Partida Rol por web

Lo que la chica te señala con el dedo, justo a tus espaldas, es el verdadero motivo por el que la gente que no está pegando a alguien ha abandonado la taberna a toda prisa. 

El minotauro colosal que entró antes en la taberna se encuentra ahora rodeado por posiblemente los guerreros y soldados más valientes y temerarios de toda la sala.

Ataviados con armaduras bajo sus capas siguen sin moverse salvo para desenvainar sus espadas. Son hombres que han visto cosas y consideran su deber medirse con semejante oponente más bien en motivo de la seguridad de toda la taberna que la de su amo, el cual ha quedado congelado detrás de lo que queda del mostrador astillado por una enorme grieta mientras contempla como el cliente al que acababa de echar regresa con bastantes menos ganas de discutir entre sus intenciones y un poco mas de acero entre sus manos.

El guerrero más veterano  tiene un rostro barbado de expresión sebera que, a pesar de su considerable edad para sostener una espada, se mantiene erguido con su armadura de cota   de malla en un temperamental porte frente a su oponente -¿¡Se puede saber que estás haciendo!?- Grita furioso dirigiéndose al montaraz que le ha arrojado una silla, que es el mismo que acabáis de oír. – ¡Más te vale poner pies en polvorosa y avisar a la Guardia Inmediatamente! ¡Tal vez así luego me piense darte o no el merecido por alborotador!- Acto seguido, de una patada hacia atrás despide la silla hacia fuera del combate. Luego dispara una severa y fruncida mirada al minotauro  – ¡Levantad! (pausa) ¡No volveré a repetírtelo, bestia! ¡Veo que dominas algo de Común, te sugiero que sueltes el arma y te entregues ahora mismo! ¡De lo contrario, tu castigo por aterrorizar a esta gente no será otro  que ensartarte con mi espada aquí mismo!-

A continuación adopta una posición de guardia poniéndose de perfil y agarrando su espada larga con ambas manos pegadas al pecho. Uno de los otros soldados (tres en el lado de la izquierda, entre ellos el que parece tomar el liderazgo y dos agazapados en la derecha, ahora delante de ti a unos 15 pies) sigue en el suelo y el que ha podido empezar a incorporarse parece gravemente contorsionado en el costillar.

El minotauro no parece tener ninguna intención de rendirse y sigue transpirando fuertemente por los orificios nasales de su bobino rostro en una especie de furia contenida. Su espada, tan alta como uno de sus oponentes, sigue en espera de que sean ellos quienes decidan atacarle.

Por suerte no hay sangre por ningún lado...

...aun.

El caballero se gira y mira en la dirección que la muchacha le señalaba. Lejos de sorprenderse el hombre musita: Por qué no me extraña...me lo estaba temiendo. Maldito sea Sargonas...El caballero mueve la cabeza de un lado a otro con pesadumbre.

Se vuelve hacia la muchacha y le dice: Por favor, avisad a la guardia.

Acto seguido se acerca a la barra mientras dice con voz fuerte e intentando imponerse: No permitiré derramamiento de sangre en este establecimiento, asi que será mejor que todos nos tranquilicemos. Tiene intención de interponerse entre ambos grupos, sin embargo no piensa darle la espalda al hijo de Sargonas. El caballero mira de soslayo al posadero con confianza, intentando darle seguridad.

Se coloca delante del minotauro con cara de pocos amigos, sin embargo, por el momento mantiene su filo envainado, aunque su mano se mantiene rozando el cuero por si fuese necesario detener a la bestia. Da la espalda a los soldados que se han atrevido a hacer frente a la bestia, sin embargo su distancia para con ellos es mucho más corta que la que le separa de la criatura. Confia más en la palbra de aquellos hombres.

Por los dioses que esta taberna ha sufrido demasiado en tan poco tiempo. ¿Qué es lo que sucede?. Aunque sus ojos no apartan la vista del minotauro, su pregunta va dirigida hacia los hombres que le hacen frente.

En principio quisiera que aparcaramos la norma y que fuera Kuroth quien, como personaje, decidiera su reaccion.

A pesar de ello me veo obligado a preguntarte si tu intencion de insertar una "pausa" o mejor dicho parar a unos guerreros que estan a punto de liarse a cuchillazos. De ser asi como veo, tienes derecho o deberias hacer una tirada de diplomacia. Canviar la actitud de esos personajes te llevaria 1 minuto completo. Pero como si fuera un ataque completo puedes hacerlo en un solo asalto con un penalizador de -10.

Como digo, no creo que haga falta, pero si eliges utilizarla aplicare los resultados al menos a los otros combatientes.

Es tu eleccion.

Si, claro...yo intento aplacar el combate, obviamente si nadie quiere y todos van a atacar son libres de hacerlo.

He tirado diplomacia ya con el penalizador de 10. Tenía 10 positivo, con lo que tiro a pelo. Veo que el combate es inminente así que o me doy prisa o puede empezar a llover sangre,jaja.

Igualmente intento interponerme entre ambos banos si puede ser y preguntar lo que he puesto, obviamente si se lanzan al combate será mejor no interponerse. He descrito la intención de mi personaje, pero obviamente cada uno actúa según su forma de ser. ;)

La imperiosa intervención del caballero consigue detener la reyerta, o al menos pausarla ya que los cinco hombres parecen reconocerle como una figura de autoridad. Los dos que ha dejado atrás han abandonado su agazapada guardia y se mantienen expectantes. Los dos derribados se ponen en pie aquejándose aun de sus contusiones mientras el soldado veterano decide contener sus ganas de asaltar a la criatura sin escuchar antes las palabras del solámnico. 

- Respeto a vuestra gente caballero, y se que valorais el honor y la justicia y os juro por Paladine que estos hombres no poseen ninguna de esas cualidades. Mi compañero a sido tratado como una res y amenazado por cinco hombres. No me gustan las peleas, pero soporto aún menos las injusticias. Asi pues, ¿que postura adoptais?  Espero que no querais retenernos ni atacarnos, pareceis un buen hombre y no deseo pelear con vos. - Dice Leinard con una mirada sincera al caballero y con los estoques bajados, en señal de confianza.

El caballero mira asombrado cómo una persona sale en defensa del minotauro. Le mira, tranquilo al saber que ha podido detener un posible combate, sin embargo sabe que la situación es tensa: Me queréis decir que "vuestro amigo", hijo de Sargonas, no ha montado ningún altercado y que lo que han visto mis ojos es falso, pues. Yo mismo he visto cómo los modales de vuestro amigo dejan mucho que desear. La forma en que se ha dirigido al maestro tabernero exigiéndole ser atendido, no me parece la correcta para una persona que no quiere tener problemas, ni montar ningún espectáculo. Si el maestro tabernero ha tenido a bien indicarle otro lugar dónde ser atendido, está en su derecho, señor.... espera unos segundos esperando que su interlocutor le permita poder dirigirse a él de forma correcta.

No es mi intención atacar a nadie, sino más bien mantener la seguridad e integridad de la gente de éste lugar, y podéis estar seguro que haré lo que sea necesario para que así sea. Lo que tenga que suceder dependerá de él. En este preciso momento el caballero señala con el dedo índice de su mano izquierda al minotauro y se gira de nuevo para mirarle a la cara. Ha pasado demasiado tiempo sin prestarle atención, y por Paladine, que ha sido demasiado. No se fía de aquella bestia. Sargonas no creó a los minotauros para dejarles que pillen a uno desprevenido.

-tranquilo caballero no hay nigun honor en atacar a un"humano" por la espalda-

 "ya esta bien"despues de ver como todos estos humanos se dedican a insultarme i jurarme mi muerte estoi empezando a perder la paciencia.

-Hablas de malos modales caballero pero la forma en que se he sido tratado en este lugar deja mucho que desear-

Bajo mi espada hacia el suelo para parecer menos amenazante.

"Primero da la casualidad de que el lugar que me a indico ese cerdo al que defendeis no es nada menos que el establo dando a entender que para el soi poco mas que un animal"

Mi mirada se vuelve agresiva hacia el la escoria del tabernero que parece que considera que el suelo es mas interesante en ese momento que la situacion que se da a su alrederor

-Mi pueblo puede que sea orgulloso, i a vuestro modo de ver salaje pero tenemos en alta estima nuestro honor i precisamente cuando me he dirigido ajustar cuentas con  ese cerdo han aparecido estos cinco con intenciones hostiles dando por hecho que por se minotauro querriar matar a todo el mundo como si fuera una bestia sedienta de sangre-

-Entonces que me dices protector de paladine, te uniras a ellos?en todo caso-(me dirijo hacia leinard)

-Leinard gracias por interceder por mi , pero esto es un asunto mio por mi honor no hace falta que te metas.

podrias salir malherido.

de nuevo giro la cabeza hacia el caballero agarrando fuertemente mi espada aunque sigue apuntando hacia el suelo i preparandome para un posible combate en inferiodidad numerica.

Tyriael avanza hacia adelante dejándola atrás, le había ordenado que fuera en busca de la guardia pero estaba paralizada y observando cómo transcurría la situación. Escucha atentamente a cierta distancia y al cabo de un rato se decide a acercarse.

-Tiene que haber alguna forma de solucionar este mal entendido…-piensa a la vez que se acerca silenciosamente.  No quería decir nada que lo liara mas todo. Observa a ambas partes a la espera  de poder intervenir positivamente. La cosa parecia que se calmaba.

-Venga amigos... han sido malos entendidos...-mira hacia el hombre de la barra- ¿verdad?- pregunta con un tono acusador- verdad que no se referia a eso... ?

Se cruza de brazos y con la mirada fija- no creo que haga faltar llamar la guardia, seguro que podemos solucionarlo como adultos...

Hago tirada de averiguar intenciones, para ver quién de los dos grupos quiere "tergiversar" o mentirme. No me han salido buenas tiradas que digamos, pero espero a que me digas algo antes de postear.

Con tus prejuicios contra los minotauros y la sutileza de la manipulación del punto de vista que te plantea el tabernero te es difícil averiguar sus intenciones.

Realmente  no está mintiendo, solo diciendo medias verdades y parece ser que sin duda alguna ha sido el minotauro quien ha entrado en un arranque de ira y ha descargado su mandoble sobre el mostrador. (Ninguno de los presentes podría causar semejante brecha en la madera).

¿Honor? ¿Un hijo de Sargonas me habla de honor?¿Qué tiene de honorable reventar la barra de una taberna?El caballero endurece su rostro y parece que las venas que discurren por su cuello se han hinchado de forma considerable, incluso parece ser que el color de su rostro ha enrojecido.¿Acaso no habéis perpetrado los de vuestra raza los más terribles crímenes?¿Acaso no disfrutáis ejerciendo vuestro poder y sufrimiento sobre las indefensas gentes de nuestro pueblo? ¿Qué tiene todo eso de honorable? Parecía ser cómo si el propio caballero hubiese sufrido a manos de alguna de aquellas bestias. Sin embargo no era así, el dolor de su pueblo era un dolor insoportable en su corazón que le afectaba más de lo que esperaba o quería hacer ver. No podía ver sufrir a gente indefensa.

El caballero parece calmarse repentinamente y sin dar tiempo al minotauro a responder, pues no quiere entablar una discusión de más y sin venir a cuento, se gira hacia el tabernero.

¿Es eso cierto, tabernero? El guerrero mira duramente al hombre. No tiene intención de dejarse llevar ni influir por ninguno de los dos bandos y no le gusta que le tomen el pelo. ¿No teníais la inteligencia suficiente para saber que ofender a un minotauro no trae nada bueno, más bien todo lo contrario? ¿O creíais que Sargonas los creó para entreteneros a vos?

Espera pacientemente la respuesta del ahora envalentonado tabernero. El guerrero sigue firme en su posición. El ver que la bestia no tiene intención de atacar le hace relajarse ligeramente e incluso desvía su mirada de él para entablar preguntas al posadero.

Las dos disputas recién surgidas llaman la atención de Laurana, que ya tenía sus ojos puestos en los llamativos personajes desde que habían entrado en la taberna.

Tal vez su búsqueda de acompañantes no sería muy larga, y éstos mismos individuos le serían útiles. Pero primero debía asegurarse de que daban la talla, y obviamente, si no pudiesen encarar a unos cuantos borrachuzos de poco le servirían. Así que siguió observando atenta a cómo avanzaban los acontecimientos. Eso sí, agarrando fuertemente con una mano su bastón de mago.

Hoy es un día inusualmente singular. A diferencia del sereno y tranquilo ambiente de las bibliotecas y las salas que frecuentan, como tú, los magos de la orden hay lugares que no invitan a la meditación y mucho menos favorecen el estudio o la concentración. Hoy estas en uno de estos sitios.

Por todos lados hay una disputa de sucios y ebrios soldados que desperdician sus fuerzas lastimándose los unos a los otros. Los guerreros de Estwilde atacan a los viajeros de tez mas bronceada de Kalaman (la mayoría de ellos marinos, corsarios y piratas), estos golpean a todo lo que aun se mantiene en pie empleando las tácticas más sucias imaginables. Los soldados que intentan mantener el orden como los que están de paso para dirigirse a liberar Kalaman y la región de Vingaard de los dragones del mal son derribados con taburetes voladores sin piedad y los hombres que se han quedado en Turog para ayudar a Gilthanas a eliminar cualquier problema o amenaza en las tierras circundantes han huido seguramente a avisar a la Guardia además de que entre estos pequeños grupos hay bastantes montaraces y viajeros que también quieren (y lo consiguen enseguida) participar activamente en la pelea.

De momento nadie ha reparado en tu pequeña y apartada mesa pero una ya no puede comer ni beber tranquila sin que, de un momento a otro, una silla le estalle justo encima de la testa. Si la Guardia entra por aquí no será muy agradable que te quieran identificar. Prácticamente la mayoría de los alborotadores son humanos guerreros ebrios y sin escrúpulos. Solo les faltaría un motivo para meterse contigo y tu condición elfa podría llamar fácilmente su atención poco concupiscible.

En el foco de la pelea, justo delante de la barra, se encuentra el minotauro amenazado por cinco soldados que por alguna razón lo consideran la amenaza más grande. Para tu sorpresa, el Caballero de Solàmnia no se contenta con rescatar a una pobre muchacha de las garras de unos indeseables sino que justo cuando parecía que la pelea contra el hijo de Sargonnas era inminente, ha vociferado algo luciendo su armadura completa con majestuosidad deteniéndolos y parece ser que está intentando poner cartas en el asunto mediante el dialogo. (En el que han empezado a hablar todos, seguramente echándose las culpas acaloradamente y argumentando sus puntos de vista sobre este desastre)

Te llama la atención un viajero en particular que ha intentado derribar a los soldados que amenazaban a su bobino amigo con una silla. Por suerte ha sido confundido por el líder de los cinco soldados  por un montaraz borracho con intenciones de alborotar sin más. Sus movimientos son demasiado estilizados como para que haya bebido demasiado y se parece expresar con mucha elocuencia a pesar de que como todos los demás, salvo el Caballero y la chica que ha rescatado, tiene las espadas desenvainadas.

Tal vez alguno de ellos podría ser el adecuado para explorar el Liceo... ¿Un Caballero de Solàmnia que en medio del caos reinante se dedica a solucionar uno por uno todos los problemas y disputas sin preocuparse por su bienestar? ¿Un colosal y enorme hijo de Sargonnas con un temperamento altamente volátil y una capacidad de destrucción nata? ¿Podrías confiar en su misteriosa pareja? Puede que sean el apoyo físico que necesitas, seria fácil convencerles de que se quedaran con la mayoría de los tesoros de oro y acero. Eso les nublaría la vista y te darían de muy buena gana todos los libros y pergaminos mohosos y artefactos estrambóticos que encuentren. Al fin y al cabo es justo si contemplamos que para ellos no tienen ningún valor ni uso práctico.

Siempre y cuando salgan con vida, claro, se les podría seguir y hacerles una propuesta adecuada.

Dicha advertencia también juega en tu contra, si alguno de estos desgraciados te ataca cogiéndote por sorpresa o te apresan será bastante difícil pelear después de todo un día agotador. Necesitas dormir ocho horas en una buena cama y despertarte al alba para estudiar en silencio y concentrada los conjuros que pueden salvarte la vida en las serias amenazas mágicas que seguramente oculta el templo.

El hombre asiente con una mirada de complicidad – ¡Eso mismo pienso yo! ¡Por eso le dije que se fuera! ¿A caso estamos obligados a servirles no fuera el caso que se ofendieran y causaran tal revuelo? Hay tipos con los que no se puede razo-

La ira del caballero estalla después de que cada uno siga acusándose mutuamente y la discusión sigue acalorándose y los puños se aprietan cada vez mas sobre las armas que aunque bajas, siguen desenvainadas.

De repente la puerta de la Cerveza roja retumba cuando los miembros de la Guardia entran en la taberna.

La Guardia de Turog es una fuerza de seguridad local con autoridad suficiente para llevar espadas o dagas (aunque normalmente solo usan bastones y garrotes), van equipados con ropajes de cuero negro (copetes, botas y uniforme) y blindados con cotas de mayas o corazas. Su proporción es aproximadamente, en la actualidad, de cuatro guardias por cada cien habitantes (dados los últimos incidentes incluso se reclutaron grupos de resistencia civiles). Eso explicaría porque son quince hombres los que entran directamente bastones en mano además de el que contaría como tres leñadores juntos y abrió la puerta para que pasara el capitán de la trouppe que a diferencia de sus soldados ostenta un yelmo y una capa del mismo color que sus ropas.

El caballero se gira al oir la entrada de la guardia y mira directamente hacia la puerta. En el preciso instante que el capitán alza la voz y ordena la detención de todo hombre, muchos emprenden la huída por el primer lugar que encuentran disponible. Incluso alguno de los que hicieron frente al minotauro han dejado de desafiarlo y emprenden también la huída.

El caballero mira a un lado y a otro y observa las actitudes de todos los participantes en la discusión, esperando que nadie aproveche para acuchillar o golpear a nadie más. En tal caso deberá evitarlo en la medida de lo posible. Sin embargo no hace más que esperar a que la guardia se acerque a su lugar e intentar solucionar la situación sin mayores consecuencias.

El caballero queda sorprendido por la actitud del minotauro. Estaba convencido que atacaría rápidamente, sin embargo espera pacientemente a ser él la víctima y por tanto poder defenderse. Por otro lado ha aceptado sin oposición todos los prejuicios que se le han mostrado sobre su persona. Ambas cosas contrarían al caballero. La maldad que albergan en su corazón le habría impelido a destrozar a todo el mundo que estuviese frente a él y no lo ha hecho. ¿Qué impulsa a la maldad personificada a tal actitud?

El caballero comenzó a dar rienda suelta a sus cavilaciones...

Leila se sobresalta al interrumpir la guardia en la taberna, da un paso hacia atrás acercándose al caballero que hacía pocos minutos había entrado en su vida -¿qué puedo hacer?- se preguntaba a la vez que miraba de reojo las salidas, aunque estás ya estaban controladas. Poco podía hacer, tan solo obedecer y intentar no calentar más el ambiente. Si intentaba huir parecería algo que no era y se buscaría más problemas.

No entendía como se había metido en ese problema, tan solo había ido a hacer un trago para saciar su sed – soy inocente…- dice con un tono humilde, aunque lo más seguro es que la metieran dentro del  saco del follón y no se pararan a racionar.

Parece ser que la pelea en la taberna a provocado que la guardia del pueblo salga de paseo cosa que a Kuroth no le hace niguna gracia dado que no espera ni mucho menos que le traten mejor que los humanos de la taberna y siendo sinceros en qualquier sitio lleno de humanos a nadie le que un ser de otra raza cree problemas.

"estan todas las salidas bloqueadas por guardias"¡ ahora Kuroth no tiene tiempo para vacilar, hasta ahora havia se havia limitado a defenderse pero ahora si le intentavan detener no se pensaria dos veces dirigir su acero de forma mortal.

-leinard,dejemos a estos patanes busca una salida mientras yo les distraigo-

Kurtoh sabe que nada puede hacer frente a una horda de humanos pero sabe tanbien que para un humano lanzarse contra un ser de gran envergadura por un sueldo de unas miseras monedas no es mui atractivo, asi que finalmente se arriesga dejando al caballero sin vigilar confiando en su honor i se encara con el grupo de guardias mas cercano preparado para luchar una vez mas .