más horizontal, o quizás un poco de acción.

Con la mirada fija en las perfectas pupilas de Sirana.....y como en un susurro:

-Estaras cansada, sera mejor que duermas un poco

Acto seguido Loy-Yang se incorpora de la cama y se tumba en el suelo, parece algo nervioso.

-Por que estoy nervioso? sus ojos........son sabios, pero parece tan joven.

-Puedo preguntarte algo............Que edad tienes?

Un cumulo de sensaciones hace temblar el cuerpo de Loy-yang y pensamientos jamas pensados ahora recorren su subcosciente

Haciendo memoria al respecto de cuanto oro poseo, caigo en la cuenta de que aún sin que Menthor (a quien en realidad encargaron esta misión, que yo voy de acompañante) tenga a su resguardo esa cantidad de oro, de igual modo puedo hacerme cargo del pago en caso de no tener él la cifra.

Trato cerrado entonces estimado Gar. En cuanto a los mercenarios, Menthor digo consultandole a mi militar amigo Yo creo que es mejor que el Señor Gar se ocupe de ello... Pues conoce a la gente de la zona, pero si acaso no te termina de convencer, pues, zapatero a su zapato, tratamos de apañarnosla nosotros por dos horas, y de no conseguir, que Maese Gar se ocupe. Qué dices?