Partida Rol por web

Llevas unos cuantos días dándole vueltas a la cabeza sobre el incidente del otro día. ¿Como es posible que no te ocurriera nada? Deberías estar muerto o como poco en el hospital con quemaduras severas y seguramente algún órgano requemado; pero no, ahí estás en el centro comercial Málaga Plaza, en la ciudad de Málaga; disfrutando de tu día libre.

Paseas concretamente por la tienda Fnac, viendo los diferentes productos que tienen expuestos. Te gustaría poder comprar un gran número de cosas de aquella tienda, pero no te llega el dinero y por desgracia no aspiras a tener un trabajo mucho mejor de lo que ya lo tienes. Quien sabe, quizá con el tiempo asciendas o te suban el sueldo lo suficiente para poder pensar en tener algo de tecnología... al menos de tenerla de forma legal.

Sigues paseando por el lugar y te percatas de que uno de los de seguridad te ha echado el ojo y te sigue allá donde tu vas. También observas que justo hacia donde tu estas camina un grupo de cabezas rapadas que se llaman la atención los unos a los otros golpeándose con los codos de forma poco disimulada y mirando hacia ti.

Cuando cruzas con ellos te rodean al caminar y una de ellas te empuja claramente a propósito con el hombro, y rápidamente te da un empujón con la mano mientras te increpa.

- Tu, sudaca, a ver si miras por donde andas pringao, será jilipollas el puto... -

Siguen caminando hacia el interior de la tienda mientras se ríen; pasan al lado del guardia sin preocuparse demasiado y siguen su camino, dirigiéndote una mirada de odio al girar la esquina, pero con una sonrisa en la cara.

Antonio sabe por su experiencia que lo mejor es seguir su camino y esperar que no suceda nada más. De todos modos, brevemente pasa la mano sobre el pantalón, para asegurarse que su navaja sigue allí. Mejor si no tiene que usarla, pero nunca se sabe.

(no sigo escribiendo por la tirada de percepción).

Pronto te das cuenta que tu cazadora pesa mas, y sientes algo en el bolsillo. Metes la mano y notas algo que antes no estaba. Si no lo sacas no puedes saber lo que es.

 Me dirijo a los servicios y me encierro en uno de los cuartos de baño antes de sacarlo para ver que es

Entras en el baño, un suave hilo musical entretiene a un muchacho que hay orinando en el servicio, termina y sale. Tu por tu parte entras en uno de los que tienen puerta y sacas del bolsillo lo que te han metido. Se trata de un pequeño aparato reproductor de MP3 todavía con el precio y la alarma puestas. 

La puerta del baño se abre y entra alguien.

- ¿Chico, estas por aquí?, será mejor que si has robado algo lo devuelvas... -

Por la voz dirías que se trata del guardia de seguridad que te seguía antes por la tienda.

Me imagino que no creerá que me lo han metido unos desconocidos en el bolsillo, así que lo más fácil es intentar esconderlo. Miro el modo en que esta la taza, si hay hueco detrás, si la cisterna está alta y lo puedo poner encima. Tampoco, si no es necesario, me gustaría estropearlo, pero si no hay mas remedio, no tengo inconveniente en hacerlo.

El baño dispone de una cisterna situada por encima de tu cabeza, si te subes a la taza podrías alcanzar la zona alta de la misma para dejar allí mismo el aparato y con suerte que no sea detectado por el guarda.

De nuevo la voz del hombre suena.

- Vamos te he visto entrar, no me hagas abrir uno por uno los servicios ni sacar mi porra - 

Escuchas el sonido de como golpea suavemente con la punta de lo que seguramente su arma una puerta y la abre, no es la tuya, pero en un par de puertas llegará.

Muy bien, escondo lo mejor que puedo el aparato en la cisterna, me bajo la cremallera, y antes de tirar de la cadena y salir como estuviera cagando en ese momento y me hubiera sorprendido digo "un momento, que ya voy". Cuando salgo, le miro con cara de extrañeza. ¿Sucede algo? mientras me subo la cremallera y me acerco al lavabo para lavarme las manos.

El hombre porta en sus manos la porra de reglamentación con la que estaba abriendo los servicios. Nada más verte salir se queda mirándote y frunce el ceño... pero no dice nada. Se limita a mirarte y abrir el baño de donde sales. No rebusca solamente lo mira por encima. Seguidamente te mira de nuevo a ti...

- Será mejor que no armes jaleo chico, creo que es mejor que te vayas...

Se queda con la porra en la mano y esperando que termines de lavarte la manos, seguramente para acompañarte al exterior...

Le miro con cara de extrañeza. ¿Acaso hice algo? ¿O qué es, que por ser hispano no puedo comprar aqui? No se preocupe, haré que la gente sepa como se trata aquí a los hispanos. Primero, los cabezas rapadas esos que me dan un golpe y encima me echan la culpa, y ahora esto.

Si no dice nada, le acompaño al exterior sin decir nada más. Al salir, miro bien para comprobar si los tipos de antes están por la zona.

Sin responderte siquiera el guardia te acompaña a la puerta y cuando pasas por los arcos y ve que no pitan te da un vistazo de arriba abajo y se gira regresando a la tienda a seguir con su trabajo. Tu por parte no sales del todo, te quedas vigilando si los chicos de antes están por la zona quien sabe si esperando a que salgas para enfrentarse a ti...

Parece que todo está en marcha, así que salgo del centro comercial con intención de dirigirme hacia mi casa. Aún me pasa por la cabeza lo que pasó el otro día, y en eso voy pensando. El asunto de la tienda, algo sin importancia, ya estoy acostumbrado a incidentes así, tanto por mi aspecto como por mi ascendencia.

Sales del centro comercial confiado de ti mismo, parece que no ha sido más que otro altercado provocado por tu aspecto y tu procedencia. Giras la calle y dejas atrás la tienda, caminas un par de manzanas pensando en tus cosas y en llegar a casa cuanto antes. Cuando giras una esquina y a no más de cuatro o cinco calles de tu casa frente a ti aparece uno de los chicos de antes.

Se detiene frente a ti y te mira sonriente, - ¿Te crees muy listo verdad? Ese MP3 que dejaste en la tienda era nuestro, y ahora no podremos disfrutarlo, entiendes que ahora debes darnos algo con lo que compensarnos... ¿verdad? - mete la mano en el bolsillo de atrás de su pantalón y saca una navaja. Pulsa un mecanismo y la misma se despliega mostrando su amenazador filo.

Tras de ti escuchas risas y burlas. Cuando te giras te das cuenta de que hay otro tío mas con un bate y una chica con una especie de máquina que te recuerda a los taser de las películas que llevan los policías. Ambos juguetean con sus respectivos aparatos golpeando la palma de la mano con el bate y haciendo saltar el arco voltaico del taser. 

Seguro que no tiene nada, míralo es un puto chicano... tendremos que darle una buena lección para que aprenda - la mujer parece dispuesta a atacarte sin mediar palabra...

La situación no parece precisamente alentadora. Uno contra tres, no me gusta la proporción. Mejor huir. Así pues, y ya que sólo hay uno en esa dirección, corro hacia el tipo que tiene la navaja, confiando en mi agilidad para hacer una finta y esperando correr más que ellos. Al fin y al cabo, soy un tipo rápido.

Decides que lo mejor es sin duda escapar de esos tres cafres que no parece que tengan intenciones muy diplomáticas; te lanzas a la carrera tratando de escapar y esperando que el tipo de la navaja no sea más rápido que tu; y parece que eres bueno ya que no se entera.

No obstante sientes un pequeño golpe en la espalda y como algo recorre tu cuerpo... puedes notar lo que es, lo sabes perfectamente porque ya lo has sentido en tu trabajo es electricidad. No dudas en relacionarlo con la chica que tenía el taser en la mano. No obstante y de la misma forma que aquella vez no sientes dolor, tan solo un cosquilleo y una sensación de fuerza y poder sobrecogedora. Sientes como tus fuerzas aumentan con el paso de la electricidad por tu cuerpo... ahora te toca a ti, parece que los otros dos no se han percatado a tiempo de tu intento de fuga y es posible que si sigues queriendo escapar esta sea tu oportunidad.

Qué demonios... Siento la descarga recorrer mi cuerpo. Pero nuevamente no me ha pasado nada. Qué demonios sucede! No puedo enfrentarme a estos tres, ni aun ahora que me siento pletórico de energía. El tipo de la navaja parece que no se esperaba una reacción como la mía. Me aprovecharé de ello. Así pues, continúo mi carrera, intentando escapar, llegar a mi casa, aclararme de qué demonios me está pasando...

Los tipos se quedan quietos durante unos segundos, seguramente alucinados por la reacción cuanto el taser impactó en tu cuerpo. Sencillamente tendrías que haberte caído al suelo y quedarte allí temblando como un despojo humano, pero en lugar de eso sales corriendo como alma que lleva al diablo, con más fuerza y velocidad si cabe de lo normal...

Ellos por su parte cuando se percatan inician la carrera profiriendo insultos racistas contra ti y gritando que te van a matar y a abrirte en canal si te atrapan.

Continuo mi precipitada huida. En realidad, aunque también de ellos, casi huyo más de lo que me está pasando, casi es un intento de despejar mi mente. Necesito huir, aclarar mi mente. Está claro que esto no es normal.

Prosigues tu escapada dando alguna mirada hacia atrás, quieres correr todo lo que puedes pero ellos son tres y procuran cerrarte las escapatorias que ves. Finalmente la misma chica que antes te atacó se lanza sobre ti de nuevo con su taser y te lo clava en la espalda notando de nuevo esa sensación de poder entrante y un suave cosquilleo que lejos de hacerte sentir mal te reconforte da confianza.

Cuando caes al suelo con ella encima, ella se te queda mirando, no deberías estar tan contento de que semejante cantidad de voltios hayan pasado por tu cuerpo. Cuando sus dos compañeros llegan la chica se levanta sin quitarte los ojos de encima y con el rostro asustado...

- Eres... uno de esos, bichos raros. Un mutante, ¡¡¡ ESTE TÍO ES UN MUTANTE !!! ¡¡¡ SOCOOORRROOO !!! -

Sus gritos se escuchan por toda la calle y los dos amigos de la chica se detienen en seco, también temerosos seguramente de lo que puedas hacer por ser un mutante.

- Vamos, ¡¡ vámonos !! Avisemos a la policía, seguro que lo meten en chirona ¡¡ vamos !! -

Los tres salen corriendo en dirección opuesta, mientras tu te recompones, ahora todavía te notas más fuerte que antes, más poderoso si cabe...

Me levanto y miro a mi alrededor. Miro mis manos, que es lo que me pasa? Mutante... la palabra resuena en mi mente como un martilleo. Mutante... a menos que alguien trate de impedirlo, me dirijo hacia mi casa. Me siento tremendamente fuerte, como si fuera capaz de levantar toneladas de peso. Pero nunca he sido especialmente fuerte, siempre me he basado en mi rapidez y agilidad natural. Y sin embargo, siento como si fuera capaz de tumbar esa farola de un golpe.

Mutante...