Partida Rol por web

A Marvin no le hizo mucha gracia que lo confundieran con un animal de tiro, pero no tenía ganas de montar ninguna bronca, y sus ganas de recuperar el libro y salir de aquel pueblo eran mucho mayores que las de liarse a guantazos con los lugareños. Además, ya tenían bastantes problemas sin buscarlos, por lo que por una vez dejó que la pereza por calentarse los nudillos venciera a su orgullo.

Joder, es que estos putos pueblerinos ven a alguien de ciudad, y ya se piensan que son unos jodidos inútiles incapaces de hacer nada por si solos. Pensó malhumorado. Bueno, nos vendrá bien para ganarnos un poco más de su confianza. Algo me dice que la vamos a necesitar tanto para salir de esta mierda de pueblo, como para recuperar el puto libro.

Tras la aprobación de sus compañeros, el grandullón acompañó a la gente del lugar a retirar aquel tronco del camino, cosa que les llevó muy poco tiempo. Bastó con utilizar un poco de ingenio con uno de los pocos automóviles de Halpin, mas que de fuerza bruta, tal y como Marvin se había imaginado antes de llegar, y el tronco fué apartado de la carretera rápidamente y sin mucha demora. Una vez hecho el trabajo, alguien se molestó en acercar al detective al lugar del accidente, y el grandullón pronto se encontró reunido de nuevo con sus compañeros.

Marvin se encendió uno de los cigarros comprados en el colmado de Halpin mientras se acercaba a Lytton.

-No era para tanto... farfulló con el cigarro en la boca. El puto tronco era grande, pero un coche podía sacarlo con facilidad si se colocaba bien en el camino. El jodido camino era estrecho, pero no tanto como para tener que sacar el tronco a mano. Marvin miró al rededor, el lugar ofrecía un aspecto desastroso. Menuda liada... Dijo antes de dar otra calada al cigarro, saborear el humo, y expulsarlo ¿Habeis encontrado algo en toda esta mierda?

El cargado aire y un denso silencio acompañaba el dantesco panorama que se haya frente a él, no pudo evitar mirar su maltrecha muñeca -un mal menor, no me cabe duda alguna- murmuro para si.  Tras esto vio atonito al viejo Montesco y una media sonrisa cruzo su cara -Vamos! Montesco ya deberiais saber que no se puede estar en presencia de la muerte dos veces en un mismo dia, Veamos lo que queda en el interior de esa chatarra! -

Lord Lytton comenzo a andar con aparente tranquilidad hacia los restos de fusilaje del Avion, entro por el primer boquete que vio y una vez dentro las imagenes del accidente flashearon por un instante la mente del mismo. - Veamos.... veamos si esta lo que buscamos por aqui...-  dijo mientras comenzaba a inspeccionar los restos.

Buscáis bastante afanosamente, primero mas o menos por el sitio donde debería estar el maletín y un poco después por sitios un poco más alejados, pero no lográis encontrar gran cosa.

Podéis ver a Mostesco separando algunos trozos de tapizado y metal con la punta de su bastón, pero os hace señas de que por allí no hay nada que le llame la atención. Ya ha pasado bastante del mediodía (hay que ver lo rápido que pasa el tiempo cuando uno está entretenido) y en una o dos horas empezará a irse la luz.

Los compañeros de Marvin se pusieron a la faena mientras él terminaba de apurar el cigarro. Lo cierto es que no tenía demasiadas ganas de ponerse a buscar entre todo aquel caos de hierro machacado, pero no había más remedio que hacerlo, de modo que  tras pensárselo, decidió que al menos no le quitarían el placer de fumar con calma y disfrute lo que tenía entre los labios.

-Bueno, vamos allá. Dijo una vez terminado el cigarro, uniéndose a los demás en la búsqueda del libro. Veamos donde demonios está el jodido libro. Me parece muy raro que la cadena de las esposas se rompiera en el accidente y llevo sospechando lo peor desde que nos digeron que no encontraron el libro con nosotros. Espero equivocarme en mis sospechas.

Buscáis y rebuscáis entre restos de alfombrillas, asientos y hierros retorcidos durante mucho rato y al final halláis vuestro premio. No es lo que esperábais encontrar, pero es algo que al menos puede echar un poco de luz sobre todo esto.

Por su parte Lytton encuentra ka cadena qeu ataba el maletín a la muñeca de Marvin, cuando ambos la miráis de cerca la cadena muestra un corte limpio, un corte que es del todo imposible que se le atribuya a un desgaste del material o al accidente. Lo han cortado para llevarse el maletín. En el revoltijo de cosas y con las pisadas de medio pueblo durante el rescate, es imposible que podáis saber siquiera qué huellas corresponden a quien hata cortado la cadena.

La segunda cosa la descubre Marvin mirando el fuselaje del avión, hay tres o cuatro marcas que no se corresponden con el accidente. El piloto había logrado que el aparato aterrice (mas bien se estrelle) de un modo más o menos plano, por lo que a pesar de haberse partido y parcialmente incendiado la estructura de la aeronave estaba bastante entera (lo que hizo que os salváseis). Sin embargo, sobre la parte superior de una de las alas y sobre el techo de la cabina de pilotaje Marvin pudo ver una especie de profundos arañazos que en varios casos llegaban a desgarrar el metal.

Lo de la cadena ya confirmó las sospechas de Marvin cuando Lytton la encontró entre los restos del accidentado aparato.

Frunció el ceño malhumorado, como solía hacer cada vez que las cosas se torcían y el lo había vaticinado, pero no dijo nada. Una simple mirada entre ellos fue suficiente para que el silencio hablara por los compañeros. Allí se cocía algo gordo, y sabiendo lo que sabían tras la conversación con quien los había contratado, las cosas podían ponerse mucho peor.

Pero aquello no fue lo único que alteró los nervios de los presentes. Por si el hallazgo de la cadena no fuera suficiente, Marvin encontró otra cosa que había centrado la atención de su búsqueda por encima incluso del maletín.

Allí estaban. En el fondo de su ser había deseado no encontrarlas, pero allí estaban, sobre la parte superior de una de las alas y sobre el techo de la cabina de pilotaje. Profundas marcas hechas por algo, que no debía estar allí. La cosa que atisvaron agarrada al aparato en pleno vuelo, y que asociaron al juego de luces de la tormenta.

Marvin se fue poniendo pálido a medida que transcurrían los segundos, y pese al riesgo por el combustible vertido durante el accidente, tuvo que encenderse otro cigarro. Había vivido demasiado como para saber que la idea que pasaba por su cabeza no era en ningún caso descabellada, aunque cabía la posibilidad de que el origen de aquella marcas fuera algo perteneciente a la naturaleza del universo conocido por el hombre.

-Chavales... dijo llamando la atención de sus compañeros, y rompiendo el silencio. Las miradas ya no bastaban para transmitir las ideas y los sentimientos Aquí... hay algo más... que no me hace ni puta gracia.

Al oir el reclamo de atención proveniente de Hayes, Lytton se volteo y andó firme hacia el hasta situarse a su costado derecho. Una vez allí vio se agacho a ver lo señalado por su musculado compañero. Durante unos segundos acarició los arañazos y siguio sus trazos con los dedos. Por un momento las extrañas imagenes previas al accidente nublaron su mente, pero este las rechazo negando con la cabeza fuertemente.

Vamos vamos, mi querido amigo musculado, son solo unos vulgares arañazos provocados por el impacto, el motor y la helice del avion, que como podras observar... se ha desprendido - el pulgar del lord señalo a sus espaldas donde sabia con certeza que se encontraba un amasijo de hierros -

  si bien... esto si que es ¿curioso no? -Lord Lytton se levanto y puso el trozo de la cadena delante de los ojos de Martin, balanzeando la misma como si de un péndulo se tratara - Esta cortada, alguien nos ha robado...

-Sí... supongo... debe de ser eso... tartamudeo Marvin tratando de calmarse. Volvio a dar otra calada al cigarro.

Cálmate. Pensó. Esto no es el caso Loxton, estamos muy lejos de allí. Eso ocurrió una vez y no va a volver a pasar, todo son figuraciones tuyas y lo que dice Lytton es cierto.

Cuando su compañero llamó su atención sobre la cadena, Marvin salió de su ensimismamiento y volvió a la realidad que lo rodeaba como si le hubieran echado un cubo de agua fría por encima.

Frunció el ceño al volver a fijar la vista en la cadena.

-Sí, nos han robado... joder. ¿Quién coño habrá sido? Tiene que haber sido alguno de los paletos de este puto pueblo esperando encontrar dinero o joyas dentro del maletín. Lo de la cadena era buena idea, pero convertía el maletín en una mierda muy jugosa para cualquier cabrón que viniera a rescatarnos de esta mierda de accidente.

Tiempo difíciles, necesidad y poco intelecto... un ser carente de intelecto probablemente usaría el libro para avivar una hoguera  pero gracias a el maletín tal vez aun tengamos la oportunidad de hallarlo. - Lytton emitió una ligera sonrisa mientras le dio unas ligeras palmaditas en la espalda a Marvin-  ¿Os parece que vayamos al pueblo?, tal vez la corta mente haya optado tratar de vender el libro a algún entendido...

Luego de discutir brevemente algunos asuntos del accidente (comentarios del tipo "Hala... mira cómo ha quedado el ala" y cosas por el estilo) decidís que es hora de volver al pueblo, Dave está dormido sobre una piedra y se alegra cuando lo despertáis para volver. 

Atardece.

- Ya puedes llevarnos de vuelta, muchacho

Ismael se acerca al joven mientras se despierta, y con una cálida sonrisa espera a que se levante de su improvisada cama.

- Sé que te has ganado un buen dinero por traernos, pero no ha servido de mucho - continúa - Estábamos buscando un objeto importante para nosotros pero parece que alguien se lo ha llevado. ¿Es muy extraño, no te parece? - espera unos segundos antes de continuar, esperando a que Dave asimile sus palabras - ¿Pudiste ver por un casual quién entró al avión durante el rescate?

La sonrisa desaparece poco a poco, y de manera instintiva comienza a tocar su bigote.

-Uhhh... déjeme ver....- dice Dave mientras se rasca la cabeza -Mmmm... el médico... el ayudante del alcalde... un par de policías... cinco o seis que los sacaron a ustedes... yo mismo.... los curiosos... no sé bien, pero habrá sido como medio pueblo.- 

Luego se levanta, se estira un poco y comienza a caminar hacia el camión, y antes de llegar parece darse cuenta de algo y de gira para deciros:

-Y seguramente la otra mitad del pueblo ya habrá estado por aquí también, es lo que tiene un pueblo donde nunca pasa gran cosa.-

Habías llegado a Halpin después de recibir una carta de tu maestro y consejero, Charles Davies. Una carta un poco inquietante en la que te hablaba de sospechas acerca de que "algo" estaba sucediendo en la zona.

Charles no había dejado más datos que alguna referencia a un brillo iridiscente algunas noches en la zona de los antiguos dólmenes y las historias poco frecuente de enormes y extraños pájaros nocturnos, pero eso fue suficiente para motivarte a viajar hasta allí.

Llegaste al pueblo en la tarde que precedió a la gran tormenta (en la que un avión se estrelló cerca del pueblo) y lo único que pudiste averiguar, hasta el momento, es que Davies ha salido de Halpin hacia Dublin para asistir a una importante conferencia (y como ahora las carreteras están cortadas tardará al menos varios días en regresar) y que de el accidente (al que acudiste a ayudar como todo el mundo) sobrevivieron tres personas (y se rumorea que una de ellas es nada menos que Lord Lytton, el noble conocido como "el magnate de los medios").

También te has enterado, esa misma noche del accidente, que en el semidestruído pueblo no existen hoteles ni alojamientos, aunque con el trajín provocado por el accidente aéreo no has tenido tiempo de averiguar demasiado, así que cuando te sentiste cansado (ya muy tarde) simplemente te dormiste al caer rendido en la única banca del pueblo que permanece entera, en un parque al lado del cementerio.

Todo el día siguiente lo dedicaste a tratar de averiguar algo acerca de los temas que te había comentado tu mentor, y sólo conseguiste confirmar que tanto lo de las luces como lo de los pájaros era cierto (Alguno de los habitantes había visto alguna cosa). Ahora atardece, y uno de los camiones que ayer participó en el rescate vuelve al pueblo, con los tres sobrevivienmtes que habían ido a visitar el lugar el accidente.